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En el siguiente apartado se expondrá toda la información de apoyo que justifica la

metodología del folclore como herramienta vinculada al aprendizaje general y, como


directriz concreta, al aprendizaje musical dentro de la riqueza cultural ecuatoriana, así
como también, se presentará una guía somera de los contenidos del primer nivel inicial
e introductorio a la armonía moderna con la finalidad de esquematizar la propuesta
metodológica y las sesiones de intervención pedagógica de la guitarra jazz.

2.1. La relación entre el folclore y la educación musical

Primeramente, es menester situarse dentro de los conceptos generales del tema de


estudio, principalmente dilucidando los conceptos de folclore y folclore musical,
puesto que, al tener acepciones muy variadas según la óptica de la rama de estudio en
la que se analice, podría suponer futuras confusiones en nuestra perspectiva educativa
que maneja una simbiosis académica y popular.

2.1.1. Definición de Folclore

Según Mulla Ali (2011) el folclore como término “hace referencia al estudio de la
cultura de un pueblo incluyendo aspectos como proverbios, tradiciones, historia,
costumbres, música, supersticiones, bailes, juegos, frases hechas, vestimenta, religión,
ritos, leyendas, mitos y transmisiones orales” (p.22). Ahora bien, antes de definir las
generalidades más relevantes del folclore, debemos destacar su factor psicológico
inherente en el ser humano, puesto que este será el vínculo más significativo de su uso
como estrategia metodológica dentro de este trabajo.

Es sin duda el Folklore el producto de la actividad acumulada en el espontáneo vivir


de un grupo humano y es por ello mismo el camino más indicado para penetrar en
sus rasgos psicológicos más importantes de igual modo a lo que es el sueño para el
individuo.
(Bustamante, 1962, p.70)

Por consiguiente, podemos decir que el folklore es una historia oral preservada por
la gente de la cultura, que consiste en tradiciones que pertenecen a una cultura
específica (Arévalo, 2009). Estas tradiciones generalmente incluyen música, cuentos,
historias, leyendas y mitos. El folklore se transmite de generación en generación y la
gente de la cultura lo mantiene activo. La gente de la cultura se refiere al nombre
colectivo dado a las distintas sociedades que se distinguen y mantienen características
propias en su modo de vida de una época a otra.

Además de lo antes mencionado, no se debe olvidar los procesos étnicos


identitarios que devienen del folklore, puesto que este permite a las personas dar
sentido a sus vidas y a su entorno (Bowman, 2012). Debido a que cada cultura tiene
diferentes antecedentes históricos y tradiciones, el folklore tiene una definición
diferente para cada cultura. La definición presentada en esta lección es general y cubre
el tema de forma universal sin pretender sesgar el enfoque académico que será
desarrollado a lo largo de este trabajo y en la presentación de las sesiones educativas.

Entonces, podemos observar que el mundo es rico y muy diverso en folklore. De la


misma manera, aunque gran parte del folklore es específico de una región, idioma o
comunidad, también puede abarcar similitudes expresivas culturales esparcidas por
todo el mundo. Por ejemplo, en el sudeste asiático, los chinos, japoneses, coreanos y
tailandeses comparten un mito sobre un conejo en la luna que usa un mortero y una
mano de mortero. En el cuento chino, el conejo está haciendo medicina. En las
versiones japonesa y coreana, está haciendo pasteles de arroz. En el cuento tailandés,
está descascarando el arroz (Yang & Welch, 2016). Los folcloristas notan que cuentos
similares entre pueblos vecinos no son sorprendentes, ya que las historias pueden
cruzar fácilmente las fronteras.

En la actualidad es irrefutable el vínculo cultural que la humanidad ha conservado


en todas sus manifestaciones y expresiones, inclusive si estas son literarias, dejando en
claro los procesos coyunturales sociales de la historia. Ejemplificando estas
percepciones, podemos localizar otra similitud regional en el folklore cuando involucra
los números. En Europa, la mayoría de los cuentos populares giran en torno al número
tres, posiblemente como un guiño a la doctrina cristiana de la trinidad, que dice que
Dios existe como tres entidades separadas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Entonces, los cuentos europeos pueden presentar tres hermanos o tres deseos (Coe,
2000). De igual importancia, se puede sostener que las historias que presentan
criaturas compuestas como sirenas y centauros son comunes en Camerún, Grecia y
Malasia; cuentos de civilizaciones submarinas se han contado durante mucho tiempo
en Perú y China; y la gente de Brasil y Vietnam tienen tradiciones de historias sobre
animales que se transforman en formas (Arévalo, 2009). Este fenómeno puede ser otra
muestra de cómo las personas son iguales en todo el mundo: que los humanos
comparten una imaginación común.

