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INTRODUCCIÓN

El tema de la forma del acto jurídico, es un tema que siempre ha causado el


interés de la doctrina elaborada por juristas de todo lugar y de toda época. En
esta oportunidad se dará a conocer brevemente como se regula la forma del acto
jurídico en el Código Civil Peruano de 1984, el cual es un código que hoy en día
cumple 28 años y que ha sido considerado por muchos juristas extranjeros como
un código de avanzada. Si bien es cierto actualmente existe un proyecto de
reforma de nuestro código civil, es importante mencionar que las propuestas
hechas por esta comisión no son necesarias y que se debería pensar no en estar
modificando o derogando sino en dar una correcta interpretación a cada una de
las normas que se encuentran en el cuerpo normativo más importante de nuestro
país por su contacto más cercano con la sociedad, esto sin desmerecer
obviamente la importancia que en toda realidad social y jurídica tiene la
Constitución Política. El fin de este trabajo es como lo mencionaba en estas
primeras líneas dar a conocer la regulación de la forma del acto jurídico en el
Perú, esperando que con la presente obra se conozca un poco más de nuestra
normativa y sirva por que no para hacer en adelante trabajos de Derecho
comparado, como explica Andrini sobre el presente tema el debate se ha
replanteado respecto a que si prima en los ordenamientos el principio de libertad
de forma o del vinculo: en el sentido que la elección del privado, en orden a la
vestimenta o al lenguaje formal, a través del cual expresa el ejercicio de la propia
autonomía, sea verdaderamente autónoma, o bien limitada a la observancia de
determinadas prescripciones puestas por el ordenamiento, sea en tutela de las
mismas partes o de terceros. Este tema y otros serán trabajados con pinceladas
en el presente artículo.

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DESARROLLO DEL TEMA

DIALOGO SOBRE EL ACTO JURÍDICO

Luego del fallido intento de conceptualizar legislativamente al acto jurídico, los


ojos de la doctrina nacional se centran en su análisis, conjuntamente con otros
países latinoamericanos que terminaron por adoptarla en sus sistemas jurídicos.

En el Perú, su mayor exponente fue el connotado jurista (Fernández Sesarego


tras haber estructurado la Teoría del Acto Jurídico, imputada por otros autores
como de origen francés, en sus diversas publicaciones.

Según (Rubio Correa); que es definido como “aquel hecho capaz de generar
algún efecto de derecho, haciéndole nacer, trasmitir, conservar, asegurar,
modificar o extinguir”

Luego, empleando como elemento distintivo a la voluntad humana, la subdivide


en: a) hechos causados por la voluntad humana y b) hechos causados
independientemente de la misma. Para, posteriormente, clasificar a los hechos
voluntarios en dos categorías: a) Hechos.

Según (Fernández Sesarego) Además, se explica que “dentro de los actos


lícitos cabe hacer una discriminación: La primera sub-clase comprende una serie
de hechos – voluntarios y licito-, que forjan una serie de situaciones jurídicas sin
que exista declaración de voluntad, mientras en la segunda subclase el elemento
característico es la declaración de voluntad (…) distinción que es difícil de
precisar y es, empero, fundamental para destacar que el acto jurídico es ante el
hecho jurídico como la especie frente al género

En consecuencia, para (Rubio Correa);, el acto jurídico es “el hecho jurídico de


carácter voluntario y lícito, cuyo efecto es querido directamente por el agente, y
en el cual existe una declaración de voluntad”.

Según (Fernández Sesarego) Esta estructura fue bienvenida y adoptada por la


mayoría de la doctrina nacional a pesar que el término acto jurídico no estaba
conceptualizado legislativamente, es decir, a pesar que era un tema netamente
doctrinario.

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El Acto Jurídico es considerado como la manifestación de la voluntad humana
susceptible de producir efectos jurídicos. Para que esta manifestación de la
voluntad produzca efectos jurídicos, es preciso que se realice de acuerdo con
los requisitos legales previamente establecidos para cada caso

Según (Rubio Correa), Recientemente, el derecho comparado asume un papel


relevante en la interpretación del Código Civil en opinión de un sector de la
doctrina peruana, de modo que se abandona la antigua percepción de esta rama
del derecho que la circunscribe a dos finalidades, para algunos de poca
importancia: la adquisición de nuevos conocimientos y como vía para lograr la
uniformización de los sistemas normativos.

Según (Fernández sesarego) El análisis comparativo del derecho, en palabras


del comparatista italiano Sacco: “puede servir para lograr la uniformidad de los
sistemas pero también puede ser empleado cuando un sistema legal foráneo ha
sido imitado” ; donde “interviene en una etapa posterior, analizando lo importado
recientemente, y a veces, hace muchos siglos atrás.

