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Arte Romano. Un arte al servicio de un imperio


El arte romano, al igual que su arquitectura e ingeniería, se extendió, como su imperio, a lo largo y
ancho del perímetro del Mar Mediterráneo, siendo uno de los principales exponentes de la
avanzada civilización romana.

El arte romano hunde sus raices en diversas influencias, especialmente del mundo etrusco y del
griego.

La fuerte organización y personalidad del Imperio Romano exige un arte y una arquitectura que
aúne el carácter funcional con el propagandístico. De esta forma nace un arte muy centralizado y
unitario que abarca todo el imperio, no sólo Roma sino, en mayor o menor medida, a todas su
provincias.

No cabe duda que el arte romano es la manifestación artística más significativa de la historia del
mundo occidental, ya que su influencia nunca se ha dejado de percibir a lo largo de los muchos
siglos desde su desaparición en toda Europa. No ha habido momento histórico (quizás el gótico es
el arte y arquitectura más alejada del canon romano) que no haya sufrido en mayor o menor
medida su influencia.

Los romanos penetraron en la Península Ibérica en el 218 a.de C. y sobre todo, a partir de la mitad
del siglo II a. de C. empezaron a crearse asentamientos estables. No tardó en generarse una
pronta e intensa romanización que duró más de cinco siglos y que he dejado en nuestro suelo
restos arqueológicos de primer orden.
El Arte Romano tiene su principal manifestación en la arquitectura, tanto religiosa, como civil. pero
otras manifestaciones de primer orden son su magnífica escultura y en menor medida la pintura.
El mosaico es otra de las artes más brillantes del mundo romano.

Las villas tardorromanas tuvieron frecuentemente sus suelos cubiertos por hermosos mosaicos con
figuras geométricas, escenas de caza, mitológicas, etc.
Mosaicos Romanos

La palabra mosaico proviene etimológicamente de la


palabra griega "musa". Se ha llegado a decir que tal
nombre era debido a que en el mundo clásico, se
consideraba un arte tan magnífico que debía estar
inspirado por las musas.

Los mosaicos tienen un origen muy antiguo. Se han


hallado mosaicos en Creta, Mesopotamia, y por supuesto
en Grecia, Roma y el Imperio Bizantino.

En Bizancio, desde la creación de Imperio Romano de


Oriente el arte del mosaico griego y romano se combinó
con la tradición oriental y dio lugar a mosaicos con grades
cantidades de oro. Además, se aplican los mosaicos a la
arquitectura religiosa mientras que en el mundo romano
se aplicaba a la arquitectura doméstica.

De Bizancio, los mosaicos pasarán también al mundo


islámico.

Ya en tiempos modernos se desarrollan desde el


Renacimiento hasta nuestros días.

Como curiosidad se sabe que también existió una técnica especial de mosaico en la América
Prehispánica.

Un mosaico en su origen es una obra compuesta de piedrecillas, terracota o vidrios de varios


colores. También puede estar hecha de madera. Por extensión se llama mosaico a cualquier obra
realizada con fracciones diversas.

Los mosaicos romanos se basan en los tapices y especialmente en la pintura. Tiene la ventaja con
relación a la pintura de su gran durabilidad. Sin embargo los asuntos representados en los
mosaicos son los mismos que pueden encontrarse en la pintura, aunque obligadamente su
perspectiva es más falsa y forzada.
La obra del mosaico se realizaba sobre todo en grandes superficies planas, como paredes, suelos
y techos, pero también se adaptó a simples objetos o pequeños paneles.

Es en época griega helenística cuando empieza a perfeccionarse este arte, creándose obras con
temas complejos y episodios de la vida cotidiana y de la mitología. Los materiales que se emplean
ya en esta época son mármol, vidrio, ónice, etc.

Es por ello que cuando los romanos conquistan Grecia incorporan los mosaicos a sus
construcciones y se especializan en ellos creando toda una producción artístico-industrial.

Tipos de mosaicos
Los romanos construían los mosaicos con pequeñas piezas cúbicas llamadas teselas. La palabra
tesela viene del latín tessellae, que a su vez viene del griego y que significa, cuatro.

