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Trabajo Práctico N°2

Alumnos:
Romero Lucía
Trouve Valentina
Castiñeira Rodrigo
Rodriguez Josue

Profesor:​ Arrieta Facundo

Cátedra​: J
Poniéndonos en posición de asesor del sector agrícola, podemos decir que, tomamos posición
de la corriente de la teoría Heterodoxa, pero primero tenemos que empezar haciendo un
análisis de ambos modelos.
La ortodoxia defiende la libertad económica y el libre mercado y la heterodoxia cree
imprescindible la intervención y regulación estatal.
Desde los años ‘30 a esta parte, fueron elaborados numerosos modelos y teorías económicas
que tenían por finalidad impulsar políticas que hicieran frente a las crisis económicas que
periódicamente asolaban a las economías capitalistas contemporáneas. La crisis de los años
treinta fue paradigmática en este sentido: en los Estados Unidos el presidente Roosevelt
aplicó, en el marco del denominado New​ Deal​, un extenso plan de obras públicas e
inversiones en numerosos sectores de la economía que tuvo relativo éxito en hacer frente a
aspectos críticos de la crisis que aquejaba a ese país. Lo hizo pese a que prevalecía en los
medios económicos la noción de que tales medidas no tenían asidero, porque no enfrentaban
los déficits fiscales que presumiblemente habían generado la crisis global. O sea que tales
políticas iban en contra de los preceptos más preclaros de la teoría económica ortodoxa que
era la hegemónica en esa época.
Por otra parte, tanto Keynes como Kalecki y otros economistas -incluyendo muchos del
tercer mundo (véase Prebisch y los pensadores que señalaban la dependencia externa de las
economías latinoamericanas)- notaban las inconsistencias y falacias de la teoría económica
clásica tradicional y demostraban cómo las medidas que ésta proponía eran incapaces para
hacer frente a las crisis que se expandían exponencialmente tanto hacia los “países
desarrollados”, como en los denominados países “subdesarrollados” del tercer mundo. De
más está decir que se hacía hincapié en que se trataba de políticas incapaces de hacer frente a
las crisis, y al subyacente deterioro de las condiciones de vida de vastos sectores sociales,
tanto en el primer mundo como en el tercero.
Desde entonces se puso énfasis en los elementos esenciales de una macroeconomía
“heterodoxa”, diferente de la neoliberal tradicional, tendiente a hacer frente sí o sí a las crisis
económicas. Este modelo se extendió en los años de la posguerra, período en el cual se pudo
mantener en muchos casos un cierto auge del denominado “desarrollo económico” en países
centrales –Europa y los EUA– como del “tercer mundo” y, fundamentalmente, en los países
latinoamericanos. En estos últimos casos fueron políticas enmarcadas en las denominadas
“políticas de industrialización por sustitución de importaciones”.
Las políticas heterodoxas se proponían, entre otros objetivos: 1) lograr altas tasas de
crecimiento global para las economías nacionales; 2) que estas políticas fuesen
acompañadas por mejoras en la distribución de los ingresos (la participación de los salarios
en el producto global debía aumentar); y 3) que se lograran reducciones en los márgenes de
pobreza. Podría agregarse a estas proposiciones: 4) mejoras en la cuestión ambiental, aunque
ésta constituye una problemática que solo logra cierta vigencia en períodos más recientes.
Estos programas de “desarrollo económico” impulsados sobre un nuevo tipo de
intervencionismo estatal, contribuyeron en términos generales -y en determinados períodos
históricos- a mejorar las condiciones de vida de vastos sectores sociales. En Latinoamérica, y
en particular en nuestro país, fueron impulsadas sobre la base de las denominadas políticas de
industrialización sustitutiva de importaciones, generándose aumentos en los procesos de
industrialización y mejoras en las condiciones de vida para amplios sectores de la población.
Se pensaba que estos objetivos podrían ser logrados mediante cambios importantes en las
políticas económicas globales que tendieran a orientarse hacia objetivos diferentes de los
tradicionales que impulsaba el neoliberalismo económico. Sin embargo, se trataba de
políticas que cada tanto sufrían los embates de la ortodoxia económica.
En la Argentina, bajo el neoliberalismo, en particular los gobiernos de Menem y De la Rúa y
ahora, en forma plena, con Macri, fueron impulsadas políticas que en lo esencial significaron
un drástico empeoramiento de las condiciones de vida de vastos sectores sociales. Si bien se
hace referencia a la necesidad de impulsar reformas de todo tipo, éstas –pese al relato oficial
y a diferencia de lo que significaban las “reformas estructurales” de antaño– difícilmente
podrían visualizarse como tendientes a lograr mejoras en las condiciones de vida de la
población.
Actualmente el gobierno de macri ratificó cambios en sus políticas económicas, utilizando
métodos heterodoxos como el aumento en las retenciones y la obligación de liquidar divisas
de exportación al mercado local en un máximo de 5 días hábiles después del cobro, en pos de
contrarrestar la situación actual del país y una supuesta crisis.
En el escenario de mirada de largo plazo, las expectativas sobre el negocio agropecuario
mostraron un fuerte vuelco positivo en la medición de mayo, con mejoras de más de 15
puntos y alcanzando el nivel de 141 puntos, todo un récord desde octubre de 2018. Este
aumento se debe al optimismo que hay entre los productores sobre la economía agropecuaria,
y a un favorable contexto externo, de la mano de la apertura de nuevos mercados para la
carne y la mejora en el precio de la leche al productor que está atado a un mayor comercio
internacional. Y además en la encuesta de mayo, hay optimismo sobre las condiciones
financieras futuras.
En el terreno de las futuras inversiones, y si bien la respuesta de los productores continúa
siendo que no es un escenario favorable para nuevas inversiones.Si bien el tipo de cambio ha
mejorado, la inflación ha comenzado a desacelerarse, el riesgo país sigue alto, las tasas de
interés muy elevadas, y estando en medio de las elecciones es entendible la reticencia a
realizar inversiones", expresaron.
Por otro lado, el productor mantiene la expectativa de obtener buenos márgenes en la
próxima campaña, con el cultivo de maíz a la cabeza de obtener los mejores resultados,
seguido por el trigo, y luego la soja. Sin embargo sólo el 8% de los productores consideran
que no van a cubrir los costos de producción en soja, un 3% en trigo, y sólo 2% en maíz.
Como asesores podemos decir que los productores deberían enfocarse en producir más de un
tipo de cultivo y o ampliar y diversificar la producción, debería basar su estrategia en dos
pilares: el desarrollo de sus marcas tanto en el mercado local como en el internacional y su
creciente participación en el complejo agrícola, empezar a investigar nuevos mercados,
debido a los acuerdos con los distintos mercados internacionales.

Bibliografía:

Fuente: Significados
Recuperado el 5/09/2019 de: ​https://www.significados.com/crecimiento-economico/
Fuente: Imneuquen.com
Recuperado el 5/09/2019 de
https://www.lmneuquen.com/que-es-la-heterodoxia-economia-n147329
Fuente: Fao
Recuperado el 5/09/2019 de ​http://www.fao.org/3/w2612s/w2612s10d.htm
Fuente: Apertura
Recuperado el 5/09/2019 de
https://www.apertura.com/inversiones/Como-invertir-en-el-agro-uno-de-los-sectores-mas-ben
eficiados-por-el-Gobierno-20170606-0006.html
Fuente: La Nación
Recuperado el 5/09/2019 de
https://www.lanacion.com.ar/economia/economia-2020-que-margen-tendra-el-proximo-gobie
rno-para-definir-sus-politicas-nid2283301

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