A pesar de lo indicado, se discrepa respetuosamente de la opinión de ambos


prestigiosos juristas nacionales por tres motivos. Para empezar, se considera
que es errado equiparar el contenido de los artículos 168º y 1362º para
demostrar la adopción de la Teoría de la Confianza en el sistema nacional: si
bien en ambas se lee “buena fe” estas normas tienen campos de aplicación
distintos.

En el artículo 168º se estipula como canon de interpretación del negocio jurídico


a la buena fe y tiene por destinatario al juzgador al ser aquel agente que emite
un juicio sobre el sentido del negocio en base a la confianza originada en el
actuar diligente de las dos partes; en cambio, en la primera parte del artículo
1362º se norma las reglas de comportamiento que deben cumplir las partes en
todas las etapas de la contratación, quienes consecuentemente son sus
destinatarios.

Según (Rubio Correa), En otras palabras, en el artículo 1362º, el legislador no


manifiesta que el contenido del contrato está determinado por la convicción de
los contratantes, como los citados autores manifiestan. En realidad, esta norma

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se regula, en forma general, el deber de toda parte de actuar conforme a las
reglas de la convivencia social (probidad, diligencia, lealtad, etc.).

Según (Fernández sesarego) Por otro lado, se debe precisar que si bien el
cumplimiento de dichas reglas es el objeto empleado para interpretar el contrato
(artículo 168º) ello no implica que, el dispositivo en mención, tenga esa única
finalidad, ya que dada su naturaleza de deber jurídico posee carácter de
observancia obligatoria en todos los momentos de la actividad de contratar.
Resulta inadmisible aceptar que dos teorías o cánones de interpretación
contrapuestos e incompatibles se encuentren dentro de un ordenamiento
jurídico; aun cuando, la intención del legislador es la de obtener las ventajas de
cada una. Además, se opina que el código sustantivo adopta la teoría de la
Voluntad debido a que se regula la figura de los vicios de la voluntad en el Libro.

Por lo tanto, se presume que la redacción incoherente del artículo 1361º se debe
a una deficiente técnica legislativa al momento de importar el artículo 1362º del
Codice Civile18; en donde, sin lugar a dudas, se denota que la búsqueda de la
voluntad común de las partes es el fin de la interpretación del contrato, mientras
que el sentido literal de las palabras es solo un punto de inicio.

Para terminar, no resulta ser cierto que la Teoría de la Confianza es recogida en


el ordenamiento peruano como regla de aplicación general cuando “no se pueda
hallar la voluntad interna de las partes”, pues no siempre se presentará el
supuesto donde una de las partes confió razonablemente.

HECHO JURÍDICO

Según (Fernández sesarego) define el hecho como lo que ocurre; la acción u


obra. Entonces podemos decir, que hecho es todo acontecimiento que ocurre.
Ahora, estos hechos pueden ser naturales: cuando ocurren independientemente
de la voluntad del hombre (el día, la noche, las lluvias, etc), y humanos: cuando
participa en ellos el hombre.

Según (Rubio Correa), El hecho jurídico, es aquel hecho natural o humano que
produce “efectos jurídicos”. Algunos tratadistas le denominan a los efectos
jurídicos: “consecuencia jurídica”. Aníbal Torresi señala que a los hechos
humanos se les denomina actos y pueden ser voluntarios si han sido realizados

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con discernimiento, intención y libertad o involuntarios, cuando falta alguno de
estos elementos o todos ellos. Los voluntarios pueden ser lícitos, si son conforme
al ordenamiento jurídico.

Según (Rubio Correa), Entiéndase bien: se hace ahora referencia a lo ilícito


como una categoría de los hechos jurídicos; es decir, de los hechos en sí mismos
causantes de consecuencias jurídicas, del hecho que en sí mismo causa la
consecuencia jurídica, frente a la otra categoría, de los hechos lícitos, que
respectan también a hechos que por sí mismos originan consecuencias jurídicas.
La consecuencia es ilícita, tratándose del hecho ilícito porque el hecho es en sí
intrínsecamente ilícito.

Según (Fernández sesarego) El hecho lícito puede también suscitar una


consecuencia que sería calificable como ilícita. Así, en el caso del contrato que
se viola, del matrimonio a cuyos deberes se falta. Pero tal consecuencia es aquí
lo anormal, lo opuesto a las consecuencias mismas propias del acto, a la
naturaleza del acto. Por eso el acto es lícito. Pero en el hecho calificado como
ilícito, la consecuencia misma natural a que apunta y en que consiste el hecho
es ilícito; por eso el hecho es en sí mismo ilícito.

