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En el transcurso de nuestra vida aprendemos que no

sólo la escuela educa, sino también lo hacemos en la


casa. La familia es por excelencia la que forma a las
niñas y a los niños. Por ello es importante que los hábi-
tos, actitudes y valores que fomentemos diariamente en
nuestros hijos se enriquezcan para ayudarles a entender
y enfrentar mejor el mundo en que viven.

Los libros de Mamá y Papá fueron elaborados por pro-


fesionales y especialistas en los temas que tratan; asi-
mismo, se consideraron opiniones y sugerencias de
madres y padres de familia. Estos libros son parte de los
esfuerzos que la Secretaría de Educación Pública lleva
a cabo para poner en sus manos información que los
ayude a enriquecer los conocimientos y experiencias que
ustedes aplican todos los días en la educación de sus
hijas e hijos.

Las madres y los padres de familia, mediante su ense-


ñanza y ejemplo son los primeros responsables de la
formación de sus hijos, ya que influyen fuertemente en
la visión que éstos tienen del mundo.

La información que se ofrece en estas páginas busca


apoyar a las madres y a los padres en su gran responsa-
bilidad respecto a la educación de sus hijas e hijos.
Los Libros de mamá y papá
Este libro fue elaborado por el Centro de Cooperación Regional para la
Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (CREFAL).

COORDINACIÓN GENERAL Juan Francisco Millán Soberanes


ESPECIALISTAS Lilian Álvarez Arellano, Maricarmen Campillo, Óscar de la Borbolla,
Carlos López Díaz, Isabel Marquina y Leticia Munguía
EQUIPO PEDAGÓGICO Graciela Galindo Orozco y Bernardo Lagarde
DIRECCIÓN DE ARTE Rafael López Castro
COORDINACIÓN EDITORIAL Marta Covarrubias Newton
Y DISEÑO GRÁFICO
ILUSTRACIÓN Teresa Candela Martin y Cecilia Lemus
APOYO INSTITUCIONAL Martha Aceves, SEP / Mara Ruiz, SEP/ Karla Pinal, SEP/ Alicia de la
Peña

D. R. © Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Cari-


be, Pátzcuaro, Michoacán.

ISBN 970-18-5741-0

Impreso en México por la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos


en los talleres de Encuadernaciones de Oriente, S.A. de C.V.
con domicilio en Calle E. núm.6, Parque Industrial Puebla 2000,
C.P. 72220, Puebla, Pue.

Noviembre de 2000.
Í N D I C E
PARA EMPEZAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1. IMPORTANCIA DE LA ESCUELA PRIMARIA . . . . . . . . . . 8
2. LA VIDA ESCOLAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
3. LA IMPORTANCIA DE LA CONVIVENCIA FAMILIAR . . . 40
4. ¿COMO PARTICIPAR? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
PARA TERMINAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
P A R A E M P E Z A R

E ste libro tiene el propósito de


ofrecer algunas ideas a las madres, a los padres, o a los familiares que estén
a cargo de los niños, acerca de cómo pueden ayudarlos a tener un rendi-
miento satisfactorio en la escuela primaria, así como a lograr una conviven-
cia y un desarrollo felices a lo largo de su experiencia escolar.
También se invita a los padres a reflexionar acerca de la importancia de que
toda niña y todo niño, incluyendo a quienes tienen algún tipo de discapacidad,
vayan a la escuela.
A veces se piensa que la tarea de educar a los niños es principalmente res-
ponsabilidad de la escuela. Sin embargo, hay que tener presente que en la
educación y en la formación de las niñas y de los niños tanto la familia como
la comunidad desempeñan un papel muy destacado.
Los seres humanos necesitamos de la educación para florecer, y asistir a la
escuela es una parte esencial en este proceso, Los padres pueden ayudar a sus
hijos a ir con gusto a la escuela y a aprovecharla.
Las sugerencias que aquí van a encontrar atienden a preocupaciones
compartidas por muchos padres y madres de familia, tales como el significa-
do del buen aprovechamiento escolar; algunas maneras de fomentar en
los niños el gusto por ir a la escuela y por aprender; lo que pueden hacer
para resolver los conflictos que surjan en la vida escolar; cómo contribuir a
formar en ellos hábitos de estudio y de disci-
plina que los ayuden a salir bien en la escuela. También se dan algunas reco-
mendaciones para que ustedes tengan una comunicación más plena con sus
hijas e hijos. Si ustedes notan que no están avanzando, que frecuentemente
no aprueban sus exámenes, o que no les gusta ir a la escuela, este libro les
ayudará a reflexionar y a tomar algunas medidas útiles.
El desempeño de las niñas y de los niños en la escuela depende en gran me-
dida del grado de apoyo que reciban en casa.
En este sentido, la buena comunicación y coordinación, entre los maestros y
los padres de familia es fundamental para educar a los menores y contribuir
así a su mejor desarrollo. Por esta razón, es importante que ustedes se man-
tengan interesados en la educación de sus hijos y atentos a su desarrollo es-
colar. Acérquense a la escuela, conozcan a los maestros e interésense en lo
que están aprendiendo. Al hacerlo, apoyarán el desempeño de sus hijos y
ayudarán a que saquen mejor provecho de su educación.
Juntos, madres y padres de familia, maestras, maestros y toda la comunidad
pueden ofrecer un mejor ambiente donde las niñas y los niños se desenvuel-
van plenamente.
Esperamos que este libro les ayude en la tarea de educar a sus hijos.

Recuerden que...
Cada niño es único y diferente. Cualquiera, en algún momen-
to, puede presentar dificultades para aprender, para desarro-
llar habilidades o para mostrar y expresar sus sentimientos.
Para ayudarlos se requiere estar atentos a las necesidades de
cada uno de ellos.
1. I M P O R T A N C I A D E L A
ESCUELA PRIMARIA

¡A la escuela!
Seguramente ustedes están de acuerdo en que el conocimiento, las habilida-
des y los valores que se adquieren en la escuela son fundamentales para lle-
gar a tener un modo de vida satisfactorio y para ser capaces de cumplir las
expectativas que cada uno proyecta.
A lo largo de nuestra vida hemos aprendido que todo conocimiento es útil y
que todo esfuerzo que se emprende, tarde o temprano, da frutos que mejoran
la vida de las personas. Por esta razón llevamos a nuestros hijos a la escuela.
Sin embargo, las niñas y los niños suelen no tener claro cuál es el sentido, la
importancia, la necesidad o la utilidad de lo que se aprende y se hace en la
escuela. Para la mayoría de los alumnos y para muchos padres aprender suele
significar cumplir, memorizar y contestar con el fin de obtener buenas califi-
caciones, y con frecuencia ocurre que la calificación por sí misma no es sufi-
ciente para que lleven a cabo el esfuerzo que se espera de ellos.
Es común oírlos decir: «Sí, pero todo esto, ¿para qué me sirve?»
Si realmente queremos apoyarlos en su buen desempeño escolar, padres y
maestros debemos buscar la manera de responder satisfactoriamente a pre-
guntas como la anterior.
Por ello es necesario que padres y maestros seamos capaces de explicar cla-
ramente la utilidad, el sentido y la razón de ir a la escuela. Es recomendable
que lo hagamos con una actitud de entusiasmo e interés respecto de lo que
tienen que hacer y aprender, y mostrar siempre total confianza en sus capaci-
dades.
Asimismo, es necesario que hagamos ver a los niños que la disci-
plina, el conocimiento, las capacidades y los valores adquiridos en la
escuela pueden acercarlos a una vida más plena; que en la escuela es posible
encontrar temas y personas interesantes a cada paso que dan, todo lo cual
resulta esencial para lograr una vida satisfactoria y un lugar digno en la co-
munidad.
Es conveniente hacer el ejercicio de sugerir a las niñas y a los niños que
reflexionen acerca de lo que le pasa a una persona que no tiene la posibilidad
de ir a la escuela: las dificultades con las que tropieza, las limitaciones que le
ocasiona la falta de conocimientos para su desarrollo personal y social. Pien-
sen en la diferencia de posibilidades entre quien sabe leer y escribir, aunque
sea con dificultad, y quien no tuvo las oportunidades o las condiciones para
ir a la escuela.
Es muy importante que las alumnas y los alumnos comprendan que se estu-
dia para obtener y desarrollar conocimientos y capacidades que les ayudarán
a tener más confianza en su persona; también los harán más capaces intelec-
tual y espiritualmente para lograr lo que desean para sí mismos, para los
suyos y para los demás. Expliquen a sus hijos que la educación les dará la
oportunidad de hacer de sí mismos lo mejor que ellos pueden ser.
Platiquen con sus hijos acerca de cómo eran las escuelas de
ustedes, sus maestros, sus libros y sus compañeros de clase;
quiénes de su familia fueron a la escuela y hasta qué grado
llegaron.
¿Han pensado en las satisfacciones
obtenidas gracias a sus estudios?
¿Cómo están ayudando a sus hijos a valorar la escuela?
No olviden que... Es indispensable que los padres de familia
y los maestros traten de hacer comprender a los menores que
la disciplina, la perseverancia, las capacidades y los conoci-
mientos adquiridos en la escuela los preparan para disfrutar
más plenamente la vida, que los hacen cada vez más capaces
de ofrecer algo bueno a los demás, y que también pueden
ayudarlos a conseguir mejores oportunidades de desarrollo.
¿Qué se aprende en la
escuela?
La escuela da a los niños la oportunidad de aprender a convivir con los
demás. Ahí adquieren conocimientos básicos para comprender el mundo en
que viven, y desarrollan habilidades para el estudio y para la comunicación.

Sabían ustedes que...


