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Facultad de Ciencias Sociales

Departamento de Trabajo Social


Magíster Interdisciplinario en Intervención Social

EVALUACION DE HABILIDADES PARENTALES DE


ADULTOS QUE SOLICITAN EL CUIDADO PERSONAL DE
UN NIÑO, NIÑA O ADOLESCENTE, EN LOS PROGRAMAS
DE DIAGNOSTICO AMBULATORIO (DAM) DE LA
CORPORACION OPCION

Por:
Daniela Castro Flores

Profesora Guía: Dra. Lorena Valencia

Santiago, Chile
2014
TABLA DE CONTENIDO

INDICE DE ILUSTRACIONES Y CUADROS………………………………..…IV

RESUMEN ...................................................................................................... V

INTRODUCCION ............................................................................................ 6

CAPITULO I .................................................................................................... 7
Planteamiento del Problema de Investigación
1.1 Formulación del Problema de Investigación Social ................................ 8
1.2 Objetivos de Estudio ............................................................................ 11
1.3 Supuestos de Investigación……………. .............................................. 13

CAPITULO II ................................................................................................. 14
Marco Teórico-Conceptual
2.1 Concepto de Habilidades ..................................................................... 14
2.2. Procesos de evaluación de Habilidades Parentales ........................... 15
2.2.1 Evaluación de habilidades parentales en contexto de vulneración
de derechos ........................................................................................... 28
2.2.2 Elementos transversales para la evaluación de habilidades
parentales……………………………………………………………………..42
2.3 Legislación chilena sobre el Cuidado Personal de los niños, niñas y
adolescentes…………………………………………...…………………..………44
2.3.1 El Interés Superior del Niño como eje orientador………………….48
2.4. Relevancia de la Pericia Social para la evaluación de habilidades
parentales en el área judicial……………………………………………………. 49

CAPITULO III……….……………………………………………………………...55
Marco Metodológico
3.1 Estrategia de Investigación .................................................................. 55

ii
3.2 Tipo de Estudio y Tipología del Estudio de Caso ................................. 56
3.3 Estrategia de levantamiento de datos .................................................. 57
3.4 Muestra ................................................................................................ 58
3.5 Técnica de análisis de datos ................................................................ 60
3.6 Operacionalización de variables cualitativas........................................ 62
3.7 Testeo de Instrumento ......................................................................... 63

CAPITULO IV……………………………………………………………………...66
4.1 Análisis de contenido ........................................................................... 66
4.1.2 Análisis descriptivo ...................................................................... 67
4.1.3 Análisis interpretativo ................................................................. 116

CAPITULO V……………………………………………………………………..137
Conclusiones
5.1 En relación a los objetivos de la Investigación………………………..137
5.2 Limitaciones de la Investigación………………………………………..144
5.3 Sugerencias y/o recomendaciones…………………………………..…145
5.4 Aportes de la Investigación a la Intervención Social………………….147

BIBLIOGRAFIA..………………………………………………………………...152

ANEXOS..………………………………………………………………....……...159
Anexo 1: Consentimiento Informado………………………………………..…159
Anexo 2: Pauta de Entrevista en Profundidad…………………………….…161

iii
INDICE DE ILUSTRACIONES Y CUADROS

TABLA 1: ENFOQUE DEL BUEN TRATO A LA INFANCIA 20

TABLA 2: COMPETENCIAS PARENTALES 22

TABLA 3: CAPACIDADES PARENTALES 23

TABLA 4: FUNCIONES PARENTALES 24

TABLA 5: INTERVENCION DE SENAME 33

TABLA 6: MUESTRA 59

TABLA 7: OPERACIONALIZACION DE VARIABLES 62

TABLA 8: PROCESOS DE EVALUACION 118

TABLA 9: AMBITOS DE EVALUACIÓN 123

TABLA 10: TECNICAS UTILIZADAS PARA EVALUAR 126

TABLA 11: ELEMENTOS PRINCIPALES DE LA EVALUACION 142

iv
RESUMEN

La presente investigación tiene como objetivo conocer cuáles son los


criterios metodológicos que utilizan los/las profesionales que trabajan en los
Programas de Diagnóstico – DAM – de la Corporación OPCION, para
evaluar habilidades parentales, tomando como referencia las Causas por
Cuidado Personal solicitadas por la madre o padre de un niño, niña o
adolescente.

El supuesto de investigación se sustenta en que no existe una


sistematización respecto a cómo se realizan los procesos de evaluación de
habilidades parentales, y que además posiblemente no existan criterios
comunes respecto a las evaluaciones que se hacen a los adultos
responsables de los niños/as.

El diseño metodológico que se ha escogido corresponde al cualitativo, a


través del cual se pretende conocer y describir el fenómeno de investigación
mediante el discurso de los/las profesionales que trabajan en los Programas
DAM, y que han efectuado evaluaciones de habilidades parentales.

La muestra escogida para el estudio de caso fue de carácter


intencionado, correspondiente a nueve profesionales que habían efectuado
evaluaciones de este tipo en Causas por Cuidado Personal, a quienes se les
realizaron entrevistas en profundidad.

De los resultados obtenidos, se concluye en términos generales que no


existe uniformidad en los criterios metodológicos que se utilizan para evaluar
habilidades parentales en Causas por Cuidado Personal, y que los puntos a
considerar para sugerir si el adulto cuenta o no con las habilidades
parentales para ejercer el cuidado de un niño/a o adolescente depende del
criterio de cada profesional.

v
INTRODUCCION

El presente documento tiene como objetivo exponer la investigación


que se ha realizado en una muestra representativa de los Programas DAM
de la Corporación OPCION.

El fenómeno social de estudio corresponde a la evaluación de


habilidades parentales de adultos que solicitan el Cuidado Personal de un
niño, niña o adolescente en los Programas de Diagnóstico Ambulatorio DAM
de la Corporación OPCION.

Una de las razones que motivaron la elección del tema tiene relación
con el desconocimiento que existía respecto a cómo se evaluaban las
habilidades parentales en los Programas DAM.

De este modo se utilizó como técnica la entrevista en profundidad, que


permitió conocer y describir los procesos y metodologías que las
profesionales adoptaban para evaluar habilidades parentales, existiendo
como elemento de contexto un marco teórico donde se presentan los
conceptos claves respecto a la investigación, siendo éstos: habilidades
parentales, procesos de evaluación de habilidades parentales, legislación
chilena sobre el Cuidado Personal de niños/as y adolescentes, y la
relevancia de la pericia social para los procesos de evaluación.

La estrategia utilizada fue la metodología cualitativa, a partir de una


mirada epistemológica de tipo hermenéutica la cual permite significar las
interpretaciones que las profesionales daban respecto al fenómeno social
investigado.

Finalmente se presentan las conclusiones, y los aportes para nuevos


ejes de investigación en el área.

6
CAPITULO I
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACION

Como antesala a conocer el problema de investigación, surge la


necesidad de contextualizar la institución en la cual se ha desarrollado la
presente investigación.

Conforme con ello, es posible referir que la Corporación OPCION se


trata de una Corporación privada sin fines de lucro, la cual fue fundada en el
año 1990 con la finalidad de proteger y defender los derechos de los niños/as
y adolescentes, y asimismo tiene la finalidad de diseñar propuestas para
mejorar la calidad y eficacia de las políticas públicas (OPCION, 2014).

A nivel nacional, la Corporación OPCION atiende a más de diecisiete


mil niños/as, en los más de cien Programas con los que cuenta a nivel
nacional, en distintas líneas de trabajo que se orientan a procesos de
reparación, restitución y reintegración social de los derechos de los niños/as.

Asimismo la institución busca aportar desde la sociedad civil al


desarrollo de conocimiento, análisis y propuestas que tengan incidencia en la
respuesta pública que logre garantizar los derechos de los niños/as.

Y por último contribuir a la sensibilización de la sociedad chilena,


mediante instancias de participación y diálogo.

La Corporación OPCION en la actualidad cuenta con diecisiete


Programas de la Línea Diagnóstico, centrándose la presente investigación en
este ámbito. A continuación se presenta el siguiente Capítulo, el cual está
integrado por la formulación del problema de investigación social, el objetivo
general y objetivos específicos de la investigación y los supuestos.

7
1.1 Formulación del Problema de Investigación Social.

La presente investigación se genera en el marco de la protección de la


infancia, de la cual es posible señalar que a partir de la aprobación de la
Convención Internacional de los Derechos de los Niños (CIDN, 1990), se ha
desarrollado un reconocimiento a los derechos de niños, niñas y
adolescentes emanados en la protección inicial de los derechos humanos
(Cillero, 1999a). Desde esta perspectiva surge el concepto de Interés
Superior del Niño, entendido como la plena satisfacción de los derechos de
los niños (OPCION, 2008). De este modo se considera al niño como “sujeto
de derechos” ante lo cual adquiere una representación social y jurídica que
supera el término “menor”, asociado a una incapacidad histórica en que se le
consideraba como objeto de protección. Por lo anterior la nueva mirada de la
infancia se contextualiza a partir de un enfoque de derechos lo cual implica la
obligación de cumplir con la CIDN, en cuanto a “respetar, proteger y hacer
efectivos todos los derechos consagrados en la Convención” (CEPAL,
2012.p.23).

A contar del año 2005, tras la promulgación de la Ley 19.968 que crea
los Tribunales de Familia se establece en el Art. N°16 que se considerará el
Interés Superior del Niño y su derecho a ser oído (establecido también como
Art. N°12 en la CIDN), en todas las resoluciones que los jueces de familia
adoptaren, constituyéndose como una de las competencias de los Juzgados
de Familia “las causas relativas al derecho del cuidado personal de los niños,
niñas o adolescentes”, (Art. N°8, 2004, Ley que crea los Tribunales de
Familia).

De este modo, surge como necesidad realizar una evaluación a los


padres y madres, para indagar respecto a las habilidades parentales de
éstos, a fin de que puedan ejercer el cuidado de un niño/a o adolescente.

8
Las habilidades parentales en Causas por Cuidado Personal se evalúan
en los Programas de Diagnóstico Ambulatorio DAM a través de una Pericia
Social, que complementa la pericia psicológica que se realiza al niño/a o
adolescente, que solicitan los Tribunales de Familia los cuales se establecen
como prueba pericial. Cabe señalar que es posible realizar informes de
habilidades parentales en otras materias judiciales, tales como medidas de
protección y violencia intrafamiliar, sin embargo para efectos de este estudio
sólo se considerará la evaluación de habilidades parentales en causas
judiciales por Cuidado Personal, solicitado por los padres del niño/a o
adolescente a la instancia judicial.

En la línea de acción diagnóstica de SENAME, se da cuenta que los


criterios metodológicos para realizar las evaluaciones en los Programas DAM
deben considerar “los recursos y el daño presente en el niño/a o adolescente
asociado a la posible exposición a situaciones que constituyen una
vulneración de derechos, su contexto familiar, social y cultural (SENAME,
2010. p.12), sin embargo no se da una descripción específica de la
metodología para evaluar habilidades parentales.

En el año 2011, SENAME realiza una sistematización de encuestas


sobre evaluación de competencias parentales, en la cual se menciona la
existencia de algunos instrumentos metodológicos para evaluar habilidades
parentales, entre ellos la Guía de Competencias y Resiliencia Parental
(Barudy y Dantagnan), NCFAS, Cuestionario de ASPECT. En esta línea el
Servicio Nacional de Menores da cuenta de la necesidad de incorporar
instrumentos estandarizados que logren mayor objetividad, “y que permitan
recoger e interpretar las múltiples informaciones intentando evitar al máximo
el sesgo profesional y los errores en las sugerencias y posteriores decisiones
de la entidad judicial” (SENAME, 2011. p.12). Para ello, el Servicio al menos
propone la aplicación de tres de ellos: NCFAS, PSI (Cuestionario de Stress
parental que evalúa características de los niños y sus padres) y PMF

9
(inventario potencia del maltrato físico infantil), los cuales se encontrarían
validados en Chile.
En la revisión de algunos de estos instrumentos, tal como la Guía de
Competencias de Barudy, se considera que no lograría incorporar elementos
propios de nuestra realidad, sumado a su extensión, lo cual implica que el
evaluador deba tomar un tiempo extenso para aplicar las fichas de
evaluación y luego tabularlas. Sumado a ello la falta de validez científica,
generaría que la prueba judicial no tendría un valor probatorio (SENAME,
2011). Otros instrumentos proponen metodologías específicas, siendo
relevante flexibilizar en torno a las evaluaciones, contextos familiares y de los
niños (as), acorde a cada realidad que se indaga.

Desde el área de reinserción social de Gendarmería se recoge otra


experiencia, como lo es el Programa Abriendo Caminos que generó una guía
para evaluar la capacidad del padre o cuidador de apegarse al niño/a de uno
a dos años y medio. Para ello se refiere como primer paso el observar la
relación directa del niño/a con el adulto. También elaboraron un instrumento
para evaluar la capacidad empática, correspondiendo a una guía de
preguntas “que pretende evaluar la capacidad de control del cuidador en lo
que se refiere a sus emociones, pulsiones e impulsos en presencia del niño”
(MIDEPLAN, p.97). Entre las preguntas que constituyen el instrumento se
encuentran: cuando el adulto está molesto con el niño/a actúa de una forma
automática sin reflexionar, el adulto puede considerar la posibilidad que
alguien le ayude antes de actuar, entre otras.

En este contexto, se pretende a través del estudio de caso mejorar la


intervención de los Trabajadores Sociales en el área diagnóstica, a través del
análisis del fenómeno social y del levantamiento de propuestas que
contribuyan al quehacer profesional.

10
De este modo surge el problema de investigación el cual corresponde a
la ausencia de conocimiento sobre cómo se realiza la evaluación de
habilidades parentales a los adultos en los Programas DAM de la
Corporación OPCION, en el marco de la solicitud del Cuidado Personal de un
niño, niña o adolescente.

En este contexto, el presente estudio de caso se orienta en responder


en primer lugar a: ¿Cómo se desarrolla el proceso metodológico en la
evaluación de habilidades parentales a adultos que solicitan el Cuidado
Personal de un niño/a o adolescente desde su dimensión diagnóstica, en
términos de sus fortalezas y debilidades?

Y en segundo lugar busca dar respuesta a: ¿Qué propuestas se pueden


desarrollar para mejorar la intervención que realizan los Trabajadores
Sociales de los Programas DAM?.

1.2 Objetivos de estudio.

Objetivo General:
Conocer los criterios metodológicos que utilizan los Trabajadores Sociales de
los Programas DAM de la Corporación OPCION para evaluar habilidades
parentales de adultos que solicitan el Cuidado Personal de un niño/a o
adolescente, determinando fortalezas y debilidades del proceso de
evaluación y elaborando recomendaciones de intervención diagnóstica a
nivel institucional .

Objetivos Específicos:

1. Caracterizar el proceso metodológico llevado a cabo para diagnosticar


habilidades parentales de adultos que solicitan el Cuidado Personal de
un niño/a o adolescente, a nivel individual, familiar y legal.

11
2. Identificar fortalezas y debilidades del proceso metodológico de
evaluación pericial social de habilidades parentales a partir de la
opinión de los Trabajadores Sociales.
3. Generar propuestas de orientación técnica para la intervención
diagnóstica en evaluación de habilidades parentales, que contribuya al
quehacer profesional de los Trabajadores Sociales de los Programas
DAM.

Con lo referido anteriormente, se puede establecer que la realización de


esta investigación parte desde los intereses para el campo de estudio por
conocer la metodología que utilizan los profesionales Trabajadores Sociales
de los Programas de Diagnóstico DAM para evaluar habilidades parentales
de adultos, específicamente padre/madre que solicitan el Cuidado Personal
de un niño/a o adolescente, en Centros pertenecientes a la Corporación
OPCION, organismo colaborador de SENAME, ubicados en la VI Región;
cuyos profesionales realizan la intervención diagnóstica propiamente tal
mediante la realización de informes periciales para los Tribunales de Familia
en esa materia judicial y por consiguiente, son los encargados de sugerir a
cada judicatura sobre la idoneidad de una padre/madre que solicite el
Cuidado Personal de su hijo/a.

Conocer los resultados de este estudio permitirá reflexionar y


sistematizar el quehacer profesional en el ámbito de la evaluación de
habilidades parentales, con el propósito de que la investigación se constituya
como un marco de referencia respecto a las prácticas de evaluación en la
temática señalada, y aquellos aspectos que se puedan mejorar o fortalecer
acorde a los puntos periciales que solicitan los Tribunales, como un aporte
para la intervención social ensimisma.

Así también, considerar el proceso legal y los principios que rigen


respecto al mejor bienestar de los niños/as o adolescentes, en donde se

12
integren sus derechos y se considere primordialmente el Interés Superior de
éstos, al emitir una opinión sobre la habilidad parental de un padre o madre.

Se trata de una primera aproximación, siendo relevante conocer esta


realidad para rescatar elementos que puedan contribuir a dar mayor
cientificidad a dicha evaluación como prueba pericial.

Paralelamente se busca generar un conjunto de propuestas que


apunten a robustecer el proceso metodológico de evaluación que se realiza
en el ámbito de la intervención social, pudiendo generar aportes para mejorar
los procesos de evaluación, identificando las fortalezas y debilidades
presentes en los mismos, pudiendo ser la investigación un insumo no sólo
para la Corporación OPCION, sino que también para otras instituciones,
sirviendo como guía de consulta en instituciones que trabajan con la temática
de vulneración de derechos.

1.3 Supuestos.

Los supuestos que subyacen a la presente investigación corresponden


a la ausencia de sistematización acerca de cómo realizan los profesionales
de los Programas DAM de la Corporación OPCION la evaluación de
habilidades parentales, reconociéndose como un supuesto de la
investigación que no existe uniformidad en los criterios metodológicos para
evaluar dichas habilidades.

13
CAPITULO II

MARCO TEORICO-CONCEPTUAL

Para poder comprender de manera integral el problema de


investigación, es necesario contextualizar desde dónde se genera y cuáles
son las condiciones que predisponen su permanencia, por lo que a
continuación se presentan los principales elementos que permitirá
comprender y construir el fenómeno de investigación social, siendo sus
principales ejes: Concepto de Habilidades, Procesos de Evaluación de
Habilidades Parentales, Legislación Chilena sobre Cuidado Personal de
Niños, Niñas y Adolescentes y Relevancia de la Pericia Social para la
Evaluación de Habilidades Parentales en el área Judicial.

2.1 Concepto de Habilidades.

En el presente se utiliza en varios programas sociales el concepto de


habilidades, sin embargo no se encuentra una definición específica de este
concepto desde el área de intervención social.

El análisis y evaluación de las habilidades parentales se ha hecho


frecuente en los programas de protección social del Estado, sobre todo en
aquellos programas que trabajan con familias cuyas situaciones particulares
se encuentran judicializadas. En este tipo de espacios la evaluación es útil
para determinar quién ejercerá el cuidado de un niño/a o adolescente frente
a la separación de los padres.

En el contexto de la vulneración de derechos de niños/as y


adolescentes, surge el concepto de habilidades parentales comprendido

14
desde el modelo cognitivo-conductual, el cual considera “que una
parentalidad competente tiene que ver fundamentalmente con la capacidad
de adaptación de los padres, es decir, los padres necesitan ser
suficientemente flexibles para adaptarse positivamente a las circunstancias y
necesidades de sus hijos que van cambiando con la edad” (Rodrigo, L.,
Quintana, M, Cabrera, J., y Maiquez, M. 2009. p.116).

A continuación se presentan los aspectos fundamentales de los


procesos metodológicos que se utilizan para evaluar las habilidades
parentales, desde la mirada de distintos enfoques teóricos.

2.2 Procesos de evaluación de Habilidades Parentales.

Para efectos del presente estudio, se entenderá por la variable


metodología para evaluar habilidades parentales, el conjunto de
procedimientos que se utilizan para determinar las habilidades de un padre o
madre, respecto a un hijo/a, entendiéndose el término de metodología como
parte integrante de una ciencia que aplica métodos los cuales corresponden
a “un conjunto concertado de operaciones puestas en práctica para
conseguir uno o varios objetivos (…) un conjunto de normas que permiten
seleccionar y coordinar las técnicas” (De Robertis, 1992. p.87).

La metodología es parte de la intervención social, y dicha intervención


se centra en el método, el cual se relaciona con el saber y con el saber-
hacer, teniendo como base que el concepto de intervención surge en los
inicios del Trabajo Social a través de las acciones desarrolladas por Mary
Richmond, la cual se encargó de enumerar las intervenciones sociales que
realizaba una Asistente Social (De Robertis, 1992).

Siguiendo a De Robertis, el método de intervención se sustenta en


cuatro elementos:

15
 El cambio, que apunta a la transformación social.
 La contradicción que tiene como objetivo sustentar aspectos
contrarios frente a una misma situación.
 La relación entre elementos que se sitúan en un mismo espacio de
intervención.
 La ruptura de los equilibrios y la búsqueda de nuevas formas de
equilibrio.

De manera específica en Trabajo Social se centra en el diagnóstico a


través del cual es posible realizar una caracterización de las habilidades
parentales. Dicha intervención tiene como finalidad contribuir a superar el
fenómeno social que afecta al niño/a o adolescente y su familia.

La base de la evaluación de habilidades parentales en la actualidad, se


relaciona con los buenos tratos infantiles, existiendo antecedentes históricos
que dan cuenta de ello.

Respecto a la maternidad, en el siglo XX debido al aumento de las


tasas de mortalidad infantil en el mundo, se consideró que este era un
problema social importante (David, 1978), haciéndose visibles los niños/as,
en cuanto a la falta de cuidados de las madres en la protección de la salud.

En este contexto los países industrializados como Gran Bretaña tenían


importantes tasas de mortalidad infantil, por lo que se atribuía dicha
responsabilidad siempre a las madres, a quienes se les asignaba el rol de
cuidado de los hijos, de quienes se señalaba que habían descuidado la salud
de estos.

La idea de maternidad se asociaba a una “ideología de salud y pureza


racial” (Davin, 1978, p.4). De este modo se resaltó la importancia que tenía la
familia y el rol de la mujer asociado a los quehaceres del hogar.

16
En la actualidad, Barudy (2005) plantea que la maternidad es diferente
a la paternidad, considerando que no es frecuente que los padres se
encarguen de los cuidados de los hijos, ya que en este sentido tendrían
mayores habilidades para organizar juegos y estimular a los bebés.

En este sentido, la concepción de la maternidad no ha variado en su


génesis, puesto que la crianza de los hijos se atribuía fundamentalmente a la
madre, y debido a que el padre tenía escasa participación, se comenzó a
requerir de la intervención del Estado para resolver los problemas asociados
a los niños/as.

Las primeras intervenciones sociales en cuanto a la maternidad


estuvieron centradas en orientar a las madres sobre los cuidados de salud de
los hijos, creándose una escuela para madres que entre otras cosas permitía
enterarse de los cuidados alimenticios básicos del hijo, clases de cocina y
confección de ropa para los niños. De acuerdo con Davin (1978) lo anterior
tenía una directa relación con el emergente sistema capitalista, ante el cual el
imperialismo quería que los niños gozaran de buena salud, a modo de que
una vez en la vida adulta pudieran formar parte de la clase trabajadora que le
generara mayor riqueza a los países.

Delucca, Petri y Longás (2008) refieren que a partir del término de


maternidad, surge la paternidad como un elemento diferenciador,
comprendiendo que ambos conceptos en su conjunto corresponderían al
ejercicio de la parentalidad.

En concordancia con los autores mencionados anteriormente, el


término parentalidad tiene su origen en el término inglés “parents”, el cual no
discrimina entre géneros a los padres, por lo que lo que la parentalidad se

17
encontraría supeditada a la condición de ser padres y a las funciones que
estos cumplen de acuerdo a su rol en un contexto familiar.

En la investigación realizada por Delucca, Petri y Longás (2008)


respecto a la historización y desafíos de la parentalidad, los autores toman
como referencia los conceptos de psicoanálisis vincular y pensamiento
complejo de la parentalidad la cual sería entendida como “aquello que la
pareja produce de manera conjunta ante las dos novedades que enfrenta”
(Delucca, et al, 2008. p.7).

Siguiendo a los autores, dichas novedades mencionadas corresponden


a: la vida cotidiana que se produce en la pareja y la integración de un hijo,
como un tercero, en este contexto. Delucca et al (2008), refiere que el
ejercicio de la parentalidad tiene que ver con el trabajo conjunto que la pareja
pueda desarrollar.

Desde el nacimiento de los hijos surgen diferencias entre el padre y la


madre, lo cual es denominado por los Delucca et al (2008) como el “sesgo
diferencial” lo que conlleva a establecer ciertas funciones en conjunto, tales
como aquellas pautas de crianza que desean diferenciar de aquellas que
fueron utilizadas en sus propios modelos de crianza, sin embargo dicho
modelo a veces es heredado o se desarrollan actividades contrapuestas a
este (Delucca, et al, 2008).

A su vez, cada progenitor quiere imponer su propia forma de crianza


hacia el hijo (a) de acuerdo a la experiencia de parentalidad particular, por lo
se señala que esta forma individual de querer actuar frente a un hijo (a)
conlleva más bien a la desorganización (Delucca, et al, 2008).

Paralelamente, los padres tienen la intención de desarrollar una


parentalidad distinta, en el sentido de efectuar prácticas que sean creativas,

18
lo que permite tomar los primeros acuerdos en la pareja respecto a cómo
ejercer la parentalidad.

Sin embargo, un estudio antropológico realizado en España con familias


reconstituidas señala la necesidad de establecer diferencia entre los
conceptos de parentesco y parentalidad, asociando el primero de ellos a los
lazos consanguíneos y el segundo, “al ejercicio de las tareas relacionadas
con la crianza, los cuidados y la educación de los niños/as” (Rivas, 2012.
p.39), pues en este sentido siempre se ha asociado la parentalidad a los
vínculos biológicos que un niño/a pueda tener con un adulto.

El parentesco entonces se relacionaría con un status social y también


jurídico, pero el hecho de tenerlo no tiene que ver directamente con ejercer la
crianza de un niño/a. Puesto que en este sentido la parentalidad,
estimándose como la capacidad práctica de la crianza, puede ser ejercida no
sólo por los padres, sino que además por terceras personas que sean
significativas para el niño/a, a lo cual se le acuña el término de
“pluriparentalida”, pues en este ámbito la parentalidad tendría diversos fines,
entre ellos dar educación (Rivas, 2012).

En esta línea el Servicio Nacional de Menores hace referencia al


término de parentalidad social como “la capacidad para responder a las
necesidades fundamentales de los hijos, como lo son la alimentación,
cuidados corporales, protección, entre otras, importante de mencionar es que
estas necesidades son evolutivas y múltiples por lo que los padres deben
adaptarse a dichas necesidades” (Astudillo et al, 2010. p.187).

Otros autores, tal como Barudy (2005) refiere que la parentalidad social
se deriva de la parentalidad biológica, esta última asociada a la procreación,
por lo tanto la parentalidad social sería la capacidad de los padres para
cuidar a sus hijos.

19
Respecto al término de habilidades parentales, Barudy (2005) lo estima
como una derivación de las competencias que puede desarrollar una madre
o padre, en relación a los cuidados de un niño/a. En algunos programas
sociales en los que se trabajan las habilidades parentales no se diferencia
conceptualmente el término de habilidades respecto a la madre o al padre,
en este sentido se fue generando la necesidad de diferenciar entre el
ejercicio de la maternidad y de la paternidad, de este modo algunos
profesionales ya mencionan el concepto como habilidades marentales.

Un elemento importante a considerar en el contexto en que surge el


concepto de habilidades parentales, tiene relación con el buen trato. Barudy
(2005) relaciona directamente la existencia de dichas habilidades en la
incidencia en el buen trato de los niños/as y adolescentes, como un proceso,
en el cual emergen distintos factores que se presentan a continuación:

Tabla 1: Enfoque del Buen Trato a la Infancia

Recursos Competencias
comunitarios parentales
------------------ ------------------- Resiliencia
Factores Necesidades
contextuales infantiles

Fuente: Barudy, 2005

Paralelamente en el marco del estudio de caso es necesario diferenciar


los conceptos: habilidades parentales, competencias parentales y capacidad
parentales, ya que estos dos últimos también se utilizan en las evaluaciones
que se realizan a los adultos respecto del cuidado de un niño/a o
adolescente.

20
De acuerdo con ello Torres (2009. p.58) propone el concepto de
“pirámide de las competencias”, entendiéndose por competencias “el
conjunto integrado de capacidades y actitudes que se utilizan efectivamente
para llevar a cabo una actividad o tarea con arreglo o metas”.
Otros autores señalan que las competencias parentales se refieren a un
concepto integrador que dice relación las capacidades de las personas para
“generar y coordinar respuestas (afecto, cognición, comunicación y
comportamiento), flexibles y adaptativas a corto y a largo plazo antes las
demandas asociaos a la realización de sus tareas vitales y generar
estrategias para aprovechar las oportunidades que les brindan los contextos
de desarrollo” (Rodrigo, L. et al, 2009. p.114).

Siguiendo la misma línea de Rodrigo, L. et al (2009) las competencias


parentales tienen cuatro dimensiones:

- Multidimensional, referida al aspecto cognitivo, el afecto y el


comportamiento.
- Bidireccional, debido a que aporta al ajuste personal y social a los
diversos contextos.
- Dinámica, dado que van cambiando en concordancia con los sujetos
cuando este se enfrenta a nuevas tareas que debe resolver y a
expectativas sociales que debiese cumplir.
- Contextual, porque se desarrollan en contextos vitales que permiten
generar nuevos aprendizajes.

