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Titulo original: Corpus TuL:1 832 46 02 ~ Tel, /Pax:91 522 8095 Exmail: arcna@egtrabajosocial.es MAQUETACION y PORTADA: EDUARDO EsrRapa. ISBN; 84-95997.09-7 +: M-9818-2008 GRAFICAS PEDRAZA, ‘Tris, 91 542.38 17 / 01 559 01 20 Pza. Dé tos Mestensts, 1 - Bajo 28015 MaDeip thar dl programa de Partrfectn en «Garcia Lorca») Corpus EXTRANOS CUERPOS EXTRANOS ESCRIBASE EL CUERPO SIN FALO ¥ ACEFALD EscRiBasE AL CUERPO PSYCHE IST AUSGEDEHNT Eco ALTER EXxPosicion PexsasmeNTo \VIENE EL MUNDO DE LOS GUEKPOS AREALIDAD. éMisrent0? Justa CLaRmaD. Crna Corpus: OTRO PUNTO DE PARTIDA, EntRapas (CURRPO GLORIOSO. ENcARNACION CUERPO SIGNIFICANTE Conrus, anaromta invice: i a 20 25 31 33 35 36 39 4 a2 45 49 SI St assy & + Lo QUE, DE UNA ESCRITURA, NO HS PARA LEER, Tactse De Los aveRros 68 PESAJE 72 FIMO GASTO DE ALGUNOS GRAMOS 7S La niMunpicia : 7 “TRABAIO, CARITAL 84 Oma crra 85 N CUERPO ES LO IN-FINITO DE UN PENSAMIENTO 86 Coxeus: coxrex ” Cunnpo pe Gozo 99 Coxrus 91 Dat ALA 93 Una pequera parte de Cospus, en constinuyé en primer lugar une confer Technologies» de la International asso Literature of Cali iia at Irvine, en abril de 1990. Traducido por Glaudine Sartiliot, Avitall Ronell y Brian Holmes, ete texto apa- rec en inglés en las actas del coloquio. Bsté recogido ademds Jean-Luc Nancy, The bith to presence, Stanford University Press, 1992. Corpus jimos de una cultura en Ja cual csta frase ritual habré sido pronunciada incanseblemence por millo- ies de oficiantes de millones de cultos, En esta cultura, todos, sean 0 ianos, la (re)conocen. Entre Jos cristianos, unos le den valor Quizds, en el espacio de nuestcas frases, ela hasta la cbsesién y hasta hacer que i padue..y nuestro Allah iPallah.. nuestro ideal mismo iempo nuestra diferencia més propia: estamos obsesionados con mostrar un ésfe y convencer (nos) de que este éste, aqui, es lo que no se puede ni ver ni tocar, ni aqui ni en ninguna parte — y que éste no std af de cualquier manera, sino como su cuerpo. El cuerpo de x0 Dios, abscluto, como se quik ste UN cuerpo 0 que eso 6s in cuerpo (y por tento se puede pensar, que eso es of cuerpo, absclu- temente), he ahi nuestra obsesidn. El éste hecho presente de lo Jean-Lue Nancy ) Ausente por antonomssia: sin tregua lo habremos llamado, convoca- do, consegrado, inspeccionado, captado, querido, absolutamente : ego sum, el desmudo en pintura, el Consrato social, la Madame Bovary soy usta: he aqui no 7 ge asrgucala, No consta que le con noite ‘Alié, donde nosotros estamos, tal vez no sea nunca ‘o, sombras flotantes. Hay qu + hoe est Zquién podria estar mas quién es el cuerpo? Este que os indeterminado del «ésten y de los es tocada, la certidumbre sensible vira tempestad y todos los sentidos se trastornan, mbre confundida, hecha astillas. Nada més 0 extrafio: ¢s el cuerpo propia el que muestra, El cuerpo propio, 0 la Pro- Cons De ahf no se sale, estorbado por la vasta amalgama de imagenes que van de un Cristo embcbido en su pan écimo hasta un Cr pndose un Sagrado Corazén palpitante, sanguinolento, Este, é3te, te es siempre demasisdo, 0 no lo bastante, para ser eso, Y todos los pensamientos del ecuerpo propio», laborioscs esfiuer- 208 por reapropiarse lo que se tenia por deplorablemente «objetiva- do» 0 «reificedo». Todos estos pensamientos del cuerpo propio son otras tantas contorsiones que slo desembocan en la expulsién de eso que se deseaba, (La angustia, el deseo de ver, de tovar y comer el cuerpo de Dios, dé ser ese cuerpo y de no ser sino eo constituyen el principio de inyrazén de Or Por esto, el cuerpo, cuerpo, jamés t00 ahi ‘menos que nunca cuando ahtse lo nombray se lo convoca. El cuer- Po pare nosotros ¢s siempre sacrificado: hostia) Si hoc est enim corpus menom dice algo, es fuera de habla, no es dicho, esid excrito—a cuerpo descubierio, EXTRANOS CUERPOS EXTRANOS ZQuién més en el mundo conoce algo como «el cucrpo»? Es el pro- duicto més tardfo, el més lergamente decantedo, refinado, desmonta: do y vuelto a montar de nuestra vi ida, coma pretende su nombre, el cuerpo es el punta extrema del peso que se vuelca en esta caida. graveded, Las leyes de la gravitacién conciernen a los cuerpos en el N espacio, Pero ante todo el cuerpo pesa en sf mismo: en si mismo ha * descendido bajo In ley de esta gravedad propia que lo ha empujado hasta ese punto en que se confunde con su carga, Es decis, con su espesor de muro de prisién, o con su masa de tierra amontonads en 10 Jean-Luc Nancy Ja tumba, o bien con la pringosa rigider de ropa uside, y para acaba, con su peso especifico de agua y de hueso — pero siempre, ante todo, ‘cargo de su caida, venido del éter, caballo negro, bestia de carga ‘Arrojado de muy alto, por el Altisimo en persona, en la falsedad de los sentidos, en la malignidad del pecado. Cuerpo indefectible- mente desastrowo: eclipse y caida fifa de los cuerpos celestes. €No nos hhabremos inventado el cielo con el solo fin de hacer que los euerpos decaigan? Sobre todo no creamos haber acabado con ello(Hemos dejado de hablar de pecado, tencnios cuerpos a salvo, cuerpos de salud, de |) deporte, de placer. Pero quiéa no es capaz de ver que con ello el = esastre se agrava, pues el cuerpo est cada vez, més suri, abajo y su caida es cada ver més snte, cada vez més angustio- sa, «El cuerpo» es nuestra angustia puesta al desnudo. ) aqué civilizaciSn ha podido inventar es0? El cuerpo tan dest do, el