Según (Rubio Correa), El hecho ilícito da origen a una sola determinada


consecuencia jurídica: la obligación de reparar el daño causado, obligación que
la ley impone como consecuencia necesaria al hecho.

Según (Fernández Sesarego) Hablamos de hechos ilícitos como causantes de


la obligación consistente en la responsabilidad civil. Pero hay que evitar un
equívoco. Hoy conocemos causales de responsabilidad civil que no comportan
la existencia del dolo o de la culpa; es decir, causales que no caben ser
incorporadas dentro del cuadro de los actos ilícitos. Efectivamente, la
responsabilidad civil resulta hoy, por lo tanto, un concepto más amplio que el
correspondiente al acto ilícito (Aludimos a la responsabilidad por riesgo).

Dentro de los actos lícitos , cabe hacer una discriminación; hay que distinguir dos
subclases. La primera subclase comprende una serie de hechos voluntarios y
lícitos–, que forjan una serie de situaciones jurídicas sin que exista declaración
de voluntad, mientras en la segunda subclase el elemento característico es la
declaración de voluntad.

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ACTO JURÍDICO Y NEGOCIO JURÍDICO

Según (Rubio Correa), señala que el Acto Jurídico, viene a ser una elaboración
basada en el sistema Francés, específicamente en el CC de 1804. Para la
doctrina francesa el acto jurídico es toda manifestación de la voluntad con la
finalidad de producir efectos jurídicos (crear, regular, modificar, extinguir
relaciones jurídicas:

Según (Fernández Sesarego) Sin embargo se hace la crítica a este sistema


señalando que los particulares no pueden decidir cuando producen efectos
jurídicos. El efecto jurídico es siempre es atribuido por la ley en general o por el
ordenamiento jurídico. Es decir, no interesa lo que los particulares quieran; el
Derecho es siempre el que califica si esta declaración de voluntad es Acto
Jurídico o no.

Los particulares no pueden decidir por ejemplo cuando un contrato es válido o


no: esto siempre es decidido por la ley. SI los particulares pudieran decidir
cuando se crea efectos jurídicos, entonces habría una inseguridad jurídica. La
doctrina moderna iniciada por los tratadista alemanes, seguida por los italianos
y españoles ha desarrollado la doctrina del Negocio Jurídico, conceptuándola
como la declaración de la voluntad orientada a conseguir un efecto práctico, lícita
y amparada por el ordenamiento jurídico.

Enneccerus distingue las siguientes clases de las declaraciones de voluntad:

 Los actos conforme al Derecho


 Los actos contrarios al Derecho.

De las primeras cuando están dirigidas a generar efectos jurídicos se deriva el


Negocio Jurídico; pues en los actos conforme al Derecho los efectos son
determinados por la ley y en los contrarios al derecho, por su ilicitud, también la
ley determina sus efectos. La doctrina Italiana siguiendo a la alemana, distingue
entre acto jurídico y Negocio Jurídico; señala (Rubio Correa), que el Acto
Jurídico es un acto de la voluntad humana, realizado conscientemente, del cual
nacen efectos jurídicos, por que el sujeto, al realizarlo quiere determinar un
resultado que es tomado en consideración por el Derecho; este acto puede ser
lícito o ilícito.

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Elementos Esenciales:

(Fernández Sesarego) Son los componentes imprescindibles que le dan el


carácter definitorio al acto jurídico. Son los elementos comunes a todo acto
jurídico y los requisitos necesarios para su validez y eficacia

(Rubio Correa), Los elementos esenciales son los elementos constitutivos, por
ejemplo el matrimonio requiere de la manifestación de voluntad de los
contrayentes, capacidad y de ciertos requisitos para configurarse como un acto
jurídico. Si falta alguno de estos requisitos, no se configura dicho acto jurídico.

Los elementos esenciales o generales son aquellos que contribuyen a calificarlo


como negocio y no como otra figura jurídica. Entre ellos contamos el sujeto
(Declaración de la voluntad), la causa y el objeto.

Según (Rubio Correa), subdivide a su vez en objetivos y subjetivos. Objetivos


serían - dice- la causa, la prestación y la forma. Entre los subjetivos ubica
solamente a la declaración de la voluntad.

Sin embargo, (Fernández Sesarego) precisa que la forma no debe ser


considerada como elemento común a todo tipo de negocios, debido a que no en
todos se requiere de la formalidad. Más bien debería ser citada la formalidad
junto con aquellos elementos esenciales especiales para ciertos negocios, tal
como el precio en la compra-venta por ejemplo.