A partir de lo anterior, las competencias parentales se plantean además


como “el resultado de un ajuste entre las condiciones psicosociales en las
que vive la familia, el escenario educativo que los padres o cuidadores han
construido para realizar su tarea vital y las características del menor”
(Rodrigo, L. 2009. p.115).

21
Por su parte Barudy (2005. p.77) comprende el mismo término como “la
forma semántica de referirse a las capacidades prácticas de los padres para
cuidar, proteger y educar a sus hijos, y asegurarles un desarrollo sano”.

Otros autores, como Azar y Weinzierl, 2005 (en Rodrigo, L. 2009, p.


116), establecen en cinco áreas las competencias parentales:

Tabla 2: Competencias Parentales


Educativas Manejo del niño, cuidado físico,
seguridad, expresión emocional
Sociocognitivas Expectativas adecuadas respectos a
las capacidades infantiles,
autoeficacia, entre otras.
Autocontrol Control de impulsos, asertividad,
otras.
Manejo del estrés Autocuidado, relajación, planificación,
otras.
Sociales Empatía, solución de problemas
interpersonales, otras.
Elaboración propia en base a los autores señalados anteriormente, 2014.

Siguiendo a Barudy, en segunda instancia, las capacidades


corresponderían “al conjunto de habilidades complejas que posibilitan la
articulación de saberes para actuar e interactuar en situaciones
determinadas”. Y en tercera instancia, las habilidades corresponderían al
“saber-hacer simple a partir de conocimiento procedurales”.

Barudy (2005, p.80) da cuenta de la existencia de cuatro capacidades


parentales las cuales estarían mediadas por los contextos socioculturales de
los padres y también por los modelos de crianza que ellos recibieron siendo
niños.

22
Dichas capacidades se presentan a continuación:

Tabla 3: Capacidades Parentales


Capacidad para Empatía Modelos de Capacidad para
apegarse a los crianza participar en
hijos redes sociales y
hacer uso de los
recursos
comunitarios
Recursos afectivos Capacidad para Elemento Relación de los
que los padres satisfacer generalizado a las padres con redes
desarrollan hacia necesidades habilidades de los sociales y
los niños/as emocionales de los padres para familiares que
niños/as, proteger, cuidar y puedan contribuir
determina el tipo dar educación a su al bienestar infantil
de apego que el hijo/a
adulto pueda
desarrollar
Elaboración propia en base al autor Barudy, 2014.

Paralelamente, las competencias parentales se diferencian de las


habilidades parentales, las habilidades parentales corresponderían a la
práctica diaria de los padres en los cuidados de un hijo/a (Torres, 2009) y en
este sentido Barudy (2005) considera dichas habilidades como la plasticidad
que los padres pueden adoptar para brindar dichos cuidados a los niños, y
por lo tanto propone algunas funciones que deben desarrollar dentro de la
parentalidad social que ejercen, las cuales son las siguientes:

23
Tabla 4: Funciones Parentales
Función nutriente Función socializadora y educativa
Se relaciona directamente con el La función socializadora se refiere a
contacto emocional que un la habilidad de los padres para
padre/madre pueda tener con un contribuir a que el niño/a forme su
hijo/a. identidad.
La vinculación que los niños/as Mientras que la función educativa, es
tengan con sus figuras de apego la facilitación de experiencias que los
favorece el desarrollo normal de padres deben dar a sus hijos para
estos (apego). que estos se relacionen y conozcan
diversos modelos de aprendizaje que
contribuyan a su bienestar, existiendo
componentes afectivos y
conductuales.
Fuente: elaboración propia en base a Barudy (2005)

Otros estudios en el área, consideran la importancia de evaluar la


interacción vincular entre niños/as y sus padres. Morera, Santelices y Farkas
(2012) estiman que es necesario que los padres se adapten a la etapa de
desarrollo infantil en la cual se encuentran los niños, lo cual determinará el
nivel de apego que pueda desprenderse de ello, tomando como referencia la
teoría del apego de Bowlby (1969). En niños pequeños, los padres debieran
desarrollar estrategias para contener a sus hijos frente a situaciones de
estrés y brindarles seguridad. Sin embargo, es mayormente complejo
desarrollar esta labor parental cuando las familias presentan situaciones de
estrés como “enfermedades, muertes o desempleo, problemas de pareja,

24
problemas sociales como abuso de drogas, padres encarcelados, violencia o
discapacidad emocional en los cuidadores” (Morera et al, 2012, p.175).

Otras teorías, como la psicoanalítica enfatizan en la constelación


intrapsíquica tanto del padre como de la madre que conllevará a la actitud
parental (Ammaniti, 2009, p.1).

A partir del desarrollo de las habilidades parentales, Barudy (2005,


p.94) establece las características de la parentalidad bien tratante,
considerando la disponibilidad múltiple que deben tener los padres en la
relación con sus hijos, lo cual involucra espacios afectivos, íntimos, lúdicos y
de aprendizaje.

A su vez, el componente de estabilidad, el cual se relaciona con la


continuidad que los padres pueden brindar al niño/a, asegurándoles lazos
afectivos y cuidados estables en el tiempo.

También el autor estima pertinente los componentes de accesibilidad,


perspicacia, eficacia y coherencia, todos ellos enmarcados en promover el
bienestar de los niños, mediante la disponibilidad para atender a sus
cuidados, la capacidad para percibir las necesidades tanto materiales como
emocionales de los niños, la posibilidad de que los padres hayan recibido
modelos de crianza adecuados en su etapa de infancia que hoy en día
puedan replicar y la necesidad de responder a los requerimientos de los
niños de manera oportuna.

A partir de lo señalado por el autor, el concepto de habilidades


parentales surge en un contexto de bienestar de los niños, frente a la
posibilidad del maltrato. Sin embargo, pudieran emerger otros componentes
a observar en los padres que no se relacionen directamente con experiencias
de malos tratos.

25
En este sentido Barudy (2005) señala que no todos los padres poseen
las capacidades parentales necesarias para brindar bienestar a un hijo/a,
pudiendo ocasionar malos tratos si es que los han vivido en su infancia ante
lo cual es necesario que otras personas ejerzan el cuidado de ese hijo/a. De
este modo, propone la evaluación de redes familiares del niño/a que pueda
asegurar la protección de este frente a los malos tratos o carencias en los
cuidados que sus padres le han dado.

En el estudio de Rivas (2012) se reconoce que en España y otros


países europeos se asocia el término de parentalidad sólo a los adultos que
tienen vínculo consanguíneo con el niño/a, de lo cual se deduce que se
piensa en familias heterosexuales, compuestas por padre/madre. En este
sentido, no se consideran familias reconstituidas, como por ejemplo una
madre que convive con una nueva pareja, no se distingue en cómo esta
nueva pareja puede ejercer parentalidad y cómo también puede asumir este
rol el progenitor biológico de ese niño/a.

Tampoco se consideran aquellas familias cuyas parejas son de un


mismo sexo, así lo expone Delucca et al (2010. p.12) el cual realizó un
estudio acerca de la diversidad en los vínculos familiares, indicando que en
Francia a partir del año 1996 comienza a acuñarse el término de familias
homoparentales, entendiéndose por ello “parejas parentales del mismo
sexo”, cuyos miembros presentan una elección sexual. Sin embargo, se
cuestiona si efectivamente pudiesen constituirse como familia ya que
nuevamente se recurre al término de vínculo, asociado a los lazos
consanguíneos, los cuales en ese momento no existía producto de que
parejas homosexuales no podían contraer matrimonio, asociado también al
ámbito jurídico.

26
En una investigación que comparaba la experiencia de familias
lesbianas entre España y Chile, se define el término de homoparentalidad
como “la performatividad de los vínculos parentales en las familias no
heterosexuales” (Robaldo, 2011, p.1).

Al respecto plantea que el parentesco, no necesariamente supone una


relación heterosexual, y que en este sentido en Chile se han realizado pocas
investigaciones sobre la homoparentalidad o paternidad homosexual.
Generalmente se asocia la sexualidad a la procreación, por tanto se
subentiende que sólo familias heterosexuales podrían ejercer el cuidado de
un niño/a.

A su vez en América Latina se ha pensado la crianza de los hijos desde


la relación directa madre e hijo/a, excluyendo al padre de esta función a partir
de una visión sociohistórica. Robaldo (2011) agrega que el parentesco se
asocia generalmente a parejas heterosexuales, pensando en el matrimonio,
por cuanto aun la sociedad no es capaz de internalizar el parentesco en
función de la homosexualidad. Ello respecto a las normas establecidas, por
lo que las familias homosexuales se situarían fuera de la regla, de este modo
agrega que este tipo de familias se alejarían del modelo familiar esperado.

Según Robaldo, en España existiría mayor cantidad de familias de


lesbianas que cuidan a sus hijos, tratando de legitimar la función parental
que ejercen, tanto en el ámbito social como legal. A diferencia de Chile, el
autor señala que se agrega complejidad toda vez que es difícil complementar
la homosexualidad con la maternidad, ante lo cual se plantea que
“transgrede justamente la regla de padres-progenitores” (p.6).

Vinculado a lo anterior, Anne Cadoret (2003) en Robaldo (2011.p.6),


plantea que la principal dificultad radica en la asociación de la parentalidad a
la heterosexualidad, “dentro de la cual se estima que un niño o niña debe

27
tener un padre y una madre para contar con una infancia adecuada, puesto
que para ingresar a la cultura de los/as niños/as necesitan un origen en la
diferencia sexual, cuestión que ha señalado Lacan como propia de orden
simbólico”.

Acerca de la maternidad lésbica, Robaldo (2011) mencionando una


investigación realizada por Herrera (2005) da cuenta de dos aspectos
centrales que hoy en día son considerados al momento de efectuar
evaluaciones de habilidades parentales, emanadas como una impresión de
los jueces que deben decidir acerca de la entrega del cuidado personal de un
niño/a, lo cual corresponde al “estigma y la injuria” (p.8), lo cual es descrito
como una “carrera moral” de los padres que desean obtener el cuidado
personal de un hijo/a. Ello se traduce más tarde en posible discriminación y
estigmatización a los niños/as cuyas madres son homosexuales.1

2.2.1 Evaluación de habilidades parentales en contexto de vulneración


de derechos.

En atención al proceso metodológico que se pretende conocer en el


presente estudio de caso, respecto a la evaluación de habilidades parentales
que realizan los profesionales Trabajadores Sociales se considera relevante
la visión que estos construyan a partir de sus propios saberes sobre las
fortalezas y debilidades de dicho proceso, entendiéndose como fortaleza la

1
Tal como ocurrió en el conocido caso de la Juez Karen Atala en nuestro país, la cual tenía
tres hijas que tras la separación de sus padres quedan bajo el cuidado de la madre, sin
embargo en el año 2004 su ex esposo apela la decisión del Tribunal de Familia, ante lo cual
interviene la Corte Suprema declarando a la madre incompetente en sus habilidades
parentales luego de que ella reconociera públicamente su orientación sexual de lesbianismo.
El caso fue llevado a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, la cual señaló que
los Tribunales de Justicia en Chile habían incurrido en discriminación hacia la madre de las
niñas, fragmentando el derecho a la igualdad (León, 2011).

28
defensa que tiene ensimisma la metodología que sustenta la evaluación de
habilidades parentales realizada por los Trabajadores Sociales y a su vez,
las debilidades como la falta de cualidades o vigor del proceso metodológico
como tal; considerando que dicho proceso se refiere al transcurso del tiempo
como un hecho histórico.
De tal manera que resulta relevante, dar cuenta sobre el contexto que
da origen a la solicitud de evaluaciones de habilidades parentales de adultos
frente a situaciones de vulneración de derechos.

A contar del siglo XX comienza a posicionarse fuertemente el concepto


de infancia, como categoría socialmente construida, que resalta la
naturalidad de ser niño/a en un contexto social e histórico determinado, la
infancia pasa a ser considerada como parte de la estructura social (Gaitán,
2006).

De aquí que al ser parte de dicha estructura, se le otorga al niño/a un


poder sobre los otros, comenzando a dejar atrás la invisibilización de los
niños en las familias tradicionales, pasando a constituirse como actores
sociales en cuanto se reconoce su “capacidad para actuar en el terreno
público y límites su voluntad de hacer independiente, conscientes (por efecto
de la socialización) de su responsabilidad limitada” (Gaitán, 2006.p.69).

El concepto de parentalidad es relevante, en cuanto supera la visión


biológica del ejercicio materno, validándola también en el padre. Desde aquí
surge la necesidad de evaluar ciertas habilidades parentales de los padres
de un niño/a o adolescente en contexto de vulneración a los derechos de
estos, es decir, de qué manera los padres ejercen parentalidad, con cuáles
habilidades cuentan y qué aspectos son posibles de mejorar, para no
continuar vulnerando o transgrediendo ciertos de derechos de los niños.

29
La vulneración de derechos se encuentra asociada al no respeto por los
derechos de los niños y que, por consiguiente se transgreden además los
derechos humanos de estos. Se señala que “en general el goce de los
derechos de los niños se ve restringido por diversos obstáculos que son de
naturaleza cultural, legal, económica y financiera” (Pautassy y Royo, 2012.
p.21).
A partir de ellos se propuso el enfoque de derechos de los niños, el cual
nace al alero del enfoque de derechos humanos, el cual significa que los
niños no sólo tienen derecho a ser protegidos, a ser atendidos en sus
problemas y ante sus carencias, sino que también tienen derechos civiles y
políticos, claramente vinculados a las libertades básicas y en la búsqueda de
calidad de vida. Esto se opone directamente con la idea predominante del
niño definido a partir de su incapacidad jurídica.

El enfoque de derechos, se enmarca en la Convención Internacional de


los Derechos del Niño ratificada por Chile el 14 de Agosto de 1990,
incorporándola como Ley de la República. Luego, se crea la Política Nacional
de Infancia, la cual ha ido variando conforme se generan los cambios de
gobierno.

La Convención se funda en la doctrina de la protección integral, que


reconoce a los niños como sujeto de derechos, “la Convención ofrece un
panorama en el que el niño es un individuo y el miembro de una familia y una
comunidad, con derechos y responsabilidades adaptados a la etapa de su
desarrollo” (Freites, 2008. p.2).

Se hace mención al cambio de paradigma sobre la visión del niño, al


cual hacen referencia varios autores, el que se funda en considerar al niño/a
como sujeto de derechos y no así, como objeto de protección. De esta forma
se supera la doctrina de la situación irregular (Freites, 2008), la cual
consideraba a los niños sólo en contextos de vulnerabilidad o pobreza, se

30
sustituyó además el término “menor” por niño, niña o adolescente, pese a
que hoy en día varios organismos de justicia e instituciones que colaboran
con este aun utilizan este término para referirse a los niños, inclusive en los
medios de comunicación.

En el año 2001, el Gobierno de Chile dio a conocer la Política Nacional


y el Plan Integrado a favor de la Infancia y la Adolescencia 2001-2010
(Gobierno de Chile, 2000).

La política nacional a favor de la infancia y adolescencia, pone énfasis


en considerar a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos
frente al Estado, pretendiendo ser un marco orientador de cada una de las
acciones que el gobierno realice a favor de la infancia.

En este sentido, se realiza una reflexión acerca de cómo los programas


sociales de infancia en Chile hasta antes de crearse esta política pensaban a
los niños/as y adolescentes desde el paradigma tutelar, frente a lo cual se
propone superarlo a través de la consideración de “sus capacidades y
potencialidades como un ser integral, capaz según su etapa de desarrollo, de
participar y aportar en la solución de sus problemas” (Gobierno de Chile,
2000, p.4).

Uno de los principios orientadores de la política nacional de infancia


corresponde al “niño como sujeto de derecho especial” (Gobierno de Chile,
2000, p.9), frente a lo cual se señala que se debe obviar la antigua
concepción de la niñez definida como “incapacidad jurídica”.

Claudio Duarte (2006), desde otra perspectiva, señala que el enfoque


de derechos que supedita al niño/a como sujeto de derechos es un enfoque
invisibilizador, si bien en las evaluaciones periciales se consideran los
derechos los cuales deben estar presentes en los informes, se traduce sólo

31
en un mecanismo descriptivo en las conclusiones en cuanto a mencionar los
derechos vulnerados, sin embargo no existe una articulación del sujeto de
derechos en el desarrollo de la vulneración de manera transversal en los
informes, que a la vez se presenten como indicadores para sustentar lo que
ahí se señala que ocurre.
Es así como Claudio Duarte (2006, p.40), se refiere al “uso de derechos
sólo en su aspecto formal”, es decir, se mencionan estos derechos tal como
aparecen en la Convención Internacional de los Derechos del Niño (1989)
considerándose como “verdades absolutas”, obviándose los contextos en los
que estos se generan, lo cual según el autor impiden la “validación política” y
a su vez posicionan al niño/a como un sujeto de derechos fragmentado.

A su vez hace referencia al Interés Superior del Niño, desprendiéndose


que debe hacerse un buen uso del término, sobre todo al considerar que el
niño/a o adolescente puede ser separado de su familia. Y asimismo, a la
responsabilidad que ambos padres tendrían sobre el hijo/a, haciendo alusión
a las responsabilidades y deberes de la familia, indicándose que “es
necesario procurar la permanencia del niño/a o adolescente en su propia
familia siempre que sea posible” (Gobierno de Chile, 2000, p.11). De lo
contrario, debiera acudirse a redes familiares y sociales que pudieran
contribuir con el cuidado del niño/a.

El enfoque de derechos debe considerarse de manera transversal en


toda política de Estado y aplicación de esta en los contextos particulares,
como por ejemplo en los Juzgados de Familia. El enfoque está orientado a
las capacidades y recursos con los que cuentan con los niños, así también
con el contacto permanente con las redes sociales como escuela, centros de
salud, familias, sistemas religiosos u otros (Pautassy y Royo, 2012).

De acuerdo a Cillero (1999a. p.4) el niño como sujeto de derechos, se


sitúa en “el enfoque de derechos humanos aplicado a la infancia”. Los

32
principios que sustentan dicho enfoque corresponden al: principio de no
discriminación, interés superior del niño, el derecho a la vida, supervivencia y
desarrollo y el derecho del niño a expresar su opinión y a ser escuchado
(Pautassy y Royo, 2012).

En Chile, el Servicio Nacional de Menores es el organismo que


operacionaliza la Convención Internacional de los Derechos de los niños/as,
en situación de vulnerabilidad social, dirigida a un segmento de la población
infantil, como parte de la política social de infancia (SENAME, 2013).

El SENAME (2013) considera tres niveles de protección que orientan la


acción programática, los cuales se presentan a continuación:

Tabla 5: Intervención de SENAME

Alta complejidad
La intervención se centra en la
reparación del daño, frente a
problemas como abuso y
comercio sexual infantil

Mediana complejidad
Orientada a la protección y
prevención, problemas de
deserción escolar, consumo de
drogas y alcohol, violencia
intrafamiliar

Baja complejidad
Su énfasis está en la protección
universal de los niños/as que
tengan problemas de integración

Fuente: Elaboración propia en base a SENAME (2013).

A partir de lo anterior se tiene que en los tres niveles es posible


incorporar la temática de habilidades parentales, sin embargo en los

33
Programas DAM dada sus características de intervención diagnóstica,
atraviesa de manera transversal problemáticas de alta, mediana y baja
complejidad. En los informes debe estar incorporado el enfoque de derechos.
Uno de los elementos primordiales a integrar en la evaluación de habilidades
parentales es la opinión del niño/a, estipulado en el Art. N°12 de la
Convención, ya que las decisiones de los adultos intervinientes no puede ser
ensimisma definitivas, sin contemplar lo que los niños/as consideran para su
mejor bienestar.

En un estudio realizado por SENAME, acerca de las competencias


parentales, se concluyó que los tribunales solicitan informes o pericias que
tienen que ver “con las capacidades prácticas que tienen los padres – padre
o madre – para cuidar, proteger y educar a sus hijos, asegurándoles un
desarrollo sano” (SENAME, 2011, p.2).

SENAME (2011) da cuenta además de varios enfoques o modelos que


son utilizados por los profesionales para evaluar las habilidades parentales,
encontrándose entre ellos el enfoque de género, enfoque de derecho,
enfoque sistémico, ecológico, enfoque de desarrollo evolutivo, enfoque
cultural, enfoque de necesidades especiales, enfoque psicosocial (socio-
jurídico), enfoque que plantean los autores Barudy y Dantagnan, en torno a
la función parental y competencias parentales, teorías del apego y el modelo
de resiliencia.

En relación a los criterios que ocupan los profesionales para evaluar


habilidades parentales en los equipos DAM, son variados, no existiendo
uniformidad en estos: algunos se enmarcan en el interés superior de los
niños, en el requerimiento judicial, el criterio de suficiencia parental versus de
parentalidad óptima, determinar si el evaluado reconoce y satisface las
necesidades del niño/a, el criterio de no castigar la pobreza, asociada a la

34
precariedad material, evaluación de apego”, entre otros (SENAME, 2011,
p.6).

SENAME (2011) da cuenta de la falta de unificación de instrumentos


que se utilizan para evaluar habilidades parentales, cada profesional utiliza el
que más le acomode, encontrándose algunos de ellos no estandarizados.
Por ejemplo, se señala “en un 95% se utiliza la Guía de Competencias de
Evaluación de Habilidades Parentales de Barudy y Dantagnan, Cuestionario
ASPECT (el cual sería mayormente utilizado en Norteamerica, sin embargo
no ha sido estandarizado en Chile), Pauta de historia familiar y Matriz de
diagnóstico sociofamiliar (Mario Quiroz), escala de evaluación Massie
Campbell, entrevistas semiestructuradas psicosocial y social, pauta de apego
para adulto AAPR, pauta de elaboración propia”, entre otros (SENAME,
2011.p7).

Considerando que en algunos programas DAM de los organismos


colaboradores de SENAME, psicólogos también realizan evaluación de
habilidades parentales, los cuales se focalizan en la aplicación de pruebas
proyectivas y gráficas, en el caso de los Trabajadores Sociales las
estrategias y técnicas aplicadas principalmente son: entrevistas
semiestructuradas a las familias, visitas domiciliarias, elaboración de
genograma y ecomapa y observaciones participativas” (SENAME, 2011,
p.11), lo cual se complementa con otras actividades como por ejemplo la
coordinación con redes sociales, la revisión de los casos en reuniones
técnicas y la aplicación de instrumentos de evaluación social.

Cabe agregar que en las bases técnicas del SENAME (2010) en


relación a los programas DAM, no se establece una metodología específica
para evaluar habilidades parentales, sino que entrega lineamientos generales
a considerar para efectuar evaluaciones de cualquier materia judicial dentro
del ámbito social y psicológico.

35
En el año 2013, en las nuevas bases técnicas de los programas DAM
se propone que los profesionales adecúen su metodología conforme a las
características de los niños/a o adolescentes y la complejidad de la situación
por la cual ingresaron al sistema. Lo que a su vez, debiese tener una
articulación con la pregunta pericial y/o puntos periciales que tanto los
Juzgados de Familia como otros Tribunales solicitan.
A modo general, se plantea la necesidad de dar cuenta de los factores
de protección y de riesgo presentes en el contexto sociofamiliar de los
niños/as, y en lo específico, referente a las competencias parentales, a
diferencia de las bases técnicas publicadas en el año 2010, se señala que “la
evaluación deberá enmarcarse en una metodología rigurosa que faculte al
perito plantear al juez la recomendación que con mayor seguridad y garantía
permita defender el interés superior del niño/a como principio rector, lo
anterior bajo convicción de haber controlado al máximo los aspectos
subjetivos de la observación y haber despejado en forma íntegra los
elementos que permitan concluir respecto de la situación del niño/a”,
(SENAME, 2013. p.11).

Se propone desde el Servicio, que los profesionales puedan utilizar


diversos métodos para obtener los datos que sean necesarios para realizar
las pericias, proponiendo entre ellos entrevistas a diversos actores,
instrumentos específicos, cuestionarios, visitas domiciliarias, revisión de
antecedentes, coordinación con redes, observación (SENAME, 2013). De
este modo se pretende evitar un sesgo en cuanto a la opinión del perito
basada sólo en el uso de una técnica aplicada a una persona, debiendo por
lo tanto existir una triangulación de la información.

Paralelamente, se espera que los informes periciales en general,


tengan una adecuada articulación entre sus tres componentes, es decir,
desarrollo, conclusiones y sugerencias, debiendo orientarse al foco del

36
informe, y asimismo se propone evitar la repetición textual o exacta de los
derechos vulnerados que se enuncian conforme a la Convención
Internacional de los Derechos de los Niños.

Los Programas DAM de la Corporación OPCION, cuenta en base al


trabajo de la línea diagnóstica con un protocolo en el cual se plantean los
contenidos básicos que deben ser incluidos en las evaluaciones periciales
sociales que se realizan para los Tribunales de Familia en las diversas
materias o Causas Judiciales.

En este ámbito, los contenidos para las Causas de Cuidado Personal


mínimos a responder por los profesionales tienen como objetivo evaluar las
condiciones de los adultos para ejercer el rol parental que resguarde el
Interés Superior del Niño, los cuales corresponden a: dinámica familiar,
sistema normativo, historia familiar, modelos parentales y estilos de crianza,
formas de resolución de los conflictos, percepción y relación de figuras
parentales, patrones comunicacionales, situación socioeconómica,
percepción de aceptación o inclusión en el núcleo familiar, motivación y
proyección familiar en relación con el niño, redes familiares y sociales,
capacidad para usar las redes sociales, capacidad para empatizar con el
niño, sus necesidades, historia, visualizar adultos significativos para el niño,
capacidades parentales, factores de riesgo y/o protectores de existir, historia
personal de existencia de vulneración en el adulto, percepción y relación de
figuras parentales y/o figuras significativas, motivación explícita del adulto en
relación al niño en términos afectivos, contexto habitacional (espacio físico
con el cual cuenta el niño), disponibilidad del adulto para que la otra parte
tenga contacto con el niño, identificación de variables que configuren
Síndrome de Alienación Parental y visión de género.

Otros programas sociales que trabajan en Chile con la evaluación de la


evaluación de habilidades parentales dentro de su metodología, es el

37
Programa “Abriendo Caminos”, el cual se constituye como un programa de
apoyo psicosocial a Chile Solidario, y está dirigido a familias con niños/as
que se encuentran en contextos de vulnerabilidad.

Este Programa utiliza como referencia para entender las habilidades y


competencias parentales las definiciones realizadas por Barudy y
Dantagnan. Las evaluaciones se focalizan en familias que tienen al menos
un integrante privado de libertad (Mideplan, p.69). Se señala dentro de la
importancia de construir un diagnóstico de habilidades parentales, aquellos
que describan las competencias parentales, considerando aspectos tales
como el área emocional y conductual. En este sentido se asemeja a los
Programas DAM los cuales también utilizan en su mayoría la guía de
competencias de evaluación de habilidades parentales, como se señaló
anteriormente.

Dentro de los instrumentos para evaluar habilidades parentales,


propuestos por el Programa Abriendo Caminos, generaron una guía para
evaluar la capacidad del padre o cuidador de apegarse al niño/a de uno a
dos años y medio. Para ello se refiere como primer paso el observar la
relación directa del niño/a con el adulto. También generaron un instrumento
para evaluar la capacidad empática, correspondiendo a una guía de
preguntas “que pretende evaluar la capacidad de control del cuidador en lo
que se refiere a sus emociones, pulsiones e impulsos en presencia del niño”
(Mideplan, p.97).

Entre las preguntas que constituyen el instrumento se encuentran:


cuando el adulto está molesto con el niño/a actúa de una forma automática
sin reflexionar, el adulto puede considerar la posibilidad que alguien le ayude
antes de actuar, entre otras.

38
El Programa genera también instrumentos con preguntas para conocer
el modelo de crianza que ejercen los adultos y a su vez las redes sociales
con las que cuentan, tomando como referencia al psiquiatra Jorge Barudy.

Otra experiencia como lo es el Programa Chile Crece Contigo propone


un taller para fomentar las habilidades parentales de crianza de los niños al
cual denominan “Nadie es Perfecto”, el cual está destinado a los cuidadores
de niños/as de 0 a 5 años, bajo el modelo bioecológico de desarrollo infantil.

A través de este modelo se observa al niño/a en interacción con su


familia, el jardín infantil y otros. Se comprenden los programas sociales con
los que se cuenta a nivel comunitario, y a nivel macrosocial los valores
culturales, las políticas sociales y otros elementos que influyen de cierto
modo en el desarrollo de las competencias. (CEDEP, 2013. p.6.).

Ellos toman como referencia la parentalidad social para aplicar


intervenciones en grupos focalizados que participan del sistema público de
salud, para orientar los roles parentales de los padres antes y durante la
crianza de los niños/as. No se define una metodología para evaluar a priori
las habilidades parentales que tienen los adultos que participan de dicho
Programa, sino que el trabajo está más bien orientado a fomentar y reforzar
habilidades que ya existen.

Existen otras visiones acerca de cómo evaluar las competencias


parentales, a modo de ejemplo lo propuesto por Sallés (2011, p.43) respecto
a las intervenciones que se realizan en el ámbito socioeducativo con las
familias. Sallés estima conveniente aplicar instrumentos como: entrevista,
observación, pruebas psicométricas y trabajo en red, existiendo tanto
instrumentos estructurados como pautas de observación y otros aspectos
que el profesional debe considerar. El énfasis de la evaluación está dado a
partir del ámbito psicológico del adulto.

