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Rolconsejos 
 

10 consejos para ser mejor jugador de rol. 

1. Haga algo 

La máxima pregunta de un master en todo juego de rol es sin duda ¿Qué hacen?. Bueno, 
su primer y más importante trabajo como jugadores es responder a esa pregunta. En mi 
experiencia personal con grupos, especialmente en convenciones, es que de esa pregunta 
1 de cada 4 jugadores la responde, los demás se quedan callados, lo que es una lástima, 
pues el juego se alimenta principalmente de la respuesta a esta pregunta. 

Los jugadores son las estrellas de la historia, los protagonistas, lo más importante del 
universo en ese momento, y no van a llegar a ningún lado quedándose sentados 
esperando a que la aventura y la emoción lleguen a ustedes, Mahoma debe ir a la 
montaña (las montañas no caminan). “¿Cuáles son mis objetivos y qué puedo hacer para 
lograrlos?” son preguntas que todo jugador debe hacerse. 

Investigue, haga preguntas, siga pistas, hable con personas. Si no está jugando un tipo de 
personaje que haga este tipo de cosas, busque alguna forma de tener un efecto sobre el 
mundo y hágalo. 

2. Su personaje no existe fuera de lo que USTED narre 

Puede escribir cuantas páginas de trasfondo quiera o tener el mejor personaje del 
mundo en su cabeza, pero no significan nada sino se traducen en acciones y palabras de 
su personaje en la mesa de juego. 

No es la responsabilidad de los otros jugadores, incluyendo el master, leer el trasfondo de 


su personaje, y los otros personajes no pueden leerle la mente (usualmente). Así que 
saque su trasfondo y características de su personaje a la luz, contándolas o mejor aún 
demostrándolas, aprovechando lo que sucede en el juego para dejarle saber a los demás 
cómo es su personaje, y por qué es tan genial. 

Haga conocer su personaje, sus talentos, sus defectos, sus características, manerismos, 
debilidades, contactos, etc. Aproveche cualquier oportunidad para demostrar lo qué es 
su personaje. Es una de las partes más divertidas de jugar rol. 

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3. No intente detener las acciones de otros 

La regla de oro en los clubes de improvisación es aceptar todo lo que los otros 
participantes hacen y desarrollar sobre ello, es prohibido decir “No” o negar las acciones 
de otros. Esto es buen consejo, no solo para el teatro improvisado, sino para las historias 
en general y ciertamente, para los juegos de rol. 

Si otro jugador quiere hacer algo y usted intenta detenerlo, eso va a crear una discusión 
que bien puede tomar horas y al final, en el juego no pasó absolutamente nada. Es 
tiempo perdido. Como mínimo, tenga la discusión dentro del personaje. 

Acepte las acciones y las palabras de otros personajes y siga la corriente. Siga la historia 
en vez de detenerla para tener una conversación fuera de juego. Si están teniendo una 
conversación civilizada con un NPC pero el bárbaro decide romperle la nariz de un 
golpe, pregúntese “¿qué hace mi personaje ante lo que acaba de ocurrir?” en vez de 
decirle al jugador que es una mala idea y tratar de convencerlo de que no juegue su 
personaje como él quiere jugarlo. 

No detenga el juego, no niegue las acciones de otros, sino construya sobre ellas. 

4. Siga la corriente 

Decir “mi personaje no haría eso” también es algo que detiene el juego. En lugar de 
descartar la aventura que el master ha preparado por las últimas 2 semanas con esas 5 
palabras, trate de pensar “por qué mi personaje haría eso”. ¿Por qué mi clérigo ayudaría 
a una iglesia enemiga? ¿Por qué mi ladrón devolvería los bienes robados? ¿Por qué mi 
paladin acepta esta misión? Invente una razón, un motivo subyacente, un objetivo, por el 
que el personaje se embarque en esa aventura. Las mejores historias son de personajes 
fuera de su zona de confort. 

¿Recuerdan aquella gran historia del jedi que le dijo a Obi-Wan, “mi personaje no haría 
eso” y se quedó en su pacífica aldea hasta que fue diezmada por los ejércitos imperiales? 
¿Verdad que no? Entonces, querido Luke, póngase esa mochilla y vaya a la aventura. 

Su personaje es parte de la historia, el juego de rol es un juego en equipo, para que la 
historia funcione, todos tienen que poner de su parte. 

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5. No le haga daño a los otros jugadores 

¿Pensando en hacer un personaje que le roba a los otros miembros del grupo, con un 
skill tan alto que nadie jamás se va a dar cuenta? Buena idea si quiere que todos los 
demás jugadores lo odien. 

