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Claude Cymerman Para un mejor conoctmiento de Eugenio Cambacérés De todos los grandes novelistas de la literatura argentina es seguramente Eugenio Cambacérés el peor juzgado y, en el fondo, el menos conocido. Y quizds haya que observar una relacién directa entre el desconocimiento respecto al autor y el mal concepto en que se lo ha tenido durante muchas décadas. Aparte de los calificativos de “masén”, “impio” y “ateo” que se le aplicaron en vida, si debemos creer a sus escasos bidgrafos —que se guardan bien de citar sus fuentes, copidndose por lo comtin unos a otros y limi- tando su originalidad en trastrocar el orden de los epfte- tos '—, los juicios valorativos acerca del hombre’ y de su 1 “En el gran mundo se le denigré con epitetos violentos: masén, im- plo, ateo”, (Carlos Alberto Leumann, estudio preliminar publicado a iodo, de prélogo de la edicién de Sin Rumbo, Buenos Aires, Estrada, “\..Desde entonces y en forma definitiva y hasta el final de sus dias fue el impio, el ateo y el masén...” (E.'M. S, Danero, “Algunas observaciones y notas sobre Eugenio Cambacérés”, publicado_a modo de prélogo de las Obras Completas, Santa Fe, Castellvi, 1956.) “", Desde entonces, y sin apelacién, le fueron colgados los adjetivos de masén, impfo, ateo”. (Alberto Oscar Blasi, Los Fundadores: Camba- cérés, Martel, Sicardi, Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas, 1962.) CUADERNOS DEL IDIOMA : 46 — obra? no suelen ser muy elogiosos. En realidad, todo este halo negativo o despectivo que rodea su figura no es mas que el signo de una gran ignorancia respecto del hombre. Es extrafio, por cierto, el olvido en que ha permanecido Cambacérés desde su muerte. Son pocas las ediciones de su obra y pocos también los estudios criticos de sus nove- las. La ignorancia respecto del hombre y del autor contrasta evidentemente con su celebridad en vida, cuando estaba rodeada su personalidad de un halo de escandaloso anti- conformismo. Tal vez ha sido este mismo pescandalo el que ahora ha sumido al escritor en un casi total olvido, En el ambiente burgués y pacato de la época, la vida de Cam- bacérés, su forma de expresarse y de actuar no podian “..,Su fama de conversador de talento era tomada con precaucio- nes y se le motejaba de ateo, impio y masén” (Isabel Santacatalina, in. troduccién a la edicién de Sin Rumbo, Buenos Aires, Huemul, 1966.) 2 “Fabricante de escritos afrodisiacos”, “rebelado de la vida”, “out- law” se lo llamé, segiin nos refiere Martin Garcia Mérou en Libros y autores, capitulo “Las novelas de Eugenio Cambacérés”, Buenos Aires, Félix Lajouane, 1886, pags. 71-90. 3 Una expresién citan a menudo los criticos de Eugenio Cambacérds, aludiendo a su obra Mitisica sentimental: “Algunos de sus comentadores fingieron desdén por el artista; como a uno le hubieron preguntado qué le parecia Musica sentimental,” la definié: ‘un water-closet tapizado de telas de Persia’. (Ricardo Rojas, Titora de la literatura argentina, tomo VIII, Buenos Aires, Kraft, 1957.) “Se hablé, muy dentro del estilo de la polémica literaria sobre el na- turalismo, de ‘water-closet tapizado de telas de Persia’.” (Arturo Gi- ménez Pastor, Eugenio Cambacérés, estudio recogido en la edicién de Musica, sentimental, Buenos Aites, Minerva, 1924.) Pero nadie nos dice’ quien es el dichoso que tuvo el primero esta ocurrencia. Parece sin embargo que fue Miguel Cané quien escribid, a los pocos dias de salir la novela de Cambacérés, un articulo publi- cado el 30 de setiembre de 1884 en la seccién literaria de Sud América: “Eso no es literatura, eso no es arte, eso es un parti-pris inexorable, un despilfarro de talento, un capricho de patricio que hace tapizar sus letrinas con telas de Persia.” Como se ve, ni siquiera se entendié la expresién de Miguel Cané, que no tiene ademds sentido fuera de su contexto. Y nadie por lo visto se acordé de que éste la invent6. Més: todos los que la citan le cambian una palabra, demostrando asi que han recogido una informacién de segunda —o més que segunda...— mano, Y, para mayor precision diremos que sacaron Ja cita de Garcia Mérou, quien escribe en su it novelas de Eugenio Cambacérés”, de su estudio Libros Y¥ no falté un amigo espiritual —clara referencia a Miguel Cané— que afirmara en una frase incisiva el efecto que le habia causado la obra: ‘Es —decia— un water-closet tapizado con telas de Persia’. Como se ve, Garcia Mérou cambié “letrinas” por water- closet y todos repitieron lo mismo al unisono. CLAUDE CYMERMAN 7 menos que provocar un revuelo extraordinario entre todos los bourgeois bien pensants —para hablar como el mismo autor de Pot-Pourri, tan dado a las sentencias de cufio ftancés— que dirigian la vida politica en aquel entonces y formaban la mayoria del publico lector. Esta forma —tan aristocratica— de épater le bourgeois, de “chocar al bur- gués” —segiin la acertada formula de Gustave Flaubert, otro escritor realista— sdlo podia crearle enemigos y levantar a su alrededor este “cordén sanitario” al que se refiere acer- tadamente Roberto F. Giusti. * Cabe preguntamos qué es lo que motivé el escandalo en torno a la personalidad de Cambacérés. En realidad, todo contribuyé en mayor o menor grado a esta mala fama del escritor. Tal vez su vida alegre —en el sentido que se presta habitualmente a la palabra, porque por lo que es de Cambacérés esta alegria no era mas que aparente z ocul- taba un verdadero hastio hacia todo lo que lo rodeaba— tenga la menor parte en el escdndalo. Al fin y al cabo, las calaveradas de los Don Juanes han sido de todos los lu- gares y de todos los tiempos y no Ilaman mayormente la atencién. Mas grave ya en concepto de la gente “bien” fue que se casara Cambacérés —véase mds adelante— con una artista, cuando las conveniencias hubieran exigido en aquel entonces que se uniese con una dama de su misma con- dicién. Pero mas que su vida privada fueron su vida publi- ca y sus novelas ts que excitaron la ira y provocaron los improperios de sus contempordneos. Una de sus actuacio- nes publicas, el proyecto de ley de separacién de la Iglesia y del Estado, lo enemisté con todo el partido catdlico, en- cabezado por Estrada y Goyena; y una segunda actuacién, la denuncia de fraudes electorales de los que habfan sido cémplices miembros de su propio partido politico, le cerré las puertas de los que hasta entonces lo habian defendido o, al menos, no lo habian atacado. Esas actitudes y tomas de posicién, publicas y privadas, tuvieron como una pro- longacién en la produccién literaria de Cambacérés, hasta 4 Siglos, escuelas y autores, Buenos Aires, Ed. Problemas, 1946, pag. 321. DEL IDIOMA 48 