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ORACIONES SUBORDINADAS CIRCUNSTANCIALES

Las oraciones subordinadas “circunstanciales” son aquellas oraciones dependientes que expresan una
circunstancia de la principal. Son ocho circunstancias: el lugar, el tiempo, la causa, la comparación, el fin, la
consecuencia, la condición y la concesión. Estas oraciones son también llamadas “adverbiales”, porque
desempeñan, respecto de la principal, el oficio de un adverbio. Así, en una oración como me levanto
temprano y me levanto cuando empieza a amanecer, “temprano” y “cuando empieza a amanecer”
desempeñan respecto de “me levanto” la función de un adverbio de tiempo. La diferencia radica en la
complejidad de “cuando empieza a amanecer”, pues ya requiere de un verbo conjugado introducido mediante
conjunción.
Entre las circunstanciales tienen prioridad las de lugar y de tiempo, las cuales desarrollan muy pronto su valor
modal. Desde la época indoeuropea las oraciones adverbiales circunstanciales se expresan mediante
conjunciones, que eran formas fosilizadas del pronombre relativo, como ὅθεν (“de donde”), ὅθι (“donde”);
posteriormente la misma función es desempeñada por formas casuales precedidas de preposiciones y
adverbios, como ἐν ᾧ, ἀφ᾽ οὗ, etc. La fosilización de algunas formas del relativo es particularmente
comprensible en los casos concretos de los que sólo quedan restos arcaicos en griego (ablativo, locativo,
instrumental); pero también se realiza en los casos vivos equivalentes, como el dativo (ἐν ᾧ) y genitivo (ἀφ᾽
οὗ), y especialmente en el nominativo y acusativo neutro: ὅ, ὅτι, ἅτε.

a. ORACIONES LOCATIVAS O DE LUGAR


Estas oraciones expresan una circunstancia de lugar respecto de la oración principal. Su sintaxis es la misma
que la de las oraciones de relativo, a las cuales son equivalentes (cf. aquél era el lugar donde pasé mi
infancia, equivalente a aquél era el lugar en que pasé mi infancia; ejemplos tomados de Gili Gaya, pp. 311-
312). Por esa razón, algunas gramáticas colocan este tipo de oraciones dentro de las relativas; otras les dan su
particular importancia como un apartado propio de las circunstanciales, como en estas hojas. Los modos
empleados en la época más antigua son el indicativo, el futuro de indicativo para la intencionalidad (con μή,
si es negado), el subjuntivo con ἄν, el giro irreal e iterativo, el optativo potencial, el optativo oblicuo y el
optativo por asimilación de modo.

Conjunciones
Las formas casuales fosilizadas, usadas como conjunciones relativas en oraciones locales, proceden del
ablativo y del locativo (empleadas casi exclusivamente con valor local) y del instrumental (usadas ya desde el
principio con valor local y modal). Veamos sólo las más frecuentes:
Forma procedente del locativo: οἷ, ᾗ “a donde”.
Forma procedente del instrumental: ὅπη, ὅ(π)πῃ, ὅπου “donde”
Formas adverbiales especiales: ὅθεν, ὁ(π)πόθεν “de donde”; ὁππόσε “adonde quiera que”; τόθι
“donde”; τόθεν “de donde”; las formas originariamente demostrativas ἔνθα “donde” y ἔνθεν “de
donde”.
Antes de ver algunos ejemplos, conviene indicar que en ocasiones estas conjunciones pueden estar en
correlación con adverbios de lugar, como en los siguientes ejemplos: tv= d' eiåj v s' aÄn e)gw¯ per aÃgw
(Hes., Op., 208), “e irás allí adonde yo te lleve”; oÀppv t' i¹qu/sv, tv= eiãkousi sti¿xej a)ndrw½n (Il., 12, 48), “por
donde avanza, por allí se retiran las filas de los hombres”.

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Otros ejemplos: oÀpou d' aÄn zw½, kako\j fanh/somai (E., Ph., 1005), “donde viva (yo), me mostraré malvado”;
oi¸ de\ Trapezou/ntioi o(po/qen me\n ta\ e)pith/deia r(#/dion hÅn labeiÍn, ou)k hÅgon (X., An., 5, 2, 2), “y
los de Trapezunte no (los) conducían (allí), de donde era fácil tomar provisiones”; ou) ga\r eÃt' aÃllon hÃpion wÒde
aÃnakta kixh/somai, o(ppo/s' e)pe/lqw (Od., 14, 138-139), “pues nunca hallaré otro rey tan benévolo donde quiera
que yo vaya”; me/llousi ga/r s', ei¹ tw½nde mh\ lh/ceij go/wn, // e)ntau=qa pe/myein eÃnqa mh/poq' h(li¿ou
// fe/ggoj proso/yei (S., El., 379-381), “pues van a enviarte, si no cesas en estos lamentos, allí donde nunca verás
la luz del sol”; feu= feu=, froneiÍn w¨j deino\n eÃnqa mh\ te/lh // lu/v fronou=nti (S., OT, 316-317), “ay, ay,
tener entendimiento cuán terrible (es) donde no sirve al que tiene entendimiento”; tau)ti¿k' aÃr' ei¹j oiånon ba/le
fa/rmakon, eÃnqen eÃpinon (Od., 4, 220), “de inmediato ciertamente echó un remedio al vino de donde bebían”.

i(/na
Mención aparte merece la conjunción ἵνα. Esta forma como adverbio “donde”, “a donde”, sirve para
introducir oraciones locales. Con esta acepción se emplea en Homero, y raras veces en época posterior,
aunque se hallan casos aislados en la poesía y en la prosa jónica y ática. Se construye preferentemente con
indicativo. De su transformación en conjunción final con modo subjuntivo se hablará más adelante, al tratar
de las oraciones correspondientes.
En Homero: sth=se d' aÃgwn iàn' ¹Aqhnai¿wn iàstanto fa/laggej (Il., 2, 558), “y se entabló la lucha donde se
formaban las falanges de los atenienses”.
En época posthomérica, con valor “donde”: to\ de\ kle/oj thlo/qen de/dorke ta=n ¹Olumpia/dwn e)n
dro/moij Pe/lopoj, iàna taxuta\j podw½n e)ri¿zetai (Pi., O, 1, 93-95), “la fama de las olimpiadas se ve lejos, en
las carreras de Pélope, donde la agilidad de pies se disputa”. Con valor de “a donde”: ¸Or#=j iàn' hÀkeij; (S., OT,
687), “¿ves a dónde has llegado?”

b. ORACIONES TEMPORALES
Las oraciones temporales son subordinadas circunstanciales que expresan en general una circunstancia de
tiempo respecto de la oración principal. Esta circunstancia puede referirse a un hecho simultáneo, anterior o
posterior al de la principal; pero tales consideraciones nada influyen en los tiempos de los verbos de las dos
oraciones, es decir, no hay propiamente una consecutio temporum como en latín. La construcción de las
oraciones temporales, parecida a la de las oraciones locales, es más rica en posibilidades, porque en las
temporales puede emplearse también el infinitivo. En líneas generales puede presentarse el siguiente esquema
de modos y tiempos: cuando el tiempo es definido, se emplea indicativo para el presente y el pasado,
subjuntivo con partícula modal para el futuro; cuando el tiempo es general o indefinido, se usa subjuntivo
prospectivo con partícula para el presente y el futuro, optativo oblicuo para el pasado. El optativo potencial
puede estar siempre para indicar la posibilidad.
Como en las oraciones anteriores, las conjunciones que introducen oraciones temporales proceden, en su
mayoría, del tema relativo.

