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Desarrolle la siguiente informacion:

Equilibrio térmico y ley cero de la termodinámica (historia y


aplicaciones)
La ley cero, conocida con el nombre de la ley del equilibrio térmico, fue enunciada en un
principio por Maxwel y llevada a ley por Fowler y establece que si dos sistemas separados
están en el mismo momento en equilibrio térmico con un tercer sistema, aquellos están en
equilibrio térmico uno con otro.

Antecedentes históricos

Las ideas de "caliente" y "frío" siempre han formado parte de las experiencias sensoriales del
hombre. De hecho, dos de los primeros científicos que expresaron estas ideas fueron Leonardo
Da Vinci y Galileo. Estos científicos sabían que al contacto con un tercer cuerpo, usualmente el
aire, dos o más cuerpos en contacto con él "se mezclaban de una manera apropiada hasta
alcanzar una misma condición."

Esta condición era alcanzada debido a la tendencia de los cuerpos calientes de difundir su
energía a los cuerpos más fríos. Este flujo de energía es denominado calor o energía calorífica.
Así, podemos percibir la tendencia del calor a pasar de cualquier cuerpo caliente hacia otros
más fríos en sus alrededores. Esta transferencia de calor tiene lugar hasta que ninguno de los
cuerpos del sistema es capaz de absorber más calor.

Aplicación de la ley cero


La aplicación de la ley cero constituye un método para medir la temperatura de cualquier
sistema escogiendo una propiedad del mismo que varíe con la temperatura con suficiente
rapidez y que sea de fácil medición, llamada propiedad termométrica.

En el termómetro de vidrio, esta propiedad es la altura alcanzada por el mercurio en el capilar


de vidrio debido a la expansión térmica que sufre el mencionado elemento por efecto de la
temperatura. Cuando se alcanza el equilibrio térmico, ambos sistemas tienen la misma
temperatura.

b) Experimento de Joule para el equivalente mecánico del


calor y trabajo.
Históricamente se tardó bastante tiempo en comprender cuál es la
naturaleza del calor. En un primer momento se pensaba que el calor
era un fluido (denominado calórico) que impregnaba los cuerpos y
era responsable del calor que éstos intercambiaban al ser puestos en
contacto.
En el siglo XIX, Joule ideó un experimento para demostrar que el
calor no era más que una forma de energía, y que se podía obtener
a partir de la energía mecánica. Dicho experimento se conoce
como experimento de Joule para determinar el equivalente
mecánico del calor.
Antes del experimento de Joule se pensaba que calor y energía eran
dos magnitudes diferentes, por lo que las unidades en que se medían
ambas eran también distintas. La unidad de calor que se empleaba
era la caloría.

Una caloría es la cantidad de calor necesaria para elevar la


temperatura de un gramo de agua destilada desde 14.5ºC a
15.5ºC..

Con su experimento, Joule se propuso demostrar que se podía elevar


la temperatura del agua transfiriéndole energía mecánica. El aparato
que empleó se muestra en la siguiente figura. En el interior de un
recipiente se introduce 1 kg de agua a 14.5 ºC.

Al recipiente se le acoplan unas paletas conectadas mediante una


cuerda con una masa que puede caer. Conforme la masa cae a
velocidad constante, las paletas giran, por lo que se convierte
la energía potencial gravitatoria de la masa en energía para hacer
girar las paletas. Debido a este giro, el agua aumenta de temperatura
(el giro de las paletas se transforma en calor).
Lo que encontró Joule fue que, para elevar la temperatura del
kilogramo de agua hasta 15.5ºC (es decir, para conseguir una
energía de 1000 calorías), la energía potencial de la masa debía
disminuir en 4180 Julios. Por tanto, la equivalencia entre unidades de
calor y energía es:

El descubrimiento de Joule llevó a la teoría de la conservación de


la energía lo que a su vez condujo al desarrollo del primer principio
de la Termodinámica.

c) Métodos de transferencia de calor: conducción,


convección y radiación

1. Conducción
El calor por conducción se produce cuando dos objetos a diferentes
temperaturas entran en contacto. El calor fluirá a través del objeto de mayor
temperatura hacia el de menor buscando alcanzar el equilibrio térmico (ambos
objetos a la misma temperatura).
Un ejemplo lo tenemos a la hora de cocinar. Cuando estamos cocinando en una
sartén, si se nos ocurre dejar un cubierto metálico apoyado en el borde, al cogerlo
notaremos que se ha calentado (incluso puede que nos quememos). El calor se ha
transferido de la sartén al cubierto por conducción.

2. Convección
La transmisión de calor por convección tiene lugar en líquidos y gases. Ésta se
produce cuando las partes más calientes de un fluido ascienden hacia las
zonas más frías, generando de esta manera una circulación continua del fluido
(corriente convectiva) y transmitiendo así el calor hacía las zonas frías.
Los líquidos y gases, al aumentar de temperatura disminuyen de densidad,
provocando la ascensión. El hueco dejado por el fluido caliente lo ocupa el fluido
más frío (de mayor densidad).