Así la obra de mosaico se llamaba opus tessellatum. El material de estas teselas era rocas
calcáreas, vidrio coloreado, cerámica, etc.
La teselas se elaboraban con sumo cuidado y en diferentes tamaños y colores para que el artista
pudiera colocarlas según el dibujo a modo de puzzle y aglomeradas con cemento
Dependiendo del tamaño de las teselas, de los dibujos y del lugar de destino del mosaico, los
romanos daban un nombre diferente a este trabajo:

 Opus vermiculatum Piedras muy pequeñitas. Con ellas el artista podía dibujar con bastante
precisión los objetos y las líneas.
 Opus musivum, Mosaicos que se hacían para los muros.
 Opus sectile, Se usan piedras más grandes y de diferentes tamaños. Se recortaban placas
de mármol de diversos colores para componer las figuras.
 Opus signinum, de Signia. Se obtenía con los desechos un polvo coloreado que al
mezclarlo con la cal daba un cemento rojizo muy duro e impermeable. Este producto se
empleó bastante en toda Italia y en Occidente para crear los suelos y como revestimiento
de piscinas (estanques para peces), cubas de salazón, aljibes, etc.

Distinguían además entre la obra de musivum (mosaico) y la de lithostrotum, literalmente


"pavimento de piedra" en sentido general. Se llamaba así al pavimento de una vía o camino, de
una plaza abierta o de un foro, o al del suelo de algún edificio.

Se daba a la obra este nombre de lithostrotum cuando el material consistía en piedras naturales de
formación volcánica (sílex) y mármoles de diferentes colores. Los bloques para la construcción
eran poligonales.

La técnica de los mosaicos

Para hacer las teselas de mármol o de piedra de color, se cortaba el material en finas láminas,
luego en tiras y después en cubos. Para obtener las teselas de vidrio fundido (que podía teñirse
añadiéndole diferentes óxidos de metal) se vertía éste encima de una superficie lisa para que se
enfriara y se endureciera.
Después, con una herramienta afilada, la lámina de vidrio coloreado era cortada en tiras y luego en
cubos. Las teselas de oro y plata se obtenían colocando pan de oro o plata encima de una lámina
de vidrio de tono pálido. La superficie se cubría con un frit (capa fina de vidrio empolvado) y se
calentaba en un horno para sellar el oro y la plata entre las capas de vidrio. A continuación se
dividía la lámina en cubos.

También había que preparar concienzudamente la superficie allanándolo con varias capas
superpuestas para que estuviese bien liso, puesto que cualquier irregularidad podía llevar a la
fractura de algunas teselas y esto conducir a la degradación de toda la obra.
La función de los mosaicos romanos

Inicialmente en Roma no se empleaban los mosaicos para los suelos para evitar su deterioro y sí
en techos y paredes. Posteriormente descubrieron que los mosaicos podían resistir las pisadas y
comenzaron a aplicarse masivamente para los pavimentos.

Los mosaicos eran para los romanos un elemento decorativo para los espacios arquitectónicos de
tal manera que no había palacio o villa romana donde no hubiera mosaicos.

Afortunadamente, la alta resistencia de los mosaicos romanos ha permitido su buena conservación


durante siglos y el número conservado es muy numeroso, especialmente en museos donde su
conservación es idónea. No así cuando se hallan a la intemperie, en ciertos yacimientos
arqueológicos pues su deterioro es mayor y están sujetos a frecuentes expolios.
En numerosos lugares, se sabe que hay villas y otros edificios por excavar por lo que se sabe que
son numerosos los mosaicos por descubrir.

Mosaicos romanos precristianos

Entre los primeros mosaicos de Pompeya se encuentran las escenas polícromas de finales del
siglo II y principios del siglo I a.C. El Mosaico de Alejandro, en la Casa del Fauno, representa la
batalla de Alejandro contra Darío III y se cree que es copia de una pintura helenística del siglo IV
a.C., aunque lo más probable es que fuera realizado en el siglo I a.C.

En general los mosaicos romanos representan sobre todo motivos geométricos y también con
mucha frecuencia, escenas mitológicas. A un segundo nivel aparecen motivos costumbristas:
juegos, cacerías, escenas amatorias y eróticas, etc.

Otra muestra de los mosaicos de este periodo son los que podemos ver en Centcelles (hoy
Constantí) en la provincia española de Tarragona. Los mosaicos de Antioquía (en Turquía), que
datan de finales del siglo II al VI d.C., muestran una predilección por los temas figurativos
polícromos. Los temas mitológicos, como el Juicio de Paris, Narciso y Los trabajos de Hércules,
están realizados con gran realismo y brillantes colores.