Elementos Naturales:

Según (Fernández Sesarego) No son propiamente componentes de la


estructura del acto jurídico, por tradición se les suele considerar, pues no son
verdaderos y propios elementos, sino más bien efectos implícitos de
determinados negocios.

Estos elementos así llamados por (Rubio Correa), son las consecuencias que
derivan de la misma naturaleza jurídica de un negocio determinado, establecido
por la ley.4 Los elementos naturales o propios, normalmente no inciden sobre la
nulidad pero contribuyen a tipificar la especie del negocio a que pertenecen.5
Son elementos naturales, por ejemplo el saneamiento, los intereses en un
contrato de préstamo dinerario, aún cuando no exista una cláusula dentro del
contrato que lo regule. Elementos Accidentales: Estos resultan incorporados al
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acto por disposición de la voluntad de los celebrantes, siempre que no desvirtúen
su esencia o naturaleza y no estén prohibidos por la ley. A la posibilidad de su
incorporación se asocia la clasificación de actos puros y modales.

LA MANIFESTACIÓN DE VOLUNTAD

Según (Fernández Sesarego) La doctrina considera la voluntad del sujeto


como la esencia del acto jurídico. Mediante su manifestación, se exterioriza, se
hace reconocible y relevante social y jurídicamente. Siendo esto así, la
manifestación de la voluntad es un proceso que implica el tránsito de lo subjetivo
a lo objetivo, de la voluntad interna a la voluntad declarada.

Sin embargo para (Rubio Correa), En el fascículo anterior estudiamos que la


formación de la voluntad interna tiene las siguientes fases: Discernimiento,
intención y libertad. Luego, concluidas estas fases y configurada la voluntad
interna, ésta se erige en el presupuesto de la declaración o exteriorización de la
misma. Lo que interesa al Derecho es, precisamente, esa objetivación de la
voluntad, de allí que se reglamente detenidamente.

Manifestación Expresa: Es aquella declaración que del modo más directo o


inmediato hace conocer la decisión o voluntad interna. El artículo 141 del CC,
señala como manifestación expresa, a la que se realiza en forma oral y escrita,
a través de cualquier medio directo, manual, mecánico, electrónico u otro
análogo.

Manifestación Tácita:

Según (Rubio Correa), En esta forma de manifestación ya no se hace uso de


medios directos convencionales, sino que va a derivarse o inferirse
(indubitablemente) de ciertos hechos, actitudes o circunstancias de
comportamiento que revelarán la existencia de una voluntad real o interna. En el
último párrafo del artículo 141° del CC, se hace la advertencia que no podrá
considerarse que existe manifestación tácita cuando la ley exige declaración
expresa o cuando el agente formula reserva o declaración en contrario.
Asimismo, se ha incorporado el artículo 141-A° en cuanto a contemplar el
probable requerimiento de una formalidad por la ley. El artículo 141-A° señala
que en los casos que la ley establezca que la manifestación de voluntad debe

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hacerse a través de alguna formalidad expresa o, en su caso, requiera de firma,
ésta podrá ser generada o comunicada a través de medios electrónicos, ópticos
o cualquier otro análogo. Ahora bien, respecto del silencio podemos decir que el
silencio no constituye manifestación de voluntad por sí mismo. Sólo en la medida
que la ley o el convenio le atribuyen ese significado. Se ha dejado establecido
doctrinariamente que no es que la ley o el convenio presuman cuál es la voluntad
de quien opta por el silencio, sino que se otorga al silencio, el valor de
determinada declaración de voluntad, de forma que si el sujeto se calla, sabrá
que ello implicará que su actitud tenga los efectos señalados por la ley o en su
caso, lo convenido entre las partes.

EFECTOS DE LOS ACTOS JURÍDICOS EN RELACIÓN AL DERECHO

Según (Fernández Sesarego) Los efectos del Acto Jurídico son el crear,
regular, modificar, o extinguir una relación jurídica. Verbigracia: En la celebración
de un contrato de Compraventa, se crea una relación entre el vendedor y el
comprador. Cuando el Acto Jurídico produce efectos se dice que es eficaz.

Según (Rubio Correa), Cuando No produce efectos que son propios, todos o
alguno de ellos, el acto es ineficaz. Los principales efectos jurídicos provenientes
de la manifestación de voluntad son los previstos y queridos por el sujeto (agente
o parte que realiza o celebra el acto)

Según (Fernández Sesarego) Pero el Acto Jurídico también puede producir


efectos respecto a terceros, Verbigracia: el contrato a favor de un tercero, o un
tercero acreedor de un deudor que queda insolvente a través de un contrato
fraudulento.