En todo el país se trabaja con un mismo programa. Así, todos los
niños que van a la escuela tienen la oportunidad de aprender con-
tenidos comunes que los hacen beneficiarse de la cultura compar-
tida por todos los mexicanos —por ejemplo: nuestra historia, nues-
tra lengua nacional, nuestra geografía— así como de valores y
conocimientos universales.
Es importante que los niños, ayudados por sus padres y maestros,
comprendan de qué tratan y qué se busca con las asignaturas de la
educación primaria:
Español Matemáticas

Ciencias Naturales Conocimiento del Medio

Historia Geografía

Educación Cívica Educación Física

Educación Artística
Con el aprendizaje del Español se busca que las niñas y los niños desarrollen
conocimientos sobre la lengua nacional, así como habilidades, destrezas y
actitudes que les ayuden a comunicarse mejor. Estudiar y perfeccionar la
lengua no sólo sirve para expresar ideas y sentimientos en forma oral o escri-
ta, sino también para poder beneficiarse con los conocimientos que inconta-
bles generaciones han dejado en los libros.
Las Matemáticas en la primaria dan a los alumnos las bases para saber contar,
medir, comparar y calcular, y para poder aplicar estas habilidades en diver-
sos aspectos de su vida. Desarrollan, asimismo, actitudes de observación e
investigación.
Con el Conocimiento del Medio y con las Ciencias Naturales los niños apren-
den a conocer y a apreciar las diferentes formas de vida que existen en el
planeta; a conocer su cuerpo, su salud y la de sus semejantes; así como la
importancia de valorar, conservar y aprovechar adecuadamente los recursos
de su medio.
La Geografía les da una idea de la diversidad del mundo; los provee de la
capacidad para valorar y apreciar las posibilidades del medio donde viven y
les brinda la oportunidad de conocer las características físicas, el clima y la
cultura de otras regiones y países. Son conocimientos que hacen viajar con la
imaginación y enterarse de realidades y modos de vida distintos de los suyos.
El estudio de la Historia los acerca al conocimiento del pasado; la historia
habla de cómo los seres humanos hemos ido formando civilizaciones y na-
ciones, y cuáles son los rasgos distintivos de nuestra identidad nacional; na-
rra los acontecimientos relevantes que explican en gran medida lo que hoy
somos, y nos anima a construir un destino siempre mejor.
Al conocer los esfuerzos de nuestros antepasados, los niños cobran concien-
cia de su responsabilidad con las generaciones presentes y futuras, y recono-
cen que están contribuyendo al presente y al futuro de su país. De ese modo
pueden comprender que todos formamos parte de la historia.
La Educación Cívica da las bases para entender asuntos tan importantes como
la forma en que nuestra sociedad se organiza para buscar que la vida de las
personas funcione armoniosamente. Mediante la Educación Cívica las alum-
nas y los alumnos comprenden también los valores que nos hacen ser parte
de una nación, así como las obligaciones y los límites que cada uno tiene para
que todos disfrutemos de derechos y libertades.
En la Educación Física los niños y las niñas aprenden, por medio del juego, a
dominar su cuerpo y a tenerlo en buena condición. Aprenden también a dis-
frutar y a trabajar en equipo. En la Educación Física se procura dar oportuni-
dades de participación a los niños, incluyendo a los que tienen algún impedi-
mento físico, ya que para ellos, como para los demás, es importante desarro-
llar sus capacidades.
La Educación Artística es una respuesta a la necesidad de expresión y comu-
nicación de todo ser humano. Ofrece a las niñas y a los niños la posibilidad
de seguir desarrollando en la escuela su sensibilidad, para que puedan llegar
a expresarse valiéndose de algún lenguaje artístico. Las formas de expresión
artística que se exploran en la escuela primaria son la sonora, la plástica, la
corporal y la teatral. Es característica común a todas estas expresiones artís-
ticas la de conjugar la actividad intelectual con las habilidades físicas y el
afecto, así como propiciar el trabajo en equipo. Y además...
Y además...
La vida escolar también brinda la posibilidad de obtener otro tipo de
aprendizajes:

La convivencia dentro del salón de clases propicia el desarrollo


de actitudes y valores, de capacidades de observación, de
comparación y de abstracción. Cuando en clase el profesor explica y
desmenuza un tema, y además compara diferentes puntos de vista,
prepara y ejercita a los alumnos en todo lo necesario para desarrollar
su pensamiento, su sensibilidad y su capacidad de entenderse con los
demás.

Mediante actividades de enseñanza y aprendizaje, la escuela


proporciona las bases para que las personas puedan seguir
aprendiendo y desarrollándose durante toda su vida.

La escuela es una pequeña comunidad, donde cada niño tiene la


oportunidad de aprender a relacionarse con los demás. En la escuela
se pueden practicar y adquirir actitudes y valores que en la vida son
indispensables, como son la responsabilidad, la solidaridad, el
espíritu de cooperación, el respeto, el cuidado de uno mismo y de los
demás, la tolerancia, el optimismo, el saber compartir lo que se tiene
y lo que se sabe, la disciplina, la perseverancia, el orden y la
puntualidad. Éste es un aprendizaje valioso a lo largo de la vida de
todas las personas.

Esas actitudes y valores se forman cuando padres y maestros guían a


los niños para que los practiquen en la vida diaria. Cuando la escuela
y la familia cumplen su función, los niños pueden sentirse
orgullosos de sí mismos, de su comunidad y de su país, a la vez que
comprometidos con su mejoramiento. Esto le da mayor sentido al
esfuerzo que hacen al estudiar.
Recuerden que... En la escuela, las niñas y los niños pue-
den descubrir que en la vida todos podemos imaginar, de-
sear y construir un futuro mejor.

Si son alentados por sus maestras y maestros, estimulados


por sus compañeros y apoyados por sus padres, desarro-
2. L A V I D A E S C O L A R

¿Cómo se trabaja
en la escuela?
En nuestro país, a la escuela primaria asisten niños de entre seis y doce
años. En ella trabajan profesionistas de la educación básica, con distintas
especialidades.
Directores, maestros y supervisores de zona son personas que se han prepa-
rado para realizar adecuadamente sus tareas.
Además, las maestras y los maestros participan de manera continua en talle-
res donde se capacitan para enseñar mejor las distintas asignaturas de la pri-
maria.
La participación de madres y padres, así como de los abuelos y otros parien-
tes encargados de la educación de los niños, enriquece la vida escolar y con-
tribuye a cuidar y mejorar este importante espacio de la comunidad.

No olviden que. . .
La labor de directivos, maestros, personal administrativo y
de todas las personas que trabajan en la escuela hace posi-
ble su funcionamiento. Reconocer y valorar esto en casa,
así como alentar a los niños a cuidar y querer a su escuela,
ayuda a su buen desempeño escolar.
Cuando se necesita
atención especial
En nuestro país, la mayoría de niñas y niños acuden a las llamadas escuelas
regulares. Para atender a quienes tienen alguna discapacidad o con necesida-
des educativas especiales existen las escuelas de educación especial.
Desde hace unos años, y para beneficio de los pequeños, se empezó a atender
a niños con necesidades educativas especiales en las escuelas regulares.
La experiencia ha demostrado que casi todos estos niños se desarrollan me-
jor en las escuelas regulares al integrarlos en los grupos con los demás niños.
El movimiento de integración educativa, que recientemente se inició en nuestro
país, procura que todos los alumnos estudien en las mismas escuelas y que el
personal de educación especial los apoye. Este personal se organiza en la
Unidad de Servicio de Apoyo a la Escuela Regular (USAER). Aún no todas
las escuelas ofrecen el servicio de la USAER, por lo que en caso de que la
escuela de sus hijos no cuente con este apoyo para cubrir las necesidades
educativas especiales de su hija o hijo, busquen la colaboración del maestro
y de los directivos, para que juntos encuentren una solución.
Cuando su hijo muestre dificultades para aprender, tomen en cuenta que no
sólo puede ser por falta de disciplina o motivación, por flojera, o porque el
maestro no explique bien: puede tener dificultades de aprendizaje debidas a
un problema emocional o de salud.
Les sugerimos que platiquen con sus hijos para saber si tienen dificul-
tades para aprender al mismo ritmo que sus compañeros o si lo hacen
más rápido o más despacio. Si su ritmo es muy distinto, es probable que
necesiten apoyos especiales. Por ejemplo, si a su hijo
M A E S T R A : M u c h a c h o s , v a m o s a o rg a n iz a r e l fe s tiv a l d e l
d ía d e la s m a d re s . T o d o s v a m o s a p a rtic ip a r.
L U IS A : M a e s tra , y o q u ie ro s e r la q u e p re s e n te e l
fe s tiv a l.
M A E S T R A : ¿ Y q u ié n v a a c a n ta r y a b a ila r?
E D U A R D O : A m í m e g u s ta ría c a n ta r o to c a r u n a p ie z a c o n
m i fla u ta .
M A E S T R A : M e p a re c e m u y b ie n . H a re m o s u n e s p a c io
e n tre u n b a ile y o tro . V e p e n s a n d o q u é p ie z a
d e s e a s in te rp re ta r.
se le dificulta aprender, si realiza los
trabajos demasiado lentamente en
relación con el promedio del gru-
po, probablemente necesite algún
apoyo especial. Platiquen con la
maestra o el maestro para poder
ayudar a sus hijos a aprovechar
mejor la escuela.

¿Saben ustedes si alguno de sus hijos aprende muy rápido


o muy despacio en comparación con el ritmo
de trabajo del salón?

¿Están seguros de que ve y escucha bien?

¿Creen que necesita apoyos especiales para aprender?

¿Tiene dificultad para leer y escribir?

¿Tiene poca capacidad de concentración?