el punto que el partido catélico, por via de su organo d prensa, La Unicn, pidid —el 1° de noviembre de O885 ° que See rae, ta mumbo i que, se multase a su autor, i > ificado y de mal gusto, debi: : gl momento, levantar un escdndalo publicitario alrededor del homb: ey de su obra y, ala poste, condenar a los mi rf lo. Escandalo y olvido tan injustificados el 10 como el otro y del cual es tiempo que salga hoy el que sigue siendo, en el orden cronoldégico por To - primer novelista realista argentino”. eos eh Es extrafio comprobar que unos dati i & biografia de un escritor como lo son In "techs y el la sat de su muerte han permanecido equivocados, en la casi teas nin ad 4 las biografias de Cambacérés publicadas hasta . Ha habido que esperar practicamente setenta afios pa que um profesor de Ja Universidad Nacional de Cuyo. Ko dol \ orello, publique en la Revista de Educacidn fe Plata (primer bimestre de 1960) un articulo “Para le iografia de Eugenio Cambacérés”, que, aparte de estar muy bien documentado §, restablece la verdad acerca de ih muerte del autor de Pot-Pourri y Sin rumbo. “es Pero hasta la publicacién e sta por Borello de la foj; Registro Civil que da fe de la muerte de Bugenio Ce be oer Sy sobrevenida el i4 de junio de 1889 en Buenos “Aires, la mayoria de los bidgrafos del novelista situaban el des- 8 Dice asi La Unién (pi " , pag. 1, col. 6): “EI Intendente Munici inguna medida ha tomado tendiente para impedir la vnc dead bro de. don, Engenio Cambackrts titulado Sin rumbo, no obstante ser una publcacin altamente inmora, y estar ella comprendida en el art 50 inciso 7° de Is ley ongéniea municipal como ast mismo en la orde- nanza de 1875, Desafiamos al Intendente a que no_ da. cumplimiento a ambas diposcines, imponiendo al autor de Sin rumbo la multa que ordenanza ha incurrido mi SE ae Se Dre ee senS® cuigea sin embargo,Borelo, cuando esrbe, en ol artielo re- ferido, que “no sparecen, en Jos dagos de a épocn referencias sobre la deseparicién el escritor”. Estas referencias existen. Las encontré a lo menos en Ins tres danog toe const: La actin (Dh. 2 ool 2) . 7, col. 2) del 15 de junio de 1889, ublica Feet eee? Sui dontnien, Mel mnono dias Guetta eles tivamente extenso y muy carifioso el autor Sin muy ¢ ‘ y al articulo sobre el autor de CLAUDE CYMERMAN enlace en 1888 y en Paris 7 GA qué se debe tan extrana y tan undnime confusion? gY en primer lugar a quién le ‘debemos el dato equiv ocado? En este aspecto, como en otros muchos, parece que fue Ricardo Rojas el que cometid el] error —ya que consta que fue el primero en publicar el dato— y todos los demas bidgrafos, por una pereza desde luego censurable pero explicable, dada la falta de estudios exhaustivos sobre el autor, lo siguieron a ciegas en este camino equivocado. En cuanto al error en si, sugiero la explicacién siguiente. La equivocacién respecto del lugar pudo venir del hecho de que Cambacérés pasd en los ul timos afios de su vida —To veremos mas adelante— mas tiempo en Paris que en Buenos Aires (adonde volvié sdlo para morir), sobreviniendo la enfermedad en Francia, y sobre todo del hecho de que su padre murié en Paris afios antes (aunque sus restos estan enterrados en la Recoleta, después de habérselos traido de Francia el 17 de junio de 1884). El error en lo que se refiere al afio pudo venir de una confusién producida varios afios después entre la ruerte de Eugenio y la de su hermano Antonino, presi- dente del Banco de la Provincia y vicepresidente del Se- nado; sino mas conocido en Buenos Aires, por jo menos mas popular por sus funciones y mas presente en el es- piritu de la gente y en la actualidad publica, Antonino Cambacérés murid en efecto el 27 de noviembre de 1888. ‘Ahora bien: no sélo la fecha de la muerte de Cambacé- 7 Rojas, Giménez Pastor, Giusti, ‘Avellaneda (Capitulo), Danero, San- tamarina, Barea, Solero, Barbagelata, Williams ‘Alzaga, Cerman Garcia, David Viiias, Santillan (Gran Enciclopedia Argentina), etc. sitéan la muerte en 1888 en Paris; ‘Anderson Imbert, Alegria, Bazin, Gutiérrez, y Calimano, Ara, Luis ‘Alberto Sanchez, Diez-Echarri, ete. colocan el ‘desenlace en 1888 pero sin indicar el lugar; no falt6 quien encontré Sheen buena ldgicn Cambacérés no podia morit on otra ciudad que Ya capital de Francia; asi, Blasi, quien escribe: “Francés por el ingenio, Sor el nombre, por la ascendencia, argentino por In andadura, el gesto, Ty voz, entré a la muerte, como correspondia a un caballero criollo de su tiempo, en Ja brumosa Paris. Fue un afio después de En la san- gre, en 1888.” (Cambacéres, Martel, Sicardi, Buenos Aires, Ed. Cul- turales Argentinas, 1962, pag. 34.) ‘Los unicos que, a nuestro conocimiento, dieron antes que Borello el dato correcto fueron Carlos ‘Alberto Leumana (que sin embargo no indica el Jugar) en el estudio preliminar a la edicién de Sin Rumbo {Buenos Aires, Fstrada, 1949) y el ‘Diccionario biogrdfico argentino ge Enrique Udaondo (Buenos Aires, Coni, 1938). CUADERNOS DEL mi 50 rés sucle estar equivocada. También vienen a menudo cam- biadas les fechas de publicacién de sus obras. Si bien no conocemos con precisién todas las fechas, por lo menos pretendemos acercarnos a la exactitud y aportamos algunos Atos més. (En la bibliografia que sigue sefialamos el orden de aparicién de las primeras ediciones exclusivamente, las que se hicieron mientras vivia el autor. Las ediciones de que s6lo tenemos noticias vienen indicadas entre paréntesis. ) Obras completas. 1? edicién. Observaciones y notas por Eduardo M. Suarez Danero. 265 pags., in-8. Santa Fe, Castellvi, 1956. 2* edicién. Observaciones y notas por Eduardo M. Sudrez Danero. 489 pags., in-8. Santa Fe, Castellvi, 1968. Utilidad, valor y precio (tesis). Buenos Aires, Imprenta Buenos Aires, 1869. Separacién de la Iglesia y del Estado. Discurso pronunciado en la Convencion de la Provincia de Buenos Aires para la reforma de su Constitucién, el 18 de julio de 1871. En Revista del Rio de la Plata, publicada por Andrés Lamas, Vicente Fidel Lépez y Juan Maria Gutiérrez, volumen I, p4gs. 275-89, Buenos Aires, Casavalle, 1871. — En Oratoria Argentina, por Neftali Carranza, tomo II, pags. 625-35. Buenos Aires, La Plata, Sesé y Larrafiaga, 1905. Pot-Pourri - Silbidos de un vago. 1 edicién, sin nombre de autor. 409 pags., . Buenos Aires, Biedma, 1882. — 2" edicidn, sin nombre de autor. 409 pégs., in-8, Buenos Aires, Biedma, 1882. — 3* edicién, sin nombre de autor (precedida de) “Dos palabras del autor”, 337 p4gs., in-8.: Paris, Denné, 1883. — “Dos palabras del autor”. 235 pdgs., in-8, Buenos Aires, Mi- nerva, 1924. — “Dos palabras del autor”. 207 pags., in-16. Buenos Aires, Joyas Literarias, 1927. — “Dos palabras del autor”. 