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LA VANGUARDIA ESPAÑOLA VIERNES, 6 DE AEKIL DE 1073

Pa>ra quienes inquieren sobre nado eso. soto


existe un sistema, preguntarles s nuestra vez-
—V usted, ¿he viste toa automóviles fabri-
cados en Australia 9 ¿V fes motocicletas con
motor Wankef. que brindo un -stand- ¡apones?
Resultara que no, que él tampoco lo ha visto
por completo-

Recuerdo de otros certámenes

A
YEFl, el primer día, fui hacia el Saton.
Aquí, como en París —modestia apar- Voy al Salón —digo— pasito a paso desde
te— hay que acudir 8 pie o en> .metro». el -metra^ pensando en estas y én otras cues-
Toda la ciudad esté engalanada a causa tiones. Recuerdo cuando el certamen se refugia-
•;íe1 acontecimiento; en los faroles han t»a tímida, pudorosamente, en un pabellón de
florecido banderolas y gallardetes; pan- la Feria Internacional de Muestras, el Victoria
cartas y carteles nos invitan a visitar Eugenia me parece que &e llamaba. Por aquel
I;; gigantesca exposición de la Industria mayor entonces los compradores no estábamos co-
Os nuestro tiempo: en Barcelona se vive —dicho mo ahora, casi a IB par con los coches, siru
sea sii:i ánimo peyorativo— en olor de gasolina. qué por cada automóvil había Innumerables
Graves varones, prohombres de la indusiria, es- peticiones, incontables compradores que !ÜS
pecialistas en economía y en -marketing- se -solicitaban- y esperaban que se lo "Conce-
reúnen también en Montfuieh en torno a una diesen-, Con el desarrollo automovilístico, pa-
mesa y celebran su Simposio para auscultar las rejamente, la muestra fue prosperando ¿Quién
dolencias de esta actividad que, en general, gozs hubiese imaginado desde aquellas escaseces
de buena salud , estas pródigas ofertas, estas fatalidades de
adquisición7 Ni en la mente mas triunfalista
A otra escala, a otro nivel —como se dice cabía tamaño vaticinio. Aqui no había coches
ahora— e) ciudadano acude a ver el modelo cu- y nunca los habría
ya compra considera. A punta de piaros o a to-
cateja aquel vehículo será suyo. La tercera püBr- Pero surgió (a Renault y la Saat, y Citroen
ta o ¡a quinta —que las puertas impares tienen Híspanla. y Barreiros. que luego se llamó
misteriosas atractivos—, te sera, sin duda, ex- ChrysleF, y Mueva Montaña Ouljano. que luego
tremadamente útil. Algo le faltaba a! coche y se llamó Autñi, Los coches salieron del pa-
era. precisamente, esa puerta hasta hace poco bellón de Viütoria Eugenia y se desparrama-
impensada y hoy indispensable para cargar todo ran por buena parte de Monrjuich. por Barce-
lo cargable, para convertir al automóvil en una lana teda, por 'España entera Nació el Sector
espacie de furgón familiar de todo uso, váíldo del Automóvil, y sé reanudó luego el Salón In-
para el transporte doméstico y para el acopio de ternacional que naciera en I9i8, y se llegó a
muebles y enseres que trasladar a la casa vera- hoy. techa en que nuestro certamen cuenta.
niega, al domicilio vacacional. con pleno derecho, entre loa más Importantes
á$: -Europa.
Puerta más o puerta menos, habrá otros ví-
sitarrles qu& se sientan atraídos par Conside-
raciones de muy distinto signo. Desde el que Hombres y años
¡apetece et gran coche de Importación —(Signo
externo considerable!—, al que se desviva por En esa trayectoria que sólo esoozo se han
aquel pequeño deportivo de gran nervio y quemado etapas, se han consumido algunos
«performance- extraordinaria, añus —no demasiados— y hombres. Recuer-
do, entré estos últimos, a Enrique Lacalle.
-Todo voy a hallarlo aquí» —piensa el auto- el presidente del Salón y el factor auten.lt-
movilista que marcha a pie y por ¡a calle, para cv de su resurgimiento. Enrique Lacaíle. dan
evitarse las dificultades de estacionamiento. Enrique, era persona de gran humanidad, cor-
V en efeqto. el certamen le brinda incluso dísil. afable y —lo que más importa pera nues-
cobijo para su coche, siempre que cuente us- tra caso— eficaz Enrique Lacaíle nos brindó
Eed con esos diez metros cuadrados indis- siempre la mas abierta y entusiasta colabora-
pensables par? montar —en un periquete— uíi ción en nuestra tarea, como estoy convencido
garaje prefabricado y unlautomovíHstieo. que que hizo también con cualquier persona de la
tanto puede realizarse en piezas de acera co- organización del certamen, con cualquier ex-
mo en las más modestas y baratas de plástico. positor. Enrique Lacaíle murió <te un infarto
ef 23 de Juntó de 1971. poco tiempo después de
haber dado cima a la ímproba, gigantesca tarea
¿Ha visto usted? organizativa de! Salón de 1971.

£1 Saldn me desconcierta y me apabulla. Voy En cuanto me entere de su fallecimiento


varias veces y to recorro de arriba abajo, acudí a su casa a darle eí pésame a su esposa
de izquierda a derecha; entro en los despa- e hijos Ssif de alli muy conmovido y cuapdo
ches y me paseo por los salones; asisío a se- llegue a mí domicilio me encontré sobre la
siones y a encuentros; a pruehas y a confe- mes.8, precisamente, una carta de Enrique La-
rencias . pero siempre t ropiezg con alguien cate, en IB que ma consolaba de determinada
que me dice: pérdida, de cierta injusticia que yo había su-
frido... [Pobre amiga! ¡Quizá fui yo el ultime
—¿Ha visto usted tal modelo? receptor de sus mensajes de amistad!
—Pues, no. ni» lo he visto, ¿dónde está?
O aquel oi'ro que interroga asombrada, ¿pe-
ro cómo es posible que no haya admirado
usted tal motor? Contenido del Solón
—Se rne escapó, lo -siento. Que ye pretendía expWcairles. hoy. el primer
O el dé mág allá que ensalza (ais ¿arepw;- elia. cuánto contiene el Salón, sería casi .pre-
ristícas de un camión o de una motocicleta. suntuoso. No basta una visita para descubrir
esa coche de líneas revolucionarlas, aquel po-
Y es que el Salón es muy grande para un tente motor, el accesorio singular que contri-
hombre solo, por mucha oFición que éste buirá á nuestra seguridad o a nuestro confort.
tenga. Este año ere» que ha Incrementado su Además, rio me guátaria estropearles el placer
extensión an 50.000 metros cuadrados más, con de que aprecien por si mismos cuanto de atrac-
IO que se coloca en 250.000. y convendrán us- tivo contiene el certamen. Tiempo me quedará
tedes Conmigo en que es Imposible verlo y a mí de esc-lblr Sobre él lema y a ustedes
lamentarlo todo. Forzosamente se nos escapa de visitar el Satán Internacional del Automó-
-iíjuel accesoria singular y tan conveniente que vil más grande de loa celebrados hasta ahora;
exponen en un •stand-, y el Ingenio para ami-
norar los gases de escape y paliar esa conta-
minación <Ss que tamo se había y se escriba M.
mucho más.
Fotos: PÉREZ DE ROZAS

LA VANGUARDIA. — Barcelona, S de abril de 1973. — Wrector: Horacio S4em Guerrero. — T.I.S.A., Rtdacción y Talleres: Pelayo, 28

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