cuerpo en fit. ‘Bxiraiios cuerpos extrafios, dotados de Ying y de Yang, de un Ter~ ‘de Campos de Cinabrio y del Océano de Soplos, cvezpos con is incelados, marcades, tallados a modo de microcosmos © de constelaciones: ignorantes del desastre. Bxtrafios cuerpas extra fi0s, eximidas del peso de su desnudez y abocados a concen:rarse en sus pieles seturadas de signos, hasta Ia retraccion de dos en un sentido insensible y blanco, cuerpos libera- remates puros de una lu propia eyaculada. inguna de sus palabras nos habla de nuestro cuerpo. ‘blancos, el cuerpo que ellos encuentran patio, ‘de propagarse, en lugar de recogerse, sin marca alguns, snecustacion — este cuerpo les es més ajeno que una otra, y lo que ella es, es sex mds extrafia que extrafios, Conpus, i Que «el cuerpo» nombre al Extra, absolutamente, tees el pen samiento que hemos llevado a buen fin. Lo digo sin itenis, no reba- joa Occidente. Temo més bien no estimar debidamente lo extremo de este pensamiento, su fuerza de extraccién, y el que haya que atra- “ veserlo, Sobre todo, no hacer como si no hubiese tenido lugar, como sicl cuerpo desnudo y pélido de Dios, del Extrafio, no estuviese para largo tiempo arrojado el través de la eseena, 2 (Que no se preguate, en todo caso, por qué el cuerpo suscita taato odio.) (Que no se pregunte por qué es una palabra afecteda, esirecha, mezquina, distante, delicada — pero también repugnante, grasienta, turbia, obscena, pornoscépica.) (Se nos ocurre que, 2 esta palabra, slo se le salva con bellos diby 5 de weomeura de tres o den dimensiones, com legantes axonome- ex0 enronces todo flota suspendido en el aire, vel cuerpo debe ra.) ESCRIBASE EL CUERPO Que se escriba, no del cuerpo, sino el cuerpo mismo. No la corpo- reidad, sino el cuerpo. No Jos signos, las imagenes, las cifras del cuer- po, sino solamente el cuerpo. Bso fue, y sin duda ya no lo es, un pro- jgrama de la modernidad. . ‘Por Jo demas no se trata sino de ser resue hay programa, sino necesidad, urgencia. El ivo, basta con neender la X in para que lo haya cada dia: hay una cuarte parte o un tereio del mundo donde may pocos cuerpos circulan (aunque sf cares, pieles, rostros, mésculos — los cuerpos estén / mis 0 menos escondidos: hospitales, cementerios, fabricas, camas = a veces), y en el resto del mundo, no hay més que eso, cuerpos cada vez més numerosos, el cuerpo siempre multiplicado (a mente moderno, ¥ NO menudo hambriento, derribado, asesinado, inguieto, y a veces riente, danzarin).) Tnclaso de esta manera, el cuerpo ocupa el limite, el extremo: nos viene de lo més lejos, el horizonte es su multitud que viene, car el extremo, {Como entonces tocar e! cuerpo, en lugar de significarlo o de hacerlo significar? Uno esta tentado de res- ponder con prisa que o bien es0 es imposible, que el cuerpo es lo i obien quese trata de cemedar o de amoldar el cuerpo i, sangrar..). Respuestas sin duda inevite- bles — sin embargo, s, convenidas, insuficientes: una y otra hablan en el fondo de significa el cuerpo, directa o indirectarente, como ausencia o como presencia}Escribir no es significar. Se hapre- _gntado: demo tocar el cuerpo? Puede que no sea posible responder ‘este «cmos, como si de una pregunta técnica se tratara, Pero lo que hay que decir es que €s0- —iocar el cuerpo, tocarlo, tocar en fin— ocu- re todo el tiempo en la eseritura ‘Puede que eso no ocurra exactamente en la escrituza, si ésta tiene en Ia punta, en el extremo de eso. rn, Ia escritura tiene su lugar sobre. nite, No le ocurre, pues, otra cosa a la escritura, si algo le ‘ccurre, que tocar, Mas precisamente: tocar el euerpo ( més bien, tal con Io incorperal de! «sentido. Y, en con: nmiveva tocando de cerca, o hacer del rentaré defenderme de estar haciendo el clogio de ra conmovedoray. Y aunque sé distinguir la ura que no toque. O bien, no én o como se quiera llamar. Escri- 10 de traficar con los limites y de evocar :na inscribitce sobre los cuerpos, cs cuerpos que vendrien a trenzarse con las letras. Corpus 13 Lacscritura toca los cuerpos sein ef limite absolute que separa el sen-" tido de Ia una, de la piel y de los nervios del otro. Nada reanita y es > eso lo que toce. (Detesto ia historia kafkiana de La colonia penitencia- ria, false, fic y grandilocuente de cabo a rabo.) J ‘Los «cuerpos escritos» —incisos, grabados, tatuados, cicatriza- dos— son cuerpos precioses, preservadas, reservados como los c6di- gos cuyos engramas gloriosos son: pero en fir. no ¢sel cuerpo moder- 1no, no eS ese CUETPO que nosotros hemos airojado, ahi, delante de ‘nosotros, y que viene a nosotros, desnudlo, solamente desnudo y de antemano exerito de toda escritura.) La ewripcién de m 1erpo, he ah por donde primeramente hay que pasar. Su inscripciSn-afuera, su puesta fuera de texto como al movimiento més propio de su texto: el texto mismo abandonado, deje- do sobre su limite, No es una «caida, eso ya no tiene ni alto ni bajo, el cuerpo no est las circuncisiones se ha roto, No hay més que una linea i tuazo de la misma escrituca excrita, que proseguird infinitamente quebrada, repartida a través de Ia multitud de fos euerpos, linea divi- soria de todos sus jugares: puntos de tangencia, toques, interseccio- nes, dislocaciones Tgnoramos qué wescrituces» 0 qué «excripcioness se preparan a venir de tales lugares. Qué diagramas, qué reticulas, qué injertos topolégicos, qué geografias de multitudes. ga cl momento en efecto de escribir y de pensar este cuerpo en! jamiento infinito que lo hace nuestro, que nos lo hace venir de todos nuestros pensamientos: el cuerpo expuesto de la esta necesidad que por el momento nos resulta completa- mente indescifrable: este cuerpo exige una escritura, un pentaniiento popular.) 