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Literatura / ensefianza* Usted cscribis que no te gustaba la entrevista tegise trada y Gespudi tranterita: “Ia entrevista es unr tleuto ‘en rebapa”, tanto por el desgiore de “ penon miento” “forma” que implica, coma por la repeti Fin metetaria que autorisa, porgue el entresistala debe hablar después|sobre lo que ha “etcrito” Elegimos entonces ta forma de um cuestionatio, eiperanda que sus respucstas cantribuiria a Henat ‘et intervafa entre ef lugar desde donde plarsteamos las preguntas (la prictica predagdgiea), y el suyo (a definis?). Al hacer exo, deseamor solicitar 14 “Himagi- aria” sobre un tema todavia poco érabajado jime: Sinado, incluso si se encuentra recubierto por diss ‘cursor mlltipler: la ensefarsa de Ja literatura 1] Se puede ensenar ta “iterarwra"? Si definimos provisoriamente la funeién dacente camo la tran formaciin de un saber constituido, podemos pre suntarnas 1 asi exe saber exisee constituido, BD si existe, de qué tipo es; Csi, ol existir, presenta alguna utitidad para Tos atummos, y cual? 2] El placer del texto. gCudl puede ser el placer del testa en una relicion en La que intervienen el docente y su saber (P), et educando y su saber (2) frente a un texto como objeto de wn wabajo? 8] La welacién dacente. Placer)/saber}lcer: teniendo Pratigues, nim, 5, febrero de 1975. Opiniones recogidas por André Patijesa * “eat re ea aioe ecaamaa as en cuenta este triple juego, jcimo encara la re- lacién docente, coneretamente, 6 ta escuela de Hoy? 4] Le cserivurafta dectura, Usted escribié que hoy ‘habia “un divorcio entre el lector y el escriptor aQue quiere decir con eso? gCémo articular, et tuna prictica pedagégica el aprendizaje de ta lec- tua y el de la escritura? 5] Usted haBls de “la edificacién (colectiva) de una teoria liberadora det significante” (S/2). (Podri explicitar ese. proyecto? 6] Literattira|eseuelajsociedad. Usted escribié que Jiabia que “‘convertir en excritor at lector” y que “para eso hace falta una transformacién s0- cial’ (Tel Quel, nim. 47). «Qué papel especifico Puede tener ta escucta, ‘mds precitemente ta clase de frances, en ef proceso dé transformacién. social? Antes de responder a sus preguntas, quisiera plantear dos cues tiones previas, que de hecho son campos’ de reflexién y que eben interssarle Ciertamente, esas cosas previas pueden aparécer como pre- wuciones oratorias, pero tendran Ia ventaja de sefialar even- twalss bloquees, por Io tanto, tal vee constituyan elementos im- portantes de nuestra colaboracién, Primera que nada, algunos comentarios personales: es un hecho que estoy muy tejos de la practice escolar, Fui un joven. profesor de letras durante Ia guerra, en un liceo donde ense- faba francés y latin, El alejamiento’ en el tiempo (1939-1920) hhace que tenga pocos recuerdos: € incluso si los tuviera, las condiciones de ensefianza y el ambiente institucional han cim- Biado ciertamente mucho. Luego, desarrollé una cscritura teérica © mais bien, paratco- fica, porque esta eicritura no se sitia cOn rélacién a In teoria como podria hacerlo una reflexién filoséfiea. Simuleineamen- fe, desarrollé una actividad de “escrito”, personaje que hay que definir, no como un individuo sagrado, sino como alguien ‘que experimenta algun goce en escribir y_ seguir ese placer. sas dos razones hacen que haya un hiato, un hueco, entre 4a practica del profesor secumdario que cada uno de ustedes ©, ¥ ls prictica del intelectual esctitor que yo soy. ou crromavuns / assessor No hay que tratar de exconiler ee histo por medio de pro- posiciones vactas que, viniendo de lo tebric, se dirigiim 2 fo pricico y que seguirian siendo totalmente retdrias No sexla una buena manera de contestar. All contrario, bay que Ssumir est