Tomen en cuenta que, en ocasiones, los niños tienen necesidades


especiales, es decir, requieren de apoyos que pueden pertenecer
no sólo al campo de la educación, sino, entre otros, al de la reha-
bilitación.
Es muy importante que hablen con las maestras y los maestros
para que juntos establezcan los pasos que se deben seguir y los
apoyos que necesita su hijo.
¿Como enseñan
las maestras y
los maestros?
Cada maestro tiene su estilo personal de enseñar, con el fin de desarrollar
las capacidades de todos sus alumnos. En su labor, los maestros se esfuerzan
por asegurar que los alumnos hagan suyos los conocimientos y los aprove-
chen para comprender diferentes aspectos de su vida. Al enseñar procuran:
Ofrecer oportunidades para que todos los alumnos compartan sus
conocimientos, expresen sus dudas, reflexionen y utilicen los
materiales e instalaciones de la escuela.

Conocer y motivar a sus alumnos para que cada uno se sienta


dispuesto a aprender y ponga todo lo que esté de su parte.

Buscar diferentes maneras de explicar para que todos comprendan


los temas.

Enseñar a los niños a tomar decisiones y a responsabilizarse de las


consecuencias de su conducta.

Fortalecer la autoestima de todos los estudiantes respetándolos,


mostrando interés en su desempeño, ayudándolos y reconociendo
sus logros.

Enseñarlos a trabajar en grupo, repartiendo las labores, y


apoyando a quien tenga dificultades para realizar su tarea.

Comunicarse con los padres de familia para detectar juntos las


necesidades específicas de sus hijos, darles noticia de su desempeño,
así como orientación sobre cómo apoyarlos mejor desde el hogar.
El esfuerzo y la diciplina
en la escuela
Una de las riquezas que la escuela ofrece, y que como sociedad más valo-
ramos, es la disciplina. Los adultos sabemos que la disciplina es capacidad
de autodominio y fuerza de voluntad en función de lo que deseamos, de aquello
que queremos evitar, o de lo que reconocemos como una necesidad. Así,
podemos decir que actuamos disciplinadamente cuando hacemos lo que de-
bemos hacer sin tomar en cuenta lo placentero o difícil que pueda resultar.
Pero las niñas y los niños no lo entienden así. Generalmente, asocian la disci-
plina a tareas que no quieren hacer porque son difíciles, incómodas y, sobre
todo, porque no tienen suficiente sentido para ellos.
Sin embargo, al observarlos en sus juegos y en lo que les gusta y entusiasma,
todos podemos comprobar que los niños son capaces de gran dominio y fuer-
za de voluntad. Ellos no identifican esto con la disciplina, pues al estar inte-
resados en lo que hacen y al conocer la finalidad y las reglas del juego no lo
sienten como un sacrificio. Incluso en ocasiones su actividad les interesa y
los motiva tanto que son capaces de enfrentar molestias e inconvenientes.
El problema de la disciplina surge cuando los niños no son capaces de hacer
los esfuerzos necesarios, ya sea porque no alcanzan a reunir la energía nece-
saria para hacer el intento, o bien porque han perdido de vista o desconocen
el sentido de los esfuerzos que deben realizar. Por lo tanto, asumamos como
tarea esencial de padres y maestros forjar en los niños el entendimiento y la
fuerza de voluntad para que perseveren en aquello que han decidido hacer,
bien sea por gusto o por necesidad.
El esfuerzo y la disciplina son de
la mayor importancia, pues aun en
el caso de que niñas y niños estén
convencidos del sentido y de la
conveniencia de estudiar, tendrán
que enfrentar tareas difíciles, con-
centrarse durante lapsos más o me-
nos prolongados, memorizar,
aprender habilidades o conceptos
complicados, realizar trabajos, so-
lucionar problemas, elaborar ta-
reas y resolver exámenes, todo lo
cual se consigue con dedicación y
disciplina.
Las siguientes sugerencias pueden ser útiles:

Cuando se trata de prácticas escolares que requieren repetición y


memorización es recomendable estar a su lado para apoyarlos y
estimular su esfuerzo y concentración, demostrándoles que son
capaces si perseveran y trabajan con entusiasmo.

Ayúdenlos a desarrollar la voluntad de sobreponerse a las


dificultades.

La vida social también requiere de autodominio y disciplina. Por


ello:

Es necesario que aprendan a poner atención, a esperar su turno


para participar o hacer preguntas, a respetar y escuchar a sus
compañeros no sólo para reclamar ese mismo derecho, sino también
para aprender de los demás.

Refuercen su confianza para preguntar a una maestra o un maestro


lo que ignoran o no comprenden.

Enséñenlos a valorar la conveniencia de cuidar los libros, el


mobiliario y las instalaciones; de ayudar a mantener en buenas
condiciones las aulas, los baños y el patio de recreo.
Es importante que los padres ayuden a las niñas y a los ni-
ños a vencer las dificultades que puedan surgir durante su
paso por la escuela. Es bueno hacerles sentir que compar-
ten y valoran sus esfuerzos, que comprenden sus dificulta-
des y, desde luego, que están dispuestos a ayudarlos.

La tarea
Es necesario explicar a los niños que hacer la tarea les ayuda a ser capaces
de aprender por sí mismos y a ser responsables de presentar un trabajo bien
hecho. Hay que tener presente que la tarea ayuda a:
reafirmar el aprendizaje y perfeccionar habilidades,

ejercitar y desarrollar la concentración.


El buen aprovechamiento escolar depende en gran medida de que sus hijas e
hijos desarrollen, desde pequeños, hábitos de estudio. En esto pueden apo-
yarlos si les enseñan la importancia de dedicar un tiempo diario a hacer la
tarea y a leer; si les ayudan a estar concentrados durante ese tiempo y a dis-
frutar de ese momento de recogimiento; si les enseñan a cuidar sus pertenen-
cias y a tenerlas ordenadas y, por último, a proceder con orden, es decir, a
organizar las actividades para que siempre sepan qué han hecho y qué les
falta por hacer.
Es deseable que sus hijos, tengan un lugar adecuado para hacer la tarea. Cui-
den que en ese lugar no haya distractores como televisión, radio, videojuegos
u otros niños jugando, y que cuente con iluminación y ventilación suficien-
tes. En lo posible, eviten interrumpirlos.
Muchos niños y jóvenes piensan que pueden estudiar y escuchar música al
mismo tiempo; sin embargo, es preferible no mezclar estas actividades para
disfrutarlas mejor y tener, en cada una, la concentración necesaria.

Los adultos pueden estar cerca para observar que los niños hagan la tarea sin
contratiempos, y habrá ocasiones en las cuales sea necesario ayudarles, pero
no es lo mismo ayudarles que hacerles la tarea. Hagan que se sientan orgullo-
sos de haberla hecho por su propio esfuerzo. Enséñenlos a disfrutar de la
concentración y del placer de cumplir y avanzar.
Si bien los niños deben hacer su mejor esfuerzo en sus tareas y en sus exáme-
nes, recuerden siempre que aprenderán también de los errores que hayan co-
metido.
Cuando sus hijos tomen para hacer la tarea un tiempo que a ustedes les parez-
ca excesivo, es conveniente que platiquen con sus maestros. Esto les ayudará
a encontrar maneras de facilitar a sus hijos la realización de su tarea. En el
caso de los alumnos que presentan necesidades educativas especiales, puede
ser de mucha utilidad entrevistarse con la maestra o el maestro a principios
del año escolar para saber qué adaptaciones se pueden hacer a las tareas que
se piden al grupo.
En general, un niño pequeño, de primero a tercer grados de primaria, deberá
emplear como máximo media hora en la elaboración de sus tareas; mientras
que uno mayor, de cuarto a sexto grados, empleará un promedio de 45 minu-
tos a una hora. Si por alguna circunstancia sus hijos requieren de más tiempo,
invítenlos a descansar un momento para que puedan seguir con una actitud
positiva.
Mamá y papá: en el caso de que sus hijos no quieran hacer la tarea, hablen
con ellos y háganles sentir que comparten su responsabilidad.
Con firmeza, serenidad y paciencia invítenlos a que cumplan con su compro-
miso. Asegúrense de que los niños comprendan en qué consiste su tarea; que
no se sientan enfermos, y de que tengan lo necesario para hacerla.
¿Están
aprendiendo?
A todos los padres les preocupa saber cómo van sus hijos en la escuela.
El aprovechamiento de los niños en la escuela no se mide únicamente por los
resultados de las evaluaciones. Estos resultados son sólo una medida para
entender el complejo proceso de aprendizaje y desarrollo de los niños.
Los exámenes se aplican periódicamente. Los resultados por asignatura se
expresan en una escala del 5 al 10. Es necesario obtener como mínimo 6 para
considerar que el alumno ha comprendido lo indispensable para poder seguir
adelante.
Las calificaciones no lo son todo. El desempeño de los alumnos no debe ser
juzgado por sus maestros, sus padres o sus amigos, y menos por ellos mis-
mos, sólo por la calificación obtenida. Por ello es de suma importancia, para
el bien de niñas y niños, que sus padres valoren también el esfuerzo, la parti-
cipación en clase, así como el cuidado y dedicación con los que hacen las
tareas y los trabajos escolares.
Además, para evaluar su desempeño escolar, los padres han de tomar en cuenta
la calidad de la convivencia de sus hijos con sus compañeros y maestros, la
manera en que su curiosidad se despierta y cómo se desarrolla su gusto por
leer, escribir, y por cada una de las asignaturas.
Es necesario tener conciencia de que los esfuerzos de los niños siempre de-
berán dirigirse a la adquisición y comprensión de un saber, antes que a la
obtención de una buena nota en la boleta. Enséñenles que la posibilidad de
obtener mejores notas debe entenderse como un estímulo personal de supera-
ción.
Exprésenles su confianza en que
ellos siempre pueden mejorar su des-
empeño; muéstrense interesados en
lo que saben, piensan y sienten, y
estén dispuestos a apoyarlos.