2 Jean-Lac Nancy SIN FALO Y ACEFALO (Platén pretende que un discurso tenga el cuerpo bien formado de I, con cabeza, vientre y cola. Por ello nosotros, buenos cos, sabemos y no sabemos lo que es ua discurso sin sentido. Pero no sabemos: no sabemnos qué hacer con el esin-sentidos, no conseguir ‘mos ver més allé del extremo del sentido,, Siempre le hacemos sefias al sentido: mi 1t6n nos abandons, Dios nos asistal). “EI cuerpo» es donde se pierde pie. «Sin-sentido» no quiere decir aqu{ algo parecido al absurdo, ni tarapoco el sentido a la iaversa, 0 ‘contorsionado como se quiera (no es en Lewis Carroll donde se toca- Gn los cuerpos). Pero esto quiere decir: no hay sentido, o incluso, pero al que esté absolutamente excluido acercarse bajo ninguna figura de «sentido». Sentido que tiene sentido alli donde es, , perdemes pie (Pla- samente no hay aids, tammpoco «si mismon. El autismo sin autés del cuerpo, lo que To hace infinitamente menos que un «sujeto», pero finitamente otra cosa, arrojado, secto, no ksub-yecton, Dero tan duro, tan ible, an singular como un sujeto} Nicola, ni cabeza, pues, ya que nada have de soporte ni de subs- para esta materia, Digo «sin falo y acéfalon, no digo eanuro> inteligente, Sus inteligentey son aqui palabras impotentes € enzes. El cuerpo no es ni estiipido, ni impotente, Le convie- nen otras categorias de fuerza y de pensamiento. Qué serfan las fuerzas, los pensamientos, que se deberien antes nada a ese ser-arrojado-ah{ que es el cuerpo? ¢Ese ser-abandona- esparcido y encerrado en el Iimite del «ahi, del caqui-ahora» y «ésten? éCudles son las fuerzas, cules los pensamientos del hoc est Corpus 1g ? No hay ahi ni acciSn, ni pasién, ni concepto, ai int Qué fuerzas y qué pensamientos —qué fuerzas-pensamientos, qui- —expresorian Ia excraficza tan familiar de este ser-ahi, de este ser- 50? Se dird que para responder es preciso absndoner lo antes posible Ia péigina de escritura y el discurso, que los cuerpos jamés tendrén su. gar ahi. Pero de este modo uno se equivocaria, Lo que se lama io, sobre 12s hogueras: respondo que no es muy diferente de , esforzarse por destindar, en el presente y en el llena del disearso y del i fa abertura de los cuerpos. . (Los cuerpos no son deo «pleno», del espacio leno (el espacio esté por doquier leno): son el espacio abierto, es deci sentido propiamente espacioso mas que espacial, o lo que se puede como tampoco tiene partes, totalidad, funciones, o finalidad. Sin falo / y acéfalo en todos los sentidos, si se puede decir. Es, eso si, une piel diversamente plegada, re nada, exogastrulada, ori tada, confundida,ligada, desligeda. Bajo estos eared (aqui no hay «formas ¢ priori de: i as Y¥, may precisamente, da lugar a que le existencia tenga por esen- cia no tener esencia, Por eso es por lo que ia ontologta del cuergo es la 0 subyacente al fené- meno, Bl cuerpo es el ser de Ia existencia. éCémo mejor tomarse la ‘muerte en serio? Pero también: cOmo decir que la exisiencia no es «pare» L / un muerto, de ese muerto que soy mientras vivo. Muerto o vi 6 Jean-Luc Nency Ta muerte, sino que la amuerte» €s su cuerpo, Jo que es bien diferente, ‘No hay wa muerter como uns esencia a la que cstuviésemos aboce- “Gos: hay el cuerpo, el espaciamicnto mortal del cuerpo, que inscribe que la existencia no tiene esencia (ni siquiera ela muerte»), sino que solamente ex-iste’) “Todasu vida,el everpo.es también un cuerpo muerto, el cuerpo de rumba o la boca, la una en Ia o1ra.) muerto, ni vivo, soy Ia abertura, -rpo ontoldgico no esté pensado atin, La ontologia no esta pensada atin, en tanto que fundanentelmen- te es ontologia del cuerpo = del lugar de existencia o de la existoncia _ local. («Localy no hay que tomarlo aquf en el sentido de le heredad, de cia 0 del coto reservado. i in el sentido pictérico del color vibraci6n, la intensidad singular —ella misma cambiante, 0 de una piel como lugar de acontecimiento de existencia.) (Se puede afiadir esto: la pintura es el arte de los euerpos, porque dla sélo conoce la piel, es piel de una parte a otra. Y otro nombre, para el color locales la carnacién. La carnacicn es el gran desefio arro- jado por esos millones de cuerpos de la pintura: no la encarnacis donde el cuerpo esta henchido de Espiritu, sino le simple carnacién. ‘como el latido, color, frecuencia y matiz, de un lugas, de un aconte- cimiento de existencia. Asi Diderot decia envidiar al pintor capaz de acereat con colores Lo que dl, el escritor, no podta acercar: el placer” ide una mujer} (Pero puede ser que esta ontologfa no sea exactamente para pensar. da qué se lama pensar si pensar es pensar los cuerpos? €Qué rela .plo, de este pensamiento con la pintura? €¥ con el 1 gozo (y el suftimiento)?) Quizis el ceuerpa légico» s6lo sea para pensar allf donde el pensamiento toca la dura extratleza, la exterioridad no pensante y no pensable de este cverpo, Pero slo un tacto semejante, 0 un toque Universal. Pero lo sin-cola-ni-cabeza no entra en esti ni en este espesor compacto, Los cuerpos ugar, ni wel cuerpo». Tienen 1c — borde externo, fractura ¢ uo del sentido, en el continuo de 1a de los sitios de colocacién del sentido, de los momentos del