230 pdgs., in-16, Buenos Aires, Beybe, 1945. Musica sentimental - Silbidos de un vago. 13 edicién, sin nombre de autor. 306 pags., in-8. Paris, Denné, 1884. — (2 edicién, 1884 6 1885) ~— Estudio del Dr. Arturo Giménez Pastor. 208 pdgs., in-8. Buenos Aires, Minerva, 1924. — Prélogo de J. B. 192 p&gs., in-16. Buenos Aires, Beybe, 1945. Sin rumbo (estudio). (1? edicién, Paris, 1885, 2). — 28 edicidn. 295 p4gs., in-8, Buenos Aires, Félix Lajouane, 1885. — 38 edicién. 295 pAgs., in-8. Buenos Aires, Félix Lajouane, 1885. — Prefacio. 128 p4gs., in-16. Buenos Aires, Joyas Literarias, 1922. > — CLAUDE CYMERMAN 51 — Prélogo del Dr. Ricardo Rojas. 166 pags., in-8. Buenos Aires, Minerva, 1924. — 30 pags., in-8. Buenos Aires, Biblioteca Pluma de Oro, 1939. — Advertencia al lector y prélogo de J. B. 158 pags., in-16. Bue- nos Aires, Beybe, 1944. — Definicién de propésitos de la Direccién - Biografia de Eu- genio Cambacérés - Prélogo de Roberto Giusti y apéndice de Martin Garcia Mérou. 222 pags., in-8. Buenos Aires, Jackson, 1944. — Ibid. Buenos Aires, Jackson, 1947. — Estudio preliminar y notas de Carlos Alberto Leumann. 187 pags., in-8. Buenos Aires, Estrada, 1949. — Introduccién, notas y vocabulario de Isabel Santacatalina. 191 pags., in-16. Buenos Aires, Huemul, 1966. — 104 pags., in-16. Buenos Aires, Centro Editor de América La- tina, 1968 (“Capitulo” 22). En la sangre. Primera publicacién en el folletin literario de Sud- América, del 12 de setiembre al 14 de octubre de 1887. 1* edicién. 290 pags., in-8. Buenos Aires, Sud-América, 1887. —g? pags., in-16. Buenos ‘Aires, Joyas Literarias, 1922. —I77 pags., in-8. Buenos Aires, Minerva, 1924. —143 pags., in-8. Buenos Aires, Eudeba, 1967. IMITADORES DE EUGENIO CAMBACERES RASCAME-BEC (SUAREZ OROZCO). Mtisica celestial. 193 pags. in-8. Paris, José Jola, 1885. Una de las cosas mas curiosas —ijy son muchas las que se refieren al autor!— es la peregrina ortografia que algu- nos manuales y estudios criticos han adoptado respecto al apellido del novelista. Si bien no coinciden siempre en la acentuacién del patronimico, incurren muchas veces en un error al adoptar una forma grafica que no es ni castellana ni francesa. Y si no se ha notado antes esta anomalia es debido a que muchos han creido que dicha ortografia es- taba conforme con Ja sintaxis francesa. De estas grafias viciosas, la m&s cominmente adoptada es Cambacéres®, con acento grafico en la primera e. Repito que si no es castellana tampoco es francesa porque nunca se encuentra en esa lengua una secuencia de dos ees de las cuales la —_ 5 Asi, por ejemplo, Arturo Giménez Pastor y Gladys S. Onega escri- ben: Cambacérds; Angela Blanco Amores de Pagella: Cambacérés. GUADERNOS DEL IDIOMA 52 primera vaya acentuada con acento agudo (aigu) y la segun- da sin acentuar. La ortografia francesa de la palabra —tal como se escribia el patronimico del padre de Eugenio, Antoine (Antonio)— lleva no uno sino dos acentos, uno agudo (aigu) en la primera e, el otro grave (grave) en la segunda e: Cambacérés. Y si lo escribimos a la espafiola pistes hacerlo sin acento: Cambaceres. O dos acentos o ninguno. Personalmente, lo escribo a la francesa —ya que sus antepasados fueron franceses— pero no me parece fue- ra de lugar una ortografia castellana, ya que Eugenio, al fin, era argentino ®. Pero que desaparezca a una vez esta hibrida, insélita y peregrina ortografia que es un atentado mas a la memoria del autor de Pot-Pourri'°. Y ya que hemos aludido al nacimiento del escritor, no esta de mas recordar, en el estado actual de las investiga- ciones, lo que fue su vida, mds concretamente la ultima década de su existencia, que fue la de su creacién literaria, desde Pot-Pourri (1882) hasta En la sangre (1887). El padre de Eugenio, Antoine (Antonio, y no Antonino, como se escribe equivocadamente) habia nacido en Nimes (Francia) en 1801, y murié en Paris en la antepentltima década del siglo. Su aficién por la fisica y la quimica lo llevé a trabajar con el célebre quimico Chevreul. Vino a Buenos Aires en 1829, al parecer por consejo de Juan Larrea, en aquel entonces Cénsul de la Spee en Pa- ris. Promovié a su llegada la industria de los saladeros y fomenté la ganaderia argentina. Se casé con una portefia, Rufina Alais. El matrimonio tuyo dos hijos, Antonino Ci- riaco y Eugenio Modesto de las Mercedes. Algunos bidgrafos emparientan a Antonio Cambacérés, el padre de Antonino y Eugenio, con Jean Jacques Régis de Cambacérés, el célebre jurisconsulto y convencional fran- ® Empieza asi Ricardo Rojas su estudio del novelista en su Historia de Ia literatura argentina: “Eugenio Cambacérés (0 Cambaceres, como Jo hemos Iamado siempre los argentinos, modificando la prosodia* de su patronimico galo)...” 19 Esta vacilacién en Ja ortografia no deja de lado el mismo nombre del escritor, que en el siglo pasado se escribia, incluso en un mismo articulo (vg. Sud-América, 29/oct/1885, Pég. 1, col. 3: Sin Rumbo, una pagina de Eujenio Cambaceres), con ¢ 0 con j (Eugenio 0 Eujenio). CLAUDE CYMERMAN 53 cés, nombrado por Napoleén I Archicanciller y Duque de Parma. Leumann y Danero, por no citar mas que dos, ven en Antonio al hijo del convencional francés "'. Mucho antes, Emile Daireaux hablaba en la Revue des Deux Mondes (entrega del 15 de enero de 1876, pag. 325) de “un quimico francés, el Sr, Antonio Cambacérés, so- brino del Principe del Imperio "”, Un mes y medio mas tarde, en su entrega del 1° de marzo, esa misma revista publicaba una refutacién de esta alegacién de parentesco, escrita por el Duque de Cam- bacérés, sobrino de Jean Jacques Régis de Cambacérés. No me ha sido posible consultar dicho numero pero tengo noticias de él por un articulo de Paul Groussac publicado con fecha 16 de diciembre de 1917 en Le Courrier de la Plata (pag. 3, col. 1-3) y titulado “Trois pionniers du progres’. Groussac hace suya la refutacién del Duque de Cambacérés y aprovecha la ocasién para atacar, con su conocida ferocidad, al autor de Pot-Pourri: “Confieso que no estoy perfectamente documentado so- bre la biografia de Antonio Cambacérés, sobre todo en lo que se refiere al perfodo anterior a su Ilegada al Plata. Ni siquiera me queda, para interesar un poco al lector, el recurso desesperado de emparentar a nuestro quimico con la familia del Archicanciller —como, segtn el testimo- nio de los interesados, todos creimos durante largo tiempo que debia hacerse—. Hace mucho que, a oe de un articulo de la Revue des Deux Mondes sobre nuestros sa- laderos (entrega del 15 de enero de 1876), donde se re- producia esta afirmacién, el Duque de Cambacérés, unico sobrino sobreviviente del Principe del Imperio, protestaba violentamente (ibid, 19 de marzo de 1876) contra la ‘men- tira inventada en esos lejanos parajes’. Tal vez era ‘mucho 4 Dice asi Leumann: “[Antonio] habia heredado una regular fortu- na de su padre, presidente de la Convencién en la época mis tragica de Ja Revolucién Francesa”; y E. M. S. Danero: “Era [Eugenio] hijo del qaimico francés Antonino Cambaceres y nieto del précer de la Re- volucién Francesa”. 