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Concepto

La palabra falacia se deriva del verbo FALLARE que significa ENGAÑAR; por esta razón
se emplea para designar los razonamientos engañosos.

Una falacia es un razonamiento inválido o engañoso con apariencia de correcto que


pretende ser convincente. Es muy habitual encontrárselas en muchísimos terrenos, sobre
todo para argumentar a favor o en contra de causas o intereses de todo tipo. Cualquier
comunicación honesta debería prescindir de ellas en la medida de lo posible, por lo que
conviene estar muy al tanto de cuáles son, cómo detectarlas y combatirlas.

Una falacia es un razonamiento no válido o incorrecto pero con apariencia de razonamiento


correcto. Es un razonamiento engañoso o erróneo (falaz), pero que pretende ser convincente
o persuasivo.

Muchos autores resaltan que un razonamiento falaz no necesariamente posee una


conclusión falsa; así como un razonamiento correcto o válido no necesariamente tiene una
conclusión verdadera.

Los razonamientos falaces no son "falaces" por llegar a una conclusión falsa, sino por un
error en su procedimiento. Podría decirse que una falacia es un razonamiento en que la
conclusión no se deriva estrictamente de las premisas, aunque parece hacerlo.

Ejemplos:

Pedro está enamorado.

A Pedro le gusta Susana.

Por lo tanto, Pedro está enamorado de Carla.

Julio fue al Psiquiatra.

A Julio le duele mucho la cabeza.

Por lo tanto, Julio está loco.

Clasificación

A. FALACIAS FORMALES

Las falacias formales son razonamientos no válidos pero que a menudo se aceptan por su
semejanza con formas válidas de razonamiento o inferencia. Se da un error que pasa
inadvertido.

1. AFIRMACIÓN DEL CONSECUENTE


Llamado también como la confirmación sistemática, es el equivalente lógico a asumir la
verdad necesaria de que lo contrario también lo es. Es llamada así porque erróneamente se
concluye que el segundo término de una premisa consecuente establece también la verdad
de su antecesora. Si se demuestra que P entonces Q, entonces erróneamente se puede
deducir que si Q entonces P llevándonos a esta falacia, que se apoya en el sesgo de
simetría.

Ejemplo: si estoy dormido tengo los ojos cerrados, entonces si tengo los ojos cerrados debo
estar dormido.

Ejemplo: Si llueve, cojo el paraguas; cojo el paraguas. Entonces, llueve.

2. NEGACIÓN DEL ANTECEDENTE

Es una falacia lógica con semejanzas con el argumento de la falacia. En este caso si P
entonces Q si niego P entonces tampoco Q (se niega Q). Esta falacia dice que si se niegan
los antecedentes entonces se negará también la consecuencia.

Ejemplo: Si estoy dormido tengo los ojos cerrados, pero si estoy despierto tengo que estar
con los ojos abiertos.

Ejemplo: Si llueve, cojo el paraguas; no llueve. Entonces, no cojo el paraguas

3. SILOGISMO DISYUNTIVO FALAZ

Razonamiento que partiendo de una disyunción y, como segunda premisa, se afirma uno de
los dos componentes de la disyunción, se concluye la negación del otro componente.

Ejemplo: Te gusta la música o te gusta la lectura; te gusta la música. Entonces no te gusta la


lectura.

B. FALACIAS INFORMALES

Las falacias no formales son razonamientos en los cuales lo que aportan las premisas no es
adecuado para justificar la conclusión a la que se quiere llegar. Se quiere convencer no
aportando buenas razones sino apelando a elementos no pertinentes o, incluso, irracionales.
Cuando las premisas son informaciones acertadas, lo son, en todo caso, por una conclusión
diferente a la que se pretende.

1. FALACIA AD HOMINEM (DIRIGIDO CONTRA EL HOMBRE)

Razonamiento que, en vez de presentar razones adecuadas para rebatir una determinada
posición o conclusión, se ataca o desacredita la persona que la defiende.es un ataque al que
argumenta y no al argumento.
Ejemplo: "Los ecologistas dicen que consumimos demasiado energía; pero no hagas caso
porque los ecologistas siempre exageran".

2. FALACIA AD BACULUM (SE APELA AL BASTÓN)

Razonamiento en el que para establecer una conclusión o posición no se aportan razones


sino que se recorre a la amenaza, a la fuerza o al miedo. Es un argumento que permite
vencer, pero no convencer.

Ejemplo: "No vengas a trabajar a la tienda con éste piercing; recuerda que quién paga,
manda".

3. FALACIA AD VERECUNDIAM (SE APELA A LA AUTORIDAD)

Razonamiento o discurso en lo que se defiende una conclusión u opinión no aportando


razones sino apelando a alguna autoridad, a la mayoría o a alguna costumbre.