Si sus hijos tienen un desempeño


deficiente, o si no muestran gusto
por ir a la escuela, pregúntense si:

en casa reciben el afecto y los


cuidados que requieren para
sentirse seguros,

con su actitud, ustedes valoran


su educación y sus esfuerzos, o

tienen alguna dificultad o


problema especial.

Hablen con la maestra o el maestro para saber qué piensa de lo que está
pasando, y si es necesario reforzar la comunicación entre la casa y la escuela.

Mama y papá: eviten agredir, amenazar, humillar o in-


sultar a sus hijos cuando no quieran hacer la tarea o sa-
quen malas calificaciones. Nunca los comparen con otros
niños que tengan un mejor promedio que ellos.
Los conflictos
en la
escuela
La escuela es el lugar donde la niña y el niño se desenvuelven, de acuerdo
con ciertas reglas establecidas, sin la presencia de sus padres, en un espacio
que comparten con otras personas.
Los padres tienen una influencia decisiva en cómo sus hijos enfrentan y solu-
cionan los conflictos que pueden surgir en la convivencia escolar.
Es importante enseñarlos a expresar de manera clara, oportuna y respetuosa
lo que piensan, sienten, necesitan o quieren; a tomar en cuenta a los demás y
a solucionar a tiempo los conflictos para que no se acumulen ni se retrase su
solución.
También es conveniente hablar con interés y respeto acerca de los compañe-
ros que se comportan o piensan de manera diferente de sus hijos. Enséñenlos
a respetar a sus compañeros, a ser considerados, a no burlarse de ninguno ni
faltarle al respeto, y a nunca sumarse a acciones de crueldad. Ayúdenlos para
que puedan resolver pacíficamente las dificultades con amigos o compañe-
ros. Hagánles entender que las amistades duraderas se construyen cuando se
saben resolver las diferencias que puedan surgir. Díganles que si en alguna
ocasión son víctimas de cualquier tipo de trato inadecuado o de agresión por
parte de sus compañeros, busquen el apoyo de su maestra o maestro para que
tomen las medidas pertinentes, y que siempre cuentan con el apoyo de su
familia.
La importancia del recreo
En la escuela, los menores también aprenden a disfrutar del tiempo libre. El
recreo es un momento que sirve para descansar, reponer energías y jugar con
los demás.
Al escuchar lo que dicen sus hijos acerca de cómo pasan el recreo, ustedes
los conocerán mejor. Hablar de ello da ocasión para orientarlos acerca de las
relaciones humanas. Explíquenles que para tener amigos son necesarios la
reciprocidad, el humor, el respeto y la cosideración. Aconséjenlos para que
aprendan a jugar y divertirse aunque ganen o pierdan. Enséñenlos a disfrutar
de los momentos de descanso, y anímenlos a llevar a cabo actividades físicas
y de juego en ese tiempo.
El uso del patio de recreo da oportunidad de aprender y practicar algunas
habilidades sociales como son llegar a acuerdos y tomar decisiones; por ejem-
plo, para decidir si se juega futbol todos los días, o cómo rotar las actividades
de manera que todos puedan disfrutar del patio y del tiempo de recreo. Otras
actividades sociales que se practican en el recreo son las de saber incluir a
todos en el juego y aprender a ser líder o parte de un equipo.
Como en el recreo hay más libertad y menos supervisión por parte de los
adultos, es posible que ocurran abusos o malos tratos entre los niños o con-
ductas que los pongan en cierto riesgo. Es necesario que padres y autoridades
escolares expliquen a las niñas y a los niños que esta libertad exige responsa-
bilidad, prudencia y respeto entre ellos, en particular, en el trato con los pe-
queños que tengan alguna discapacidad.
También durante el recreo los niños disfrutan de su almuerzo. Es muy impor-
tante que, en la medida de sus posibilidades, les preparen alimentos nutriti-
vos que les gusten, y que los enseñen a comer con limpieza, a no desperdiciar
y a tirar la basura en su lugar.
3. LA IMPORTANCIA DE LA
CONVIVENCIA FAMILIAR

Buenas relaciones y cortesía


La seguridad, confianza, amabilidad y cortesía que inculquen en sus hijos
les ayudarán a relacionarse mejor con otras personas.
Propicien un ambiente cordial de comunicación y afecto en la casa, en el cual
se eviten las agresiones y se estimulen el respeto y la cortesía en el trato con
toda persona, y en especial la consideración y el cariño a la gente mayor.
Los niños son muy sensibles a las orientaciones de sus padres a propósito de
las consideraciones especiales que hay que tener con la gente mayor y con
quienes lo necesitan. Si a esta edad aprenden a colaborar y a ayudar, desarro-
llan su generosidad y su espíritu de cooperación.
Con los más pequeños el aprendizaje de la cortesía se inicia enseñándolos a
saludar con amabilidad a las personas con quienes conviven. Explíquenles
que a todos nos gusta ser tomados en cuenta y que, así como dan los buenos
días a sus padres y hermanos, saluden a sus maestros, compañeros y a las
otras personas con quienes pasan parte de su vida o les ofrecen algún servi-
cio.
También a temprana edad se forman los hábitos de gratitud hacia las perso-
nas que los cuidan y los quieren; se aprende a pedir las cosas por favor, de
buen modo, y a dar siempre las gracias cuando se recibe algo.
Hay que enseñarles a no molestar a las personas ni a burlarse de ellas con
apodos o con bromas pesadas.
Ustedes pueden enseñarles, con su ejemplo, a no discriminar ni excluir a
ninguna persona por razones de apariencia, edad, sexo, raza, religión, condi-
ción económica, forma de pensar o discapacidad.
Las actitudes corteses son testimonio de consideración, respeto y aprecio por
los otros. La cortesía no significa estar en situación de inferioridad. A cual-
quier edad el trato cortés facilita la convivencia y las buenas relaciones entre
todas las personas. Dado que les ayuda a moldearse una personalidad ama-
ble, la cortesía es parte esencial de la educación de sus hijas e hijos.

La comunicación
con sus hijos
Puesto que la familia se funda en una serie de afectos y en el sentimiento de
apoyo y pertenencia, «familia» son quienes comparten el techo y la vida.
Aunque cada familia es diferente, lo importante es que todos los miembros
sepan que pueden acudir a los otros en busca de respaldo y cariño.
El afecto es el vínculo más importante para favorecer la unión en la familia.
Se manifiesta de diversas maneras: propiciando seguridad y protección, mos-
trando el interés que sentimos por los asuntos de los demás o gozando de su
compañia. Todas estas manifestaciones sólo son posibles mediante la comu-
nicación.
La comunicación familiar se puede entender como la disposición a compartir
los sentimientos, emociones e intereses propios, y a mostrar sensibilidad ante
las necesidades, los gustos y las preocupaciones de los miembros de la fami-
lia.
Sin comunicación no hay convivencia. Las distintas formas de comunica-
ción familiar se presentan según la edad y las distintas circunstancias de cada
quien. Es importante aprovechar, valorar y disfrutar cada una de esas oportu-
nidades porque son irrepetibles, y asegurar que todos los miembros de la
familia encuentren satisfacción y un lugar en la convivencia.
La buena comunicación entre los miembros de la familia no sólo es
disfrutable, sino que también facilita la armonía y reafirma los lazos afectivos.
Estén dispuestos a hablar abiertamente respecto de temas que interesan
a sus hijas e hijos como la sexualidad o la prevención de las adicciones, de
manera que sus primeras nociones provengan de ustedes, y no de otras perso-
nas que los desorienten o los confundan.
Cuando necesiten corregirlos, háganlo sin lastimarlos ni agredirlos. Ha-
blando se entiende la gente.
Aunque se encuentren molestos con sus hijos, procuren no utilizar pa-
labras ofensivas que los puedan lastimar, pues esto sólo agravará el proble-
ma. Aquello que causa su enojo y su desaprobación se puede señalar de ma-
nera firme, pero sin ofender. Si ustedes son capaces de reprender a sus hijos
manteniendo la calma, su influencia formativa sobre ellos será mayor.
Del mismo modo, procuren ayudar a sus hijos a que tengan una imagen
positiva de sí mismos. En vez de decirles: «burro», «inútil», «desordenado»,
es preferible dirigirse a ellos con palabras alegres, cariñosas y de aliento que
les ayuden a tener confianza en sí mismos y en la vida: «tú eres capaz de
hacerlo mejor»; «tu ayuda me es valiosa»; «si tienes tus cosas en orden, per-
derás menos tiempo».
La comunicación es indispensable para la vida familiar. No sólo se co-
munica uno hablando, sino también a través de caricias, gestos, movimientos
corporales, miradas y silencios. Es preciso reconocer que no es necesario que
todos los miembros de una familia estén de acuerdo en todo momento, y
tomar en cuenta que cada niña o niño tiene su propia personalidad, sus pro-
pios intereses y su particular manera de ver las cosas. Al considerar las opi-
niones y puntos de vista de los niños se fortalecen los lazos familiares, la
seguridad y la autoestima de los hijos, y se les enseña a reflexionar sobre sus
propias ideas.
Recuerden que. . . En los tiempos que corren se ha ido
perdiendo el arte de la conversación en familia. Inten-
ten recuperarlo porque es sumamente formativo.
Cuenten a sus hijos sus propias experiencias, pues en
los relatos de las vidas y episodios de padres, tíos,
abuelos, maestros o personajes históricos, los niños se
forman una idea de cómo se puede vivir. Cuando se
les platica cómo las personas han logrado salir adelan-
te venciendo las dificultades mediante el estudio y el
esfuerzo, se les ofrece un ejemplo que les sirve de
orientación. Así adquieren elementos adicionales para
dar sentido a sus propios esfuerzos.

