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de los estudiantes
C O L E C C I Ó N
15
C u a d e r n o s
del S e m i n a r i o
en ducación e
Sobre el sistema
institucional de evaluación
de los aprendizajes de
los estudiantes
Maestría en Educación
La investigación es posible, porque hay una comunidad
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académica que la respalda. Una comunidad académica
C O L E C C I Ó N se constituye a través de seminarios permanentes, de
C u a d e r n o s grupos de trabajo y de la circulación de materiales
teóricos que animan las discusiones en torno a temas
del S e m i n a r i o que les compromete. Siempre se requiere de las voces
en educación de afuera para confrontar los puntos de vista de los
miembros de una comunidad. Los Cuadernos del
Coordinación: Seminario en Educación tienen este propósito: mostrar
las posiciones de investigadores en educación de la
Fabio Jurado Valencia Universidad Nacional de Colombia y las posiciones
de investigadores nacionales e internacionales que se
mueven en el mismo campo; propician la interacción y la
interlocución crítica, tan necesaria para asignarle sentido
a la investigación.
Moisés Wasserman
RECTOR UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
ISBN: 978-958-719-618-4
Parte 1
Sobre el sistema institucional de la evaluación de los aprendizajes
de los estudiantes, en la educación básica y media en Colombia,
a propósito del Decreto 1290 7
Presentación 9
Qué es evaluar 10
La evaluación como autoevaluación 11
La legislación sobre la evaluación en colombia 13
Especificidades sobre el decreto 1290, de 2009 17
Referentes para tomar decisiones 20
1. Cómo las evaluaciones se adecuan a las escalas
de calificación en otros países 20
2. Elementos esenciales en la construcción de un sistema
institucional de evaluación y sus dinámicas en el desarrollo
del proyecto educativo institucional 23
3. La importancia de la actitud pedagógica y de los estímulos 24
Bibliografía 26
Parte 2
La evaluación de los aprendizajes de los estudiantes:
qué permanece entre un decreto y otro 27
Se busca con este escrito ayudar a afinar las discusiones que los docentes, los
docentes directivos y la comunidad familiar y estudiantil han venido adelan-
tando en torno al Decreto 1290. El horizonte de este escrito es identificar los
referentes fundamentales en la aprehensión de un enfoque social sobre la eva-
luación; el propósito es evitar la dispersión a la que conduce el tratamiento de
un tema que comúnmente se escurre o se evita. El escrito quiere ser un texto
provocador, que anime a la reflexión y a la elaboración de propuestas según
sean los contextos de cada institución educativa.
Qué es evaluar
En el lenguaje cotidiano el término “evaluación” es polisémico y esto puede ex-
plicarse porque es una palabra que se resignifica permanentemente, según sean
los contextos y las diversas posiciones ideológicas de los miembros de una co-
munidad. La significación y las representaciones que sobre la evaluación asume
cada comunidad se reproducen en la práctica a través de comportamientos y
tensiones que, desde Bourdieu, podríamos identificar como “habitus”, en tanto
implican la movilidad de lógicas de poder, de acumulación de capitales políti-
cos, culturales y simbólicos.
tomar decisiones. Empecemos por considerar que las técnicas utilizadas para
diseñar e implementar una evaluación en el contexto escolar, no solamente de-
ben responder a datos estadísticos (como los porcentajes sobre quiénes pierden
y quiénes ganan), sino que ha de privilegiar unos principios pedagógicos que,
sin duda, constituyen los ejes fundamentales en la valoración de los aprendiza-
jes de los estudiantes y en la configuración de una sociedad posible. Entonces
para definir la evaluación en el contexto de la escuela es necesario enlazarla
con la pedagogía y con el currículo, porque la visión sobre una, determina a
las otras; es esperable una relación coherente entre estas tres dimensiones que
arropan a la escuela como dispositivo social.
