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Ricitos de Oro Paginas 2-3 Habia una vez una casita muy bonita en medio del bosque en la que vivia una familia de osos. Una mafiana, despu de preparar la comida entre todos, salieron a dar una vuelta. Cerca de alli paseaba Ricitos de Oro que, al percit un olor delicioso que venia de la casa, se acercé y miré por la ventana. Era una nifia muy curiosa y, como la puer no estaba bien cerrada, entré sin pensarselo dos veces Paginas 4-5 Ricitos de Oro entré en la cocina y vio que habia tres platos de sopa. Aquel olor le habia dado hambre y probs sopa del plato grande, pero le parecié muy caliente, Después tomé un poco de la del plato mediano, pero estal demasiado fria. En cambio, la sopa del plato pequefio estab tan buena que se la comis toda. Paginas 6-7 Con la tripa bien lena, Ricitos de Ora quiso sentarse en una silla. La grande era demasiado alta y no legaba, la mediana, demasiado incémoda, asi que eligié la pequefia, Pero las patas se le movian y ella se senté con tan fuerza que la silla se rompié y se cayé al sueto. Paginas 8-9 Después subié las escaleras y entré en el dormitorio donde habia tres cams. Tenia tanto suefio que se quité | zapatos e intenté dormir un rato. La cama grande era demasiado dura y, {2 mediana, demasiado blanda. Pero en cama pequefia se estaba tan bien que finalmente se quedé dormida: Paginas 10-11 He aqui que, un poco mds tarde, la familia de 050s volvié a casa. El padre, al darse cuenta de que su cuchara estal dentro de la sopa, exclamé: "jAlguien ha probado mi sopal”. Y la madre afiadié: “iY la mia también!”. El hijo, vient que su plato estaba vacio, contesté un poco enfadado: “;Pues la mia se la han comido todal Entonces, el padre dijo: *jAlguien se ha sentado en mi silla!”. “iY en la mia también!”, grité la madre. El hijo, ca vez mas indignado, protesté: "jPues la mia la han roto!” Paginas 12-13, Los tres o50s entraron en la habitacién y, entonces, el padre dijo: “|Alguien se ha acostado en mi cama!”. "iY en mia también!", djo la madre. El pequeho, muy sorprendido al ver @ una nifla durmiendo en su camita, dijo: "jH alguien durmiendo en la mial”. Paginas 14-15, En aquel momento, Ricitos de Oro se desperts y, al vera los tres osos, se asusté tanto que salié de la casa corrie do a toda pastilla, sin darse cuenta de que corria descalza. Y colorin, colorado, este cuento se he acabado. Ricitos de Oro Cuento clasico llustraciones de Ana Villalba -|ESTA SOP, MUY BUENA TAMBIEN PRUEBA LAS OTRAS DOS. ? : LA SILLA PEQUENA SE ROMPE. _ HAY TRES CAMAS... ... Y SE DUERME EN LA PEQUENA. -jMI SILLA ESTA ROTA! PERO, QUE HA PASADO? AUNQUE ESTA ENFADADOS i) ... NO QUIEREN MOLESTARLA. DESPUES SE SORPRENDEN...

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