Es preciso observar que en algunos casos puede ser legítimo recorrer a una autoridad
reconocida en el tema; pero no siempre es garantía.

Ejemplo: "Según el alcalde, lo mejor para la salud de los ciudadanos es asfaltar todas las
plazas de la ciudad".

4. FALACIA AD POPULUM (DIRIGIDO AL PUEBLO PROVOCANDO EMOCIONES)

Razonamiento o discurso en el que se omiten las razones adecuadas y se exponen razones


no vinculadas con la conclusión pero que se sabe serán aceptadas por el auditorio,
despertando sentimientos y emociones. Es una argumentación demagógica o seductora.

Ejemplo: "Tenemos que prohibir que venga gente de fuera. ¿Qué harán nuestros hijos si los
extranjeros los roban el trabajo y el pan?".

5. FALACIA AD IGNORANTIAM (POR LA IGNORANCIA)

Razonamiento en el que se pretende defender la verdad (falsedad) de una afirmación por el


hecho que no se puede demostrar lo contrario.

Ejemplo: "Nadie puede probar que no haya una influencia de los astros en nuestra vida; por
lo tanto, las predicciones de la astrología son verdaderas".

"Nadie puede ver un átomo a simple vista, por ello, los átomos no existen".

6. FALACIA POST HOC... (FALSA CAUSA)

Razonamiento que a partir de la coincidencia entre dos fenómenos se establece, sin


suficiente base, una relación causal: el primero es la causa y el segundo, el efecto.
Clásicamente era conocida con la expresión: "Post hoc, ergo propter hoc" (Después de esto,
entonces por causa de esto).

Ejemplo: "El cáncer de pulmón se presenta (frecuentemente) en personas que fuman


cigarrillos; por lo tanto, fumar cigarrillos es la causa de este cáncer".

Falacia de ambigüedad

Una falacia de ambigüedad se produce cuando en un mismo argumento se emplean


palabras o frases en más de un sentido.

Explicación

En todas las lenguas hay palabras y expresiones que tienen varios significados diferentes, es
decir, que son ambiguas. Cuando empleamos indiscriminadamente dentro de un mismo
contexto distintos significados de una palabra o frase, actuamos con ambigüedad.
Alabamos la sutil ambigüedad de un chiste, pero debemos rechazar la del lenguaje en que
formulamos los razonamientos, porque la ambigüedad nos conduce a imprecisiones,
confusiones y, lo que es más importante, a errores en nuestros pensamientos.

Las falacias no formales de ambigüedad son argumentos no válidos porque contienen


palabras o frases que se usan con más de un sentido a lo largo de un mismo argumento.

Ejemplo

Los sexos no son iguales, los derechos no pueden ser iguales.

No se habla de la misma igualdad a lo largo del argumento. Primero se emplea en su


acepción de identidad (biológica) y más tarde en su acepción jurídica (igualdad ante la ley).
La ambigüedad utiliza conceptos diferentes que comparten una expresión común. La lengua
está llena de vocablos polisémicos a los que cada uno puede dar un sentido distinto.

Son aquellas falacias materiales que se cometen debido a la alteración del sentido de alguna
expresión lingüística del razonamiento.

NORMAS PARA EVITAR LAS FALACIAS

1. Acostúmbrate a hablar y escribir con corrección. No emplees palabra alguna sin estar
seguro de su significado. En las muchas dudas que se presentarán, consulta el diccionario
con paciencia y constancia. Así evitarás muchas falacias por ambigüedad de lenguaje.
a) En especial, evita la equivocación, que consiste en emplear un mismo término con
distintos sentidos en cada premisa. He aquí un ejemplo de esta clase de falacias:

No puede ser una causa real lo que no tiene existencia real. Ahora bien; la llamada causa
final no tiene existencia real. Luego, la causa final no es causa real.

Si examinas atentamente este sofisma, notarás que la causa de que se habla en la primera
premisa, es la causa eficiente. De ésta es verdad lo que se asevera en aquélla. En la segunda
premisa se habla de la causa final solamente. Luego, hay cuatro términos en este silogismo;
y por lo mismo, es ilegítimo.

b) Evita también la anfibología, que consiste en el empleo de una frase de sentido dudoso.

Muy famosa es la anfibología que dio el oráculo a Pirro, antes de invadir éste a Italia. Le
dijo: “Aio te Aeacida Romanos vincere posse”.

Esta respuesta puede significar: “Te digo, hijo de Eaco, que puedes vencer a los romanos”;
o, si no: “Digo, hijo de Eaco, que los romanos pueden vencerte a ti”.

