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LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL PERÚ: LA BÚSQUEDA DE LA CALIDAD

Lic. Pedro Chinchay Pineda

Ante el objetivo de lograr un crecimiento sostenible en el Perú, visionándonos como un


país desarrollado e inclusivo, es necesario darle toda la atención a la educación; pero no
sólo una educación para todos, sino una educación de calidad para todos los peruanos,
calidad en todos los niveles de educación, básica y superior; particularmente una
educación superior de calidad permitirá un desarrollo social, cultural, político, económico
y humano a largo plazo, fomentando progreso de nuestro país.

El crecimiento económico es una condición necesaria, pero no suficiente para el


desarrollo de un país, lo que se quiere es el logro de objetivos socialmente deseables,
como extensión de oportunidades de salud y educación, que permitan a la población
lograr salir de la pobreza.

En el presente ensayo se argumenta la necesidad de una educación superior de calidad,


en base a artículos de análisis sobre La Educación Superior en el Perú. Los argumentos
se plantean en referencia a la educación superior y su papel en el siglo XXI, al marco legal
e institucional de la educación superior en el Perú, al acceso y calidad de la educación
superior en el Perú y a los retos que enfrenta en estos años para el aseguramiento de la
calidad de la educación superior.

LA EDUCACIÓN SUPERIOR Y SU PAPEL EN EL SIGLO XXI

En la búsqueda del crecimiento y la equidad, ningún país puede permitirse ignorar la


educación superior. (Ferreyra et al, 2017) refiere que mediante la educación superior, un
país forma mano de obra calificada y construye la capacidad para generar conocimiento
e innovación, lo que a su vez impulse la productividad y el crecimiento económico. Dado
que la adquisición de habilidades incrementa la productividad y el ingreso esperado de
las personas, un buen sistema educativo es la base para lograr una mayor equidad y
prosperidad compartida a nivel social.

El Banco Mundial en el año 1999, recomendó cuatro dimensiones estratégicas para


orientar una transición hacia una exitosa economía basada en el conocimiento: un
apropiado régimen económico e institucional, una fuerte base de capital humano,
una dinámica infraestructura de información y un eficiente sistema nacional de
innovación.

Actualmente, la educación superior se encuentra en un momento decisivo. La gran


expansión experimentada desde principios de los años 2000 ha dado lugar a un nuevo y
complejo panorama. Los hacedores de política, preocupados por el acceso y la movilidad
social, expandieron el sistema en un periodo de crecimiento económico, abundancia
fiscal y crecimiento de la clase media. (Ferreyra et al, 2017)

Este crecimiento muchas veces hasta desordenado en cuanto a accesibilidad a la


educación superior a dado padso a tener una preucupación mas relevante en tiempos
actuales: la calidad de la educación superior. (Ferreyra et al, 2017) refiere que la
preocupación por la calidad se cierne sobre las grandes ganancias en equidad
experimentadas por los sistemas de educación superior de la región. La rápida expansión
de dichos sistemas, las características de los “nuevos” estudiantes y, quizás, la laxitud da
la regulación de algunas Instituciones de Educación Superior, han hecho que muchos se
cuestionen la calidad de los programas y, por tanto, la equidad de un sistema en el que
no todos los estudiantes logran acceso a una opción de calidad.

La calidad de la educación tiene un fuerte impacto sobre el crecimiento económico de


los países; en el caso específico del Perú, se tiene la percepción de parte de la sociedad
empresarial de una deficiente calidad enseñanza en la rama de las ciencias, deficiencias
en fortalecer las instituciones de investigación, el país en los últimos años presenta poca
producción en investigación y más en el ámbito de las ciencias médicas; así como el
escaso compromiso del estado y la empresa privada en invertir e incentivar a la
comunidad científica en proyectos de investigación en varios ámbitos.

