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Número 1 20 de Octubre de 2018 I.S.F.D Nº 45 “Julio Cortázar” (Haedo) Prov. de Bs. As.

Argentina

® Teselado; Escher

1
Proyecto Inicial
Sabrina Mrak

Maximiliano Gerenni

Luz Guerrero

Maximiliano Alfonso

Javier “Capocañonero”

Solange Bojart

Facundo Lage

Edición
Walter Franco

Diseño Interior
Sabrina Mrak

Maximiliano Gerenni

Diseño de portada
Walter Franco

Diseño logo Revista


Solange Bojart

“Los irracionales del 45”


Revista digital de didáctica de la Matemática

ISFD Nº 45 “Julio Cortázar”; Actividad sustentada por la cooperadora del Instituto.

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Índice
Editorial
4. La revista viene con historia.
Sabrina Mrak

Artículos
5. El problema de braquistócrona.
Maximiliano Gerenni
14. Programación lineal con GeoGebra.
Natalia Novarín
17. Hacer Matemática estudiando el número Pi.
Walter Franco

23. Obtención y estudio de las curvas de las funciones trigonométricas a


partir de la circunferencia unidad y sus respectivos segmentos
representativos.

Lucía Marello y Walter Franco

29. Un área para reflexionar.

Jazmín Lucila Valenzuela

35. Juegos y corchetes

Sabrina Mrak

Argenmáticos
38. Valentín Balbín

Facundo Lage

3
La revista viene con Historia Sabrina Mrak

“Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos” Julio Cortázar

“Los irracionales del 45” es una revista digital que nace a partir de una
idea promovida por un grupo estudiantes de la carrera de Matemática del ISFD
Nº 45 “Julio Cortázar”, ocupados y preocupados por crear un lugar común de
encuentro, análisis y reflexión en torno a la Matemática y su Didáctica.
Rápidamente, la idea fue apoyada por los profesores del Instituto, empezó a
crecer y tomar forma. Más ideas se sumaron para complementar la primera. El
objetivo, más que noble, proporcionar a los estudiantes, profesores y demás
interesados de nuestra comunidad educativa (y más allá… también), un ámbito
dónde es posible recurrir para conocer e intercambiar ideas sobre la enseñanza
de la Matemática. Lo que era un sueño, se tornó realidad, el profesorado de
Matemática del ISFD Nº 45 tiene una revista de divulgación en el amplio y
complejo campo de las Ciencias Matemáticas y su Didáctica.

Desde entonces, sus páginas albergan una diversidad de artículos


vinculados a contenidos matemáticos y didácticos con el fin pedagógico de
promover saberes relevantes, plurales, que inspiren a los lectores a desarrollar
un continuo pensamiento matemático y didáctico. En este sentido, la revista se
convierte en un espacio de análisis y reflexión, donde cobran importancia los
variados aportes de los integrantes de nuestra comunidad como autores y
promotores de conocimiento matemático y didáctico. En la revista digital, los
estudiantes en formación, los profesores del Instituto, los profesores egresados
y demás miembros de la comunidad educativa, podrán plasmar sus propuestas
didácticas, experiencias educativas y reflexiones críticas. De este modo, la
revista se constituye en un espacio más de socialización de conocimiento,
donde los aportes contribuyen con la calidad de la enseñanza y aprendizaje de
la Matemática.

Sus diferentes secciones, cubren un amplio espectro. Entre ellas


podemos mencionar la incorporación de la Historia de la Matemática y de las
Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación en la clase de
Matemática, diseño de propuestas de enseñanza con ideas didácticas

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superadoras a encuadres tradicionales, un recorrido por los grandes
Matemáticos (de la A a la Z), Argenmáticos para conocer matemáticos
argentinos y sus aportes, los juegos como vehículo de enseñanza –
aprendizaje de la Matemática, entre otras.

Como verás, desde este preciso momento, los irracionales son un


conjunto de entusiastas amantes de la enseñanza de la matemática que saben
perfectamente que “no puede ser posible que estemos aquí para no poder ser”.

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El problema de braquistócrona. (Brachistros: el más corto,
chronos: tiempo)
Maximiliano Gereni
En Junio de 1696 el matemático, médico y filólogo suizo Johann
Bernoulli, lanzó un problema en la comunidad matemática de esta manera:

“Yo, Johann Bernoulli, me dirijo a los más brillantes matemáticos del mundo”

¿De qué se trataba el enigmático problema?

Aquí va:

¿Cuál es la curva entre dos puntos que es recorrida por un cuerpo en el menor
tiempo posible?

Hay que aclarar algunos detalles: el cuerpo parte desde el punto A con
velocidad inicial cero y se desplaza a través de la curva, hacia el punto B, bajo
acción de una fuerza de gravedad constante y sin presencia de fuerzas de
rozamiento.

La curva que debe describir nuestra “pelotita”, para cumplir con el


requisito del problema, se llama “curva cicloide”.