He aquí un ejemplo de sofisma por anfibología: Lo que es de Aristóteles, le pertenece. Este


libro es de Aristóteles. Luego, este libro le pertenece.

Nuevamente un examen del sofisma nos revela la presencia de cuatro términos, en vez de
tres.

Lo que es de Aristóteles significa en la primera premisa: lo que es de su propiedad. En la


segunda premisa, es de Aristóteles significa que él es autor del libro. Habiendo cuatro
términos, el silogismo es ilegítimo.

2. Esfuérzate siempre por comprender bien lo que se ha afirmado. A menudo se entiende


mal lo que se lee o lo que se oye, porque no se presta suficiente atención. Así se evitarán:

a) La falacia llamada de composición, que consiste en atribuir a un conjunto de objetos lo


que es verdad solamente de cada uno de los elementos que lo constituyen.

Ejemplo: En Inglaterra, los lores y los eclesiásticos están excluidos de la Cámara de los
Comunes.

Ahora bien; hay solamente dos hombres que son lores y eclesiásticos.

Luego, solamente dos hombres se excluyen de la Cámara de los Comunes.

Aquí hay falacia de composición, porque los excluidos son los lores y los eclesiásticos, y
no solamente los que son ambas cosas a la vez.
b) La falacia llamada de división, que consiste en atribuir a cada uno de los componentes de
un conjunto lo que debe atribuirse solamente al grupo entero.

Ejemplo: Los diputados de la Nación dictan las leyes que gobiernan al país.

El señor Pérez es diputado nacional. Luego, el señor Pérez dicta las leyes del país.

En este sofisma se atribuye a un miembro del Congreso lo que en realidad sólo puede ser
atribuido al cuerpo entero.

3. Cuidado con un error común de suponer que algunas palabras,por razón de su forma
similar, tienen significado análogo.

Véase esta falacia de Stuart Mili, en su libro El utilitarismo: “La única prueba válida de que
un objeto es VISIBLE, es que se ve en realidad.. La única prueba válida de que un
sonido es AUDIBLE, es que se oye en realidad. De igual manera, la única evidencia de
que un objeto es DESEABLE, es que se desea en realidad.”

Todo el valor de este razonamiento está en la semejanza de las palabras visible, audible,
deseable. Pero si bien los términos visible y audible sólo signi¬fican que pueden ser visto u
oído; la palabra deseable, además de significar que puede ser deseado, implica también la
noción moral de debe ser deseado. Este último aspecto nos dice que no se trata de objetos
semejantes, si bien las formas verbales son similares.

4. No creas que todo lo que puede ser atribuido al predicado de un juicio, puede ser
atribuido al sujeto de éste. Sólo puede ser enunciado legítimamente del sujeto lo que
pertenece al predicado en aquello que tiene de común con el sujeto.

Ejemplo: El animal es irracional. El hombre es animal. Luego, el hombre es irracional.

Este silogismo es erróneo. ¿Por qué? Porque la condición de ser irracional pertenece al
bruto, pero no en lo que tiene de común con el hombre, sino en lo que no tiene de común
con él. Luego, no puede ser atribuido al sujeto por el solo hecho de ser atribuido al
predicado. ¿No tendrá también cuatro términos?

5. Evita la precipitación en generalizar. Es un manantial frecuente de falacias.

a). A menudo se generaliza, y se aplica a todos los individuos de una profesión lo que ha
sido observado en uno solo o en pocos.

Ejemplo: Porque algunos médicos exigen honorarios excesivos, se concluye que todos los
médicos son asaltantes.

b) Se cree que lo que se ha comprobado dentro de ciertos límites,es verdad en todos los
casos.
Ejemplos: Porque hemos comprobado que el láudano es bueno para la salud en ciertas
indisposiciones, no debemos inferir que es recomendable para todas las enfermedades.

Porque entre nosotros la democracia ha dado buenos resultados, no hemos de inferir que es
lo mejor para todos los pueblos.

c) Se apresura a generalizar en las investigaciones, sin haber examinado un número


prudente de casos diversos.

Ejemplo: Este defecto se nota con cierta frecuencia en Freud. De lo que pudo comprobar en
un individuo enfermo, a menudo sacó inmediatamente conclusiones generales. Claro está
que tuvo que cambiar de opinión muchas veces en la vida, ante las evidencias de otros
hechos que conoció posteriormente. Menos mal que tuvo la entereza de reconocer sus
errores.

6. Si quieres refutar indiscutiblemente a un contrario, asegúrate de que tu razonamiento


llegue a demostrar la verdad de lo contradictorio de lo que afirma el contrincante.No te
equivoques en la captación de lo que éste asevera. Puedes caer en un sofisma por
ignorancia del asunto.

