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Energía del Viento o Eólica

La energía obtenida del viento es la energía eólica. Es uno de los recursos energéticos más antiguos
explotados por el ser humano y es, a día de hoy, la energía más madura y eficiente de todas las
renovables.

La energía eólica consiste en convertir la energía que produce el movimiento de las palas de un
aerogenerador, grandes molinos de entre 40 y 50 metros de altitud y con hélices de hasta 23 metros
de diámetro, impulsadas por el viento en energía eléctrica.

El viento proviene del Sol. Como bien sabemos, la radiación solar no incide por igual en toda la
superficie de la Tierra. El Sol calienta más en unas zonas que en otras y en aquellas más calientes, el
aire, que es más ligero, tiende a ascender y se generan zonas de bajas presiones. En cambio, en las
zonas más frías el aire pesa más, y desciende creando áreas de altas presiones. Esta diferencia de
presiones es la que hace que el aire se mueva y se origine el viento.

Como bien sabemos, toda masa o cuerpo en movimiento posee energía cinética y en el caso de la
generación de energía eólica, la energía cinética se frena a través del aerogenerador cediendo parte
de la misma. El proceso de extracción se realiza gracias al rotor, que transforma la energía cinética
en energía mecánica y al generador, que transforma dicha energía mecánica en eléctrica.

La energía eólica es la energía que se obtiene del viento o, dicho de otro modo, es el aprovechamiento
de la energía cinética de las masas de aire que puede convertirse en energía mecánica y a partir de
ella en electricidad u otras formas útiles de energía para las actividades humanas.

En la actualidad, la energía eólica se utiliza principalmente para producir electricidad, lo que se


consigue mediante aerogeneradores conectados a las grandes redes de distribución de energía
eléctrica, entre otras. Los parques eólicos construidos en tierra suponen una fuente de energía cada
vez más barata y competitiva, e incluso más barata en muchas regiones que otras fuentes de energía
convencionales. Además se puede proporcionar electricidad en regiones aisladas que no tienen
acceso a la red eléctrica mediante instalaciones eólicas de reducido tamaño, o también con energía
solar fotovoltaica. Las compañías eléctricas distribuidoras adquieren cada vez en mayor medida el
excedente de electricidad producido por pequeñas instalaciones eólicas domésticas. El auge de la
energía eólica ha provocado también la planificación y construcción de parques eólicos marinos, a
menudo conocidos como parques eólicos offshore por su nombre en inglés, situados cerca de las
costas. La energía del viento es más estable y fuerte en el mar que en tierra, y los parques eólicos
marinos tienen un impacto visual menor, aunque los costos de construcción y mantenimiento son
considerablemente mayores.

Historia de la energía eólica

La energía eólica no es algo nuevo, es una de las energías más antiguas junto a la energía térmica. El
viento como fuerza motriz se ha utilizado desde la antigüedad. Así, ha movido a barcos mediante el
uso de velas o ha hecho funcionar la maquinaria de los molinos al mover sus aspas. Sin embargo,
tras una época en la que se fue abandonando, a partir de los años ochenta del siglo xx este tipo de
energía limpia experimentó un renacimiento.

La energía eólica crece de forma imparable ya en el siglo xxi, en algunos países más que en otros,
pero sin duda alguna en España existe un gran crecimiento, siendo uno de los primeros países, por
debajo de Alemania a nivel europeo o de Estados Unidos a escala mundial. El auge del aumento de
parques eólicos se debe a las condiciones favorables de viento, sobre todo en Andalucía que ocupa
un puesto principal, entre los que se puede destacar el golfo de Cádiz, ya que el recurso de viento es
excepcional.
Cómo se produce y genera

La energía del viento está relacionada con el movimiento de las masas de aire que se desplazan desde
zonas de alta presión atmosférica hacia zonas adyacentes de menor presión, con velocidades
proporcionales al gradiente de presión.

Los vientos se generan a causa del calentamiento no uniforme de la superficie terrestre debido a la
radiación solar; entre el 1 y el 2 % de la energía proveniente del Sol se convierte en viento. Durante
el día, los continentes transfieren una mayor cantidad de energía solar al aire que las masas de agua,
haciendo que este se caliente y se expanda, por lo que se vuelve menos denso y se eleva. El aire más
frío y pesado que proviene de los mares, océanos y grandes lagos se pone en movimiento para ocupar
el lugar dejado por el aire caliente.

Para poder aprovechar la energía eólica es importante conocer las variaciones diurnas, nocturnas y
estacionales de los vientos, la variación de la velocidad del viento con la altura sobre el suelo, la
entidad de las ráfagas en espacios de tiempo breves, y los valores máximos ocurridos en series
históricas de datos con una duración mínima de 20 años.