12°“Un chimiste francais, M. Antoine Cambacérés, neveu du prince de Tempire™ CUADERNOS DEL 54 IDIOMA ruido y pocas nueces’ y un Montmorency no se hubiera indignado mds. Sea como sea, los ‘primos’ platenses no insistieron, y en primer lugar el hijo menor del susodicho, Don Juan de bambalinas, que utilizaba, para darse impor- tancia, el pretendido parentesco en su ‘medio-mundo’ pa- risiense 0 mundo medio parisiense exdtico y juerguista. Fue éste quien, al volver a Buenos Aires y habiéndose impro- visado novelista con la publicacién de anécdotas escanda- Josas, contadas, como en una mesa de club, en un dialecto aristocratico-criollo, tuvo la ingenuidad de querer Jlevar adelante —con el éxito que se adivina— su vena literaria, tan artificial como su nobleza del Imperio” ®. Reservo a un proximo viaje a Francia la averiguacién del lejano parentesco de los Cambacérés. Sin embargo, la similitud de un patronimico poco corriente en Francia y la casi identidad del lugar de nacimiento del Convencional francés (Montpellier) y del padre de Eugenio (Nimes), ciudades las dos de la regién francesa del Languedoc, in- citan a pensar que, préximo o lejano, debié de haber un PpenieeeS entre los Cambacérés de aquende y allende los. mares. Antonino nacié en Buenos Aires el 18 de noviembre de 1833 y se educé en Ja misma ciudad. eee. entre varios cargos de importancia, los de presidente del Banco de la 33 “favoue n’étre pas ferré 4 glace sur la biographie d’Antoine Cam- bacérés (surtout la partie antérieure A son arrivée dans la Plata. Il ne me reste méme pas, pour intéresser faiblement le lecteur, le recours désespéré de rattacher notre chimiste A la famille de ’Archichancelier, comme, sur Ja foi des intéressés, nous avons tous cru longtemps qu’on devait faire. Il y a beau jour qu’A propos d’un article de la ‘Revue des Deux-Mondes’ sur nos Saladeros (livraison du 15 janvier 1876) oa cette affirmation était reproduite, le duc de Cambacérés, seul neveu alors survivant du prince de l'Empire, protestait assez vertement (ibid. 1° mars 1876) contre le ‘mensonge établi dans ces parages lointains’. Peut-8tre était-ce un peu trop de bruit pour une omelette au lard, et un Montmorency ne se serait pas plus vivement rebiffé. Quoi qu'il en soit, les ‘cousins’ platéens se le tinrent pour dit; et tout d’abord le fils cadet du susnommé, Don Juan de coulisses qui usait, comme savon- nette, du prétendn parentage dans son demi-monde parisien —ou monde demi-parisien, exotique et fétard. Ce fut celui-ci qui, rentré A Buenos Aires et s'y étant improvisé romancier par la publication d’anecdotes scandaleuses, racontées, comme a une table de club, en patois rasta- eréole, eut la naiveté de vouloir pousser —avec le suceés qu’on devine. sa veine littéraire, tout juste aussi ‘arrivée’ que sa noblesse d’empire! CLAUDE CYMERMAN 55 Provincia, presidente del Ferrocarril y director de las obras del Riachuelo. Tuvo una brillante actuacién politica como senador, presidente del Comité de apoyo a la candidatura de Juarez Celman y vicepresidente del Senado. Murié el 27 de noviembre de 1888. Eugenio nacié, en Buenos Aires también, el 24 de fe- brero de 1843 y fue bautizado un afio y medio mis tarde, el 4 de setiembre de 1884. Publicamos por primera vez —juntos con la fe de bautismo del escritor —- esos datos que hasta ahora se desconocian. El joven Eugenio se educd, como todos los prohombres de aquel entonces, en el famoso Colegio Nacional de Buenos Aires, inmortalizado por guel Cané en Juvenilia*. Después: cursé estudios juridicos en la Facultad de Derecho y Leyes de Buenos Aires, y se gradud en 1869 de “doctor en Jurisprudencia” '’. Abre poco después en Buenos Aires un bufete de abogado, al que deja pronto por faltarle la vocacién y sobrarle los re- cursos econdémicos ’. Se convierte desde entonces en un xmo. Mons. David Auletta, Prelado Doméstico de Su Santidad Pablo VI y Cura Parroco Pontificio de la Basilica de Nuestra Sefiora de la Merced. Certifica que en el libro N° 29 al folio N? 256 vuelta se encuentra asentada Ja siguiente partida: “En quatro de Septiembre de mil ochocientos quarenta y quatro, yo el Cura Rector bauticé solemnemente a Eugenio Modesto de las Mer- cedes, nacido el veinte y quatro de Febrero del afio pasado, hijo de Don Antonio Cambaceres, de Francia y Dofia Rufina Alaix de ésta: fue- ron sus padrinos Don Pedro Alaix y Dofia Magdalena Vilasco, quicn quedé adbertido de las obligaciones por verdad lo firmo. Antonio Argerich.” Es copia del original y doy fe en la ciudad de Buenos Aires a los siete dias del mes de Diciembre del aiio del Seiior a mil novecientos se- senta y siete. Firmado: Monsefior David Auletta - Parroco. 15 Si bien Cané no alude a Cambacérés en Juvenilia, encontramos mencién de éste en los Recuerdos del viejo Colegio Nacional de Buenos Aires de Francisco Tobal, Obras completas, tomo I, Buenos Aires, Rosso, 1942, pdg. 206. a 16 En la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, referencia 249719, se encuentra la tesis doctoral de Cambacérés, que versa sobre el tema Utilidad, valor y precio, Fue en esa ocasiéu presidente de la mesa examinadora D. Juan Maria Gutiérrez, Rector y Catednitico de la Uni- versidad. En la portada del trabajo presentado figura una dedicatoria manuscrita de puiio y letra de Eugenio Cambacérés, a su padrino de tesis, D. Eduardo Basavilbaso, con la firma del graduado. 