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FUENTE: Dinero
Entre enero y junio de 2019 la cuenta corriente del país registró un déficit de US$
6,827 millones, superior en US$ 713 millones al registrado en el primer semestre de 2018.
Como proporción del PIB semestral el déficit fue de 4,37%, mayor en 0,63 puntos
porcentuales en comparación con el observado un año atrás.
El déficit resultante de los últimos 12 meses aumentó al 4,3% del PIB (en comparación
con el 3,9% en 2018 y el 3,3% en 2017), el nivel más alto desde 2016. A medida que el
escenario global se vuelve más desafiante es probable que el déficit por cuenta
corriente siga aumentando este año.
Por otra parte, las reservas internacionales brutas aumentaron US$ 2.877
millones, resultado de compras de divisas por US$ 2.478 millones, ingresos por
rendimiento de las reservas internacionales de US$ 476 millones, y egresos netos por otras
operaciones del Banco de la República de US$ 77 millones.
FACTORES A FAVOR
FACTORES EN CONTRA
CONCLUSION
El hecho de que el déficit de cuenta corriente tenga un crecimiento (es mayor el gasto en
importaciones que los ingresos recibidos gracias a las exportaciones), implica que se tenga
que buscar soluciones para financiarlo, es decir, utilizando cierto porcentaje del ahorro para
darla una posible solución.
Plantean subsidios a la compra de vivienda
usada en el país
La propuesta es del sector de finca raíz. También se buscan estímulos a compras desde el
exterior
El sector de la finca raíz planteó que dar subsidios de vivienda a la compra de unidades usadas sería
una forma de impulsar el alicaído sector de edificaciones, actividad que en el segundo
trimestre de este año cayó 5,6 por ciento.
Frente a la crisis, Moussa plantea que otra forma de incentivar el crecimiento de las
ventas de vivienda es a través de estímulos para personas que compren desde el
exterior. El ingreso de otras divisas al país contribuiría a la dinamización de la economía,
con medidas que exceptúen a estos compradores del pago de derechos notariales, por
ejemplo.
En cuanto a la idea de subsidiar vivienda usada, Correa señala que el apoyo que el
Gobierno entregue para adquirir casas o apartamentos de segunda mano, asociadas
principalmente a la clase media, inyectaría dinero al mercado en la medida en que las
personas que venden podrían cubrir los valores correspondientes a las cuotas iniciales
de nuevas viviendas.
Este esquema –dice Correa– beneficiaría, entre otras, a personas jóvenes que tienen los
ingresos suficientes para asumir préstamos pero no la liquidez para una cuota inicial.