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Erradicación de villas en la última

dictadura militar

Hayy personas que por sus años vividos, pero sobre todo por sus
experiencias pasadas, contienen en sí mismas un pedazo de esa historia
de nuestro país. Ese es el caso de Juana, habitante de la villa 20
(Lugano) que sufrió junto a su hijo y centenares de miles de habitantes
de las villas de Buenos Aires, el desalojo compulsivo de sus viviendas a
manos de la última dictadura cívico- militar.

Las tristemente conocidas topadoras de Cacciatore en 1977 fueron las


encargadas de tirar abajo las casas. Recordemos que Osvaldo
Cacciatore fue el intendente de la Ciudad de Buenos Aires, designado
por la dictadura militar, desde el 2 de abril de 1976 hasta el 2 de marzo
de 1982. Militar de la fuerza aérea, que participó como tal del
bombardeo a la Plaza de Mayo en 1955.

Este hombre fue el encargado de llevar adelante el Plan de


Erradicación de Villas, para lo cual el gobierno dictatorial promulgó la
Ordenanza 33.652 en abril del `77. Para finales de 1980 se habían
expulsado 180.000 personas que en su gran mayoría se vieron
obligadas a trasladarse al conurbano bonaerense creando nuevos
asentamientos o barrios precarios. Esta es la historia que nos cuenta
Juana.

Este plan de erradicación de villas llevado adelante por el


autodenominado Proceso de Reorganización Nacional contenía tres
momentos: a) congelamiento; b) desaliento) y c) erradicación.

Como nos contaba Juana, primero los censaban y procedían a marcar


las casas con un número, así como se les otorgaba un Certificado de
Asentamiento Precario (CAP) y se le confeccionaba una Ficha Legajo
para su seguimiento hasta la erradicación. El objetivo de este primer
momento, congelamiento, era impedir nuevos asentamientos de
población. Luego venía la etapa del desaliento: buscaban desalentar
por completo la posibilidad de que los habitantes de esas villas
permanezcan en ellas, para ello el hostigamiento era constante, además
de que prohibieron la venta o alquiler de casas dentro de esos
barrios. Si usted no se va, le tiramos la casa abajo , era la frase
amenazante de los agentes de la Comisión Municipal de la Vivienda (el
organismo encargado de llevar adelante esta política). Y finalmente
llegaba la erradicación, donde los militares procedían a liberar el
terreno demoliendo las casas.

Durante esta entrevista, el hijo de Juana que es segunda generación de


habitantes de la villa 20, hoy un hombre de 42 años, maestro de
escuela, nos relataba que sus recuerdos de aquella época son de él y sus
amigos del barrio, pequeños que no contaban con más de 10 años,
tirándoles piedras a las topadoras que arrasaban con la casa de algún
vecino. Hasta que le tocara a la de su familia. Parecíamos niñitos
palestinos intentando parar con piedras a las topadoras del ejército
israelí

Aquella política de máquinas arrasando las casas era apoyada por una
campaña de propaganda que buscaba acentuar el estigma sobre los
habitantes de las villas. La cercanía en el tiempo del mundial hacía
necesaria una ciudad estéticamente “limpia” de cientos de miles de
habitantes de viviendas precarias que se levantaban a pocos metros o
kilómetros del centro. Con el lema: “Sí, Argentina camina”, el gobierno
montaba una campaña mediática jactándose del resultado de la
erradicación. No por casualidad las primeras villas que se erradicaron
fueron las que estaban ubicadas en los barrios cercanos a la cancha de
River: la del bajo Belgrano y Colegiales, éstas no volvieron a levantarse.

Así fue entonces como la demolición de las viviendas fue el derrumbe


de las vidas de miles de familias humildes. En la memoria de los
habitantes también, así como en las placas sobre las paredes de la Villa
20, se registra el recuerdo de aquellos habitantes y militantes sociales
que han sido secuestrados y desaparecidos.
El plan urbanístico de la dictadura

Pero este plan de erradicación respondía a un objetivo superior: el


reordenamiento territorial y la valorización del suelo urbano. Y aquí
cabe aclarar que los militares fueron el brazo ejecutor de los
verdaderos ideólogos: grandes empresarios, en este caso que nos
ocupa, de la construcción y otros rubros que necesitaban de ese
aumento en el valor del suelo para hacer sus negocios: grandes
emprendimientos inmobiliarios, incluyendo obras faraónicas, que las
empresas constructoras iniciaron, con el Estado como su garante.
Mientras el conjunto de la burguesía porteña ganaba para sí y para las
clases medias altas las partes de la ciudad con más espacios verdes.

Por eso en la política urbanística de la dictadura militar se podían


identificar al menos cuatro grandes dimensiones:

1°) se crearon ordenamientos territoriales en la Provincia de Buenos


Aires con el fin de disminuir las superficies donde podían instalarse las
familias de bajos recursos (esto en el conurbano), mientras se
relocalizaron zonas industriales en el interior de la provincia.

2°) se decretó un descongelamiento del precio de los alquileres (Ley de


Normalización de Locaciones Urbanas -30 de junio de 1976-), lo que
provocó que muchísimas familias se encontraran imposibilitadas de
seguir pagando y tuvieran que emigrar sobre todo de las grandes
ciudades. Para 1980 el 16% de las viviendas de la Ciudad de Buenos
Aires, se encontraban desocupadas.

3°) Se construyeron autopistas (como la 25 de mayo y la Perito


Moreno). El plan original contemplaba 7 autopistas sobre la traza
urbana, lo cual implicaba un altísimo desmejoramiento del sistema de
transporte, por favorecer el traslado en autos particulares, además del
costo social que implicaban las expropiaciones de las casas que estaban
en el trazado de esas autopistas.

4°) El plan de erradicación de villas. Cacciatore renunció luego de la


multitudinaria marcha en contra de la dictadura militar que se realizó
en marzo de 1982. Murió en el 2007 a los 85 años, impune, de muerte
natural.

A partir de 1983 con el regreso del periodo constitucional, Juana como


tantos otros, vuelve al barrio arrasado para reconstruir sobre los
escombros, su casa y con ella su vida.

Fuentes: Ciudad en dictadura. Procesos urbanos en la ciudad de Buenos


Aires durante la última dictadura. Scripta Nova. Revista electrónica de
geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona. 10 de febrero
de 2013.

Memoria en las aulas (Programa jóvenes y memoria). La política social


de las topadoras. Erradicación de villas durante la última dictadura.
Salvatori, Saraví, Raggio

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