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Era del Guano

La Era del Guano, también llamada La República del Guano, fue una época de
la historia republicana del Perú entre 1845 y 1866 durante la cual la exportación
del guano de las islas de la costa transformaron la economía y la política nacional. Se
considera su inicio con el primer gobierno del general Ramón Castilla.

Pintura del Sitio de Arequipa(1858).


El Estado peruano era el dueño de depósitos de guano de las islas del litoral y el primer
interesado en sacarle provecho a este recurso natural. Para lograr este objetivo buscó
asociarse con el capital privado, peruano y extranjero. De esta manera, el Estado
aportaba el recurso y los empresarios privados el capital necesario.
Fue el comerciante peruano Francisco Quirós el primero en asociarse con el Estado. En
1841 firmó un contrato de arrendamiento por el que tenía los derechos de explotación a
cambio de pagar tan sólo 10 mil pesos anuales durante 6 años. El Estado se benefició al
principio, pues esta cantidad de dinero era importante para incrementar su presupuesto y
la primera plata que ingresaba por la venta de este recurso. Sin embargo, el incremento
del precio que los agricultores ingleses estaban dispuestos a pagar ocurrió en pocos
meses y pronto fue evidente que el Estado había subvaluado el recurso. Aparecieron las
voces críticas para señalar que Quirós estaba haciendo un negocio redondo a costa del
Estado.
El Estado respondió a las críticas recibidas cancelando su contrato de arrendamiento en
1842 para firmar con empresarios privados nacionales y extranjeros los contratos bajo la
modalidad de la venta directa. Durante cinco años se celebraron distintos contratos de
venta directa con peruanos como el propio Francisco Quirós y firmas comerciales
extranjeras como la inglesa de Anthony Gibbs. En estos años se exportaron alrededor de
300 mil toneladas de guano. El margen de ganancia para el estado fue de un 30% del
valor de lo vendido. Si bien no representaba un ingreso importante, fue suficiente para
que el Perú sea un país elegible para créditos y préstamos del exterior.

Caricatura de Ramón Castillajunto a una Locomotora de vapor y a un Farol de Alumbrado


público.
El Estado, a lo largo del periodo 1840 a 1875, siguió buscando obtener una proporción
mayor del valor total del guano vendido y decidió cambiar de sistema de explotación por
segunda vez. El sistema de venta que mayor tiempo permaneció activo (1847 a 1869) fue
el de consignaciones. Este sistema era un acuerdo entre el Estado y empresarios
peruanos como Francisco Quirós o Manuel Pardo y extranjeros como los británicos Gibbs
o Grace. En este sistema se les otorgaba la explotación del guano durante un tiempo a
cambio de un porcentaje que variaba entre el 35 y el 45 %. El consignatario se encargaba
de todo el proceso de explotación, exportación y venta del guano. El Estado recibía una
porción del ingreso líquido después de producida la venta. El problema era que el Estado
necesitaba efectivo y no podía esperar hasta el reparto de ingresos. Por esta razón los
consignatarios se convirtieron en los mayores prestamistas del Estado cobrándole entre el
4 y 13% de interés.
Perú se convirtió en el primer exportador mundial de guano. Entre 1840 y 1880, el nivel de
las exportaciones alcanzó los 11 millones de toneladas, que fueron vendidos en Europa y
Norteamérica por un estimado de 750 millones de pesos. Los ingresos generados por la
venta del guano se convirtieron en la principal fuente de ingresos fiscales, los cuales
aumentaron considerablemente.
Entre 1845 y 1880, el Estado dispuso de abundantes recursos económicos gracias al guano.
Fue un período de relativa prosperidad y mayor estabilidad política, especialmente durante los
dos gobiernos de Ramón Castilla (1845-1851 y 1855-1862)
En 1847, Castilla introdujo el sistema de las consignaciones: el estado peruano encargaba a
particulares la explotación del producto, a cambio de lo cual los empresarios consignatarios se
quedaban con un porcentaje de las ganancias (5%).
Es sólo con la segunda elección de Ramón Castilla en 1854 que la República Peruana
encuentra una relativa paz interior y puede organizar su vida política y económica. Castilla
abolió definitivamente la esclavitud y la pena de muerte y estableció políticas de promoción de
extracción y exportación de fertilizantes naturales (guano de islas) que inician una era de
prosperidad en el país. Los primeros ferrocarriles y el alumbrado a gas llegan al Perú en este
período. Durante un intermedio José Rufino Echenique fue presidente del Perú. Durante el
segundo gobierno de Castilla se promulgaron las Constituciones de 1856 (Liberal) y la
Constitución de 1860 (Conservadora) y reorganizaron los servicios postales y la carrera
pública. En 1862, Castilla entregó el grueso las consignaciones a un grupo de empresarios
peruanos. Gracias a esto, muchos empresarios se enriquecieron de una manera relativamente
rápida.

Guerra con España[editar]


Artículo principal: Guerra hispano-sudamericana

En 1864 una expedición española ocupó las Islas Chincha (productoras de guano) y desató un
incidente internacional de grandes consecuencias en la política interna peruana, que llevó a
un golpe de estado contra el presidente Juan Antonio Pezet, el gobierno de Mariano Ignacio
Prado y la declaratoria de guerra a España. Tras el combate del Callao (2 de mayo de 1866),
la armada española se retiró de las costas del Perú.