organis- 5 de Ios elementos de la materia. Un cuerpo es el lugar que abre, que separa, que espacia falo y céfalo: déndoles lugar a hacer acontecimien- to (gozar, suftit, pensar, nacer, morir, hacer sexo, reft, estornudar, — tembtar, lloras, olvida:..), EscriBASE AL CUERPO ‘De esta mancra la ontologia se revela como esoriture. «Escrituran decir: no la mostracién, ni la demostraci6n, de una significa- cién, sino un gesto para tacar el sentido. Un tocar, un tacto que es como un 2a. Quien eseribe no toca a la manera de lacaptura, ~ del agarrar de la mano (del begreifen = capturar, apoderarse de, que no que toca al modo del de algo que se hurta, se Is Jean-Luc Navey viene a serle en un principio retirado, espaciado, apariado, fl és: que ailvenga el contacto extrafo, el extrafio signe siendo extrafo en el a es todo ido, enviado cuerpo, ¢s decir, alo que lo separa, alo que lo hace extrafio, 3s0 no es todo. Ya que(desde mi cuerpo estoy dirigido a mi cuerpo — 0 bien, desde los cuerpos, el «vor de escritura es enviado a los Cuerpo yo tengo mi cuerpo como extrafo para mi, A lejoss (e3 ol lugar de todo . Aqui, en el sepata e] calla lyjos, {a nosotros se dirige) de abi hacia alld lejos ides singulares, ni inmanentes, ni tras- no en Ja dimensién, en el gesto, irse, del espa- Como los euerpos de los emont miento, se separan, se dirigen el uno (a) el ott0,) («Bscritura» sigue siendo una palabra engefiosa. Lo que se de esia manera el cuerpo-de fuera se excribe, como yo intento escri- birlo, directamente fuera, 0 como ese fuera.) «Ontologfa del euerpon = excripcién del set. Existencia dirigi- da al afuera (aif no hay direccién, tampoco destinaciéa; y si embargo (pero cémo?) hay destinatario: yo, t, nosotros, los cuer~ |. Ex-istencia: los cuerpos son el exist, el acto mismo de ‘a los cuerpos (qué otra cosa hace el escritor?): eso ser Corps enviado al ser, 0 mejor ain, el ser envigndose (équé otra cosa piensa el pensamiento?), [Desde los cuerpos, nosotros tenemos los euerpos como nuestros 0s. Nada que ver con duatismos, monismos o fenomenclogias a, ni fendmeno, ni came, ni ser-excrito] (Si eseribo, creo efectos de sentido —coloco cabeza, falta e50, hace faita une medida in separacion, La exeri rm — y ciertamente no éxtasis de la came o del sentido, Hace falta, pues, escribir lesde ese cuerpo que nosotros no tenemos y que tampocd somos: ccrito. — Cuando escribo, esta mano ajena ya se ha deslizado en mi mano que escribe.) >co sin inconsecuencias, contrailicciones, desviaciones den- >. Hace falta meterse por entre este «sujeto» y 19 tre y_ este «asunton, al que la palabre cuerpo, por s{ sola, impone una dure- * 4 seca, nerviosa, que hace restallar las frases donde se la eraplee.) Quizés cuerpo es la palabra sin empleo por antonomsia. Quizés e3, dle todo lenguaje, la palabra de ic més», al mismo or un desencadenemiento de au or abismos de silencio. No: cuerpo excede el lenguaje en nada, cn «tres veces nada», una palabra como cualquier otra, completamente en su sitio (€ incluso, en muchos sitios pi les), formando tan sélo imo bulto, una excrecencig mintiscula pero nunca reabsorbida. Con esta exerecencia hay la siempre posible inminencia de una -mipo, no es nada, No se hace norar 20 Jean-Luc Nai de hueso, como un guijarro, un tono grave, una pedrada que cae del cielo. {Algo lama, pues, al fragmento, aqui més que en cuzlquier otra parte, De hecho, la fragmentacién de la escritura, desde que tiene lugar y ahi donde ticne lugar (ya sca siempre y por todas partes © 4 bien bajo la exigencia de un «géaero»), responde a una instancia ropetida de los cuerpos en —contra—Ia escritura. Una interseccién, una interrupcién, «sa fiactura do todo lengeaje donde el lenguaje toca el sentido, PSYCHE IST AUSGEDEHNT La palabra mas fascinante y quizds (Lo digo sin forzar) la ms deci- siva de Freud esta en esta nota pOstumna: «Piyche ist ausgedelnt: weiss nicus devon». «La psique es extensa: no sabe neda de ellon. Bs decir que la epsiques es cuerpo y que precisamente es esto lo que se le exca- pa, y por tanto (se puede pensar) que lo escapado o el escape la cons- yen en tanto que «psiquen y en la dimension de un no- (poder/querer)-saber-se. (EL cuerpo, o los cuerpos, eso mismo es Jo que se trata de tocar por el pensemiento: cuerpos de epsiques, ser-extenso y fuera-de-si de la presencia-en-el-mundo, Nacimiento: espaciamiento, salida de la puniualidad, extensi6a por redes ea ectopfas miltiples (no solamen- te el sen), frera/dentro, fort/da, geografia del elo, sin mapa ni terri- torio, zonas (el placer tiene lugar per Jugare:). No es un azar que la ‘pica haya cbsesionado a Freud: el «inconsciente» es el ser-extenso de Psique, lo que siguiendo a Lacan algunos Iaman swjeio, lo singu- lar de un color local o de una camaciént) (No es por ello menos sorprendente que cierto discurso del psico- /, anilisis parezca obstinarse, renegando de su objeto, en hacer el cuer- 7 po csignificanten,en lugar de desenmascarar la significacién como lo Cons ‘que en todas partes le hace sombra a los espaciamientos de los cuer- os. Este anslisis eectopiza» (0 utopizan) el cuerpo fvers-de-lugar: lo volatiliza y lo subordina a lo inoorporal del sentido, De este modo, al parecer; la histeria es instituida como cjemplar: un cuerpo saturado de significacién. Y por tanto més cuerpo...) Quisicra por el contrario ver en la histeria un completo parasitismo de lo incorporel del senti- lo por parte del cuerpo, hasta