39
En otros países como España, se proponen otras metodologías para
evaluar habilidades parentales, desde la función del psicólogo. Dentro de las
técnicas que ellos consideran, se estiman relevantes entrevistas
semiestructuradas, instrumentos estandarizados y no estandarizados,
observación de interacción directa o simulada, informes médicos, informes
de tratamientos psicológicos y/o psiquiátricos, entre otros. (Chacón et al,
2009. p.25).

A partir de ello se generan cuestionarios sobre los estilos y actitudes


educativas de los padres y otras guías para evaluar las habilidades
parentales. Se hace mención como aspecto importante que lo ideal no es
realizar una “valoración de la personalidad de los padres y de los hijos”
(Chacón et al, 2009. p.26), aunque se señala que en algunos casos se
podría contemplar la posibilidad de utilizar algunos instrumentos para evaluar
la personalidad, lo cual podría constituirse como un aporte para las
evaluaciones.

En Estados Unidos, donde prevalece la utilización del instrumento


Ackerman-Shoendorf Scale of Parent Evaluation of Custody (ASPECT), el
cual realiza una comparación entre una madre y un padre de un niño/a, se
consideran otros factores en las evaluaciones tales como “los deseos del
niño/a sobre quien detente la custodia, la interacción y la interrelación entre
el niño/a y cualquier persona que pueda afectar significativamente sus
mejores intereses, el ajuste del niño/a a su entorno y la salud física y mental
de todos los individuos implicados, además se considera el contexto cultural
de cada familia, evaluando a sus miembros considerando su interacción y
relación” (Astudillo et al, 2010. p.3). En este contexto se considera relevante
la opinión del niño/a, y se incorpora también la variable cultural, que no
estaría presente en otros instrumentos.

40
En el Reino Unido, existe un modelo de evaluación para las familias y
los niños/as en riesgo psicosocial, el cual se realiza desde los departamentos
de salud, conforme con ello las áreas evaluadas son las siguientes:
satisfacción de necesidades evolutivas del niño/a (salud, educación,
desarrollo emocional), factores ambientales y familiares que condicionan el
ejercicio de parentalidad (empleo, vivienda, recursos comunitarios, historia
familiar) y respecto a las competencias parentales, se evalúan
específicamente los cuidados básicos al niño/a, seguridad garantizada a la
protección del niño/a, calidez emocional, estimulación del niño, guía y límites
del comportamiento del niño y estabilidad en su vida (Rodrigo, L. et al, 2009,
p. 114).
En términos generales, frente a las diversas formas de evaluar y de
abordar el tema de las habilidades parentales, existen diferencias
significativas entre cada programa y evaluadores ensimismo, otorgándole
complejidad a lo que puede mirar u observar un evaluador ya sea Trabajador
Social, Psicólogo u otro profesional que intervenga en la temática, tal como
se seña Astudillo et al (2010, p.6) “no existen parámetros estandarizados
para permitir una evaluación prolija lo largo de todo el país, dejando en
manos de diferentes organismos y profesionales la elección tanto teórica
como metodológica en este tipo de evaluación, llevando a que en muchos
aspectos coincidan, pero a la vez difieran en otros puntos relevantes”. Lo
anterior podría constituirse como una debilidad del proceso de evaluación.

Conforme a lo anterior, un estudio realizado por profesionales que


participan del ámbito del derecho de familia, entre ellos profesionales de los
Programas DAM, concluyeron respecto a la evaluación de habilidades
parentales que “no se encuentra establecido al alero de un consenso único
por el cual se pueda establecer dimensiones específicas para ello, por
cuanto estas dependerán del enfoque teórico al que adscriba el evaluador/a,
de la situación sociopolítica en la que se enmarque, entre otras” (Astudillo et
al, 2010. p.2). Por lo demás algunos profesionales dan cuenta de las

41
competencias parentales y de las habilidades parentales por separado, dos
enfoques distintos, sin embargo que a veces se perciben iguales.

El estudio presentó dentro de las fortalezas del proceso metodológico,


el trabajo en dupla psicosocial y la utilización de técnicas como la visita
domiciliaria. Se relevaron los enfoques “ecológico y humanista experiencial”
que ocupaban los profesionales (Astudillo et al, 2010. p.11), y la experiencia
de estos, como también su formación académica.

En cuanto a las debilidades del proceso metodológico, se presentan la


falta de pruebas psicológicas que se aplican a los adultos que se evalúan, la
ausencia de antecedentes que proporcionan los tribunales de familia, la
inasistencia de los adultos a las sesiones, siendo de mayor relevancia a nivel
teórico “la existencia de criterios indefinidos de habilidades parentales,
generando discrepancias al momento de triangular la información tanto entre
profesionales del área psicosocial, como entre estos últimos y el área
jurídica” (Astudillo et al, 2010. p.12). Dichos aspectos son importantes de
relevar, a modo de que nos permitirán conocer las similitudes y/o diferencias
respecto a la experiencia particular del sujeto de estudio.

2.2.2 Elementos transversales para la evaluación de habilidades


parentales.

El Servicio Nacional de Menores, dentro de su metodología propuesta


para realizar evaluaciones periciales en términos generales propone cinco
elementos a considerar, los cuales debiesen ser incorporados en la forma y
contenido en que se realizan dichas evaluaciones.

El primero de ellos corresponde al enfoque de derechos, tal como se ha


señalado anteriormente, el cual debiese materializarse en los informes de
manera específica en la no discriminación de niños/as, el principio del

42
género, el interés superior del niño (que debiese contemplar todos los
derechos enunciados en la CIDN), el principio de participación y el principio
de promoción de supervivencia y desarrollo.

El enfoque de derechos debiese estar presente tanto en el desarrollo de


los informes, como en las conclusiones, de esa manera señala que este
enfoque “priorizará el derecho del niño, a crecer y desarrollarse en el
contexto de una parentalidad social nutricia, protectora y de largo alcance, lo
cual demandará una rigurosidad metodológica tal, que permita despejar
oportunamente fortalezas y debilidades del entorno de desarrollo, que
converjan en conclusiones y sugerencias para la restitución de derechos
vulnerados de modo estable” (SENAME, 2013. p.6).

El segundo enfoque, corresponde al desarrollo evolutivo, en el cual se


incita a adoptar las metodologías de evaluación específicas conforme a la
etapa de desarrollo en la cual se encuentra el niño/a o adolescente,
orientado principalmente al ámbito psicológico, conforme al uso de lenguaje
de los niños, y otras técnicas referentes al psicodiagnóstico.

Como tercer elemento, se propone el enfoque de género, en el cual se


entiende la perspectiva de género como una categoría de análisis que
debiese estar presente en todo el contenido del informe, debiendo el
profesional identificar estereotipos de género que se encuentren asociados a
vulneraciones de derechos, haciendo distinción entre lo femenino y lo
masculino.

Algunos aspectos a evaluar desde el enfoque de género, serían “cómo


es la relación con la autoridad, cómo se conforman las jefaturas de hogar,
quién asume el rol de cuidado y protección en la familia, y quién el de la
provisión y seguridad económica, qué posibilidad existen en los niños/as y

43
adolescentes y en sus familias de flexibilizar los estereotipos de género”
(SENAME, 2013, p.7).

Las necesidades especiales, se establecen como cuarto elemento


relevante a integrar en los informes, cuyo enfoque se relaciona directamente
con la discapacidad física, mental, intelectual y sensorial, debiendo tenerse
presente tanto en la forma de efectuar las evaluaciones a los niños/as y
adolescentes, como en el contenido del informe propiamente tal.

Y por último, se estima pertinente desde el Servicio, el enfoque


intercultural, en el cual se propone que la atención directa y el contenido del
informe considere la variable de interculturalidad tanto para pueblos
originarios como para migrantes, a través del cual se incorporen
cosmovisiones y sentidos, orientándose a que los profesionales deberán
abstraerse de creencias preconcebidas y prejuicios, que pudiesen interferir
en el desarrollo de los diagnósticos periciales.

En este sentido, Cisternas (2014) señala que no existe desde lo jurídico


una diferenciación que considere este enfoque intercultural respecto a las
decisiones que un juez pudiese adoptar en relación a un niño/a y su familia,
por lo que las cosmovisiones no están presentes en el ámbito judicial.

Incorporando el componente indígena en la pericia social, se ha


establecido la necesidad de redefinir los lenguajes para considerar por
ejemplo al pueblo mapuche (Cisternas, 2014), lo cual conllevaría a definir lo
étnico, desde lo cultural, para traspasarlo al ámbito jurídico, teniendo como
un primer acercamiento ante los pueblos originarios a partir de lo simbólico y
de las representaciones sociales, para finalmente propiciar un
reconocimiento del otro.

44
2.3 Legislación chilena sobre el Cuidado Personal de los niños, niñas y
adolescentes.

A modo de comprender el marco legal del cual surge la necesidad de


efectuar evaluación de habilidades parentales a los padres de un niño/a o
adolescente, resulta necesario acudir a la normativa que rige en nuestro país
respecto a la materia judicial de Cuidado Personal que se tramitan en los
Tribunales de Familia.

En Chile, el Cuidado Personal de los hijos/as se encontraba normado


por el Art. N°226 del Código Civil, en el cual se acuña el término de
inhabilidad parental, basándose en la Ley 16.618 (Ley de Menores) a través
de la que se establecía que uno o ambos padres se encontraban en el caso
de inhabilidad física o moral en las siguientes situaciones:

1. Cuando estuvieren incapacitados mentalmente.


2. Cuando padecieren de alcoholismo crónico.
3. Cuando no velaren por la crianza, cuidado personal o educación del
hijo;
4. Cuando consintieren en que el hijo se entregue en la vía o en los
lugares públicos a la vagancia o a la mendicidad, ya sea en forma
franca o a pretexto de profesión u oficio;
5. Cuando hubieren sido condenados por secuestro o abandono de
menores.
6. Cuando maltrataren o dieren malos ejemplos al menor o cuando la
permanencia de éste en el hogar constituyere un peligro para su
moralidad;
7. Cuando cualesquiera otras causas coloquen al menor en peligro moral
o material.

45
La situación anterior ha variado, debido a que el 16 de Junio de 2013
fue promulgada la Ley 20.680 que introduce modificaciones al código civil,
“con el objeto de proteger la integridad del menor en caso de que sus padres
vivan separados”, indica que el cuidado personal de los hijos corresponderá
a los padres, o a alguno de ellos que sobreviva, frente a la muerte del otro
(Art. N°225).2

Se plantea el concepto de corresponsabilidad, entendida como la


participación activa en la crianza de los hijos, la cual debiera ser en igualdad
de condiciones y de manera constante, argumentando también fines
educativos.

Anteriormente, el código civil en su Art. N°225 señalaba que el cuidado


personal de los hijos correspondía a la madre si los padres se encontraban
separados, actualmente este artículo ha sido reemplazado formulándose que
los padres pueden determinar en común acuerdo el cuidado personal de los
hijos, si este va a corresponder al padre, a la madre o ambos de manera
compartida.

A partir de la Ley 20.680, se entiende que el cuidado personal de los


hijos puede ser compartido y lo se pretende es la corresponsabilidad o
también llamada coparentalidad, mencionada anteriormente, ante lo cual los
padres que vivan separados pueden asumir un rol activo en la crianza de los
hijos, haciéndose el alcance que dicho niño/a debe tener una residencia
estable, lo que no quiere decir que el progenitor que no viva con éste no
pueda contribuir con sus cuidados.

2
También es llamada a título ciudadano “Ley amor de papá”, referida a la organización del
mismo nombre conformada por padres de género masculino y familiares de estos, que
luchan para recuperar el contacto con los hijos cuyo cuidado personal es ejercido por las
madres, argumentando la existencia de síndrome de alienación parental y maltrato
psicológico ejercido por ellas, a modo de causar rechazo de los niños hacia el padre que no
vive con ellos.

46
La Ley establece además que el Juez podrá decidir si el niño/a se
queda bajo el cuidado de uno u otro progenitor, ante situaciones de
vulneración de derechos. Para ello deberá además prevalecer el interés
superior del niño.

Paralelamente, la Ley establece que el niño/a tendrá derecho a


mantener relación directa y regular con el padre/madre que no tiene su
cuidado personal, preferentemente de previo acuerdo entre los progenitores,
a modo de promover el vínculo familiar.

Respecto al progenitor que solicite el cuidado personal de su hijo/a y


aquel que lo tenga bajo su responsabilidad, se considerarán de acuerdo a la
Ley 20.680 (p.2) algunos indicadores que ponderarán para que el Juez
determine cuál es el progenitor con mayor actitud y aptitud para ejercer el
cuidado personal, estimándose entre ellos: la vinculación afectiva del niño/a
con los padres y personas significativas del ambiente familiar, la aptitud de
los padres para garantizar el bienestar del hijo/a, la contribución a la
mantención del hijo mientras estuvo bajo el cuidado del otro padre, la actitud
de cada uno de los padres para cooperar con el otro, la dedicación que el
padre o madre daba al hijo/a antes de producirse la separación, la opinión
del hijo/a, el resultado de los informes periciales que haya solicitado el juez,
los acuerdos entre los padres antes y durante el juicio por Cuidado Personal,
el domicilio de los padres como cualquier otro antecedente relevante en el
marco del interés superior del niño.

Fernández (2010) ha señalado como aspecto principal a considerar en


la determinación de las Causas Judiciales por Cuidado Personal, el Interés
Superior del Niño y su derecho a ser oído, elementos que deben ser
incluidos primordialmente por los jueces de familia.

47
En la jurisprudencia chilena, Fernández (2010) refiere que se tiende a
realizar una comparación entre ambos padres, en base a necesidades
materiales, capacidad y condiciones del adulto solicitante, posibles cambios
en la situación de vida actual del niño/a o adolescente, existencia de algún
daño sufrido o riesgo de sufrirlo, como cualquier otro antecedente relevante
asociados a maltrato o negligencia parental.

Dichos antecedentes podrían guiar las evaluaciones de habilidades


parentales que se realizan en los Programas DAM, en cuanto a nivel
internacional no se menciona con exactitud en la Ley dichos elementos.

La experiencia internacional, da cuenta en países como Argentina que


el cuidado personal de un niño/a se adhiere al concepto de guarda, asociado
a la patria potestad de los niños. En Argentina el cuidado personal de un
niño/a le corresponde a la madre hasta la edad de cinco años, luego si
existen dificultades asociadas a vulneración de derechos, separación entre
los padres, entre otras causas, será el juez competente quien determine
quién ejerza el cuidado personal del niño/a (Quintana, 2009). No se hace
mención acerca de la existencia de una evaluación de habilidades parentales
que guíe la decisión del juez.

Por su parte, la legislación en España señala “que si los padres


estuvieren separados y no decidieran de común acuerdo, el juez decidirá,
siempre en beneficio de los hijos, al cuidado de qué progenitor quedarán los
hijos menores de edad. El Juez oirá, antes de tomar esta medida, a los hijos
que tuvieran suficiente juicio y, en todo caso, los que fueran mayores de
doce años” (Quintana, 2009, p.155). En esta experiencia prevalece la opinión
del niño/a.

2.3.1 El Interés Superior del Niño como eje orientador.

48
Para efectos de este estudio, será considerado relevante uno de los
principios de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, el cual
corresponde al Interés Superior de este. La Convención señala en su artículo
N°3 señala que “en todas las medidas concernientes al niño que tomen las
instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las
autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración
primordial a que se atenderá será el interés superior del niño” (CIDN, Art.
N°3, 1989).

De acuerdo a la Convención Internacional de los Derechos del Niño


(1989), todos los derechos presentes en esta son importantes, señalando el
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (1999 en Freites, 2008. p.4)
que “no existe una jerarquía de los derechos humanos”, por lo que los
derechos civiles, políticos, económicos y otros se relacionan entre sí para
favorecer el bienestar de los niños.

El Interés Superior del Niño, de acuerdo a Freites (2008) tiene su origen


en el derecho común, lo que quiere decir que contribuye a resolver los
conflictos o tensiones que pudieran existir entre un niño y una persona
adulta. En materias judiciales como el Cuidado Personal del niño/a o
adolescente debiera prevalecer su interés superior por sobre los intereses de
otras personas o de las mismas instituciones que intervienen en la
problemática.

Ello también se relaciona con el Art. N°5 de la Convención Internacional


de los Derechos del Niño, el cual señala “que los Estados Partes respetarán
las responsabilidades, los derechos y deberes de los padres o, en su caso,
de los miembros de la familia ampliada o de la comunidad, según establezca
la costumbre local, de los tutores u otras personas encargadas legalmente
del niño de impartirle, en consonancia con la evolución de sus facultades,

49
dirección y orientación apropiadas para que el niño ejerza los derechos
reconocidos en la presente Convención” (Gobierno de Chile, 2000. p.9).

Otros principios orientadores de la CIDN, como la no discriminación, la


supervivencia y desarrollo del niño, son transversales al objeto de estudio de
este caso.

2.4 Relevancia de la Pericia Social para la evaluación de habilidades


parentales en el área judicial.

El Trabajo Social, desde sus inicios ha focalizado su quehacer en lograr


el bienestar de las familias, que estas puedan satisfacer sus necesidades
básicas, que resuelvan conflictos cotidianos, como elemento de apoyo,
educación y fortalecimiento de los otros. Paulatinamente, de acuerdo a las
diversas funciones que ha desarrollado, la profesión se fue incorporando en
el área de la justicia, en primera instancia a través de los Tribunales de
Menores en el año 1928, y luego en Poder Judicial, en el año 1961 (Forttes,
2010).

Ruiz (2001) refiere que la administración de justicia, en el caso de


Argentina, integró a Trabajadores Sociales a modo de que estos pudieran
asesorar al juez, principalmente en los Juzgados de Primera Instancia,
llamados en Chile Juzgados de Familia. De este modo los Trabajadores
Sociales pasaron a ser parte de los equipos interdisciplinarios de los
tribunales, junto con los psicólogos y educadores.

En Chile, a partir de la reforma procesal penal la cual inicia oficialmente


en el año 2005, comienzan a solicitarse desde los Tribunales de Familia
pruebas que contribuyan a determinar la existencia de alguna situación o
hecho que haya sido denunciada. Sin embargo, ya en los antiguos Juzgados

50
de Menores se confiaba a los Trabajadores Sociales la realización de los
Informes o Peritajes, para evaluar la situación sociofamiliar de un niño/a.

De este modo se plantea que el Trabajador Social a partir del


conocimiento que posee sobre el modelo de intervención diagnóstica, era
posible que realizara informes sociales a los cuales hoy en día se les acuña
el término de peritajes o pericias sociales, como una forma de asesorar al
juez principalmente frente a situaciones que afectaran a las familias, como
violencia intrafamiliar, negligencia, maltrato u otras. Se trata entonces de una
acción profesional especializada, que surge desde el ámbito proteccional,
con el fin de proceder a la interrupción, restitución y/o reparación de los
derechos.

Cisternas (2014), señala que la pericia se construye desde la


comprensión global de los fenómenos sociales, de ahí es que surge la
relevancia de la pericia dado que aporta a la comprensión jurídica, lo cual se
traduce en que las sentencias que dicta un juez se encuentran basadas en
estos informes.

La prueba pericial corresponde específicamente al informe social


especializado realizado por los Trabajadores Sociales, existiendo dentro de
los puntos periciales la solicitud de los jueces de realizar informes de
habilidades parentales o al menos que incluya esta variable.

La prueba pericial es “el medio por el cual personas que poseen


conocimientos especiales…designados en un proceso determinado,
perciben, verifican hechos y los ponen en conocimiento del juez, y dan su
opinión fundada sobre la interpretación y apreciación de los mismos, a fin de
informar la convicción del magistrado” (Arazi en Dell'Aglio, 2004.p.25). En
este sentido, prevalecen las interpretaciones que se realicen sobre un
fenómeno social que se encuentre judicializado, surgiendo como elemento

51
preponderante la metodología que se utilice para dar cuenta al juez sobre los
hechos.

Cisternas (2014), señala que se trataría de una interpretación no


jurídica del fenómeno social, a diferencia de lo que realizan otros
Trabajadores Sociales en Latinoamérica, puesto que el desempeño de la
profesión se sitúa desde lo interdisciplinar, por lo que existen otros actores
intervinientes en los procesos legales que también dan su opinión desde su
especificidad, entre ellos abogados y psicólogos.

Siguiendo a Cisternas (2014), la tarea del perito social gira en torno a


una determinada realidad que el juez pide investigar, ante la cual el perito
debe observar, describir, comprender, organizar y presentar dicha realidad.

En este contexto, es que el perito social debe proporcionar elementos


interpretativos-comprensivos (Cisternas, 2014), apreciándose como principal
falencia los elementos metodológicos que los Trabajadores Sociales
incorporan a sus pericias para fundamentarlas; lo cual se relaciona con un
“conflicto de interpretaciones”, que integran elementos subjetivos, pese a que
el sistema judicial establece como uno de sus principios la imparcialidad.

Desde la pericia social, no existe un consenso respecto a mirar la


realidad que se nos presenta y establecer elementos básicos para
comprenderla. Cisternas (2014) señala que se trata de una “situación
dialogal”, donde el perito en su rol de escuchar al otro debe darle un sentido
a la información que este otro le proporciona. De este modo a través del
reconocimiento del otro, es que se favorece la comprensión de esa realidad.

En la pericia social fases que comprenden la intervención que realiza el


Trabajador Social conforme a lo señalado por Ruiz (2001.p.33), las cuales
corresponden a: el análisis de la situación, la interpretación y la propuesta.

52
De este modo se entiende que el profesional debe proponer una solución al
conflicto que se produce entre las partes.

El Código Procesal Penal en Chile, en su Art. Nº314, hace referencia a


la procedencia del informe de peritos, a los cuales se debe recurrir frente a
situaciones que requieran de un conocimiento específico. Y en ese sentido,
se establece como elemento importante el criterio de imparcialidad, frente al
cual se debe evitar realizar interpretaciones subjetivas de la realidad que se
investiga.

A la vez, define el contenido del informe de peritos, el cual consta de


tres partes: “la descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del
estado y modo en que se hallare, la relación circunstanciada de todas las
operaciones practicadas y su resultado; y las conclusiones, que en vista de
tales datos, formularen los peritos conforme a los principios de su ciencia o
reglas de su arte u oficio” (Art. Nº315).

A partir de ello, los Informes Sociales, herramienta básica de trabajo,


debieron comenzar a focalizarse en ciertas áreas, convirtiéndose en peritajes
sociales de acuerdo a la especificidad que se solicitaba en los tribunales
respecto a materias y hechos específicos, desde ahí es que se configuran
como un proceso de investigación social, por lo cual se requiere de un diseño
de investigación al acoger la solicitud del Tribunal, planteamiento de
hipótesis del fenómeno social que se investiga y acciones orientadas a
responder a la pregunta sociojurídica.
Uno de ellos, corresponde a la evaluación de habilidades parentales,
solicitadas por los Tribunales de Familia en nuestro país, tanto a
Trabajadores Sociales como a Psicólogos, cuyas materias judiciales
pudiesen ser cualquiera de acuerdo a las denuncias o demandas realizadas,
aunque para efectos de este estudio sólo se considerarán las Causas por
Cuidado Personal.

53
En el contexto histórico de la pericia, el Trabajador Social Cisternas (s/f)
señala que el ámbito especializado de la pericia judicial social forense es un
proceso en construcción, puesto que tiene que ver con un análisis de teorías,
de interpretación de los discursos de las personas y la validez que se le
otorga a ello.

A su vez señala que la acción pericial social se genera desde la


práctica, a partir del espacio desde donde se sitúa el individuo y cómo
establece relaciones con los otros. No hace mención a debilidades o
fortalezas de los procesos metodológicos.

Respecto a la naturaleza de las pericias sociales radica en el modelo o


fase de intervención diagnóstica del trabajo social, cuyo concepto
inicialmente se relacionaba con el modelo médico, sin embargo ha
trascendido como eje fundamental para el desarrollo de las pericias;
entendiéndose por el término diagnóstico “conocer a través” o “conocer por
medio de” (Aguilar y Ander-Egg, 2001. p.13). A su vez uno de los principios
del diagnóstico es “conocer para actuar”, lo cual dice relación directa con la
labor de los Trabajadores Sociales que ejercen la función de perito
informando a los jueces lo que sucede con las familias, los niños, y otras
personas.

El perito Trabajador Social, es definido por Dell'Aglio (2004, p.21) como


“personas calificadas en razón de su ciencia, técnica o conocimiento
especializado en arte…persona técnica especializada en ciencia o arte sea
por el estudio o la práctica. En el ámbito jurídico se considera perito al
experto que es introducido en el proceso para producir un dictamen sobre
cuestiones concretas de su especialidad…para que dictamine con veracidad
e imparcialidad”. Se hace mención a las necesidades de la existencia del
perito, ya que los jueces no tendrían un conocimiento acabado y específico

54
siendo necesario que se asesoren por personas idóneas respecto a una
temática.

De este modo, se releva el rol que cumplen los Trabajadores Sociales


que se desempeñan como peritos, y de qué manera se ha avanzado en los
aspectos técnicos y profesionales para dar respuesta mediante su opinión a
los Tribunales de Familia respecto a la situación de un niño/a o adolescente
cuyo Cuidado Personal se encuentra en litigio entre los padres.

CAPITULO III
MARCO METODOLOGICO

El presente capítulo tiene como objetivo presentar el diseño


metodológico que se ha elaborado para llevar a cabo la investigación social,
cuyos componentes son: Estrategia de Investigación, Tipo de Estudio y
Tipología del Estudio de Caso, Estrategia de Levantamiento de Datos,

55
Muestra, Técnicas de Análisis de Datos, Operacionalización de Variables
Cualitativas y Testeo del Instrumento.

3.1 Estrategia de Investigación.

La presente investigación se basa en la perspectiva epistemológica de


la hermenéutica, considerando la relevancia de esta corriente para las
ciencias sociales, en los estudios de carácter cualitativos que se realizan.

La palabra hermenéutica tiene significado en el vocablo griego de


“hermenia, que significa el acto de la interpretación” (Cárcamo, 2005. p.206).
A través de la integración de la hermenéutica se pretende en el presente
estudio, conocer el contexto en el cual se sitúan los sujetos respecto al
fenómeno de estudio y la interpretación comprensiva que surge en un
contexto temporal “y con ello el reconocimiento histórico de la experiencia”
(Cárcamo, 2005. p.206).

Se pretende reconocer al sujeto y la comprensión del fenómeno social


estudiado, como así también el componente histórico que ello conlleva. La
hermenéutica no sólo se refiere a la interpretación, sino que también al
entendimiento del fenómeno, en este sentido el lenguaje cobra relevancia
puesto que se relaciona a los “actos de expresar, de explicar, de traducir y,
por lo tanto, de hacer comprensible el sentido que algo tiene para otro”
(Echeverría, 2004. p.107).
Por medio de la capacidad de comprensión se pretenderá conocer y
describir el fenómeno social estudiado, mediante el diálogo y el lenguaje
como ejes orientadores de esta corriente epistemológica (Gadamer, 1998,
p.319). Siendo de tal modo, lo más importante la relación por sobre el texto,
en este caso el objeto; en la cual el diálogo transita entre las preguntas y
respuestas.

56
Otro elemento importante a considerar es la conciencia histórica, es
decir, es la historia la que sostiene el lenguaje como un sistema simbólico
que es común a todos. Gadamer (1998) señala que la comprensión histórica
permite ampliar visiones, de este modo a partir de distintos discursos de los
profesionales que se entrevistarán se pretende construir el fenómeno desde
distintas perspectivas como algo inagotable, pero que sin embargo permite
conocer y tener una mirada distinta del fenómeno social estudiado. Cobra
relevancia entonces, el lenguaje como sistema simbólico.

3.2 Tipo de estudio y tipología del estudio de caso.

El tipo de investigación que se realizó corresponde a un estudio de caso


a través del enfoque cualitativo, comprendiendo que éste permite acercarse
a la realidad interesándose por fenómenos intersubjetivos y rescatar las
propias percepciones y criterios de los sujetos que son parte de la
investigación, a partir de la experiencia de los Trabajadores Sociales de la
Corporación OPCION. El método cualitativo (Ruiz, Aristegui y Leire, 1998,
p.44) tiene como finalidad “estudiar los fenómenos sociales en el propio
entorno natural en el que ocurren, dando primacía a los aspectos subjetivos
de la conducta humana sobre las características objetivas, explorando, sobre
todo, el significado del actor humano”.

En efecto, la metodología cualitativa permite tener un conocimiento más


acabado de un fenómeno social o de un hecho que se quiera explorar y
describir con mayor profundidad, tal como ocurre en este estudio de caso.

La presente investigación corresponde a un estudio de carácter


exploratorio-descriptivo ya que no se cuenta con estudios específicos en los
Programas DAM referentes a cómo se realiza la evaluación de habilidades
parentales y las fortalezas y debilidades presentes en dicho proceso.

57
En este sentido se pretendió conocer el problema, es decir, cuáles son
los criterios que los profesionales utilizan para evaluar las habilidades
parentales, y a su vez tendrá además el carácter descriptivo, a modo de
describir y/o caracterizar dicho problema de investigación.

De acuerdo a la dimensión temporal, el diseño no experimental es de


carácter transversal o transeccional, es decir, los datos fueron recolectados
en un determinado período de tiempo.