El Contrato Dreyfus
Portada del volumen legal del Contrato Dreyfus.El gobierno del coronel José Balta (1868-1872)
fue pródigo en obras de infraestructura (construcción del Ferrocarril Central), aunque en él se
perciben ya las primeras muestras de exceso de gastos del gobierno. En las postrimerías de
su gobierno, la elección, por primera vez, de un presidente civil, Manuel Pardo y Lavalle, llevó
a una insurrección militar que terminó en el asesinato de Balta y la furibunda reacción de la
población de Lima (que ejecutó a los usurpadores). Así termina lo que Jorge
Basadre llamó Primer Militarismo. Pardo implementó importantes reformas de tipo liberal en la
organización del estado. Sin embargo la principal fuente de recursos del estado, el guano,
sobrexplotado, se empezó a agotar y resultó inevitable una crisis económica que el sucesor de
Pardo, el ya anciano Mariano Ignacio Prado tuvo que afrontar, en medio de una virtual
bancarrota del Estado.
En 1869, el Estado peruano puso fin al sistema de los consignatarios y, a pesar de las
protestas de los empresarios nacionales (los "hijos del país"), le entregó todo el negocio a la
casa comercial del empresario francés Auguste Dreyfus mediante el Contrato Dreyfus cuyo
artífice fue el ministro de Hacienda Nicolás de Piérola. Este último tipo de contrato de
explotación guanera era el monopolio del guano mediante el cual Dreyfus tendría los derechos
sobre toda exportación guanera a los principales mercados a cambio de pagos por adelantado
al Estado. Se fijó un precio referencial y una cantidad de guano a ser exportada por año para
saber cuánto pagaría el empresario. Si bien este contrato tuvo la ventaja de darle mucho
efectivo por adelantado a la economía del Estado, tuvo la desventaja de la dependencia del
Estado frente a un solo operador. Cuando en 1872 el precio empieza a caer, Dreyfus dejará
de pagarle al Estado las cuantiosas sumas de los primeros años y cuando en 1875 el
empresario decide dejar el negocio, el Estado se quedará sin ingresos de un momento a otro y
su crisis será dramática.
A lo largo de los años 1840 a 1872, el Estado peruano obtuvo ingresos crecientes gracias a la
explotación del guano hecha por sus socios privados. En total, se calcula que no menos de 65
de cada 100 libras esterlinas generadas por la venta del guano fueron para el Estado. Sin
embargo, muy poco de este dinero fue invertido para el desarrollo del país y la mayor parte se
gastó sin tomar en cuenta que algún día se podía terminar este negocio.

Hacia la Guerra del Pacífico


Ventajas y desventajas[editar]
Retrato de las Islas Chinchadurante la (Era del Guano).

El Perú se vio favorecido al poseer las islas guaneras en su litoral, por lo cual fue un
monopolio natural. La poca competencia que tuvo se situó en el África, pero el producto
africano era de menor calidad, aparte que los recursos fueron agotados o “saqueados” en
poco tiempo.
Esta época de bonanza para el Perú atrajo a muchos inmigrantes e incluso el país estuvo al
borde de una guerra con los Estados Unidos, quienes amenazaron tomar las islas por la
fuerza, a no ser que se bajara el precio, llevando un barco de guerra a las costas peruanas.
La única ventaja del “monopolio” es la fijación del precio del guano, sin competencia, para el
país o las empresas productoras. Dichos ingresos fueron destinados a pagar la deuda externa
e interna peruana y para la construcción de ferrocarriles y la adquisición de armas, que se
usaron después en la contienda con Chile. Se usó también para que el gobierno “pagara” por
los esclavos negros, declarándose su libertad por ley.
Las desventajas del monopolio afectaron mayormente a los países demandantes que
dependian del producto y pagaban cualquier precio por él. Además, la corrupción de la
administración pública y el aumento indiscriminado de los bonos de deuda que poseían los
prestamistas, al evidenciarse la bonanza económica del Perú.
Tras la abolicion de la esclavitud se fomentó la inmigración de chinos para la extracción del
guano, y que trabajaban en condiciones infrahumanas, llevándolos a muchos al suicidio.
Finalmente, las existencias de guano se sobreexplotaron, tan solo quedaba el 10% de lo
extraído inicialmente, más aún, el salitre comenzó a reemplazar al guano en su uso agrícola.
La necesidad de un abono más barato o producto sucedáneo llegó en 1915, con el
descubrimiento del químico alemán Fritz Haber de producir artificialmente sustancias con alto
contenido de nitrógeno. De esta manera los fertilizantes industriales redujeron a niveles
mínimos tanto la extraccion del guano como la del salitre.
El dinero del guano se esfumó, se despilfarró, se pagaron deudas inexistentes; luego Chile
ganó la Guerra del Pacífico al Perú (1879), quitándole también las salitreras y territorio, y así,
a principios del siglo XX el Perú quedó sumido en una profunda crisis económica y social.

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