3. Radiación
La transferencia de calor por radiación no necesita el contacto de la fuente de
calor con el objeto que se desea calentar. A diferencia de la conducción y
convección, no precisa de materia para calentar.
El calor es emitido por un cuerpo debido a su temperatura. Para este caso
podemos tomar como ejemplo el sol. El calor que nos llega del sol viaja por el
espacio vacío y calienta la superficie de la Tierra.
De entre todas las energías renovables es la energía solar la que más aprovecha la
radiación, pero en concreto la energía solar térmica juega con estas formas de
transferencia de calor. Los tubos por los que transportan el agua están al vacío,
de manera que todo el calor lo captan mediante radiación y evitan todas las
pérdidas que se producirían por convección.

d) Instrumentos de medición de temperatura: termómetro


(clasificación y campo de uso)

De vidrio o de líquidos.
Este instrumento se caracteriza por estar en su apariencia externa fabricado en vidrio, en
realidad, se trata de un tubo de espesor milimétrico diseñado en vidrio y sellado al vacío, el
cual presenta en uno de sus extremos una prolongación de metal, menos gruesa que aquel,
la cual se denomina bulbo.

En esta parte, el termómetro almacena un líquido conforme al cual puede indicar la


temperatura del cuerpo que mide, por lo general, el líquido es de mercurio, siendo los
termómetros contentivos del mismo, mucho más eficaces en cuanto a la medición, ya que al
entrar en calor con el cuerpo, el bulbo se dilata, y el líquido del químico sube a gran
velocidad, permitiendo una medida exacta de la temperatura corporal, esto es posible por
medio, de una escala de centígrados que se dibuja en la parte externa del tubo de vidrio.

Sin embargo, muchos especialistas consideraron que el mercurio resulta nocivo para el
organismo humano y más sin entrar en contacto, por lo que lanzaron al mercado, otros
termómetros con líquidos distintos en el bulbo, siendo estos menos inexactos en la medición
de la temperatura y pudiendo arrogar resultados imprecisos y pocos confiables.

Estos instrumentos de medición también pueden contener una escala pintada en Fahrenheit,
pero todos diseñados en vidrio. Lo bueno de estos, es que resultan manuales, siendo estos
útiles en cualquier ocasión en que sea necesaria medir la temperatura.

Aunque su uso primario, es la medición de la temperatura corporal del ser humano, también
se emplean para la comprobación del temple del agua o bien de ciertos líquidos.

Pirómetros o sin contacto.


Una de las mejores invenciones en el campo de las temperaturas, ya que estos termómetros
permiten medir el calor o frio de cuerpos en reposo y en movimiento, sin entrar en contacto
con los mismos.
El mecanismo de funcionamiento, resulta muy sencillo, basta que se coloque el instrumento
a una distancia prudencial del cuerpo, y por medio de una luz infrarroja, captará la energía
calórica, la cual será traducida por el aparato en centígrados o bien en Fahrenheit.

Evidentemente estos aparatos funcionan con energía eléctrica, por lo que requieren el uso
de baterías, además resultan un poco más oneroso que el resto de los termómetros por los
componentes y mecanismos con que son fabricados.

Estos arrojan resultados expeditos sobre la temperatura corporal externa, es decir, pueden
determinar con prontitud cuan caliente esta una comida o bien el ambiente, pero no son
útiles para determinar temperaturas internas, por lo que su uso en personas no resulta del
todo adecuado, arrogando solo resultados variables, que deben ser afianzados por otros
instrumentos.

Con lámina bimetálica.


Los clásicos siempre serán clásicos, incluso en los instrumentos que se utilicen para las
medidas, es por ello, que aún hoy en día con todos los avances tecnológicos que existen, los
termómetros bimetálicos siguen resultando confiables para muchos.

Estos aportan la temperatura exacta, gracias a un bulbo de metal que se coloca al extremo
del instrumento, el cual se dilata al contacto, transmitiendo una energía a lo largo de una
varilla de metal, que genera vibraciones en un aguja indicadora, la cual se expandirá hasta
cierto nivel (todo depende de la temperatura que capte la lámina bimetálica).

Su uso, resulta frecuente en la industria, donde se torna un elemento indispensable para la


medición del calor o frío en líquidos.

De gas.
Uno de los instrumentos que presenta el mecanismo más complejo, ya que este consiste en
un dispositivo compuesto de dos partes, una de un envase por así decirlo, donde se medirá
la presión del gas (el cual por lo general es nitrógeno) y una ampolla, que será colocada en
el cuerpo donde se tomará la temperatura.