El ambiente familiar
La mejor manera de contribuir al desarrollo sano y feliz de los niños es
ofrecerles un ambiente familiar seguro donde se les quiera y se estimulen su
desarrollo, su aprendizaje y su gusto por la vida.
Es mucho lo que se puede hacer para lograr que el tiempo de convivencia
familiar ofrezca a los niños y jóvenes la tranquilidad necesaria para que com-
prendan el sentido de sus esfuerzos en la escuela y en la casa, y para que los
lleven a cabo con gusto y responsabilidad.
A la mayoría de las madres y de los padres les preocupa lo que hacen sus
hijos en el tiempo libre. Los niños deben aprender a aprovecharlo de manera
constructiva, para evitar en todo lo posible los riesgos que pueden presentar-
se, como son el aburrimiento, los accidentes, la vagancia, la delincuencia y la
drogadicción.
El tiempo libre no es un vacío, tiene sentido y valor en la medida en que no
está determinado por la obligación, sino por el disfrute y los gustos persona-
les. Para que las energías creativas de las niñas y de los niños no se desperdi-
cien ni tomen formas destructivas, los padres deben ser sensibles y detectar
los intereses de sus hijos para favorecer un clima propicio en el que puedan
desarrollarse.
Es esencial compartir con ellos lo que a ustedes les gusta. Comuniquen a sus
hijos sus ideas sobre lo que consideran importante, bello o que está bien
hecho. Es necesario que ustedes transmitan sus emociones ante un objeto,
una situación, un pensamiento o cualquier estilo que provoca su valoración.
Así, enséñenlos a apreciar lo que ustedes consideran bello, valioso o impor-
tante, como el orden en la casa, el trabajo, la manera de poner la mesa o de
cultivar una planta, la contemplación de paisajes y de obras de arte, el depor-
te, la familia, las amistades, la ayuda a los demás, y todo lo que ustedes
consideren que vale la pena.

El fomento de la lectura
y la escritura
Fomentar la lectura en el hogar es una manera excelente de orientar el uso
del tiempo libre.
Mediante la lectura, las niñas y los niños no sólo obtendrán conocimientos,
sino que desarrollarán su imaginación. La lectura les dará la oportunidad de
transportarse a muy diversos y lejanos lugares, así como conocer nuevas for-
mas de pensar, de sentir y de gozar. Haciendo que sus hijos adquieran el
hábito de la lectura ustedes les ofrecerán una herramienta para que sean ca-
paces de instruirse y de disfrutar de su tiempo libre toda su vida.
Para estimular en sus hijos el amor por la lectura, ustedes pueden llevar a
cabo las actividades que a continuación se sugieren:

Elijan lecturas adecuadas a la edad de los niños, para que les


resulten interesantes y de su agrado. En la medida en que vayan
creciendo, ellos mismos elegirán los libros que deseen leer.

Lleven a sus hijos a las bibliotecas que tengan a su alcance para


que participen en actividades en torno a la lectura, como son círculos
de lectura, charlas acerca de algún libro, o lectura de cuentos en voz
alta.

Con niños pequeños y aunque ya no lo sean tanto, los padres y


maestros pueden leer en voz alta. Para hacer amena la lectura,
cambien la voz para caracterizar a los personajes y detengan la
lectura para que los niños participen, pregunten y hagan comentarios
acerca de lo que están comprendiendo.

La lectura debe asociarse con el gozo y jamás con el castigo: no


obliguen a sus hijos a leer. Invítenlos a que lleven a cabo la lectura
por placer. Ellos irán aprendiendo que con un buen libro nadie se
siente solo ni se aburre. Poco a poco incrementarán su gusto por la
lectura e irán ampliando sus horizontes y los de su familia.

Animen a sus hijos a escribir como parte de sus actividades


diarias: para expresar sus sentimientos e ideas, para comunicarse, y
como una manera de disfrutar su tiempo libre.

Algunas sugerencias pueden ser las siguientes:

Aprovechar todas las ocasiones de comunicarse por escrito con


otros: cartas, recados, mensajes.

Escribir cuentos o pequeñas obras de teatro y representarlas con


parientes y amigos.

Copiar e intercambiar recetas de cocina o juegos y adivinanzas.


El tiempo libre
de sus hijos
Hay muchos y muy diversos caminos para enseñarlos a disfrutar de su tiem-
po libre de manera constructiva y sana:
Enséñenlos a recibir de buen m odo a sus fam iliares y am igos en
casa y a visitarlos con gusto.

A provechen las oportunidades de asistir a actividades culturales.


Llévenlos a librerías, m useos, casas de cultura, espectáculos al aire
libre, conciertos. M uchos de ellos son gratuitos o de bajo precio.

Traten de ver con sus hijos películas que juzguen adecuadas para
ellos, y com éntenlas en fam ilia.

Si sus hijos m anifiestan interés por alguna actividad artística,


deportiva o intelectual, busquen la m anera de darles apoyo y
estím ulo para que la practiquen.

Traten de am pliar sus propios horizontes y los de su fam ilia


com partiendo juntos el gusto por aprender tem as nuevos.

Enséñenlos a apreciar la naturaleza y sus distintas m anifestaciones


llevándolos a cam inar a parques o bosques, m irando el cielo con
ellos y observando los cam bios de las nubes y de las estrellas, del
follaje y de las flores.

Enséñenlos a jugar los juegos que ustedes conocen: canicas,


trom po, resorte, cuerda, escondidillas o juegos de m esa com o
ajedrez, dam as chinas, dom inó, rom pecabezas o juegos de m em oria.

A ním enlos a aprender a andar en bicicleta, a patinar y a nadar para


que realicen estas actividades con otros niños y niñas de su edad.

C anten y bailen con sus hijos. Estim ulen su gusto por la m úsica y,
de ser posible, procuren que aprendan a tocar algún instrum ento.

Lim iten el tiem po de uso de los videojuegos.


La televisión
Ver la televisión es uno de los pasatiempos que más atraen la atención de los
niños. No es posible negar que, aunque muchos de los contenidos de la pro-
gramación sean cuestionables, la televisión tiene un enorme potencial educa-
tivo, y aun formativo, pues los pone en contacto con realidades de nuestro
mundo y de nuestro tiempo, y es una fuente importante de información, re-
creación y esparcimiento.
Sin embargo, para contribuir mejor a la educación de sus hijos es indispensa-
ble señalarles que en el hecho de ver televisión hay un riesgo: hacerlo con
exceso. Si se ve demasiado la televisión, la mente se vuelve pasiva, se pierde
capacidad de concentración, se bloquean la imaginación y la creatividad, se
pierde sensibilidad ante la realidad del entorno inmediato. Cuando en la fa-
milia el principal vínculo es el de sentarse frente al televisor, se están sustitu-
yendo con esta actividad la convivencia y la comunicación.
Es natural que, en algunos casos, las niñas y los niños, al ver la televisión,
quieran parecerse a algunos personajes o figuras, e incluso tiendan a actuar
como ellos, o a desarrollar un deseo irracional de consumo de las cosas que
ahí se presentan. Estén atentos, porque podría ocurrir que algunos comporta-
mientos inconvenientes o que para ustedes sean inexplicables tuvieran su
origen en esto. Si así fuera el caso, platiquen con ellos y señalen lo negativo
de tal influencia.
Cuando permitan a sus hijos ver la televisión procuren:

Poner a su alcance programas o películas interesantes de fantasía


o realidad, en los que predominen los buenos sentimientos, el
respeto a los demás y el interés por el mundo que los rodea.

Fijar tiempos y horarios para ver la televisión. Es recomendable


que no se vea durante la comida, para no interferir con la
comunicación entre los miembros de la familia.
E nseñarlo s a in terp retar y a ju zg ar la calidad de lo s p rogram as
pregu ntán doles qué fu e lo bueno , lo m alo y lo que apren diero n de
ellos.

A clarar sus d ud as, d esv an ecer sus tem ores y calm ar su s


inqu ietu des acerca de lo qu e estén vien do.
Apreciar lo nuestro
También pueden guiar el uso del tiempo libre de sus hijos sugiriéndoles
actividades que los lleven a conocer sus raíces y tradiciones familiares como:

Decorar o escribir tarjetas cuando haya una festividad cercana.

Escribir un libro de anécdotas familiares.

Platicar con tíos y abuelos sobre anécdotas de la familia.

Ver fotografías u organizar un álbum familiar.

Crear una historieta con personajes de la historia y de la familia.

Enséñenlos a apreciar nuestras tradiciones culturales y nuestra historia. Les


sugerimos:
Visiten con ellos sitios históricos y arqueológicos, y demuestren
su interés en conocer nuestras raíces culturales.

Asistan a fiestas locales y regionales.

Preparen con ellos alguno de los platillos tradicionales de una


fiesta o de una región.

Lean juntos mitos y leyendas de nuestro país.

Participen juntos en actividades cívicas como las fiestas patrias,


las votaciones y los honores a la bandera.