A. Con conjunciones temporales derivadas del relativo

o(/te, o(ppo/te
La conjunción ὅτε es muy frecuente en Homero, pero menos que ὁ(π)πότε, ambas con el valor de “cuando”;
una y otra son relativamente poco usadas en Heródoto, pero se emplean con gran frecuencia de nuevo en
Tucídides.

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Con indicativo: La acción se desarrolla en un tiempo determinado: oiá d' oÀte dh\ lime/noj polubenqe/oj
e)nto\j iàkonto, i¸sti¿a me\n stei¿lanto (Il., 1, 432-433), “y éstos, cuando dentro del muy profundo puerto llegaron,
plegaron las velas”.
Con subjuntivo: ou) me\n soi¿ pote iåson eÃxw ge/raj o(ppo/t' ¹Axaioiì // Trw¯wn e)kpe/rsws' euÅ
naio/menon ptoli¿eqron (Il., 1, 163-164), “en verdad yo no obtengo un premio igual que tú, cuando los aqueos
destruyen una fortaleza bien construida de los troyanos”.
Con optativo oblicuo: e)ntau=qa Ku/r% basi¿leia hÅn kaiì para/deisoj me/gaj a)gri¿wn qhri¿wn plh/rhj,
aÁ e)keiÍnoj e)qh/reuen a)po\ iàppou, o(po/te gumna/sai bou/loito e(auto/n te kaiì tou\j iàppouj (X., An.,
1, 2, 7), “y allí tenía Ciro un palacio real y un gran parque de fieras salvajes que él cazaba a caballo cuando quería (=
cada vez que quería) ejercitarse a sí mismo y a los caballos”.

o(/tan, o(po/tan
Las conjunciones ὅταν y ὁπόταν, seguidas de subjuntivo prospectivo o eventual o futurístico, se usan para
expresar un tiempo futuro determinado o un tiempo presente general o indefinido; también en la repetición en
el futuro. Su significado es “cuando”. La forma proviene de la fusión de ὅτε y ὁπότε con ἄν.
Desde la época más antigua hasta el griego moderno se usó constantemente la forma fundamental ὅταν,
mientras que ὁπόταν cayó en desuso ya en la antigüedad. El modo del verbo fue antiguamente el subjuntivo,
pero después puede ser sustituido por el indicativo.
Con subjuntivo: ta/foj de\ poiÍoj de/cetai¿ m', oÀtan qa/nw; (E., IT, 625), “¿qué sepultura me recibirá cuando yo
muera?”; kaiì misqou= strateu/ontai, o(po/tan tij au)tw½n de/htai, dia\ to\ polemikoi¿ te kaiì pe/nhtej
eiånai: (X., Cyr., 3, 2, 7), “y combaten por la paga, cuando alguien los requiere, pues son belicosos y pobres”.
Con indicativo: kaiì ta\ pneu/mata ta\ a)ka/qarta, oÀtan au)to\n e)qew¯roun, prose/pipton au)t%½.
(Ev.Marc., 3, 11, 1-2) “y los espíritus impuros, cuando lo veían, caían ante él”; e)keiÍ eÃstai o( klauqmo\j kaiì o(
brugmo\j tw½n o)do/ntwn, oÀtan oÃyesqe ¹Abraa\m kaiì ¹Isaa\k kaiì ¹IakwÜb kaiì pa/ntaj tou\j
profh/taj e)n tv= basilei¿# tou= qeou= (Ev.Luc., 13, 28, 1-4), “y allí será el llanto y el rechinar de los dientes,
cuando vean ustedes a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios”.

e(/wj
La conjunción ἕως alterna, en la oración principal, con su correlativo τέως (“entonces”). En algunos pasajes
homéricos, ἕως y τέως son monosilábicos y pueden representar el grado previo del uso posterior temporal de
ὡς. Los valores fundamentales de ἕως son “mientras” y “hasta que”:
Con indicativo: parekomi¿zonto th\n ¹Itali¿an... eÀwj a)fi¿konto e)j ¸Rh/gion, th=j ¹Itali¿aj
a)krwth/rion (Th., 6, 44, 2-3), “y navegaron a lo largo de Italia… hasta que llegaron a Regio, en el extremo de Italia”.
Con subjuntivo, con partícula modal o sin ella: kaiì le/gei ( )Ihsou=j) toiÍj maqhtaiÍj au)tou=, Kaqi¿sate
wÒde eÀwj proseu/cwmai (Ev.Marc., 14, 32, 2-3), “y dice (Jesús) a sus discípulos: Siéntense aquí, mientras hago una
plegaria”; Kaiì mh\n ei¹ me/xri tou/tou perimenou=men, eÀwj aÄn h(miÍn o(mologh/sv polemeiÍn, pa/ntwn
e)sme\n eu)hqe/statoi (D., Phil3, 10, 1-2), “y si esperamos hasta ese momento, hasta que (él) reconozca que nos hace
la guerra, somos los más ingenuos de todos”.
En optativo: a) Con partícula (ke/ o ke/n = a)n
/ ): to/fra ga\r aÄn kata\ aÃstu potiptussoi¿meqa mu/q%
xrh/mat' a)paiti¿zontej, eÀwj k' a)po\ pa/nta doqei¿h: (Od., 2, 77-78), “mientras tanto recorrería la ciudad con
mi palabra reclamando el dinero hasta que todo (me) fuera devuelto”. b) Sin partícula: perieme/nomen ouÅn
e(ka/stote eÀwj a)noixqei¿h to\ desmwth/rion (Pl., Phd., 59, d, 4-5), “esperábamos, pues, cada vez, hasta que
fuera abierta la cárcel”.

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w(j
El valor temporal de ὡς procede del modal-comparativo y está en conexión con el causal, como puede verse
en el siguiente ejemplo (Il., 1, 599-600): aÃsbestoj d' aÃr' e)nw½rto ge/lwj maka/ressi qeoiÍsin w¨j iãdon
àHfaiston dia\ dw¯mata poipnu/onta “e inextinguible allí se excitó la risa a los dioses felices, cuando (= porque
o como), por sus casas, vieron a Hefesto afanarse” (RBN); ou)d' a)lao\j skopih\n eiåxe xrush/nioj ãArhj, w¨j
iãden àHfaiston klutote/xnhn no/sfi kio/nta (Od., 8, 285-286), “y, no ciego, Ares de riendas de oro estaba al
acecho, cuando vio a Hefesto, el ínclito en arte, yéndose lejos” (PTZ)
A partir del siglo V a.C., la conjunción ὡς equivale cada vez más a ὅτε “cuando”. Tiene este valor en Píndaro,
en Heródoto y en los trágicos, aunque en Sófocles alguna vez alterna con ἐπεί en el sentido de “una vez que”.
Heródoto, por ejemplo, y otros autores emplean ὡς τάχιστα para expresar esa idea de “tan pronto como”: ¸Wj
ga\r e)petro/peuse ta/xista, mete/sthse ta\ no/mima pa/nta kaiì e)fu/lace tau=ta mh\ parabai¿nein (Hdt., 1, 65, 21-
23), “pues, tan pronto como fue tutor (el legislador Licurgo de su sobrino), trasladó toda la legislación y cuidó
que no la transgredieran”.

