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DEPARTAMENTO DE FISICA
Tabla de contenido
INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 3
ONDAS ........................................................................................................................ 4
Tipos de ondas ......................................................................................................... 4
LAS ONDAS GRAVITACIONALES .............................................................................. 5
DESCUBRIMIENTO DE LAS ONDAS GRAVITACIONALES ...................................... 6
Albert Einstein: La relatividad general y las ondas gravitacionales ........................... 6
LIGO: El primer observatorio de ondas gravitacionales ............................................ 6
Detección directa de las ondas gravitacionales ........................................................ 8
IMPORTANCIA DE LAS ONDAS GRAVITACIONALES .............................................. 9
CONCLUSIÓNES ........................................................................................................ 9
REFERENCIAS.......................................................................................................... 10
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UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO
INTRODUCCIÓN
Desde tiempos remotos, se ha intentado dar explicación a todos los eventos o situaciones que
se han logrado observar del mundo en que vivimos. El universo está lleno de muchos misterios,
de los cuales el hombre se ha ido preguntando y como respuesta, se han planteado
incontables teorías en la búsqueda de las ideas más cercanas posibles que nos ayuden a
poder interpretar el mundo en que vivimos.
Hoy en día, nos encontramos a puertas de una nueva frontera en la astronomía; la astronomía
de las ondas del espacio-tiempo, conocidas como ondas gravitacionales. Estas ondas
transportan información acerca del movimiento de los objetos en el universo. Puesto que el
universo ya era transparente a la gravedad momentos después del Big Bang y mucho antes
de serlo a la luz, las ondas gravitacionales nos permitirán observar la historia del universo
hasta instantes mucho más remotos. Y dado que las ondas gravitacionales no se absorben o
se reflejan en la materia del resto del universo, podremos “ver a través” de los objetos que se
encuentren entre la Tierra y la fuente de ondas gravitacionales. Pero, sobre todo, las ondas
gravitacionales contienen la promesa de lo desconocido. Cada vez que los humanos hemos
mirado al cosmos con nuevos “ojos” hemos descubierto algo inesperado que ha revolucionado
la forma en la que vemos el universo y nuestro lugar en él. Hoy en día, con el detector
estadounidense de ondas gravitacionales (LIGO) y sus homólogos internacionales, nos están
preparando para observar el universo de una nueva manera, que la han descrito como
“escuchar el universo”.
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ONDAS
Ya conocemos la definición de onda como toda aquella perturbación que transporta energía,
y que se propaga a través el tiempo y espacio; las ondas están compuestas por una serie de
vibraciones de forma ondulada que se inicia en un punto y continúa hasta que choca con otro
cuerpo.
TIPOS DE ONDAS
Existen varios criterios para clasificar las ondas como los siguientes:
Según su propagación:
Ondas unidimensionales: estas ondas, como su nombre indica, viajan en una única
dirección espacial. Es por esto que sus frentes son planos y paralelos.
Ondas bidimensionales: estas ondas, en cambio, viajan en dos direcciones
cualquieras de una determinada superficie.
Ondas tridimensionales: estas ondas viajan en tres direcciones conformando un
frente de esférico que emanan de la fuente de perturbación desplazándose en
todas las direcciones.
Según su dirección:
Ondas transversales: las partículas por las que se transporta la onda se desplazan
de manera perpendicular a la dirección en que la onda se propaga.
Ondas longitudinales: en este caso, las moléculas se desplazan paralelamente a la
dirección en que la onda viaja.
Según su periodicidad:
Ondas no periódicas: estas ondas son causadas por una perturbación de manera
aislada o, si las perturbaciones se dan de manera repetida, estas tendrán
cualidades diferentes.
Ondas periódicas: son producidas por ciclos repetitivos de perturbaciones.
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Una onda gravitacional es una ondulación en la forma del espacio y el tiempo. Conforme pasa
la onda, esta extiende el espacio y todo en él en una dirección, y lo comprime en la otra, así
como lo afirma el físico Allan Adams en su conferencia en TED.
Estas ondas son causadas por algunos de los procesos más violentos y energéticos del
universo. Albert Einstein predijo la existencia de ondas gravitacionales en 1916 en su teoría
general de la relatividad, las que hoy en día se han logrado detectar gracias a LIGO
(Observatorio de ondas gravitacionales, véase la sección del desarrollo de LIGO).
