Está en la página 1de 5

Integración social persona

s con Síndrome de Down a


través deldeporte
Dr. José Francisco Navarro Aldana
Presidente de ALASID
Las personas con síndrome de Down por su propia condición genética nacen con una serie
de características físicas, que permiten ser identificadas con facilidad por miembros de su
entorno social, siendo así que en muchas ocasiones esta identificación esta acompañada de
prejuicios sociales y falsos mitos, los cuales se constituyen en barreras sociales y
psicológicas que tienen que vencer.

Habida cuenta, que las personas con síndrome de Down tienen alteraciones neurobiológicas
de su sistema nervioso central, las cuales se traducen en discapacidad intelectual, hipotonía y
desarrollo psicomotor lento, se hace necesario comenzar la estimulación temprana desde el
período de recién nacido. Esta estimulación temprana va a estar llena de diferentes estímulos,
en donde por supuesto esta la motricidad expresada en movimiento.

El movimiento es uno de los elementos importantes en la vida del hombre, siendo así que la
unión natural de las células primarias, óvulo y espermatozoide, nace de un acto donde
predomina el movimiento. Estas dos células primarias tienen que moverse para ir al encuentro
y formar un nuevo ser, que desde su concepción hasta su nacimiento y posterior a ello, deberá
continuar aprendiendo a través del movimiento. He ahí la importancia del movimiento en la
vida del hombre.
En las distintas etapas del desarrollo del niño con síndrome de Down hasta que se convierte
en un adulto, ha de recibir distintos niveles de apoyo, siendo uno de estos la práctica de una
actividad deportiva. En las etapas iniciales, el deporte debe ser ofrecido al niño a manera de
juegos, que le causen diversión.

A partir de los 7 años de edad, no es una norma fija, el niño ha de comenzar una práctica
deportiva definida, que le permita mejorar su rendimiento en la misma, puesto que más
adelante, al ingresar al deporte organizado, tendrá posiblemente oportunidades de participar
en competencias deportivas.

Hacia los 12 años, ya las condiciones físicas son más aptas para las exigencias del
entrenamiento deportivo, para un mejor entendimiento y respeto de las reglas de juego, de
integrarse al deporte en equipo, de acatar las normas de disciplina y aprende a respetar a sus
compañeros.

El deporte en personas con discapacidad ha alcanzado tal desarrollo, que desde hace tiempo
existen deportistas de alta competencia, que tienen su encuentro mundial en los Juegos
Paralimpicos, que en este año 2004 serán en Atenas.
A través del movimiento el niño aprende y, a partir de poder arrastrarse, gatear, caminar y
correr, logra explorar su entorno, desarrollar el concepto de espacio, establecer relaciones con
personas, conocer objetos y cosas. El movimiento les da la oportunidad a estos niños de
aprender nuevas habilidades y de disfrutar de nuevas actividades.

El niño con síndrome de Down recibe muchos beneficios del juego, de la actividad física y del
deporte, pero no han sido considerados hasta el presente en igual medida que los restantes
aspectos del desarrollo, como puede ser el académico y el lenguaje.

Los objetivos de la práctica deportiva en personas con síndrome de Down son:

- Mantener un buen estado de salud


- Mejorar la psicomotricidad
- Coadyuvar el proceso de aprendizaje
- Alcanzar reconocimiento personal
- Elevar el nivel de autoestima

La particularidad de tener una hija con síndrome de Down, que ha practicado varias disciplinas
deportivas, que me ha permitido acompañarla a competencias internacionales, nacionales y
locales así como muchas veces a sus entrenamientos, me permite exponer una rica
experiencia deportiva, acumulada a través de varios años.

Inicios de la natación con niños con síndrome de Down en el Estado Lara. Esta actividad se
inicio por primera vez bajo la tutela del Prof. Rafael Varela, en el Colegio de Médicos, año
1984, cuando el Dr. José Francisco Navarro era Presidente de dicho colegio profesional.

En 1984 nace la Asociación Larense para el Síndrome de Down (ALASID), siendo al inicio una
de sus principales actividades, la práctica de actividades deportivas, tales como la natación y
las bolas criollas. Posteriormente se incorporaron otras, a saber, baloncesto, fútbol de salón,
hockey sobre piso, atletismo y últimamente el karate do.
De las disciplina antes deportivas mencionadas en el párrafo anterior, unas son de tipo
individual y otras de tipo colectivo, unas en su entrenamiento y competencias dan oportunidad
a la integración social, como por ejemplo, en el karate do, al cual dedicaré gran parte de mi
exposición.