hiato, porque es importanie darse cuenta de que por una parte, Jo teética cs, de alguna manera, inhabitable fea nesta sociedad actual (no se puede estar edmodo en lo {eorico), mientras que podia ser Habitable para un filésofo del siglo xk -y no Bay que bortar ese carieter inbabitable— y por otra paite, como corolario, en lo que concieme al esritor, hay que ssumir el hecho de que su prictiea es una prictica ‘para nada". El Geritor es, en gran parte por lo menos, inlun ional, y eo lo empnja a deanollar una utopia del gusto puro, ‘del gusto “para nada". El ccrtor sblo se sostiene en ln sociedad actual como un perverso que vive sti prictica como tina utopia, dene tendencia a proyectar su perversion, su “para naa e& utopia socal. or lo tanto, no podria abordar los problemas concrete, operatorios de su olicio; estaria entonces en lo inditecto, core uiteles, y nuestro encuenuo seria el de dos inhabitabies. 1m efecto, to que no hay que ceder tan ripide al mito segin el cual la teoria viene a sicar de apuros at la préctica, que a su vez enderera la teoria. Esta dialéetica, verdadera en to poli lico, no puede sér tan simple én el espacio del lenguaje Ustedes me preguntarin, sin duda, cual puede ser mi fun cin, ses que tengo una. Diré que e% alirmar incansablemente que el lenguaje no es solamente una comunicacion, que no « tina comunicacén recta Mi segundo elemento previo, ¢s el siguiente: la mayoria de las vecer nos preocupamds por los contenidos en Ia eivetiansa de la lengua y la literatura. Pero Ia tarea no s€ ceatra soli. mente en los Contenidor; entra también en la relacion, 1a cohabizciin entre cuerpos; cobabitacin dirigida, y en gran parte lalsada, por el epacio institucional, El verdadero. pro- blema es saber como se puede poner en el contenido, en la tomporalidad de una clase Hamada de letras, valores 0 deséos que no extin previstos por 12 instituddn y hasta som rechara tlos por ella, De hecho zeomo poner afecto y detieadeza en el sentido en que Sade lo dice? Hoy, esto ex defade a la. forma de ser del profesor en su dase y no es anumide por la ine titucién Cuando se habla det mundo de los alumnos, siempre se ne el acento sobre el cardeter represivo de la escuela. Pero | cuestionamiento led y simple d# lo reptesivo sigue siendo ‘superficial. Me parece que frente a una clase, mi gran angustis seria saber qué se desea. No se tratarla de querer liberar los deseos, ni siquiera de conocerlos (por ot parte seria una tarea inmensa), sino cle plantear la pregunta: “#ES que hay deseo? Hos, en Franca, cuando miro alrededor mio, tengo Ta im: presion de que el’ verdadero problema no es tanto el de la represidn, sino el de la carencia de las pulsiones de goce: lo que fen psicoanalisis se lama, la afanisis, la carencia de deseo. De hecho seria ldgico, porque existe una alignacién més. profunda que Ia constriceidn: la castracidn. Francia es un mundo en el que existe un Tenguaje del cuestionamiento, pero no es seguro que detris haya pulsiones de goce. Es la alfenacién mis profunda que existe: en mnitalogéa, por debajo del eselavo esti sLeunuco, et castrado. Goncluiré esta segunda parte con la experiencia que tengo de un espacio toralmente anémico, el de mi seminario, al que la gente viene con deseo, Las tesis de tercer ciclo, para rnueve de cada diex estudiantes, son coartadas de fantasmas, En aLtondo, se trata de un deseo de escritura. Porque he escri- Ja gente viene. Por supuesto que la motivacién semioldgica ‘0 mctocioldgica no debe déscuidarse, pero esti sobredeterminada Primera fregunta: (se pwede enserar la Uiteranera? ‘A esta pregunta que recibo de frente contestaré también de frente dicendo slo hay que ensefiar cso. Se puede llamar ‘literatura’, a un corpus de textos sacral: tados, aunque también