En el Acto Jurídico la declaración de voluntad constituye un presupuesto de


hecho al cual la ley le aneja efectos de derecho. Verbigracia: el testamento,

El negocio o Acto Jurídico no puede producir otros efectos que los que la ley
reconoce y admite, ya que su eficacia procede precisamente de la sanción que
le concede el, derecho, y sería contradictorio que éste no quisiese absolutamente
un efecto, y ordenare a la vez su producción.

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Formalidad del acto jurídico Artículo 143.-

Clases de formalidad

Según (Fernández Sesarego) Cuando la ley no establece una formalidad o no


la impone con carácter imperativo o bajo sanción de nulidad, los interesados
pueden usar la que juzguen conveniente.

Salvo disposición legal o pacto distinto, los actos de regulación, modificación o


extinción de un acto deberán revestir la misma formalidad que éste.” El inciso 1
de la propuesta corresponde al párrafo único del artículo 143, pero se modifica
para que tenga concordancia con el inciso 4 del 140. El inciso 2 sí es novedad y
establece para todos los actos jurídicos una regla que el 1413 actual ya dispone
para los contratos.

“Artículo 144.- Exigencia de la formalidad Cuando la ley no establece una


formalidad con carácter imperativo o bajo sanción de nulidad, las partes pueden
compelerse recíprocamente a satisfacerla.” La idea ha sido suprimir el concepto
de formalidad ad probationem, que en realidad es exigencia sumamente
discutible, pues si el acto no se pudiera probar en su existencia o contenido con
la formalidad que la ley establece, en la práctica el acto no existe. Es una especie
de formalidad ad substantiam disimulada.

Por otra parte han abonado en pro del cambio otros aportes. Primero, reducir
las formalidades al mínimo indispensable. Segundo, que la formalidad que la ley
establece pero sin atribuirle carácter imperativo o bajo sanción de nulidad, puede
ser exigida en su cumplimiento por cualquiera de los interesados. Tercero, la
ciencia y legislación procesal ha suprimido los medios probatorios privilegiados,
de modo que la existencia y contenido del acto podrán probarse empleando o
recurriendo a todos los medios probatorios y no a uno solo.

Representación Artículo 148.-

Responsabilidad de representantes conjuntos

(Fernández Sesarego) En la representación conjunta los representantes son


solidariamente responsables frente al representado.” En materia de
representación se proponen modificaciones de los textos originales para suprimir
dudas de interpretación y consiguientemente de aplicación. Por ejemplo, el
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artículo 148 vigente se presta a numerosas interpretaciones y a dificultades para
definir qué se entiende por “acto único para un objeto de interés común”.

Según (Rubio Correa), Además, una lectura excesivamente ancha permitiría


suponer que también hay solidaridad cuando la representación sea indistinta o
sucesiva. La redacción propuesta es más sencilla, concreta y precisa.

(Fernández Sesarego) Los efectos del Acto Jurídico son el crear, regular,
modificar, o extinguir una relación jurídica. Verbigracia: En la celebración de un
contrato de Compraventa, se crea una relación entre el vendedor y el comprador.
Cuando el Acto Jurídico produce efectos se dice que es eficaz. Cuando No
produce efectos que son propios, todos o alguno de ellos, el acto es ineficaz. Los
principales efectos jurídicos provenientes de la manifestación de voluntad son
los previstos y queridos por el sujeto (agente o parte que realiza o celebra el
acto)

Pero el Acto Jurídico también puede producir efectos respecto a terceros,


Verbigracia: el contrato a favor de un tercero, o un tercero acreedor de un deudor
que queda insolvente a través de un contrato fraudulento.

Según (Rubio Correa), En el Acto Jurídico la declaración de voluntad constituye


un presupuesto de hecho al cual la ley le aneja efectos de derecho. Verbigracia:
el testamento, el matrimonio, el contrato o también el presupuesto puede estar
integrado por una o mas voluntades, mas otros elementos humanos o externos.
Realizados los elementos del presupuesto, se produce automáticamente el
efecto reconocido por la ley, previsto y queridos o no por las partes, por eso se
dice que los efectos queridos se producen ex voluntae, y los no queridos o los
no previstos son obligatorios ex lege. El negocio o Acto Jurídico no puede
producir otros efectos que los que la ley reconoce y admite, ya que su eficacia
procede precisamente de la sanción que le concede el, derecho, y sería
contradictorio que éste no quisiese absolutamente un efecto, y ordenare a la vez
su producción.