El diseño cualitativo utilizado fue el diseño proyectado (Valles, 1999) el


cual presenta una estructura que se ajusta a la realidad del contexto en que
se realizó la investigación, en un período de tiempo determinado, lo que
permite mayor comparación y comparabilidad.

3.3 Estrategia de levantamiento de datos.3

Para la investigación se utilizó como técnica de recolección de la


información, la entrevista en profundidad o abierta, a través de la cual se
esperaba acceder a los contenidos del significado construido por los
informantes, entendiéndose que se trata de una técnica “que toma la forma
de relato de un suceso, narrado por la misma persona que lo ha
experimentado, y desde su punto de vista (Ruiz, Aristegui y Leire, 1998,
p.76).

De este modo, se pretendió obtener descripciones del trabajo que


realizan los profesionales para luego realizar interpretaciones de éste,
permitiendo considerar la opinión de los propios sujetos entrevistados, en la
búsqueda de varias respuestas para un mismo fenómeno.

3
Ver anexo Nº2, Pauta de Entrevista en Profundidad.

58
El instrumento de recolección de datos, correspondió a una pauta de
entrevista, considerando que la investigadora disponía de información base
acerca del tema de investigación culminando en el proceso de saturación de
la información.

3.4 Muestra.4

La elección de la muestra dice relación con la trayectoria de la


Corporación OPCION, institución que ejecuta los Programas DAM en la VI
Región, la cual desde su creación, en el año 1990, realiza acciones de
diseño y ejecución de modelos y metodologías de atención a la población
infanto-juvenil.

La Corporación OPCION, cuenta en la actualidad con más de cien


proyectos a nivel nacional, en distintas líneas de trabajo, tales como
protección, reparación, promoción de derechos e infracción de Ley. Respecto
a la línea diagnóstico, ejecuta 17 programas de este tipo a nivel nacional.

En relación a los criterios de muestreo del caso, la muestra es de tipo


no probabilística, dado que se trata de un estudio con un diseño de
investigación exploratorio, siendo relevante recoger las experiencias de los
profesionales a partir de los significados que le atribuyan a su quehacer.

La muestra que se utilizó en la presente investigación fue intencionada,


es decir, se escogió a las unidades informantes. Dichas unidades
informantes correspondieron a Trabajadores Sociales que ejercen funciones
en los Programas DAM de la Corporación OPCION licitados por SENAME en
la VI Región, correspondientes a las comunas de Santa Cruz, San Fernando,
Rengo y Rancagua, los cuales han realizado evaluaciones de habilidades

4
Ver anexo Nº3, sobre el número de entrevistas realizadas.

59
parentales a adultos que soliciten el Cuidado Personal de un niño/a o
adolescente.

Se escogió a Trabajadores Sociales de distintos Programas DAM en


función de la “heterogeneidad y accesibilidad” (Valles, 2009. p.91), siendo
importante conocer los procedimientos que utilizan para evaluar habilidades
parentales dentro de una misma institución, pero en distintos programas.

La muestra estuvo conformada por nueve profesionales:

Tabla 6: Muestra

DAM DAM San DAM Rengo, DAM Santa


Rancagua, 3 Fernando, 3 2 Cruz, 1
entrevistas entrevistas entrevistas entrevista

Fuente: Elaboración propia, 2014

Considerando que las habilidades parentales en Causas Judiciales por


Cuidado Personal que se evalúan en los Programas DAM de la Corporación
OPCION se realizan generalmente a través de una pericia social, para
efectos de este estudio se excluyó a los psicólogos. La decisión tomada para
efectos del estudio de caso se basa en los sujetos de investigación, que

60
puedan brindar antecedentes de su labor asociada al problema de
investigación desde el área social, como forma de intervenir.

El tipo de estudio de caso correspondió a un diseño de múltiples casos,


lo cual permitía conocer particularidades del problema de investigación en
cada Programa, y luego identificar posibles diferencias y similitudes en
relación a la metodología utilizada para evaluar habilidades parentales.

3.5 Técnica de análisis de datos.

Para efectos de la presente investigación, se utilizó como técnica de


análisis de datos, el análisis de contenido cuyo fin es el análisis de la
identificación de determinados elementos los cuales se transformarán en
categoría. Valles (1999) da cuenta en primera instancia de la codificación de
los datos, para luego analizarlos. En este sentido, el análisis de contenido no
buscar generar teorías acerca de un fenómeno de estudio, sino que generar
categorías conceptuales y mayor posibilidad de comparación analítica, a
partir del discurso de las unidades informantes.

Para llevar a cabo el análisis de contenido, en primera instancia se


transcribieron de manera literal las entrevistas y luego se construyeron
categorías de análisis, a partir de los discursos de las entrevistadas.

De este modo se generó un proceso de codificación, a través del cual


se descomponen los textos que se han conformado tras las entrevistas
realizadas, mediante una rejilla en la cual se han agrupado las respuestas
conforme a los focos de interés planteados.

Luego, se enfatizaron los aspectos relevantes del discurso de las


unidades informantes, mediante la presencia, frecuencia y contingencia en
los códigos lingüísticos y se procedió a analizarlo.

61
En primera instancia se presenta el análisis de contenido de manera
descriptiva conforme a los significados que las unidades informantes
proporcionan, y luego de manera interpretativa a través de la interpretación
que la investigadora realiza a partir de los discursos.

62
3.6 Operacionalización de variables cualitativas:
En consideración a los objetivos de la investigación y a los elementos teóricos que se han expuesto anteriormente,
se presentan las variables, dimensiones y focos de interés a través de los cuales se pretende conocer y comprender el
fenómeno social estudiado, a partir de los discursos proporcionados por las unidades informantes y el contraste con la
teoría existente.
Tabla 7: Operacionalización de variables
Variable Dimensión Focos de Interés
Metodología para evaluar habilidades Aspectos generales del proceso Importancia asignada al proceso de
parentales evaluación de habilidades parentales
Estrategias metodológicas para evaluar Principales factores que se consideran
habilidades parentales para evaluar desde el ámbito individual,
familiar y legal

Instrumentos metodológicos que utilizan


los profesionales para evaluar habilidades
parentales

Fortalezas y debilidades del proceso Elementos que favorecen el proceso de


metodológico evaluación y obstaculizadores
metodológicos del proceso de evaluación
Propuestas y recomendaciones a Aportes y sugerencias para mejorar la Relevancia asignada a la mejora del
incorporar en el ámbito de la intervención proceso de evaluación
evaluación de habilidades parentales
Principales propuestas que debiesen
integrarse en el marco de las
evaluaciones

lxiii
3.7 Testeo de Instrumento.

Para llevar a cabo la presente investigación ha sido fundamental


realizar el testeo del instrumento, es decir, una prueba anterior a la
aplicación del mismo, a fin de poder otorgarle validez para la investigación y
acomodación oportuna de preguntas que pudiesen presentar inconvenientes
para ser comprendidas por los sujetos participantes de este proceso.

De este modo, se realizó un testeo de la pauta de entrevista, la cual


posteriormente se implementó con los profesionales que trabajan en los
Programas DAM. Se realizaron cambios de forma del instrumento,
principalmente orientación de las preguntas, utilizando un lenguaje menos
técnico que en la formulación inicial. Así también se unificaron preguntas que
redundaban en lo mismo, y se plantearon otras que en segunda instancia
pretendían lograr mayor profundidad del tema.

El proceso ensimismo, consistió en primer lugar a elaborar una pauta


de entrevista, la cual fue proporcionada al asesor metodológico de la
investigación, a modo de que realizara las observaciones que le parecían
pertinentes, situación ante la cual no existieron observaciones.

Tras efectuar las primeras modificaciones a la pauta de entrevista, se


procedió a testear el instrumento con una profesional del Programa DAM
San Fernando (la entrevista posteriormente pasó a ser parte de la muestra),
cuyo criterio de elección fue que no se estableciera como profesional antigua
ni reciente en la institución, a modo de relativizar la aplicación de la pauta.
De este modo tras realizar la primera entrevista y luego de recibir la asesoría
del asesor metodológico de la investigación, se procedieron a efectuar los
siguientes cambios:

64
 La pregunta Nº2, señalaba en primera instancia en relación al proceso
de evaluación de habilidades parentales, ¿qué prioridad ha tenido
este proceso en el marco de la intervención?, la cual fue cambiada
por “¿qué prioridad ha tenido este proceso ante la solicitud de los
Tribunales de Familia?”. El cambio fue realizado debido a que era
difícil comprender el contexto de marco de intervención referido en la
primera pregunta.

 Tras efectuar la pregunta Nº2, se identificó la necesidad de agregar


una nueva pregunta para enriquecer el proceso de investigación,
principalmente debido a que en la parte avanzada de la pauta de
entrevista existía una pregunta que se refería a los factores que el
profesional consideraba para señalar si un adulto contaba o no con
las habilidades parentales para efectuar el Cuidado Personal de un
niño/a. De este modo, la tercera pregunta agregada correspondió a:
¿Cuáles son los puntos periciales mayormente solicitados en las
evaluaciones de habilidades parentales en Causas por Cuidado
Personal?.

 Las preguntas Nº4 y Nº5 se apreciaban redundantes en la forma de


interpelar al otro, la primera de ellas señalaba ¿cuáles son los
principales enfoques teóricos o modelos que se utilizan para evaluar
habilidades parentales? y la segunda, ¿cuáles son los más relevantes
y por qué?, ante lo cual la profesional tendía a repetir la respuesta de
lo que resultaba significativo para ella. Frente a lo anterior, la segunda
pregunta se reformuló a fin de obtener mayor profundidad, por
¿cuáles cree usted que son los aspectos más relevantes de dicho
enfoque/es?, ¿por qué?.

 La pregunta Nº9 hace alusión a la identificación de los instrumentos


y/o técnicas que el profesional utiliza para evaluar las habilidades

65
parentales, y luego se efectuaba la pregunta Nº10: a su juicio,
¿cuáles son los más relevantes?, ¿por qué?. Considerando que los
profesionales entrevistados probablemente responderían los que
instrumentos y/o técnicas que para ellos eran relevantes o bien que
ellos conocían, surgió la pregunta que reemplazaba la Nº10 por: ¿qué
características tienen esos instrumentos y/o técnicas y de qué manera
los incorpora a su evaluación?

 Las preguntas Nº14 y Nº15 de la pauta de entrevista inicial, se


unificaron ya que la primera de ellas fue difícil de comprender por la
profesional entrevistada dado su lenguaje técnico, y la segunda
redundaba en lo mismo. Dichas preguntas eran: ¿cuáles son las
principales propuestas que haría usted para desarrollar el
procedimiento metodológico de evaluación en el marco del enfoque
de derechos de niños, niñas y adolescentes?, y ¿cuáles son las
medidas que podrían implementarse para facilitar el proceso de
evaluación?. A partir de lo anterior, se estableció sólo una pregunta:
¿cuáles son las principales propuestas que haría usted para
desarrollar la evaluación de habilidades parentales considerando el
enfoque de derechos de los niños, niñas y adolescentes?.

 Finalmente, se acotó la última pregunta a modo de que respondiera al


foco de interés relevancia asignada a la mejora del proceso de
evaluación, inicialmente esta era: ¿qué condiciones debiesen estar
presentes para realizar las evaluaciones?, la cual se modificó por:
¿qué condiciones debiesen estar presentes a nivel institucional para
mejorar el proceso de evaluación?.

66
CAPÍTULO IV
RESULTADOS Y ANALISIS PRELIMINARES

4.1 Análisis de Contenido.

A partir de la investigación realizada se implementó la técnica de


análisis de contenido en cada entrevista realizada, como procedimiento
interpretativo de los procesos comunicativos que surgieron en este contexto,
por medio del discurso de las nueve profesionales que fueron entrevistadas
en los cuatro Programas de Diagnóstico –DAM- de la VI Región, que
pertenecen a la Corporación OPCION.

En este sentido se llevó a cabo un proceso de codificación abierta, en


el cual se ha integrado la presencia, frecuencia y la contingencia, a partir del
discurso de las entrevistadas, siendo en la primera de ellas identificada la
presencia o ausencia de frases y palabras reiterativas, la segunda dice
relación con el número de veces que se repite el mismo concepto, y por
último la tercera, obedece a la existencia de dos códigos iguales en familias
de códigos distintos.

Las familias de códigos se han formado a partir de códigos lingüísticos,


a través de un proceso de categorización. De acuerdo con lo anterior, se han
encontrado seis familias de códigos los cuales corresponden a: Proceso,
Ámbito de Evaluación, Enfoques, Metodología, Fortalezas/Debilidades y
Aportes/Sugerencias.

De esta manera se han considerado categorías que han sido pre-


establecidas en el estudio de caso y también aquellas que han surgido como
categorías emergentes de la misma investigación.

67
A continuación, se presenta el análisis de contenido en su forma
descriptiva, en la cual se recogen los discursos proporcionados por las
entrevistadas de manera fiel a su relato, a partir de la presentación de los
códigos lingüísticos que se han agrupado en las seis familias de códigos
señaladas anteriormente.

Y, luego como segunda instancia se presenta el análisis interpretativo


que busca analizar los significados de los discursos a partir de los códigos y
categorías encontradas, a modo de generar un marco comprensivo del
fenómeno social que se ha estudiado.

4.1.2 Análisis descriptivo.


 Primera familia de Códigos: Proceso.

Proceso

Puntos Periciales

Proceso de evaluación

Vulneraciones
Valoración de la
evaluación Demanda

Primer Significado Protocolo


contacto
Características Régimen
del caso comunicacional

68
Encuadre Habilidades de
ambos padres
La familia de códigos “proceso” está compuesta por doce códigos
lingüísticos, la cual se atribuye a los procedimientos que adoptan las
profesionales para evaluar las habilidades parentales en Causas de Cuidado
Personal.

El primer código denominado “proceso de evaluación”, se relaciona


con la descripción de los procedimientos y aspectos significativos de éstos
desde que se ingresa el niño/a a cada Programa. Se releva el manejo de
información inicial respecto al caso, luego la existencia de un encuadre y
realización de entrevistas.

“Bueno, cuando llega el oficio lo primero que hacemos es, bueno lo que
yo hago acá tiene que ver con la revisión de la información a través del
sistema una vez que ya se conoce del caso completo, nosotros
empezamos a citar, al momento de citar hacemos el encuadre con el
psicólogo y posterior a eso yo me vengo con el adulto responsable y el
psicólogo se queda con el niño, y ahí parto con el proceso de entrevista
que…nosotros hacemos dos entrevistas…” (Entrevistada 3, 2014)5

Otra profesional, hace referencia a las órdenes del Tribunal que se


recepcionan en los Programas para iniciar la evaluación de habilidades
parentales, señalando como aspecto favorecedor cuando el adulto pertenece
a la comuna, debido a que cuando es de fuera de la región, no es posible
acceder a la información que está presente en las Causas Judiciales, y por
lo tanto poder contrastar la información que éste proporciona con la
demanda inicial.

5
Para efectos de la presentación de los resultados, de aquí en adelante se entenderá por “E” la
entrevista realizada, especificándose su numeración y año de realización.

69
“Bueno, cuando está acá igual es como más, sentimos que es más fácil
porque uno puede tener un complemento de la información,
comprendiendo que en los exhortos no siempre tenemos acceso a la
Causa que ese es otro…que tiene que ver con la revisión de lo
metodológico, la revisión de qué es lo que ocurrió…” (E5, 2014)

Esta entrevistada da cuenta de cómo realiza el proceso de evaluación,


el cual es similar al que realizan el resto de profesionales entrevistadas:
citación a la familia, entrevista inicial con el adulto, establecimiento de
sesiones posteriores de entrevistas, firma de consentimiento informado, se le
informa al adulto que existirá en el Programa la documentación relativa al
proceso judicial del niño/a, realización de Visita Domiciliaria y entrevista de
devolución una vez finalizado el proceso.

“Eh…cito a la familia, al adulto del cual se me está solicitando esta


evaluación a una entrevista inicial en donde le informo que me están
solicitando del Tribunal por un informe de habilidades parentales, ahora
no le digo habilidades, sino que ver la situación actual de él y en
relación al niño, le informo el procedimiento que va a constar de dos o
tres sesiones más, que son súper acotadas las sesiones, que yo voy a
atender, que va a tener que firmar un consentimiento informado, que va
a tener la carpeta acá, que va a tener los antecedentes, que igual yo lo
hago en base al niño y la carpeta que ingresa a partir del nombre del
niño, a pesar de que viva en otra ciudad, y que va a constar de dos o
tres sesiones y que si no lo he encontrado en el domicilio voy a tener
que ir nuevamente al domicilio, y también una entrevista una
devolución o un cierre en la cual yo le voy a informar del proceso que
se va a remitir al tribunal” (E7, 2014)

El segundo código identificado se denomina como “primer contacto”,


el cual releva la utilización de la técnica de la Visita Domiciliaria en el primer

70
acercamiento que se tiene con la familia y/o adultos a los cuales se les
realizará la evaluación de habilidades parentales. La técnica de Visita
Domiciliaria está presente en la mayoría de las evaluaciones de habilidades
parentales.

“Yo, o sea mi estilo mío, es hacer la visita…ya…hacer la visita e


informarle directamente al adulto y aprovecho también de hacer la
gestión de Visita, de visualizar el inmueble, de ver como todos esos
antecedentes sobre todo por los tiempos, porque no nos queda…Hago
una Visita si es que me va bien, bueno, ahora en caso que no
encontrara a la persona me queda la opción del teléfono” (E5, 2014)

El tercer código denominado “encuadre”, se refiere a la etapa inicial


de la entrevista que se realiza con el adulto que participa del proceso de
evaluación, en la cual se le explica acerca del proceso ensimismo, ello
ocurriría una vez efectuada la Visita Domiciliaria.

“Bueno primero tiene que ver con el encuadre que se hace con la
psicóloga, donde tú explicas de qué se trata la Corporación, qué es lo
que se va a hacer, etc. Y posteriormente la psicóloga se va a atender al
niño en este caso y tú te quedas tomando los datos generales (…) el
encuadre como que se cuenta cuánto dura el proceso, en qué consiste,
y eso” (E9, 2014)

El cuarto código llamado “significado”, se atribuye a la definición que


las profesionales brindan a los adultos sobre el concepto de habilidades
parentales, el cual abordan de distintas maneras, intentado materializar el
concepto desde un lenguaje simple.

“Pero es que generalmente uno trata como de hacerlo en un lenguaje


que la gente entienda, entonces alomejor yo no le digo vamos a

71
evaluar cómo están sus competencias parentales sino que vamos a
hablar cómo lo está haciendo usted como papá en su rol, cómo está
funcionando usted con su hijo… claro porque, no podís… entender…y
claro, él de repente capaz que nadie por susto no te pregunten
tampoco a qué se refiere y queden ahí sin entender mucho es porque
están acá” (E3, 2014)

El quinto código obedece a “habilidades de ambos padres”, el cual


rescata la necesidad de que se realice la evaluación de habilidades a ambos
progenitores, a modo de poder realizar una comparación entre ellos en torno
a la satisfacción de necesidades del niño/a y a la demanda propiamente tal,
en que está involucrado en el proceso judicial.

“Ahora también se da a entender que existe tanto el padre como la


madre, derecho a mantener un vínculo con el niño, no obstante
después de la separación cierto, por tanto tiene que ver con que es
fundamental conocer la percepción de ambos padres, cuál es el interés
que tienen ambos padres” (E8, 2014)

El sexto código se define como “valoración de la evaluación”, en el


cual las profesionales dan cuenta de la importancia de evaluar las
habilidades parentales, con el fin de conocer cómo los adultos ejercen sus
roles respecto a los cuidados de los hijos/as, la relación que mantienen con
ellos, el grado de responsabilidad que asumirían al obtener el Cuidado
Personal, y las diferencias que surgen entre un informe pericial social de
habilidades parentales, en comparación con los informes sociales
específicos de otros ámbitos.

“Sí, por supuesto (...) Porque en el fondo así tú te das cuenta de ese
padre, de ese adulto responsable está cumpliendo su rol de padre, de
madre con ese niño, o sea de esa forma tú evaluando las habilidades

72
parentales tú te puedes dar cuenta de eso que es crucial en muchos
casos. Tal vez no en todos, pero igual" (E2, 2014)

“(…) al hablar de cuidado personal estamos hablando de un papá que


se va a hacer cargo en la totalidad de un niño, una niña, y el no
visualizar, y si este papá tiene ciertas competencias ¿no? si tiene
tolerancia… eh… desde qué punto él está mirando el cuidado personal
de su hijo, yo creo que es fundamental para el bienestar del niño” (E4,
2014)

El séptimo código se deriva del proceso de análisis anterior, y


corresponde a “características del caso”, estableciéndose como una
categoría emergente, dado que existen divergencias en el discurso de las
profesionales, considerando una de ellas que la evaluación de habilidades
parentales es necesaria sólo en algunos casos, ya que en primera instancia
ha existido una generalización del término de “competencias parentales” a
evaluar en todas las Causas en que existan niños/as involucrados, y de
manera paralela, se solicita evaluación de habilidades parentales, sabiendo
de antemano que el Tribunal que solicita el informe sabe de antemano que el
niño/a no tiene vinculación con ese adulto que se debe evaluar.

“Yo creo que sí, en algunos casos sí, pero en otros las situaciones de
repente el tribunal se pudiesen resolver sin la necesidad de evaluar
competencias parentales (…) de pronto se ha malentendido el término
creo yo en el sentido de evaluar todo competencia (…) de pronto hasta
papás o mamás que no han tenido contacto con el niño, el tribunal
también pide evaluación al papá y a la mamá en competencia parental
y el papá hace seis años que no tiene contacto con el hijo y hay que
convocarlo y hay que iniciar este proceso de competencia parental
siendo que no conoce a su hija, entonces en esos casos siento a veces
que es un poquito innecesario" (E2, 2014)

73
"Que es evidente, sí, recuerdo una vez que un abuelo, un abuelo que
estaba muy enfermo que tenía problemas para trasladarse estaba en
silla de ruedas y tenía también problemas en su lenguaje, nos pidieron
la competencia parental del nieto, y el nieto no vivía ahí entonces de
repente no se condice mucho con la realidad” (E2, 2014)

El código lingüístico número ocho, corresponde a la “demanda”, la


cual dice relación con la solicitud de Informes Periciales Sociales que
realizan los Tribunales en materia de Cuidado Personal, donde piden evaluar
las habilidades parentales. En algunos Programas DAM solicitan en todas
las Causas de Cuidado Personal dicha evaluación, haciendo la distinción
que se hace extensible además a otras Causas Judiciales, como Medidas de
Protección de niños/as.

“Ya bueno, de partida piden mucho de acá de los Tribunales de xx


piden mucha evaluación de competencia parental, pero no sólo en
casos de Cuidado Personal, sino que en general en Medidas de
Protección, piden muchísimo, y creo que desde ahí también no existe
mucha claridad sobre lo que los tribunales necesitan saber o si es tan
necesario evaluar competencia parental, sino que mandan todo” (E2,
2014)

“Sabes…en todos los informes, todos los informes en las pericias


sociales son con énfasis en habilidades parentales. Todas,
independiente de la causa, sí” (E4, 2014)

El código número nueve corresponde al “régimen comunicacional”,


como una categoría emergente, emanado desde la demanda, como un
ámbito en que se evalúan las habilidades parentales en contextos de visitas
padres e hijos, surgiendo en algunas Causas Judiciales de Cuidado

74
Personal como tema incorporado el régimen comunicacional, en donde los
profesionales deben integrar su opinión respecto a cómo debe éste
establecerse y/o sugerir su continuidad o no.

Paralelamente, surge como aspecto relevante en Causas por Cuidado


Personal, la necesidad del DAM de sugerir previamente el establecimiento
de un régimen comunicacional, antes de otorgar el cuidado al adulto que no
tiene o no ha tenido mayor contacto con el niño/a, a modo de que exista una
experiencia previa de vinculación y participación en la crianza, antes de
determinar la entrega del niño/a a ese adulto

“ (…) entonces uno dice que se continúe con las visitas y nos piden
también a veces que se considere como el aumento de visitas, también
a veces el Tribunal establece ese punto y también vemos a veces que
no hay inconvenientes, ni por parte de la mamá ni por parte de este
papá porque hay una cierta relación armónica, entonces uno dice que
sería bueno alomejor que se extendiera, de acuerdo siempre al interés
del niño, acorde a sus necesidades y todo eso” (E5, 2014)

“ (…) la idea es generar un régimen comunicacional que sea más


acorde y que facilite y adapte a la niña a este nuevo rol del padre y a
este acercamiento, pero que a la vez se trabaje el tema de las
relaciones entre ambos padres” (E8, 2014)

El décimo código se denomina “puntos periciales”, el cual se atribuye


a los elementos que los Tribunales solicitan en los Informes sobre
Habilidades Parentales en Causas por Cuidado Personal. Las entrevistadas
señalan que los puntos más solicitados con aquellos que conciernen al
protocolo que se ha establecido desde la institución para el trabajo con los
Tribunales de Familia, lo cual involucra además no sólo entrevistar a los
padres, sino que además a terceros significativos, como abuelos.

75
Asimismo, los Tribunales hacen mención en sus solicitudes a dos
conceptos, ya sea evaluar habilidades parentales o evaluar competencias
parentales.
“Generalmente son bien parecidas las solicitudes de los tribunales, por
ejemplo evaluación competencia parental, o sea evaluación psicológica
y social, con énfasis en competencia parental a la abuela, a la tía y al
papá” (E2, 2014)

“Generalmente te piden o competencias parentales o habilidades


parentales, o condiciones para que este adulto asuma el cuidado del
niño” (E7, 2014)

Y a partir del código anterior, se deriva otro código establecido como


“protocolo”, el cual se relaciona con un documento de trabajo institucional
que busca responder a los puntos periciales que solicitan los Tribunales de
Familia en distintas materias, como Cuidado Personal. El punto pericial del
protocolo más solicitado es el Nº1, que corresponde a los elementos que se
deben evaluar en Causas de este tipo.

“Refiérase a las habilidades parentales o si no, cuando es Causa por


Cuidado Personal, el punto nº1 del protocolo y el punto involucra
algunas partes de las habilidades parentales” (E6, 2014)

Y finalmente, el código número doce corresponde a “vulneraciones”,


el cual supera la visión de la solicitud de Cuidado Personal de un
padre/madre sólo restringida a conocer si cuenta con las habilidades
parentales, puesto que integra las posibles vulneraciones de derechos a los
niños/as por las cuales habría sido solicitada la evaluación, entre ellos
situaciones de violencia, negligencia y relación directa y regular.

76
“(…) situaciones que no se han resuelto adecuadamente en régimen de
visita directa y regular que han comenzado un conflicto a partir de esa
instancia y que termina como en un cuidado personal, pero
generalmente vienen con temas desde antes de la separación, yo
siento bien marcado el tema de la violencia yo creo, y de negligencia,
yo creo que eso es lo fuerte, generalmente como más marcado dentro
de los cuidados personales” (E1, 2014)

 Segunda familia de códigos: Ámbitos de evaluación.

Ámbitos de evaluación

Padre/madre Familia Ámbito legal

Estado de la
Motivación Causa Judicial
Homoparentalidad Derechos del Niño

Contacto con
el niño/a Ley de Cuidado
Derecho a ser oído Personal
Nuevas parejas
Oportunidad

Adulto
Sobre- Terceros
intervenido Ganancias significativos
secundarias

Desarraigo
Desistimiento

77
La familia de códigos “ámbitos de evaluación” está integrada por
diecisiete códigos lingüísticos, la cual obedece a los diversos elementos que
las profesionales evalúan en Causas por Cuidado Personal, identificándose
como códigos principales aquellos concernientes al padre/madre, a la familia
y al ámbito legal.

En relación al primer código “padre/madre”, las profesionales abordan


diversas áreas a nivel individual en los adultos, existiendo diferentes énfasis
en aspectos que para unas resultan más significativos de evaluar que para
otras, entre ellos: etapa de vida en que se encuentran, vulneraciones de
derechos en su infancia, capacidad introspectiva de los padres respecto a su
desempeño parental y análisis del discurso de éstos por parte de la
profesional, como así también del lenguaje no verbal.

“(…) son varios elementos…que…desde su expresión corporal, su


lenguaje no verbal, el grado de emotividad respecto a su relato, en qué
centra su discurso, hay muchos papás que centran su discurso en el
niño y hay otros que lo centran en ellos mismos o en su pareja (…) hay
otros papás que logran reconocer efectivamente sus dificultades, sus
propios errores, sus falencias en la crianza " (E2, 2014)

Otra profesional da cuenta de la importancia de evaluar la historia


familiar, las relaciones familiares del adulto, sistema de normas y reglas,
empatía y redes familiares/sociales.

“Haber a nivel individual, bueno yo me enfoco en el tema de la historia


vital (…) de lo repetitivo que pueda ser transgeneracionalmente ciertas
cosas, el patrón, el tema de las relaciones familiares, eh, bueno toda la

78
parte del sistema normativo, la empatía, sí principalmente eso, las
redes también” (E3, 2014)

Para estas profesionales, es relevante evaluar el sistema de crianza


que el adulto tuvo, vínculos con sus hermanos y progenitores, abordaje de
conflictos en la familia, sus etapas de desarrollo, abordaje del nacimiento de
los hijos, satisfacción de necesidades básicas y empatía.

