Apuntes sobre la Escritura

1.0. Una de las declaraciones del apóstol Pablo en la carta a los Gálatas es
que «cuando vino el cumplimiento del tiempo…» (4.4), es decir, el
momento que había sido señalado por el padre, su Hijo habría de
irrumpir en el escenario de la historia para traer redención a todos «los
que estaban bajo ley» (4.5). La afirmación paulina es sorprendente.
Había llegado el momento exacto.
2.0. Sin embargo, muchos se preguntan, ¿cómo era posible que el momento
o tiempo para que Jesucristo viniera a la tierra fuera un período
histórico tan atrasado? ¿Por qué no ahora, o en el tiempo de la reforma
o en medio de las grandes guerras? ¿Por qué en ese período tan
convulso?
3.0. Si hacemos un análisis mas detallado comprobaremos que el tiempo
que Dios escogió para el nacimiento de su Hijo era no solo el más
adecuado sino el perfecto. Al mirar por el lente de la historia vemos que
la cultura romana había sido capturada por la cultura griega. Aunque el
latín era la lengua de los romanos era el griego el idioma que se usaba
en casi todos los ordenes de la sociedad. La Roma de Cristo y de Pablo
era una Roma helenizada. De hecho, el griego posee una belleza, fuerza
y exactitud que le convierten en la lengua por medio de la cual, las
grandes verdades del evangelio podían ser diseminadas con presteza y
precisión.
4.0. Otro elemento era la gran cohesión que había logrado la llamada pax
romana. La extensión del imperio estaba resguardada por un poderoso
control de las legiones romanas que al mismo tiempo aseguraban la
libertad y el orden. Esto era necesario para la expansión del evangelio.
Los apóstoles, así como muchos creyentes pudieron llegar a lugares y
ciudades que de otra manera quizás se hubiera tardado decenas de años
en alcanzar.
5.0. Aunque no podemos comparar jamás el sistema de calles de nuestro
tiempo con las famosas vías romanas, en ese momento representaban
un logro enorme y una facilidad de traslado que no se había conocido
antes. Como dice el viejo adagio: «Todos los caminos conducen a
 Roma». Es cierto que los caminos muchas veces estaban llenos de
obstáculos y ladrones, pero ello no resta al hecho de que era posible
trasladarse a Roma desde cualquier punto del imperio ya fuera por tierra
o agua.
6.0. Por último, pero no menos importante, era la presencia de cientos de
sinagogas judías a lo largo de la extensión del imperio. Como
comprobamos por la Escritura, los apóstoles y otros creyentes eran de
nacionalidad judía. Lo que les facilitaba llegar a esas primeras
comunidades judías para luego extenderse hacia la población gentil.
Ese era, por ejemplo, el método de Pablo, quien primeramente se
llegaba a los judíos luego avanzaba hacia los gentiles
7.0. Otras cosas más se pueden decir sobre aquellos tiempos. La corrupción
moral imperante, la ausencia de valor de los niños, especialmente de la
niña, que eran abandonados en los caminos si el padre no le reconocía
como descendiente. La dependencia de la mujer de su marido para toda
decisión. El relajamiento de toda norma de moralidad sexual. La
precaria posición de los esclavos, así como una variedad de cultos y
dioses que no lograban llenar el vació de los millones que cada día se
levantaban en búsqueda de mejores condiciones de vida. El mensaje del
evangelio trajo vida, orden, compasión, sentido de hermanda y respeto.
Sí, ese era realmente «el día señalado por Dios» (TLA) para enviar a su
Hijo…