Parece ser que el astrónomo, físico, filósofo, ingeniero y matemático


italiano Galileo Galilei (1564-1642) fue el primero en acuñar el nombre de esta
curva y de estudiar este problema (antes de ser planteado por Bernoulli) sin
llegar a dar con la pretendida solución.

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Muchos han estudiado las propiedades y características de esta curiosa
curva y fue el comienzo del desarrollo de la matemática llamada “cálculo de
variaciones”.

¿Qué es una curva cicloide?

Una cicloide es el lugar geométrico que se origina por un punto de


una circunferencia (generatriz) al rodar sobre una línea recta (directriz), sin
deslizarse.

Esta curva responde a las siguientes ecuaciones llamadas paramétricas:

Donde:

t es un parámetro real. Siendo la variable y función de la variable x, esta


cicloide tiene un período de 2a y una altura de 2a.

En 1697 el matemático Gottfried Leibniz publicó las soluciones recibidas,


cuatro en total. Los que lograron solucionarlo fueron el propio Leibniz, el
marqués de l´Hopital, Jakob Bernoulli y el que había propuesto el problema,
Johann Bernoulli. Hubo otra solución enviada por un autor anónimo y publicada
en las Philosophical Transactions of The Royal Society, una prestigiosa revista
científica. Al leer este artículo Johann Bernoulli exclamó:

“Tanquam ex ungue leonem”, algo así como “reconocerás al león por sus
garras”

¿De quién eran las garras a las cuáles se refería Bernoulli?

Sin duda alguna se trataba del extraordinario Isaac Newton.


7
Cuenta la historia que Newton se enteró de este problema por su amigo
Edmond Halley (¡sí, el del cometa!) y en tan sólo diez horas había resuelto el
problema que había llevado un año a los otros matemáticos.

Isaac Newton fue un ser humano extraordinario, excéntrico y polémico,


incursionó en la matemática, la física, la astronomía, la alquimia, la teología.
Escribió los famosos: Principios matemáticos de la filosofía natural.

El círculo íntimo de los Bernoulli apoyaba a Leibniz acerca de la autoría


del cálculo infinitesimal, disputa que ha mantenido éste con Newton durante
toda su vida.

En el año 1673, Christian Huygens (1629-1695), matemático, físico y


astrónomo, estudioso durante toda su vida de diferentes curvas, había
descubierto un hecho que le pareció extraordinario en la cicloide: si un punto se
desplaza a lo largo de la curva invertida, en caída libre, llegará al punto mínimo
de la cicloide en un tiempo que no depende del punto donde comenzó a caer.

O sea, no importa desde donde arrojemos la pelotita, siempre llegará al


punto inferior en el mismo tiempo, por eso la cicloide también es llamada
tautócrona (tauto: mismo, chrono: tiempo).

Hasta aquí, un relato corto de esta curiosa historia. Ahora te


proponemos hacer una cicloide con Geogebra utilizando la herramienta
“deslizador” y "lugar geométrico”, entre otras:

En primer lugar, vamos a crear un deslizador.

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Con esta herramienta, <hace clic> en la hoja de trabajo y aparecerá un
cuadro para definir el nombre y rango del deslizador. Cuyo rango se ubique
entre 0 y 4*pi con un incremento de 0.011:

1
Los valores del rango y el incremento fueron tomados para que la circunferencia en cuestión pueda
deslizarse al menos dos vueltas completas. Así, se podrá visualizar la cicloide en forma más amplia. No
obstante, usted podrá cambiar dichos parámetros a voluntad.
9
Luego vamos a hacer que nuestro deslizador sea “creciente” activando
la opción “animación”. Para ello, <hace clic> con el botón derecho sobre el
deslizador.

A continuación creamos un punto A=(a,1).

Para ello vamos a la Entrada y ponemos: A = (a,1) (habría que fijarse


que la primer componente del punto A es “a” nuestro deslizador),
GeoGebra nos creará automáticamente un punto que se moverá según el
deslizador.

10
Ahora traza una circunferencia con centro en A y radio 1

Prueba mover el deslizador: ¿qué ocurre?

Selecciona la opción punto en objeto y marca un punto en la intersección con


los ejes x e y

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A continuación marca un ángulo según su amplitud: marcamos
primero punto lateral B y vértice A, luego coloca: ángulo a, sentido horario.
Fíjate el movimiento de la circunferencia.

¿Qué curva dibuja nuestro punto B en su desplazamiento?

Sabemos que esa curva es la famosa cicloide. Geogebra dispone de un


función llamada lugar geométrico. Con ella podemos trazar nuestra curva
buscada.
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Nuestro punto de partida del lugar geométrico es el marcado con B´, luego
marcamos el deslizador a:

Al mover el deslizador, el punto B´ va generando la curva cicloide.

Otra manera posible de traza la curva cicloide es con una función llamada
rastro.

13
Para marcarlo, nos colocamos sobre el punto B´ y con el botón derecho
del mouse desplegamos una ventana donde verás la opción rastro.