Mosaicos romanos cristianos


en los primeros mosaicos cristianos del siglo IV al VI d.C. Se observan figuras humanas, animales
y pájaros y escenas de caza enmarcadas por decorativas cenefas.

En la iglesia de Santa Constanza de Roma, construida hacia 350 d.C., las bóvedas están
decoradas con mosaicos de zarcillos y dibujos geométricos que enmarcan figuras de origen
pagano.

ARTE ROMANO
El arte Romano es heredado directamente del griego, pero con algunas variantes adecuadas
al particular carácter del pueblo romano. Más pragmáticos que los griegos, los romanos serán
conocidos no solo por sus templos y monumentos, sino sobre todo por sus obras de
ingeniería. En efecto, los romanos se caracterizaran por ser magníficos ingenieros, como
demuestran los acueductos ((el más conocido , el de Segovia) sus puentes, que aún hoy,
veinte siglos más tarde, se siguen utilizándose incluso por tráfico rodado; sus cloacas,
catacumbas, sus edificios públicos, como las termas o baños públicos y sus circos, teatros y
anfiteatros, de los que han quedado buenos ejemplos como el teatro de Mérida, o el
anfiteatro Flavio, conocido popularmente como el Coliseo.
En artes plásticas, escultura y pintura, serán continuadores del arte griego, aunque en la
primera se caracterizarán por un alejamiento del idealismo griego y una búsqueda del
realismo en el retrato.la pintura es bien conocida "gracias" sobre todo a un desastre natural,
la erupción del volcán Vesubio, que sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano,
permitiendo la conservación de las pinturas murales de las viviendas.
Pero si hay un arte plástica característica romana será el mosaico. De origen griego, serán
los romanos quienes desarrollarán todas las posibilidades de esta técnica, siendo auténticos
maestros en la representación de escenas y retratos jugando con las distintas calidades y
colores de las teselas.
ARQUITECTURA
En arquitectura, el arte romano se caracterizará por el uso del arco y la bóveda. Frente a los
griegos, que prefieren los techos planos y adintelados ,aunque empleen de vez en cuando la
cúpula (tholoi o templos circulares, como el de Apolo en Delfos), los romanos usarán
profusamente el arco y todas sus posibilidades: la bóveda, que sería la prolongación del arco
en una planta rectangular, y la cúpula, que sería la proyección del arco en una planta
circular o cuadrada. Este elemento otorga más dinamismo y al mismo tiempo más
estabilidad, permitiendo la elevación de grandes construcciones, tanto de uso civil, como el
acueducto de Segovia o las basílicas (edificio de uso administrativo y judicial, de donde
derivarán las primitivas iglesias), como religioso: el Panteón de Agripa o los templos de
Vesta.