Nuestras tradiciones y costumbres han subsistido principalmente


gracias a la práctica en familia. Contribuyan a que perduren, trans-
mitiendo a sus hijos el gusto y el orgullo por nuestra cultura, el
conocimiento de nuestra historia y la valoración de nuestro patri-
monio pictórico, literario, arquitectónico, culinario y musical.
Aprender
para la vida
Los valores, costumbres y modos de ver la vida que definen la personalidad
y las aspiraciones de cada persona se van conformando poco a poco.
En la familia, mediante el ejemplo y la convivencia diaria, se van formando
los gustos, los deseos y las maneras de entender el mundo de cada persona.
La escuela contribuye a este proceso dando información y conciencia de los
demás, así como del mundo en que se vive.
Transmitan a sus hijos la convicción de que siempre se podrá seguir estu-
diando sobre temas que les interesan, les sirven o les hacen falta, sin importar
la edad, mientras haya el deseo y la voluntad de superarse constantemente, y
que no sólo se aprende en la escuela.
Asimismo, es importante que sus hijos sepan que se puede aprender de cir-
cunstancias dolorosas o difíciles, así como de los aciertos y de los errores. De
esta manera las niñas, los niños y los jóvenes crecerán con la conciencia de
que la vida y las personas que los rodean les brindan diferentes oportunida-
des de aprendizaje y de relación satisfactoria.
Así, en la convivencia con personas mayores o que tienen alguna discapacidad
se aprende que la experiencia y la voluntad hacen al ser humano.
Todo lo que se aprende en la escuela y en el hogar debe prepararlos para vivir
mejor. Además, debemos tomar en cuenta que para un niño la familia y la
escuela ocupan la totalidad de su vida, por lo que padres y maestros tenemos
la enorme responsabilidad de apoyarlos.
4. ¿ C O M O PARTICIPAR?

Podemos hacer mucho


Las siguientes sugerencias, pueden ayudar a las madres y a los padres a par-
ticipar en la creación de ambientes para el desarrollo de los niños en el aula,
en la escuela, en el hogar y en la comunidad.
Mamá y papá: tomen en cuenta que en el aula pueden:
Relacionarse con otros padres del grupo de sus hijos, con la
finalidad de intercambiar experiencias. Elaboren para ello un
directorio del grupo de padres.

Participar en las juntas y en los eventos que realice el grupo.

Colaborar en las actividades que los profesores realizan en los


salones de clase, o en las clases dirigidas al grupo bajo la
supervisión del maestro.

Recibir orientación por parte del maestro para realizar actividades


en el hogar que apoyen las necesidades escolares de sus hijos.

Solicitar al profesor la informacion relacionada con las


actividades extraescolares que se realizarán, para poder
aprovecharlas.

Mantener informado al maestro de cambios en la vida familiar que


puedan repercutir en el rendimiento de sus hijos: enfermedades,
ausencias, nacimientos, muertes, u otras alteraciones importantes.
En la escuela, les recomendamos:

Tener comunicación con el director, los profesores de grupo,


maestros de apoyo, alumnos y padres de familia; ello les ayudará a
obtener información valiosa acerca de las necesidades educativas de
sus hijos, así como a conocer el programa de trabajo, los métodos de
enseñanza y la forma en que está organizada la escuela.

Participar de manera conjunta con la escuela en el desarrollo de


algunas tareas de mejora de las instalaciones, como la habilitación
de áreas verdes; la señalización de las calles para asegurar el paso de
los escolares; la construcción de una rampa para sillas de ruedas; la
construcción de guías para niños ciegos o débiles visuales; o la
elaboración de señales visuales para niños sordos o con deficiencias
auditivas.

Recibir información sobre los servicios de apoyo que se brindan


en la escuela, como el Programa de la Lectura y la Escritura en la
Educación Básica, o programas de salud y de prevención de
accidentes caseros.

Participar de manera activa y responsable en las actividades que el


centro escolar promueve para su organización y buen
funcionamiento, como la asociación de padres de familia y los
órganos escolares de participación social, así como en los actos
cívicos y culturales que se lleven a cabo.

Propiciar que los padres de alumnos que presentan algún tipo de


discapacidad participen en las actividades antes mencionadas, para
que conjuntamente se analicen los requerimientos y estrategias que
fomenten la participación plena y la convivencia entre todo el
alumnado, logrando así una alta calidad de integración escolar.

Conocer, aprovechar y, en su caso, solicitar cursos de capacitación


dirigidos a los padres.

Conocer y apoyar el cumplimiento del reglamento escolar.


En el hogar se puede:

Tener un ambiente propicio para poder compartir lo que los niños


van aprendiendo en la escuela, y también reforzar sus conocimientos
mediante experiencias en casa.
Ayudarlos a relacionar los conceptos y las capacidades que están
adquiriendo en la escuela con la vida cotidiana. Por ejemplo,
anímenlos a que apliquen las nociones de la aritmética cuando van
de compras, a leer alguna sección del periódico o las advertencias de
peligro que aparecen en las cajas de medicinas y sustancias que se
usan en el hogar.

Cuando en familia haya oportunidad de hacer un paseo, un viaje,


una visita a un museo, o de ir al cine, aprovechar esas experiencias
para conversar y disfrutar con lo que vieron y aprendieron.

En la comunidad pueden realizar actividades como:

Promover en el barrio, colonia, delegación o municipio la


participación de la comunidad en los eventos culturales y cívicos
que organiza la escuela.

Promover que la familia y la escuela refuercen los temas escolares


mediante actividades en la comunidad. Por ejemplo, visiten
comercios, mercados, el zoológico, museos o edificios cívicos entre
otros.

Establecer vínculos entre padres y autoridades locales para


impulsar acciones comunitarias que favorezcan el desarrollo de los
menores, como las que tienen por objeto prevenir las adicciones,
conservar el entorno ecológico, fomentar la salud, reciclar la basura,
mejorar las bibliotecas, etcétera.

Estimular en la comunidad escolar la identidad y el sentido de


pertenencia cultural a su barrio, colonia, delegación o municipio.

Contribuir para que la comunidad aprenda a aceptar a sus


miembros con alguna discapacidad, resaltando el valor de la amistad
y la colaboración.
P A R A T E R M I N A R
En este libro hemos procurado señalar algunos aspectos en que ustedes
pueden influir para el mejor desempeño escolar de sus hijos.
La infancia es para los adultos una etapa muy corta. Sin embargo, para los
niños y las niñas que la están viviendo es un periodo sumamente largo e
importante. Es también la época en la que se siembran valores y comienzan a
perfilarse actitudes y conductas. Todo lo que ocurre durante la infancia es
decisivo para el resto de la vida. Piensen en lo determinante que resulta para
sus hijas e hijos el tiempo que les dedican y el importantísimo papel que
ustedes desempeñan en su formación.
Procuren criarlos con amor, confianza y respeto. Permítanse el gusto de com-
partir cada etapa con sus hijos, viviéndola con armonía. Cada niña y cada
niño son únicos y diferentes de los demás pero todos necesitan el cariño y la
atención de sus padres.
Educar no es una tarea sencilla y, por ello, más allá de cualquier regla gene-
ral, son necesarios el amor, la aceptación y el reconocimiento que sólo la
familia puede brindar. Existe, sin embargo, un camino, en gran medida
confiable, cuando lo que se busca es preparar a las niñas y a los niños para la
vida; este camino consiste en inculcarles los valores de la libertad, el respeto,
la responsabilidad, la tolerancia, la solidaridad, la verdad y el amor, así como
actitudes de optimismo y comprensión ante la vida. Todo esto va conforman-
do su cultura. Compartir el aula y la escuela con compañeros que presentan
diferencias es una oportunidad de desarrollar estos valores y construir entre
todos un ambiente de convivencia que dignifique a todas las personas.
Si bien es cierto que nuestros niños y jovenes serán las mujeres y los hom-
bres del futuro, debemos ante todo tomar en cuenta que son los niños y los
jóvenes de hoy, y que es obligación de los adultos procurar que sean felices.
Si tienen dudas
Si ustedes observan que sus hijos tienen dificultades para aprender o defi-
ciencias visuales, auditivas, del lenguaje o motoras, pueden recurrir a las
Unidades de Educación Especial de la Secretaría de Educación Pública o a
los Centros de Rehabilitación del Sistema DIF para que personal especializa-
do los valore.
DIRECCIONES DE EDUCACIÓN ESPECIAL DE LA
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA EN LOS ESTADOS
A G U A S C A L IE N T E S G U A N A JU A T O
C arretera a S an L u is P o to sí K m 2 , 2 0 2 9 0 , C o n ju n to A d m v o . P o z u e lo s s /n , 3 6 0 0 0 , G u a n a ju a to , G to .
T e l. 2 8 0 5 0 E x t. 3 7 0 , 3 7 1 F a x 2 3 1 0 4
A g u ascalien tes, A g s. T el. 7 0 5 4 5 5 F ax 7 0 0 1 2 7
GUERRERO
B A J A C A L IF O R N IA A v . R u fo F ig u e ro a 8 , C o l. B u ró c ra ta s , 3 9 0 9 0 ,
B lv r. A n áh u ac y M ar C an táb rico s/n , 2 1 0 6 0
C h ilp a n c in g o , G ro . T e l. 2 6 1 1 3 E x t. 1 2 8 F a x 2 6 0 0 9
M ex icali, B .C . T el. 5 5 4 8 1 7 F ax 5 5 4 8 2 5
H ID A L G O
B A J A C A L IF O R N IA S U R H id a lg o 1 1 0 , C A M , C o l . V e n u s tia n o C a rra n z a ,
V alen tín G ó m ez F arías y P ro l. S u r esq . B lv r. L u is D o n ald o
4208 0, P achuca, H go. T el 1 4 3 7 3 , 1 3 6 9 4 E x t. 1 7 3
C o lo sio , 2 3 0 7 0 , L a P az, B .C .S . T el. 2 7 6 9 9 F ax 1 43 73
E x t. 1 2 5 F ax 2 7 6 9 9
J A L IS C O
CAM PECHE S U B S IS T E M A E S T A T A L
A v . P atricio T ru eb a y R eg il s/n , 2 4 0 9 0 , C am p ech e, C am p . A v . Á v ila C a m a c h o 1 0 1 5 , 4 to . p is o , S e c . H id a lg o , 4 4 2 8 0
T el. 3 0 6 35 al 4 0 E x t. 1 1 4 , 1 2 8 F ax 3 0 6 6 0 G u a d a la ja ra , J a l. T e l. D ir. 8 5 3 4 8 6 0 F a x 6 7 8 7 5 3 7