Luego, al mover el deslizador, vemos cómo se va trazando nuestra curva


cicloide.

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Programación lineal con GeoGebra
Natalia Novarín
Descubrí una forma fácil y práctica de aprender a resolver
problemas de programación lineal con el software GeoGebra.
¿Para qué nos sirve la programación lineal? Este método nos facilita la
resolución de problemas en el ámbito de la economía como la producción y
rendimiento de determinados productos, la comunicación, entre otros, y
consiste en optimizar (maximizar o minimizar) una función lineal, denominada
función objetivo, cuyas variables están sujetas a una serie de restricciones
expresadas mediante inecuaciones lineales. El conjunto de todas las posibles
soluciones se denomina región factible y queda determinada por las distintas
desigualdades. Esta región, puede encontrarse acotada o no. Si está acotada,
su representación gráfica es un polígono con un número menor o igual a su
número de restricciones.

Para resolver problemas de programación lineal se siguen tres pasos: el


planteamiento de las inecuaciones del problema, la obtención de la región
factible y la determinación de la solución óptima. La solución óptima al
problema siempre se encuentra en los vértices de la región factible.
A modo de ejemplo, vamos a resolver un problema de programación lineal con
la región factible acotada en forma poligonal. En la resolución, utilizaremos el
software GeoGebra que posee herramientas que nos permiten modelar
situaciones reales, visualizar fácilmente la región factible y sus vértices
logrando mayor precisión en la intersección de las regiones, en la función que
queremos optimizar, en el o los puntos máximos y mínimos por los que pasa la
función, la graduación de las escalas de los ejes cartesianos, entre otras
propiedades.

Desde el punto de vista didáctico, incorporar software dinámico en la


resolución de problemas de programación lineal facilita la visualización de
conjeturas y el tránsito entre diferentes cuadros como el algebraico, gráfico y
numérico.
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Vamos al problema:
Una compañía de muebles fabrica mesas y sillas. Por cada silla necesitan 20
dm2 de madera y 4 horas de mano de obra. Por cada mesa se necesitan 50
dm2 y 3 horas de mano de obra. El fabricante posee 3.300 dm2 de madera y
una planta laboral que le proporciona 380 horas de mano de obra. Además se
sabe que por cada silla vendida se obtiene una ganancia neta de 3 dólares y
por cada mesa una ganancia de 6 dólares. ¿Cuántas mesas y cuántas sillas
convienen fabricar para obtener la máxima ganancia posible suponiendo que
se venden todos los artículos fabricados?

En este tipo de problemas es conveniente realizar un cuadro que resuma


las variables intervinientes y sus datos más representativos:

Denominamos a las variables “sillas” y “mesas”, respectivamente x e y

Madera (en ) Horas (mano de Ganancia (en U$S)


obra)

Sillas (x) 20 4 3

Mesas (y) 50 3 6

Total disponible 3.300 380

Del cuadro se desprenden las siguientes ecuaciones:

De la columna denominada “madera” podemos establecer una ecuación


que se refiera a la cantidad necesaria de madera para realizar sillas y mesas
en relación con la cantidad total de madera disponible:

20 x + 50 y ≤ 3300
(20 por cada silla (x) más 50 por cada mesa (y) no debe superar los 3300
totales de madera disponible)

Podemos dividir ambos miembros por 10


2 x + 5 y ≤ 330

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De la columna denominada “horas mano de obra” podemos establecer
una ecuación que se refiera a la cantidad de horas necesarias para realizar
sillas y mesas en relación con la cantidad total de horas de trabajo disponibles
al mes:

4 x + 3 y ≤ 380
(4 horas necesita la confección de la silla (x) + 3 horas necesita la confección de la mesa (y),
no debe superar las 380 horas totales disponibles al mes)

También sabemos que x ≤ 0 e y ≤ 0


(las mesas y sillas no pueden tomar valores negativos).

De la columna “Ganancia”, extraemos la función objetivo de este


problema de programación lineal. En este caso, por tratarse de “ganancia”,
adelantamos que el objetivo será maximizarla.

Función objetivo (FO) = 3 x + 6 y


(3 U$S por cada silla y 6 U$S por cada mesa

Luego de obtener las inecuaciones del problema, las cargamos una por
una en el software GeoGebra por la ENTRADA, pero en forma de ecuaciones,
es decir, utilizando el signo igual. Hasta este momento, en la pantalla del
programa se graficarán las rectas.
Luego graficaremos la región factible, escribiendo por la ENTRADA del
programa, la siguiente sentencia:

Regfac: ,

Quedará dibujada la región factible.

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Finalmente, graficaremos la función objetivo que queremos maximizar.
Para ello, escribimos en ENTRADA la función y damos
ENTER. Para distinguir la función objetivo, le daremos otro color. Para lograr
que pase por todos los puntos de la región factible vamos a crear un deslizador
con el nombre de “valor”, y en la vista algebraica seleccionaremos a la función
, y cambiamos el “0” por el nombre del deslizador.