hacer enmudecer lo incorporal, para cexhibir en su lugar un pedazo, una zona de a-significancia, (Porqpte, ° finalmente, habria que saber si el histético se dedica, primero, 2 la traduecién, a la interpretacién, o bien al constratio, y en lo més pro- fundo, a un tenaz blogueo de la transmisiéa del sentido, Discurso encamado o cuerpo bloquesnte: équién no ve que sin cuerpo blo- ueance ya ni siquiera hay histeria?)) El cuerpo histérico es ejempler en cuanto que afirma, sobre un limite insostenible, una pura concentracién en si, un puro estar-con- sigo de su extensién, que reniega y que catatoniza su extensidn, su cspaciamicnto. Cuerpo que no puede sflojarse, abrirse. Suj to, subs tancia absoluta, absolutamente a-significante, Este limite expone la verded del cuerpo, bajo la forma de su implosién, (Pero quizés, en ‘lesquite, lo que se abre en luger de concentrarse, en el sufrimiento 0 en el goee, lo que da /ugar a traspasar el limite, y no a su endureci- iento, én0 pertenecerd eso acaso a la histria gozera, y al cuerpo mismo del sentido?) (No hay primero la significacién, la traduceisn, la interpretacién: hay este Iimite, este borde, este contorno, este extremo, este plano de exposicién, este color-sujeto local, que puede simultaneamente con- lraerse, concentrarse, tender a la inextensién de un punto, de un cen- tro-de-si y distenderse, extenderse, ser atravesado por pasajes, por Darticiones. Eso solamente puede cerrar 0 dejar espacio libre para cinterpretacioness:) ‘Sin duda, se me diré que la concentracién o la extensida, la en topia o Is ec-topia ya son interpretaciones. Y que, por consiguiente, no {eel cuerpo del sentido» como ~ genir del mundo, Exte hay cuetpo que no esié ya anucado a la red dela significacion, no hay «cuerpo libre», flotando fuera-del-sentido, Yo respondo que el misma sontido 0 a floias para tamainar 0 para comensa, eobre su limite: y este en una inverosimil trascendencia cerrada en le sa (eso viene a ser el extremo caricaturesco de lo «se los idcalismes y de todos los materielismos), no por kxuto para termi- nar como el cusp ino uso como BL CUERPO DEL SENTIDO, ido expone esta suspensién efundamentain del s itencia) — que asimnisino se puede Hamar la fractura que es el cl orden mismo del ssentidon, de las esignificacioness y “de las cinterpretaciones», Elcuergo expone la fractura de sentido que la existen cilla y abvolutamente. (Por ello na se le dird ai anterior, ni posterior, ni exterior, ni inte- rior al orden significante—sino al mite. Y para terminar, nose dir sentido pudieca todavie, sobre este limite, ser soporte o sujeto de lo que sea: pero si se dirt el cuerpo, absolutamente, como lo absoluio del sentido mismo propiantenteexpussto.) ponsitgye, Ser El cuerpo no ¢s ni «significanter ni «significados. Es tor/expuesto: ausgedehnat,extensién dela fractura que esl exis- i, del lugar de fiactuca por donde exo puede in mévil, espaciamientos, seperaciones gco- ogicas y cosmol5gicas, derivas, suturas y fracturas de los archi-con- tinentes del sentido, de les places tecténicas inmemoriales que se agi- Con 23 de nuestros pies, debajo de nuestra historia, HT cuerpo es la ica del sentido) (Asf se uenzan uno con otro dos «hoe est enim..»: el quese apro- pia hac como «cuerpo del sentido» opere la transubstanciacién e igua- Ine sentide a la totalidad acubada del mundos y el que se expone al enterramiento y al desplazamiento arqui-tecténicos del mismo hoc.) Eco No «mi cuetpor, sino: corpus ego. «Ego» sélo tiene sentido al ser” acertedamente que la verdad de este enunciado esti unida a la cir -, cunstancia, al wada vez» de su enunciacién: «cada vez. que yo lo pro- © que yo To concibe» (donde esta claro que la xconcepcién» 1», como lo precisa Descartes, es equivalente al profe- rimiento, por cuanto es un modo suyo: es la misma articulacién). “Hace falta una vez, una cantidad discreta que dé e espacio de de Ia articulacién o que le dé Zugar (que esta «vez», sin duda, tenga lugar sin cosas, eada vez, en cada espacio de tiempo del exist cada momento, nad: indica inva, es deci, su cuerpo). Asi, en le articulacidn del ego cartesia- boca o el espiritu es todo uno: es siempre el cuerpo. No el cuer | «egon, sino copus ego, «egor que sélo.es «egor en tanto que culado, articulindose como el espaciamiento, la flexién, o sea, la lexién de un lugar. La enunciscién de «ego» no solamente tiene et. Mejor atin, ¢s ugar. Solo es en cuanto localizada: ego = agui (por esto, distocacién: ego asimismo se ha posado ah, depositado allé-ejos, a distancia de articulacién). Todos los lugares son equipa- facra de uno mismo, afin de que haya «ano mismo»), pero solamente en tanto que lugares) No 1, cada ver absohuta, de ego. Hic et {, ahora, es decir segtin este espacio, este lai stancia que es el cuerpo existente la ex tencia absolutamente corporal. Yo soy, cada vez que soy, la flexién de tugar, el pliegue o el juego por donde eso (se) pro-fiere. Hos esta inflexién local, tal o cual cada vez, singulermente (éy cudntas veces en «una» vez? écudtas atticulaciones en «unan?), incluso este acento o este fond) 1 axioma material, o la erquictecténica absolut implica de esta manere que no hay «ego» en general, sino solamente Ja ves, Ia ocurrencia y la ocasién de un & , vibracién, modulacién, color, grito o canto. En todo caso, siempre vo, y no «vos del corpus ego significativay, no el orden significente, sino ese tinbre del lugar donde n cterpo se