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La autoestima en el ser humano se puede definir como el conjunto de pensamientos y

sentimientos que tiene una persona acerca de si misma, bien sea positivos o negativos; en la
medida en que se oriente hacia uno u otro extremo la autoestima de la persona será alta o baja y
estará marcada por una serie de rasgos o conductas, las cuales finalmente van a influir en la forma
en que se percibe la realidad y el entorno, además de afectar directamente las relaciones con los
demás. Es así como encontramos a las personas con autoestima alta, que viene a ser la más
adecuada, las cuales son seguras de sí mismas, ya que se aceptan tal como son, son capaces de
reconocer sus errores sin que esto signifique sacrificar su amor propio, son participativos y
expresan sus opiniones con asertividad.

Por otro lado, tenemos a las personas con autoestima baja, la cual es potencialmente destructiva,
quienes incurren en reflexiones valorativas que los llevan a pensar que no pueden, a actuar con
indecisión, a ser pesimistas y a darse por vencidos antes de iniciar cualquier reto; cuando este tipo
de comportamiento se da de forman continua y se acentúan por algún tipo de factor externo –
matoneo, maltrato familiar, acoso laboral, discriminación, entro otros – puede degenerar en
desordenes patológicos, tanto físicos como psicológicos (depresión, ansiedad, insomnio,
trastornos alimenticios, etc.), que pueden llevar a la persona a la muerte, incluso auto inducida.

Como caso particular se puede mencionar la autoestima inflada, que para algunos autores es una
forma disfrazada de baja autoestima, donde la persona manifiesta un carácter de superioridad
frente a los demás, creyéndose casi un ser supremo sin posibilidad de errores o equivocaciones,
una persona superlativa, lo cual denota, finalmente, un alto grado de inseguridad.

La autoestima, como construcción conceptual y comportamental, está determinada por unos


componentes que facilitan su comprensión, los cuales van a variar de un autor a otro; de acuerdo
a Margarita Molina existen tres componentes de la autoestima: un componente cognitivo,
asociado a las ideas, opiniones y creencias; un componente afectivo o emocional, que tiene que
ver con las valoración de lo positivo y lo negativo, de lo que gusta y lo que disgusta; y un
componente conductual, determinado por los comportamientos y la forma en que los ejecutamos.

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