Las coordenadas de los vértices de la región factible se pueden observar


en la vista algebraica del programa.
Sólo resta mover el deslizador para que la función objetivo se mueva en
forma paralela por la región factible. Allí observaremos en qué punto de la
región factible se encuentra la ganancia máximo posible.

Por el primero que pase la función FO, será por el mínimo valor que esta
toma, y por el último vértice que pase será el máximo valor que esta alcance de
la región factible.

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Hacer matemática estudiando El número pi

Walter Franco

El número pi, tan irracional como nuestra revista (por cierto), es una
constante que surge de la relación entre la longitud de una circunferencia y su
diámetro. Su valor aproximado es 3,1415926535…

A12 Te propongo lo siguiente: consigue varias fotos de objetos circulares,

colócalas en la hoja de trabajo del software GeoGebra y, por medio de las


herramientas que éste programa te provee, determina la longitud de cada
circunferencia y de su diámetro. Coloca la información en una hoja de cálculo
(en el mismo programa) y realiza el cociente entre ambas.

¿Qué tal te fue con tus aproximaciones del número pi? Elije el valor más
cercano obtenido y fíjate cuál ha sido tu margen de error.

Vamos a recorrer algunas aproximaciones que se sucedieron a lo largo

de la historia. Nos trasladamos a Egipto. Para sus monumentales

construcciones, los egipcios desarrollaron una especie de álgebra con la que


obtenían las fórmulas de superficies y volúmenes. Les presento parte del
papiro de Rhind:

2
Con la notación A1 encontrarás una serie de actividades propuestas que en conjunto conforman una
secuencia didáctica para abordar el número pi, y con él, muchos temas matemáticos.
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No sé ustedes, queridos lectores, pero alcanzo a leer en el papiro con mi
perfecto egipcio antiguo, lo siguiente:

“corta 1/9 del diámetro y construye un cuadrado sobre la longitud restante.


Este cuadrado tiene la misma área que el círculo”.

A2 Con estos datos, halla la aproximación egipcia del número pi. ¿Es cierto

que el error obtenido es menor a dos centésimos?

Los babilónicos, por su parte, utilizaban el valor 3, 125 (3+1/8) según

puede leerse en la Tablilla de Susa.

En la Biblia, en el Libro primero de los reyes, capítulo 7, se detallan

una serie de especificaciones matemáticas para construir el templo de


Salomón, allá por el año 950 a.C. Entre ellas se encuentra el “Mar de Bronce”,
que era una gran fuente de este metal.

“El hizo además el mar de metal fundido, qué medía 10 codos de borde a
borde, era perfectamente redondo, de 5 codos de altura y un hilo de 30 codos
ceñíale alrededor”. (I Reyes 7, 23)

A3 Halla el valor de pi utilizado por los hebreos en esta fuente y conocerás la


peor aproximación de pi de la historia.

A4 Es interesante que puedas investigar el número pi en China e India.


Esto constituye un capítulo en sí mismo. Después me cuentas.

Mientras tanto, continuamos viaje hacia la elegante Grecia.


Arquímedes, vestido esta vez, alrededor del 250 a.C., ideó un método de
aproximación al número pi donde inscribe y circunscribe polígonos regulares de
n lados en una circunferencia de radio 1y calcula el perímetro de dichos
polígonos. Su objetivo es calcular la longitud de la circunferencia por defecto y
por exceso.

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A4 Podrías rememorar el método de Arquímedes aproximando la longitud de
la circunferencia pero al uso nostro, es decir, utilizando GeoGebra y cambiando
la cantidad de lados de los polígonos inscriptos y circunscriptos utilizando la
herramienta “deslizador”. ¿Qué problema, verdad?

Arquímedes llegó a la expresión < pi < con un error en el

orden de las diezmilésimas. Un groso teniendo en cuenta que se carecía de


notación decimal, trigonometría y software dinámico. Un artesano de la vieja
escuela. Si con GeoGebra obtienes una aproximación mejor, por favor, no lo
divulgues.

Para finalizar con la primera entrega dedicada al número pi, un problema


más… “la aguja de Buffon” planteado por el conde de Buffon, Georges Louis
Leclerc(1707-88).

Este experimento consiste


en dejar caer una aguja
sobre una hoja rayada y
anotar las veces que la
aguja cruza alguna de las
rayas. Después de lanzar
la aguja muchísimas
veces comprobó que el
experimento lo conducía al
número pi.

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Si lanzamos, al azar, una aguja de longitud l sobre una superficie en la
que hay dibujadas líneas paralelas separadas una distancia d, Buffon demostró
que si la distancia entre las rectas es igual a la longitud de la aguja, la
probabilidad de que la aguja cruce alguna de las líneas es:

P (aguja que cruce una línea) = siendo N el número total de intentos y A el

número de veces que la aguja ha cruzado alguna línea. Sorprendentemente,

este cociente se aproxima a

A5 Hazme un favor, despeja pi de esa expresión trabajando algebraicamente


=

y luego, realiza este experimento para probar qué tanto hay de cierto en esta
historia. Recuerda lo que dicen siempre los profesores de probabilidad…
“cuánto más intentos, más nos aproximaremos al resultado buscado”.