“Mira, eh… siempre miro primero, eh… cuál es la base de crianza, si


creció con ambos padres o un tercero (…) cómo enfrenta el primer
embarazo en el caso de las mamás o cómo enfrenta la llegada del
primer hijo en los casos de los papás… si fue un embarazo planificado,
eh… no fue planificado, cómo fue ese proceso de afectación… eso”
(E3, 2014)

“Cómo se vincula, la capacidad de empatía, cuánto participa en la


crianza, el tema de las necesidades por ejemplo ya básicas, educación,
salud” (E9, 2014)

Otras profesionales mencionan la capacidad del padre/madre de ser


incondicional con el niño/a, conforme al comportamiento que éste tenga, por
ejemplo seguir cuidándolo, pese a que el niño/a presente problemas para
acatar normas y reglas.

“ (…) en su condicionalidad o incondicionalidad con el niño…llegan


muchos adultos que dicen no si mientras se porten bien, ningún
problema…y eso no es ser incondicional, se supone que un adulto que
tiene buenas habilidades parentales es un poco más incondicional con
los niños, si es así entonces alomejor le va a costar adaptarse,
alomejor que en un primer momento las reglas van a ser súper difíciles,

79
las reglas van a hacer como un choque para él, pero hay que tener
paciencia, esperar cómo evoluciona” (E6, 2014)

El siguiente código tiene que ver con las motivaciones que presentan
los adultos para ejercer el Cuidado Personal de un niño/a, cuyo código se ha
denominado “motivación”, como elemento transversal que evalúan las
profesionales.

“Cuál es la motivación que ese adulto tiene, una, por ejemplo, en el


caso, porque hay dos partes, una la que está solicitando, y otra es la
que tiene el cuidado personal eventualmente de ese niño” (E1, 2014)

"El tema de la motivación, porque si bien hay papás que igual son
bastante participativos, no tienen motivación de tener el cuidado de sus
hijos, y la motivación es muy importante” (E9, 2014)

A partir de la motivación, surge también la necesidad de conocer si el


adulto ha sido partícipe de intervenciones anteriores, que pudieron haberse
orientado a reforzar sus habilidades parentales, y de este modo conocer si
existieron cambios positivos o retrocesos. Este código se presenta como
“adulto sobre-intervenido”, y se establece como una categoría emergente.

“Ahora cuando hay un adulto que ha sido multi-intervenido y el niño no


quiere estar con ese adulto, también hay que considerar esos aspectos
(…) si ya ha tenido dos o tres intervenciones no por el mismo niño, del
hermanito, por el nieto de que se hizo cargo, etc., y haces
intervenciones que obviamente ya no han dado fruto, obviamente es
mejor pedir que se haga el cambio de Cuidado Personal, también
considerando lo que el niño tiene que decir” (E6, 2014)

80
Otro aspecto importante en la evaluación de habilidades parentales se
materializa en el código “contacto con el niño/a”, el cual releva la calidad y
continuidad de la relación entre el niño/a y el progenitor, siendo fundamental
el grado de conocimiento que el adulto tiene sobre su hijo/a.

“Cuánto conoce a ese niño también, características o cosas diarias, y


eso va como por el estilo de frecuencia que vea en la relación, claro,
porque pueda decir que “yo no conozco nada de él”, cuánto conoce de
ese niño, en cosas diarias" (E1, 2014)

“Cuánto tiempo de contacto tiene con el niño. O sea si usted lo está


pidiendo, cada cuánto tiempo lo va a ver”(E7, 2014)

La “oportunidad” surge como una categoría emergente, la cual se


relaciona en primera instancia con brindarle una oportunidad de cuidar a un
niño/a al padre o madre que no lo tiene, en base a los elementos positivos
de su parentalidad, y a la vez en el hecho de rescatar los aspectos positivos
del adulto, partiendo de la base que las habilidades parentales se generarían
en un proceso de construcción, por lo que no existiría un progenitor perfecto.
Así también realizar una comparación entre los padres, rescatando
cualidades y desperfectos de ambos.

“Yo siento que la participación que ha tenido el adulto durante el


desarrollo y crecimiento del niño, la vinculación que tenga con el niño,
que haya tenido una relación estable, permanente, continua con el niño,
yo creo también en la empatía, qué tan importante ha estado ante las
necesidades, ante los requerimientos de ese niño este adulto sea capaz
de responder de manera oportuna y que esa relación sea como
gratificante” (E5, 2014)

81
Un sexto código se define como “ganancias secundarias”, el cual
también se constituye como una categoría emergente, ya que este concepto
es usualmente utilizado por las profesionales en el ámbito penal,
específicamente en peritajes de delitos sexuales. Sin embargo, una de las
entrevistadas hace hincapié en indagar en el principal objetivo que el adulto
persigue al querer ejercer el Cuidado Personal de su hijo/a, otra da un
ejemplo concreto que podría relacionarse con obtener dinero mediante la
pensión de alimentos.

“Cuál es en el fondo el móvil, la ganancia secundaria que tiene en


relación de solicitar esto, qué es lo que él dice o esa persona” (E1,
2014).

“Hay adultos que son súper expresivos, y que dicen claramente (…)
que lo mueve mucho en caso de que haya cambio de Cuidado el tema
de la pensión de alimentos. Que cese o que se establezca una pensión
de alimento” (E4, 2014)

Y consecuentemente, con el código anterior, se presenta otra categoría


emergente, la cual corresponde a “desistimiento”, que dice relación con el
arrepentimiento que el adulto que haya solicitado el Cuidado Personal pueda
manifestar durante el proceso de evaluación en el DAM, siendo importante
de este modo, enfatiza la profesional, realizar más de una entrevista.
Algunos de los motivos del desistimiento, sería la falta de apoyo de la red
familiar, especialmente de las nuevas parejas que tienen esos padres.

“Me han tocado dos o tres casos de familias que finalmente como a la
tercera sesión o a la segunda me han dicho sabe que la verdad fue
muy apresurado, en el Tribunal me sentí como presionada, vienen
marcadas por temores o en la tercera sesión me dicen no, mi marido
me quitó el apoyo, me desisto” (E7, 2014)

82
“Me recuerdo un caso de un tío que querían hacerse cargo de una
guagua, de un sobrino, y la verdad es que después cuando hablé con
la señora en la Visita ella me dijo la verdad es que él nunca me dijo que
quería, y yo no estoy dispuesta a asumirlo” (E7, 2014)

El código número ocho, se presenta como “familia”, y este hace


alusión a todos los aspectos relevantes que las profesionales abordan del
ámbito familiar siendo algunos de ellos: historia y dinámica familiar, roles,
conflictos coparentalidad, ciclo vital de la familia, comunicación, redes
familiares y sociales, situaciones de riesgo para los niños/as, condiciones de
la vivienda, entre otros aspectos.

“Antecedentes de indagar historias familiares, historia personal de esa


persona y cómo fue conformándose todas las situaciones, o sea, como
en el fondo llegó a conformarse el grupo familiar, qué sucede, qué
problemática, forma afrontamiento, el tema de cómo ha sido también la
coparentalidad después de la separación… qué ha pasado ahí” (E1,
2014)

“El tema de la dinámica, los roles, las funciones que cumple ese adulto
en relación al niño, el patrón de resolución de conflicto que tienen (…)
ver también qué tipo de disciplina tienen también, bueno, la capacidad
que tiene el adulto para generar eh…para buscar apoyo digo yo, las
redes, consultorio, colegio, todo eso (E5, 2014)

“Y también cómo funciona este sistema familiar, me fijo harto que no


haya situaciones de vulnerabilidad o de riesgo, que podría ser
violencia, método de crianza con maltrato, como descartar también
situaciones de mayor complejidad…no sé…alcoholismo, o alguna

83
situación que vea que alomejor no va a asegurar un bienestar para el
niño” (E7, 2014)

La “homoparentalidad” surge como un nuevo código emergente, ya


que se han efectuado evaluaciones a adultos homosexuales, como una
nueva forma de hacer familia, cobrando relevancia el cómo los profesionales
de los DAM integran este elemento y de qué manera lo abordan,
considerando posibles juicios valóricos. A su vez, la necesidad de incorporar
la pregunta respecto a la condición de género del adulto evaluado.

“Cuál es la opinión también que va como mucho a veces relacionado


con la opinión crítica del perito (…) en qué nos vamos a fijar, en qué
nos seguimos fijando (…) cómo el niño se ha ido relacionando
sabiendo eso, no lo sabe o se lo han contado o qué está viendo” (E1,
2014)

Los siguientes códigos “nuevas parejas” y “terceros significativos”,


están relacionados con la necesidad de incorporar a una tercera persona en
la evaluación como forma de triangular la información, y además conocer si
las parejas del padre o madre que solicita el Cuidado de un niño/a aceptaría
la presencia del niño/a en el hogar, contribuyendo además a su cuidado,
como asimismo las redes familiares con las que cuenta ese adulto que
eventualmente pudieran colaborar en la crianza del niño/a.

“Los papás han solicitado la custodia pero también si es que ellos han
tenido una nueva relación entonces muchas veces al no poder sondear
ese tema puede estar súper motivado, altamente motivado en que su
hijo forme parte de su nuevo grupo familiar, pero también su pareja o
conviviente o lo que sea… Yo me he encontrado con situaciones en
donde no es tan así, y donde realmente no hay una disposición real de
ese adulto de integrarlo al grupo familiar, con temas familiares o de

84
atrás que vienen (...) entonces ahí, muchas veces esos cuidados
personales no se han sugerido como una posibilidad real, no hay una
proyección ni tampoco de integrar realmente a ese niño” (E1, 2014)

Un código emergente emanado desde el ámbito familiar tiene que ver


con el “desarraigo”, el cual tiene como objetivo que el profesional pueda
evaluar el impacto que tendrá en el niño/a al desvincularlo del grupo familiar
que actualmente reside, como una forma de sopesar los elementos positivos
y negativos de la salida del niño/a de ese hogar.

“Importante, que también es importante evaluar cómo es la


revinculación que se puede hacer, ahí previo a una custodia, entregarle
la custodia, cómo el niño va a ver si cómo con esos cambios, cambio
de colegio, cuánto ve él en términos de que pueda afectar la rutina
diaria de ese niño, porque puede ser altamente… como te digo
cambiarle a un contexto escolar, él quiere cambiarlo a otro o rutinas
que son tremendamente…” (E1, 2014)

Como elemento relevante se presenta el código “ámbito legal”, el cual


se visualiza como uno de los elementos más débiles en que las
profesionales entrevistadas se posicionan, conforme al desconocimiento de
leyes que podrían incidir en la determinación del Cuidado personal de un
niño/a, y a la vez la ausencia de mecanismos de incorporación del aspecto
legal en los informes que emiten sobre habilidades parentales.

El código “ámbito legal”, se subdivide en primera instancia en los


códigos “derechos del niño” y “derecho a ser oído”, siendo relevante
para las entrevistadas mencionar en sus evaluaciones los derechos de los

85
niños que han sido vulnerados, y considerar la opinión del niño/a a partir de
las evaluaciones psicológicas que se realizan a los niños/as en los DAM.
Paralelamente, visualizar la capacidad para reconocer la vulneración de
derechos que el adulto ha causado.

“Principalmente son los tratos, son los tratos negligentes, las


situaciones de abuso sexual por ejemplo, la violencia intrafamiliar,
cuando los niños son víctimas, ellos cierto, generalmente se toma la
determinación” (E8, 2014)

“La Convención Internacional de los Derechos del Niño, por ejemplo


artículos que pueden estar vulnerados (…) el derecho a vivir en familia
por ejemplo, hay un artículo que dice eso (…) hay varios, mira 18, 19,
27…hay varios artículos que se relacionan entre sí y que como en
general se puede hablar de los derechos vulnerados, como por ejemplo
que el niño no tiene o no está viviendo en familia" (E9, 2014)

“ (…) También hay que respetar lo que ellos quieren, el derecho a ser
oído no es sólo que ellos hablen, sino que también saber qué pasa tras
lo que ellos plantean, lamentablemente como sociedad somos muy
adultitas y poco escuchamos a los niños” (E6, 2014)

Respecto a los dos últimos códigos pertenecientes al ámbito legal, el


primero de ellos se relaciona con la revisión que realizan los profesionales
de los DAM de las Causas Judiciales por Cuidado Personal en el sistema
SIFTA6, a considerar información relevante del caso que se haya
incorporado hasta el último período antes de entregar el Informe al Tribunal,
este código se denomina “Estado de la Causa Judicial”.

6
Sistema Tribunales de Familia, antecedentes judiciales en línea.

86
El segundo código es emergente, denominado “Ley de Cuidado
Personal”, de la cual sólo una profesional la menciona en cuanto a
considerarla como marco de referencia dentro de su pericia de habilidades
parentales.

“La revisión de las Causas principalmente” (E2, 2014)

“El tema de custodia compartida y por último, por ejemplo, estar


actualizada en términos legales o de las modificaciones que la ley
puede presentar” (E1, 2014)

 Tercera familia de códigos: Enfoques.

Enfoques

Enfoque Enfoque de Enfoque Barudy


Sistémico Género

La familia de códigos “enfoques” comprende tres códigos lingüísticos


los cuales dicen relación con los principales enfoques teóricos que ocupan
las profesionales entrevistadas de los Programas DAM como marco de
referencia para efectuar las evaluaciones de habilidades parentales.

El primer código lingüístico se denomina “enfoque sistémico”, el cual


se define como una forma de concebir a la familia como un sistema, en base
a las funciones, roles y dinámica familiar que comprende. Se establece como
una categoría emergente.

87
“Mira principalmente como que uno se basa más en el enfoque
sistémico, para ver el tema completo de la familia (…) el tema de las
relaciones familiares, de las relaciones con el exterior, con las redes,
cierto, de qué forma se relacionan y cómo son esas relaciones con
estos distintos actores que te mencionaba, principalmente eso” (E3,
2014)

El segundo código lingüístico corresponde a “enfoque de género”,


siendo este el segundo mayormente incorporado por las profesionales, el
cual da cuenta de los estereotipos de género y cómo ello incide en el
ejercicio de parentalidad. Las entrevistadas realizan una caracterización de
los padres en términos de los roles que ellos desempeñan, principalmente
asociados a cultura patriarcal.

“ El género también es súper importante dentro del tema del cuidado


personal, siempre existe confusión en ambos padres respecto al tema
del género, la mamá tiene que estar en la casa y hace las cosas y el
papá…esta perspectiva de género muchas veces es como causal de
los conflictos entre ambos padres” (E8, 2014)

“Incorporas también el tema del género que también hay bastantes


estereotipos que de alguna manera dan cuenta de por qué el sistema
familiar funciona así y no de otra manera (E9, 2014)

El tercer código, con mayor presencia en el discurso de las


profesionales se trata de “enfoque de Barudy”, el cual se basa en ocupar
como marco de referencia los elementos teóricos propuestos por Jorge
Barudy, en relación a la parentalidad de buen trato. De este modo, las
profesionales evalúan lo que él define como competencias parentales, las
cuales corresponden a capacidad de apego, empatía, modelo de crianza y
capacidad de los adultos para participar en redes sociales.

88
“Bueno, nosotros vemos los modelos de crianza, la capacidad de
empatía, la capacidad de apego, la capacidad del adulto en utilizar las
redes, esos son los puntos más relevantes que tomamos” (E5, 2014)

“Bueno para las competencias utilizo un poco el concepto teórico del


Barudy (…) yo trabajo un poco los modelos de crianza, la capacidad de
empatía, el apego y la articulación de redes sociales” (E7, 2014)

 Cuarta familia de códigos: Metodología.

Metodología

Técnicas Instrumentos

Videograbación

Visita Entrevista Revisión


Domiciliaria documental Pauta
Guía Barudy
“Abriendo
Caminos”

Pauta propia
Elementos de la Otros
entrevista: instrumentos:
_Pregunta _Pauta del
sociojurídica Informe
_Consentimiento _Guía SENAME
informado
_NCFAS
_Tercero
significativo _ASPECT

_Redes

_Apego/vínculo 89
La familia de código “metodología” está compuesta por once códigos
lingüísticos, los cuales hacen alusión a las técnicas e instrumentos que las
profesionales utilizan para evaluar habilidades parentales en Causas por
Cuidado Personal, visualizándose distintas herramientas ocupadas por ellos
para un mismo fin.

Como primer código se identifica las “técnicas”, el cual dice relación


con las principales técnicas que adoptan las entrevistadas para efectuar la
evaluación, estableciéndose algunas de ellas como la entrevista y la visita
domiciliaria, que se complementaría con la observación. Otra profesional da
cuenta de técnicas como genograma, revisión documental y coordinaciones
con redes sociales.

“No existe un documento que te guíe, sino que uno lo hace más bien a
través de la observación y de la entrevista principalmente (…)
principalmente las entrevistas en profundidad…con los adultos, visitas
domiciliarias que se realizan sin aviso” (E8, 2014)

“Se utilizan las técnicas que tiene que ver con el genograma (…)
coordinaciones con las instituciones si es necesario, en relación como
a tener algunas confirmaciones que nos señala el adulto como en
relación al niño (…) Eh…bueno…la bibliografía que también es súper
importante sobre todo en estas temáticas” (E5, 2014)

A partir del código lingüístico anterior, emanan tres códigos


significativos para cada entrevistada, siendo uno de ellos la “visita
domiciliaria” la cual corresponde a una de las técnicas más usadas por las

90
profesionales para evaluar las habilidades parentales de los padres. Se
plantea acerca de la utilización de esta técnica, la necesidad de conocer los
espacios físicos donde habitan los niños/as, como sus dormitorios y
ornamentación de éstos apropiados para los niños/as; y los lugares que
cuenta para hacer sus tareas.

Asimismo, las profesionales refieren que permite conocer la dinámica


familiar, los factores protectores y de riesgo que existen en las viviendas, las
condiciones de orden e higiene, qué personas frecuentan la casa. A su vez
permitiría visualizar el grado de integración del niño/a al hogar, proyección
con este, e inclusive permitiría sugerir a los jueces que la familia recibiera
ayuda social si es que presentaran condiciones deficientes a nivel
habitacional.

“Sí. Eh… yo creo que es fundamental también visualizar el contexto


habitacional. Eh… aspectos de higiene, de orden, eh… si la vivienda
cuenta con los servicios básicos en torno a la preparación de alimento,
servicios higiénicos, eh… espacios donde los niños puedan hacer sus
labores escolares, sus tareas, como eso” (E4, 2014)

“La Visita Domiciliaria también estos adultos han considerado…muchas


veces las proyecciones también son muy significativas, si tú te
proyectas a acoger un niño, le buscas un espacio, le diseñas un
espacio, o estos niños por ejemplo (…) te sirve para ver varios
elementos la verdad, de empatía, de proyección, de pertenencia” (E6,
2014)

Otro código lingüístico corresponde a “entrevista”, la cual se


constituye como una segunda técnica con mayor frecuencia de utilización en
los Programas DAM. Generalmente se trataría de entrevistas en profundidad
y semiestructuradas, según señalan las profesionales, idealmente

91
efectuando más de una, donde existan preguntas tanto abiertas como
cerradas, en las cuales se hace hincapié a que en Causas por Cuidado
Personal debiesen ser entrevistados ambos progenitores.

A su vez se hace mención a que en las entrevistas en contexto de la


solicitud de Cuidado Personal, existen padres que tienden a ocultar
información, a modo de rescatar principalmente lo positivo del ejercicio de su
parentalidad.
Paralelamente surge como aspecto relevante el nivel de confianza que
se establece con el adulto, para que este pueda relatar lo que sucede en
relación a los hechos. Y al mismo tiempo, la técnica permitiría indagar en la
capacidad de autocrítica del adulto respecto a cómo ejerce su rol parental, y
desde ahí contemplar la posibilidad de sugerir una posible intervención para
éste en cuanto a fortalecer sus habilidades parentales.

“Claro, porque en la primera siempre vienen como más a la defensiva,


un poco más cerrado, donde, eh… entregan información más limitada,
en cierta medida, que durante el curso de la entrevista uno puede ir
generando un poco más de confianza. Y ya en la segunda entrevista,
ya vienen mucho más abiertos que la primera, entonces de ahí uno
puede ir abordando temas más puntuales y específicos donde se
obtiene mejor resultado, encuentro” (E4, 2014)

“Les pregunto a ellos qué forma les gustaría a ellos cambiar de ejercer
la parentalidad (…) les pregunto lo que les gusta de su forma de ser
padres y lo que no les gusta, les pregunto qué les gustaría de ellos
cambiar, y te dan muchos elementos de la capacidad de autocrítica, de
la capacidad de problematizar, de la posibilidad de cambiar” (E6, 2014)

Emanado del código entrevista, surge otro código denominado


“elementos de la entrevista”, el cual agrupa diversos aspectos que son

92
considerados tanto en la evaluación misma de las habilidades parentales,
como en lo relativo al procedimiento. El primero de ellos tiene que ver con
responder a la pregunta sociojurídica, es decir, enfocar la entrevista a los
puntos periciales que ha solicitado el Tribunal de Familia en las Causas por
Cuidado Personal.

“Principalmente identificar al grupo familiar, lo que hacemos es


identificar a todos los integrantes del grupo familiar, identificar a
terceros significativos, pero antes de eso nosotros tenemos que ya
conocer el caso…haber recabado toda la información y tener claridad
de cuál es nuestro objetivo, en la solicitud y a qué nos vamos a
enfocar, nos podemos enfocar al cuidado personal, nos podemos
enfocar a las habilidades, al proceso de vulneración, a lo que piensa el
papá la mamá, etc. Entonces frente a eso tienes que tener claridad en
cuál es tu objetivo y cuál es la solicitud del tribunal principalmente” (E8,
2014)

Luego, surge la relevancia de la firma del consentimiento informado,


como una forma de transparentar el proceso de evaluación y la entrevista
ensimisma, como parte de la metodología, el cual cobra relevancia en el
sentido de que la información recabada será entregada al Tribunal de
Familia que la haya solicitado.

“Siempre se le informa obviamente a través de consentimiento


informado, eso que es al inicio del proceso que es parte de la
metodología, que el Tribunal es el único ente judicial que puede
solicitarlo, por lo tanto durante las sesiones que vamos a programar
como esa actividad. Y lo otro, es que las familias ninguna ha tenido
dificultad o se ha opuesto digamos a eso” (E6, 2014)

93
Un elemento preponderante dentro de la utilización de la técnica de
entrevista, es precisamente la entrevista a un tercero significativo, que tenga
conocimientos desde lo cotidiano respecto a la función parental del padre y/o
madre que se está evaluando, en aspectos como presencia o ausencia
parental.

A su vez, la entrevista con el tercero significativo se plantea desde


buscar a un familiar cercano al niño/a, principalmente abuelos o tíos que
puedan contribuir a derribar los sesgos de la interpretación que el profesional
hace de los padres, fundamentalmente cuando hay discursos
contradictorios. Haciendo hincapié que esta entrevista puede ser realizada
en contexto de Visitas Domiciliarias, o bien que en este lugar es posible
identificar a los terceros significativos.

Dichos terceros significativos pueden ser familiares o personas


cercanas a los padres, como por ejemplo vecinos, que conocen de la historia
familiar, de los conflictos que conllevaron a la separación de los padres,
entre otros antecedentes; estableciéndose de esta forma como “testigos
expertos”.

"Un familiar, por ejemplo, que viva en el mismo domicilio, o una tía que
tú sabes que es relevante dentro y que te pueda quizás dar otra
información, porque muchas veces son puntos como te digo sesgados.
Dice una cosa y dice la otra" (E1, 2014)

“Principalmente, yo evalúo a las personas que han estado presentes


durante la historia y el quiebre familiar, que generalmente son
hermanos, familiares cercanos, pero también me ha pasado que son
vecinos que estuvieron acompañando por ejemplo, que acompañaron a
la denuncia, que acompañaron a la audiencia, que acompañaron en el
proceso actual” (E8, 2014)

94
Como cuarto elemento relevante surge la entrevista con redes, la cual
tiene como finalidad en primera instancia conocer la situación del niño/a en
los sistemas educativos y controles en el ámbito de la salud, asociado
directamente a posibles situaciones de vulneraciones de derechos, y a la vez
recabar información de los adultos, como por ejemplo si la madre ha sido
víctima de violencia, en cuáles organismos ha recibido ayuda. En esa misma
línea, considerando que hay niños/as que podrían haber recibido ayuda en
otros Programas de la Red SENAME u otros organismos, éstos podrían
reportar el nivel de adherencia de los padres a la intervención y asimismo,
aportar en cuanto a cómo han visualizado el grado de responsabilidad de los
padres.

Es importante hacer mención además, que las profesionales enfatizan


que debido al corto tiempo con el que cuentan para realizar las evaluaciones
no siempre es posible hacer entrevistas o coordinaciones con redes
sociales.

“Colegios, salud, los jardines (…) o las distintas instituciones, Centro de


la Mujer a veces, tal vez PPF, como para sacar información para
confirmar estas cosas" (E3, 2014)

“Sipo, cuando es posible, cuando es factible uno triangula, cuando hay


algún informe institucional, cuando hay otro adulto a quien entrevistar,
Trato, a veces no se puede, a veces no es posible, pero por lo menos
se trata” (E6, 2014)

Y finalmente como quinto elemento que es parte de las entrevistas se


presenta el Apego/vínculo, el cual dice relación con las características de la
relación entre los padres y los niños, pese a que no podrían referirse al tipo
de apego.

95
“Eh… lo que es la… lo que está asociado al tema del vínculo, apego,
que se traduce en lo que… el punto que se aborda, el informe de
relación del padre con el hijo, la madre con el hijo, ahí considero las
características, bueno, si bien en algunas instancias, nosotros como
asistentes sociales no nos podemos referir directamente al tipo de
apego pero sí se visualizan características de apego dentro del
proceso. Y, ésa es una variable que ocupo de la guía y que lo respaldo
también con el texto de Barudy que habla de ser padre o madre” (E4,
2014)

Como tercera técnica como mayor presencia surge la “revisión


documental”, en referencia a la utilización de documentos y/o bibliografía
por parte de las profesionales que contribuyen a complementar la
información que se recaba mediante las otras técnicas y asimismo, como un
marco explicativo de los fenómenos sociales que se identifican en temas de
Cuidado Personal, asociados a vulneraciones. Se considera por tanto como
documentos relevantes aquellos textos o libros que dan cuenta de los
problemas que podrían presentar los niños/as y sus padres en contexto de
vulneración de derechos, antecedentes de la Causa Judicial, documentos o
informes que se solicitan a los colegios, instituciones de salud u otras.

Como elemento que dificulta la utilización de la técnica, se encuentra la


falta de acceso oportuno a las causas judiciales a través de los Tribunales,
ante lo cual las profesionales implementan la estrategia de solicitarles a los
padres que les proporcionen los documentos que han dado origen a la
demanda.

Cabe hacer mención además, que cada profesional utiliza la


bibliografía que más le haga sentido en relación a los casos, la cual le
permite tomar como referencia aspectos teóricos a través de los cuales

96
puede comprender el fenómeno social y explicarlo en sus pericias,
existiendo una diversidad en la literatura revisada.

“Y obviamente consultar bibliografías claro que tienen que ver con esa
línea y relacionados a algún tema que se detecte en términos de
vulneración (…) eh libros especializados en algunas temáticas también
(…) ver si tiene otras causas aparte, porque eso es otro insumo que
también, eh…" (E1, 2014)

“Sí, generalmente lo que se hace es ponernos en coordinación con


este tribunal y generalmente pedirles que nos envíen los antecedentes.
Pero por lo general, esos antecedentes llegan como tarde como
cuando la pericia ya se ha enviado, entonces como que no nos resulta
mucho” (E3, 2014)

El sexto código lingüístico corresponde a “instrumentos”, el cual da


cuenta de los principales instrumentos y/o pautas de evaluación que
implementan las entrevistadas para responder a la solicitud de habilidades
parentales realizada por los Tribunales de Familia.

El instrumento más frecuentemente utilizado corresponde a “guía de


Barudy”, cuyo código se ha denominado de esta manera en referencia a la
“Guía de evaluación de competencias parentales” elaborada por Jorge
Barudy. En primera instancia es posible señalar, que este instrumento
aportaría a las profesionales con preguntas orientadas a la crianza de los
niños/as, capacidad empática de los adultos y el vínculo que establecen con
sus hijos/as. Algunas de ellas lo consideran como un instrumento, otras
difieren de ello. Sin embargo, al ser planteado como un instrumento por las
profesionales, se identifica el nivel de desconocimiento en torno a la validez
científica de éste, frente al cual la posición de las profesionales ha sido darle

97
la validez a partir de su uso y referencias constantes al autor en sus informes
periciales.

"Sí, la pauta de Barudy, eh…y obviamente ahí están como detalladas


las preguntas que tienen que ver en primera instancia con la crianza,
hay varias preguntas que tienen que ver con eso…capacidad de
empatía y con el vínculo (…) es como la más confiable y la que tiene
más validez, porque alomejor existen otros instrumentos pero que
tengan la validez de esa guía no sé" (E9, 2014)

“Yo creo que el análisis que uno hace con la entrevista con todos esos
puntos, aunque no tenemos un instrumento para medir las
capacidades, pero sí utilizamos Barudy, esa es como nuestra guía”
(E5, 2014)

Derivado del código lingüístico anterior sobre instrumentos, surge el


código emergente denominado “pauta propia”, la cual hace referencia a la
adaptación de preguntas de la Guía de Barudy, extrayendo posibles
preguntas que pueden realizar en las entrevistas, ello debido a que la guía
sería extensa y debido al corto tiempo con el que cuentan para evaluar no
podrían implementar la guía en su totalidad. Existe además la experiencia en
un DAM, donde se han dividido los elementos teóricos de esta guía,
seleccionando preguntas para cada ítem que desean abordar con los
padres, como por ejemplo en la crianza o empatía.