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CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS JURÍDICOS( (Fernández Sesarego) )

1. Actos de derecho privado y actos de derecho público. Los actos de


derecho público son los Acto Jurídico administrativos, que provienen de la
voluntad de la administración pública como órgano o ente público del Estado.
Los Acto Jurídico de derecho privado se caracterizan porque la manifestación de
voluntad proviene de sujetos (uno o mas) particulares, privados.

2. Actos Unilaterales, Bilaterales y Multilaterales. En los actos unilaterales


basta la declaración de una sola persona. En los bilaterales siempre tiene que
haber la declaración de dos personas. en Los multilaterales la declaración de
voluntad deben ser de varias personas.

3. Actos Recepticios y No Recepticios. Son no recepticios cuando la


manifestación de voluntad tiene eficacia sin necesidad de que sea dirigida a
alguien. Verbigracia: el testamento. Son actos recepticios aquellos para que
produzcan efectos es necesario que la manifestación de voluntad este dirigida a
alguien en particular. Verbigracia: la adopción., el matrimonio, el reconocimiento
de hijos.

4. Actos patrimoniales y extrapatrimoniales. Los primeros son aquellos con


los que se producen relaciones jurídicas de contenido económico. Los segundos
son de índole personal. Verbigracia: el matrimonio, la adopción.

5. Actos típicos y atípicos. Son los que están regulados por la ley y los que no
están regula-dos, respectivamente.

6. Actos inter vivos y actos mortis causa.

7. Actos de eficacia real y de eficacia obligatoria. Los primeros son los


constitutivos o traslativos de derechos reales, Verbigracia: constitución de
usufructo. Los segundos son las que originan relaciones de crédito. Verbigracia:
compraventa.

8. Actos formales y no formales. Para los primeros hay ley que es obligatoria
para su formación, y puede ser probatoria (ad probationem) y solemne (ad
solemnitatem).

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9. Actos consensuales y reales. Los reales son aquellos que se perfeccionan
con la entrega del bien. Verbigracia: constitución de prenda.

10. Actos onerosos y actos gratuitos.

11. Actos de administración y de disposición.

12. Actos constitutivos y actos declarativos.

13. Actos principales y accesorios.

14. Actos puros y modales. Los actos puros son los sólo necesitan los
requisitos generales para todo acto, Verbigracia: capacidad, objeto, forma. Los
modales son aquellos que además de los requisitos anteriores, están sujetos a
condición o cargo.

15. Actos conmutativos y aleatorios. En la primera las prestaciones son


equivalentes. En el segundo no.

16. Actos Positivos o Negativos. En el primero la prestación es de dar o hacer,


en el segundo es una abstención.

17. Actos de ejecución instantánea, diferida y de tracto sucesivo. En el


tracto sucesivo la prestación se desarrolla a través de un periodo mas o menos
prolongado.

TEORÍA DE LA HERMENÉUTICA DEL ACTO JURÍDICO.

(Fernández Sesarego) El Negocio Jurídico, como cualquier expresión del


pensamiento, presenta el problema de su interpretación entendiendo por tal la
captación del sentido de las manifestaciones de la voluntad que constituyen su
contenido.

Según (Rubio Correa), El contenido del acto jurídico está formado por las
diversas cláusulas que recogen una o varias manifestaciones de la voluntad
otorgadas del negocio conforme a ello me parece desde mi punto de vista
adecuada la definición que VIDELA ESCALADA, cita en el sentido de que
interpretar un negocio es determinar el sentido y alcance de las cláusulas que el
acto contiene.

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(Fernández Sesarego) Siendo la interpretación del acto jurídico es una
actividad lógica del pensamiento humano, encaminada a buscar y fijar el
significado de las manifestaciones de voluntad, a fin de establecer su contenido.

Según (Rubio Correa), Si se acepta esta noción de Interpretación , vemos que


por fácil que parezca la Investigación del Acto atendiendo a su tenor, ella es
siempre necesaria en contra de una tesis hoy superada que sostiene que el
negocio jurídico NO requiere ser interpretado que la interpretación solo se da en
los actos obscuros o ambiguos: pero claridad y oscuridad son nociones relativas
y por otra parte la simple aprehensión de la manifestación lleva consigo la
indagación de su sentido y alcance, por somera que puede ser esta indagación.