A6 Luego visita al Dios Google y pregúntale cómo se modifica la probabilidad


si la aguja es más corta que la distancia entre las rectas. Nos vemos en la
próxima edición con más pi (segunda parte).

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Obtención y estudio de las curvas de las funciones
trigonométricas a partir de la circunferencia unidad y sus
respectivos segmentos representativos.

Lucía Marello y Walter Franco

Habitualmente, los estudiantes acceden a la curva de las funciones


trigonométricas por medio de una tabla de valores. Esa entrada clásica
consiste en otorgarle valores a la variable independiente para obtener la
dependiente. En esta ocasión les propongo una forma de acceder a las curvas
trigonométricas utilizando lo que se denomina “segmento representativo”.
Veamos de qué se trata.

A partir de una circunferencia de radio 1 y centro en el origen de un


sistema de coordenadas cartesianas O = (0; 0), se pueden representar razones
trigonométricas entre los lados de los triángulos rectángulos que se suceden
allí como lo muestra la figura 1. Si tomamos un punto P perteneciente a la
circunferencia, cuyas coordenadas son (x; y) y lo unimos al centro de
coordenadas, forma con el eje X un ángulo α y su distancia al centro es igual al
radio de la circunferencia, es decir 1.

Figura 1

En el triángulo así formado, sabemos que el seno del ángulo α es la


razón entre el su cateto opuesto y la hipotenusa. Como la hipotenusa tiene
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valor 1, el seno del ángulo es y, es decir, el segmento representativo del seno
del ángulo alfa es y.

=y

Si establecemos la razón vinculada al coseno del ángulo α entre el


cateto adyacente y la hipotenusa nos queda:

=x

Nuevamente, como la hipotenusa tiene valor 1, el coseno del ángulo es


x, es decir, su segmento representativo es x. Obviamente, estas conclusiones
pueden establecerse considerando previamente una circunferencia de radio1.
En suma, advertimos al lector que si el radio de la circunferencia no es 1, esto
no funciona.

Sabemos que para graficar estas funciones deberíamos marcar en la


circunferencia distintos ángulos α con lo que obtendríamos diversas medidas
de esos segmentos representativos. En un entorno de lápiz y papel, para
graficar las funciones trigonométricas, deberíamos considerar esas medidas
como puntos en un par de ejes cartesianos. Muchos de nosotros aún
recordamos esa tarea en nuestro paso por el nivel secundario.

A continuación vamos a mostrar la gráfica de la función seno y la función


coseno a partir de sus segmentos representativos, utilizando el software
GeoGebra. Las cualidades dinámicas del software, nos permitirá un alto grado
de visualización entre la gráfica resultante y los segmentos que le dan origen.

Manos a la obra. Iniciamos el software GeoGebra y colocamos los ejes


de coordenadas.

Con la herramienta “circunferencia centro, radio”, hacemos centro en el


origen de coordenadas (A) y otorgamos valor 1 al radio.

Determinamos con la herramienta “intersección” la intersección entre la


circunferencia y el eje x. Punto B.

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Colocamos un punto libre C sobre la circunferencia. Determinamos el
ángulo α con la herramienta “ángulo” seleccionando el punto B (punto lateral),
A (vértice) y C (otro punto lateral del ángulo). Esta acción hay que realizarla a
favor de las agujas del reloj. Gráfico 1.

Gráfico 1. Obtención del ángulo α y los segmentos representativos.

Seguidamente, trazamos una recta perpendicular al eje x que pase por


C y marcamos punto intersección D, con el eje x. Así, determinamos el
triángulo ACD con la herramienta “polígono”. En dicho triángulo, podemos ver
que sus catetos son, respectivamente, los segmentos representativos del seno
y el coseno del ángulo α.

Llegó el momento de descubrir la forma de la curva de la función seno y


coseno. Comencemos con el seno. Si el segmento representativo del seno es
el segmento CD, el valor del seno del ángulo α está dado por la longitud que
tiene el segmento CD. Esa longitud, coincide con la coordenada “y” del punto
C. Es decir, si la coordenada “y” del punto C dice 0,5 significa que el seno del
ángulo α es 0,5.

Para conocer finalmente la forma de la función seno, vamos a generar


por la ENTRADA un punto que llamaremos S, cuyas coordenadas serán,

25
respectivamente, α (dominio de la función) y la coordenada “y” del punto C
(valor del seno en cada amplitud angular). La sentencia es:

S = (α , y(C))

Cuando damos entrer, observamos que en la pantalla aparece el punto


S. Si movemos el punto libre C por toda la circunferencia con la herramienta
“elije y mueve”, observamos que el punto S describe la curva de la función
seno. Gráfico 2.