“Hace bastante tiempo atrás cuando nos vimos enfrentados como a un


“boom” de habilidades parentales, nosotros trabajamos entre las
profesionales que estábamos acá en ese momento, nos dividimos el
material de Barudy e hicimos como una pauta como para guiarnos
respecto de los temas que tenemos que indagar (...) es como una guía

98
de temas, no de preguntas de temas, el material bibliográfico bueno
está disponible” (E6, 2014)

“En lo específico un test no, pero sí nosotros nos basamos en el texto


de Barudy (…) si bien no lo aplicamos tal cual ahí sale, porque es un
test súper extenso (…) sacamos muchas preguntas y las adecuamos”
(E3, 2014)

El noveno código llamado “videograbación”, se establece también


como un código emergente, el cual corresponde a la grabación de las
entrevistas que se realizan con los adultos o bien a la grabación de la hora
de juego entre el adulto evaluado con el niño/a, a fin de complementar la
información que se ha recabado a partir de las entrevistas. Se realiza con
cada adulto por separado con el niño/a. Permite entonces, triangular la
información y contrastar la calidad del vínculo que cada progenitor tiene con
su hijo/a.

“Lo que hacemos es utilizar como esta metodología que es grabar, en


las sesiones de juego, por eso yo te decía que cuando uno tiene a
ambos padres con los niños acá es mucho más fácil para nosotros,
porque a través de este instrumento uno puede ver la relación que
establecen (…) yo creo que es súper crucial cuando esta situación
ambos padres te muestran situaciones distintas” (E5, 2014)

El décimo código lingüístico corresponde a una categoría también


emergente, denominada “pauta abriendo caminos”, la cual hace referencia
a la adaptación de algunas preguntas de la Guía que el Programa “Abriendo
Caminos”, perteneciente a ChileSolidario, habría elaborado para evaluar
habilidades parentales.

99
“Hay un manual (…) es del Programa “Abriendo Caminos” que ellos
tienen una pauta de evaluación de habilidades parentales que
obviamente está destinada a programas que tienen períodos de
intervención mucho mayores que los nuestros, sin embargo, nosotros o
por lo menos yo me baso en esas pautas y en los conceptos que ahí
aparecen para poder hacer las evaluaciones” (E6, 2014)

Y como último código identificado en la familia de códigos lingüísticos


de metodología, se presenta “otros instrumentos”, en alusión aquellos
instrumentos, pautas o guías que las profesionales utilizan o que bien han
revisado como posibilidades o no de aplicarlas en los contextos evaluativos.

La primera de ellas corresponde a la pauta del informe, la cual hace


referencia a que la profesional se guía por los puntos periciales que el
Tribunal le solicita, y de esta manera adapta su informe a ello.

“Principalmente uno se orienta en el informe que tenemos…el informe


que tenemos ahora viene estructurado, viene señalado cuáles son los
puntos que tú tienes que tú tienes que evaluar y cuáles son los puntos
que tú tienes que redactar para enviar el informe, entonces esa sería
como guía para poder desarrollar la entrevista” (E8, 2014)

La segunda tiene que ver con una guía de evaluación que SENAME
habría propuesto para evaluar las habilidades parentales, a la cual se ha
denominado guía SENAME, a la cual la profesional hace referencia, sin
embargo señalando que debido a su extensión no es posible aplicarla en su
totalidad.

“Hay una guía de evaluación que el SENAME dio, pero que es


excesivamente larga, que es imposible de aplicar. Esa guía de
evaluación que ellos proponían yo creo que podría haber sido como

100
para diez sesiones y así se podría haber establecido, pero en el fondo
es muy larga, al final era inoperante para este sistema que te piden que
en dos sesiones tengas parado un informe” (E7, 2014).

Los instrumentos ASPECT y NCFAS, corresponden a los últimos


referentes que se han utilizado para evaluar habilidades parentales,
haciendo énfasis en la no utilización del NCFAS debido en primera instancia
a que debiese existir un entrenamiento para ello tras adquirir la licencia que
tiene un costo elevado, y en segunda instancia, debido a que no sería
aplicable, dado que no considera elementos culturales que son propios de
nuestro país.

“(…) el ASPECT cuando yo lo revisé no me gustó mucho, no lo


encontré muy acertado, el NCFAS lo he revisado, sin embargo no
tengo la formación específica para poder utilizarlo, y el instrumento que
también tú sabes que hay que pagar para poder utilizarlo (E6, 2014)

“Para habilidades parentales no, el NCFAS que una vez fui a un


seminario, pero creo que no es aplicable (...) considero que estamos en
países distintos, y que obviamente cualquier cosa que se haga tiene
que ser en relación al país, a la cultura y a todo lo que tiene que ver
con ese país, siento que aplicar algo que está en otro país siendo
totalmente distinto como que no viene al caso” (E9, 2014)

101
 Quinta familia de códigos: Fortalezas/debilidades

Fortalezas/debilidades

Experticia Estrategias Instrumento Tiempo Opinión del


niño/a

Criterio común Triangulación


Uso de de la
técnicas información

Subjetividades

Credibilidad en
Autocapacitación Calidad v/s
las personas
Metas

Análisis
técnico
102
Sistematización

La familia de códigos “fortalezas/debilidades” está integrada por


catorce códigos lingüísticos, dentro de los cuales los de mayor presencia
son: experticia, estrategias, instrumento, tiempo y opinión del niño/a. Estos
códigos extraídos desde el discurso de las profesionales, da cuenta de las
principales fortalezas y debilidades del proceso metodológico que éstas
identifican a partir de su experiencia en la práctica respecto a la evaluación
de habilidades parentales.

Dentro de las fortalezas del proceso metodológico, surge como primer


código lingüístico la “experticia”, referida por las entrevistadas como el
proceso de entrenamiento que han desarrollado dentro de la institución y los
años de servicio realizando pericias sociales en ese ámbito, junto al apoyo
que entre profesionales se facilitan unos a otros, como un proceso de
aprendizaje permanente.

“Yo creo que en harto ayuda por ejemplo el tema de la experiencia, el


tiempo evaluando te va fortaleciendo ciertos elementos donde tú
sientes que estás más débil, donde debas fortalecer o quizás leer un
poco más, solicitar un poco más de ayuda, en definitiva siento que
falta, siento que falta seguir mirando” (E2, 2014)

Y a partir del código de la experticia, surge el segundo código


denominado “técnicas”, que dice relación con el uso de técnicas como el
genograma y revisión documental, y asimismo con el análisis de los casos
con otras profesionales que les permitan brindar una segunda mirada a los
casos que deben analizar.

103
“El genograma, es súper importante porque te va arrojando los hitos
importantes a nivel familiar, cómo es la función, este rol que ha
cumplido este adulto, a la vez te entrega elementos de su propia
historia que es súper importante ver qué patrón de crianza tiene y qué
es lo que se proyecta en relación al niño. Entonces yo utilizo harto el
tema del genograma, bueno y la bibliografía,” (E6, 2014)

Los códigos “autocapacitación”, “análisis técnico” y “credibilidad


en las personas”, se agrupan a partir del código lingüístico con mayor
presencia que corresponde a las “estrategias”, las cuales a su vez se
relacionan con los mecanismos que adoptan las profesionales para abordar
la temática de las habilidades parentales en Causas complejas sobre
Cuidado Personal.

Dentro de las principales estrategias se encuentran la revisión


bibliográfica, la asistencia de las profesionales a capacitaciones, el análisis
de los casos en reuniones técnicas y por último, depositar la confianza en las
personas que se evalúan en cuanto a la credibilidad y a la posibilidad de que
reciba ayuda profesional externa que contribuya a mejorar sus habilidades
parentales.

“O sea… a nosotros se nos pide siempre peritos, como tener la


actualización de los conocimientos y eso significa que tú generalmente
tienes que tener como mucha actualización de términos o facilitarte
información, ver presentaciones, tomar cursos, etc., sino yo creo que
habría estado acabado” (E1, 2014)

"Sí, eso y lectura también de forma individual…y recuerdo también


haber participado en un seminario que se instaló desde la
Corporación…en términos de competencia parental" (E2, 2014)

104
“Bueno, yo creo que nutrirme de toda la bibliografía que esté disponible
y que diga relación con las competencias” (E5, 2014)

“Bueno, y siempre es necesario el tema de la exposición de casos acá


en reuniones técnicas, eso siempre va a ser así” (E5, 2014)

“Mira yo también creo harto en las personas, entonces parto de esa


base (…) por eso es importante de repente prolongar estos períodos de
evaluación, cuando tú logras un vínculo o logras generar un espacio
menos evaluativo para las personas, se sueltan y te dan cuenta de la
realidad que ellos tienen (…) hay que luchar un poco con los tiempos y
lograr los vínculos o confianzas que puedan existir” (E7, 2014)

Dentro de las debilidades del proceso metodológico, los principales


códigos lingüísticos encontrados son instrumento, tiempo y opinión del
niño/a.

En primera instancia se presenta el código “instrumento”, al cual las


entrevistadas hacen alusión como a la falta de un instrumento estandarizado
y/o validado que les permita evaluar las habilidades parentales y darle la
rigurosidad científica que la pericia requiere, sobre todo cuando la pericia es
expuesta en juicios.

“Un instrumento como estándar que diga que rige que la institución
tiene que saber evaluar con ese instrumento de valoración las
competencias parentales de las personas… no, si no que eso queda
como a criterio de cada uno de nosotros” (E1, 2014)

“(…) pero en sí como instrumento estandarizado… eh… es complejo,


porque también te puede invalidar, cierto, una pericia, eh… bajo cuál

105
modelo científico es esto, hay un tema como de rigurosidad,” (E1,
2014)

A partir del código “instrumento”, se derivan dos códigos lingüísticos,


encontrándose el primero de ellos con mayor frecuencia denominado
“criterio común”, el cual da cuenta de la necesidad de aunar criterios entre
las profesionales que evalúan habilidades parentales en torno a los
procedimientos metodológicos que se adoptan, puesto que existirían
divergencias en torno a la forma de evaluar las habilidades parentales.

“Ahora yo creo que nos falta harto como unir los criterios porque acá
todos tenemos como un…bueno estoy hablando como Asistente Social
porque acá todas nos apoyamos en el Barudy, siempre es súper difícil
cuando nos llega la solicitud de habilidades parentales, o sea hay que
enfrentarlo con todas estas carencias que uno tiene” (E5, 2014)

“Porque no digo que lo estamos haciendo mal, pero siento que se


puede mejorar mucho, que falta aunar criterios, que falta mirar también
lo que está haciendo el otro, y ver cuál es la mejor práctica para poder
ir desarrollando” (E2, 2014)

Y como código emergente, surgen las “subjetividades”, al cual una de


las entrevistadas hace mención en atención al componente subjetivo del
profesional que estaría inmerso en la evaluación de habilidades parentales, y
de qué manera podría realizarse un proceso más largo en el cual se pudiese
conocer mejor a la familia, y de este modo sacar los juicios valóricos que
posiblemente el profesional incluya en sus evaluaciones y ello determinen la
decisión que un juez puede adoptar respecto de la vida de un niño/a.

“Además que nuestras evaluaciones están muy marcadas por nuestras


propias concepciones…de repente puedo ser una Asistente Social muy

106
laissez faire para muchas cosas y de repente puedo ser una Asistente
Social muy autoritaria, o muy rígida” (E7, 2014)

Otro de los códigos lingüísticos con mayor presencia corresponde al


“tiempo”, expuesto por las profesionales como la escasez de tiempo para
efectuar los procesos de evaluación de habilidades parentales, existiendo
factores transversales que surgen en el contexto de las evaluaciones, como
por ejemplo la no asistencia oportuna de las personas a las entrevistas y las
estrategias que los profesionales deben adoptar para responder al Tribunal
en los plazos comprometidos por el Programa.

“El tiempo, las condiciones, cuando mucha gente no puede venir


porque está trabajando, no tienen con quién dejar a los niños” (E8,
2014)
Como códigos lingüísticos emergentes derivados del código tiempo,
surge en primera instancia “triangulación de la información”, referida a la
incapacidad del profesional para efectuar las coordinaciones pertinentes y
entrevistas necesarias que le permitan tener una segunda mirada respecto a
la evaluación que realiza de un adulto, por ejemplo la entrevista a un tercero
significativo para el niño/a que dé cuenta del rol del padre o madre, y a su
vez la revisión oportuna de los antecedentes.

“Por ejemplo cuando tú tienes una mamá sola acá en Rancagua, que
quiera hacerse cargo del cuidado personal de esta niña, no solamente
por el tema de no poder triangular, sino porque empiezas a ver sus
redes, yo siempre me pregunto casos puntuales x, qué pasaría si a
esta persona la hospitalizan, qué pasa con este niño si ella no tiene
ninguna red” (E6, 2014)

Y en segunda instancia se identifica el código emergente “calidad v/s


metas”, el cual se refiere a la complejidad de poder realizar una evaluación

107
en un breve período de tiempo, y que esta además sea de calidad, sobre
todo para responder al punto pericial de las habilidades parentales.

“Entonces la calidad, la rapidez no sé si van tan de la mano…entonces


hay mucha exigencia, te dicen sea un experto, aplique muchas cosas y
de repente hasta yo dudo si somos expertos trabajando con familias en
dos sesiones, cuando sabes que de una familia logras ver una punta de
lo que son” (E7, 2014)

“(…) me parece muy pretensioso decir que voy en una sola sesión voy
a calificar a una familia, que te queda la calificación para el resto de la
vida, o sea digo esta persona es negligente y en el tribunal esta
persona queda como negligente por cinco años, nunca se saca el cartel
de negligente” (E7, 2014)
El último código de la familia fortalezas/debilidades corresponde a la
“opinión del niño”, identificado dentro de las debilidades del proceso
metodológico para evaluar habilidades parentales, ello debido a que los
Trabajadores/as Sociales no entrevistan a los niños, cobrando relevancia la
evaluación psicológica que se realice a éstos. Y paralelamente, los vacíos
que se generan cuando el niño/a no tiene lenguaje, o viven en una Región
distinta al del Programa DAM, no habiendo sido evaluados aún por otros
programas que pudiesen complementar la información de los adultos que
solicitan el Cuidado Personal, a modo de efectuar una sugerencia acorde al
bienestar de ese niño/a.

“Mira, la evaluación psicológica es reimportante aquí, sobre todo lo que


te decía anteriormente en el tema del vínculo (…) y obviamente eso
complementario con todo lo que tú evalúas en el ámbito social, se
puede dar una sugerencia mucho más asertiva por decirlo de alguna
manera" (E9, 2014)

108
“En algunas oportunidades sí, en otras no porque estamos hablando de
bebés que tampoco nos podrían dar su opinión, o de niños que están
en otra región y que no han sido evaluados aún” (E6, 2014)

 Sexta familia de códigos: Aportes/sugerencias.

Aportes/sugerencias

Tiempo
Consenso Instrumento

Decisión Enfoque de
Contexto institucional
derechos
_Capacitación

_Espacio físico

Interdisciplinariedad Necesidades _Transporte


especiales e
Interculturalidad _Material de trabajo

_Difusión

Opinión del
niño/a
109
La sexta familia de códigos se denomina aportes/sugerencias, y dice
relación con la opinión que los profesionales dan a la institución relevando el
proceso de mejora y las sugerencias específicas que propondrían para
mejorar los procedimientos metodológicos que se utilizan para evaluar las
habilidades parentales.

Esta familia está compuesta por nueve códigos lingüísticos, siendo los
de mayor presencia el “consenso”, el “instrumento” y el “tiempo”.

El primer código lingüístico perteneciente a esta familia, corresponde a


“consenso”, el cual hace referencia a la necesidad de los profesionales de
unificar criterios metodológicos para evaluar habilidades parentales, que
permitan observar desde patrones comunes las situaciones particulares de
cada caso, a nivel institucional, ya que las entrevistadas plantean que al no
existir dichos criterios, cada una ocupa una metodología propia para
problemáticas que son transversales como las Causas por Cuidado
Personal.

“Yo creo que está relacionado con unificar criterios, dentro de lo que es
la evaluación de guías parentales. Yo creo que eso es súper importante
para poder tener como una mirada común por el hecho de ser una
misma institución” (E4, 2014)

A partir del código “consenso” se establece el código emergente


“decisión”, el cual nace a raíz de la preocupación una profesional sobre los
componentes subjetivos que pudiesen incidir en la decisión y/o sugerencia
que se realiza en las Causas por Cuidado Personal, en cuanto a que el
niño/a permanezca con un progenitor u otro. En este sentido, la falta de la

110
unificación de los criterios, puede conllevar al componente subjetivo de la
evaluación, existiendo juicios de valor que pueden influenciar en la decisión
que el profesional adopte para el bienestar de ese niño/a.

“Si yo tengo una fijación, no esta familia es súper maltratadora (…) no


va a cambiar, no sé hay cosas que son súper decidoras, las personas
cambian tú puedes ver a una familia hoy día y mañana puedes ver que
le pasó algo…se murió alguien, perdió el trabajo, etc.” (E7, 2014)

El código lingüístico “interdisciplinariedad”, releva el trabajo en dupla


psicosocial, en que el Psicólogo/a pueda informar al Trabajador/a Social
acerca de la opinión del niño, para contrastar información sobre la
percepción de figuras parentales, cuáles son roles que asumirían los adultos
cercanos al niño/a desde su propia visión, y de este modo poder efectuar
una sugerencia acorde al adulto con quién el niño/a también quiere
permanecer, identificando elementos favorecedores y debilidades en el
ejercicio de sus roles parentales.

“Sipo, yo creo que es fundamental lo que me pueda contar la dupla,


cómo es el niño, cómo es la relación que establece, ahí uno va
confirmando lo que te dice el adulto finalmente, de ahí yo creo que
como profesional no puedo dejar afuera al niño, es el principal sujeto
de atención, porque como te decía no estoy haciendo un informe para
ese adulto, ese adulto tiene que entender cuál es el bienestar y cuál es
la mejor decisión para el niño, no para este adulto” (E5, 2014)

De este modo, la “opinión del niño” surge como un código lingüístico


presente en la mayoría de las entrevistadas, como elemento fundamental en
sus evaluaciones, a partir de la información que el psicólogo/a haya
recabado con el niño/a. Como deficiencia desde lo metodológico, se
identifica la no incorporación de esta opinión del niño/a en la pericia social,
puesto que las entrevistadas sólo la toman como referencia sin hacer

111
mención a ella en los informes, a modo de contemplarla para la sugerencia
que sea acorde al planteamiento del psicólogo/a.

“(…) por ejemplo si la mamá me dice no, nos llevamos súper bien la
relación es muy afectiva, yo lo paso abrazando y no sé qué, y por otra
parte la psicóloga me dice sabes que el niño ve a la mamá como súper
distante, la mamá no está con el niño, la mamá pasa trabajando, quien
está con el niño es la abuela, esos elementos los voy contrarrestando
como en el mismo análisis, como desde cierta incoherencia que se
observa en la madre desde su discurso” (E1, 2014)

“La verdad es que ahí tomamos harto en cuenta la opinión o la


evaluación que hace el profesional psicólogo respecto al niño (…) no,
no la incorporo, más que como referencia para dar la conclusión, pero
no establecer lo que el niño dice o algo, porque eso sería la parte del
psicólogo” (E7, 2014)

Paralelamente, surge otro código lingüístico emergente en esta familia


llamado “enfoque de derechos”, el cual es mencionado sólo por una de las
entrevistadas la cual hace alusión que este enfoque se constituiría como un
aporte para los criterios de evaluación de habilidades parentales, debido a
que estaría incluido toda vez que se piensa siempre en el mejor bienestar de
los niños/as. Es importante señalar que el enfoque de derechos no fue
mencionado por las profesionales anteriormente, cuando se les consultó
cuáles eran los principales enfoques teóricos que ellas contemplaban para
evaluar las habilidades parentales.

“Yo creo que el enfoque derechos igual siempre va incluido pensando


que la evaluación va siempre dirigida en beneficio del niño, siempre
tomando en cuenta un poco el bienestar del niño y las condiciones que
ellos deberían tener para continuar ese bienestar” (E7, 2014)

112
Al igual que el código anterior, surge como código emergente las
“necesidades especiales e interculturalidad”, cuya profesional que hace
referencia ello problematiza la necesidad de integrar ambos enfoques, en
primera instancia considerando las discapacidades de los niños/as en el
momento de efectuar las evaluaciones, y asimismo releva si los
profesionales están o no capacitados para atender niños/as con estas
necesidades, como por ejemplo capacitar al profesional en lenguaje de
señas.

Paralelamente, surge la interculturalidad como temática relevante ante


la atención de niños/as y padres migrantes, ejemplificando la profesional la
falta de otros idiomas de los profesionales para proceder con las entrevistas
sociales, y asimismo la concepción de otras culturas presentes en nuestro
país, y de qué manera se integran y se exponen en los informes de
habilidades parentales en base a las posibles creencias de esa familia.

“¿Cómo se evalúa? porque el Tribunal los manda no más poh, un niño,


por ejemplo, sordomudo (…) interculturalidad imagínate, nosotros acá,
mira, acá hay un caso de una extranjera (…) frente a eso tú dices,
claro, se envía acá, pero frente al tema idioma ¿cierto? creencias,
cultura de otros lados, o sea, hay una serie de cosas que también
nosotros creo que no estamos como muy…poco o nada preparados
para” (E1, 2014)

Dentro de las sugerencias que las profesionales consideran


mayormente relevantes para la institución, se establece el código
“instrumento”, planteándose dos visiones distintas, primando la primera de
ellas como la necesidad de las profesionales en que exista un instrumento
común para evaluar habilidades parentales, y luego una opinión particular
que refiere que dicho instrumento podría sentar las bases para evaluar, pero
que no fuese el único criterio para tomar la decisión final, ya que se

113
perderían otros elementos e información que se genera por ejemplo en el
contexto de aplicación de otras técnicas, como la entrevista.

“No, yo creo que se necesita diseñar un instrumento más o menos de


criterio consensuado, que tengan… eh…se incorporen elementos que
nosotros vemos” (E1, 2014)

“Mira yo estoy súper ambivalente en ese sentido porque de repente


digo que sí, pero yo creo que cada caso tiene sus matices y sus
particularidades que creo que son sumamente importantes de
considerar y creo que esa riqueza que le dan estas cosas, se perdería
por ejemplo con un documento estandarizado, protocolo o algo por el
estilo, yo creo que alomejor una combinación de ambos, no solamente
un documento tan estandarizado tan estructurado” (E6, 2014)
El octavo código lingüístico de esta familia se denomina “contexto
institucional”, el cual agrupa varias sugerencias que las profesionales
realizan a la institución las cuales si bien no se relacionan directamente con
la evaluación de habilidades parentales, inciden en los procesos de
evaluación misma, como elementos del contexto que obstaculizan los
procesos metodológicos.

La primera de ellas obedece a la capacitación, el cual dice relación con


la solicitud de que se capacite a las profesionales sobre la evaluación de
habilidades parentales desde su especificidad, en la cual se incluyan
posibles instrumentos o enfoques teóricos para evaluar, y no sólo
restringirse al uso más común que correspondería al enfoque de Barudy,
sino que integrar otros elementos, generando herramientas concretas de
evaluación.

“Recuerdo una capacitación que fue una chica de la Fundación San


José y que nos habló del NCFAS, pero no se nos capacitó en el

114
NCFAS, necesitamos capacitaciones más concretas que realmente se
traduzcan en una mejora significativa del informe que es nuestro
producto” (E6, 2014)

“Yo creo que seguir trabajando a través de cursos, como


seminarios…Claro, es que aparte de Barudy, quizás hay otros
elementos que sean igual de valiosos para poder integrar también en la
práctica” (E2, 2014)

La segunda sugerencia dentro del código “contexto institucional”, se


denomina espacio físico, surgiendo como una categoría emergente en que la
profesional hace referencia a la necesidad de contar con espacios y salas
adecuadas de evaluación de los adultos, ya que ello incidiría en el clima de
confianza y comodidad que debiese establecerse para evaluar.
“Primero que todo las salas, las salas de atención son muy pocas y en
ocasiones hemos llegado a quedarnos sin salas para atender (…)
además el ruido, las salas no están en condiciones de que nosotros
podamos realizar una evaluación social (…) eso nos estaría además
impidiendo a nosotros la seriedad con respecto a lo que estamos
haciendo…además se escucha, se escucha, afuera alomejor están
escuchando todo lo que nosotras estamos conversando, entonces eso
también impide la confidencialidad” (E8, 2014)

Como tercer elemento relevante de este código, se identifica el


transporte, como elemento que facilita al profesional el implementar la
técnica de la Visita Domiciliaria a los adultos que solicitan los Cuidados
Personales de un niño/a. Por lo que se releva la continuidad en la
disposición de transporte.

“También valoramos el tema del vehículo eso también nos facilita, cada
asistente social tiene su día de terreno, yo creo que eso es un gran

115
apoyo…Entendiendo que nuestra pega siempre era para ayer,
entonces esto nos facilita un montón” (E5, 2014)

Como cuarta sugerencia a la institución se propone a la institución que


exista mayor difusión del Programa, lo cual permitiría que los actores de las
redes sociales conocieran lo que hace un DAM, y de este modo facilitar la
información que los profesionales solicitan a diversas instancias, como
colegios, instituciones de salud y otras, para responder a la triangulación de
la información que se requiere integrar en los informes de habilidades
parentales sobre Cuidado Personal, respecto a un progenitor u otro.

"El tema de las coordinaciones, que se difunda un poquito más el


Programa, porque a veces pienso que alomejor falta conocimiento en la
sociedad en general en cómo funciona un DAM, porque siempre lo
atribuyen a SENAME, ah me van a quitar los niños en el caso de los
papás o mamás, entonces difundir un poquito más para que facilite las
coordinaciones con colegio, con salud, etc." (E9, 2014)

Y finalmente, el noveno código de esta familia corresponde al


“tiempo”, el cual se presenta con mayor presencia en los discursos de las
entrevistadas, atribuyéndolo al corto período de tiempo con el cual cuentan
para evaluar las habilidades parentales, reduciendo por ejemplo las
entrevistas que pueden realizarse, lo cual tendría una incidencia en la
posible impresión que el profesional pudiese llevarse sólo con una sesión,
pudiendo generarse un sesgo y/o falta de antecedentes de la persona
evaluada y de su familia que permitan ampliar la visión del caso.

“Tienes el tiempo de un mes, para analizar la entrevista, para hacer los


informes (…) entonces el tiempo es muy corto, muy apresurado" (E9,
2014)

116
“Y creo que alomejor las condiciones que podrían asegurar una mejor
evaluación, alomejor sería establecer un tiempo más prolongado para
las evaluaciones (…) más sesiones, porque me pudiesen dar mayor
seguridad en los casos que lo requiriera” (E7, 2014).

4.1.3 Análisis interpretativo

Los resultados reflejados en los códigos que se han formado, permiten


discutir y contrastar la información obtenida, con los datos presentes en la
bibliografía consultada. Asimismo, se aporta con nuevos elementos a partir
de los códigos emergentes que han surgido durante el proceso de
investigación, por lo que no estaban necesariamente considerados desde la
teoría.

Los procesos de evaluación social pericial en los Programas DAM de la


Corporación Opción se realizan en períodos de tiempo acotados, por lo que
el proceso ensimismo se transforma en un desafío para los/las
Trabajadores/as Sociales, en cuanto a la metodología y a los resultados
propiamente tales.

117
Los períodos de tiempo que disponen los/las profesionales para
evaluar promedian los treinta días, debiendo entregar sus evaluaciones los
últimos días de cada mes.

El código tiempo aparece en varios significados que están presentes y


que son transversales a los procesos metodológicos. Es significado por las
profesionales como una dificultad cuando se presenta inasistencia de los
adultos a quienes se debe evaluar, ello debido que bajo el contexto de
solicitud del organismo judicial, se establecen horas de atención fijas, en que
hay personas que por motivos de trabajo no pueden asistir, como asimismo
cuando no cuentan con alguna red de apoyo para dejar cuidando a sus hijos.

Por lo demás, debido a la falta de tiempo, algunas profesionales han


tenido que realizar sólo una entrevista a los adultos, y en ocasiones tampoco
han alcanzado a realizar coordinaciones oportunas con redes, lo cual podría
incidir en la calidad de los informes, lo cual se relaciona con el código
“calidad v/s metas”, perteneciente a la quinta familia de códigos, en la cual
se cuestiona la compatibilidad entre la rapidez y la calidad de los informes.

Se relaciona además con el sentido de la ética en la realización de las


pericias, dado que mediante una sesión con la familia no se podrían obtener
los antecedentes suficientes para señalar si ejercen conductas vulneradoras
de derechos a sus hijos/as, y de qué manera podría ser subsanado. Más aún
cuando la opinión del perito cobra relevancia para la impresión que tenga el
juez de familia respecto al caso, pudiendo existir juicios de valor al
implementar sólo una sesión con la persona adulta en un tiempo acotado.

En este contexto, se aprecia un importante nivel de estrés y de


compromiso de las profesionales frente al cumplimiento del informe de
manera oportuna, desarrollando estrategias individuales para abordar lo que
se les pide.

118
De este modo el código “tiempo” se presenta tanto como una debilidad
en los procesos de evaluación, como así también un aspecto a mejorar por
parte de la institución, el cual enfatizan las profesionales.