Los materiales serán más baratos y sólidos: el ladrillo, el hormigón, el sillar cuando hace
falta, etc., usando el mármol o la piedra en los revestimientos exteriores.
El hormigón o mortero lo fabricaban con cantos rodados o grava y usando la cal como base
de unión , dando como resultado un material fuerte y barato.
Se usaban cuatro sistemas de aparejo, que nombraron:
1. Opus reticulatum: revestimiento a base de teselas romboidales
·2.- Opus Testaceum, ladrillos a soga y tizón
·3.- Opus incertum: bloques de piedra irregulares
· 4.- Opus cuadratum: bloques paralelepípedos, unidos con mortero
En arcos sólo emplearán el de medio punto, y en cuanto techumbres siguen usando la
adintelada, pero también la bóveda de cañón, la de arista y la cúpula semiesférica o de
media naranja.
En cuanto a los soporte s los romanos utilizarán los tres órdenes arquitectónicos de los
griegos , pero más libremente, alargando sus proporciones, superponiendo y combinando
diferentes órdenes en las plantas de un mismo edificio, etc. Además ellos usarán dos
órdenes que son propiamente suyos: el orden toscano , de origen etrusco, como una
derivación más simplificada del dórico, y el compuesto, que combina el orden corintio con
las volutas jónicas.
Arquitectura civil
Es necesario hablar un poco del urbanismo, ya que Roma se caracteriza por la organización
de las ciudades. La expansión del Imperio trae consigo un proceso de urbanización, o bien de
ciudades preexistentes, (municipia) que reforman según sus principios urbanísticos, o bien
con la fundación de ciudades de nueva planta (coloniae).
El urbanismo romano estará basado en la planta hipodámica, llamada así por el arquitecto
griego Hipódamo. El modelo, por tanto, es tomado de la ciudad helenística alejandrina: un
recinto de planta rectangular o cuadrada, con dos arterias principales que la cruzan
formando una cruz , de Norte a Sur el cardus, y el decumanus de Este a Oeste. En la
intersección de ambas se sitúa el foro, o plaza mayor, con funciones políticas y económicas,
semejante al Ágora griega.. De estas dos calles principales nacen otras calles secundarias
paralelas y perpendiculares en que van articulando la ciudad conformando una cuadrícula. El
pomoerium era la línea sagrada que rodea a la ciudad, la cual, según las necesidades
defensivas, podía ser una muralla; tras el pomoerium estaban las necrópolis , siempre
extramuros.
El foro era el centro urbano, religioso, político y comercial, en el que se encontraban los
templos, las basílicas, el Senado, así como tiendas, bibliotecas, termas, etc. Normalmente
era una plaza enlosada, rodeada de pórticos y decorada con efigies de emperadores. Era el
lugar frecuente de reunión, allí se situaban predicadores, filósofos, oradores que se dirigían
al público desde una tribuna, (rostra) etc.
El templo
Es una síntesis del griego y del etrusco, casi siempre pseudoperíptero (con columnas
alrededor de tres o los cuatro lados del templo. Se diferencia del griego porque está elevado
sobre un pódium al cual se accedía sólo por una escalinata situada en la fachada principal,
frente al templo griego que se podía realizar por los cuatro lados del templo. Uno de los
ejemplos mejor que mejor ha llegado hasta nuestros días es la Maison Carrée, en Nîmes (Francia), del
siglo I a.C., de orden corintio.

De planta circular se construían los templos de Vesta, el mejor conservado el situado en el


Forum Magnum, en cuyo centro se situaba el Fuego Sagrado de la ciudad, que las vírgenes
vestales debían preservar para el bien de la Ciudad y del Imperio.
El mejor ejemplo de templo circular y el más imponente es el Panteón, templo con cúpula
de media naranja en cuyo centro se abría una claraboya u óculo, por el que entra la luz del
sol, y que estaba dedicado a todos los dioses romanos.
Arquitectura civil
Destaca la basílica, mencionada antes, donde se desarrollaban procesos judiciales y
dedicadas asimismo a actividades comerciales. Su estructura, con la división de la planta en
una nave central y otras laterales, y la elevación de bóvedas de cañón sobre cada una de las
naves, será copiada por las primeras iglesias cristianas edificadas tras el edicto de Milán, a
partir del s.IV d.C. La basílica de Magencio es la mejor conservada.
Las termas
Otro edificio característico romano son las termas. No solo servían para la higiene, las
termas asimismo era el centro de reunión del pueblo romano, y donde se decidían, discutían
y resolvían asuntos de índole política o privada.
En época imperial constituían grandes complejos dotados de bibliotecas, habitaciones para
masajes, gimnasios, jardines, tiendas, etc; los baños estaban divididos en tres: tipos : los de
agua fría o frigidarium, agua templada o tepidarium y agua caliente o caldaria, con un
sistema de calefacción de "suelo radiante" ( hornos situados bajo el suelo de la sala) Como
ejemplo quedan las termas de Caracalla, en la que aun se pueden apreciar las bóvedas de
cañón.
Teatros, anfiteatros y circos
Los teatros los toman directamente de los griegos, pero con variantes e innovaciones. Por
ejemplo, en muchas ocasiones, en lugar de aprovechar el desnivel del terreno para las
gradas (cavea), las construyen sobre galería abovedadas. El teatro romano tiene fachada
exterior con estructura mixta , adintelación más arco y bóveda y con los tres órdenes en
superposición de pisos.
Entre la cavea y la escena estaba la orquesta que servía para instalar a los altos personajes,
y no como lugar del coro, que se traslada a un lateral de la escena llamado tribuna. El
Teatro de Mérida fue construido hacia el año 16-15 a. C y donado por Marco Agripa (yerno
del emperador Augusto).
El anfiteatro es como un teatro doble, es decir, circular y cerrado, como una plaza de toros
y de mayores dimensiones que el teatro. Se dedicaba a los espectáculos cruentos: lucha de
gladiadores , luchas de fieras salvajes, sacrificios de ladrones o disidentes -cristianos- e
incluso combates navales, inundándolo con agua del río Tíber que era canalizada hasta allí.
Eran circulares o elípticos y la arena se separaba de la cavea por una balaustrada muy alta.
Bajo la cavea estaban las dependencias subterráneas de las que salían los gladiadores, las
fieras, etc. En el exterior se repite la organización de fachada del teatro con dintel más
arco y superposición de órdenes. El anfiteatro Flavio o Coliseo data del siglo I d.C. Se
comenzó por Vespasiano en el 72 d.C. y fue terminado por su hijo Tito en el año 80. De
planta elíptica, con un diámetro largo de 187 metros, consta de cuatro pisos, con
superposición de órdenes en los tres primeros pisos y el último liso. En caso de mal tiempo
podía cubrirse con una gran lona sobre un entramado de railes.