hÅmoj
El significado fundamental es “cuando” y también “mientras”. Se construye con indicativo y subjuntivo. La
conjunción jónico-ática ἦμος puede alternar, en la oración principal, con su correlativa τῆμος (“entonces”, “en
aquel momento”) o incluso con to/te, con igual valor que τῆμος.
Con indicativo: åHmoj d' h)el
/ ioj kate/du kaiì e)piì kne/faj hÅlqe, dh\ to/te koimh/santo para\
prumnh/sia nho/j (Il., 1, 475-476), “y cuando el sol se fue abajo y sobrevino la sombra, entonces junto a las amarras
de la nave durmieron” (RBN).
Con subjuntivo: hÅmoj d' h)e/lioj me/son ou)rano\n a)mfibebh/kv, th=moj aÃr' e)c a(lo\j eiåsi ge/rwn
aÀlioj nhmerth\j (Od., 4, 400-402), “y cuando el sol haya recorrido hasta mitad del cielo, entonces el veraz anciano
marino sale del mar ”.

h(ni/ka
La conjunción ἡνίκα significa “(precisamente) en el tiempo que”, “cuando”. Se le añade corrientemente ὁπ-,
π-, τ- dando lugar a las formas ὁπηνίκα, πηνίκα, τηνίκα y τηνικαῦτα en Heródoto. Se emplea en la prosa ática,
también en dórico y en la koiné, con indicativo, subjuntivo y optativo.
Con indicativo: h(ni¿ka de\ dei¿lh e)gi¿gneto, e)fa/nh koniorto\j wÐsper nefe/lh leukh/ (X., An., 1, 8, 8),
“y (precisamente) en el tiempo que /cuando comenzaba la tarde, apareció una polvareda como una nube blanca”.
Con subjuntivo y ἄν: e)ca/rcw me\n ouÅn e)gwÜ h(ni¿k' aÄn kairo\j vÅ , paia=na (X., HG, 2, 4, 17), “así pues, yo
entonaré, cuando sea el momento oportuno, el peán”.
Con optativo potencial: Fi¿lippoj, kaiì fula/caj tou\j e)thsi¿aj hÄ to\n xeimw½n' e)pixeireiÍ, h(ni¿k' aÄn
h(meiÍj mh\ dunai¿meq' e)keiÍs' a)fike/sqai. (D., Phil1, 31, 5-32, 1), “Filipo, habiendo aguardado los vientos etesios
o el invierno, ataca, cuando nosotros no podríamos llegar allá”.

o(sa/kij,
o(posa/kij
La conjunción ática ὁσάκις (“cuantas veces”, “siempre que”), igual que la compuesta ὁποσάκις, se construyen
con indicativo, subjuntivo y optativo.
Con indicativo: ou)x o(r#=j oÀti kaiì o(sa/kij kexorh/ghke pa=si toiÍj xoroiÍj neni¿khke; (X., Mem., 3, 4,
3), “¿no ves que también cuantas veces ha sido corego, ha vencido a todos los coros?”

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Con subjuntivo y partícula modal: (faiÍmen aÄn) kaiì tou=to e)ceiÍnai poieiÍn o(posa/kij aÄn dokv= au)t%½
(Pl., Tht. 197.d.2), “(diríamos) que es lícito hacer esto cuantas veces le parezca bien”.
Con optativo oblicuo: kaiì o(sa/kij ¹Aqh/naze a)fikoi¿mhn, e)panhrw¯twn to\n Swkra/th (Pl., Tht., 144, d,
2-3), “y cuantas veces llegaba yo a Atenas, iba a interrogar a Sócrates”.

o)/fra
La conjunción ὄφρα es considerada como procedente del relativo, pero su etimología es incierta. Con valor
temporal significa “mientras”, “en tanto que”, como lat. dum, y se usa en correlación con τόφρα (“entonces”),
especialmente en la épica. Desde la época prehistórica, antes de la tradición, tiene también un valor final (ver
infra, oraciones finales) que predomina, ya en Homero, sobre el valor temporal.
Con el significado de “mientras” con indicativo: oÃfra me\n ouÅn Mele/agroj aÃrhi fi¿loj pole/mize,
to/fra de\ Kourh/tessi kakw½j hÅn, (Il., 9, 550-551), “pues mientras Meleagro querido de Ares combatía,
entonces iba mal a los Curetes”.
Con subjuntivo: οὔ μ' ἔτι δεύτερον ὧδε ἵξετ' ἄχος κραδίην ὄφρα ζωοῖσι μετείω, “a mí, así, ya no un
segundo pesar me llegará al corazón, mientras esté entre los vivos” (RBN).

B. Con casos del relativo y preposición

e)n %Â, e)n o(/s%


La expresión temporal ἐν ᾧ (ἐν ὅσῳ) es posthomérica y tiene dos significados: “mientras” y “hasta”.
a) Con significado “mientras” (“en tanto que”). α) Con indicativo: e)n oÀs% periekomi¿zonto, tw½n
e)xqrw½n eiã tina la/boien, a)pe/kteinon (Th., 3, 81, 2), “mientras se dirigían en torno, si a alguno de los enemigos
aprehendían, lo mataban”. β) Con subjuntivo y ἄν: kaiì e)n %Ò aÄn zw½men, ouÀtwj, w¨j eÃoiken, e)gguta/tw
e)so/meqa tou= ei¹de/nai, (Pl., Phd., 67, a, 2-3), “y mientras vivamos, así, como parece, muy cerca estaremos del
saber”.
b) Con significado “hasta”. α) Con indicativo: kaiì tou\j Plataia=j eÃtrefon oi¸ Peloponnh/sioi
h(me/raj tina/j, e)n oÀs% oi¸ e)k th=j Lakedai¿monoj dikastaiì pe/nte aÃndrej a)fi¿konto (Th., 3, 52, 3),
“los peloponesios alimentaron a los plateos unos días, hasta que llegaron de Esparta cinco hombres en calidad de
jueces”. β) Con subjuntivo y ἄν: ei¹ ga\r nu=n, eÃfh, eÃti o)li¿goi ei¹siìn oi¸ eÃcw tou= e)ru/matoj, e)n %Ò aÄn
prosi¿wmen, polloiì eÃsontai (X., Cyr., 3, 3, 46), “si, pues, ahora, dijo, todavía son pocos los que están fuera de la
muralla, hasta que avancemos, serán muchos”.

e)c ouÂ, a)f᾿ ouÂ


(o(/tou), e)c o(/tou
En Homero se halla sólo la forma ἐξ οὗ; en época posterior aparecen ἀφ᾽ οὗ (ὅτου), ἐξ ὅτου, todas con el
significado de “desde que”. Las construcciones usadas llevan indicativo o subjuntivo.
a) Con indicativo: Kaiì tau=q' h(miÍn sumbe/bhken e)c oÀtou Dhmosqe/nhj pro\j th\n politei¿an proselh/luqen
(Aeschin., Ctes., 134, 5-7), “y estas desgracias nos han sucedido desde que Demóstenes se ha acercado a la política”.

b) Con subjuntivo y partícula modal: a)f' ou d' aÄn e)ce/lqwsi xro/nou ouÂtoi auÅ pe/nte kaiì eiãkosin
eÃth dia/gousin wÒde (X., Cyr., 1, 2, 13), “desde el tiempo que salen, éstos a su vez pasan así veinticinco años”.