Las matemáticas de Einstein demostraron que los objetos masivos acelerados (como estrellas
de neutrones o agujeros negros que orbitan entre sí) interrumpirían el espacio-tiempo de tal
manera que 'ondas' de espacio distorsionado se irradian desde la fuente (como el movimiento
de las olas lejos de una piedra arrojado a un estanque). Por otra parte, estas ondas viajarían
a la velocidad de la luz a través del universo, llevando con ellos la información sobre su origen
catastrófico, así como pistas muy valiosas sobre la naturaleza de la propia gravedad. Las
ondas gravitacionales son como un oído al universo, como lo expone Adams en su
conferencia:
“Ahora, volviendo a LIGO, a Scott le gusta decir que LIGO actúa como un
oído más que como un ojo…” “…Es una forma completamente nueva de observar
el Universo que nunca hemos tenido antes. Es una manera que nos permite
escuchar el Universo y oír lo invisible”
Cualquier objeto con masa que se acelera (que significa en la ciencia cambia de posición a
una tasa variable, e incluye el hilado y objetos en órbita) produce ondas gravitacionales,
incluidos los humanos y los coches y aviones, etc. Pero las ondas gravitacionales realizados
por nosotros aquí en la Tierra son demasiado pequeñas para ser detectadas. De hecho, no es
ni remotamente posible construir una máquina que puede girar un objeto lo suficientemente
rápido como para producir una onda gravitatoria detectable, incluso los materiales más fuertes
del mundo se reventarían en velocidades de rotación de una máquina que este tipo requeriría.
Las ondas gravitacionales más fuertes son producidas por eventos catastróficos como la
colisión de agujeros negros, el colapso de núcleos estelares (supernovas), coalescencia
estrellas de neutrones o enanas blancas, la rotación ligeramente temblorosa de las estrellas
de neutrones que no son esferas perfectas, y los restos de la gravedad la radiación creada por
el nacimiento del Universo mismo.
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La formulación de la teoría de la relatividad general por parte de Albert Einstein hace más de
un siglo representó un cambio conceptual mayor en nuestra manera de explicar la interacción
gravitacional. Albert Einstein fue capaz de describir la Gravedad de una manera tan brillante,
elegante y extraordinaria que hoy en día sus teorías nos siguen abrumando.
Para Einstein el espacio y el tiempo son dos aspectos inseparables de acuerdo con su teoría
de la relatividad, y nos muestra que cualquier medida del tiempo depende de las condiciones
del observador, de esta manera se considera
además de las tres dimensiones espaciales una
“cuarta dimensión” temporal, formando lo que se
denomina el espacio-tiempo.
La Relatividad General nos dice que la geometría del espacio-tiempo está sujeta
inexorablemente a la energía contenida en el mismo. Si situamos una masa en cualquier punto
del espacio-tiempo, este se deformará de acuerdo con las propiedades de dicha masa. Dicha
deformación provocará que cualquier objeto que se encuentre cerca de esa masa modifique
su trayectoria de acuerdo con la deformación misma. Así, el espacio matemático
cuadridimensional que representa nuestro universo puede verse afectado por algún
acontecimiento astronómico en el cual intervengan cuerpos muy masivos (el movimiento de
dos agujeros negros, por ejemplo), que de origen a vibraciones en la geometría del espacio-
tiempo. Se dedujo que estas perturbaciones de la geometría del espacio-tiempo deberían
propagarse como una onda, donde Einstein lo demostró teóricamente en 1916 pronosticando
lo que hoy se le llaman ondas gravitacionales, que se desplazan a velocidad de la luz.
Albert Einstein, consciente de lo débiles que serían las señales de estas ondas gravitacionales,
murió pensando que jamás serían detectables, sin embargo, un conjunto particularmente
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audaz de gente; Rai Weiss del MIT, Kip Thorne y Ronal Drever de Caltech que pertenecían a
una generación de físicos alrededor de los años 70, se dieron cuenta que las ondas
gravitacionales podrían ser detectables, claramente suponiendo la existencia de estas.
Se llaman los interferómetros porque trabajan mediante la fusión de dos o más fuentes de luz
para crear un patrón de interferencia, que puede ser medida y analizada.
