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La nación es una idea que lleva a pensar en los individuos como hermanos De esta manera,

Anderson la define como una comunidad que “independientemente de la desigualdad y la


explotación (…), se concibe como un compañerismo profundo, horizontal” (Anderson, 1983,
pp. 25). Esto quiere decir, que la nación es algo que entiende a todos los sujetos como
individuos en la misma posición (mismos derechos y posibilidades como ciudadanos).
Sin embargo, Lomnitz (2001) desafía esta visión y propone que el nacionalismo desarrollado
por los españoles estaba atado al linaje de sangre y la afinidad a una religión. Así, se crearon
distinciones, según Lomnitz (2011), entre ciudadanos completos, ciudadanos parciales o
ciudadanos “fuertes y débiles”. Los españoles blancos y criollos, pero, también, los
indígenas, los esclavos y las mujeres eran parte de una misma nación. No obstante, no todos
accedían a la misma representación política ni los mismos derechos. Lomnitz dice que esta
idea de nación no forma una unidad fraternal, ya que no concibe una comunidad unitaria
desde su origen: “(…)a master and a servant could be part of the same nation without having
to construct this tie as a horizontal link based on fraternity” (pp. 10). Más aún, Lomnitz
propone que, para este nacionalismo, eran fundamentales los lazos de dependencia que
ataban unos sujetos con menos derechos a otros con mayor poder. Todo esto lleva a Lomnitz
a decir que la nación no se basa en ese lazo fraternal horizontal (o por lo menos no es una
característica necesaria de ella).
Lo anterior hace cuestionar el concepto clásico (y arraigado en el sentido común) de nación
y desnaturalizar la visión de que el nacionalismo es una construcción universal e igualitaria
que garantiza derechos de manera idéntica a todos los miembros de la “nación”. Esto se ve
claramente en la República colombiana conformada después de la independencia. A pesar de
que los esclavos, las mujeres, los indígenas y los campesinos eran considerados parte de la
nueva nación independiente, no gozaban de los mismos derechos que las élites criollas.
Tampoco gozaban de completa libertad ni propiedad (como si lo hacían los “completamente
ciudadanos”).
Esto nos lleva a preguntar lo siguiente. ¿Puede entenderse la nación colombiana como basada
(desde su origen) en el lazo fraternal horizontal, o esta fraternidad es sólo formal y fantasiosa?
¿Puede decirse que esto ha cambiado en la actualidad?

Bibliografía:
Anderson, Benedict (1983). “Introducción” y “Las Raíces Culturales”. Comunidades
imaginadas. Reflexiones sobre el origen y difusión del nacionalismo. Fondo de Cultura
Económica. Pp. 10- 62.
Lomnitz, Claudio (2001). “Nationalism as a Practical System: Benedict Anderson’s Theory
of Nationalism from the Vantage Point of Spanish America”. En: Deep Mexico, Silente
Mexico. An Anthropology of Nationalism. University of Minnesota Press. pp. 3-34.

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