Como entrenadora de karate do, la Shihan Dai Noris Rosas ha observado, en los atletas con
síndrome de Down, lo siguiente:
- Habilidades para realizar las Artes Marciales.
- Muestran seguridad al ejecutar las técnicas, una vez aprendidas.
- Han desarrollado gran iniciativa, sobre todo los más avanzados.
- Mantienen conductas marciales apropiadas y normales con el grupo regular
(Saludos marcial y social, aspectos técnicos, apoyo de los más avanzados hacia
los más nuevos o con mayor retardo).
- Han demostrado gran habilidad para comprender el lenguaje japonés del karate do, para
aprender kata (figuras), kumite (combate), ceremonial del saludo, etc.
En varias ocasiones los alumnos con síndrome de Down más avanzados han dirigido al grupo,
dando clases de karate do en japonés y técnicamente correctas, manteniendo el dominio del
grupo, lo cual demuestran como han aprendido sus lecciones. Hoy tengo la seguridad, a
través de la comprobación, que las artes marciales, concretamente el karate do, ayuda en un
100% al desarrollo psicomotriz y conductual del atleta especial (Síndrome de Down y otros).

En lo personal, considero que trabajar con estos atletas especiales ha sido una de las cosas
más grandes que me ha pasado y me han demostrado que las palabras de mi Maestro son
muy sabias... "El Karate Do trabaja al cuerpo, la mente y el espíritu de quien lo práctica en
beneficio de su formación integral como ser...". (Maestro Yuichi Negishi).

Ahora bien, como profesional de la medicina física y rehabilitación, como dirigente de una
organización no gubernamental (ALASID), que tiene su Club de Karate Do y
fundamentalmente como padre de Julia Adelaida, una mujer muy especial portadora
de síndrome de Down, puedo decir que los karatecas con síndrome de Down han logrado
establecer relaciones personales normales con los karatecas regulares. La integración
deportiva se ha dado tanto en los entrenamientos como en los torneos o campeonatos, a nivel
local, nacional e internacional. Los entrenadores de distintas regiones del país (Venezuela) así
como del exterior (Japón, Brasil, México, Curazao y Perú), han podido apreciar los avances de
estos karatecas, que los he llamado "conquistadores de nuevos espacios integradores",
puesto que se ha dado demostraciones de una integración deportiva maravillosa.

Camilo Durán, un niño karateca regular, con motivo de su trabajo para su ascenso a cinturón
azul, escribió lo siguiente: "En el año 1998 entran al Dojo los niños y jóvenes de ALASID, al
que meses después asumo la responsabilidad como Sempai, con la finalidad de colaborar al
buen desarrollo, desenvolvimiento e inserción en la sociedad de estos muchachos, a los
cuales respeto y aprecio, ya que ellos han contribuido enormemente en mi desarrollo como
ciudadano...".

En las distintas competencias en las cuales han participado han reafirmado que las personas
con síndrome de Down, por medio del proceso de enseñanza-aprendizaje, presente en todo
entrenamiento deportivo, son capaces de asimilar ese proceso y luego demostrarlo,
ganándose así la admiración y aplauso del público que ha asiste a las competencias.

Los he acompañado a dos campamentos, realizados en El Blanquito, Parque Nacional


Yacambú, zona de clima frío. Esta actividad ha sido esencialmente de estudio y
entrenamiento, por supuesto alternando períodos de recreación. Bajo estas condiciones, la
integración social se hace más intensa, cuando se esta alejado de la gran ciudad.

Año 2002 Año 2003

Las fotos anteriores son testimonio gráfico de la integración social: Una fue tomada después
de una actividad recreativa y la otra en pleno entrenamiento.

Recientemente, en noviembre de 2003, Julia Navarro, Carlos José Salas, José Gregorio
Rojas, Josué Escalona, Bladimir Chávez y Francisco Rodríguez, todos ellos miembros del
Club de Karate Do de ALASID, asistieron a la VIII Campeonato Internacional de Karate Do
“Copa Negishi”, que se realizo en Lima, Perú. Allí se reafirmo los beneficios que tiene esta
disciplina de las artes marciales, no solo para el crecimiento personal, y mejor nivel de vida
autónoma sino también para la integración social.

En el avión Lima-Caracas Carlos Salas con Sensei Peruana

Estas dos fotos nos muestran a los jóvenes en el avión, experiencia que fue nueva para unos
y en la segunda foto esta Carlos Salas con una Sensei peruana, que además es profesora de
educación especial en Lima.

El karate do también ha sido positivo en otros aspectos, como lo son mejorar sus condiciones
físicas, tener mayor disciplina, respetar el orden jerárquico dentro de la organización, mayor
compañerismo entre ellos y desarrollar sentido de pertenencia por su asociación, cuando en
momentos de júbilo, oímos que gritan: ALASID... ALASID... ALASID...
Esta experiencia de las artes marciales en ALASID se encuentra en algunos portales en
Internet, como: www.down21.org, www.pasoapaso.com.ve y www.karate.cjb.net

FUENTES CONSULTADAS:

1. www. down21.org

2. El síndrome de Down. Estimulación y actividad motora. Autores: Yvonne Burns y Paul


Gunn. Editorial Herder. Barcelona. 1995

3. Psicología del desarrollo. De la infancia a la adolescencia. Autores: Diana E. Papalia y


Sally Wendkos Olds. Editorial McGraw-Hill. 1997.

4. Experiencias personales del autor.

5. Experiencias tomadas de la Asociación Larense para el Síndrome de Down (ALASID).

6. Experiencias de la Shihan Dai Noris Rosas, entrenadora de karate do.

También podría gustarte