Por otra parte, es importante señalar que las profesionales no realizan


una diferenciación entre un proceso de evaluación de habilidades parentales
y un proceso de evaluación pericial en otro ámbito, por tanto existiría una
metodología común en cuanto a las evaluaciones ensimismas.

A modo de ejemplo los procedimientos de evaluación serían los


mismos para una Causa por Cuidado Personal, para Pensión de Alimentos,
Violencia Intrafamiliar, Medidas de Protección y otras.

Se trataría entonces de una metodología común que es parte de la


intervención social, tal como lo ha señalado De Robertis (1992), la cual tiene
que ver con una relación de elementos en un mismo espacio de
intervención.

A través del siguiente diagrama, se expone cómo se desarrollan los


procesos de evaluación:

Tabla 8: Procesos de Evaluación

119
Orden del
Tribunal

Entrevista
Visita
de
Domiciliaria
devolución

Entrevista
de Encuadre
evaluación

Fuente: elaboración propia, 2014

Al contar las profesionales, con la orden del Tribunal, debieran tener a


la vista los puntos periciales que se les solicitan. La Corporación OPCION en
ese sentido cuenta con un documento en que han elaborado formas de
respuesta como puntos periciales frente a diversas materias judiciales.
Desde ahí surge el código “protocolo” dentro del proceso de evaluación de
habilidades parentales, en el que la mayoría de las profesionales responde
al punto nº1 de dicho documento, constituyéndose como un facilitador para
las evaluaciones.

En este sentido, los contenidos mínimos a los que las profesionales


debiesen responder respecto a ese punto, tienen que ver por ejemplo con la
historia familiar, los modelos parentales, formas de resolución de conflictos,
redes familiares, entre otros elementos; que sí serían incorporados en las
evaluaciones, a partir de lo que han señalado que evalúan tanto el ámbito
individual del padre o de la madre, y a su vez en el ámbito familiar.

120
Surge como aspecto relevante dentro del protocolo, el contexto
habitacional en que vive el niño/a. Y este es observado por el profesional a
través de la técnica de la Visita Domiciliaria.

En la fase de encuadre del proceso de evaluación, se identifica un


nudo crítico en torno a explicarle al adulto que pregunta acerca del motivo de
la evaluación, sobre el significado del concepto de habilidades parentales. Y
si bien las profesionales refieren que tratan de brindarle la información en un
lenguaje simple, se vislumbra la falta de diferenciación entre el concepto de
habilidades parentales y de competencias parentales, estableciéndose para
las profesionales como un símil.

Inclusive las experiencias de los programas DAM a nivel nacional da


cuenta de la integración del concepto de habilidades marentales para hacer
mención a las habilidades de la madre.

De esta manera es que si consideramos que la mayoría de ellas ocupa


como referencia el aporte teórico al tema efectuado por Jorge Barudy,
entonces existiría un uso inadecuado de los términos, puesto que las
competencias parentales corresponderían a capacidades intrínsecas de
cada progenitor, conforme a los modelos socioculturales y de crianza que
recibieron cuando eran niños/as. Siendo éstas: la capacidad para apegarse
a los hijos, empatía, modelo de crianza y capacidad para participar en redes
sociales y hacer uso de los recursos comunitarios, que son aquellas
mencionadas con mayor frecuencia por las profesionales entrevistadas.

Y por tanto, siguiendo al mismo referente teórico, Barudy (2005) hace


mención a que las habilidades parentales se diferencian de las
competencias, ya que las primeras tendrían que ver con la plasticidad que
los padres pueden adoptar para cuidar a sus hijos, por lo que las habilidades
parentales corresponderían al hecho concreto de responder a las

121
necesidades del niño/a mediante acciones, siendo definidas por el autor
como: la función nutriente, socializadora y educativa.

Surge a partir de lo anterior, la necesidad de que se aclare el concepto


o lo que se va a entender por habilidades parentales dentro de una misma
línea DAM, y asimismo esclarecer la respuesta que se les dará a los padres
cuando estos consulten el motivo de evaluación.

Por lo demás es importante señalar que el concepto de habilidades


ocupado por la mayoría de las profesionales de estos programas, parte de la
base teórica de los buenos tratos, por lo que generalmente las orientaciones
van dirigidas a evaluar las habilidades en función de si existen malos tratos o
buenos tratos hacia los niños/as, y por ende condiciones de riesgo o de
protección para ellos con uno u otro progenitor.

Retomando la idea del proceso de evaluación, es posible señalar que


no todas las profesionales reciben una orden del Tribunal con los puntos
periciales explícitos que el juez desea conocer. En este sentido, las pericias
sobre habilidades parentales de transforman en un informe completo y
detallado sobre diferentes áreas, como la situación económica del evaluado,
condición habitacional, conformación de su grupo familiar, motivación para
ejercer el cuidado del niño/a, existencia de redes familiares, entre una serie
de elementos que finalmente conllevan a determinar si este cuenta o no
cuenta con las habilidades parentales, observándose en ese sentido que se
tiende a perder la especificidad de la pericia.

Tal como lo señala Iván Cisternas (2014) al solicitar el juez la prueba


pericial debiese exponer los puntos periciales que se solicitan, ya que se
trata de un informe social especializado, por lo que no se podría interpretar
la realidad desde las generalidades de ese adulto con respecto a ese niño/a.

122
Inclusive SENAME en sus nuevas bases técnicas publicadas en el año
2013, indica que los profesionales deben adecuar su metodología de
acuerdo a las características de los niños/as y al nivel de complejidad de la
situación por la cual ingresaron al sistema.

Los procesos de evaluación de habilidades parentales, involucran


diferentes ámbitos de los cuales se realizan interpretaciones del fenómeno
social, apreciándose que cada profesional evalúa diferentes aspectos de
cada adulto ya sea a nivel individual, familiar y/o legal, que no
necesariamente tiene relación con lo que otro profesional de la misma línea
del Programa pudiese evaluar.

Si bien existen ámbitos comunes de evaluación, cada profesional


evalúa particularidades de las personas que no necesariamente otro
profesional considera las mismas. En este sentido, las preguntas que se
realizan a los padres de los niños/as son diversas y enfatizan unos aspectos
más que otros, conforme al criterio profesional. Se realiza por tanto una
caracterización de las habilidades parentales de cada adulto.

Tal como SENAME (2011, p.6) lo señala en un estudio realizado en el


año 2011, los criterios que ocupan los profesionales de los Programas DAM
para evaluar habilidades parentales son variados, consideran entre otros
elementos, el interés superior del niño/a, el criterio de no castigar la pobreza,
el criterio de suficiencia parental v/s parentalidad óptima, entre otros.

A continuación se exponen los principales ámbitos que evalúan las


profesionales en los adultos que solicitan el cuidado personal de un niño/a,
como asimismo de aquellos que no tienen el cuidado del niño/a, por lo tanto
caben dentro de la categoría de demandados por cuidado personal:

123
Tabla 9: Ámbitos de Evaluación
Historia del adulto, etapa de ciclo vital individual, sistema de crianza que
tuvo durante su infancia, vínculos con sus hermanos y progenitores, forma
de resolver los conflictos, participación en el nacimiento de los hijos, normas
A NIVEL INDIVIDUAL

y reglas, empatía, vulneraciones de derechos en su infancia, capacidad


introspectiva de los padres para identificar posibles dificultades en el rol,
evaluación del lenguaje verbal y no verbal, posible auto-victimización de los
padres, redes familiares y sociales, satisfacción de necesidades básicas,
incondicionalidad con el niño/a, disponibilidad para modificar conductas de
su desempeño parental, motivación para ejercer el cuidado del niño/a, si el
adulto ha participado anteriormente de intervenciones sociales, participación

124
del adulto en la crianza del niño/a, contacto con el niño/a, grado de
responsabilidad con el que el adulto se comprometerá a ejercer el cuidado
del niño/a, generación de espacios de aprendizaje, posibles ganancias
secundarias en la solicitud del cuidado personal del niño/a, indicadores de
negligencia o de maltrato, disposición para ejercer el cuidado, posible
conducta de arrepentimiento que el adulto manifieste en la fase final del
proceso frente a ejercer el cuidado del niño/a.
Historia y dinámica familiar, ciclo vital de la familia, roles, conflictos, ejercicio
A NIVEL FAMILIAR

de coparentalidad, patrones de comunicación, proceso de separación de los


padres, manejo de crisis, cómo se integra a la familia extensa, sistema
normativo, situaciones de riesgo para los niños/as, violencia en la familia,
malos tratos, presencia de consumo de alcohol, nuevos tipos de familia:
homoparentalidad, grado de aceptación de las nuevas parejas de los padres
respecto al cuidado de los niños/as, presencia de redes familiares que
pudiesen contribuir en los cuidados de los niños/as, pronóstico de la
separación del niño/a de su grupo familiar.
Los derechos de los niños/as: derecho a ser oído, derecho a vivir en familia,
A NIVEL LEGAL

derecho a ser protegido contra toda forma de maltrato y/o negligencia,


derecho a beneficiarse de un nivel de vida adecuado para su desarrollo
normal.
Revisión de antecedentes de la Causa Judicial en sistema SIFTA y Ley de
Cuidado Personal compartido.
Fuente: Elaboración Propia, 2014

En el protocolo de la Corporación OPCION, se establece como aspecto


a identificar por las profesionales el síndrome de alienación parental, el cual
ellas grafican en el código “ganancias secundarias”, como elemento de
evaluación en el padre y la madre, apareciendo como código emergente,
referido al objetivo que persigue el adulto para ejercer el cuidado personal de
su hijo/a, ejemplificándose por ellas como obtener el pago de la pensión de
alimentos por parte del otro padre o causar daño al otro, a través de una
denuncia falsa sobre maltrato o negligencia.

125
Dentro de los enfoques principales en los que se sitúan las
evaluaciones de habilidades parentales, se encuentra el enfoque de Barudy.
A este enfoque SENAME lo nombra como “enfoque psicosocial”, en el cual
además de evaluarse las habilidades parentales, deben considerarse las
teorías de apego.

A nivel nacional, en otros Programas de la misma línea ejecutados por


organismos colaboradores, utilizan este enfoque y otros como el de género
para evaluar las habilidades parentales, incluyéndose también el enfoque de
desarrollo evolutivo y el enfoque de necesidades especiales (SENAME,
2011).

El enfoque de género, se trata del segundo enfoque más ocupado por


las profesionales en el contexto de elaboración de sus informes, las cuales
parten de la base del análisis de los roles que los padres desempeñan,
haciéndose énfasis a la predominancia de la cultura patriarcal. Hacen
mención además a los estereotipos de género y de cómo ello incide en el
funcionamiento del sistema familiar.

En concordancia con los enfoques propuestos por SENAME (2013)


para evaluar habilidades parentales, se encuentra el enfoque de género, en
el cual se orienta a los profesionales para que identifiquen estereotipos de
género, que pudiesen estar asociados a situaciones de vulneración de
derechos de niños/as, debiendo hacer la distinción entre lo femenino y lo
masculino.

Paralelamente se presenta el enfoque de necesidades especiales, el


cual surge como código emergente, la relevancia de integrar este enfoque
en las evaluaciones de habilidades parentales, puesto que no existirían
profesionales para evaluar por ejemplo niños/as con capacidades

126
diferenciadas, proponiéndose por ejemplo una capacitación en lenguaje de
señas.

En este sentido, que no sólo se haga mención en los informes acerca


de que si el niño/a presenta o no discapacidad física y/o intelectual, como lo
señala SENAME (2013) sino que frente a ello cómo abordan los adultos
esas necesidades especiales, y de qué manera, a modo de ejemplo, los
profesionales integrarán los derechos del niño/a a participar de las
evaluaciones frente a sus necesidades especiales.

Por otra parte, tal como se había señalado que los criterios de
evaluación de habilidades parentales eran diversos, las técnicas también lo
son. Pese a ello existe un punto de encuentro en cuanto a la utilización de
las técnicas, siendo expuestas a continuación las principales de ellas que
ocupan las profesionales y los ámbitos que abordan:

Tabla 10: Técnicas utilizadas para evaluar


Visita Domiciliaria Distribución de los espacios físicos donde viven los
niños, identificación de riesgos de accidentes
domésticos para los niños/as, orden e higiene, redes
sociales y familiares de los adultos, si se cuentan con
los servicios básicos necesarios como baño y espacio
destinado a la preparación de los alimentos, lugar

127
habilitado en el cual los niños/as puedan hacer sus
tareas escolares, diseño y ornamentación de los
espacios conforme a la etapa de desarrollo del niño/a,
independencia en términos de posible hacinamiento
respecto del niño/, número de camas, sentido de
proyección y de pertenencia del niño/a al grupo
familiar.

Entrevista (en Nivel de confianza que el profesional pueda alcanzar


profundidad y con el adulto evaluado para que este pueda referirse

semiestructuradas) a los orígenes de la demanda por Cuidado Personal,


firma del consentimiento informado, capacidad
autocrítica del adulto frente al desempeño de su rol
parental, posible ocultamiento de información
relevante, forma en que al adulto le gustaría ejercer la
parentalidad, posibilidad de efectuar cambios para
mejorar el rol parental, responder a la pregunta
sociojurídica, entrevista a un tercero significativo,
entrevistas y/o coordinaciones con redes sociales, y
devolución de la información al adulto responsable,
respecto a la sugerencia que se enviará al Tribunal.
Revisión documental Revisión de la Causa Judicial en sistema SIFTA,
documentos e informes de colegios y del sistema de
salud, y revisión bibliográfica relativa a la temática de
vulneración de derechos.
Fuente: elaboración propia, 2014

Tal como se ha señalado anteriormente, la Visita Domiciliaria se


constituye como una de las técnicas más utilizadas por las profesionales, la
cual desde su significado no sólo tendría como objetivo conocer las
condiciones físicas en que viven los niños, sino que además rescatar
elementos de la dinámica familiar y factores protectores y de riesgo. En un
estudio realizado en Chile en el año 2010, en algunos Programas DAM de

128
otros organismos colaboradores, se identificó como una de las fortalezas del
proceso metodológico la utilización de la visita domiciliaria (Astudillo et al,
2010).

Por otra parte, ha surgido como código emergente la “videograbación”


como un instrumento que aporta a la evaluación, a través de la observación
mediante videos de la interacción vincular entre niños/as y sus padres, lo
cual pudiese ser considerado como un elemento que se incorpore en todas
las evaluaciones que se realizan en causas judiciales por cuidado personal,
principalmente en aquellas evaluaciones de niños/as pequeños, los cuales
no dan un relato aun respecto a personas significativas para ellos, y posibles
situaciones de riesgo y/o de protección que vivencien cuando están en
contacto con el padre/madre.

Entre los factores que el enfoque de Barudy mide se encuentran por


ejemplo los recursos comunitarios que el progenitor tenga y la capacidad
resiliente del niño/a.

Surge además dentro del proceso de evaluación, entrevistar a ambos


padres ya que existen algunos Programas que por motivos asociados a los
domicilios fuera de la jurisdicción del Programa, no pueden evaluar al otro
progenitor, existiendo además dificultades cuando el otro adulto debiese ser
evaluado en otro Programa DAM, en el cual aún no han iniciado el proceso.

Del mismo modo, existe profesionales que desarrollan sus


evaluaciones en el marco de enfoques teóricos, en tanto otros profesionales
no consideran estos aspectos, principalmente aquellos/as que se han
incorporado recientemente a los Programas.

Uno de los aspectos relevantes a considerar en las evaluaciones, tiene


que ver con el código encontrado asociado a la existencia de “terceros

129
significativos”, correspondiente a redes familiares con las que cuenta el
adulto evaluado, que pueden aportar con información o bien que colaboran
y/o contribuyen con la crianza del niño/a.

Desde el enfoque teórico de Barudy, este refiere que no todos los


padres tienen las capacidades parentales para brindar bienestar a los hijos,
ante lo cual al ejercer malos tratos sería necesario que un tercero
significativo pudiese asumir ese cuidado. De tal modo, que podría
considerarse dentro de la sugerencia a los Tribunales, en causas por
cuidado personal, que frente a que ambos padres pudiesen ejercer malos
tratos hacia el niño/a, se evaluaran a otras personas que eventualmente
pudiesen asumir sus cuidados.

En este sentido la nueva Ley sobre Cuidado Personal (Ley 20.680)


señala que algunos de los indicadores que los jueces de familia debiesen
ponderar, pudiese ser la vinculación afectiva del niño/a con personas
significativas del ambiente familiar. Y si bien tiene que existir una decisión
sobre con qué padre/madre se quedará el niño, frente a situaciones de
vulneración de derechos, los Programas DAM sugieren al Tribunal en
ocasiones la derivación del padre/madre que incurre en conductas que
atentan contra el bienestar del niño, a algún programa de ayuda psicosocial.

En este contexto es que surge el código de la “oportunidad”, como una


apuesta a que el niño/a no sea desvinculado de su grupo familiar, y que en
este sentido frente a situaciones de riesgo con el progenitor con el cual se
encuentre sea derivado a algún programa de intervención psicosocial que le
permita mejorar sus habilidades parentales.

Para las entrevistadas cobra también relevancia el “desarraigo” que los


niños/as puedan vivenciar a partir de la separación de sus cuidadores, por lo
que consideran que debe pronosticarse el impacto que la separación del

130
cuidador tendría sobre el niño/a. Esto hace alusión a considerar el Interés
Superior del Niño/a en los informes de habilidades parentales, pues tal como
lo ha señalado Chile en su política nacional de infancia, debiera procurarse
que el niño/a o adolescente permanezca en su familia.

Otro punto de interés y que se está integrando a los procesos de


evaluación tiene que ver con la homoparentalidad, el cual ha surgido como
código emergente, frente a las nuevas formas de familia. Si bien ya se han
incorporado a los Programas DAM la existencia de familias de distinto tipos,
siendo frecuentes las de tipo nuclear, reconstituida (nuevas parejas) y
uniparentales, la consideración a las familias homoparentales es algo que
aún no se ha trabajado en con las profesionales y la forma en que
ponderarán en sus informes cuando exista un niño/a que pertenezca a ellas,
o cuando un padre/madre en condición de homosexualidad solicite el
cuidado personal de un niño/a.

Surge además la inquietud en las profesionales, acerca de cómo


preguntar sobre la condición sexual a los progenitores cuando están siendo
evaluados, sin que ellos pudiesen sentirse ofendidos y/o incómodos.

Es aquí donde además se podrían visualizar juicios de valor hacia la


diversidad, como un punto en contra frente a la imparcialidad que buscan las
evaluaciones. Existen países que han avanzado en torno a la consideración
de familias homoparentales como Francia, el cual desde el año 1996 que ha
acuñado el término (Delucca et al, 2010). Sin embargo, en otros países
como España se sigue pensando que las familias son heterosexuales, ya
que lo asocian a los vínculos consanguíneos que un padre o madre tiene
con los niños.

De este modo, tal como señala Robaldo (2011) sería importante


realizar estudios en Chile sobre familias homoparentales o sobre la

131
paternidad homosexual, a modo de caracterizar este nuevo tipo de familias y
así disminuir los presunciones respecto a cómo ellos funcionan. Pese a ello
aun es un tema tabú para los profesionales que evalúan, ya que en términos
de nuestro país y de América Latina generalmente se ha pensado que la
crianza de los hijos se atribuye a la madre.

Por otra parte, respecto a los principales instrumentos SENAME (2011)


ha dado cuenta de la falta de unificación de instrumentos que se ocupan
para evaluar las habilidades parentales, estableciendo que el 95% de los
profesionales utiliza la Guía de Evaluación de Competencias Parentales de
Barudy y Dantagnan.

En cuanto a las profesionales, ellas señalan que también depende del


criterio de cada profesional, cobrando relevancia aquel que más le resulte
útil y flexible en cuanto a su aplicación. Dentro de ellos los más usuales
corresponden a la “Guía de evaluación de competencias parentales” de
Jorge Barudy, y a la elaboración de una pauta propia para evaluar, en base
también al mismo autor, y a otros elementos teóricos que los profesionales
recogen. Sin embargo, ninguno de estos instrumentos se encuentra
estandarizado.

Como código emergente ha surgido dentro de los instrumentos la pauta


de evaluación “Abriendo Caminos”, la cual pertenece al Programa del mismo
nombre, ejecutado por Chilesolidario, en que también se toma como
referencia las concepciones de parentalidad de Barudy, relevando los
aspectos emocionales y conductuales de los padres evaluados. Ellos utilizan
diversas pautas conforme a cada competencia parental definida por Barudy,
como por ejemplo la empatía. La profesional que ha ocupado como
referencia esta pauta, da cuenta también de la necesidad que existiría de
que los Programas DAM de la Corporación OPCION pudiesen elaborar su
propia pauta para evaluar, bajo un criterio uniforme.

132
Ante ello se establece como sugerencia, el elaborar un “instrumento”,
apareciendo en este código significaciones distintas entre unas profesionales
y otras, en que algunas consideran que sí es necesario tener un instrumento
validado para evaluar, y otras refieren que debiese existir, pero sólo tomarlo
como referencia, dado que hay otros elementos de la realidad que pudiesen
ser no cualificables, pudiendo ser abordados desde otras técnicas como las
entrevistas. El instrumento surge como un código identificado por las
profesionales como una debilidad del proceso metodológico, y a la vez como
un aporte que pudiese significar para éste.

Dentro de lo que significa el instrumento para las profesionales, ha


surgido el código “otros instrumentos” en el cual se hace mención a dos de
ellos, denominados ASPECT Y NCFAS. El primero de ellos se trata del
instrumento Ackermann-Shoendorf Sacle of Parent Evaluation of Custody, el
que da cuenta de una comparación entre el padre y la madre, además de los
deseos del niño de permanecer junto al uno o al otro, incluyendo elementos
del contexto cultural de cada familia, que otros instrumentos no tienen. Sin
embargo, desde a la visión de las profesionales, el ASPECT sería una
adaptación del funcionamiento de familias de otra cultura, específicamente
de Estados Unidos, ante lo cual existirían preguntas que no se ajustarían a
nuestra realidad.

Y respecto del NCFAS (Escala de Evaluación Familiar de Carolina del


Norte), que evalúa el sistema familiar desde un enfoque ecosistémico, las
profesionales consideran que la visión cultural dista también de nuestra
realidad y que además se requiere contar con la licencia para poder aplicar
las pruebas, lo cual tiene un costo económico asociado. Pese a ello, surge
dentro de los enfoques como código emergente, el enfoque sistémico, en el
cual ha de comprenderse a la familia como un sistema, estando presente la
historia y dinámica familiar, roles, funciones y otros.

133
Si bien en el año 2010, SENAME no establecía criterios para evaluar
las habilidades parentales en las bases técnicas, proponen en el año 2013
que los profesionales adecúen su metodología de acuerdo a las
características de los niños/as y a la causa que motivaron su ingreso al
programa, lo cual debiese articularse con los puntos periciales. No se realiza
por tanto, tampoco una propuesta para unificar criterios. Por lo que cada juez
de familia, pudiese tener diversos informes de habilidades parentales de
padres y madres, desde distintas miradas de profesionales respecto a sus
realidades particulares.

Las profesionales entrevistadas tienen conocimiento de las diversas


estrategias que utilizan para evaluar habilidades parentales en este tipo de
causas judiciales, surgiendo como elemento relevante la experticia que
tienen lo cual asocian al tiempo de trabajo en el DAM habiendo superado el
proceso de entrenamiento inicial, y a su vez la importancia del trabajo
interdisciplinario, principalmente con psicólogos/as que pueden aportar a su
pericia desde la visión del niño/a.

Se rescata también el nivel de confianza que el profesional deposita en


las personas, en cuanto a la información que ellos les brindan.

Paralelamente, la opinión del niño/a, aparece como un código a nivel


de contingencia en algunas familias de códigos, por ejemplo la relevancia
que cobra su derecho a ser oído como forma de recoger su relato e
integrarlo de alguna manera a los informes.

Y asimismo, se considera como un desafío integrar esta opinión del


niño/a, puesto que no siempre se recoge a partir de las evaluaciones
psicológicas que se realizan en el mismo Programa, sino que es posible que
se realicen en otros programas, o bien que el niño/a aun no adquiera el

134
lenguaje suficiente para manifestar lo que piensa, ante lo cual se debe acudir
a indagar en redes familiares y sociales que puedan asegurar que ese niño/a
será protegido en el hogar del progenitor con el cual se sugiere al Tribunal
que se quede de manera definitiva.

La opinión del niño/a al ser integrada en las evaluaciones de


habilidades parentales respondería a la consigna de que el niño/a es sujeto
de derechos, es decir, que tiene capacidades y autonomía de decidir frente
al adulto con el cual desea vivir.

Y en este sentido, es visto el niño/a como sujeto de derechos, debiese


ser integrado a los procesos de evaluación desde el respeto por los
derechos humanos, de los adultos a quienes también se evalúan, y tal como
señala Cillero (1999a), relacionados con el respeto a los principios que
sustentan el enfoque de derechos, como el derecho del niño/a a expresar su
opinión y a no ser discriminado.

Por otra parte, la no existencia de un criterio común entre las


profesionales para evaluar habilidades parentales se transforma en una
oportunidad para llegar a un consenso, demandando capacitaciones y/o
reuniones donde se puedan aunar criterios para evaluar, y también poder
adaptar una guía de evaluación que sea uniforme para todos los DAM, en la
cual exista además un apartado donde se integren aspectos particulares de
cada progenitor y de sus familias, que no son posibles de medir y comparar
con otros casos similares.

Por lo que en este sentido, se considera también importante que las


profesionales puedan expresar a través de sus informes las impresiones de
esa familia, desde lo observado, en contextos de visitas domiciliarias,
reacciones de los padres durante el proceso de evaluación y otros
elementos menos tangibles.

135
Paralelamente, se establece como desafío el incorporar el enfoque de
derechos en los informes de manera explícita, dado que las entrevistadas lo
consignarían como un enfoque dentro de la evaluación como no tangible,
haciendo referencia que lo incorporan netamente mencionando los artículos
presentes en la Convención Internacional de los Derechos del Niño (1989),
en alusión a los derechos de los niños que han sido vulnerados.

Si bien el enfoque de derechos está asociado a la CIDN, la idea sería


no sólo remitirse a mencionar los derechos, pues tal como lo señala Duarte
(2006) el enfoque de derechos se constituiría en un enfoque invisilizador, ya
que no existiría una relación en los informes entre el niño/a como sujeto de
derechos y la vulneración, sino que se restringiría a describir los artículos en
las conclusiones de las evaluaciones.

Dentro del enfoque de derechos, surge el código emergente


necesidades especiales interculturalidad. En relación a este último SENAME
(2013) señala que debiera estar presente en las evaluaciones, tanto en la
atención como en el contenido de los informes, referido principalmente a
migrantes y pueblos originarios. Y en este sentido, una de las profesionales
señala que no bastaría con abordar y comprender las cosmovisiones de
cada cultura, sino que además implementar estrategias para recoger las
creencias de estas familias, sugiriéndose por ejemplo que existan
profesionales que manejen distintos idiomas a modo de poder comprender e
interpretar esa determinada realidad.

Otra oportunidad para mejorar surge a partir del trabajo que se realiza
de manera paralela con los psicólogos de los Programas, en este sentido las
profesionales visualizan la “interdisciplinariedad” como una forma de recoger
la opinión el niño/a, y la percepción que éste tiene de sus figuras parentales.

136
En otros países el rol del psicólogo en la evaluación de habilidades
parentales es fundamental, inclusive son ellos quienes realizan los informes
de adultos, complementándolos con instrumentos estandarizados y test
psicológicos. A modo de ejemplo, en España se han creado cuestionarios
sobre estilos parentales (Chacón et al, 2009).

Uno de los aspectos débiles en las evaluaciones de habilidades


parentales, tiene que ver con la “triangulación de la información”, la cual las
profesionales significan como la incapacidad de las profesionales para
efectuar coordinaciones y/o entrevistas con otras personas que puedan
brindar información acerca del adulto. Principalmente ello se relacionaría con
las causas por “exhorto” que provienen de fuera de la región y a la revisión
documental respecto de los antecedentes de las causas judiciales en los
Tribunales de Familia de manera oportuna. En consiguiente con ello,
SENAME (2013) en sus bases técnicas establece como aspecto relevante la
triangulación de la información, en donde la opinión del profesional no
pudiese estar basada sólo en una técnica aplicada, por ejemplo entrevista
sólo a la madre o solo al padre.

Ello se relaciona además con otro de los códigos encontrados a partir


de la investigación, que dice relación con la aplicación de la técnica de la
entrevista, en que surge “el tercero significativo” y las “redes”, los cuales
hacen alusión a entrevistar a otras personas, que las profesionales refieren
como a los abuelos/as de los niños, tíos , entre otros, que pudiesen aportar
con información para descartar los sesgos de las interpretaciones que el
profesional pueda realizar a partir de la visión de una sola persona evaluada
(padre/madre), y que además estas personas tengan alguna conexión con
los niños en el sentido de que por ejemplo hayan participado de la crianza o
hayan observado cómo los padres ejecutan su rol.

137
Y también, aquello asociado a las redes sociales, que para las
profesionales tiene importancia entrevistarse y/o coordinarse con colegios a
los cuales los niños asisten, instituciones de salud, otros programas de la red
SENAME donde los niños hayan sido atendidos anteriormente, entre otros
organismos, a modo de contrastar la información.

Sin embargo, estos códigos presentes en la metodología para evaluar


habilidades parentales se entrecruzan con el código “tiempo”, el cual es
observado por las profesionales como una debilidad en el sentido, de que los
tiempos en que se comprometen los informes del Programa al Tribunal son
reducidos, específicamente el proceso de evaluación en su totalidad debiese
estar finalizado en un mes, ante lo cual las profesionales a veces no pueden
cumplir con la triangulación de la información.