El Proyecto Educativo Nacional ha definido como estrategia trabajar por una Educación
Superior de calidad, siendo quizás el primer paso importante la nueva ley universitaria
30220 que fue aprobada en el Congreso de la República, con una pequeña diferencia de
votos, el 26 de junio del 2014, y promulgada el 8 de julio por el presidente Ollanta
Humala en la cual el Estado asume la rectoría de las políticas educativas en todos los
niveles educativos, así como la actividad reguladora del Estado. En la ley, se instala un
mecanismo de regulación de la calidad que debiera ofrecer a las familias y estudiantes
la garantía pública de que el servicio que se ofrece, sin importar sus características
particulares, tiene un mínimo común de calidad. (Cuenca, 2015). La ley formula la
regulación de la calidad a través de la creación de la Superintendencia Nacional de
Educación Universitaria (SUNEDU), la cual función fiscalizadora se vio amenazada en los
últimos meses respondidos a la voluntad política de algunos congresistas que exigían
informes de licenciamiento de algunas universidades de las cuales egresaron y aun no
cuentan con el licenciamiento movida por las presiones de una cúpula y los intereses
políticos.

MARCO LEGAL E INSTITUCIONAL DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL PERÚ

(Cuenca, 2015) En el Perú la educación tiene como finalidad el desarrollo integral de la


persona humana y preparar para la vida y el trabajo; este proceso se da en dos etapas:
educación básica y educación superior, está última orientada a la necesidad de desarrollo
sostenible del país. Actualmente, se tienen en el país diversos dispositivos que legislan
sobre aspectos parciales de la educación superior contribuyendo a la confusión,
segmentación y superposición de niveles y sistemas. Las principales leyes son: 29394 Ley
de Institutos y Escuelas de Educación Superior del 2009, 28740 Ley del SINEACE del 2006,
DL 882 de Inversión en la Educación Privada de 1996, y 23733. Ley Universitaria de 1983
(aprobada antes que la Constitución y la Ley General de Educación vigentes).

ACCESO Y CALIDAD DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL PERÚ

(Rodriguez & Montoro, 2013) Refiere que en relativamente poco tiempo la educación
básica en el Perú ha conseguido cubrir, en términos de asistencia, a la mayor parte de la
población en edad escolar. Más de 95 de cada 100 personas de las nuevas generaciones
culmina la primaria y cerca de 85 de cada 100 culminan la secundaria. Esto último ha
implicado una creciente presión sobre la educación pos-secundaria que se ha canalizado
a través de la educación superior que tiene dos variantes: no-universitaria y universitaria.

(Rodriguez & Montoro, 2013) Menciona que el número de postulantes a las


universidades en cualquier año supera el número de egresados de la secundaria del año
anterior. Como referencia tenemos que en el 2005 y el 2008 postularon entre 411 y 482
mil al conjunto de universidades públicas y privadas del país. De estos, entre 144 y 216
mil lograron ingresar, a los resultados en el mercado laboral, no se aborda
específicamente cómo sucede la inserción laboral de los graduados de la formación
universitaria. Son pocos los estudios que han privilegiado la mirada más específica de la
situación laboral de los egresados de las universidades.

(Rodriguez & Montoro, 2013) Refiere que los problemas de calidad en insumos (calidad
de docentes e infraestructura) se deben a que las instituciones no tienen incentivos ni
recursos suficientes para invertir en calidad. La mitad de los profesores a tiempo
completo han concluido un trabajo de investigación en los últimos dos años, y sólo 8%
de los docentes logró publicar los resultados en una revista indexada; en promedio, es
mayor la proporción de profesores con producción intelectual en las universidades
públicas respecto a las privadas, aunque no se concentra en trabajos de investigación
que hayan sido publicados en una revista indexada.