Dice Bajtin (1993) que “sólo a través de la evaluación se hacen realidad las
posibilidades del lenguaje”, lo cual quiere decir que todo acto discursivo está
impregnado de valoraciones y anota Bajtin que “desde el punto de vista socio-
lógico, las posibilidades mismas del lenguaje están encerradas, en su surgimien-
to y desarrollo, en el círculo de las evaluaciones que se forman necesariamente
en el grupo social dado.”. Hay un círculo de evaluaciones, esto es, valoraciones,
que se reproducen en los grupos sociales; entonces habría que plantear que las
evaluaciones podrían ser objeto de negociación social: las que se acuerdan en
un grupo. Para Bajtin, “la evaluación es social, ella organiza el trato”. Es decir,
el desempeño académico de un estudiante no es un desempeño meramente
individual, es un acontecimiento social, en tanto deviene de una determinada
experiencia o situación social. El estudiante no está separado nunca de un con-
texto regulativo.
Así pues, más allá de un docente que no traspasa las fronteras de la escuela, nos
encontramos con el maestro o maestra que se integra a las comunidades para
integrar la escuela a ellas. Las actualizaciones formativas de los docentes son
un medio para fortalecer y dinamizar procesos al interior de las instituciones y
establecer los vínculos con los grupos sociales. En escenarios como el actual, se
requiere de la elaboración de propuestas para desarrollar transformaciones de
fondo en la escuela, desde la pregunta por la evaluación, su sentido y su impac-
to: es la evaluación como autoevaluación y, en consecuencia, como proceso.
Sobre el sistema institucional de evaluación de los los aprendizajes 13
El Decreto 1860 (1994) declara que la evaluación será “continua, integral, cuali-
tativa y se expresará en informes descriptivos”. Este Decreto resalta la importan-
cia de los proyectos pedagógicos, como una estrategia para la evaluación inte-
gral y para la transversalidad curricular, sugiriendo el vínculo entre el currículo y
las necesidades de la comunidad. Es significativo hacer notar lo que el Decreto
1860 reitera en relación con una evaluación que responda a necesidades y a
situaciones del contexto en el marco de los proyectos educativos institucionales
(Art. 14, 1860). Así, respecto a las “orientaciones curriculares” el artículo 36
define el proyecto pedagógico como “una actividad dentro del plan de estu-
dios que de manera planificada ejercita al educando en la solución de proble-
mas cotidianos, seleccionados por tener relación directa con el entorno social,
cultural, científico y tecnológico del alumno”. Y complementa señalando que
el proyecto pedagógico “cumple la función de correlacionar, integrar y hacer
activos los conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores logrados
en el desarrollo de diversas áreas, así como de la experiencia acumulada. La
enseñanza prevista en el artículo 14 de la Ley 115 de 1994, se cumplirá bajo la
modalidad de proyectos pedagógicos”. Sin embargo, si bien este planteamiento
es visionario y muy pertinente, en general, no incidió significativamente en la
transformación de las prácticas educativas, si bien se han identificado experien-
cias relevantes en las distintas regiones del país [Cfr. David Rubio: Evaluación
de proyectos pedagógicos: hacia unos criterios fundamentales. Tesis de Maes-
tría, UNAL. 2009].
14 Cuadernos del Seminario en Educación
y acota que
… en las pruebas se dará preferencia a aquellas que permitan la consulta de
textos, notas y otros recursos que se consideren necesarios para independizar
los resultados de factores relacionados con la simple recordación. Las pruebas
basadas exclusivamente en la reproducción memorística de palabras, nombres,
fechas, datos o fórmulas que no vayan ligadas a la constatación de conceptos
y de otros factores cognitivos, no deben ser tenidos en cuenta en la evaluación
del rendimiento escolar. (Parágrafo. Artículo 48).
En el Decreto 230 (2002), por otro lado, se establece una ruptura con la visión
horizontal de la evaluación, ya insinuada en el 1860. El malestar se concentró
en la promoción automática (ya consignada en el 1860) y en el porcentaje
máximo de repitencia (el 5 %) que cada institución debía considerar en el mo-
mento de promover a los estudiantes de un grado a otro. Al problema de la pro-
moción, y la consecuente pérdida de poder, se unía la masificación de las aulas.
