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Diego Andrés Rodríguez Blanco

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Día 1:

Estaba condenado a seguir su sueño, gracias a aquel día.

Él, estaba sentado como los demás, sin ninguna novedad, ya que era un chico

muy callado, a tal punto que ni sentían su presencia; pero llegó el día, en el cual

él, pensaba que por fin llegaría su gloria, su triunfo para salir de esa burbuja

rodeada de indiferencia, soledad y tristeza en la cual se encontraba; Estalló de

felicidad cuando la profesora de inglés –Mi compañera de trabajo– le dijo que: fue

elegido para cantar en el English Day. No debo negar que me alegre por él; pero

solo hasta que ya se le acabo su asombro y toda reacción de emociones que

emanaba de su cuerpo, se dirigió hacia mí, y me expreso la gran noticia; Lastima

que después de este día no supe nada más de él.

Eran las 9:30 a.m., estaba sentado en mi puesto con mis compañeros de salón,

estaba finalizando la clase de música, por supuesto, mi materia favorita; De

repente, un sonido de tacones que merodeaban en el pasillo desvió toda mi

atención. Mire hacia la puerta, ¡Era la profesora Lorena¡ entró hasta llegar al

centro del tablero y todos la escuchamos atentamente; Recuerdo que desde el

instante que recibí la noticia que cantaría en un evento de la institución, me alegre

demasiado, por que podría demostrar el talento que tengo, y me emocioné hasta

tal punto, que se me olvidó agradecerle a la docente por haberme seleccionado.

Llegué a casa y practiqué hasta que mi cuerpo pedía descansar. Al día siguiente,

recibí una noticia trágica, el profesor Hernández –Licenciado en Música- habría


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tenido un accidente, el cual sucedió en un instante, luego de que este saliera de

su casa. Me lo dijo la Licenciada. Lorena, mi profesora de inglés, luego de que yo

le hubiese preguntando por él.

La noticia me impacto a tal punto que me puse pálido y estaba muy preocupado;

cursaba noveno grado y no entendía muchas cosas de la vida, así que les pedí

ayuda a mis padres, para poder visitar al docente Hernández; la maestra Lorena

pidió permiso para poder acompañarnos. Yo pensaba en la presentación y por

supuesto en la salud del licenciado, ya que además de entrenar la obra solo, el

profesor Hernández me iba a colaborar.

Cuando llegamos al hospital no podía creer lo que escuchaba. Corrí tan rápido

como pude, los pasillos parecían infinitos, con esa luz tenue y extenuante. Piso 3,

unidad de cuidados intensivos, fue lo único que escuché en la recepción, y lo

único que rondaba en aquel momento en mi cabeza. Mi actuar parecía más al

macho alfa de una manada, el cual, defiende cuando está en peligro o siente

alguna amenaza. ¡Mierda! Exclamé, de lo apresurado que iba, no supe en que

camilla estaba, pero inmediatamente pensé que apenas llegara, lo reconocería,

así que corrí con más fuerzas y actitud. Llegue más que agitado y frote mis manos

entre sí con un jabón especial, y rápidamente abrí la llave, dejando caer el agua

en ellas para quitar toda bacteria que estas tuviesen. –Hola, hermano- Fue lo

primero que escuché a lo lejos luego de haber entrado; volteé inmediatamente y

observé con mucha delicadeza y con mucho miedo, no entendía lo que me

pasaba; mi mente estaba clara, pero mi cuerpo no podía dejar de temblar; quise

saber de dónde provenía esa voz tan familiar, pero no reconocía a ninguna de las
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personas que miraba; hasta que le escuché de nuevo -¡Diego, estoy aquí!- Me

dijo. ¿Cómo lo reconocería?; tenía un moretón gigante en su ojo derecho, más

específicamente en el músculo orbicular. Apenas lo vi, además del moretón

gigante, visualicé que tenía un tubo en su garganta, y por supuesto no podía

hablar.

No lo entiendo, ¿quién me llamo? Aunque en su momento, no me interesó ello, ya

que luego de acercarme a él, mi mente se inundó de muchos recuerdos, pero más

específicamente sobre Sebastián Hernández.

Día 2:

Sebas escuchaba atentamente una obra, era la Novena Sinfonía de Beethoven en

Re menor, O.p. 125 “Coral”; Desde el primer instante en que lo miré, me

impresionó su gran forma de expresar la música tan sólo con el movimiento de sus

brazos. Yo no escuchaba nada, ya que él tenía los audífonos puestos, pero

entendí todo, cuando me explicó lo que era la música clásica y en especial esta

obra que escuchaba. Me pidió que tomara los audífonos y que me los pusiera.