3 Recordemos a usie respecto las Mineas que encabezan cl preémbulo de Pot-Pourri: “Vivo de mis rentas y nada tengo que hacer. Echo los ojos por matar el tiempo.” Interesante también es el siguiente juicio de Cané, refiriéndose a ia juventud dorada del escritor: “Le ha faltado CUADERNOS DEL IDIOMA 56 hombre de mundo, Frecuenta artistas, literatos, espiritus ilustrados. Tiene su paleo reservado en el Colon. En 1870 es elegido diputado a la Legislatura de la Provincia de Bue- nos Aires y el mismo aiio es nombrado secretario del Club del Progreso. En 1871 se le designa para ocupar un escafo en la Convencién de la Provincia de Buenos Aires. Alli promueve un primer escindalo al presentar, el 18 de julio de 1871, un proyecto de separacién de la Iglesia y del Es- tado'*, En 1873 pasa a ser vicepresidente del Club del Progreso. El 20 de julio de 1874 origina un nuevo escindalo, después de su eleccién al Congreso de la Nacién, al de- nuneiar publicamente, con honradez y valor, los fraudes electorales de los cuales hizo responsable a su propio par- tido y que dieron motivo a la revolucién mitrista del 24 de setiembre. A pesar de ello, vuelve a ser elegido diputado nacional en 1876, pero renuncia a su escaiio el 12 de mayo del mismo aio. Abandona entonces la politica” y se en- cierra en su “torre de marfil”. Desde entonces alterna las horas de soledad, de lectura y de meditacién con la frecuen- tacién de intelectuales y de escritores. Adquiere una fama [s.e.: a Cambacérés] Jo que todos nosotros hemos probado poco mis © menos, si bien no muy dura, la vache enragée. Le han faltado las dificultades primeras de la vida, que hacen pensar 2 los espiritus mis triviales e indolentes, le ha faltado el empleo, que se mira con horror, al que se va de mala gana, que pone el libro en la mano, que agudiza la aspiracién, sostiene en el trabajo y lo muestra como el tnico medio de aleanzar la independencia del infiemo moral de la sujecién.” “Los libros de Eugenio Cambacérés”, folletin de Sud América, 30 de octubre de 1885. 18 Este proyecto fue publicado por Juan Marfa Gutiérrez —cl mismo que fue presidente del jurado que otorgé a Cambacérés su titulo de Deetor, por otra parte “gran director intelectual en el Buenos Aires de _entonces”, segin las acertadas palabras de Leumann-, en la Revista del Rio de la Plata, vol. J, pp. 275-89, Buenos Aires, con el titulo “Separacién de la Iglesia y del Estado. Discurso pronunciado en la Convencién ce la Provincia de Buenos Aires para Ia reforma de su Constitucién, de julio de 1871,” En 1905, Neftali Carranza lo in- corpord al tome 5° de su Oratoria Argentina (“Recopilacién cronoldg de proclamas, dis:ursos, manifiestos y documentos importantes que le- garon a la historis de su Patria argentinos célebres desde el afio 1810 hasta 1904”). Buenos Aires-La Plata, Sesé y Sarrafiaga, 1905. 29 Para més detalles sobre Ia actuaciéa politica de E saadrds remito al estudio de Borello, ya _meucionado, y a aryentinas: liombres de la ley 1420 y del ltherdlismo, de } Solari, Buenos Aires, Bases, 1964. he CLAUDE CYMERMAN 57 de causeur inimitable” y se lanza en 1882 a la creacién literaria. Viaja mucho, parando, segin el caso, en su es- tancia (El Quemado) de la provincia de Buenos Aires, en su palacete en Buenos Aires“! 0 en su residencia en Paris. 9 Otra referencia sugestiva de Cané respecto de Cambacérés, figura habitual del antiguo “Colén”: “jEsa avant-scénel Eugenio Cambacérés, con el atractivo de su talento, de su gusto artistico, de su exquisita cultura, de su fortuna, de su aspecto fisico, pues todo lo tenfa ese hombre que parecia haber nacido bajo la proteccién de un hada bien- hechora, era el jefe incontestable”. (Prosa ligera, cap. “La primera de Don Juan en Buenos Aires”). 31 Reproducimos a continuacién una descripcién de este palacete y una semblanza det escritor, aparecidas en Sud América del 15 de julio de 1886 (pg. 1, col. 5) “[Eugenio Cambacérés] vive fastuosamente, como un principe, Habita en una casa que estd situada en el limite de la calle de Buen Orden [hoy: Bernardo de Irigoyen], y donde se ensancha para conyertirse en Avenida Montes de Oca. Su casa est sefialada con el ni- mero 11, y tiene todo el aspecto de un castillo colocado sobre una colina en miniatura, Se asciende a ella Por entre pequefios macizos de plantas, cuya ver- dura lozana, tendida de arriba a abajo sobre Ja s4bana oscura de la greda, alegra aquel regio lugar constantemente bafiado por el sol. Su escalinata de miérmol da acceso a una sala cubierta de_ricos gobelinos; aqui un cuadro, alli un mueble de valor inapreciable, donde esti’ marcado el sello de Ja mano del artista; mas alli un espléndido espejo de luna veneciana; sillones y muebles que incitan a la dulce yoluptuosidad de una pereza decente; por otra parte, una ventana cu- bierta de ricos y pesados cortinados, Por esta ventana se distingue, alla, més lejos, el comedor, cuya mesa est cubierta por un rico reps carmesi, y cuyo adorno tiene todo el aspecto de un comedor de principe regalado, de esos principes que, Parnee de Ja buena sociedad, aman la buena vida, confortable y lujosa a la vez. Después se ye otra puerta detris de la cual sospecha uno ver esa cama ancha, chata, cémoda y muelle de que Eugenio Cambacérés nos habla cn uno de sus libros —dormitorios que son un nido de amores, de perfumes suaves, dormitorios de novios que van a recibir x la que ha de reinar en el ‘hogar por toda una vida. Eugenio Cambacérés vive alli, charlando con esa verba nerviosa y ripida que lo caracteriza, gesticulando con sus Jargas manos, moviendo la cabeza con una inquietud siempre despierta, mostrando su actividad ¥ su artistico talento a través de cada una de sus palabras. [...] Cam} asa, al mismo tiempo, una vida activa y muelle —tiene gustos de sibarita y nerviosidades de industrial emprendedor—; es una mezcla de gran sefior y de hombre pobre que pugna con la suerte por aleanzar fortuna. Es entendido que Ja fortuna que busca actualmente es la del re- nombre —que ya tiene conguistada a medias por sus anteriores libros, y que acrescentaré prodigiosamente con lox. sucesivos.” CUADERNOS DEL IDIOMA 58 CAMBACERES DE 1881 A 1889 A mediados de 1881 viaja a Francia ”. A mediados de 1882 sale en Buenos Aires (Biedma edi- tor) la primera edicién de Pot-Paurri (subtitulado Silbidos de un vago), sin nombre de autor”, pronto agotada y se- guida antes de finalizar el afio de uma segunda edicién ™, Recordemos que, durante el primer semestre del aiio (exactamente del 23 de enero al 14 de abril), en el folletin literario de Le Gaulois salié mientras Cambacérés estaba en Francia, Pot-Bouille de Zola, que pudo haber influido en el titulo de la primera novela tte Cambacérés *. 22 Se deduce de un articulo aparecido en Sud América, fecha 30 de julio de 1884 (pag. 1, col. 4) que nos dice: “Ayer legs el Dr. Don Eugenio Cambacérés después de una ausencia de tres afios més 0 menos”. 28 Debio salir esta edicion a mediados del 82 0, en el tercer trimestre del mismo afio; de todos modos, antes de noviembre, segiin se despren- de de dos articulos aparecidos este mes, uno, anénimo (pero probable~ mente de Ernesto Quesada), en la Nueva Revista de Buenos Aires, Aiio I, tomo V, entrega de noviembre de 1882, pag. 569-72, y otro, and- nimo también, pero claramente atribuible a Pedro Goyena —como lo demuestra Néstor Tomas Auza en un articulo titulado “Cambacérés enjuiciado por Pedro Goyena” aparecido en El Dia, de La Plata del 25 de mayo de 1962, pag, 6 y 8—, en Le Unidn del 11 de noviembre de 1882. En cambio, no he encontrado huella de una pretendida edicién de Pot-Pourri que habria salido en Paris en 1881, y me pregunto si esta confusién no procederis cn primer lugar del hecho de que Cambacérés pudo haber compuesto el Libro en la capital francesa y, en segunde lugar, de la primera frase del mencionado articulo de la Nueva Revista de Buenos Aires, que dice asi: “Este volumen tiene el aspecto de un libro impreso en Paris”. 