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a)/xri ouÂ, me/xri
ouÂ
Las formas ἄχρι οὗ, μέχρι οὗ son posthoméricas y significan “hasta que”. Se construyen con indicativo y
subjuntivo, principalmente.
a) Con indicativo: e)k tou/tou d' e)nauma/xhsan oi¸ me\n e)n ta/cei, oi¸ de\ ¹AqhnaiÍoi diesparme/naij
taiÍj nausi¿, me/xri ou eÃfugon a)pole/santej pentekai¿deka trih/reij (X., HG, 1, 5, 14), “y después de
esto, lucharon en combate naval, unos en orden, pero los atenienses con las naves dispersas, hasta que huyeron
perdiendo quince trirremes”.
b) Con subjuntivo: α) Solo: katati¿qetai e)j Te/nedon me/xri ou toiÍj ¹Aqhnai¿oij ti do/cv (Th., 3, 28,
2), “los desembarca en Ténedos hasta que algo les parezca bien a los atenienses”. β) Con ἄν: a)lla\ me/xri tou/tou
poih/sontai th\n diafora/n, me/xri ouâ aÄn oi¸ aiãtioi a)nagkasqw½sin u(po\ tw½n a)naiti¿wn
a)lgou/ntwn dou=nai di¿khn (Pl., R., 471.b.3-5), “pero hasta entonces promoverán querellas, hasta que los culpables
sean obligados, por los que sufren siendo inocentes, a pagar sus culpas”.

C. Con conjunciones temporales no derivadas del relativo

pri/n
En su origen πρίν “antes” era un adverbio y como tal lo usan Homero, los escritores áticos y Heródoto. Se
halla con tiempos del pasado, con futuro, con subjuntivo prospectivo, con potencial, con optativo oblicuo en
sustitución del subjuntivo, con imperativo y con infinitivo. Después de Homero, aparece también como
atributo y como preposición; de este valor preposicional (πρίν ὥρας, Pí. 4, 43, “antes del tiempo oportuno”)
han salido oraciones accesorias elípticas.
La transformación del adverbio πρίν en conjunción temporal se efectúa primeramente en oraciones de
infinitivo; cuando este infinitivo fue considerado como dependiente, el adverbio πρίν “antes” se transforma en
la conjunción “antes que”, “antes de que”. El paso se da primeramente cuando la oración precedente es
negativa: a)lla\ kaiì eÃmphj ou) lh/cw priìn Trw½aj aÀdhn e)la/sai pole/moio (Il., 19, 422-423), “y, no
obstante, no cesaré, antes de llevar a los troyanos a la saciedad de la guerra” = “y, no obstante, no cesaré, antes que
lleve a los troyanos a la saciedad de la guerra”. Después, según este ejemplo, se puede juntar a una oración
afirmativa: tou\j Zeu\j e)cole/seie priìn hÀmin ph=ma gene/sqai (Od., 17, 597), “ojalá Zeus los perdiera por
completo, antes de que se conviertan en un daño para nosotros”.
En las oraciones con verbo finito, el uso de πρίν como conjunción tiene su arranque en oraciones
independientes futuras, prospectivas y finales, después de oraciones negativas; el uso de πρίν con subjuntivo
es también dialectal.
En los poemas homéricos la oración temporal con πρίν tiene muchas construcciones. Las construcciones de
πρίν después de Homero se amplían, por una parte, y se restringen, por la otra, en ciertos escritores. Sólo nos
enfocaremos aquí al ático.

Sólo en ático
La oración con πρίν en ático tiene construcciones diversas, más ricas en posibilidades que en Homero, ya con
infinitivo, ya con indicativo, subjuntivo y optativo.
a) Con infinitivo. Se indica una anterioridad en abstracto. Se usa el infinitivo después de oración negativa y
afirmativa. a1) Después de oración negativa: Es constante el empleo del aoristo: kai¿ moi mh\ qorubh/sv
mhdeiìj priìn a)kou=sai (D., Pax, 15, 1-2), “y nadie me produzca alboroto antes de oír(me)”. a2) Después de
oración afirmativa. Pueden usarse también el presente y el perfecto de infinitivo. Los ejemplos son menos

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numerosos: priìn le/gein <d'>, u(ma=j todiì // e)perh/somai¿ ti mikro/n (Ar., Lys., 97-98), “antes de hablar,
haré a ustedes esta pequeña pregunta”; kathgoreiÍj ga\r priìn maqeiÍn to\ pra=gma/ mou (Ar., Plu., 376), “pues
(me) acusas antes de conocer mi negocio”.
b) Con indicativo. Se emplea para expresar una anterioridad considerada realmente efectiva. Los tiempos
empleados son el aoristo y el imperfecto. b1) Después de oración regente negativa: El significado de πρίν
equivale lógicamente a “antes de que”, “hasta que”: Ou) ga\r pro/teron e)pau/santo, priìn to/n te pate/r'
e)k tou= stratope/dou metepe/myanto kaiì tw½n fi¿lwn au)tou= tou\j me\n a)pe/kteinan, tou\j d' e)k
th=j po/lewj e)ce/balon (Isoc., De big., 8, 1-4), “pues, antes no descansaron hasta que hicieron venir a mi padre del
campamento y mataron algunos de sus hijos, y a otros expulsaron de la ciudad”. b2) Después de oración regente
afirmativa. Esta construcción es propia de la poesía y de Tucídides: ¹Hgo/mhn d' a)nh\r // a)stw½n me/gistoj
tw½n e)keiÍ, pri¿n moi tu/xh // toia/d' e)pe/sth (S., OT, 775-777), “y era yo considerado el hombre más poderoso
de entre los ciudadanos de allí, antes de que esta suerte me sobreviniera”.
c) Con pretérito irreal de indicativo: En la oración regente, de ordinario negativa, se expresa un hecho irreal
al que va referida la anterioridad con πρίν: ou)k aÄn e)skeya/meqa pro/teron eiãte didakto\n eiãte ou)
didakto\n h( a)reth/, priìn oÀti e)stiìn prw½ton e)zhth/samen au)to/ (Pl., Men., 86, d, 4-6), “no hubiéramos
examinado primero si la virtud se puede o no enseñar, antes de que/hasta que hubiéramos examinado primero qué cosa
es ella misma”.
d) Con subjuntivo. La anterioridad es esperada; el subjuntivo tiene valor prospectivo y se construye con
partícula modal o sin ella. Generalmente se usa después de oración regente negativa. d 1) Después de oración
negativa: mh\ a)pe/lqhte priìn aÄn a)kou/shte (X., An., 5, 7, 12), “no se retiren antes de que hayan escuchado”;
mh\ ste/naze priìn ma/qvj (S., Ph., 917), “no gimas antes de enterarte (= antes de que te enteres)”. d2) Después de
oración afirmativa: Es una construcción rara: àOstij ouÅn oiãetai tou\j aÃllouj koinv= ti pra/cein
a)gaqo\n priìn aÄn tou\j proestw½taj au)tw½n dialla/cv, li¿an a(plw½j eÃxei (Isoc., Paneg., 16, 4-6), “pues
quienquiera que piense que los otros realizarán en común algo bueno, antes de que haya reconocido a sus presidentes, es
demasiado simple”.
e) Con optativo. e1) Potencial: aÃll' ouÃpot' eÃgwg' aÃn, priìn iãdoim' o)rqo\n eÃpoj, memfome/nwn aÄn
katafai¿hn (S., OT, 504-506), “pero yo al menos nunca daría mi asentimiento a estas acusaciones, antes de que viera
correcta esta predicción”. e2) Oblicuo: oi¸ e)pith/deioi e)n t%½ stratope/d% e)de/onto mh\ a)pelqeiÍn priìn
a)paga/goi to\ stra/teuma (X., An., 7, 7, 57), “los amigos cercanos en el ejército le rogaban que no se marchara
antes que llevara fuera el ejército”.