Atacar a otro miembro del grupo es igual de detestable en la mayoría de casos. A menos 
de que la historia expresamente lo necesite, en general es una mala idea. Lo más 
probable es que ya tengan suficientes enemigos allá afuera a quienes atacar como para 
estar creando problemas dentro del grupo. Desde un punto de vista estratégico y 
narrativo, es una mala idea. 

Si quieren ver cuál personaje es mejor que otro en un duelo por pura diversión, es mejor 
discutirlo antes y no hacerlo en medio calabozo, minutos antes de enfrentarse al 
beholder. Si lo que tienen son problemas personales entre jugadores, arreglen eso fuera 
de juego o dejen de jugar juntos. 

6. Conocer las reglas está bien, ser un cretino al respecto no 

Nada en contra de los jugadores que conocen las reglas mejor que el master, son de gran 
ayuda. Pero por amor a Pelor, no discutan sobre una regla con el master por más de 20 
segundos, pues si lo hacen, están atrasando el juego y no hemos venido a discutir reglas, 
hemos venido a jugar. 

Si piensa que hay una regla que el master no conoce, o está aplicando mal, cumpla con 
informarle, es trabajo del master adjudicar el resto. Hay muchas cosas que suceden 
detrás de la pantalla de la que usted, como jugador, no está al tanto. 

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7. Ponga atención 

No se ponga a ver televisión o jugar Candy Crush en medio juego. Si no puede estar en el 
juego, no llegue a jugar. Esto daña el ambiente de los demás jugadores. Si está aburrido, 
en vez de hacer torres de dados para ver cuantos dados puede apilar en una sola torre y 
luego romper sus marcas, siga el paso número 1 en esta lista y haga algo. Si por alguna 
razón su personaje no puede actuar (por ejemplo, está muerto o no es su turno), 
pregúntele al master qué puede hacer por mientras, ponga atención a la historia y piense 
cómo afecta a su personaje, haga un mapa, un dibujo de su personaje, tome notas, o en el 
peor de los casos, aléjese de la mesa para hacer lo que tenga que hacer, así no distrae el 
juego. 

Si está en la mesa de rol, está jugando rol, no otra cosa. 

8. Sea un narrador 

El master no es el único narrador en un juego de rol, cada jugador lo es, debe serlo si esto 
va a ser un juego de rol. Diga lo suyo, deje que otros digan su parte, y cuando el master 
está describiendo algo, déjelo terminar. Todos son hilos de una misma historia. 

Narre lo que hace y dice su personaje, incluso puede asumir cosas sobre el mundo, el 
master está allí para decirle si algo que asumió no es verdad. El punto es intentarlo, 
participar en la historia tan activamente como pueda. 

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9. No sólo de tiradas exitosas viven las buenas historias 

Es feo que después de un gran discurso insultante y una gran preparación, su personaje 
salte con la espada en sus manos para que el dado lo traicione. Pero debe aprender que 
esto no es el fin del mundo y que la historia debe continuar. Usted quería narrar como le 
partía el cráneo en dos al pit fiend, pero no tome ese 1 en el dado como una negación de 
la historia y una excusa para el silencio. Aún puede dar una descripción. Tómelo como 
ironía y construya una historia basándose en esa ironía. Pregúntese ¿por qué su 
personaje falló? ¿qué lo hizo fallar?. “¡Debo tener una maldición, sabía que esa horrible 
bruja me había echado un mal de ojo!”, “Te daré una oportunidad más para que te 
rindas”, “¡Doy dos oportunidades, no tres!”. 

Cuando fallen, usen la creatividad. Un fallo es tanta oportunidad de narración como un 
éxito. 

10. Recuerde que es un juego 

Aunque parece mentira, la gente lo olvida, toma lo que el master u otro jugador dice 
como algo personal, olvida que están allí para divertirse y jugar, olvidan que es un juego. 

Recuerde que un juego de rol es un juego, respete a los demás jugadores, respete la 
historia y actúe en servicio de ella. Todos estamos aquí para jugar un juego juntos, crear 
una historia entre todos, tirar dados y divertirnos. Respete las narraciones de los demás 
jugadores, sepa que no siempre va a pasar lo que usted quiere que pase, y eso está bien, 
eso es lo que hace divertido a un juego de rol, su impredictibilidad. 

Actúe, sea postivo, pero sobre todo, ¡diviértase! 

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