El circo es el edificio más grande de todos. Con raíz en el estadio griego, se destinaba a las
carreras de cuadrigas y otros ejercicios atléticos. Su planta es rectangular alargada y los
graderíos están en los dos lados largos y en uno de los cortos que acaba en curva. El otro
lado corto es recto y en él se sitúan las cárceres o cuadras de salida para los carros. La pista
de arena está dividida longitudinalmente por la espina, que era ornamentada con esculturas,
obeliscos y el podium. En los extremos de la espina es donde se situaban la meta y la salida.
Los vencedores salían por la Porta Triunfalis situada en el lado corto curvo. El más
importante fue el Circo Maximo de Roma.
Monumentos triunfales y conmemorativos
El arco de triunfo es una auténtica creación romana. Desde época republicana existía la
costumbre de celebrar los triunfos de los generales, en los que se hacían desfilar haciéndolos
pasar por debajo del arco de triunfo, y en los que se exhibían las riquezas y prisioneros
obtenidos, a modo de exaltación de la gloria a de Roma. Estos arcos se erigían en lugares
estratégicos: en los foros, en los puentes para pasar por debajo de ellos, en las fronteras
para delimitar territorios, sobre vías públicas importantes o en lugares donde se había
producido algún hecho triunfal del personaje al que se dedicaba. la planta solía ser
rectangular pero también los hay de planta cuadrada; hay con un sólo arco, con tres, uno
central más grande y dos más pequeños a su lado, o con los tres iguales o, si es de planta
cuadrada, con cuatro, uno encada fachada. Se adornan con varias columnas sobre de
pedestal o pódium y sujetando un entablamento que soporta una franja superior llamada
ático, lugar donde se esculpían los relieves o inscripciones conmemorativas.
Otro monumento conmemorativo eran las columnas, la mejor conservada es la de Trajano,
donde se narra en una banda helicoidal continua de bajorrelieves la conquista de la Dacia
por el ejército romano.

ESCULTURA
Al contrario que los griegos, más preocupados por representar el canon n o ideal de belleza
humano, los romanos, llevados por su carácter más pragmático que idealista, buscan un
mayor realismo, aunque para determinadas esculturas , como las dedicadas a los dioses o al
los emperadores, surge una cierta idealización, suavizando los rasgos.
Tras la conquista de Grecia entre los siglos II -I a.C. se produjo una "invasión "cultural
contraria de Grecia sobre Roma. Gracias a esta podemos disfrutar de las obras clásicas
griegas, pu