expone y s0 profiere. Solo le hace falta una extensién, que 0 e812 de dos labios en el extremo de un agenciamiento de 6rganos, sino la extensién misma, el cuerpo partes extra partes. De cabeza & cola, y aungue fuese sin cola ni cabeza, eso debe separarse para que ego sea pronunciado,) (y més atin de ego- ia) de ego: ego atdn- 0, atando lo desatado en su proferimiento, atendo e] ndo en torno suyo la ataduza de sf mismo, La egoidad ins- el espacio continuo, la indistincién de las eeces de existencia el horror de la muerte), el lazo del sent enlazado, ‘ego desentaza el sentido o ha su lazo, disereta 0s, cuando lo hace a través de si mismo: exacta fever lo de ménadas cerradas, a menos queesto no sea la ver- sidn en cuerpo de la verdad de la interseccién y dc la compenetracion Ge les ménaides en conjunto. igat a otro, de todos los lugares. Un cuerpo atraviesa_ de los cuerpos: voz, alimento, excremento, sexo, sonido, colo, dureza, olor, calor, peso, pinchazo, car recuerdo, sincope, mirada, aparecer, en fin todos los icados, todos los tones protiferando. El mundo de les exerpos es el mundo no-impenctrable, el mundo ue no est primeramente sometido a lo compacto del espacio (que, al, sOlo €s relleno, al menos virtual), donde, en cambio, los werpos artic en el espaci miento, te Jos cuerpos, entonces hay espacia- Ja pars, es al contratio: la separacién del extra. Un cuerpo jamas «penetra» Ia abertura de otro cuerpo excepto déndole muerte (de ahi ue haya todo un pobre léxico sexual que no os otta cosa que un Iéxi- co de asesinato y de muerte... Pero un cuerpo ven» un cuerpo, ego cen» ego, €50 no wabren nada i cucrpo es ya; infinitamente, més que originalmente; es te sobre eo donde tiene lugar esta rave: penetraciOn, esta refriega sin mezcle, El amor ¢s cl tacto de lo abierto, Pero «lo abierto» no es ni puede ser un «sustantivo», El eextra» no 6 otta «pars» entre las «partes», sino solamente la reparticién de las partes, Reparticién, partici6a, partida ALTER go constituye asimismo el obstéculo absoluto al cucrpo,ala veni- de un cuerpo. El punto de ego de un cuerpo que (se) enuncia, cs ue (e) extiende, constituye también, idénticamente, no con- iamente, y in embargo en conttaposicién, un punto de con- centraci6n extremo donde se que se extiende y que se enuncia hace | espacio. Cuando los cuerpos no estén ~ impenetrable, aqui, noes el espesor macizo det 2 ~ 26 Jean-Lve Nancy ZZ sombra también a la extensién, al cuerpo que es. Ego enunciado en hhera frence a ego enunciante, y precisamente porque ¥ porque de esta manera es go: identidad atrincherads, ~ identificado atrincheredo, idéntico a su atrincheramiento, Se a chera en un punto, el punto de su propia contraposicién: ahi donde corpus (se) enuncia vego», ego entra en contraposicién, se contrapone uns frente a sf-miono, ¥ corpus deviene le materia-obstécalo de esta dersen, y es demasiado pronto para el epropios,o bien ya esta cogido en esta contraposicién, y ya es demasiado tarde. Pero corpus no es nunca propiamente yo mismo. Siempre es sodjetos, cuerpo ob-jetado precisamente a la preten=_ de ser cuerpo-su © sujeto-en-cuerpo. Descartes es veridico también de esta manera: yo me objeto mi cuerpo, cosa extrafia, rara, exterioridad a mi enunciacién («egoo) de esta misma enun 0 bien Hegel: «cl espisitu es un hueso», dice él a propésito de la con- formacién -éneo humano, es decir, que e] hueso escapa al espi- rritu, se le resiste, se le contrapone con una objecién impenetrable. cle que yo es extendido, queda también entregado a los lo extendido que yo say, lo soy al haberme atrinchera- do, sustrafdo, suprimido y ob-jetado.) {Un cuerpo siempre es obrjeteclo desde ers an ey siompre otros — pre como cuerpo jumbre sin reservas. A Los otros, por el con- noceré siempre en tanto que cuerpos. Otro es wn cuerpo J) Tiene esa nariz, esc color de piel, esa Corps a ese peso. Despide ese olor. éPor qué ese cuerpo es tal y no otto? Por- que es on — y le alteridad consiste en fin del ser tal y taly tal deere cuerpo, expuesto hasta las extremidades. Hl corpus toca, Bve cuerpo, ese rasgo, esta zona de ese cuerpo me i» cuerpo). Eso me gusta 0 eso me disgusta, eso me con- © no, eso me intriga o no, eso me impresiona o es0 me deja rente, es0 me excita 0 me descompone. Pero eso siempre habré venido de mas lejas, de mas separado, en un corpus de rasgos que acaba por identificarse con ¢éb» — y que sin embargo permanece en. sf mismo inidentificable: porque esos atribuios son vodos extratlos Jos unos a los otros, este brazo con este mentén, estos pelos con esas caderas, y este vou, y este. poy’ dislocados a la vez Y asi hasta el punto en que se vuelve claro que «otro», ¢p no son siquiera las palabres justas, sino solamente «cuerpos: mundo en el cual yo naze otros», puesto que igualme pos. El mundo de fuera, El mundo de los afueras, El mundo manga por hombro, patas arriba, El mundo dele contraposicién, El mundo / Gel desencuentro. Un desencuentro inmenso, interminable: cada cuerpo, cada masa extr: omo muestra de un cuerpo es inmensa, es decir sin medida, infinita en recorres, en tocas, sopesar, mirer, en lejarse colocar, radiax, inyectar, en dejarse pesar, en sostener, en resis- {iz,en sostener como se sostiene un peso o una mireda, como le mira da de ua peso, + ePor qué hey eso, la vista, y no més bien algo que mezelaria el ver y el ofr? Pero de una mezcla semejante étiene solamente sentido 28 in qué sentido? ¢Por qué hay