He aquí uno de Berkeley. Él quiso demostrar que la mente es incapaz de formar conceptos
generales, y lo hizo de esta manera:

“Yo puedo imaginar a un hombre con dos cabezas, o la parte superior de un hombre unida
al cuerpo de un caballo. Puedo considerar la mano, el ojo, la nariz, cada uno por separado,
abstraído del resto del cuerpo. Pero cualquier mano u ojo que imagino, debe tener alguna
figura o color particular. .. No puedo, con ningún esfuerzo de pensamiento, concebir la idea
abstracta arriba descrita.” (Se refiere al concepto general de acuerdo con la noción
tradicional.)

Estos argumentos de Berkeley prueban una cosa distinta de lo que él quiso demostrar.
Confirman que no podemos formar una imagen universal; pero no prue¬ban que no
podemos concebir un concepto universal. Es un sofisma por ignorancia del asunto, pese a
los no escasos conocimientos filosóficos del autor.

7. Si tienes que demostrar algo, no pongas como principio de tu demostración aquello que
debes demostrar. Es cosa que sucede con bastante frecuencia, y se llama falacia por
petición de principio.

Ejemplo: El argumento de aquel que quiere demostrar que el senado es una cosa
anticuada, y la razón que trae es que constituye un anacronismo. En forma algo disimulada,
éste pretende demostrar su tesis por ella misma.
8. Una falacia similar es la del círculo vicioso. Consiste en demostrar una verdad A por otra
B, y después, B por A. Cualquiera comprende que así no se demuestra ni la una, ni la otra.

Ejemplo: Sin embargo, encontramos un ejemplo de esta falacia nada me¬nos que en
Descartes. Éste intentó demostrar la veracidad divina por la auto¬ridad de la evidencia, y
luego el valor de la evidencia mediante la veracidad divina.

9. Ten cuidado de no confundir lo accesorio con lo principal, ni alguna circunstancia


accidental con la causa.No atribuyas acción causal a lo que no es más que una mera
sucesión.

Ejemplo: Porque las dos últimas guerras mundiales fueron precedidas por notables
erupciones y manchas en el Sol, no se debe concluir que éstas fueron la causa de la guerra.

10. Debes considerar siempre el asunto de que se trata, en su contexto total. No limites tus
estudios a un solo aspecto. Conserva constantemente la visión del conjunto, y no olvides
nunca las relaciones de las partes con el todo. Por considerar un único aspecto del asunto,
con olvido o ignorancia de sus relaciones con el todo, a menudo se llega a conclusiones
erróneas.

Ejemplo: Si se trata de debatir la actuación de un Gobierno, no te limites a exponer los


aciertos de éste, porque eres del mismo partido, o a señalar única¬mente los desaciertos,
porque eres contrario. No consideres una sola actividad —por ejemplo, la económica o la
política—, sino todo el conjunto de actividades reali¬zadas, y habida cuenta de todas las
circunstancias concretas en que se desenvolvió la acción del Gobierno.

11. Si eres interrogado, piensa bien lo que te preguntan. Si la pregunta es compleja, divídela
en sus partes, y responde a cada una por separado. Si no haces así, te pueden tomar en
algunos especiosos lazos.

Ejemplo: Uno te pregunta:

—¿Pasas el tiempo estudiando Lógica? ¿No es ése un estudio inútil?

Si tú contestas que sí, podrá acusarte de haber afirmado que el estudio de la Lógica es
inútil.

Si tú contestas que no, podrá acusarte de no cumplir tu deber estudiando la Lógica.

¿Qué debes hacer? Pues, dividir la pregunta en partes, y responder a cada una de éstas.
Podrás contestar de esta manera:

—Estudio Lógica; pero no todo el tiempo. Además, no considero que sea un estudio inútil,
sino muy provechoso.
Así dejarás cerradas todas las puertas a una torcida interpretación de tu respuesta.

12. Trata de ser imparcial y sincero en todas tus investigaciones. Mira que no es cosa fácil.
Lo más común es que veamos lo que queremos observar, y que expliquemos todos los
sucesos de acuerdo con nuestros conceptos preconcebidos. Por apego a las creencias y
sentimientos tradicionales, a veces se han combatido verdaderos progresos científicos.

clase.

1. Una FALACIA es un razonamiento cuya conclusión tiene apariencia de ser verdadera o


exacta, pero es ilegítima.

2. Un PARALOGISMO es un razonamiento elaborado incorrectamente y sin intención de


inducir en error.

3. Un SOFISMA es un razonamiento con mucha apariencia de legitimidad en la forma, que


fue hecho de intento para inducir en error y que es falso.

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