priìn h)/
Por influencia o analogía de πρότερον ἤ, πάρος ἤ recibió πρίν la adición de ἤ que se halla en Heródoto, en
escritores del siglo IV y en la koiné, con infinitivo, indicativo o subjuntivo.
a) Con infinitivo: Oi¸ de\ Ai¹gu/ptioi, priìn me\n hÄ Yammh/tixon sfe/wn basileu=sai, e)no/mizon
e(wutou\j prw¯touj gene/sqai pa/ntwn a)nqrw¯pwn (Hdt., 2, 2, 1-3), “Y los egipcios, antes que Psamético
reinara sobre ellos, creían ser los primeros de todos los hombres”.
b) Con indicativo: ou) pro/teron a)ph=lqon priìn hÄ t%½ lim%½ a)pe/kteinan (Licurg., Leoc., 129, 1-2), “No se
alejaron antes de que (los) mataran de hambre”.
c) Con subjuntivo: h( Puqi¿h. . . ou)k eÃfh xrh/sein, priìn hÄ to\n nho\n th=j ¹Aqhnai¿hj a)norqw¯swsi
(Hdt., 1, 19, 10-12), “la Pitia dijo que no daría oráculos antes de que reedificaran el templo de Atenea”.

e)/ste
La conjunción ἔστε tiene dos significados; “hasta que” y “mientras”. Se construye con indicativo, subjuntivo
(ordinariamente con partícula modal), con optativo oblicuo y con infinitivo.

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a) Con el valor “hasta”: h( d'. . . mi¿mnei th\n au)th=j wÐrhn o(dou=, eÃst' aÄn iàkhtai (Hes., Th., 753-754),
“la otra espera la hora de su jornada, hasta que llegue”.
b) Con el valor de “mientras”: e)do/kei toiÍj strathgoiÍj be/ltion eiånai do/gma poih/sasqai to\n
po/lemon a)kh/rukton eiånai eÃst' e)n tv= polemi¿# eiåen (X., An., 3, 3, 5), “les parecía a los estrategos que la
mejor decisión era hacer la guerra no declarada, mientras estuvieran en tierra enemiga”.
c) Con infinitivo: καὶ αὐτοῦ κατέμενεν ἔστε παρελθεῖν τὸ ἀκμαῖον τοῦ χειμῶνος (Arr., An. 4, 7, 1), “y
allí iba a permanecer hasta que pase lo (más) fuerte del invierno”.

a)/xri(j),
me/xri(j)
Las formas ἄχρι(ς), μέχρι(ς) son originariamente preposiciones que se convirtieron en conjunciones, porque
seguidas de οὗ (relativo) tenían idéntico valor que ἕως. Sus significados son “hasta” y “mientras”. Sus
construcciones son casi las mismas de πρίν, que se añade a veces en la koiné a las formas estudiadas.
a) Con indicativo: Con significado “hasta”: kaiì tau=ta e)poi¿oun me/xri sko/toj e)ge/neto (X, An., 4, 2, 4),
“y esto hacían hasta que se hizo de noche”. Con el significado de “mientras”: me/xri me\n ouÅn oi¸ toco/tai
eiåxo/n te ta\ be/lh au)toiÍj kaiì oiâoi¿ te hÅsan xrh=sqai, oi¸ de\ a)nteiÍxon (Th., 3, 98, 1), “así pues,
mientras los arqueros tenían dardos y eran capaces de usarlos, ellos resistían”.
b) Con subjuntivo: b1) Sin partícula: Me/xri de\ tou=to iãdwmen, mene/omen par' h(miÍn au)toiÍsi (Hdt., 4,
119, 17-18), “hasta que veamos esto, nos quedaremos aparte”. b2) Con partícula: a)lla\ fula/ssesqai xrh\,
aÃxrij aÄn ai¸ te/ssarej kaiì eiãkosin h(me/rai pare/lqwsin (Hp., Aff., 40, 18-19), “pero es necesario vigilar,
hasta que pasen los veinticuatro días”.
c) Con optativo: Farna/bazoj de\ a)ciw½n deiÍn ka)keiÍnon o)mnu/nai, perie/menen e)n Kalxhdo/ni, me/xri
eÃlqoi e)k tou= Buzanti¿ou (X., HG., 1, 3, 11), “y Farnabazo, considerando que era necesario que aquél prestara
juramento, aguardaba en Calcedonia, hasta que (aquél) viniera de Bizancio”.
d) Con infinitivo: kaiì oi¸ i¸pph=j. . . eÃnoploi me/xri te sbesqh=nai to\ pu=r pareka/qhnto pa/ntej
a)mf' au)to/ (App., Hisp., 317, 4-6), “y los jinetes… en armas, hasta que el fuego se apagara, se sentaban todos
alrededor de él (el fuego) ”.

e)pei/, e)peidh/
La conjunción ἐπεί tiene el sentido temporal subordinante: “después que”, “desde que”, “cuando”. Ya en
Homero existe la significación causal originada de la temporal (ver infra, pp. 10-11).
Las construcciones de ἐπεί (ἐπειδή) son muy variadas y su significación reviste múltiples matices.
a) En indicativo. a) Con aoristo. 1) Con el significado “después (de) que”: Oi¸ de\ Peloponnh/sioi e)peidh\
eÃtemon to\ pedi¿on, parh=lqon e)j th\n Pa/ralon gh=n kaloume/nhn me/xri Laurei¿ou (Th., 2, 55, 1),
“Y los peloponesios, después de que devastaron la llanura, pasaron al territorio llamado Páralo, hasta Laurio”. 2) Con el
significado “desde que”: ãAndra moi eÃnnepe, Mou=sa, polu/tropon, oÁj ma/la polla\ pla/gxqh, e)peiì
Troi¿hj i¸ero\n ptoli¿eqron eÃperse (Od 1, 1-2), “Háblame, musa, del varón de multiforme ingenio que anduvo
errante mucho tiempo, después que destruyó la sagrada ciudad de Troya”.
β) Con presente. Con valor “desde que”: e)pei¿te de\ Pe/rsai eÃxousi to\ kra/toj, e)stiì tou= basile/oj
(tou=to toì pedi/on) (Hdt., 3, 117, 5-6), “desde que los persas tienen el dominio, es del rey (esta llanura)”.