esta vista, que no ve los infra- , este ofco que no oye los ultrasonidos? ¢Por que hey, para cada ca dedos? éPor qué ese lunar? €Por qué es ‘a en el extremo de los labios? ¢Por qué ese surco, ah{? ¢Por , eS€ paso, ese comedimiento, esa desmesura? Por qué este mundo-aguf, aqut yacente, con su clorofila, su s rocas metamSrficas, sus protones, su doble hélice niimero de Avogadro, su deriva de los conti- rios, su capa de ozono, las rayas de su cebra, su. de Cleopatra, el nirmero de pétalos de ia mer- na la figura que hace André sobre esia foto del 16 de 10, esta brizna de hierba y esta vaca que la pace y el tono del jo de quien lee esta palabra, aqui y ahora. €Y por qué no tam- bign los sentidos que 10 se nombran, sentidos que uno no siente, 0 no como (siente) los sentidos, un sentido de Ia durcién, del tiempo que pasa? €B incluso un sentido del espaciamiento de los sentidos? ¢Y un sentido de Ja extension pura? ¢O de la exsistencia? Exposicion' ‘Los cuerpos siempre en la partida, en la inminencia de un movi- miento, de una cafde, de una separaciéa, de una dislocacién. (Una Corpus partida es 680, incluso la més simple: ese instante donde tal cuerpo ya no estd ahi, agui mismo donde estaba. Ese instante en que deja sitio ala simple dilatacion del espacia que se va se lleva su espaciamiento, se leva como espaciami de alguna manera se pone a buen recaudo y se atrinchera en él — pero al mismo tiempo, deja ese mismo espaciamiento edetrés de siv —comosse tlice— es decis, en su sitio, yeste sitio sigue siendo el suyo, absolutemente intacto y absolutamente abandonado, a la ver. Hoc ext tarten corpus da, es extremo de su atrincheramiento (0 si se quiere de su distincién o de su singulatidad, y ciertamente de su subjetividad). Bl cuerpo e sf. que justo agut idad del cuerpo expone Ia eseided pura ‘como la separaci6n y la partida que ella es. La aseidad —el ‘mismo, el por si mismo del Sujeto— s6lo existe como Ia separacisan, fa ins- propia de su presencia, de su autenticidad, de su sentido, Ef a Jo que se expone. fla eexposicién» no significa que la intimidad es arrancada de su vedlucto y sacadz al exterior, puesta a la vista, El cuerpo seria enton- ces una exposicién del «si mai de una interpretacién, de une puesta en escena, La vexposicién sig- ica al contrario que la expresi6n es ella misma intimidad y atrin- cheramionto Bl a Jo que es: es vert para abrir lo infinito del partide de si asi & ', Por tanto: pero no es la puesta ante la vista de lo que nero estuvo cculto, encerrado. Aqui, la exposicidn es el ser 80 atrincheramiento de si que es necesario incheramiente hasta si. El cuerpo es esta to, tiene por esencia la autoposicién, aqui la autoposiciéa es el 29- to que €l mismo es, El cuerpo ~ adentros ni se traduce ni se encarna ahi, es shi” = 30 Jean-Lue Nancy me, en tanto que tal, por esencia y por estructura, Ia exposi- _ Auto = ex = cuerpo. El cuerpo es el ser-expuesto del ser] De ahi que la exposicién esté lejos de tener lugar solamente como ‘extensidn de una superficie, Esia misma evtensién expone otras = _por ejemplo, esa modaliad del partes ectia parts que es el singular desensamblaje de los vcinco sentidos». Un cuerpo slo es cuerpo sen- jente en esta separacién, esta reparticién de los sentidos que, no siendo ni el fenémeno ni el residuo de tna cauto-estesio» profunda, onstituye por el contrario toda Ia propiedad del cuerpo estéico, esa simple tantologia. ‘Una sobre la otra en la otra, directamente sobre la otra se exponen asf todas las estéticas cuya reunién discreta, miltiple, eopiosa, es el cuerpo, Sus miembros —falos y céfalos—, sus partes —células, mem- branas, tefidos, excrecencias, parisitos—, sus tegumentos, sudores, ‘dos esos colores locales (no habré fin una fraternidad genérica delos afirmada, confirmads, le di razas y de nuestros rasgos, negros, amarillo 108, bezudos, romos, velludas, grasientos, achinados, oncos, cencefios, prognados, aguilefios, arrugados, de un cuerpo a otro, de un lugar @ todas paties el caprichoso desensamblaje de lo que consti- n de wn citeepo, Por todas partes una descomposi- 100 cierra sobre un s{ mismo puro y no expuesto (amuer- 0 deja sitio a ningtin con contratio la efraction diseminada, renovada sin iente ensatiblaje/desacoplamiento de célules por De esta fractura, de este partida de los cuerpos en todos los cuer: Corpus 31 ‘Pos, todos los cuerpos forman part, y la libertad material —la mate- ibertad— no es la de un gesto, todavia menos la de una voluntaria, como wmpoco la de dos tonalidades de mica o de les, o de la extensidn indefinida de un is tal que los mismos individuos no dejan de cada vez més diferentes de si mismos, cade vez por tento mas semejantes y ms sustituibles entre si, jams sin embargo icindose en substancias, sin que la substancia, antes de ser deje de estar expuesta aqut: en el dectararlo: toda Ia efilosofia de la naturslezay est por” la cnaturaleza debe ser pensada como la exposicion de los / PENSAMIENTO En dl pensamicnto del cuerpo, el cuerpo fuerza al pensamiento a ir el espaciamiento de la existencia. Sin embargo, tiene un nombre, se lama calegria» y «dolor» 0 «pena». Este nombre no significa, duda, otra cosa que el Ifmite de toda significacion — y el borde arranque del cspaciamiento. No significa nad, expone la ** combinatoria de estos cuatro términos: cuerpo-pensamiento-alegria- pena. Todas sus figuras tocan la misma distancia que sepata y distri- buye alos cuatro:) 32 