Los interferómetros se inventaron a finales del siglo 19 por Albert Michelson. Debido a su
amplia aplicación, interferómetros vienen en una variedad de formas y tamaños. Se utilizan
para medir todo, desde las variaciones más pequeñas en la superficie de un organismo
microscópico, a la estructura de enormes extensiones de gas y polvo en el Universo distante,
y ahora, para detectar las ondas gravitacionales.
Los Interferómetros de LIGO son, con mucho, el más grande jamás construido. Con los brazos
de 4 km de largo, que son 360 veces más grande que el utilizado en el experimento de
Michelson-Morley (que tenía brazos 11 m de largo).
Figura 2: (a) La Luz se divide en dos rayos Figura 3: (b) Los rayos se reflejan en los espejos y se
devuelven
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Figura 5: (d) Detección de las ondas gravitacionales (debido a la variación de longitudes de los brazos)
Inicialmente LIGO operó por 9 años sin detectar una onda gravitatoria. A pesar de esto, fue de
gran avance gracias al aprendizaje sobre como operar, mantener y mejorar uno de los
dispositivos de medición más altamente tecnológicos del mundo. En base a todo lo aprendido,
se empezó a diseñar la próxima generación de detector LIGO, empezado en 2008 y ensayado
en 2015, al que se le llamó LIGO Avanzado (ALIGO).
El día 14 de septiembre del 2015 a pocos días después de que el nuevo LIGO estuviera
funcionando, detectó por primera vez lo que parecían ser ondas gravitacionales, hasta que fue
confirmado por los medios el día 11 de febrero del 2016. Se observaron ondulaciones en el
tejido del espacio-tiempo llegando a la tierra, procedentes de un evento catastrófico muy lejano
en el universo, siendo el choque de dos agujeros negros. Esta primera señal de ondas
gravitacionales, se identifican como “GW150914”.
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Basándose en las señales observadas, los científicos de LIGO estiman que los agujeros
negros de este evento eran de unas 29 y 36 veces la masa del Sol, y que el evento tuvo lugar
hace 1300 millones de años. En dicha observación, LIGO estimó que el pico de energía
liberado en forma de ondas gravitacionales durante los momentos finales de la fusión de los
agujeros negros fue diez veces mayor que la luminosidad combinada de todas las galaxias en
el universo observable.
Esto confirma las teorías de Einstein sobre las ondas gravitacionales, sin embargo, también
han demostrado que su pensamiento estaba equivocado acerca de que las ondas
gravitacionales serían imposibles de detectar.
Además del hito científico de haber confirmado la teoría de Einstein, este hallazgo abre nuevas
posibilidades a la astrofísica. Todos los fenómenos celestes, que ocurren a cientos o miles de
años luz de nosotros, generan ondas gravitacionales. Y aunque muy pocos de ellos son lo
suficientemente poderosos como para que sintamos sus vibraciones en la Tierra, si podemos
percibir sus ondas podremos comprenderlos mejor. De esa manera, podremos verificar
experimentalmente muchas teorías que, hasta ahora, no teníamos manera de validar en el
laboratorio.
CONCLUSIÓNES
Las ondas gravitacionales son ondulaciones en el tejido del espacio-tiempo, conforme pasa la
onda, esta extiende el espacio y todo en él en una dirección, y lo comprime en la otra.
Albert Einstein predijo estas ondas en el año 1916 en su teoría de la relatividad, sin embargo,
sabía que estas ondas eran absurdamente débiles, por lo que pensó que serían imposibles de
detectar, hasta que un grupo de científicos optaron por elaborar un gigante instrumento que
podría ser capaz de detectarlas. Estas ondas son producidas por cualquier sistema acelerado
no esférico o con simetría cilíndrica, para que su detección fuera posible, debían contar con
ondas gravitacionales “fuertes” producidas por los hechos más violentos y energéticos del
universo, como una colisión de agujeros negros. Mientras que los orígenes de las ondas
gravitacionales pueden ser extremadamente violentos, por suerte para nosotros cuando las
ondas llegan a la Tierra son millones de veces más pequeñas y menos perturbadoras, evitando
daños perjudiciales para la vida terrestre.
Fue así que después de varios años, el 14 de septiembre del 2015 se detectaron las primeras
ondas gravitacionales, demostrando que Albert Einstein razón, dando un paso importante para
la humanidad en la astronomía, astrofísica y encontrar posibles respuestas sobre los misterios
del universo, como lo expresa el físico Allan Adams en su conferencia en TED.
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REFERENCIAS
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