La espada es el arma de dos filos que consiste básicamente en una hoja
cortante, punzante o con ambas características. Durante gran parte de la historia, esta fue el arma más importante de todo guerrero, el arte del forjado fue perfeccionado desde el principio y prácticamente no se modificó. En las primeras espadas fabricadas, su hoja se hacía en cobre, lo cual la hacía muy débil, posterior a ese material siguió la fabricación con el hierro y finalmente dieron uso a un acero templado. Cabe resaltar que las técnicas de fabricación de este producto cambian debido a las culturas y periodos de tiempo que han pasado, todo esto con el fin de que el diseño y el propósito de la hoja sea atractivo a quien quiera adquirirla. En el siglo XVII, en Japón, la prueba de las espadas la hacían con cadáveres o criminales condenados, para poner a prueba que tan bueno era el material con el cual estaban hechas. A medida que fue pasando el tiempo dieron paso a la utilización de otro material, el cual cortaban en todas las formas (rectas y diagonales) para saber que tan buena es la espada. Actualmente las espadas son fabricadas con acero debido a que es considerado como un material rígido, pero a la vez flexible. La técnica para la fabricación de este producto consistía en inicialmente tomar el “super acero” como pieza corriente, para luego darle paso a la utilización de la maquina fresadora de precisión, la cual es controlada por medio de una computadora. Esta máquina genera calor y posterior a eso el acero es sumergido en un fluido de corte, ese líquido lo que hace es lubricar el material y darle la forma de una hoja básica. Teniendo en cuenta a que esa era la técnica que se utilizaba antes, se puede decir que el acero aún no adquiría esa verdadera fuerza, ya que quedaba frágil y podía quebrarse durante una batalla, por lo tanto, era necesario transformarlo a un acero más fuerte y con más filo, el proceso inicia con técnicas milenarias de forjado, donde el acero entra en un estado rígido y es ahí cuando la hoja mantiene la forma que debe tener. Debido a que era necesario que este producto durara lo necesario, los fabricantes recurren a la química de la llama, es decir, empiezan a sustentar sus fabricaciones en la ciencia y es ahí donde se le da paso al uso de la tecnología del siglo 21. De acuerdo a todo este proceso se puede decir que, las técnicas utilizadas por los artesanos aún son llevadas a cabo, por lo que la maquinaria no funcionada del todo, entonces era necesario recurrir a las técnicas milenarias.