Gráfico 2. Observamos definido el punto S

Finalmente, activando el rastro o utilizando la herramienta “lugar


geométrico” del punto S (hago clic allí) mientras C recorre toda la circunferencia
(Clic también en C), nos dará el gráfico de la función seno de α. Gráfico 3.

Gráfico3. Obtención de la curva de la función seno del ángulo α.

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Para el caso de la función coseno, debemos recordar que su segmento
representativo es AD. El valor del coseno del ángulo α va a estar dado por la
coordenada “x” del punto D. Nuevamente, genero por la ENTRADA un punto T
cuyas coordenadas serán, respectivamente, α y la coordenada “x” del punto D.
Gráfico 4. La sentencia será:

T = (α , x(D))

Gráfico 4. Observamos definido el punto T = (α , x(D))

Finalmente, para la obtención de la gráfica, podemos utilizar la


herramienta lugar geométrico sobre el punto T, mientras el punto C recorre
toda la circunferencia. Gráfico 5.

Gráfico5. Obtención de la curva de la función coseno del ángulo α.

27
Ahora es tu turno. ¿Te animas a determinar el segmento representativo
de la función tangente y descubrir su curva? ¿Y de la secante de un ángulo? La
cosecante del ángulo α, ¿es mucho pedir?

28
Un área para reflexionar
Jazmín Lucila Valenzuela
A lo largo de nuestra trayectoria en la escuela primaria y secundaria
hemos aprendido a hallar el area de regiones definidas, como la de un
rectangulo o un cuadrado, para lo cual empleamos las formulas
correspondientes a cada figura. Pero… ¿Qué sucede si debemos hallar el area
de superficies mas generales que no son regulares como la siguiente:

Para empezar a dar respuesta a este onterrogante, debemos hacer un


paseo por la epoca de los griegos quienes fueron los primeros en tratar de dar
una respuesta a este interrogante. Allí, inventaron un metodo llamado
exaucion, que consiste en encerrar a la region con poligonos inscriptos y
circunscriptos…
Si la diferencia entre las áreas de los dos polígonos es pequeña,
entonces podemos aproximar el área de la región por cualquier valor, ya sea
del área de la región del polígono inscripto y el área del polígono circunscripto.
Es evidente que si consideramos polígonos con mayor cantidad de lados, la
diferencia entre los valores de las áreas será menor y nos aproximaremos con
mejor exactitud al área de la figura.

29
“Superficie circular encerrada por poligonos inscriptos y
circunscriptos”.

Volemos hacia Alemania que (de Grecia) estamos relativamente cerca.


Un matemático alemán llamado Bernhard Riemann trabajo con una idea similar
a la que utilizaron los griegos para calcular el área de regiones no definidas por
polígonos. El afirma que trazando un numero finito de rectángulos inscriptos y
circunscriptos a un área irregular, si sumamos sus áreas esta será el área
aproximada de la región. Este método es conocido como suma de Riemann y
gráficamente consiste en lo siguiente:

“grafico aproximado del área bajo una curva utilizando el método de Suma de
Riemann”

Regresamos al aula. En la Escuela Secundaria, éste método se utiliza


comúnmente para explicar de dónde proviene la fórmula matemática que

30
conocemos para resolver integrales. Claro que, en la mayoría de las
oportunidades, se desarrolla en un entorno de tiza y pizarrón, dónde la suma
de áreas de los rectángulos (debajo y sobre la curva) tienden a infinito. Claro
que en el pizarrón, el docente grafica tan sólo 5 ó 6 rectángulos y la audiencia,
debe imaginarse lo que ocurre si la cantidad de rectángulos crece (al infinito y
más allá). Este problema lo resuelve perfectamente el software GeoGebra por
sus atributos dinámicos que grafica la situación en menos tiempo y obtenemos
una mejor visualización del método ya que podemos administrar la cantidad de
rectángulos y la tendencia creciente respecto de su cantidad.

Veamos cómo el software GeoGebra nos permite ajustar dinámicamente


el área bajo la curva de una función. En primer lugar debemos ingresar por la
entrada del programa la función en cuestión. Por ejemplo,

Luego, definimos un “deslizador” de nombre “a” que varíe de 1 a 50. Con


la variable “a” del deslizador, aumentaremos en forma dinámica la cantidad de
rectángulo debajo (y por encima) de la curva.
Seguidamente, con la herramienta “suma inferior” (escrito todo seguido y
por la entrada) graficaremos los rectángulos bajo la curva. La sentencia que
aparece es:
Sumainferior (función, extremo inferior del intervalo, extremo superior del intervalo,
número de rectángulos)

En “función” debemos colocar el nombre de la función. En nuestro caso, f.


En los extremos, tanto inferior como superior, debemos definir el intervalo del
eje x que se desea calcular el área bajo la curva. Por ejemplo, -3 y 4.

