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Emely Duarte Amador Duarte Amador 1

Lucas Vargas Sierra


Introducción a la historia y los movimientos de la literatura
01/03/19

De: Emely Duarte, tu querido recuerdo

Para: La abuelita de mis sueños

Querida abuelita, tú, que eres libro amarillento con las hojas desgastadas, un poco rotas,

pero a la vez llenas de amor y vida, te quiero contar una historia, una que no has escuchado

aún y vale la pena conocerla, porque entre tus últimos capítulos anhelo que añadas una

de estas tantas anécdotas irónicas que representan nuestra simpleza compleja, de ahí

nuestras acciones contrarias, pero a la vez complementarias, no somos más que deseos y

muerte, abuelita.

Esta aventura comienza cuando Alatiel, hija del Sultán de Babilonia es enviada al rey de

Algarve en un barco. Esta mujer que es imagen de la belleza física más pura e irreal, a

pesar de tener los ideales más grandes del ser humano, en vez de vivir una vida gloriosa

y sin preocupaciones, nada en la constante desgracia, ya que todos los hombres no pueden

evitar la necesidad de poseer lo que ellos en su interior sienten que les falta, y en esa

desesperada búsqueda por complementar sus vacíos terminan entre una mínima muestra

de placer que los conduce a su fin. Nueve hombres poseyeron el cuerpo más vacío y de

poco interés, ni siquiera la comunicación fue posible, las mentes más solas terminaron en

su mismo estado, el carácter, la pintura, la música y el lenguaje poético les fue imposible

comprender y por eso actuaron como han de ser los hombres sin arte, animales por

naturaleza. Un cuerpo no es más que un cuerpo si no contiene la bella y deslumbrante

inteligencia. Aquella mujer de poco carácter que vive entre las conformidades y sin valor

propio siempre estará condenada a ser objeto del viento que solo levanta polvo y termina
Duarte Amador 2

siendo nada más que contaminación. La envidia, la traición y pérdida del sentido son sin

duda los factores de un círculo vicioso que rodean estas almas ingratas que desconocen

el amor y se lanzan a las apariencias incomprensibles. Abuelita, si algo me ha quedado

claro de este relato es la vulnerabilidad del hombre por querer sentir que algo vale la pena

en su vida, que lograron poseer, conquistar, manipular, ganar; palabras carentes de

tranquilidad. Entre tu vida sabia debiste distinguir este miedo, fuente de peste a todos

aquellos desolados. Tú por tu parte siempre fuiste libro abierto con epígrafes más valiosos

que narraciones completas dictadas por los ignorantes que terminan en el profundo mar

del olvido, por eso he tenido la necesidad de registrar que muchos de los ideales que tiene

el hombre no son más que excusas para creer que un día pudieron ser mejores si hubieran

tenido una realidad más irreal, una más soñada y buena, pero nos es imposible llegar a

ello porque no sabemos lo que nos conviene de manera certera, preferimos pensar en que

le gustaría al otro y de qué manera lo puedo conseguir, cuando deberíamos pensar con

toda la paciencia posible en qué queremos nosotros para sernos autosuficientes. Al final

si todo sobrevive a través de falacias que corrijan nuestra imprudente realidad, entonces

a cualquier puta le queda bien el nombre de santa.

Abuelita sin duda esta fue una historia que con el tiempo cobrara el mismo sentido, los

seres humanos somos una biblioteca con muchos libros llenos de hojas en blanco, espero

que el tuyo, uno amarillento con las hojas desgastadas, un poco rotas, pero a la vez llenas

de amor y vida, sea leído ahora que está completo, nunca olvides esta fecha abuelita,

primero de marzo del 2019, el día en que terminé tu libro y por fin descansaste en paz.

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