es, de hecho, la inmensa mayoría que nos han llegado de estas obras son copias romanas,
excepto algunas pocas excepciones.
Esta influencia griega superó a la herencia etrusca, con un gusto más arcaico y
orientalizante, sumándose al propio carácter y tradiciones romanas.
De esta suma surge el retrato romano, que buscará un mayor realismo e individualización
frente a la idealización griega. El origen del gusto por el retrato puede rastrearse en las
Imagines Maiores, máscaras de cera que se realizaban de los difuntos (los Manes, los espíritus
de los antepasados, quienes eran venerados como protectores de las casas y las familias).
De ahí que muchos retratos representen rostros en edades maduras y avanzadas,
reproduciendo arrugas y expresiones severas, pues se realizaban directamente a partir la
máscara de cera del difunto.
Uno de los retratos republicanos más tempranos es el de Lucius Junius Brutus, el Libertador
que en el año 509 expulsó al último rey etrusco de Roma. Está fechada en el siglo IV a.C. La
técnica de fundición es etrusca pero el tratamiento del rostro del personaje es sin duda
romano. Los ojos son de pasta vítrea, que acentúa la profundidad de su mirada, su
expresión es seria pero serena.
En retratos posteriores, ya en la época de las guerras civiles y los triunviratos, existe ya un
absoluto dominio técnico mediante el cual se realiza un estudio psicológico del personaje.
Esto se puede observar en l
os retratos de Silla, Pompeyo el Grande, o Julio César, donde se refleja el carácter del
individuo.
En el Imperio, a partir de Augusto, se impone la moda griega, sobre todo para las clases
altas, surge una cierta idealización, sobre todo cuando se trata de representar a los
emperadores, evitándose los defectos que puedan afear los rostros, pues aparece el culto al
emperador, y esto se debe reflejar en el mármol ; el cónsul era un hombre, pero el Cesar se
acercaba a Dios. Aparecen retratos de cuerpo entero, con el emperador representado con
toga como autoridad religiosa o Pontifex Maximus, o como Imperator en armadura de
general, como en el retrato de Augusto de Prima Porta .
En época de Adriano, el helenismo de este emperador se traduce en un aumento de la
idealización, inspirándose en la escultura de la época de Fidias, con dos innovaciones: la
aparición de la barba y la incis
ión de las pupilas en el iris que dan gran expresividad a los retratos. Las obras más famosas
son los retratos de Antínoo, el favorito del emperador, joven de extraordinaria belleza que
murió prematuramente, y cuyo recuerdo quedó inmortalizado en numerosos bustos.

En la época de los antoninos el retrato se recarga. La barba y la cabellera se rizan


constantemente. Aparece una mayor idealización para una mayor dignificación, surgiendo el
retrato ecuestre, siendo el más conocido el del emperador filósofo Marco Aurelio, realizado
en bronce y situada en la plaza del capitolio de Roma, escultura que va a tener mucha
importancia en el renacimiento italiano.
En la baja época el retrato se va volviendo cada vez más estereotipado, coincidiendo con
una decadencia económica, militar y política de todo el Imperio. Una de las últimas grandes
obras será la estatua colosal de Constantino, de la que solo han quedado la cabeza, un pie y
una mano, en la que se puede observar esa simplificación del retrato del emperador, con las
grandes pupilas incisas. El retrato de aparta cada vez más de la realidad, preludiando la
estilización bizantina y el primitivismo medieval.
Hay que mencionar también los retratos femeninos, de las damas de la aristocracia y las
clases altas, en los que se puede contemplar las distintas modas a través de sus peinados,
desde la sencillez de la época de Augusto a los complicados peinados de la época de los
Flavios y la vuelta a la sencillez en tiempos de Trajano. Ejemplos importantes son los
retratos de la emperatriz Livia, Mesalina y Agripina, de Plotina (esposa de Trajano), etc.
El relieve
El relieve histórico adquirirá mucha importancia en el Imperio. Es un medio más propicio
para representar escenas complejas. Los temas casi siempre son históricos y se desarrollan
de forma narrativa y continua, representando campañas militares, como en la columna de
Trajano, hechos conmemorativos y ceremonias religiosas, como se puede ver en el Ara Pacis
o altar de la paz que levantó Augusto para conmemorar el fin de las guerras en el
Mediterráneo y la "Pax Augusta". En este ara aparece representada la procesión del cortejo
imperial dirigiendo sus ofrendas hacia el altar. Es un bajo relieve en piedra caliza con una
gran técnica en los pliegues de los vestidos, guardando cierta semejanza a los relieves del
Partenón y la representación de las Panateneas.
En el Arco de Tito los relieves ocupan las paredes interiores y muestran un desfile militar
con cetros y estandartes donde los victoriosos romanos celebran la conquista de Jerusalén,
mostrando los objetos sagrados sustraídos a los judíos: la menorah o candelabro de siete
brazos, incluso la famosa Arca de la alianza.