La masificación y desorden ocasionado a partir de la ley 882 de 1996 que permitió que
las universidades privadas funcionen como empresas con fines de lucro, régimen que no
existía anteriormente. Para varios analistas, debido a la laxitud de la normativa en materia
de educación superior y de los mecanismos de control, este decreto favorece un
crecimiento desordenado y heterogéneo de la oferta educativa, sin mayor control de la
calidad de la oferta privada, que no responde a las necesidades del país ni a los
requerimientos de capacidades que se demandan en el mercado laboral. El crecimiento
del sistema universitario ha sido desigual (en Lima, las universidades públicas cuentan
con mayor presupuesto e institucionalmente son más estables) y desordenado (con
universidades aumentando en detrimento de su calidad). La institucionalidad expresa
una tensión entre oferta de calidad y afán de lucro, que desvaloriza o subordina a la
diversidad etnocultural. (Rodriguez & Montoro, 2013) (Benavides et al, 2015)

RETOS PARA EL ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR

 Generar confianza en el proceso de acreditación.

 Proveer información para mejores decisiones por parte de los estudiantes.

 Ofrecer incentivos directos para la mejora continua. Los fondos de estímulo para la
inversión en calidad constituyen una oportunidad para aliviar las restricciones de
recursos monetarios y de gestión que obstaculiza la inversión en calidad por parte de
las instituciones.
 Mejorar la equidad sin comprometer la calidad. Es importante el impulso de
programas becarios, como atender a las políticas de selección de beneficiarios que
esté basado en su potencial académico.

 Propiciar un sistema integrado de educación superior. Se necesita una Ley Marco para
la Educación Superior que supere las segmentaciones entre estudios universitarios y
no universitarios.

 Institucionalizar la articulación con la sociedad. Atender a las necesidades reales de la


economía y la sociedad.

CONCLUSIONES

 Es necesario dar mayor atención al proceso de autoevaluación y acreditación de las


Instituciones de Educación Superior; mientras más instituciones se autoevalúen, va a
iniciar prontamente su mejora continua. Las capacitaciones que brinden los órganos
operadores, la transparencia en los procesos y la información de los avances en
acreditación, permitirán la credibilidad en el sistema, y el efecto multiplicador.
 En tanto la población aumente y se haga cada vez más urbana, la demanda por
educación superior continuará incrementándose, y en la medida que las instituciones
educativas respondan a ello aumentando su escala, la oferta también continuará
creciendo.
 La expansión de la demanda y oferta responden entre otros factores a las presiones
demográficas, al proceso de urbanización del país, a la rentabilidad de la educación
en el mercado laboral y a las expectativas de movilidad social.
 Se debe mejorar la estructura de la educación peruana, a fin de superar las diferencias
educativas y formativas entre estudios universitarios y no universitarios, todos los
jóvenes deben tener la oportunidad de llegar a tener estudios de postgrado.
 El número de postulantes a universidades públicas continuó aumentando, pero la
admisión se hizo cada vez más restrictiva. Ello contribuye a explicar en parte el fuerte
aumento de la demanda por educación universitaria privada y también el incremento
de la demanda por educación en los Institutos Superiores Tecnológicos, que, en
muchos casos, se percibe como una alternativa a los estudios universitarios.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Benavides, M., Leon, J., Haag, F., & Cueva, S. (2015). Expansión y diversificación de la educación
superior universitaria, y su relación con la desigualdad y la segregación. Lima: Grupo de Análisis
para el Desarrollo (GRADE).
Cuenca, R. (2015). La educación universitaria en el Perú: Democracia, expansión y
desigualdades. Lima: IEP Instituto de Estudios Peruanos.
Ferreyra , M. M., Avitabile , C., Botero Alvarez, J., Haimovich Paz, F., & Urzua, S. (2017). Momento
decisivo. La educación superior en América Latina y el Caribe. Washington: Banco Internacional
de Reconstrucción y Fomento/Banco Mundial.
Rodriguez, J., & Montoro, L. (2013). La Educación Superior en el Perú: Situación Actual y
Perspectivas. Lima: Departamento de Economía – Pontificia Universidad Católica del Perú.

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