Por ultimo y aunque parece elemental no está de mal señalar que todo acto
Jurídico, toda manifestación de voluntad ha de ser Interpretada consista ella en
una expresión oral o escrita. La interpretación es forzosamente lógica, la
hacemos consciente o Inconscientemente entendiendo que todo lo que percibe
nuestros sentidos es Interpretado por nuestro cerebro y el acto jurídico no escapa
a esta manifestación.

ACTOS JURÍDICOS PATRIMONIALES Y ACTOS JURÍDICOS


EXTRAPATRIMONIALES O DE FAMILIA

(Fernández Sesarego) La distinción se hace con respecto al interés regulado


por el negocio, o, según otros términos, con relación al objeto sobre que versan.
Los negocios patrimoniales se refieren a derechos y obligaciones pecuniarias,
mientras los del derecho de familia dicen relación con el grupo familiar o con
el individuo como parte de ese grupo.

Tiene interés la clasificación, desde diversos ángulos.

Según (Rubio Correa), Desde luego, debe anotarse que, generalmente, los
negocios del derecho de familia quedan fuera del campo de la autonomía
privada. La voluntad de los autores es necesaria en ellos, pero sólo en forma
inicial, pues los efectos son determinados imperativamente por la ley. En otros
términos, se trata de negocios condición. Las partes no pueden variar la
reglamentación legal, que tiene carácter de orden público.

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De aquí resulta que, en su mayoría, cada negocio del Derecho de Familia tiene
su propio estatuto jurídico y, salvo excepción, no le son aplicables
las normas generales de los negocios jurídicos patrimoniales. Así, por ejemplo,
entro nosotros, las reglas comunes sobre nulidad de las convenciones están
dadas por las normas del Título XX del Código Civil, Arts. 1681 y sgts. Y en
cuanto a los vicios del consentimiento.

Según (Rubio Correa), Pero el matrimonio tiene normas particulares sobre la


nulidad y sobre los vicios del consentimiento y, salvo excepción, las reglas
generales de aquellas disposiciones no le son aplicables. Para él, rige la ley de
Matrimonio Civil, de 10 de enero de 1884 (Arts. 29 y sgts. para la nulidad y los
vicios del consentimiento). Los negocios del Derecho de Familia son de los
llamados típicos o nominados,(vid. Nº 13.7) y no pueden las partes crearlos
según su conveniencia. Son los que existen en la ley y con las normas y efectos
que allí se determinan. Las partes son libres o no de celebrarlos, pero tan pronto
se emite la voluntad comienzan a producirse los efectos previstos en la ley.

(Fernández Sesarego) Por último, que existe también diferencia en cuanto al


propósito que persiguen, pues los negocios patrimoniales se refieren a
necesidades e intereses económicos o pecuniarios, generalmente transferibles
de una persona a otra, y que fundamentalmente interesan al o a los individuos
que los celebran.

Según (Rubio Correa), Los negocios del derecho de familia no solamente


interesan a quienes en ellos intervienen como partes, sino también son de interés
general, porque a través de ellos se regula y se da origen a la familia, que es la
organización social primaria. Su fin no es, pues, la satisfacción de meros
intereses económicos. Por ello, los derechos y obligaciones que crean son,
generalmente, personalísimos y, por tanto no transferibles ni renunciables.

(Fernández Sesarego) Ello no quiere decir, desde luego, que en todos los
negocios del Derecho de Familia la consideración económica esté ajena. En
algunos está presente, como sucede, por ejemplo, en la regulación o
establecimiento convencional del régimen de bienes de la familia (Convenciones
matrimoniales, a que se refieren los Arts. 1715 y sgts.). Pero tal regulación es en
vista de la organización familiar, de la subsistencia y expansión de la familia.

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LA FORMA

Artículo 140.- Noción de Acto Jurídico: elementos esenciales El acto jurídico es


la manifestación de voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir
relaciones jurídicas. Para su validez se requiere:

(Fernández Sesarego) Tengamos en cuenta antes de comenzar con este


interesante tema, la definición del acto jurídico, en nuestro caso y me refiero al
Derecho Civil Peruano, se encuentra definido en el artículo 140 del Código Civil,
el cual lo define como la manifestación de voluntad destinado a crear, regular,
modificar o extinguir relaciones jurídicas y que esta manifestación de voluntad
debe cumplir con ciertos requisitos los cuales son los siguientes: agente capaz,
fin lícito, objeto físicamente y jurídicamente posible y la observancia de la forma
prescrita bajo sanción de nulidad.