24 El Anuario Bibliogrdfico de la Reptblica Argentina, fundado y di- rigido hasta su muerte por Alberto Navarro Viola, alude en su_tomo- afio IV (1882), impreso en Buenos Aires, Biedma, 1883, paz. 297-99, n? 474 y 474 bis, a estas dos primeras ediciones de Pot-Pouyri, aunque sin precisar los meses en que aparecieron. 25 EI] Grand Dictionnaire Universel, Paris, Larousse, 1865, da de las palabras pot-bouille y pot-pourri las definiciones siguient POT-BOUILLE: “1) Ordinario de la casa. 2) fig. Trabajo de acciones combinadas.” 3) “Faire pot-bouille avec quelaw’un vivir con alguien.” Seguin Henri Mitterand (notas al tomo HI de las Obras Completas de Zola, Paris, La Pléiade, 1964), Zola habria querido expresar con este titulo “la singular fraternizacién de algunas familias de la pequetia Durguesia parisiense, que, por encima de los odios y las envidias, espe- culan sobre sus relaciones mutuas, para aumentar sus ingresos”. Y Paul Alexis, citado pot H. Mitterand, ‘escribe por su parte: “Zola encontr6 en primer lugar el titulo: ‘Pot’ bouille’, es decir, cl puchero burgués, ultante “Con- CLAUDE CYMERMAN 59 Muy probablemente ”, durante su estadia en Paris, Cam- bacérés se casé6 con Luisa Bacichi, joven artista italiana, a quien llevaba diecisiete o dieciocho afios. E] 31 de mayo de 1883 nacia del matrimonio una hija, Rufina. La desdi- chada joven debia morir el dia en que cumplia diecinueve Ja rutina hogarefia, la cocina de todos los dias, cocina terriblemente sospechosa y mentirosa bajo su aparente honradez. A los burgueses que dicen: Somos el honor, la moral, la familia, queria contestar: No es cierto, sois la mentira de todo eso, vuestro “pot-bouille” es la olla donde se cocinan lentamente todas las podredumbres de la familia y todos los relajamientos de la moral.” {Emile Zola. Notes d'un ami. Paris, 1882), POT-POURRI: “1) Comida preparada con diversas carnes sazonadas con diversas verduras. 2) fig. Conjunto desordenado de cosas hetero- géneas. 3) Lit, Fragmento literario en el que se tratan diversos temas reunidos de manera amena. 4) Miis. Fragmento compuesto de diversas melodias unidas entre sj. Cancién compuesta de estrofas con diferentes melodias.” Escribia Goyena en el articulo ya aludido, refiriéndose al titulo de la primera obra de Cambacérés: “El Potpourri que hemos llamado libro lo es como producto de tipografia, pero no merece el nombre de tal, si hemos de considerar las exigencias de Ja critica Literaria. E] autor lo ha comprendido asi, y el titulo que ha dado a sus pdginas lo prueba cla- ramente. Se sabe lo que es el potpourri, los especiales inventores de la casa lo laman olla podrida; es un plato pesado, una enciclopedia culina- tia, digno alimento de varones dedicados a rudas tareas y arduas em- presas; hoy es un anacronismo, pero la palabra francesa, més ligera siempre, es una envoltura que disfraza la mercancia. El titulo de Pot- pourri no envuelve, en esta ocasién, un plato literario pesado y labo- rioso; esas piginas se hacen leer merced a algunas digresiones que son, para nuestro gusto, lo mejor de ellas: la salsa vale mds que el pescado,” Refutando esta interpretacién de la palabra, contesta el mismo Cambacérés a Pedro Goyena en El Diario del 31 de enero de 1883: “Cuando he dicho potpourri, he entendido que se leyera miisica, no olla. Sufro una dispepsia crénica, que me tiene, desde hace tiempo, tefiido a muerte con esas comidas indigestas y rancias; no son ni de mi paladar ni de mi est6mago.” Estas denegaciones del autor no resultan sin embargo del todo con- vincentes y, si bien debemos admitir la acepcién de “mescolanza literaria © musical” que implica la multitud de anécdotas de la novela, podemos pensar con algo de fundamento que le pudo haber sugerido a Camba- cérés el titulo la podredumbre moral que denuncia en su libro, esta misma podredumbre que cabe en el titulo (pot-pourri no es mas que la traduccién literal del vocablo espafiol “olla podrida”) y al que alude también Alexis en su articulo del mismo afio; lo que, por otra parte, hace todavia mas verosimil la influencia del titulo de la novela de Zola sobre la de Cambacérés. 26 Hasta ahora, este dato no es mas que una hipétesis que se_apoya sobre deducciones obvias. El certificado de defuncién de Luisa Bacichi (niimero 751 del Registro Civil de Buenos Aires del afio 1924) sdlo aporta la certidumbre del casamiento de Cambacérés y de la diferencia de edad que separaba a los cényuges. ~ CUADERNOS DEL IDIOMA 60 alios, el 31 de mayo de 1902; su muerte dio lugar a los comentarios mas extrafios y audaces 7”. A mediados de 1884 aparece en Paris Mtisica Sentimen- tal (con el mismo subtitulo —Silbidos de un vago— que Pot-Pourri). El 29 de julio llega Eugenio Cambacérés a Buenos Aires. Lo saluda a su Ilegada la redaccién del diario Sud América y le dedica al dia siguiente un carifioso y elogioso articulo en sus columnas (pag. 1, col. 4) *. 21 Escribe asi Rawil Ortelli, en un libro de reciente publicacién; “En- tre los monumentos de la Recoleta, y son tantos, resume una extrafia sugestién y al propio tiempo bellisimas lineas, ese mArmol dedicado a Rufina Cambacérés. Al enfrentarlo hay que detenerse, atm sin conocer el tremendo episodio. No sabemos si es la fuerza de la realizacién ar- tistica, que infundié vida al m4rmol o algimn dictado misterioso... Alli esta la béveda imponente de los Cambacérés y alli, con fuerte pre- dominio, aquella figura femenina. Murié el 28 de mayo de 1902. Cuando el cortejo legé a la Recoleta Movia torrencialmente y asi se dispuso dejar el féretro en la Capilla hasta el otro dia, A la mafiana, algunos viandantes se encontraron con un cuadro horril una mujer amorta- jada, fuertemente asida al portal de la Recoleta. Era Rufina Camba- ceres!... Habia sido victima de un ataque cataléptico y asi parecia verdaderamente muerta... Ya repuesta, mediante el esfuerzo imagina- ble, destrayé la caja mortuoria y salié con intenciones de Iegar a la calle... Pero no pudo salir y aterrada murié tomada de las rejas.” (El aparecido y la noche, Mercedes [Prov. de Buenos Aires], Imprenta Artes Graficas Mercedes, 1968, pag. 172), Otra tradicién oral, bordando sobre el tema, quiere que haya sufrido Rufina el ataque cataléptico en el momento en que, prepardndose para Ta fiesta que se daba con motivo de su cumpleafios, vio reflejada en el espejo la infidelidad de su novio. Hay que confesar, en honor a la verdad, que los que sostienen estas teorias no han aportado ninguna prueba de sus aseveraciones. 