LA PINTURA ROMANA
Gracias, o por culpa, del enterramiento de Pompeya bajo las cenizas del Vesubio, hoy
tenemos el privilegio de poder disfrutar de la pintura romana, a lo largo de un periodo que
abarca desde el siglo II a.C. hasta el año 79 d.C. Esta se divide en cuatro estilos, conocidos
como 1º,2º, 3º y 4º estilos pompeyanos, en los que se distinguen dos tendencias principales:
el estilo neo ático, cuyo principal interés es la figura humana, y el helenístico-alejandrino,
interesado en la perspectiva y el ambiente.
1. Primer estilo -incrustación-, simula la decoración en mármol. La pared se divide en tres
franjas horizontales: la inferior, como un zócalo; la central, simulando placas de mármol; y
la superior, un friso corrido, generalmente blanco. Uso del rojo y de amarillo. Ej.:
decoración de la Casa del Fauno (Pompeya).
2.Segundo estilo - arquitectónico-, coloca columnas, entablamentos, ventanas figuradas con
paisaje al fondo, etc. Ej.: decoraciones de la Casa de Livia (Palatino). También se
representan bodegones o escenas simbólicas (obscenas/eróticas), ej. imp. son las de la Villa
de los Misterios, en la que se representan enigmáticas escenas de la iniciación de una joven
en los Misterios de Dionisos. Destaca el realismo de los rostros, la serenidad, el movimiento
circular de la toga en una de las figuras, como en una danza, los fondos rojos sobre los que
se recortan las figuras...
3. Tercer estilo -ornamental-, elementos arquitectónicos figurados e inspiración egipcia -
Casa de M. Spurio Masor-; escenas con figuras de amorcillos -Casa Veti, Pompeya-.
4.Cuarto estilo -figurativo-, coge del segundo estilo las ventanas figuradas con paisajes al
fondo, y del tercero, los motivos arquitectónicos orientales. Se incluyen, además, grandes
recuadros con escenas amorosas o mitológicas, y, a veces, de la vida real, o también paneles
circulares o cuadrados con cabezas, bustos, etc., tanto idealizados como de carácter
retratístico -Pareja de esposos del Mª de Nápoles, decoraciones de la Casa de Livia.
En la pintura destaca cierto conocimiento de la perspectiva así como la maestría a la hora de
representar las luces y sombras, técnicas que se pasarán al mosaico, con la dificultad
añadida de representar esos volúmenes y
gradaciones con pequeñas piedras de colores.

EL MOSAICO
Se utilizaba sobre todo para la decoración de pavimentos, paredes, fondos de piscinas, etc.
De temática variada, vegetal, animal, geométrica o histórica, se realizaba con dos técnicas
diferentes:
1.· El opus tesellatum es la más frecuente y se forma a base de piedrecitas cúbicas o teselas
y de varios colores. La tesela siempre tiene un color natural y están perfectamente
escuadradas.
2.· El opus sectile son losetas irregulares pintadas una vez que se han colocado. Es un
sistema más fácil y barato y tiene más posibilidades de cara a las composiciones difíciles,
pero se daba mucho menos.
Hay numerosísimos ejemplos de mosaicos. Además de escenas históricas, como el mosaico de
la Batalla de Isos, de Alejandro magno, son recurrentes las escenas mitológicas. Dionisos,
Orfeo, Poseidón y Anfitrite, Hércules y sus trabajos,... muchas veces aparece la cabeza de la
Gorgona en el centro de la composición. También son muy recurrentes los bodegones, a
veces muy realistas, representando platos de comida, de caza, de frutas... y las escenas
costumbristas, de actores de teatro, en el mercado, etc..escenas de la vida cotidiana,
petrificadas para siempre.
Conclusión
Si hay algo que nos llama la atención de las obras romanas es su durabilidad. A pesar del
paso de los siglos y milenios siguen ahí, transmitiéndonos con su silencioso testimonio el
recuerdo de la poderosa civilización de la que somos hijos y deudores. Tras el terrible
paréntesis de la Edad Media, el Renacimiento supuso volver de nuevo a las raíces
grecorromanas, rescatar la filosofía, los valores que las inspiraron, y todo ello quedó
reflejado sobre todo en el Arte. Las pinturas pompeyanas, los mosaicos de Mérida, los
relieves del Ara Pacis, el Acueducto segoviano, el Coliseo o el Panteón; en todos ellos nos
reconocemos, como algo familiar y nuestro, reconocemos el legado de Roma en nuestra
lengua, en el derecho, en la distribución de las ciudades, y también en el Arte, tan
"moderno", tan atemporal que es capaz de atravesar los siglos sin que el tiempo le afecte,
puesto que eran obras realizadas con intención de durar, de ser, en definitiva, eternas.

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