C O A H U IL A S U B S IS T E M A F E D E R A L
D irecció n G en eral d e E d u cació n B ásica A v . C e n tra l 6 1 5 , R e s id e n c ia l P o n ie n te , Z a p o p a n , J a l is c o
V icto ria 2 16 , C o l. C en tro , 2 5 0 0 0 , S altillo , C o ah . T el 8 32 03 11 F ax 6 78 75 37
T el. y F ax 1 4 5 5 7 9 , 1 4 5 5 6 3 E x t. 1 0 9 , 1 3 8
M É X IC O
C O L IM A S U B S IS T E M A F E D E R A L
A v . G o n zalo S an d o v al 7 6 0 , C o l. S an S eb astián , 2 8 04 0 L e rd o P o n ie n t e 3 0 0 , P a l a c io d e G o b ie rn o ,
p u e rt a 3 2 9 , 2 d o . p iso , 5 0 0 0 0 , T o lu c a , E d o . d e M é x ic o
C o lim a, C o l. T el. 2 6 1 9 0 , 2 2 6 2 1 E x t. 1 5 2 F ax 2 4 8 4 4 0 T e l. 7 2 0 8 1 1 E x t. 2 7 7 F a x 7 3 9 5 0 8

C H IA P A S S U B S IS T E M A E S T A T A L
S U B S IS T E M A F E D E R A L D r. F e rn a n d o Q u iro z 1 3 5 , C o l. M o re lo s , T o lu c a ,
A v . M ay o r J S ab in es s/n , C o l. 2 4 d e ju n io , 2 9 0 0 0 , T u x tla E d o . d e M é x ic o
G u tiérrez, C h is. T el. y F ax 6 3 0 9 7 , 6 3 1 0 0 E x t. 2 2 1 M IC H O A C A N
A v . S ie rv o d e la N a c ió n s /n , L o m a s d e l V a lle , 5 8 0 9 2
S U B S IS T E M A E S T A T A L
U n id ad A d m v a., E d if. B . P .B ., 2 9 0 0 0 , M o re lia , M ic h o a c á n T e l 1 6 2 0 5 0 E x t. 3 0 0 F a x 1 6 0 0 7 2

T u x tla G u tiérrez, C h is. T el. y F ax 3 1 3 0 1 M ORELOS


P a s e o d e l C o n q u is ta d o r e s q 6 a . P riv a d a , C o l. L o m a s d e
C H IH U A H U A
A n to n io d e M o n tes 4 7 0 0 , C o l. P an am erican a C o ril e s , 6 2 2 4 0 , C u e rn a v a c a , M o re lo s T e l. 1 7 1 6 8 8
S erv icio s ed u cativ o s d el E d o . d e C h ih u ah u a, C h ih . F ax 17 01 45
T el. 1 3 2 0 6 6 E x t. 3 0 7 0
N A Y A R IT
D IS T R IT O F E D E R A L A v . d e l P a rq u e y E sp a ñ a s /n , F ra c c io n a m ie n to d e C iu d a d
L u cas A lam an 1 2 2 , 2 d o . p iso , C o l. O b rera, 0 6 8 0 0 , d e l V a lle , 6 3 1 9 0 , T e p ic , N a y a rit T e l. 1 4 0 9 6 1
M ex ico , D .F . T el. 5 5 8 8 0 1 9 6 y 5 5 8 8 9 3 5 8
NUEVO LEÓN
C a p i tá n M a ria n o A z u e ta y J u v e n tin o R o s a s , C o l. B u e n o s
DURANGO
C alz. D o m in g o A rrieta s/n , 3 4 00 0 , D u ran g o , D g o . A ire s , 6 4 8 0 0 . M o n te rre y , N u e v o L e ó n T el 7 2 46 28,
T el. 1 8 3 8 3 75 44 21 y 44 65 03
OAXACA SONORA
C arretera C ristó b al C o ló n K m 5 .5, Ixco te, C en tro O ax aca B lv r. L ic. L uis D o n ald o C o lo sio , P ro l. las Q u intas F in al s/n
6 8 10 0, O ax aca, O ax aca T el. 5 3 0 3 3 , 5 3 4 1 1, 5 38 11 8 3 00 0, H erm o sillo, S o n. T el. 1 6 17 46
E x t. 2 71
TABASCO
PUEBLA 2 7 d e F eb rero 70 7 , 2d o . p iso , 8600 0 , V illah erm o sa,
A v . Jesú s R ey es H ero les s/n , C o l. N uev a A u ro ra, 72 07 0 T ab asco

P u eb la, P u ebla T el. 2 9 6 9 2 0, 20 6 9 1 9 F ax 4 8 7 8 86 T A M A U L IP A S


C alz. G en eral L u is C ab allero s/n , 8 7 06 0, C iu d ad V icto ria,
QUERÉTARO
A v . d el M agisterio 10 00 , C o lin as d el C im ato rio, 76 09 0 T am p s. T el. 2 82 82 , 2 8 5 1 5 E x t. 1 00 y 10 1

Q u erétaro , Q ro . T el. 1 3 0 0 23, 1 3 0 8 0 2 F ax 1 3 0 4 97 TLAXCALA


A ld am a 9 , A co xtla d el R ío , 9 00 00 , T lax cala, T lax .
Q U IN T A N A R O O T el. 2 0 9 58
S istem a E d ucativo Q u in tan arro ense, In su rg en tes 6 00
C o l. G on zalo G u errero , 7 70 24 , C h eturn al, Q . R o o . VERACRUZ
T el. 5 0 7 70 E xt. 4 50 5 F ax 7 02 85 K m 4 .5 C arretera F ed eral Jalapa, V eracru z, 9 1 19 0 , Jalap a,

S A N L U IS P O T O S Í V er. T el 1 2 58 16 , 1 2 57 84 E x t. 3 2 5 y 2 33
M an u el G ó m ez A zcárate 1 5 0 , 2da. secció n , C o l. H im no
YUCATÁN
N acio n al, 7836 0, S an L u is P o to sí, S .L .P. T el. 20 43 97 C alle 1 2 2 s/n , A v . Z am n a, F raccio n am ien to Y u calpeten ,
F ax 15 52 4 3
9 7 24 8, M érid a, Y u c. T el. y F ax 45 47 88
S IN A L O A
B lv r. Sin alo a s/n , C o l. R ecu rso s H id ráu lico s, 80 12 9 ZACATECAS
C arretera P an am eric an a K m 4 , 986 0 0, G u ad alu p e, Z ac.
C u liacán , S in. T el. 58 5 1 0 0 E x t. 1 1 3 T el. 3 2 8 90 E xt. 4 8

CENTROS DE REHABILITACIÓN
A G U A S C A L IE N T E S C e n t r o R e g io n a l d e R e h a b il i t a c ió n I n t e g r a l
C e n tr o d e R e h a b ilita c ió n In te g r a l D u r a z n o s 1 4 0 , C o l. T o r r e ó n j a r d ín
A v . M a h a tm a G a n d h i s /n e s q . P a ra g u a y , C o l. A g ric u ltu ra
T o rreó n T e l. 2 1 1 0 3 0 , 2 1 1 0 4 4
A g u a s c a lie n te s T e l. 7 8 2 6 9 8
C O L IM A
B A J A C A L IF O R N IA C e n t r o R e g io n a l d e R e h a b il i t a c ió n I n t e g r a l
U n id a d B á s ic a d e R e h a b ilita c ió n M e d e llín 6 5 0 , C o l. E le c tric is ta s
F ra n c is c o G o n z á le z B o c a n e g ra 2 0 7 5 , C o l. M ig u e l H id a lg o C o lim a T e l. 2 5 8 2 4 , 2 5 5 6 5
E n sen ad a T e l. 7 6 8 7 8 6
D IS T R IT O F E D E R A L
C e n t r o d e R e h a b i l i ta c i ó n G a b y B r i m e r
B A J A C A L IF O R N IA S U R
A v . E m i l i a n o Z a p a t a 3 0 0 , C o l . S a n t a C r u z A to y a c
C e n tr o d e R e h a b ilita c ió n y E d u c a c ió n E sp e c ia l
T e l. 5 6 2 9 2 3 7 5
C a rre te ra a l N o rte , C o l. E l C o n c h a lito
L a P az T e l. 5 3 3 0 5 , F a x 5 3 2 7 5 C e n t r o d e R e h a b i l i ta c i ó n y E d u c a c i ó n E s p e c i a l
Iz ta p a la p a
CAM PECHE G u e rra d e R e fo rm a s /n e s q . E je 5 L e y e s d e R e fo rm a
C e n tr o d e R e h a b ilita c ió n y E d u c a c ió n E sp e c ia l C o l. L e y e s d e R e fo rm a T e l. 5 6 9 4 9 7 6 6
C a lle 7 s /n , C o l. F O V I
C e n t r o d e R e h a b i l i ta c i ó n I n t e g r a l T l a z o c ih u a lp i l l i
C am peche T e l. 6 2 1 6 9 Is id ro T a p ia s /n e sq . F ra n c is c o P re s a , C o l. S a n S e b a s tiá n
C e n tr o d e R e h a b ilita c ió n In te g r a l
C a lle 5 6 s /n S u b c e n tro U rb a n o P a b lo G a rc ía y M o n tilla P u e b lo S a n ti a g o T u l y e h u a l c o T el 5842 4933