También aquí es necesario indagar por las concepciones de los maestros sobre
la evaluación, al analizar los escritos que circularon en los foros educativos en
donde se denunciaba la mediocridad de la educación a causa de la promoción
automática y de considerar solo, como máximo, el 5 % de estudiantes que no
se promovería en cada grado.
Téngase en cuenta que en el país, no obstante los considerables esfuerzos adelantados en la última
década, existen cerca de dos millones y medio de niñas, niños y jóvenes que no realizan sus estudios básicos
por diferentes circunstancias, entre las cuales se encuentran la falta de docentes o de establecimientos
educativos cercanos a su lugar de vivienda, así como la situación de pobreza que les obliga a trabajar
prematuramente, el desinterés de los padres, los desplazamientos forzados por la inseguridad y la violencia,
entre otros.
16 Cuadernos del Seminario en Educación
-Fija los contenidos mínimos del plan de estu- -Los establecimientos educativos gozan de
dios, tales como la intención e identificación autonomía para definir y elaborar el plan de
de los contenidos, la distribución del tiempo, estudios del currículo de conformidad con lo
los logros, competencias y conocimientos que dispuesto en la Ley 115 de 1994 y su decreto
los educandos deben alcanzar, entre otros. reglamentario 1860 del mismo año.
- Fija criterios para la promoción de grado: (1) - Cada establecimiento educativo fija los
Promoción mínima de grado para el 95% de criterios para la promoción de grado de
los estudiantes que terminen el año escolar; acuerdo con su sistema institucional de
(2) repetición de grado para los estudiantes evaluación. La Promoción Anticipada la re-
que reprueben tres o más áreas, pudiendo ser comienda el Consejo Académico al Consejo
más, de acuerdo con el criterio del 95%. Directivo, y solamente procede dentro del
primer periodo del año escolar.
-La evaluación se hace con referencia a la -El establecimiento educativo tiene auto-
escala única de valoración: excelente, sobre- nomía para establecer su propia escala de
saliente, aceptable, insuficiente, deficiente. El valoración para la evaluación, con sus equi-
establecimiento educativo define el significa- valencias con respecto a la escala nacional:
do para cada categoría de la escala. desempeño superior, alto, básico y bajo.
-Estudiantes promovidos de grado con una o - Los procedimientos para nivelar a los estu-
más áreas reprobadas, presentan evaluación diantes con áreas reprobadas, o con atrasos
de recuperación de las mismas, a más tardar en los logros planeados, son definidos por el
una semana antes de iniciar el siguiente año establecimiento educativo y hacen parte del
lectivo. La calificación de esta evaluación es sistema de evaluación institucional.
consignada en el registro de valoración, y no
puede ser modificada a futuro independien-
temente de que sea aprobatoria o no.
Sobre el sistema de evaluación de los los aprendizajes 17
Este decreto (el 1290) define la evaluación como un proceso que permite cua-
lificar el desempeño integral del estudiante, desde la autonomía institucional y
en el marco de la flexibilidad. En efecto, el núcleo central del decreto está en lo
que se denomina la autonomía institucional y su relación con la evaluación. Se
busca que la evaluación se dirija hacia el mejoramiento de la institución y hacia
su PEI desde una perspectiva holística. Pero el decreto minimiza el horizonte
de la educación al reducir la calidad a una rendición de cuentas, a través de los
resultados de las pruebas externas (es el Artículo 1). La intencionalidad hacia
la calidad se extravía en una concepción que privilegia los resultados de estas
pruebas y desconoce otras variables para la calidad.
18 Cuadernos del Seminario en Educación
Algunos aspectos que habría que considerar en las discusiones sobre la viabili-
dad del Decreto 1290 y sus alternativas, son los siguientes:
Estos son temas que también pueden ser considerados en los acuerdos de la
comunidad educativa y en el proyecto educativo institucional; se trata de iden-
tificar los problemas a la vez que se proponen rutas posibles para alcanzar
algunos equilibrios. El hecho de saber identificar los problemas y trabajar co-
lectivamente para afrontarlos, constituye un paso significativo.
