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Introducción.

Dado que el conocimiento de la agricultura, ganadería, costurería se ha trasmitido por


generaciones igual el conocimiento sobre las enfermedades superficiales y subcutáneas
producidas por hongos, en donde la primera ha afectado la capa cornea de la piel y sus
anexos y la segunda las capas subcutáneas de millones de seres humanos a lo largo del
tiempo. Las micosis superficiales, también llamadas dermatofitosis inicialmente fueron
descritas por los griegos y los romanos; los primeros les llamaron herpes por su forma
circular, y los segundos, tinea, que significa “larva” o “polilla. Tras el transcurso del tiempo
en especial en Europa en el siglo XIII, se dedicarón a buscar curas y formas de asistir a los
tiñosos.

En la primera década del siglo XIX principalmente en Francia se desarrollaron los primeros
tratamientos en contra las pústulas foliculares producidas por flavus sp., el cual consistía
en aplicar un ribete con resinas y desprender las lesiones, tras ser un procedimiento
doloroso y causante de hemorragias se desarrollaron medicinas para tratar la tiña. A
mediados y finales del siglo XIX Johann L. Schönlein tras su estudio estudió de flavus sp,
concluyó que se originaba de plantas. Con el fin de nombras distintos tipos de hongos
investigadores se dedicaron a identificar caracterizar y darle el nombre de género o epecie
de hongos descubiertos como el caso del investigador Robin quien descucrió a
microsporum canis.

Haciendo referencia a un dermatofito comúnmente característico por las dermatosis que


genera en especial tiña de la ingle, pedís, de mano y de uña con un porcentaje
epidemiológico del 80-85%, entre individuos de tercera a cuarta o tercera a sexta etapa de
la vida, cabe mencionar que el primer investigador en reportar una infección por
Trichophyton rubrum fue F. D. Weidman.

Morfología colonial y microscópica.

Con respecto a la descripción de morfología cabe mencionar que hay dos tipos de
variedades una vellosa o aterciopelada y una granulosa.
Macromorfología:

 T. r ubr um var. vellosa o aterciopelada. La colonia es de aspecto velloso, algodonosa,


blanca, seca y en algunas ocasiones con micelio color rosa; al reverso presenta
un pigmento difuso color rojo vino. Raras veces las colonias jóvenes (4 a 5 días)
inician con un color amarillento, que más tarde se transforma en rojo. Cabe citar
que no todas las cepas llegan a presentar pigmento; por tanto, se requiere de
medios especiales como papa-zanahoria + 1% de dextrosa, en donde las
colonias producen sus clásicos pigmentos; además, ayuda a diferenciar las
cepas de T.mentagrophytes.
 T. rubrum var. granulosa. La colonia es de aspecto pulverulento, blanca o blanco-
amarillento, plana, ilimitada y prácticamente indistinguible de T. mentagrophytes;
al reverso puede presentar o no pigmento rojo vino.

Resultados experimentales.

Anverso: De aspecto aterciopelado ilimitado, de superficie lisa color blanco.


Reverso: Sin producción de pigmento.
De acuerdo al tipo de morfología descrita anteriomente, es posible inferir que la colonia
aislada fue Trichophyton rubrum var. Aterciopelada, sin embargo la ausencia del pigmento
en el reverso de la colonia puede ser debido a que el medio que se uso fue PDA sin
favorecer la formación del pigmento, o haya sido por falta tiempo de incubación.

Micromorfología:
 Micromorfología: T. rubrum tiene abundantes hifas delgadas (var. vellosa),
tabicadas, de aproximados 2 µm de diámetro. Presenta muchos microconidios o
microaleurioconidios, sobre todo en la variedad granulosa; éstos nacen de las hifas,
es decir, de formación artrogénica, con aspecto piriforme o como “gotas”; miden
entre 2-4 µm de largo y por lo regular se disponen de manera alterna (de cada lado
de la hifa); en menor proporción se colocan en forma de “cruz de Lorena”. En
colonias viejas los microconidios se ven sueltos. La mayoría de las cepas producen
pocos macroconidios o están ausentes; son de forma alargada, con un extremo
redondeado, dando el aspecto de un “puro”, tienen superficie lisa y miden de 15-20
µm de largo por 4-6 µm de ancho; se presentan más en la variedad granulosa;
cuando son escasas, se puede estimular su producción en los medios de BHI agar
y gelosa sangre.

Importancia epidemiológica del dermatofito aislado.


Los primeros casos de T. rubrum se encontraban en Asia, pero durante la Segunda Guerra
Mundial se exportó a Europa y después a América; hoy es el más difundido en todo el
mundo. En México se observa en 36 a 52% de las dermatofitosis.
En México, la dermatofitosis se encuentran entre los 10 primeros lugares de consulta
dermatológica; se han observado en 36.6%, y en 80.9% son causadas por T. rubrum; las
más frecuentes son la onicomicosis (30%) y la tiña de los pies (25 a 30%). En personas
infectadas con HIV, las dermatofitosis se presentan con una frecuencia de 2.2 a 50% de las
afecciones cutáneas.
Describe cuales problemas se presentaron en el aislamiento e identificación.
Con respecto a los principales problemas al aislar en un medio artificial al microorganismo
a estudiar de las muestras clínicas, debido a la poca muestra es posible que parte de la
muestra tomada por el asa micológica al hacer la siembra por punto no se haya inoculado
el medio o posiblemente el raspado de muestras clínicas no presentaban una infección
cutánea causada por un hongo.
Haciendo referencia al microcultivo, debido a la falta de diligencia al trabajar no fue posible
identificar el dermatofito inoculado en el medio, es posible que no se haya manejado los
materiales en la zona de esterilidad, algún material estaba previamente sucio y por la espora
de un hongo, al haber un pedazo del medio PDA se haya propagado impidiendo el
crecimiento del dermatofito inoculado en el mismo.

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