Según (Rubio Correa), Ciertos autores manifiestan que debería desligarse del
concepto contenido en el 140 del CC, la manifestación de la voluntad y que la
misma debería constar en el mismo artículo pero como un requisito más,
particularmente creo que dichas opiniones están de más, pues de una simple
lectura se entiende que es necesaria la manifestación de la voluntad para la
realización del acto jurídico no siendo necesario que esta conste en algún inciso
del art. 140 del CC., como un requisito más. Sobre la manifestación de la
voluntad es importante tener en cuenta lo indicado por Martínez Carranza, el cual
expresa que esta debe realizarse de alguna forma (expresa o tácitamente) o bien
por el silencio, o inducirse por alguna presunción de la ley, para que el derecho
pueda tener en cuenta la voluntad esta ha de revestirse de alguna forma.

Entonces, ¿Qué es forma?, Messineo afirma que la forma es el aspecto exterior


que asume la declaración de voluntad, y que por consiguiente es un elemento
indispensable ya que sin una forma, la declaración de voluntad no podría
emitirse.

Según (Rubio Correa), La forma, según el maestro lambayecano León


Barandiarán, es esencial para el acto, pues sin forma no caería dentro del ámbito

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de la vida jurídica. Por otro lado el profesor Vidal Ramírez explica que la forma
es la manera como se manifiesta la voluntad para la celebración del acto jurídico.
Es el aspecto externo de la manifestación, pues si la voluntad es el contenido, la
forma viene a ser el continente.

De ahí, entonces, que no puede haber acto jurídico sin forma y que ésta sea
indesligable de la manifestación de voluntad. Sigue el maestro Vidal explicando
que la forma es la manera como se exterioriza la voluntad interna, se admiten
formas verbales y formas documentales.

PRINCIPIO DE LIBERTAD DE FORMA

Artículo 143.- Libertad de forma Cuando la ley no designe una forma específica
para un acto jurídico, los interesados pueden usar la que juzguen conveniente.
El liberalismo económico del siglo XVIII y su entorno filosófico individualista y
voluntarista fue el caldo de cultivo del desarrollo del principio de la libertad de
formas, por el cual las partes son libres de elegir la forma en la cual van a realizar
sus intercambios económicos. Si la voluntad existe sólo en apariencia no hay
contrato, la voluntad es la única que puede obligar a las partes, la voluntad se
basa así misma y no tiene necesidad de rodearse del cumplimiento de
formalidades. Por el principio del consensualismo, el escrito se exige como
medio de prueba, mas no como elemento sustancial del contrato. Pero, si bien
“el liberalismo económico es una condición necesaria para el desarrollo completo
de la voluntad contractual y de la fuerza obligatoria del contrato mediante el
principio del respeto a la palabra empeñada (pacta sunt servanda), no siempre
es una condición suficiente. Esto ocurre en los sistemas jurídicos, como el
Derecho francés, que, poniendo término a una evolución comenzada en el
Derecho romano, han fundamentado el contrato sobre las voluntades de las
partes, sin perjuicio de las disposiciones legales de orden público”16. Lo que
significa que el principio de la libertad de formas siempre ha tenido excepciones
por razones de seguridad y de protección a una de las partes o a terceros, es
decir, ciertos actos solamente son válidos con la forma señalada por la ley17.
Por medio de este principio las partes pueden decidir la forma que crean
conveniente para manifestar su voluntad. Ésta tiene que ser la más idónea para
la concreción del acto y dar a conocer exactamente su intimidad por medio de la
manifestación de la voluntad. Este principio de libertad de forma ha sido recogido
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por la Convención de Viena de 1980 sobre los contratos de compraventa
internacional de mercaderías y también en los Principios Unidroit sobre los
contratos comerciales internacionales.

(Fernández Sesarego) Teniendo este principio en ambos documentos


internacionales similar propósito. Tengamos en cuenta que el derecho como
regulador de conductas concede la libertad para hacer evidente frente a terceros
que la manifestación de la voluntad conste del modo que las partes deseen, es
decir, utilizar los medios o formas de emitir la declaración que el declarante
considere conveniente para la consecución de los efectos que se desean.

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CONCLUSIÓN

El hecho jurídico se caracteriza que produce un efecto de derecho que también


produce una modificación de la realidad jurídica y dándonos a conocer las
distintas clases de hechos jurídicos ACTO JURIDICO El acto jurídico es el acto
humano, voluntario, licito con manifestación de voluntad destinada q crear,
modificar, regular o extinguir relaciones jurídicas entre particulares. Siendo el
acto jurídico una acto humano que consiste en la manifestación de voluntad, y
siendo este uno de los requisitos esenciales, también existen para su realización
otros requisitos que la norma prescribe, un acto jurídico a parte de poseer como
elemento esencial la voluntad de las personas.

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