Así como es necesario asociar los perfiles de los ciclos educativos con los per-
files de la formación de los docentes, esto es, reconocer que un Licenciado en
Ciencias Sociales no es el más indicado para trabajar en la docencia con los
niños de Jardín Pre-escolar (no porque no pueda o deba sino porque los énfasis
son distintos), así también se espera que haya diferencias en los modos de pro-
ceder con la evaluación en cada ciclo o etapa. Los criterios para la evaluación
Sobre el sistema institucional de evaluación de los los aprendizajes 21
no pueden ser los mismos en el trabajo con los niños, de pre-escolar y de pri-
maria, respecto a los jóvenes del bachillerato. Por esto es de gran importancia
saber delimitar los ciclos. Por ejemplo, Bogotá ha definido cinco ciclos en el
marco de su proyecto educativo: Primer ciclo: pre-escolar, primero y segundo
grados. Segundo ciclo: tercero y cuarto grados. Tercer ciclo: quinto, sexto y
séptimo grados. Cuarto ciclo: octavo y noveno grados. Quinto ciclo: décimo
y once grados (cfr. Plan Sectorial de Educación, 2008-2012). En cada ciclo los
equipos pedagógicos definen los criterios, los enfoques y las estrategias para la
evaluación de los aprendizajes.
cias en educación. Es ideal que los docentes del área de Lengua Castellana eva-
lúen el área con los trabajos que los estudiantes presentan en otras áreas, previa
explicación de lo que se espera realizar en el desarrollo de un trabajo escrito y
previo acuerdo con los estudiantes y con los docentes de las otras áreas.
De otro lado, los estímulos para los estudiantes están relacionados con el apoyo
financiero y académico a sus iniciativas (revistas, periódicos, emisoras, pági-
nas web, participación en eventos, olimpiadas deportivas y de conocimientos,
movilidad e intercambio con estudiantes de distintas regiones, acceso ágil a
Internet y a bibliotecas actualizadas). Hacer de las ciudades y los pueblos la
escuela viva, porque los talleres abiertos son una constante, porque las bibliote-
cas están actualizadas y atienden en diversos horarios, porque los museos y las
exposiciones se incorporan a la vida cotidiana, porque el deporte alimenta el
desarrollo del pensamiento… son aspectos vinculados también a la evaluación
de los aprendizajes.
26 Cuadernos del Seminario en Educación
Bibliografía
La evaluación
de los aprendizajes de
los estudiantes: qué
permanece entre un decreto y
otro
28 Cuadernos del Seminario en Educación
Para continuar sus estudios en el grado siguiente, los alumnos reprobados por ha-
llarse en una de estas circunstancias, deberán dedicar un año lectivo a fortalecer
los aspectos señalados como insatisfactorios en la evaluación, para lo cual seguirán
un programa de actividades académicas orientadas a superar las deficiencias, que
podrá incluir actividades previstas en el plan de estudios general para diferentes
grados, estudio independiente, investigaciones orientadas u otras similares. Este
programa será acordado con los respectivos padres de familia y, si es del caso, con
la participación de los alumnos.
Artículo 54. Indicadores de logro en la educación básica. Los criterios que regirán
la evaluación y la promoción del educando en la educación básica, están orien-
tados por los logros que para cada grado establezca el proyecto educativo insti-
tucional, a partir de los objetivos generales y específicos definidos en los artículos
20, 21 y 22 de la Ley 115 de 1994 y los lineamientos que para el efecto establezca
periódicamente el Ministerio de Educación Nacional, teniendo en cuenta criterios
de actualización del currículo y búsqueda de la calidad.
Dentro de los seis meses siguientes a la expedición del presente Decreto, el Ministe-
rio de Educación Nacional fijará los indicadores de logro por conjuntos de grados y
dará las orientaciones para que los establecimientos educativos determinen los logros
correspondientes a cada grado. En todo caso, el proyecto educativo institucional de-
finirá provisionalmente unos indicadores de logro que deberán ser ajustados según lo
disponga el Ministerio de Educación Nacional, de acuerdo con lo establecido por los
artículos 78 y 148 de la Ley 115 de 1994.