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Dios Padre Todopoderoso, que has enviado al mundo la palabra de Verdad y el espíritu de
la santificación para revelar a los hombres tu admirable misterio, concédenos que, como
San Francisco de Asís, podamos profesar la fe verdadera conocer la gloria de la eterna
trinidad y adorarte con corazón humilde. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
DÍA PRIMERO
«Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las
esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que
ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después
de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo
secreto, te recompensará. »
Oración:
Omnipotente y mansísimo Dios, que para tu pueblo sediento sacaste de una piedra fuentes
de agua: saca de la dureza de nuestro corazón lágrimas de arrepentimiento, para que
podamos llorar nuestros pecados y merezcamos recibir por tu misericordia su perdón y
remisión. Por Jesucristo…
DÍA SEGUNDO
Predicar la paz. Mt 5, 9
“Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios”
Obsequio: Tener caridad y respeto con los hermanos, evitando ser una carga.
Oración:
Oh Dios, que resistes a los soberbios y das gracia a los humildes: concédenos la
virtud de la sincera humildad, cuyo modelo presentó en sí a los fieles tu mismo
Hijo Unigénito, para que nunca, por nuestra soberbia, provoquemos tu indignación
ensoberbecidos, sino más bien recibamos los dones de tu gracia humillados. Por
Jesucristo…
DÍA TERCERO