Para establecer la temperatura exacta, es menester lograr el equilibrio entre el gas y el calor,
este termómetro suele emplearse para la calibración de demás termómetros.

De resistencia.
Funcionan a base de platino, y consiste en la recepción de la energía externa, para su
posterior traducción en temperatura, todo por medio del químico empleado, resultan útiles
para las medidas externas de grandes espacios, tales es el caso, para precisar los grados de
un ambiente.

Par térmico o termopar.


Uno de los más sencillos en su uso, y que resultados más expeditos puede arrogar, consiste
en dos varillas de metal, unidas en uno de sus extremos, el cual será colocado cerca del
cuerpo objeto de medición.

Hecho esto, entre las varillas se generará una tensión eléctrica que arrogará la temperatura
percibida, siendo esto posible, gracias al antagonismo de las mismas, ya que es una es de
frio y la otra es de calor.

Digitales
Aquellos que logran percibir la temperatura por medio de un extremo, el cual transforma la
energía en resistencia, hasta arrogar el resultado en una pantalla digital.

Son termómetros muy útiles para medir la temperatura de cuerpos, líquidos y objetos en
reposo, además dada las invenciones se utilizan para determinar el clima.

Además de ello, estos resultan útiles para medir la temperatura de recién nacidos, por lo
rápido que pueden arrogar los resultados, contrario a lo que muchos puedan pensar, estos no
son tan costosos, motivo por el cual, su uso se hace común.

e) Calorímetro: tipo, usos y aplicaciones


Calorímetro de carga seca
En comparación con los instrumentos posteriores la precisión era muy modesta con una
incertidumbre de 2 % para la versión coaxial y 1 a 2,5 % para las versiones de guía de
ondas. No obstante, estos diseños establecieron la dirección general para los siguientes
instrumentos.
Nueva precisión en cargas y conectores desarrollados en los años 60 llevaron a una nueva
generación de calorímetros coaxiales con mejor rendimiento e incertidumbre debajo de
0,5 % para frecuencias mayores de los 8 GHz.
Los calorímetros operan a niveles de potencia entre 100 mW y 10 W respectivamente.
La carga de un calorímetro es un elemento crítico. Es deseable que ésta pueda ser
acoplada eléctricamente y que tenga un muy pequeño error de equivalencia, que es igual a
la rf disipada y a la potencia dc que pueden producir la misma lectura de temperatura.

Funcionamiento básico[editar]
Muchos calorímetros utilizan el principio de carga dual, en el cual una absorbe mientras
que la segunda actúa como temperatura de referencia: mientras más aumenta el calor, lo
mismo pasa con la temperatura.
El sensor de temperatura registra la diferencia entre las temperaturas de las dos cargas.
En teoría, los efectos de las fluctuaciones de la temperatura externa se cancelan debido a
la simetría. Sin embargo, si los alrededores no tienen una temperatura uniforme, el
gradiente de temperatura puede causar error.
El elemento de absorción de la carga es usualmente un thin film resistor, aunque
dieléctricos de bajas pérdidas son usados para las versiones de guías de ondas. El sensor
de temperatura es montado en el lado de afuera de la carga en una posición donde no es
influenciado directamente por los campos electromagnéticos. Siendo ésta una de las
características distintivas de un calorímetro y es esencial para su alta precisión.
Microcalorímetro[editar]
Es el tipo de calorímetro más usado. Estrictamente hablando, no es un medidor de
potencia pero es un instrumento para determinar la eficiencia efectiva de un montaje
bolométrico.
Fue originalmente inventado para la calibración de metal wire bolometers, pero termistores
y películas bolométricas también pueden ser calibradas por este método.

Funcionamiento[editar]
Antes de comenzar la medición, el montaje bolométrico es insertado dentro del
calorímetro, donde actúa como la carga, cuando la medición es completada el bolómetro
es removido y entonces puede ser usado como una referencia calibrada.

Calorímetro de flujo[editar]
La potencia es medida a través del calor de un fluido que fluye a través de la carga. Una
indicación de la potencia es dada por la subida en la temperatura del fluido pasando del
orificio de entrada al de salida.

Características[editar]
Las versiones de guías de ondas utilizan como fluido de trabajo agua. Mientras que el
coaxial utiliza aceite y es construido para bajas frecuencias. Aire también puede ser usado,
pero el uso de gases crea un problema adicional a causa del calor debido a la
compresibilidad.
Los calorímetros de flujo pueden manejar mayores potencias que los tipos estáticos. Su
principal aplicación es para potencias de muchos watts. Para medir las subidas de
temperatura en un calorímetro usualmente se emplean termopilas, termómetros de
resistencia y algunas veces termistores.

El calorímetro adiabático
Instrumento empleado para la medida de calores específicos de sólido y
líquidos que presenta la particularidad de reducir a un valor despreciable el
calor que pueda salir de su interior o penetrar en él.

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