Jea 1-Lue Nancy (Hay ademés un nombre de la combinatoria, 0 de la distribucién: ‘s K8exo». No es el nombre de algo cualquiera que seria expuesto: es el iC nombre de tocar la exposiciéa misma} © Sexo» toca lo intocable. Es el nombre estrella del cuerpo, el nom- bre que solo nombra espacianido primeramente los cuerpos segtin los brillos de esta estesia suplementaria: lor sexos, Estos mismos sexos no se los pucde enumerar ni nombrar, Aqui «los» no es otra cosa que el indice de una separ sexo no ¢ uno de una parte a otra, es un contacto discreto, aleatorio, sobrevenido tanto de lungs como de otras zonss de «min cuerpo — mi cuerpo volvigndose otro al tocarse ahi, al ser tocado ahi, volvigndose por tanto el mismo, ‘més absolute, mds atrincherado que munca, més identificado en tanto que ser-lugar del tocar (de la extensi6n), De sin felo a (aeétalo, un cuerpo escaparate, igual, plural, por zonas, sombreado, tocado. nombres, sun- que nos valgamos de ellos, nos dejan demasiado entre fantasmas y funciones, precisamente ahi donde no se trata ni de unos ni de otros. distinto/ donde tocan su separacién, (Se siguen algunas consecucncizs: la ley del om ensidad mixima de goc Ja cual no hay sexo (a menos que se excluyan operaciones de laboratorio) sin un minime de amos, aunque sea in! negado de buen grado}, ni mor sin soxo, aunque sea imper- en fin, el sexo como k pperativo de tocar, de besas, de la especie, ni siquiera Ia widido» dan razén. no apunta a ningin objeto, ni grande, ni fio, ni si mismo, ni niffo, sino solamente fa alegria/la pena de 33 mejor atin: un quedarse-en-si Iver a sf mismo, Gozar es en el corazin de la di tole sin sistole: ese coraz6n es el cuerpo.) Bocanse ti (y no «uno mismo») —o atin més, idénticamente, tovar- 4 pial (y no «uno mismos): tal es el pensamiento que el cuerpo fuer- za siempre més lejos, siempre demasiado lejos. En verdad, el pensa-—/ nismo, 0 Hegar a ser-si ialéctica VIENE EL MUNDO DE LOS CUERFOS Ha habido cosmos, el mundo de puestos distribuidos, Ingares dados por los dioses y a las dioses. Ha habido res extensa, cartograti natural de los espacios infinitos y de su amo, el i ingeniero conquis! dor, lugarte corpus, cl mando como poblamiento pi cuerpo Lo que viene no se parece en. nada a lo que pretende el discursoY ddebil de la apatiencia y del espectéculo (un mundo de aparien: imulacros, de fantasmas, sin carne y sin presencia). Ese discurso ‘otra cosa que el stiano de la transubstancia-/ Discurso acabado: los cuerpos han comenzado a desentenderse de él. Lo que viene es una version completamente diferente, ‘una articula- do que nos muestran las imaigenes. Nucstras miles de imégenes nos muestran miles de cue:pos — como nunca los cuerpos fueron mos ttados, Muchedumbres, amontonemientos, reftiegas, bultos, colum. © 34 Jean-Lue Nai nas, aglomeraciones, pululaciones, ejércitos, pandillas, graderios, pro 3» Colisiones, masactes, depSsitos de cadveres, comunio- ‘nes, dispersiones, un Ileno hasta el tope, un desbordamiento de cuer- ala vez en masas comy smpre congregados (en suburbios, lugares de cia, de olvido) y siempre abandonedos a une confusién al Tos mismos lugares, a la agitacién, que los estructura, de un sante partida generalizada. He aqui el mundo de la partida mun. 0 de sit de 90 tropel de cuezpos) mundo —el nuestro ya—es el mundo de los cuerpos porque » porque es ladensidad misma del espacianiieno, ola densidad, ¥ la tensidad, del lugar. Esta densidad lo distingue de un universo de presentacién (tomos, estructuras, placas, espacios piblicos privados teniendo luger solamente como (La presentacién y la desgarradura parecen ser las formas reconoci- 2 das, y por lo demés combinades, del agenciamiento humano general en tanto que gencralidad, gencricidad). Esas fo lcan y atraviesan el mundo denso de los cuerpos. En un sentido, nece, Sin embargo, es lo que sigue siendo inapropiable ura, fuera de la vista, fuera de tortura. Ei es este mundo denso y grave, este mundo man- re ni a otro, ni a més allé del mundo, que ya no es 1 otta coxa, y que tampoco es mundo de las apa- esperanzas, Pero ¢s mundo en fin, es decir lugar pro- jento de nuestros cuerpos, de :, de las reparticiones de sus Corpus 35 de ser, absolutamente, el tener lugar de la existencia). Y quizas era necestrio esperar este extremo del Occidente, esta tensidn y esta imas —plenetaria, galactica, césmica: nuestro espacia~ ha ganado, atcavesado el cosimos— pata llegar ara que el no-lugas, oe! sub-lugar, de la caverna plat apropiarse el carécter lal, y apropisrlo absolutamente).) «al firm, chaste agquir, cera necesario esperacy, ¢ implico asi puntual 0 de los cuerpos no Hegariaa anita; en tanto que borde, tra- igue siendo verdad que algo sc ie siendo verdad que la caverna de Platén esya la tinica y exclusiva wlocalidad» —o «dis-locacisn»— del mundo que presenta el Occidente naciente. Nosotros no podemos dejar de pensar, dejar de experimenter, que estamos destinados al lugar. smpoco podemos ignorar que la historia que viene, jempo, es decir el tiempo como cuerpo... AREALIDAD (cAreslidady es una palabra envejecida, que significa Ja naturaleza 0 la propiedad de drea. Por accidente, la palabra se presta también para sugetir una falta de realidad, o bien una realided tenue, ligera, suspensa: la de la separacién que localiza un cuerpo, o [Poca realidad de «fondo», en efecto, de la substancia, dela materia o

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