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γ) Con imperfecto. En el sentido de “cuando”: e)peiì de\ h)sqe/nei DareiÍoj kaiì u(pw¯pteue teleuth\n
tou= bi¿ou, e)bou/leto twÜ paiÍde a)mfote/rw pareiÍnai (X., An., 1, 1, 1), “y cuando estaba enfermo Darío y
temía el fin de su vida, quería que estuvieran presentes sus dos hijos”.
δ) Con perfecto. Con el valor de “después de que”: )Epeidh\ ga\r e)chpa/thsqe me\n u(meiÍj u(po\ tou=
Fili¿ppou... e)chpa/thnto d' oi¸ talai¿pwroi FwkeiÍj kaiì a)nv/rhnq' ai¸ po/leij au)tw½n, ti¿ e)ge/neto;
(D., Cor., 42, 5 ss), “pues, después de que ustedes quedaron engañados por Filipo… y también quedaron engañados los
desgraciados focenses y quedaron tomadas la ciudades de éstos, ¿qué sucedió?”
b) Con subjuntivo. Siempre con partícula modal. En ático, ἐπάν, ἐπειδάν: a)ndro\j d' e)peida\n aiâm'
a)naspa/sv ko/nij // aÀpac qano/ntoj, ouÃtij eÃst' a)na/stasij (A., Eu., 647-648), “y después de que el polvo
beba la sangre de un hombre que ha muerto, no hay ninguna resurrección”.
c) Con optativo. e)peidh\ ga\r prosba/loien a)llh/loij, ou) r(#di¿wj a)pelu/onto u(po/ te tou= plh/qouj
kaiì oÃxlou tw½n new½n (Th., 1, 49, 3), “pues después de que se atacaban los unos a los otros, no se separaban
fácilmente debido a la multitud y muchedumbre de las naves”. 2) Con ἐπήν y ἐπειδάν se usa también el optativo
potencial por la estrecha unión de ἄν con la conjunción: aÄn eÃgwge nu=n me\n a)nw¯goimi. . . teu/cesqai
me/ga do/rpon, e)ph\n teisai¿meqa lw¯bhn (Il., 19, 205-208), “yo ordenaría ahora ciertamente preparar una gran
comida, después de que castiguemos el ultraje”.
e) Con infinitivo en discurso indirecto: (a)pe/fainon). . . e)peiì de\ e)sterh=sqai au)tw½n (scil. τῶν ἀγαλμάτων)
ou) di¿kaioi eiånai a)pofe/rein eÃti (Hdt., 5, 84, 6), “explicaban que, después de ser despojados de estas (estatuas),
no era justo que pagaran otra contribución”.

c. ORACIONES CAUSALES
La oración subordinada causal expresa la causa o el motivo de la oración principal; la relación entre la
principal y subordinada es idéntica a la establecida entre efecto y causa, respectivamente. Conjunciones
originariamente causales propiamente dichas no existen en griego, pues la mayoría se remontan a temporales:
ἐπεί, ἐπειδή, ὁπηνίκα; otras son relativas, ya locales como ὅπου, ὅθεν, ya declarativas como ὅτι, ya
comparativas como ὡς y ὅπως. Son causales desde un principio las combinaciones de preposiciones con el
relativo: διότι, οὕνεκα, ὁθούνεκα, ἐφ᾽ ᾧ y la forma ἀνθ᾽ ὧν.
Ordinariamente las oraciones causales se construyen con indicativo; pero también pueden adoptar (con ἐπεί)
el optativo potencial y el giro irreal, cuando la causa es solamente posible o totalmente imposible,
respectivamente; asimismo pueden llevar el optativo oblicuo (especialmente con ὅτι, ὡς), cuando la causa es
subjetiva y está ligada al pasado; excepcionalmente se emplea el optativo cupitivo.

o(/ti
Oración causal con ὅτι, “porque, ya que”: e)gwÜ ga\r nu=n kaiì periì tou= sw¯matoj kaiì periì tw½n
xrhma/twn kaiì periì tw½n aÃllwn a(pa/ntwn kinduneu/w, oÀti toiÍj th=j po/lewj no/moij e)peiqo/mhn
(Lys., Or1, 50, 1-3), “pues, ahora yo corro peligro en mi vida y en mi dinero y en todo lo demás, porque obedecí las
leyes de la ciudad”.

dio/ti, dio/,

di ) o(/, dio/per
La conjunción διότι es equivalente de δι᾽ ὅ τι “por lo que, porque”. Se usa en Heródoto y los escritores áticos:
dio/ti aÃra oÀsio/n e)stin fileiÍtai, a)ll' ou)x oÀti fileiÍtai, dia\ tou=to oÀsio/n e)stin; (Pl., Euthphr., 10,
d, 6-7), “¿en realidad porque es santo es amado, pero no porque es amado, por esto es santo?; Peleia/dej de/ moi
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doke/ousi klhqh=nai pro\j Dwdwnai¿wn e)piì tou=de ai¸ gunaiÍkej, dio/ti ba/rbaroi hÅsan (Hdt., 2, 57, 1-
3), “Y me parece que las mujeres fueron llamadas palomas por los dodóneos por esto, porque eran bárbaras”.
En ático se emplean como διότι las conjunciones διό (δι᾽ ὅ) y διόπερ: kaiì ou) mo/non e)gw¯, a)lla\ kaiì oi¸
e)moiì fi¿loi ouÀtwj eÃxontej periì e)mou= diatelou= sin, ou) dia\ to\ fileiÍn e)me/ [...] a)lla\ dio/per kaiì
au)toiì aÄn oiãontai e)moiì suno/ntej be/ltistoi gi¿gnesqai (X., Mem., 4, 8, 7-8), “y no sólo yo, sino también
mis amigos respecto de mí continuamente son así, no porque me amen […], sino porque creen que conversando
conmigo llegarán también ellos a ser mejores”.

N.B. La conjunción διότι puede significar también “que” por influencia de ὅτι, que significa “porque” y
“que”: Dio/ti me\n ga\r e)k tw½n barba/rwn hÀkei, punqano/menoj ouÀtw eu(ri¿skw e)o/n ( (Hdt., 2, 50, 2-3),
“que efectivamente (los nombres de los dioses) provienen de los bárbaros, habiéndolo investigado encuentro que es así”.
Se usa también διότι en la interrogación indirecta: fra/sw di' oÀ ti moi doke/ei plhqu/esqai o( NeiÍloj
tou= qe/reoj (Hdt., 2, 24, 2-3), “explicaré por qué me parece que el Nilo aumenta en verano”.

w(j
El valor causal de ὡς procede del valor modal “como, de qué manera”. a) El significado causal se advierte
primero con verbos de sentimiento: e)mo\n d' e)ge/lasse fi¿lon kh=r, w¨j oÃnom' e)capa/thsen e)mo\n (Od.,
9, 413-414), “y mi corazón se regocijó, (de cómo) porque mi nombre (lo) había engañado”.
b) En época posterior puede hallarse ὡς “porque” después de cualesquiera verbos: w¨j d' ou)k hÃqelon...
th\n summaxi¿an pepoih=sqai... pro\j tv= po/lei kaiì mhxanh/mat' e)pisth/saj e)polio/rkei (D., Cor.,
87, 8 sg.), “y porque ellos no querían… hacer una alianza militar…, contra la ciudad habiendo dirigido máquinas, la
asediaba”.
c) La conjunción ὡς se usa con optativo oblicuo para la motivación subjetiva en la esfera del pasado: oiåsqa
e)paine/santa au)to\n to\n ¹Agame/mnona w¨j basileu/j te eiãh a)gaqo\j kratero/j t' ai¹xmhth/j; (X.,
Smp., 4, 6, 9-11), “¿sabes que él alabó a Agamenón, porque, dizque, era un buen rey y un poderoso guerrero?”