La energía del viento se aprovecha mediante el uso de máquinas eólicas o aeromotores capaces de
transformar la energía eólica en energía mecánica de rotación utilizable, ya sea para accionar
directamente las máquinas operatrices o para la producción de energía eléctrica. En este último
caso, el más ampliamente utilizado en la actualidad, el sistema de conversión que comprende un
generador eléctrico con sus sistemas de control y de conexión a la red, es conocido como
aerogenerador. En éstos la energía eólica mueve una hélice y mediante un sistema mecánico se hace
girar el rotor de un generador, normalmente un alternador, que produce energía eléctrica. Para que
su instalación resulte rentable, suelen agruparse en concentraciones denominadas parques eólicos.
Una turbina eólica es una máquina que transforma la energía del viento en energía mecánica mediante
unas aspas oblicuas unidas a un eje común. El eje giratorio puede conectarse a varios tipos de
maquinaria, sea para moler grano (molinos), bombear agua o generar electricidad. Cuando se usa
para producir electricidad se le denomina generador de turbina de viento. Las máquinas movidas por
el viento tienen un origen remoto, siendo las más antiguas las que funcionaban como molinos.

La industria de la energía eólica en tiempos modernos comenzó en 1979 con la producción en serie
de turbinas de viento por los fabricantes Kuriant, Vestas, Nordtank, y Bonus. Aquellas turbinas eran
pequeñas para los estándares actuales, con capacidades de 20 a 30 kW cada una. Desde entonces,
la talla de las turbinas ha crecido enormemente, y la producción se ha expandido a muchos sitios.

Actualmente, la contribución de la energía eólica a la generación de electricidad es todavía poco


significativa. Pero es evidente que esta fuente energética tiene un amplio potencial de crecimiento:
en los últimos años, la energía eólica ha experimentado un desarrollo tecnológico considerable y ha
incrementado su competitividad en términos económicos en relación con otras fuentes de energía.

En la Unión Europea, el sector de la energía eólica ha crecido de manera importante en los últimos
años. Actualmente, la industria eólica europea encabeza el mercado a escala mundial, tanto por lo
que hace referencia a su nivel tecnológico, como al volumen de producción, que representa el 50%
del mercado internacional, o la existencia de programas específicos de búsqueda, desarrollo y
difusión, tanto estatales como comunitarios.

Además, la regularización de los procedimientos administrativos para la autorización de


instalaciones en varias Comunidades Autónomas españolas con grandes recursos eólicos, la madurez
tecnológica que permite una fabricación muy veloz y un amplio consenso entre los actores del sector,
han conformado un entorno que ha colocado a España en una posición muy privilegiada dentro del
mundo eólico. En España se está promoviendo con mucha fuerza el uso de la energía eólica.
Algunos países empiezan a confiar en la energía eólica para la producción de hasta el 10% de su
electricidad. En Dinamarca, el 10% de la electricidad viene del viento y el gobierno danés quiere
conseguir que en el 2030, el 50% de su capacidad energética la origine el viento. En España, en
Navarra, más del 20% de la electricidad se obtiene gracias al viento mientras que en la región de
Schleswig-Holstein (Alemania), el 15% de la electricidad emana del viento.

Producción de energía eólica por países

Existe una gran cantidad de aerogeneradores operando, con una capacidad total de 369 597 MW a
finales de 2014, de los que Europa cuenta con el 36,3 %.31 China y Estados Unidos representan juntos
casi el 50 % de la capacidad eólica global, mientras que los primeros cinco países (China, EE. UU.,
Alemania, España e India) representaron el 71,7 % de la capacidad eólica mundial en 2014.

Alemania, España, Estados Unidos, India y Dinamarca han realizado las mayores inversiones en
generación de energía eólica. Dinamarca es, en términos relativos, la más destacada en cuanto a
fabricación y utilización de turbinas eólicas, con el compromiso realizado en los años 1970 de llegar
a obtener la mitad de la producción de energía del país mediante el viento. En 2014 generó el 39,1 %
de su electricidad mediante aerogeneradores, mayor porcentaje que cualquier otro país, y el año
anterior la energía eólica se consolidó como la fuente de energía más barata del país.

La siguiente tabla muestra la capacidad total de energía eólica instalada al final de cada año (en
megavatios) en todo el mundo, detallado por países. Datos publicados por el Global Wind Energy
Council (GWEC).

La energía eólica se ha convertido en una fuente de generación de electricidad clave para el cambio
del modelo energético, más limpio y sostenible. La mejora de la tecnología permite que algunos
campos eólicos produzcan energía eléctrica tan barata como lo hace el carbón o las centrales
atómicas.
Ministerio de Educación

Centro Educativo de Progreso

Materia:

Física

Proyecto de Del Viento

Elaborado por:

Nayelis Ortiz

Genesis Gómez

Nayrobis Lizondro

Nivel:

VB

Año Lectivo

2019

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