Finalmente, definimos el número de rectángulos. Si bien podemos


colocar allí un número fijo, por ejemplo 10, no podremos observar cómo el área
de la suma de los rectángulos se ajusta a la curva cuando la cantidad de
rectángulos crece. Por esa razón, vamos a denominar al deslizador con la letra
“a” y vamos a establecer su rango de 1 a 50 incrementando la variable “a” de 1
en 1. Cuando movemos la variable “a” del deslizador, la cantidad de
rectángulos bajo la curva crece (en este caso a 50) y observaremos como sus
31
áreas se ajustan debajo de la curva y la suma de las áreas de los rectángulos
es el área buscada.

Veamos cómo queda la sentencia:


Sumainferior( f, -3, 4, a)

Las siguientes fotos muestran cómo al variar el valor de “a” en forma


creciente, crece a su vez la cantidad de rectángulos bajo la curva y, al mismo
tiempo, (y por el mismo precio) se ajusta el área de ellos bajo la curva.

Gráfico 1. La variable a tiene valor 6. Hay 6 rectángulos bajo la curva.

Incrementamos el valor de “a” a 15.

32
Gráfico 2. Variable a = 15.

Para finalizar, vamos a definir los rectángulos por exceso. Utilizamos la


herramienta “Suma Superior” por la entrada y la definimos de igual modo.
SumaSuperior (función, extremo inferior del intervalo, extremo superior del intervalo,
número de rectángulos)
En éste caso queda:
SumaSuperior(f, -3, 4, a)

Como habrán podido observar, la variable “a” maneja la cantidad de


rectángulos tanto por defecto como por exceso.

Recomendamos utilizar colores para distinguir los rectángulos ya que


desde ahora tenemos actuando a las dos herramientas al mismo tiempo.
Veamos cómo queda el gráfico si la variable “a” aumenta su valor a 30:

33
Gráfico 3. Suma de Riemann con a =30

De yapa, podemos activar la “animación” con el botón derecho del


mouse sobre el deslizador de variable “a” para que “haga correr” de forma
automática los valores de “a”. Verás que los rectángulos tienden a infinito
(perdón a 50) de forma automática. A su vez, los rectángulos (de la suma
inferior y de la suma superior) se ajustan a la curva aproximándose así al área
buscada. Ni te imaginas si la cantidad de rectángulos es infinita. El resto lo
puedes seguir, ya lo conoces… un par de sumatorias (inferior y superior),
integral superior, inferior… sigue tú.

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De juegos, corchetes y cálculos combinados
Sabrina Mrak

¿Se puede Jugar en la Clase de Matemáticas? La respuesta es sí.


Algunos creerán que de esta forma pierde seriedad la clase, y otros podemos
creer que un juego bien seleccionado y adecuado a nuestra clase de
Matemática ayudaría a los estudiantes a afianzar los contenidos o adquirir el
concepto de uno nuevo.

Un juego bien elegido tiene como ventajas ayudar a introducir un tema,


que los estudiantes puedan comprender mejor los conceptos o procesos,
afianzar los ya adquiridos, adquirir destreza en algún algoritmo, como también
descubrir la importancia de una propiedad, reforzar automatismos hasta
consolidar un contenido, entre otras cuestiones. Como ven, son muchos los
beneficios.

Mediante el juego, el alumnado se divierte, se distiende, se abre a


descubrir estrategias, se entrega al conocimiento, desarrolla su autonomía de
trabajo.

Dice Piaget: el juego ayuda a construir una amplia red de dispositivos


que permiten al niño la asimilación total de la realidad, incorporándola para
revivirla, dominarla, comprenderla y compensarla. De tal modo, el juego es
esencialmente de asimilación de la realidad por el yo. ( Piaget, 1985. “Seis
estudios de psicología”. Ed, Planeta, Barcelona. Pàg.20)

Aquí un ejemplo:

El juego de “Lo más cerca posible” 3


“En esta parte de la actividad se les propondrá a los chicos la escritura de
distintas operaciones en un mismo cálculo.

3
Extraído de MATEMÁTICA – Niveles Primario y Secundario; Curso: La continuidad en la
enseñanza de la Matemática entre niveles EP/ES en el aula RÉPLICAS 2018. DIRECCIÓN DE
FORMACIÓN CONTINUA

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Para jugar, júntense en grupos de cuatro colegas, de ser posible, dos por cada
nivel.
Van a necesitar un mazo con tarjetas que tienen los números 100, 200, 300,
400, 500, 1000; 10000, 10, 20 hasta 90 y 1, 2, hasta 9. Tienen que mezclar
todas las cartas y ponerlas en una pila boca abajo.
Un jugador debe sacar las cuatro primeras cartas de la pila colocarlas boca
arriba, en el centro para que todos las vean. La carta con el número mayor se
separa de las otras tres. Luego, cada uno de los jugadores tiene que escribir un
cálculo con los otros tres números. El resultado de ese cálculo tiene que estar
lo más cerca posible del número de la carta separada, pero puede ser mayor o
menor que este. Gana 2 puntos el que obtiene el resultado más cercano. Si hay
más de un jugador que haya obtenido el mismo resultado, cada uno de ellos
obtiene un punto. Se juega hasta terminar con las cartas y gana el jugador que
sumó más puntos en total”.