Aunado a todo esto, claramente podemos añadir el concepto totalmente


globalizado de la escala pentatónica que desde los albores musicales de la humanidad
ha caracterizado la sonoridad de varias civilizaciones y, aún en la actualidad, se
encuentra grabada en el inconsciente colectivo del mundo. Esto fue demostrado
públicamente por el aclamado vocalista de jazz Bobby McFerrin en el World Science
Festival del año 2009 en una charla llamada Notes & Neurons: In Search of the
Common Chorus junto a Lawrence Parsons (Profesor de Neurociencia Cognitiva de la
Universidad de Sheffield, en UK), Daniel Levitin (Neurocientífico, jefe del laboratorio
para la percepción musical de la Universidad McGill en Canadá) y Jamshed Bharucha
(vicepresidente, jefe de estudios y profesor de varios departamentos de la Universidad
de Tufts). Cuando hablan del poder de la escala pentatónica interiorizada en todas las
culturas, Bobby MacFerrin realiza un performance donde incita al público a cantar
junto con él definiendo en cada salto corporal del cantante un sonido de la escala, para
que luego de repetidas secuencias el público presienta la siguiente nota solo con el
movimiento y sin la guía vocal. El fragmento antes mencionado se puede visualizar
libremente y sin restricciones en YouTube.

Entonces, podemos resumir que el folclore mantiene elementos universales de los


cuales se desarrollan y adaptan rasgos específicos dentro de cada sociedad y mantienen
una cultura determinada que se interrelaciona según su situación geográfica, siendo
evidentes los elementos compartidos entre diferentes civilizaciones. Por ejemplo, la
pentafonía se encuentra tanto en la civilización de la antigua China como en la música
Andina prehispánica, siendo dos continentes diferentes pero que entrelazan su arte en
las bases sonoras psicológicas de la humanidad.

Aun así, el acervo cultural transmitido por el folclore no debe generalizarse a una
sola cosmovisión artística, debido a que las interpretaciones sonoras, si bien están
presentes en lo más profundo del inconsciente humano, también están supeditadas a
la representación propia de una sociedad, lo cual le aporta un significado específico
que debe ser estudiado en su contexto cultural. Por ejemplo, Bravo (2011) afirma que
“para los orientales la palabra música tiene un sentido más amplio que para los
occidentales, esta representa: danza, poesía y sonidos. La poesía expresa la idea, el
canto modula los sonidos y la danza anima las actitudes” (p. 87).

2.1.2. Concepto y evolución del Folclore Musical

El folclore se lo relaciona también con la música, como una expresión cultural de


las tradiciones del pueblo. Algunos tipos de música popular dentro del género folclore
pueden llamarse músicas del mundo. Esta se ha definido de varias maneras: como
música transmitida oralmente, con compositores desconocidos o música interpretada
a medida durante un largo período de tiempo. El término se originó en el siglo XIX,
pero la música popular se extiende más allá de eso (Bowman, 2012).

A partir de mediados del siglo XX, una nueva forma de música popular evolucionó
de la música folclore. Esta forma de música a veces se llama música folklórica
contemporánea o música folk revival para distinguirla de las formas folclóricas
anteriores. Este tipo de música también incluye géneros de fusión como folk rock, folk
metal y otros (Andrews, 2011).

El folclore se relaciona con términos como la música folclore, canción popular y


danza. Son extensiones del término folklore, que fue acuñado en 1846 por el anticuario
inglés William Thoms para describir "las tradiciones, costumbres y supersticiones de
las clases incultas" (Falk & Mcgrath, 2017). El término se deriva además de la expresión
alemana volk, en el sentido de "la gente en su conjunto" tal como se aplica a la música
popular y nacional por Johann Gottfried Herder y los románticos alemanes más de
medio siglo antes (Ahmetova & Nurgayanova, 2016).

Algunos ni siquiera están de acuerdo en que se debe usar el término música


folklórica. La música puede tender a tener ciertas características, pero no se puede
diferenciar claramente en términos puramente musicales. Un significado que a
menudo se da es el de "viejas canciones, sin compositores conocidos", otro es el de la
música que ha sido sometida a un "proceso evolutivo de transmisión oral ... la moda y
la remodelación de la música por la comunidad que le da su carácter popular" (Coe,
2000).

Dichas definiciones dependen de "procesos culturales y de cómo las tradiciones son


transportadas de generación en generación para interpretarlas y transmitirlas
(Andrews, 2011). La música ya era "...vista como la expresión auténtica de una forma
de vida pasada o a punto de desaparecer (o en algunos casos, para ser preservada o
revivida de alguna manera)", particularmente en "una comunidad no influenciada por
música artística " y por canción comercial e impresa (Coe, 2000). En estos términos,
la música popular puede verse como parte de un "esquema que comprende cuatro tipos
musicales: 'primitivo' o 'tribal'; 'élite' o 'arte'; 'folk' y 'popular" (Yang & Welch, 2016).

Varios autores (Özdek, 2015; Xu, 2018; Yang & Welch, 2014) revelan que en los
últimos años, tanto los folkloristas como los educadores han centrado más atención, y
más intensamente, en el tema del "folklore y la educación", con miras a incorporar el
folklore en el currículo escolar regular. Cuando los folkloristas han considerado el
entorno escolar como parte de su área de investigación, generalmente se han limitado
a investigar las actividades de los niños en el patio de recreo. Los relatos documentales
de la configuración del aula provienen de maestros que inevitablemente han visto el
folclore como una función estrictamente didáctica. Los folcloristas y los maestros no
han visto al grupo de aula (docentes y estudiantes) como un valor de estudio en sí
mismo, como lo demuestra su omisión de estudiar las tradiciones del aula y la escuela
(Frank, 2014).
2.1.3. El folclore como técnica o herramienta educativa

La experiencia auditiva es, sin duda alguna, uno de los factores principalmente
esenciales para la adquisición y desarrollo del lenguaje musical, por este motivo, es
fundamental que los nuevos estudiantes se desenvuelvan dentro de la música más
familiar para ellos, siendo justamente aquí donde destaca el valor educativo y
pedagógico del folclore musical.