28 Interesante, desde el punto de vista bibliografico, es este articulo de Sud América. En primer lugar anuncia la salida inminente de un libro de Eugenio Cambacérés titulado Musica celestial. Sabiendo por una nota de A. Navarro Viola —Anuario Bibliogréfico de la Repiiblica Ar- gentina, Buenos Aires, Biedma, 1885, pig. 243, n° 554— que un imitador de Cambacérés, Sudrez Orozco, acababa de publicar en Paris una novela titulada Musica celestial y, teniendo en cuenta el amuncio de Sud ‘América, cabe proguntarse si el autor de Pot-Pourri no habria pensado en un primer momento en titular su segunda obra Musica celestial —y no sentimental—, titulo que parece @ priori mis légico y sensato que el de Misica sentimental, algo inexplicable. Cambacérés habria _des- echado el primer titulo a ultimo momento, en vista de que Suarez Oroz- co se le habia adelantado. En segundo lugar, si considetamos (segtin se desprende del articulo de Sud América de fecha 30 de julio) que al salir de Francia no habia aparecido atin el nuevo libro de Cambacérés —aparicién que todavia el 30 de julio sé anunciaba como inminente= y que debié de publicarse de todas formas varios dias antes del 2 de agosto, fecha en Ia que Cané escribié un comentario de Misica sentimental publicado por Sud América el 30 de setiembre, podemos inferir que la primera edicién de Mrisica sentimental salié on Paris a fines de julio de 1884. CLAUDE CYMERMAN 61 El] 30 de setiembre, Sud América publica en su seccién literaria (pdg. 1, col. 6) el articulo de Cané al que me he teferido. En este articulo figura la famosa expresién, tan usada como adulterada, de “un capricho de patricio que hace tapizar sus letrinas con telas de Persia”, aplicada a Musica Sentimental. El 1° de noviembre de 1885 sale a la venta en Buenos Aires la primera edicién argentina de Sin rumbo. El 20 de noviembre aparece una segunda edicién, que corresponde al cuarto millar (cf. mas See lo que hace pensar que tres millares se han agotado en veinte dias, cifra conside- rable para la época y para el ptblico de la época, “un pi- blico muy flematico todavia con respecto a las cosas del espfritu” *, Por un articulo de Sud América del 20 de noviembre (pag. 1, col. 5) ®, y por un anuncio publicitario salido en repetidas fechas a partir del dia 25 del mismo mes consta que esta segunda edicién argentina de Sin rumbo —que corresponde al cuarto millar— es en realidad una tercera edicién de la novela. Cabe preguntarse, pues, si no habria salido una primera edicién en el extranjero, gen Paris, tal vez? E] dia 30 de octubre (pero escrito en Ja fecha anterior) sale en el folletin literario de Sud América un extenso y muy interesante articulo de Miguel Cané titulado “Los li- bros de Eugenio Cambacérés - A propésito de Sin rumbo”. Tanto este articulo como el ya audio del 30 de setiem- 29 Segiin los términos de un articulo titulado “La novedad del dia —Sin rumbo— Una ina de Eugenio Cambacérés” aparecido en América, fecha 29 de octubre de 1885, pég. 1, col. 3. El suelto fue escrito después de imprimirse Sin rumbo, pero antes de salir a la venta en_la_Argentina. 30 El articulo dice asf: “Sin rumbo, Acaba de aparecer la tercera edicién de esta novela e Cambacérés (...), Esta nueva edicién corresponde al cuarto mi- ar.’ El anuncio est4 redactado en Ja forma siguiente: ‘Sin rumbo por Eugenio Cambacérés. Tercera edicién. Cuarto millar. (...) Cuando apenas quince dias de Ja salida a luz de Sin rumbo se han agotado 3000 ejemplares, creemos superflua toda recomendacién y nos limitamos en avisar a los interesados a quienes no hemos podido servir per falta de ejemplares que tenemos ya en venta Ja tercera Hicién (...)”. CUADERNOS DEL IDIOMA 62 bre no han sido recogidos (que sepamos, por lo menos) en los volimenes de este escritor. En cambio, un largo estudio de Garcia Mérou titulado “La novela en el Plata - Pot-Pourri - Silbidos de un vago - Musica Sentimental - Sin rumbo (estudio) por Eugenio Cambacérés”, aparecido también en Sud América, el 7 de diciembre de 1885 (pag. 1, col. 2, 3, 4 y 5), fue recogido al afio siguiente en Libros y autores del mismo, bajo el titulo de “Las novelas de Cambacérés”. Tres semanas después, el 28 de diciembre, Cambacérés publica a su vez en Sud América (pag. 1, col. 2 y 3) un articulo titulado “Garcia Mérou”, a propdsito de La Ley Social, novela del anterior, de reciente publicacién™. En repetidas fechas —11 de marzo, 10 de mayo, 15 de julio, 19 de octubre de 1886, 16 de julio, 1, 2, 5, 8, 11 y 20 de agosto y 6, 9 y 10 de setiembre de 1887—, Sud América anuncia la salida inminente, pero constantemente pospuesta, de En la sangre, la cuarta novela de Cambacérés, Cada uno de estos articulos —en particular los que preceden la salida del libro, en los que la redaccién de Sud América se muestra muy ducha en el arte de picar la curiosidad de sus lectores y aumentar el nimero de sus suscriptores, es un elemento de una habil y prandiosa campafia publicita- ria montada en torno a En la sangre, cuyos derechos de publicacién han sido comprados al autor por Sud Amé- rica”. La aparicién de En la sangre en el folletin literario de Sud América empezard el lunes 12 de setiembre de 1887 31 Nos limitamos a reproducir la conclusién del articulo que expresa con claridad Ja opinién de Cambacérés sobre Garcia Mérou y sobre el piiblico argentino: “Me resumo: Ley soctal tiene su puesto esis ° un puesto de honor en nuestra literatura embrionaria. Su autor, talen' ° incuestionable, luminoso, sélido, es uno de los escritores argentino Mamados a quebrar la escarcha de la indiferencia pablica en esta ben fa tierra, donde tan poco se lee y donde tantas otras cosas peores hacen”. ; 3% Si debemos dar fe a un articulo, del corresponsal en Buenos Aires de La Epoca de Montevideo —reproducido en Sud América el ae agosto de 1887—, el monto de los derechos de publicacién se habri elevado a 5.000 pesos m/n. de aquel entonces (unos 500.000 pesos actuales), suma rdlativamente considerable para una época en que no se valoraba la produccién literaria. CLAUDE CYMERMAN 63 y terminard el 14 de octubre, totalizando veintinueve en- tregas *. Entre tanto, el dia 17 de agosto, el autor de En la sangre ha salido para Europa. Antes de su partida pro- 33 Al salir los primeros folletines de En la sangre se plantes el pro- blema de la identidad de Genaro, el protagonista de esta novela de clave. Por supuesto que Sud América no hizo nada para dilucidar. el