o(/pwj
Ya desde Homero la conjunción ὅπως tiene valor causal que, como en el caso de ὡς, procede del valor modal.
El sentido causal se halla frecuentemente después de verbos de sentimiento: Oi¹kti¿rw nin eÃgwg', oÀpwj, //
noseiÍ me\n no/son a)gri¿an (S., Ph., 169 sgs.), “yo mismo lo compadezco, porque… sufre una enfermedad salvaje”.

e)pei/, e)peidh/
La conjunción ἐπεί tiene ya desde Homero valor causal (cf. supra, p. 8). Se construye con múltiples y
variadas formas verbales: indicativo, optativo oblicuo, cupitivo y potencial; con irreal y con infinitivo de
estilo indirecto. Veamos las más importantes:
a) Con indicativo. En todos los tiempos para expresar una causa real: a)ll' e)peidh\ su\ bou/lei, a)pokri¿nou (Pl.,
Gorg 449.c.6), “pero, puesto que tú quieres (responder), responde”.

b) Con optativo oblicuo. e)moiì me\n ouÅn tau=ta le/gwn ou) mo/non tou\j suno/ntaj e)do/kei poieiÍn
o(po/te u(po\ tw½n a)nqrw¯pwn o(r%½nto, a)pe/xesqai tw½n a)nosi¿wn te kaiì a)di¿kwn kaiì ai¹sxrw½n,
a)lla\ kaiì o(po/te e)n e)rhmi¿# eiåen, e)pei¿per h(gh/sainto mhde\n aÃn pote wÒn pra/ttoien qeou\j
dialaqeiÍn (X., Mem., 1, 4, 19), “así pues, diciendo esto, (él) me parecía que no sólo hacía que sus discípulos, cuando
eran vistos por los hombres, se alejaran tanto de las cosas impías, como de las injustas y feas, sino también cuando
estaban en soledad, precisamente porque consideraban que nada de las cosas que alguna vez hacían escapaban a los
dioses”.

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c) Con optativo potencial. Cuando la oración causal explica no un hecho real, sino posible en el presente o en
el futuro, se construye en optativo con ἄν: nu=n ga/r x' àEktor' eÀloij, e)peiì aÄn ma/la toi sxedo\n
eÃlqoi (I.,l 9, 304), “pues ahora pordrías alcanzar a Héctor, porque avanzaría muy junto a ti”; ou) ga\r h(liki¿an eÃxei
// para\ soiì kaqeu/dein thlikou=toj wÓn, e)peiì // mh/thr aÄn au)t%½ ma=llon eiãhj hÄ gunh/. (Ar., Ec.,
1038-1040), “no tiene edad para dormir junto a ti, tan joven siendo, porque tú podrías ser para él madre más bien que
esposa”.
d) Con irreal. ãEcoida d' w¨j me/lei g', e)peiì ouÃpot' aÄn sto/lon // e)pleu/sat' aÄn to/nd' (S., Ph., 1037-
1038), “sé bien que hay preocupación (en los dioses), porque ustedes jamás hubieran hecho por mar esta expedición”.

N.B. La conjunción ἐπεί por un relajamiento de la dependencia o subordinación, toma un valor causal
coordinativo equivalente a “pues”, “pues de otra manera”, equivaliendo a un simple ga/r: a)gaqoiì de\ kaiì
sofoiì kata\ dai¿mon' aÃndrej e)ge/nont'! e)peiì a)nti¿on pw½j aÄn trio/dontoj ¸Hrakle/hj sku/talon ti¿nace
(Pi., O, 9, 28 ss), “los hombres llegan a ser buenos y sabios con la ayuda de la divinidad; pues de otra
xersi¿n;
manera ¿cómo hubiera blandido Heracles la maza en sus manos frente al tridente?”

a)nq ) wân
La combinación ἀνθ᾽ ὧν significa “por esto que”, “porque”: paraxrh=ma de\ e)pa/tacen au)to\n aÃggeloj
kuri¿ou a)nq' wÒn ou)k eÃdwken th\n do/can t%½ qe%½ (Act.Ap. 12, 23), “y al instante lo hirió un ángel del Señor,
porque no dio gloria a Dios”; o)rgizo/menoj ga\r toiÍj Lakedaimoni¿oij a)nq' wÒn e)pepo/nqei periì panto\j
e)poieiÍto e)lqeiÍn te ei¹j th\n xw¯ran au)tw½n kaiì timwrh/sasqai oÀ ti du/naito (X, HG 4.8.6.10-12),
“pues, enemistado con los lacedemonios por esto que había sufrido, estimaba en mucho ir a su territorio y vengarse
como podía”.

ou(/neka,
o(qou/neka
La conjunción οὕνεκα se usa en Homero y sus imitadores; la conjunción ὁθούνεκα se emplea especialmente
en la tragedia: oÁ [sc. Dio\j ui¸o/j] ga\r basilh=i+ xolwqeiìj nou=son a)na\ strato\n oÃrse kakh/n,
o)le/konto de\ laoi¿, ouÀneka to\n Xru/shn h)ti¿masen a)rhth=ra (Il. 1, 9-11), “él [el hijo de Zeus = Apolo]
promovió una enfermedad terrible en el ejército, y perecían los hombres, porque injurió al sacerdote Crises”; zhlw½ s'
o(qou/nek' e)kto\j ai¹ti¿aj kureiÍj (A., Pr., 330), “te envidio, porque estás fuera de culpa”.

d. ORACIONES MODAL-COMPARATIVAS
En el concepto de “oración comparativa” se comprenden el matiz comparativo y modal. En español se tratan
por separado estos dos valores, pero en griego la distinción no es tan clara.
Cuando se hace referencia al matiz comparativo, deberá entenderse una oración subordinada que establezca
una comparación respecto de la principal, o que sea equivalente a un segundo término de comparación ya sea
cuantitativa o cualitativa; en español está introducida por “tanto”, “como”, “cual”, “como si”, etc., “más
(menos) que”. Al hablar de matiz modal, hay que entender una oración subordinada que expresa el modo o
manera de realizarse la principal; en español está introducida por “según”, “de la manera que”, etc.
En griego, las oraciones comparativas se construyen con indicativo, subjuntivo y optativo. En el estudio de
las conjunciones más importantes se indicarán las posibilidades respecto de los modos o formas verbales.