Ahora entendía la alocada pasión de mi hermano por esta música; desde el inicio

de la obra, caí en cuenta de la belleza de las notas y de sus Fortes1 y Pianos2, los

1. Forte (del italiano forte, "fuerte") es un término que se utiliza en notación musical para indicar un
grado determinado de intensidad del sonido, es decir, un matiz dinámico. La intensidad que señala es
fuerte, situándose por encima de mezzoforte y por debajo de fortissimo.

2. Piano (del italiano piano, "suave") es un término que se utiliza en notación musical para indicar un
grado determinado de intensidad del sonido, es decir, un matiz dinámico. La intensidad que señala
piano es baja o suave, situándose por encima de pianissimo y por debajo de mezzopiano.
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cuales flotaban en el espacio como si fuese un asteroide en las órbitas del

pentagrama.

Enloquecí con tantas notas y melodías, a tal punto que llegué a escuchar la

sinfonía hasta 15 veces al día. Mi hermano me dejó los audífonos y él se fue a

seguir estudiando música. – ¡Joven, joven!- Dijo la enfermera de turno, tan

secamente que me bajó de la nubes y me lanzó como un rayo hacia la tierra,

-ten cuidado con los cables por favor, él está despierto, pero no consciente, así

que háblele al oído, él te escuchará- me dijo la enfermera. Me dio tanto miedo

verlo así y no poder sacarlo de allí sano y salvo, quería ayudarlo, pero no podía

hacer nada; me dio tanta rabia que maldije todo lo que me pasaba por mis

pensamientos. –Sebastián Hernández- le dije, soy tu hermano menor, llegué tan

pronto me enteré de lo que te había sucedido; antes que nada quiero que sepas

algo, siempre estaré contigo, pase lo que pase. En ese preciso instante sentí una

mano reposarse sobre mi hombro derecho, gire y allí estaba, allí lo vi.

No pude mirar sus ojos, pero si su forma; no pude ver su color, pero si sentir su

aura; no podía reconocerlo, pero si sabía que quería. Mi ritmo cardiaco aumentó al

instante, mi corazón comenzó a drenar mucha más sangre de lo normal; a pesar

del miedo que me causaba, no me desmayé; pero caí en cuenta, que la muerte

acechaba cada rincón del hospital; paciente es la espera que trae consigo.

-Maldita seas- pensé, no te llevarás, y si piensas hacerlo juró que te mataré.


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Los signos vitales de sebas aumentaron y mi mente y sentidos, lo tomaron otra

vez como primordial, no sabía que hacer; así que pensé que físicamente no podría

ayudarlo, y lo primero que hice, fue comenzarle a hablar por medio de mi espíritu;

simplemente converse sin esperar alguna respuesta, como una telecomunicación

con el espacio exterior, esperando que algún ser no natural, respondiera mi

mensaje; por supuesto no tuve respuesta directa, pero en medio de aquella

conversación con la nada, me distrajo un sonido, que se escuchaba como un

tempo que cambiase de Vivace1 a un Lento2; era el pitido del monitor que tomaba

los signos vitales de sus pacientes.

Sebas se recuperaba rápidamente de aquel aumentó inoportuno que había

sucedido; y llego a mi mente, sin ninguna razón, una frase: “¿Cómo podrás matar

a la muerte”?; mi inferencia de una vez se percató de la estupidez que habría

dicho; y recordé a aquel ser, sin ningún miedo me gire para verificar si estaba, no,

ni siquiera dejó rastro alguno; inmediatamente mi cuerpo se calmó, me tranquilice

de una forma extraordinaria.

Cuando abrió los ojos, una gota quería recorrer su mejilla, pero no la deje tomar

carrera, así que, simplemente la quite con mi mano derecha; estaba consciente,

con mucha sutileza le dije: -Hoy es tu día-.

1. Vivace (del italiano, vivo o vivaz) es un término musical que hace referencia a una
indicación del carácter alegre y el tempo rápido con que debe ejecutarse una pieza
musical. La velocidad normalmente coincide con la de molto allegro y precede al
presto. Equivale a una indicación metronómica de 132-160 pulsaciones por minuto.
Esta indicación suele encontrarse en una pieza de música, al comienzo de la misma o
bien al principio de una nueva frase.
2. Largo es un término musical que hace referencia a la indicación de tempo más lenta
de la música clásica.
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Luego de que despertase, y de que le quitaran el tubo de respiración artificial, me

dijo: -E tenido un sueño en el cual luchaba contra la muerte, un duelo el cual gané

ya que era una batalla musical, pero no la hubiese ganado sin tu ayuda-.

No lo entendí en el momento pero, luego analice sus palabras, e inmediatamente

logré darme cuenta que hasta en su cercanía hacia la muerte, no dejaría la música

de lado, ya que era su escudo y espada, y mucho menos la dejaría desde ese

día… Continuara…

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