enigma sino que, con seguro sentido de la publicidad, se empleé en mantener alerta la curiosidad de sus lectores (que, si debemos creer a la redaccién, aumentaron en mil quinientos —cifra importante en aquel entonces— a raiz de la publicacién de la novela de Cambacérés). Recopilamos a continuacién, sin comentarios, extractos de sueltos apa- secidos en Sud América del 19 a] 24 de setiembre, que hacen progresar Jas investigaciones relacionadas con Ja verdadera personalidad del modelo que ha inspirado a Eugenio Cambacéres, 19 de setiembre: pig. 1, col. 5, “sQuién es Genaro?” “[...] Cambacérés io antes de partir, pero no podemos repetirlo, Ponga la curiosidad ptblica el nombre que quiera. Hemos oido a muchos reépetir uno que es el verdadero. Salido de la nada legd @ ser un magnate, un millonario, hombre de influencia, hombre de poder [...] El nombre es transparente, sobre todo para_los que siguie- ron los cursos de la Universidad en la época en que Eugenio Camba- cérés hizo sus estudios preparativos.” 21 de setiembre: Pag. 1, col. 5, “sQuién es Genaro?” “Uno dice: es un acaudalado ‘propietario de hoy. Otro: es un po- Kitico ruidoso. Otro: es un individuo que murié hace cosa de dos afios en la calle de la Florida, Nosotros no podemos rasgar el velo que envuelve el misterio, pero no salimos de los limites de la discrecién al afirmar que Ja verdad esta dentro de las suposiciones arriba apuntadas.”. (Un lector de Sud América) “L Creo que no me equivoco al decir que el modelo Ieva en el mundo un apellido que comienza con una letra que no es la tltima y que bien podria ser la primera del alfabeto {...] El “tachero” ha sido en la escuela hasta el sobrenombre de un estudiante que fue en un tiempo secretario de cierto elevado cuerpo y que de la noche a la mailana viése Mevado de un modo que no se esperaba a muy elevados ‘estinos. iGenarol.. allegado suyo. 22 de setiembre: pég. 1, col. 6, “zQuién es Genaro?” , (Otro lector) [...] Ahora’ si que admiro el talento de Cambacé- rés, que lanza su obra en el momento sicolégico de la caida del Personaje en cuestién. Es el mismo. Ha subido con la marea politica al Pindcle de, sus aspiraciones —para caer m&s bajo que de donde urgié [.,.]” 24 de setiembre: aparece por fin otro articulo “Otra vez Genaro” del Ge Parece desprenderse que el hombre encubierto bajo el nombre de mara esta casado y tiene descendencia (“Cree —un lector que firna ; M.— que nosotros vamos a hacernos ‘solidarios de toda lo que afirma sobre Genaro, considerado como hijo, como esposo y como pa- dre? De ninguna manera, etc...”). % Un articulo aparecido en Sud América el 16 de julio de 1887, pag. 1, col. 6, que anuncia la préxima pastida a Europa de Cambaceras, €s revelador del estado de nimo del escritor. Dice asi: “El conocido No es este su nombre, pero es el nombre de algiin CUADERNOS DEL IDIOMA 64 metié a la redaccién de Sud América (cf. Sud América, 17 de agosto, pag. 1, col. 5, art. “Sud América y Eugenio Cambacérés en Europa”) su colaboracién periodistica. Pa- rece sin embargo que no llegé a materializarse este pro- yecto. Por mas que digan los que hablan de esta colabo- racién, un examen minucioso —si no forzosamente exhaus- tivo— de la coleccién completa de! diario portefio no nos ha permitido encontrar ni un solo articulo de Eugenio Cam- bacérés firmado con su patronimico, o publicado bajo el seudénimo de “Lorenzo Diaz”, que le prestan muchos bidgrafos *. El 25 de octubre de 1887 sale a la venta la edicién de En la sangre, preparada por Sud América “en un elegante volumen de 300 paginas, impreso en nuestros talleres”, se- gun publicidad aparecida en el diario. Mientras tanto, a Eugenio Cambacérés, que sigue en Paris, se le confia interinamente la representacién en la capital francesa de la Comisién oficial designada para represen- tar al gobierno argentino en la Exposicién Universal de Paris de 1889. En dos cartas publicadas, una en La Nacién (fecha 17 de febrero de 1888), otra en Sud América (12 de mayo del mismo afio), da cuenta a su hermano Antonino, Presi- dente de dicha Comision, de la instalacién y de la ubica- cién del pabellén argentino, “de todo punto inmejorable, con- tigua a la torre Eiffel”. autor va sin otro objeto que matar el tedio, recorriendo nuevamente comarcas conocidas, lejos de esta sociedad donde Ia vida individual se ve comprimida por tanto torpe convencionalismo.. ” 35 Leo ast en R. Rojas: “La aparicién de En la sangre fue Ja consa- gracién de Cambacérés como novelista, Antes habia entrado en este campo timidamente encubierto a veces bajo el seudénimo de Lorenzo Diaz.” Y en Danero: “Resulta singularmente sintomdtico que su origi- nal actividad literaria se inicie en ese afio 1880 crucial para la vida constitucional argentina, Desde entonces, desde que aparecieron en el diario Sud América sus colaboraciones con el seudénimo de Lorenzo Diaz, no parece que Viviera para otra cosa que sus libros.” No falté incluso quien dijera que publicé sus libros bajo el seudé- nimo de Lorenzo Diaz. Leo asi en José Antonio Barea: “Cuando pu- blicéd su primera obra, lo hizo bajo el seudénimo de Lorenzo Diaz...” (Figuras y mdscaras. Premio “Universidad Nacional de Tucuman”, Tucu- man, Editorial La Raza, 1941, pag. 55). |. CLAUDE CYMERMAN 65 EI 5 de enero de 1889, Eugenio Cambacérés redacta su testamento, en Paris **, : El 28 de mayo de 1889, el escritor vuelve, enfermo, de Francia. Muere en Buenos Aires el 14 de junio de 1889”. No quisiera terminar este trabajo sin agradecer publi- camente la valiosa colaboracién que me prestaron en mis investigaciones: los descendientes de Eugenio Cambacérés, los profesores José Oria, Marcos Victoria y Juan Carlos Ghiano, el sefior Gonzalez, jefe de servicios publicos de la Biblioteca Nacional, las personas a cargo de la Hemeroteca de la misma biblioteca, los responsables de la Divisién Gra- fica del Archivo General de la Nacién, el cura parroco de la Iglesia de la Merced... y mi mujer, D? Maria Isabel del Arco, cuyas andanzas por las parroquias del viejo Bue- nos Aires permitieron el hallazgo de la fe de bautismo del escritor. Expreso a todos mi profunda gratitud, sin olvidar- me del profesor Angel J. Battistessa, que ha tenido la gran gentileza de ofrecerme las columnas de Cuadernos del Idioma. CLAUDE CYMERMAN Buenos Aires 36 Como consta en el articulo ya aludido de Borello. El testamento se encuentra en el Archivo General de la Nacién, legajo 5207, 37 Como se podia esperar, Sud América dedica ‘al novelista ~a modo de elogio finebre~ un Jargo y carifioso articulo en su mimero del dia siguiente, 15 de junio de 1889 (pig. 1, col. 5 y 6).

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