CAPITULO V
CONCLUSIONES

138
En el presente capítulo se proporcionan las principales conclusiones de
la presente investigación, como una instancia descriptiva a partir de los
objetivos y supuestos planteados, comentando las limitaciones del estudio y
posibles nuevas preguntas de investigación; como asimismo los aportes al
campo de la intervención social.

5.1 En relación a los objetivos de la investigación.

A través del proceso de investigación desarrollado se ha podido


corroborar que el concepto de habilidades parentales es un término amplio,
cuyos procesos de evaluación son diversos y en directa relación con los
criterios de cada profesional, por lo que de antemano se ve confrontado el
principio de imparcialidad de la pericia social que se espera en esta
temática.

En este sentido, cada profesional le asigna un valor al concepto de las


habilidades parentales y utiliza diversas estrategias metodológicas para
evaluar, conforme a instancias de autocapacitación y al conocimiento que le
proporcionan los profesionales que llevan más tiempo realizando
evaluaciones en la institución.

Se aprecia desde el discurso de las profesionales que es recurrente el


componente subjetivo en las evaluaciones de habilidades parentales
conforme a la percepción que cada una desarrolla respecto al progenitor que
evalúa, lo cual podría conllevar a juicios de valor que pudiesen estar
presentes en el desarrollo de los informes y en las sugerencias.

El objetivo principal de esta investigación social era conocer cuáles son


criterios metodológicos que utilizan los Trabajadores Sociales de los
Programas DAM de la Corporación OPCION para evaluar las habilidades
parentales de los adultos que solicitan el Cuidado Personal de un niño/a,

139
cumpliéndose dicho objetivo a partir de los discursos que se han recogido de
los profesionales que realizan estas evaluaciones mediante una mirada
epistemológica hermenéutica, en la cual se relevan los significados que ellos
le atribuyen.

De acuerdo a los supuestos de investigación planteados, es posible


señalar que se ha logrado conocer cómo los profesionales realizan la
evaluación de habilidades parentales, dado que no existe una
sistematización de los procesos metodológicos que se realizan a diario.

Y por otra parte, se confirma el supuesto en relación a la falta de


unificación de criterios que existen por parte de los profesionales para
efectuar la evaluación de habilidades parentales. Ejemplo de ello, es
señalado por una de las profesionales a continuación:

“Sabemos que hay elementos comunes pero se deben aunar criterios


(…) yo creo que en términos específicos se necesita un instrumento, se
necesita sistematizar muchas veces esas experiencias o ese… para
darle peso a nuestras evaluaciones, dieron un DAM del norte, por
ejemplo, competencias parentales… yo… entonces ahí tú dices…
súper diferentes las formas de estructurar un informe, también, eh… de
todo, de todo… de todas las diferencias dentro de la misma
Corporación" (E1, 2014)

Sin embargo, es importante también señalar que se identificaron


elementos comunes en los procesos metodológicos, los cuales cada
profesional enfatiza conforme a sus conocimientos, habilidades personales y
relevancia según la opinión profesional, entre ellos se encuentran aspectos
relativos a las familias, como dinámica y roles familiares, historia de vida del
progenitor, vinculación del padre/madre con el niño/a o adolescente,
utilización como fuente teórica de evaluación la guía de competencias

140
parentales de Jorge Barudy, la identificación de los derechos vulnerados de
los niños/as, entre otros.

Es por ello que surge como primera necesidad que los profesionales
puedan acordar criterios de evaluación de habilidades parentales en común,
considerando las distintas interpretaciones que cada uno realiza respecto del
padre o madre que se evalúa en Causas por Cuidado Personal, debiendo
estimar además que ello tiene un impacto sobre el criterio que el juez de
familia se forme sobre el ejercicio de esa parentalidad.

En este sentido cobra también relevancia el aporte de la investigación a


una forma de intervención diagnóstica especializada, en la cual es necesario
revisar las metodologías que ocupan los profesionales para evaluar,
pudiendo mejorar algunas de ellas e incorporar otras nuevas, que inclusive a
futuro pudiese servir de base para la construcción de un instrumento de
evaluación.

También es necesario considerar que estas metodologías deben


ajustarse a los tiempos de evaluación, conforme a las exigencias del
Programa y de los Tribunales de Familia, puesto que además podría
involucrar una sobrecarga de trabajo mayor en los profesionales que
conlleve al desgaste sobre todo debido a la complejidad de las temáticas de
vulneración de derechos que se abordan.

En relación al primer objetivo específico planteado, el cual buscaba


caracterizar el proceso metodológico llevado a cabo para diagnosticar las
habilidades parentales de adultos que solicitaban el cuidado personal de un
niño/a o adolescente, desde el plano individual, familiar y legal; es posible
referir en primera instancia que los procesos de evaluación son
generalmente similares en torno a los procedimientos específicos que
ejecutan los profesionales, los cuales se relacionan con la derivación del

141
caso desde el Tribunal de Familia, realización de Visitas Domiciliarias,
entrevistas de evaluación y devolución, y entrega del informe a los
Tribunales de Familia.

Y en este sentido, las profesionales atribuyen una valoración positiva


sobre el proceso ensimismo, en el sentido de la importancia de la evaluación
de habilidades parentales, ya que permite dilucidar si el adulto reúne o no las
habilidades mínimas para ejercer el cuidado de un niño/a o adolescente, lo
cual anteriormente en los Juzgados de Menores se estimaba a partir de un
informe social común, de cierta forma estándar para las diversas
necesidades de las personas, el cual hoy en día corresponde a un área
específica del diagnóstico, constituyéndose como un aporte para el Trabajo
Social.

Respecto a las estrategias metodológicas para evaluar habilidades


parentales, existe una diversidad de criterios por parte de las profesionales
para llegar a la conclusión respecto a si la persona cuenta o no con dichas
habilidades, siendo significado por las profesionales entrevistadas los
siguientes elementos relevantes a nivel individual, familiar y legal con mayor
presencia:

 La motivación del padre o de la madre respecto a ejercer el cuidado


personal del niño/a o adolescente. En este sentido, que exista un
interés genuino en desarrollar la labor parental, exento de intereses
secundarios, como por ejemplo beneficiarse con la pensión de
alimentos del hijo/a.

 El contacto previo entre el niño/a y el progenitor que no vive con


él/ella, más aún cuando sea este quien solicita el Cuidado Personal.

142
 La conformación y funcionamiento del grupo familiar del niño/a y del
progenitor que no vive con él/ella, a modo de advertir posibles
situaciones que pudiesen vulnerar sus derechos.

 El impacto que podría tener en el niño/a la separación del progenitor


que vive con él/ella.

 Los Derechos de los Niños/as.

 La nueva Ley sobre Cuidado Personal y la revisión de antecedentes


de las Causas Judiciales.

Paralelamente, las profesionales significan como elemento teórico


preponderante el enfoque de Jorge Barudy en cuanto a la evaluación de
habilidades parentales, tomando como referencia los aspectos que el autor
plantea que deben estar presentes en los adultos, correspondientes a:
capacidad de apego, capacidad empática, capacidad para establecer
modelo de crianza adecuado y capacidad para participar en redes sociales y
comunitarias.

En cuanto a las técnicas prevalecen aquellas propias del Trabajo


Social, como las Visita Domiciliarias, y asimismo entrevistas y la revisión
documental y/o de antecedentes.

Por consiguiente el proceso metodológico de evaluación para las


entrevistadas comprende los siguientes elementos:

143
Tabla 11: Elementos principales de la evaluación

Aplicación de Técnicas Opinión y/o sugerencia


Puntos Periciales
y/o Instrumentos al Juez de Familia

Fuente: Elaboración propia.

El segundo objetivo específico pretendía identificar las fortalezas y


debilidades del proceso metodológico de evaluación pericial social de
habilidades parentales, a partir de los discursos de los Trabajadores
Sociales, logrando significar las profesionales aquellos elementos que
efectivamente dificultan o facilitan la evaluación.

En este sentido la experiencia profesional traducida en años de


dedicación a realizar pericias sociales en el ámbito de las habilidades
parentales y de carrera profesional en los Programas DAM, permitirían tener
una mayor seguridad frente al proceso de evaluación y a la sugerencia que
se realiza a los jueces respecto a quién debe ejercer el cuidado de un niño/a.

Lo anterior brindaba además la oportunidad de implementar técnicas


que cada profesional iba afinando conforme a las características del caso, lo
cual se asocia también a las destrezas y habilidades propias de los
profesionales, muchas de ellas quienes creaban instancias de
autocapacitación.

Paralelamente, como fortalezas se enfatizaba la participación y análisis


de los casos en las reuniones técnicas, como una instancia para debatir
respecto al mejor bienestar de los niños/as, y a su vez la confianza que el
profesional podía depositar en las propios adultos, partiendo de la base que

144
existiría un real interés por ejercer el cuidado del niño/a, otorgándole
credibilidad.

Por otra parte, frente a las debilidades del proceso metodológico, el


objetivo se cumple en torno al reconocimiento de la falta de unificación de
criterios para evaluar las habilidades parentales, enfatizando las
profesionales la ausencia de un instrumento estandarizado para evaluar las
habilidades que permitiera darle mayor validez a la prueba pericial.

Paralelamente, se plantea la imposibilidad de recoger la opinión del


niño/a de manera directa por el profesional Trabajador/a Social ya que esta
labor se encuentra asignada de manera exclusiva al psicólogo, como
lineamiento institucional.

Siendo además un aspecto relevante a destacar la falta de tiempo para


realizar las evaluaciones de habilidades parentales, ya que los informes
deben entregarse en un tiempo acotado, siendo apreciado por las
profesionales como una barrera frente al desarrollo del proceso
metodológico, lo cual involucra además aspectos éticos.

Debido a lo anterior, es que a su vez la investigación social logra


responder al objetivo específico número tres, el cual buscaba generar
propuestas de orientación técnica que pudiesen contribuir a mejorar los
procesos de evaluación de habilidades parentales.

En este sentido las debilidades identificadas anteriormente se


convirtieron en desafíos, orientados en primera instancia a generar un
instrumento o guía de evaluación de habilidades parentales desde la propia
institución, considerando que los instrumentos con los cuales hoy en día se
cuenta, como Guía de Evaluación de Competencias Parentales de Barudy y
NCFAS, no incorporan dimensiones relevantes como la interculturalidad,

145
necesidades especiales u otras que tienen que ver con realidades que las
profesionales observan a diario en los casos que tienen bajo su
responsabilidad.
Por lo anterior, surge la necesidad de llegar a un consenso, como la
posibilidad de que las profesionales puedan reunirse y buscar criterios
comunes mínimos para evaluar, a modo de proponer luego la sugerencia a
los Jueces de Familia respecto a quién debe ejercer el cuidado del niño/a o
adolescente; cuya decisión debe estar articulada con la opinión del niño/a
que recoge el psicólogo/a del Programa DAM, proponiéndose entonces el
trabajo interdisciplinario en espacios formales y que se mantengan como una
forma de retroalimentación continua mientras se desarrollan los procesos de
evaluación.

Volviendo en este sentido a reiterarse el factor tiempo, se propone


como una solicitud ampliar los períodos destinados a la realización de las
evaluaciones, puesto que también se encuentra entrelazado con el respeto a
los derechos humanos de las personas y de los niños, más aún si se trata de
una sugerencia relevante que el Trabajador Social proporciona y que puede
llegar a determinar la vida y/o destino de un niño/a. De esta manera, las
profesionales también estimaban como elemento importante el impacto que
pudiese tener en el niño/a el desarraigo.

5.2 Limitaciones de la investigación.

Los datos cualitativos obtenidos a través de esta investigación no son


decidores debido a la naturaleza del estudio, considerando la muestra y tipo
de metodología utilizada, sin embargo pretenden constituirse como una
aproximación a una realidad que probablemente pudiese tener elementos
comunes con otros Programas de Diagnóstico ejecutados por otros
organismos colaboradores de la red SENAME.

146
Una de las limitaciones del estudio, podría tener relación con las ideas
preconcebidas de la propia investigadora, como así también en la realización
de las entrevistas. Y en ese sentido, pudiese tener también un impacto en la
forma en que se presentan y analizan los resultados, dado que forma parte
del equipo profesional de uno de los Programas del estudio, por lo que
pudiese generar algún grado de sesgo en la realización de las entrevistas y
en los resultados obtenidos.

5.3 Sugerencias y/o recomendaciones.

En vista de las conclusiones, se pueden generar algunas sugerencias,


como un aporte a la institución respecto a los procesos de evaluación de
habilidades parentales.

En primer lugar, se presenta como una necesidad generar políticas de


infancia que contribuyan a resguardar los derechos de los niños, niñas y
adolescentes, en las cuales se establezcan orientaciones relacionadas con
el cambio de cuidador de un niño/a o adolescente, velando para que cuenten
con las mejores condiciones tanto personales y físicas, a quienes se les
confíe el cuidado frente a situaciones que han afectado el bienestar de los
niños.

A su vez se considera necesaria la implementación de instancias de


capacitación desde el Servicio Nacional de Menores en concordancia con los
organismos colaboradores que realizan evaluaciones de habilidades
parentales no sólo en Causas Judiciales por Cuidado Personal, sino que
también en otras materias, a modo de homogenizar criterios de evaluación,
ya que en varios casos de niños/as la materia de Cuidado Personal se
encuentra entrelazada con otras tales como: Régimen de Relación Directa y
Regular, Pensión de Alimentos y Medidas de Protección.

147
Ello permitiría que los profesionales tuvieran mayor conocimiento
respecto al significado del concepto de habilidades parentales el cual hoy en
día es usualmente utilizado en varios programas sociales a nivel país e
interpretado desde diversos puntos de vista. Así también acordar la oportuna
utilización o no de instrumentos metodológicos que pudiesen contribuir a las
evaluaciones de habilidades parentales para brindarles mayor validez ante
los Tribunales de Familia.

A nivel de Corporación OPCION, debiese existir una instancia de


capacitación en que las profesionales pudiesen operacionalizar la Ley de
Cuidado Compartido en sus informes periciales, como así también la
integración del enfoque de derechos tanto en el proceso de evaluación,
como también en la redacción de los informes, sobre todo en la sugerencia
que se realiza al Juez de Familia.

Sería favorable también que la Corporación OPCION, realizara


estudios sobre las diversas temáticas que emergen desde la evaluación de
habilidades parentales en los distintos ámbitos de las vulneraciones de
derechos, de este modo podría en primera instancia mostrar el trabajo que
realizan los profesionales de los Programas de Diagnóstico – DAM - a partir
de la experiencia, y también proponer nuevas formas de intervención frente
a los nudos críticos que se presenten, pudiendo siempre considerar los
discursos de los profesionales que en definitiva, son quienes tienen el
contacto directo tanto con los niños/as y los adultos responsables.

Es relevante además señalar que la institución debiese asegurar la


experiencia de los profesionales que realizan este tipo de evaluaciones,
considerando la importancia de la sugerencia que realiza el profesional
respecto a mantener a un niño/a con su progenitor o cambiarlo de hogar.
Pues en este sentido, se advierte que profesionales con menor cantidad de
tiempo en el Programa, presentan menor capacidad para desplegar

148
estrategias de evaluación, a partir de los significados que ellos han
proporcionado, lo cual pudiese estar relacionado a la vez con la necesidad
de ampliar los procesos de inducción para los profesionales al integrarse a
los programas DAM, a modo de que conozcan las metodologías y puedan
ejercitarlas.

Surge además como otro elemento a proponer la generación de


instancias de mesas técnicas de los profesionales Trabajadores Sociales, los
cuales pudiesen compartir experiencias sobre los casos que han evaluado y
unificar criterios que permitan integrar de manera coherente metodologías
que fortalezcan la pericia social, pudiendo ello tener un impacto en los
procedimientos a favor de los niños/as.

Paralelamente levantar propuestas a la institución para mejorar no sólo


los procesos, sino que además las condiciones mínimas con las cuales
debiese contar la institución respecto al autocuidado de los profesionales
conforme a las temáticas que se abordan, y asimismo respecto a dilemas
éticos que pudiesen presentarse ante los cuales los profesionales no
siempre cuentan con un espacio en común para abordarlos.

5.4 Aportes de la investigación a la Intervención Social.

El trabajo que se realiza en los Programas de Diagnóstico es complejo,


en el sentido de conjugar el fenómeno social con el sistema judicial, y las
exigencias a nivel de organismo colaborador de la red SENAME.

Los Programas DAM se establecen como una forma de intervención


social diagnóstica, en el marco del enfoque de derechos de los niños/as y
adolescentes, lo cual implica abordar la problemática de la infancia desde el
área judicial.

149
La acción diagnóstica ha sido altamente demandada por los Tribunales
de Familia, en específico las Causas por Cuidado Personal, que se
interrelaciona con otras materias como Divorcios, Pensiones de Alimentos,
Régimen Comunicacional y Medidas de Protección. En este sentido se
espera que los equipos de trabajo puedan desarrollar un funcionamiento
coordinado para responder oportunamente a las evaluaciones periciales que
se les solicitan.
La política social a la base de los proyectos DAM correspondiente al
ámbito de la Infancia regulada por el Estado, no tiene un control de la
intervención misma del proyecto, pues ello queda bajo la responsabilidad del
organismo colaborador, el cual forma sus propios equipos de trabajo y define
las metodologías que se ajusten con el cumplimiento de las metas.

Paralelamente, se plantea como un desafío dentro de este tipo de


intervención, que se cumpla con las metas mensuales en tiempos acotados,
de lo contrario implicaría un déficit en el financiamiento aportado por el
Estado.

De este modo, la intervención social se entrecruza con el cumplimiento


de objetivos y metas que sean verificables, quitando espacio a una
intervención de calidad, ya que se convierte en una intervención burocrática
y tecnologizada, a modo de ejemplo a través del sistema virtual Senainfo, el
cual cumple como función principal dar cuenta del número de informes
periciales emitidos, para proceder al pago de la subvención mensual.

Najmanovih (s/f), refiere que se tiende a focalizar “en los productos ya


terminados”, por lo tanto al tratar de abordar la problemática de vulneración
de derechos las prácticas y metodologías se transforman en actos
mecánicos dentro de un proceso rígido de intervención, lo cual limita el
conocimiento.

150
Asimismo en los últimos años, en los Programas pertenecientes a la
Red SENAME, se ha interiorizado el concepto de dupla psicosocial, estando
ello también presente en el Proyecto DAM en el cual se ha enmarcado la
presente investigación. Por cuanto en la intervención misma, se explicita en
el proyecto que los profesionales y/o peritos deben tener una mirada integral,
desarrollando coordinaciones y articulaciones efectivas con otros
organismos, a modo de facilitar el mejoramiento de las condiciones de vida
de los niños, niñas y adolescentes. Por lo que se propone que esta mirada
integral se sustente en la interdisciplinariedad a la base de la labor técnica.

Si bien está presente el enfoque interdisciplinar, éste se materializa


principalmente en la complementación de funciones entre Psicólogos y
Trabajadores Sociales. Sin embargo, cada uno aporta desde sus
conocimientos particulares sobre una situación, en la cual los psicólogos se
dedican netamente a efectuar evaluaciones psicológicas a los niños (as) y
adolescentes, en tanto los Trabajadores Sociales, tienen como misión
entrevistar a los adultos responsables y/o cuidadores de dichos niños, así
también a aquellas redes familiares que eventualmente pudieran asumir los
cuidados de ellos.

En este sentido, tal como lo señala la Trabajadora Social Gianinna


Muñoz, en la intervención social contemporánea se dan contextos difíciles
en donde existen “profesionales de distintas disciplinas, que con sus saberes
específicos elaboran propias interpretaciones acerca de los fenómenos
sociales a los que van dirigidas sus acciones” (Muñoz, 2011, p.84).

Debido a lo anterior, se plantea la necesidad de diálogo entre los


profesionales que conforman el equipo, lo cual Gianinna Muñoz estima que a
partir de ello la idea es “propiciar una discusión epistemológica” (Muñoz. G.
2011. p.93) entre disciplinas desde la mirada de cada una de ellas.

151
A su vez, la intervención ensimisma se tiende a centrar en el resultado,
siendo éste valorizado en una determinada cantidad de informes, ante lo
cual es necesario fortalecer el trabajo interdisciplinar tal como lo señala
Gianinna Muñoz, ya que “la interdisciplinariedad agrega valor a los procesos
de observación de la realidad” (Muñoz, G., 2011, p. 85).

Por otra parte, el informe pericial se constituye en base a relaciones de


poder-saber (García, 2011), de ahí su relevancia en torno a considerar al
niño/a como sujeto de derechos y la incidencia en la toma de decisiones
respecto a su vida.

En este sentido el enfoque de derechos “pone énfasis en las


capacidades y recursos del niño y en todos los apoyos sociales de los que
forma parte o está en contacto, entre otros: la familia, la escuela, la
comunidad, las instituciones, y los sistemas religiosos y culturales” (Pautassy
y Royo, 2012. p.23). Cillero señala que se reconoce el establecimiento de
relaciones del niño con la familia, el Estado y la sociedad, de este modo los
niños pueden gozar de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y
culturales (Viola, 2007.p.84).

Por lo anterior, las pericias que se realicen al niño/a o adolescente


deben contemplar la existencia de coordinaciones y análisis técnico con las
redes sociales que interactúan los niños, y de qué manera estas pueden
contribuir a restituir o superar los derechos que supuestamente han sido
vulnerados.

Los niños/as que son atendidos bajo los programas de protección de


SENAME, los posiciona bajo una estructura social desde el lineamiento
metodológico que propone para la intervención el cual considera el
desarrollo de autonomía progresiva, la reducción del riesgo de victimización
secundaria, la complementariedad e intersectorialidad, entre otros

152
elementos, lo cual les otorgan una identidad social. Sin embargo, aún
persiste la falta de operacionalización del enfoque de derechos desde la
práctica profesional, por cuanto la opinión del niño/a continúa siendo una
segunda instancia a mirar por el sistema judicial y por quienes colaboran
para éste.

Por lo tanto, uno de los desafíos sería tener una visión más amplia en
cuanto a las interpretaciones de dicho enfoque, superando la visión de la
realidad simplista respecto a la vulneración de derechos que se indaga a
través de las pericias sociales.

Ante la mirada del niño/a como sujeto de derechos debiese existir


desde la intervención social una “articulación entre objetividad y subjetividad”
a través de lo cual se consideren los significados que los niños/as generan
respecto del fenómeno social, dando realce al reconocimiento de las
subjetividades (De la Garza y Leyva, 2012. p.234).

Surge también la idea sobre la dimensión de sentido de la realidad;


para una realidad existen diversos niveles de sentidos los que se traducen
en significados que uno puede atribuir a una realidad, con ello quiere decir
que la relación entre sujeto-objeto está supeditada tanto a la interpretación
que le pueda dar el profesional que interviene como el sujeto que recibe esa
intervención.

Si bien el proceso de investigación desarrollado ha generado aportes


en materia de la intervención social que se realiza en el ámbito específico
del diagnóstico desde lo metodológico, surgen nuevas preguntas para
investigaciones que pueden desarrollarse a futuro, a modo de abordar el
fenómeno social estudiado desde diversos ámbitos.

153
Entre las nuevas preguntas que pudiesen realizarse, se levanta el
interés por conocer cuál es la percepción que tienen los adultos evaluados
en Causas por Cuidado Personal, frente a los procesos de evaluación, a
modo de mejorar también las prácticas profesionales.

Paralelamente, cuál es la incidencia de los informes periciales sociales


en la toma de decisiones de los Jueces de Familia frente a otorgar el
Cuidado Personal de un niño/a a uno u otro progenitor.

Por otra parte, cuál es el impacto que ha tenido en la vida de los


niños/as y adolescentes el cambio de cuidador, desde la dictación de la
sentencia, en concordancia con la supuesta superación de la situación de
vulneración de derechos que habría dado origen a la demanda.

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%2520Articulo%25207.pdf&ei=BGhcUr7GIo2QkAe6_oDYBQ&usg=AF
QjCNG4mc0CZd5LeSvGK8p6oMwoUzSjHw&sig2=yN0MxEJEpIfI08V
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161
ANEXOS
Anexo 1: Consentimiento Informado.

CONSENTIMIENTO INFORMADO DE PARTICIPACION EN ESTUDIO DE


CASO - MAGISTER INTERDISCIPLINARIO EN INTERVENCION SOCIAL

Usted ha sido invitado (a) a participar en el estudio “Evaluación de Habilidades


Parentales de adultos que solicitan el Cuidado Personal de un niño, niña o
adolescente, en los Programas de Diagnóstico Ambulatorio (DAM) de la
Corporación OPCION”, a cargo de la Trabajadora Social, Sra. Daniela Castro
Flores.

El trabajo de investigación antes mencionado pretende “Conocer los criterios


metodológicos que utilizan los Trabajadores Sociales de los Programas DAM de la
Corporación OPCION para evaluar habilidades parentales de adultos que solicitan
el Cuidado Personal de un niño/a o adolescente, determinando fortalezas y
debilidades del proceso de evaluación y elaborando recomendaciones de
intervención diagnóstica a nivel institucional”. El propósito es contribuir a
mejorar los procesos de evaluación de habilidades parentales de los adultos que
se evalúan en Causas Judiciales por Cuidado Personal, pudiendo generar
orientaciones para homogenizar los aspectos metodológicos de dichas
evaluaciones.

Los participantes de este estudio serán sólo Trabajadores Sociales de la


Corporación OPCION, como un aporte al conocimiento de nuestra disciplina. Para
ello se contempla la realización de una entrevista en profundidad cuya duración
aproximada es de una hora.

La entrevista será grabada en un dispositivo portátil y transcrita en su totalidad


para su posterior análisis, previo acuerdo con el participante. Siendo importante

162
señalar que la obtención de los datos será sólo para fines del Informe de
Investigación en el contexto de Tesis de Magister Interdisciplinario en
Intervención Social, pero que sin embargo pudiesen ser difundidos los resultados
del estudio en presentaciones en el marco institucional de la Corporación
OPCION. Una vez que se termine el estudio de caso, serán eliminadas las
grabaciones que se hayan obtenido.

Toda la información que usted aporte, será tratada de manera confidencial, de


acuerdo a la ley 19.628 de 1999, sobre protección de la vida privada o
protección de datos de carácter personal. No se dará a conocer su fuente, salvo
que sea exigido por la justicia. La información obtenida en estas entrevistas se
tratará como material confidencial y será conocido integralmente sólo por la
profesional a cargo de este estudio.

Se resguardará el anonimato del participante a través de la modificación de los


nombres y Programa DAM que integra, como también de cualquier otro tipo de
información que pudiera hacerlo reconocible.

Yo………………………………………………………………….... RUT N°……………………………………,


acepto participar del estudio de caso, habiendo leído el presente documento en
el cual se me ha explicado de qué trata investigación y la participación como
profesional que se me ha requerido.

Usted puede solicitar información respecto a los resultados del presente estudio
cuando este haya concluido, tomando contacto con la profesional encargada del
estudio.

NOMBRE Y FIRMA DEL PARTICIPANTE NOMBRE Y FIRMA DE LA INVESTIGADORA

………………………..,……..de………………………de 2014.

163
Anexo 2: Pauta de Entrevista en Profundidad.

PAUTA DE ENTREVISTA

1. ¿Me podría describir cómo se desarrolla el proceso de evaluación de


habilidades parentales?
2. ¿Qué prioridad ha tenido este proceso ante la solicitud de los
Tribunales de Familia?
3. ¿Cuáles son los puntos periciales mayormente solicitados en las
evaluaciones de habilidades parentales en Causas por Cuidado
Personal?
4. En su opinión, ¿Cree usted importante realizar evaluación de
habilidades parentales?, ¿Por qué?
5. ¿Cuáles son los principales enfoques teóricos ó modelos que se
utilizan para evaluar las habilidades parentales?
6. ¿Cuáles cree usted que son los aspectos más relevantes de dicho
enfoque/es?, ¿Por qué?
7. Me podría describir ¿Cuáles son los elementos que usted evalúa a
nivel individual y familiar en los adultos?, ¿Por qué?
8. ¿Qué aspectos del ámbito legal incorpora usted a su evaluación?,
¿Por qué?
9. ¿Cuáles son los factores que usted considera más importantes para
señalar que un adulto cuenta ó no con las habilidades parentales para
ejercer el Cuidado Personal de un niño/a?, ¿Por qué?
10. ¿Cuáles son los instrumentos metodológicos y/o técnicas que usted
ocupa para evaluar las habilidades parentales?

164
11. ¿Qué características tienen esos instrumentos y/o técnicas y de qué
manera los incorpora a su evaluación?
12. Cuénteme, ¿Qué elementos cree usted que le facilitan la evaluación
de habilidades parentales?
13. De acuerdo a su experiencia, ¿Cuáles son los principales
obstaculizadores metodológicos en la evaluación de habilidades
parentales?
14. Frente a la presencia de obstaculizadores, ¿Me podría señalar que
estrategias ha desarrollado para responder a los puntos periciales que
le solicitan en las evaluaciones de habilidades parentales?
15. ¿Cuáles son las principales propuestas que haría usted para
desarrollar la evaluación de habilidades parentales considerando el
enfoque de derechos de niños, niñas y adolescentes?
16. ¿Qué condiciones debiesen estar presentes a nivel institucional para
mejorar el proceso de evaluación?

165
166

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