C d . d e l C a rm e n T e l. 2 5 8 2 8 I n s t i t u to N a c i o n a l p a r a la R e h a b il i t a c i ó n d e N i ñ o s
C ie g o s y D é b ile s V isu a le s
C H IA P A S
C e n tr o d e R e h a b ilita c ió n V ie n a 1 2 1 , C o l. d e l C a rm e n C o y o a c á n T e l. 5 5 5 4 3 1 4 8
L ib ra m ie n to N o rte O rie n te e s q . P a s o L im ó n , C o l. S a n
DURANGO
A g u s tín , T u x tla G u tié rre z T el 4 19 19, F ax 4 03 25 C e n t r o d e R e h a b i l i ta c i ó n y E d u c a c i ó n E s p e c i a l
V e l i n o M . P r e z a s / n , C o l . P r e d io C a n o a s
C H IH U A H U A D u ran g o T e l. 2 5 2 4 6 7 , 1 1 5 7 5 7
C e n tr o d e R e h a b ilita c ió n y E d u c a c ió n E sp e c ia l
C a lle 5 a . y S a m a n ie g o , C o l. S a n ta R o s a C e n t r o d e R e h a b i l i ta c i ó n y E d u c a c i ó n E s p e c i a l
C h ih u a h u a T e l. 1 6 8 2 7 0 M o r e l o s y F r a n c i s c o S a r a b i a s /n , C o l . C e n t r o
G ó m e z P a la c io T e l. 1 4 7 8 0 2 , 1 4 7 8 0 7
C O A H U IL A
C e n tr o d e R e h a b ilita c ió n In te g r a l E S T A D O D E M É X IC O
A v . 1 6 d e S e p tie m b re 2 1 8 , F ra c c io n a m ie n to L a s F u e n te s C e n t r o d e R e h a b i l i ta c i ó n I n t e g r a l S i m p l e
A v . S a n t a T e r e s a e s q . B r a s i l , C o l. S a n A g u s t í n
P ie d ra s N e g ra s T e l. 2 0 9 1 9
E c a te p e c T e l. 5 7 9 0 9 7 1 7
C e n tr o d e R e h a b ilita c ió n y E d u c a c ió n E sp e c ia l
B u le v a r Is id ro L ó p e z Z e rtu c h e N o rte 4 2 9 5 , C o l. V irre y e s C e n t r o d e R e h a b i l i ta c i ó n I n t e g r a l S i m p l e
B o s q u e s Irla n d e s e s s /n e s q . P a se o s d e l A lb a , C o l. B o s q u e s
S a ltillo T e l. 1 5 7 3 6 2 , 1 5 7 3 0 2
d e l A l b a , C u a u t i tl á n I z c a l l i T e l. 5 8 9 3 3 4 1 9
C e n tr o R e g io n a l d e R e h a b ilita c ió n In te g r a l
C e n t r o d e R e h a b i l i ta c i ó n I n t e g r a l S i m p l e
B u le v a r T a p e y C a m p e c h e s /n C o l. T e le fo n is ta s
A v . J u á r e z e s q . V a l i e n t e s /n , C o l . B a r r i o S a n S e b a s t i á n
M o n c lo v a T e l. 3 3 2 7 3 9 , 3 4 0 5 3 1
C h a lc o T e l. 5 9 7 3 1 4 8 6
Centro de Rehabilitación y Educación Especial NAYARIT
Felipe Ángeles s/n esq. Paseo Colón Centro de Rehabilitación y Educación Especial
Toluca Tel. 17 45 12, 19 54 68 Sauce y Cedro s/n, Col. San Juan Tepic Tel 12 33 14

GUANAJUATO OAXACA
Centro de Rehabilitación y Educación Especial Centro de Rehabilitación y Educación Especial
Privada. 20 de Noviembre s/n, Zona Centro Priv. de Margarita Maza 103, Col. Alemán
Irapuato Tel 6 40 21, 6 40 28 Oaxaca Tel. 6 0198

GUERRERO Centro de Rehabilitación Integral


Centro de Rehabilitación y Educación Especial Av. Bahía la Ventosa s/n, Col. La Soledad,
Av. Jardines del Sur s/n, Centro Escolar Vicente Guerrero
Salina Cruz Tel 4 13 98
Col. Jardines del Sur, Chilpancingo Tel 2 70 49
PUEBLA
JALISCO Centro de Rehabilitación y Educación Especial
Centro de Rehabilitación Integral Carretera de El Batán s/n, Col. Lomas de San Miguel,
Av. Prolongación Alcalde 1831, Col. Miraflores
Puebla Tel 16 00 21
Guadalajara Tel 823 59 76, 853 40 38
QUERÉTARO
Michoacán Centro de Rehabilitación y Educación Especial
Centro de Rehabilitación Integral Circuito Interior Cerro de las Campanas s/n
Amador Mazatlán 56, Col. 2o. Sector Fideicomiso
Querétaro Tel 16 35 38, 15 60 47
Lázaro Cárdenas Tel. 32 07 47
QUINTANA ROO
Centro de Rehabilitación y Educación Especial Centro de Rehabilitación y Educación Especial
Libramiento Sur Poniente s/n, Col. Ex Vivero La Equidad Av. Insurgentes 480, Col. 20 de Noviembre
Morelia Tel. 16 22 77, 26 57 58 Chetumal Tel. 2 04 08

Centro de Rehabilitación Integral SAN LUIS POTOSÍ


Mercado Mixto s/n, Col. Obrera Centro de Rehabilitación y Educación Especial
Carretera a Cd. de México Km 5500, Fraccionamiento
La Piedad Tel 6 83 20
Ricardo B. Anaya, San Luis Potosí Tel. 21 12 27
Centro de Rehabilitación Integral
Calzada Rayón s/n, Col. Puxtla entre Victoria y la Paz SINALOA
Centro de Rehabilitación y Educación Especial
Tlalpujahua Tel. 8 08 91 Blvr. Emiliano Zapata y Juan M. Banderas
Centro de Rehabilitación Integral Culiacán Tel. 13 23 23
Calle de Obrero y Jacaranda s/n, Fraccionamiento Las
Centro de Rehabilitación Integral
Fuentes, Zamora Tel. 12 17 86 Ejército Nacional y Guanajuato, Col. Fraccionamiento
Centro de Rehabilitación Integral El Chamizal, Los Mochis Tel. 13 00 09
Rafael Landívar s/n esq. Pablo Neruda Fraccionamiento
Centro de Rehabilitación Integral
FOVISSSTE Poetas, Zitácuaro Tel 3 64 32 Av. Insurgentes 80 y calle del Edén, Fraccionamiento
MORELOS El Paraíso, Mazatlán Tel. 84 39 76
Centro de Rehabilitación Integral
Av. Benito Juárez 1, Unidad Deportiva La Perseverancia SONORA
Centro de Rehabilitación y Educación Especial
Col. Cuauhtémoc, Jojutla Tel. 2 40 38 Av. Ley Federal del Trabajo y Calle 3, Col. Bugambilias,
Centro de Rehabilitación Integral Hermosillo Tel. 15 78 28
Plan de Ayala 2, Col. Lomas de la Selva
TABASCO
Cuernavaca Tel. 18 76 56 Centro de Rehabilitación y Educación Especial
Av. Profesor Ramón Mendoza s/n, Col. El Recreo, Zona
Centro de Rehabilitación Integral
Av. Constituyentes s/n, Col. Centro Asistencia, Villahermosa Tel. 57 08 53
Los libros de Mamá y Papá es una colección que invita a las ma
dres y a los padres a reflexionar respecto de las relaciones en las pa-
rejas y en las familias actuales, haciendo hincapié en el cuidado, la educación y
el amor que los hijos y las hijas necesitan para tener un buen crecimiento y desa-
rrollo afectivo, físico e intelectual. Sugiere medidas preventivas y alternativas de
solución a diferentes problemas que se pueden presentar en la vida cotidiana. La
colección está integrada por ocho libros que se complementan entre sí y cuyos
títulos son los siguientes:
El amor en la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Brinda información para apoyar la formación de niños y niñas durante las principales etapas de su
crecimiento y desarrollo físico, emocional y afectivo.

La sexualidad de nuestros hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .


Plantea la importancia de considerar la sexualidad de nuestros hijos como un proceso natural y de
disfrutar de una vida sexual plena y con responsabilidad. Su realización satisfactoria y amorosa con-
tribuye al bienestar de las personas, las parejas, las familias y de la sociedad.

Violencia en la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Rechaza la violencia como forma de vida y promueve un proceso de búsqueda de relaciones armóni-
cas en la familia, en las que prevalezcan la confianza, la comunicación, el afecto y la seguridad. Pro-
pone la cultura del respeto y el rechazo de la violencia.

Cuidado con las adicciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .


Propone a madres y padres permanecer alerta ante posibles cambios de comportamiento de sus hijas
e hijos y les ayuda a prevenir que los niños y jóvenes caigan en la adicción.

La nutrición de la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Promueve la reflexión respecto de los hábitos alimentarios de las personas y proporciona informa-
ción a madres y padres para revisar la dieta diaria de su familia y mejorarla de acuerdo con sus nece-
sidades y posibilidades.

La salud de nuestros hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .


Proporciona información a madres y padres sobre aspectos de prevención de accidentes y enferme-
dades en sus hijas e hijos, así como acerca de la vacunación y las prácticas higiénicas mínimas para
tener una vida sana.

Los medios masivos de comunicación y la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .


Contiene información para ayudar a madres y padres a intensificar la comunicación con sus hijas e
hijos a partir de la reflexión y el análisis conjunto de los mensajes que transmiten los medios masi-
vos, sobre todo a través de la televisión.

La escuela y la familia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ofrece sugerencias a madres y padres para lograr una mejor comunicación entre la escuela y el ho-
gar, de modo que los niños y las niñas aprovechen y disfruten más sus estudios.
La escuela y la familia ofrece algunas ideas para mejorar el desempeño de
sus hijos en la escuela, así como para propiciar que vayan con más gusto y que
saquen mayor provecho de ella. La comunicación entre la familia y la escuela
impulsa la educación de las niñas y los niños. La familia puede ofrecer am-
bientes seguros, afectuosos y estimulantes; la escuela debe educar para la
vida.

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