Supongamos que, al azar, salen los números 2000, 50, 3 y 700 y los
estudiantes producen cálculos como los siguientes:

Estudiante 1 700 x 3 - 50

Estudiante 2 (50 + 700) x 3

Estudiante 3 (700 – 50) x 3

Cada alumno debe mostrar el resultado y el cálculo que lo condujo allí.


Como variables didácticas, se pueden habilitar algunas operaciones o todas;
permitir o no repetir operaciones; en el caso de potencias o raíces se puede
habilitar índice y exponente 2 y 3; etc.

Luego de exhibir sus cálculos y determinar qué resultado es el más próximo, el


docente puede utilizar esas expresiones para abordar la importancia de utilizar
paréntesis o corchetes en los cálculos combinados. Es muy probable que los
estudiantes cuando inician la Educación Secundaria, escriban los cálculos y

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controlan (con la vista) el orden de los mismos, pero no suelen escribir la
expresión “simbólicamente correcta”.

Estamos diciendo que éste juego nos puede servir para introducir la
escritura de las operaciones combinadas con los paréntesis, corchetes y
demás aventuras, al mismo tiempo que los estudiantes advierte su importancia

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Valentín Balbín (1851 – 1901). Facundo Lage

Fue un prestigioso ingeniero y matemático argentino. Uno de los


Rectores del Colegio Nacional de Buenos Aires y el creador de la primera
revista de matemáticas del país.

Síntesis biográfica

Nacido en Buenos Aires, el 23 de


febrero de 1851. Se formó en el Colegio Nacional,
dirigido entonces por el renombrado educador Amadeo
Jacques. En el Nacional, fue condiscípulo de Miguel
Cané, quien lo nombra en Juvenilia, recordando a
Balbín como un alumno distinguido.

Estudios superiores

En 1866, ingresó en la Escuela de Ingeniería, en la que se graduó


en 1870 con una tesis sobre las Aguas corrientes. El trabajo, con el que se
ganó un nombre como estudioso, era de gran importancia en el contexto de la
epidemia de fiebre amarilla que azotaba por entonces a la ciudad.
Inmediatamente, el Gobierno le ofreció participar en los trabajos preliminares
de construcción del puerto de Buenos Aires. En 1871, fue becado para
proseguir sus estudios en Europa. Residió en Inglaterra, desde donde remitió
numerosos informes técnicos, que fueron publicados sucesivamente por el
Gobierno Nacional. En Oxford, además, se doctoró en Ciencias Matemáticas
(1876).

Trayectoria como ingeniero

Regresó al país en 1878, y comenzó nuevos estudios, esta vez de


agrimensura. Poco después, cuando recién se había creado el Ministerio de
Obras Hidráulicas, formó parte de la Comisión de Aguas Corrientes, y fue
designado Director General de Obras Hidráulicas del Departamento de

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Ingenieros. En esa función, dirigió los trabajos de construcción de acueducto a
San Luis. También realizó la mensura y subdivisión de tierras de La Pampa,
región que hacía muy poco tiempo que el General Roca había arrebatado de
manos de los indígenas.

En su actividad como ingeniero, mientras tanto, dirigió las obras de


trazado del Riachuelo, y los estudios de canalización del Delta, e integró la
Comisión de Salubridad del Ministerio de Obras Públicas. Además, proyectó un
plan de estudios para la Escuela de Minas de San Juan.

Trayectoria como matemático

Hacia 1884, comenzó a dictar clases de Matemáticas Superiores en la


Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas, e integró la Academia
correspondiente. Poco a poco, se convirtió en uno de los más destacados
especialistas en textos escolares de matemática. Publicó, por ejemplo, escritos
tales como:

 Aritmética práctica (1892).


 Algebra elemental (1892).
 Nociones de Geometría (1900).

También introdujo en el país la enseñanza de Estática gráfica, y tradujo


importantes obras de matemáticas del alemán, el inglés y el latín. Además,
propuso, por primera vez en la Argentina, el estudio de la historia de las
matemáticas y fundó la primera revista de matemáticas elementales del país,
que se publicó entre 1889 y 1892, y cuyo objetivo era promover los estudios
matemáticos modernos en el país y estimular a la juventud en los mismos.

En 1892, el ya prestigioso ingeniero accedió al cargo de Rector del


Colegio Nacional de Buenos Aires (en un momento en el que la institución
estaba influida por clima político enrarecido que vivía el país), y a la presidencia
de la Sociedad Científica Argentina (por dos períodos). También pasó a
integrar el Consejo Académico de la Facultad de Filosofía y Letras, en la que
más tarde sería Vicedecano.

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