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LITERATURA ESPAÑOLA II
ÁNGEL GONZÁLEZ
Selección Poética:
“Poética Nº 4”
“Para que yo me llame Ángel González” de Áspero mundo. Poesía eres tú,
dijo un poeta
“Camposanto en Collioure” en Grado Elemental.
—y esa vez era cierto—
mirando al Diccionario de la Lengua.
“Ya nada o ahora” en Deixis en fantasma
“Eruditos en campus” en Prosemas
“Poética, a la que intento a veces aplicarme” en Muestra corregida.
“Poética Nº 4”
“Cumpleaños de amor” en Sin esperanza y sin sosiego.
1 – Ángel González
Universidad Nacional de Catamarca – Facultad de Humanidades – Departamento Letras
LITERATURA ESPAÑOLA II
Aquí paz,
y después gloria.
Aquí,
a orillas de Francia,
en donde Cataluña no muere todavía
y prolonga en carteles de «Toros à Ceret»
y de «Flamenco's Show»
esa curiosa España de las ganaderías
de reses bravas y de juergas sórdidas,
reposa un español bajo una losa:
paz
y después gloria.
Dramático destino,
triste suerte
morir aquí
—paz
y después...—
perdido,
abandonado
y liberado a un tiempo
(ya sin tiempo)
de una patria sombría e inclemente.
2 – Ángel González
Universidad Nacional de Catamarca – Facultad de Humanidades – Departamento Letras
LITERATURA ESPAÑOLA II
Quisiera,
a veces,
que borrase el tiempo
los nombres y los hechos de esta historia
como borrará un día mis palabras
que la repiten siempre tercas, roncas.
podrá evitarlo:
exento, libre,
3 – Ángel González
Universidad Nacional de Catamarca – Facultad de Humanidades – Departamento Letras
LITERATURA ESPAÑOLA II
Si eructan,
un erudito dictum
perfuma el campus de sabiduría.
¿Cuánto
tardará en derretirse tanta nieve?
4 – Ángel González
Universidad Nacional de Catamarca – Facultad de Humanidades – Departamento Letras
LITERATURA ESPAÑOLA II
¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
—prolongándome, vivo, hacia la muerte—
se pasarán de mano en mano,
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
-qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.
5 – Ángel González