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Oración

Dios todopoderoso, de quien procede todo bien, siembra en nuestros corazones


el amor de tu nombre, para que, haciendo más religiosa nuestra vida,
acrecientes el bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserves. Por
nuestro Señor.

Lucas 4:38-43

La Palabra de Dios

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón
estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella. Él, de pie a su lado, increpó a
la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles.

Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera se los llevaban; y él, poniendo
las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que
gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios." Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él
era el Mesías.

Al hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e
intentaban retenerlo para que no se les fuese. Pero él les dijo: "También a los otros pueblos
tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado."

Cuatro aspectos:

La curación de la suegra de Simón Pedro. (Levantarse y ponerse al servicio de la vida)

La curación y acogida de los enfermos y poseídos que para ese entonces eran considerados los
marginados. (En lo que consiste la buena nueva de Dios acogiendo al marginado y excluido)

La oración de Jesús en un lugar desierto. (El tiempo que Jesús se da para estar en
comunicación, en oración con Dios pese al poco tiempo que tenía)

La misión de Jesús de anunciar el evangelio. (Jesús pese a que se hace conocido, quiere
mantener viva su misión y que no solo se quede en los resultados que se obtuvieron, por ello
se enfoca en continuar con su viaje y su misión de anunciar la buena nueva a todo el mundo)

Oración final:

Esperamos anhelantes a Yahvé,


él es nuestra ayuda y nuestro escudo;
en él nos alegramos de corazón
y en su santo nombre confiamos. (Sal 33,20-21)

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