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Conjunciones
Las conjunciones comparativas más frecuentes son ὡς (como, así como), ὥσπερ (como, de igual modo que),
ὥστε (como, a manera de), ὅπως (como, de modo que); menos usados son ἠύτε (como, igual que, como
cuando), ᾗ (del modo que, de la manera que), ὅπῃ (cómo, de qué modo) y los giros o combinaciones καθάπερ
(lo mismo que, como), ὅτῳ τρόπῳ, ὁποίῳ τρόπῳ (de qué modo/manera, cómo).

w(j
La oración con ὡς modal indica la manera de realizarse la oración pincipal. Se construye ordinariamente con
indicativo y subjuntivo.
1. Con indicativo: a)ll' eÃa wÐj oi¸ prw½ta do/san ge/raj uiâej ¹Axaiw½n (Il., 1, 276), “¡ea!, déja(sela),
como/según los hijos de los aqueos se la dieron primeramente a manera de premio”. Pertenecen aquí las expresiones
parentéticas: ὡς ἔοικε “según parece”; ὡς ἐγᾦμαι (= ἐγὼ οἶμαι) “según yo creo”; ὡς ἐμοὶ δοκεῖ “según me parece a
mí”.
2. Con subjuntivo: a)ll' aÃgeq' w¨j aÄn e)gwÜ eiãpw peiqw¯meqa pa/ntej (Il., 2, 139), “ea, vamos, como/según
yo diga, obedezcamos todos”.
También ὡς compara la oración la principal con la subordinada. Generalmente la comparación se expresa
por medio de una correlación: con ὡς proclítico en la oración subordinada y con los adverbios modales ὥς
(acentuado) o οὕτως en la oración principal con la significación correlativa: “así (de igual manera). . .
como…”, o bien “como. . . así. . .”
Así aparece ya en las comparaciones homéricas: ὡς proclítico introduce la oración subordinada como
miembro secundario de la comparación, en el cual se contiene lo comparado, esto es, la acción considerada
como semejante a la acción de la oración principal; ὥς tónico encabeza la oración principal de la
comparación, esto es, la acción independiente y actual, con la que se compara la acción modélica o referida
de la oración subordinada. Ejemplo: w¨j d' aÃnemoi du/o po/nton o)ri¿neton i¹xquo/enta Bore/hj kaiì
Ze/furoj... wÑj e)dai¿+zeto qumo\j e)niì sth/qessin ¹Axaiw½n (Il., 9, 4 ss.), “y como dos vientos, Bóreas y
Céfiro, levantan el mar lleno de peces... así (de igual modo) se desgarraba el corazón en los pechos de los aqueos”.
Frecuentemente, en el miembro secundario de la comparación se tiene el giro elíptico temporal ὡς ὅτε
(ὁπότε) “como cuando” (hay que pensar en algo así como ὡς γίγνεται / ἐγένετο… ὅτε, “como ocurre /ocurrió…
cuando”), o bien el condicional ὡς εἰ “como si”: ¸Wj d' oÀt' a)p' Ou)lu/mpou ne/foj eÃrxetai ou)rano\n eiãsw
ai¹qe/roj e)k di¿hj... wÑj tw½n e)k nhw½n ge/neto i¹axh/ te fo/boj te (Il., 16, 364-366), “Y como cuando viene
del Olimpo una nube dentro del cielo desde el éter sereno… así de éstos, desde las naves, nació el clamor y la fuga”.

w(j sin verbo


La conjunción ὡς se emplea ante un sustantivo sin verbo, cuando a la oración comparativa introducida por ὡς
le correspondería el mismo verbo o un giro semejante al de la oración principal.
1. a) El sustantivo está primeramente en nominativo, como sujeto del verbo elidido: e)ndou/phse pesou=s'
w¨j ei¹nali¿h kh/c (sc. pi/ptei) (Od 15, 479), “resonó al caer, como una marina gaviota (cae)”. b) Luego el
sustantivo puede hallarse en acusativo o dativo e ir precedido de preposición: sundei¿pnouj eÃlaben
a)mfote/rouj. . . w¨j fi¿louj hÃdh (X., Cyr., 3, 2, 25), “tomó a unos y otros comensales… ya como amigos”;
tau=ta a)kou/saj Ce/rchj w¨j e)k kakw½n e)xa/rh te kaiì hÀsqh (Hdt., 8, 101, 1-2), “Esto habiendo escuchado,
Jerjes se alegró y se complació como (libre) de los males”.
2. En muchos casos la conjunción ὡς ante preposición seguida de sustantivo, tiene un matiz subjetivo o de
intencionalidad semejante al que se observa con el participio: pleiÍj d' w¨j pro\j oiåkon (S., Ph., 58), “y
navegas como si (marcharas) hacia casa”.

12
w(/sper
La conjunción ὥσπερ tiene sensiblemente los mismos usos que ὡς.
1) En Homero es separable (ὥς-περ) y su uso predominante es el modal-comparativo, rara vez con verbo: eiã
ke kaiì au)to\j i¹wÜn koi¿lhj e)piì nho\j th=le fi¿lwn a)po/lhtai a)lw¯menoj wÐj per ¹Odusseu/j; (Od.,
2, 332-333), “¿y si él mismo, yendo en la cóncava nave, lejos de los amigos, perece errando como Odiseo?”
2) Después de Homero se mantienen los mismos usos: Ti¿ tou=to, wÕ ¹Ale/candre; kaiì su\ te/qnhkaj
wÐsper kaiì h(meiÍj aÀpantej; (Luc., DMort 13, 1), “¿Qué (es) esto, oh Alejandro? ¿Y tú has muerto como también
todos nosotros (hemos muerto)?” Pero el empleo del verbo es más frecuente: (λέγω) se\ de\ zh=n , wÐsper hÃdh
zv=j , aÃneu swthri¿aj (S., Ph., 1395-1396), “y (digo) que tú vives como ya vives, sin salvación”. En ático se
acrecienta el uso correlativo: ὥσπερ καί… οὕτω καί… “así como… del mismo modo también”.
3) También se usa en expresiones muy frecuentes con el valor de “igual, en cierta manera, como si”: to\n
e)gke/falon wÐsper seseiÍsqai¿ moi dokeiÍj (A., Nu., 1276), “me pareces como si tuvieras perturbado el cerebro”.

Con a)n
/
Cuando la comparación se basa en la mera posibilidad, se usan ὡς y ὥσπερ con la partícula modal ἄν:
1. En la mayoría de los casos se trata de la elisión de un potencial complementario : o( Swkra/thj
a)pekri¿nato ou)x wÐsper oi¸ fulatto/menoi mh/ pv o( lo/goj e)pallaxqv=, a)ll' w¨j aÄn pepeisme/noi
ma/lista pra/ttein ta\ de/onta (X., Mem., 3, 8, 1-2), “Sócrates respondió no como (responden) los que cuidan
que no se le escape la palabra, sino como (respondería) quien está convencido de practicar el deber”.
Se usan las fórmulas ὡς, ὥσπερ ἂν εἰ “como si”; pero si en ellas hay elipsis de la condición introducida por
εἰ,es decir, si no hay un verbo introducido por esta fórmula, se convierten en equivalentes de ὡς y ὥσπερ:
fobou/menoj w¨speraneiì paiÍj to\ ka/esqai (Pl., Grg., 479, a, 8-9), “temiendo quemarse como un niño”.

w(/ste
La conjunción ὥστε corresponde a la comparativa ὡς. α) Nace su función primeramente en oraciones
comparativas: wÐj te le/wn e)xa/rh. . . wÑj e)xa/rh Mene/laoj (Il., 3, 23-27), “como se alegró el león…, así se
alegró Menelao”. β) Luego puede usarse con verbo elíptico, ante nombres: th=le de\ xalko\j la/mf' wÐj te
steroph\ patro\j Dio/j (Il., 10, 153 ss), “y brillaba de lejos el bronce como el relámpago de Zeus padre”. γ) Ante
participio se usa especialmente en Heródoto: wÐste dh\ qalassokra/torej e)on/ tej (5, 83, 6 ss), “como siendo (=
si fueran) dueños del mar”.

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