clasificados por un metalenguaje (lt “historia de la literatura”), ¢s decir, un corpus dé textos pass os que se extiendle del siglo xvi al xx (con esta restriecion yy este ervor: la “literatura” slo es la “buena literatura”, los ‘44705 textos som considerades indlignos © peligrosos, Sade, Lau reamont. ..) Hasta el siglo xx, esta literatura es uma matesis: un eampo fompleta del saber. Pone en escena, a través de textos muy Jiversos, todos Los saberes del mundo’en un momento dado. Fs dente que no es un saber cientifico, aunque este artieulado n Tos cidigos cientificas de diferentes épocas: Seria muy in Jeresante hacer surgir el saber invéstido, por ejemplo én Balzac 28 eorenaruna J rseSunen A este respecto se le puede reprachar al estructuralismo, sobre todo porque tenia los medios, ¢! no haberse interesado suli- cientemente en los cédigos del saber. La “literatura” es certs mente, un oidigo narrative, metaférico, aunque tambitn es <1 Iugar en el que s¢ encuentra comprometide un inmenso saber politico, Es por es0 que afirmo paradojalmente que slo hay que ensefiar la literatura, porque se le pueden aproximar todas los saberes. Hay que responder también a un prejuicio muy peligroso, ideolégico, que consiste en creer que Ia literatura mientc, que el saber estaria repartido entre las disciplinas que dicen la verdad y otras qué mienten, que entonces son consideradas como disciplinas dé la ficcién, dé la divérsién y de Ja vanidad. La “titcratura” ne dice la verdad, pero la verdad no esti sole mente alli donde nose miente (hay otros Iugares para la ver- dad, aunque més no sea el inconsciente): 1o contrario de mentir no es forzasamente, decir la verdad. Hay que desplazar 1a pre- gunta: lo importante 0 cs l abordar, difundir un saber sobre fa literatura (en las “historias de la literatura”), sino manifes- tar la literatura como una mediadora de saber. Es mas util ver como se inviste el saber en Ia Obra, que aprender que Racine ha sido precedido por una teoria de lo natural, dé lo vverosimil En la actualidad, las cosas cambian, La “literatura’’ el texto, ya no pueden coincidir con esta funcién de reatesis, y esto por tres razomes: 1] El mundo cs planetario hoy. Es un mundo profuse, Io que se sabe del mundo, s¢ lo sabe inmediatamente, pero estamos bombardeades por informaciones parceladas, dirigidas. Como el conocimiento del mundo ya no esta filtrado, ese mundo tendria muchas dificultades en meterse en una mateste literaria 2] El mutide és demasiado sorprindenté, s4 poder de soxprésa ss tan excesivo que escapa a los cédigos del saber popular. Asi, Brecht hacia notar muy justamente que ninguna literatura podia asumir lo que habia pasado en los campos nazis de Auschwit y Biichenwald, EI éxceso, la sorpresa hacén imposi ble la exprésiém literaria, La literatura como madesis cra la dausura de un saber homogénco. 3] Es trivial decir que el saber tiene una relacién con la ciencia, pero hoy la ciencia es plural: no existe una ciencia, sino ciencias y él vigjo suefio del siglo x1x sé derrumbé. En efecto, las fromteras entre ciencias som diffciles de mantener, ITEMATOMA / enna ‘ aT JAdemés, cxisten todavia ciencias piloto pero todo liderarso cs Precario. El liderazgo de la linguistics, que dura desde hace Yeinte afios mas o menos, esta por ser templazado por el lide rago de la biologia y asi El hecho de que Ja literatura no pueda ya str una matesis es Ubible en Is ausencia de novela realista, cn tamo que las com iciones politicas de la sociedad no cambiaron fundamental. mente, En cl siglo 20x, las novelas realistas dan cuenta de la division de las clases: en al xx esta division exisic todavia y, ln embargo, incluso las novelas realistas socialistas, por lo me os

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