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Outsourcing de TI
El Outsourcing representa para las organizaciones una decisión estratégica respecto a
mantener una actividad específica insourcing (control y ejecución a cargo de un área interna
de la compañía) o tercerizarla (outsourcing), es decir contratar la ejecución de esa actividad
a través de un proveedor externo o tercero (J. Y. Park, Im, & Kim, 2011).
Este enfoque considera la generación de valor como un factor determinante del éxito de la
relación de outsourcing, cuyo origen se encuentra en el conocimiento y se logra a través de
la transferencia adecuada del mismo (Tiwana & Bush, 2007). De esta forma el valor para el
cliente se materializa en la medida en que el conocimiento que adquiere de su proveedor,
puede ser interiorizado y utilizado para mejorar su desempeño.
Park et al (2011) señala la confianza como un factor crítico en una situación de outsourcing
de TI, incluso más relevantes que en otros tipos de tercerización, ya que el cliente confía
en el proveedor de TI el control y operación de sus servicios y plataformas de TI; y refiere
el trabajo de Ba y Pavlou (2002) quienes encuentran que la confianza puede disminuir la
asimetría de información entre los clientes y los proveedores de servicios, disminuyendo el
riesgo de la relación y mejorando el desempeño del outsourcing.
Por otra parte, el aprendizaje cooperativo entre los actores es otro factor esencial en una
relación de intercambio social como el outsourcing, en el que existe una situación de
dependencia de poder (J. Park, 2007). Desde la teoría del intercambio social se sostiene
que la incertidumbre resultante de la escasez de recursos y la falta de conocimiento, en un
outsourcing de TI, puede ser disminuida mediante un proceso de intercambio
organizacional. Este proceso se basa en intercambio de conocimiento y recursos, a través
del aprendizaje cooperativo, el cual es una característica deseable en la creación y
transferencia de conocimiento (Bustinza, Molina, & Gutierrez-Gutierrez, 2010).
Los recursos de TI se pueden dividir en dos categorías: los activos de TI y las capacidades
humanas. Los activos de TI involucran dispositivos informáticos, equipos de
comunicaciones, sistemas de información, infraestructura y plataformas tecnológicas, que
facilitan la captura, procesamiento, almacenamiento y acceso a datos e información,
facilitando el proceso de creación y transferencia del conocimiento (J. Y. Park et al., 2011).
Por su parte, las capacidades humanas se refieren a las habilidades necesarias para
gestionar los activos de TI, las cuales representan un factor influyente en la transferencia
de conocimiento (J. Y. Park et al., 2011), (Tiwana & Bush, 2007), (Alexandrova, 2012).
Argote e Ingram (2000) sostienen que el personal de TI juegan el papel más importante en
la transferencia de tecnología, ya que su capacidad para absorber el conocimiento es
esencial en una relación de outsourcing, permitiendo mejorar el rendimiento en el proyecto
y la transferencia de conocimiento.
Dentro del enfoque basado en recursos surgen el éxito del outsourcing y el valor generado
como factores de influencias en las relaciones de outsourcing de TI, teniendo en cuenta
que el éxito de esta estrategia tiene un elemento económico importante que se evidencia a
través del vínculo estrecho entre el cumplimiento de los requerimientos de los servicios
tercerizados y su importe, en términos de reducción de costos de transacción; en tanto que
el valor generado se percibe como la diferencia entre los beneficios alcanzados frente a los
requerimientos iniciales del outsourcing.