Siendo la música un fenómeno sonoro universal, pues será importante reconocer que este
fenómeno físico, en la enseñanza se traslada a un fenómeno sensorial dentro de un
contexto y de acuerdo a las experiencias del escucha, de tal manera que el papel del
maestro será conectar estos dos mundos, para generar un desarrollo y aprensión
permanente de las características de la música y el sonido que finalmente se verán
trasladadas a su práctica instrumental.
(Peñaherrera, 2010, p.247)

La música es uno de los elementos más importantes en la transferencia del


patrimonio cultural. Se considera que las formas de música especialmente
tradicionales son las principales portadoras del patrimonio cultural porque la música
folklórica, que viene a la mente al mencionar la música tradicional, es una subdivisión
de la cultura como núcleo cultural genético y al mismo tiempo involucra muchas otras
subdivisiones y características de la cultura (Özdek, 2015).

Estos elementos y características se pueden enumerar como características del


lenguaje, habla y dialecto en forma oral e historias, eventos importantes, guerras,
fenómenos naturales, personas importantes, religión, tradiciones y costumbres, ropa,
artículos cotidianos, vida cotidiana, relaciones sociales, agricultura, ganadería, caza,
alojamiento, arquitectura, instrumentos musicales, etc. mencionados en las letras.
Además de la estructura oral, las obras instrumentales también son elementos del
patrimonio cultural junto con la ropa, las joyas, los objetos, etc. utilizados en los bailes
folclóricos que acompañan, y los instrumentos utilizados en la realización de historias
y narraciones teatrales (Özdek, 2015).

Se espera que este importante patrimonio cultural ocupe una posición central y
priorizada en los sistemas de educación musical de las sociedades. Aunque el uso de
elementos de la música folclórica en los tres títulos principales de la educación musical,
a saber, la educación musical general, profesional y amateur y sus niveles, ha sido
objeto de muchos estudios, especialmente en qué medida esto se ha cumplido en
nuestro país (Coe, 2000).
Aunque cada tipo y nivel de educación musical está abierto a la investigación, se
cree que la educación musical general y la educación musical profesional son los
elementos fundamentales para que el sistema funcione correctamente en una
sociedad. Será un enfoque apropiado para explicar las representaciones de estos tipos
a través de la educación musical general en educación primaria y los maestros de
música que realizan esta educación (Ahmetova & Nurgayanova, 2016).

En nuestro país, después de la educación primaria, o más apropiadamente después


de la educación de ocho años en educación primaria y media, los futuros maestros de
música asisten a las escuelas secundarias de bellas artes y deportes como instituciones
educativas de nivel intermedio donde se imparte educación musical profesional a nivel
de escuela secundaria. En otras palabras, las personas que han completado la
educación musical general, una de las dos dinámicas básicas del sistema, se gradúan
de estas escuelas secundarias para pasar a la otra dinámica importante del sistema
(Bowman, 2012).

Desde esta perspectiva, no estaría mal llamar a las escuelas secundarias de bellas
artes y deportes o sus equivalentes en otros países como el patio trasero de las
instituciones que educan a los maestros de música. Cuando la importancia de las
instituciones que ofrecen educación musical a nivel de escuela secundaria es tan
evidente, es esencial averiguar en qué medida la música folclórica como elemento del
patrimonio cultural está incluida en los planes de estudio de estas escuelas (Xu, 2018).

La literatura reciente sugiere que los enfoques tradicionales en la educación


musical no son necesariamente compatibles con las convenciones pedagógicas de la
educación musical formal. Si bien varios estudios recientes han tendido a definir estos
contextos de aprendizaje de la música no clásica como 'informales', la práctica de la
música tradicional que se introdujo recientemente en la Educación Superior de países
en desarrollo parece ser mucho más compleja y fluida, al menos en su mundo real
ajuste (Falk & Mcgrath, 2017).

1.3. Inconsciente Colectivo de la Música Folclórica

El trabajo de los folkloristas en educación se puede agrupar en cinco enfoques,


cuatro de los cuales se centran en cómo los individuos se comunican dentro, alrededor
y desprecian las instituciones culturales, y el quinto se centra en ayudar a los
estudiantes a identificar el uso de las creencias populares por parte de los funcionarios
cultura dominante para obtener la aprobación pública (Ilić & Bojović, 2016).
El folclore es una expresión de la actividad artística de las comunidades rurales.
Abarca artes visuales, música, tradiciones orales y rituales. Las áreas mencionadas
están conectadas indivisiblemente entre sí, así como con la vida de las aldeas y sus
habitantes, y todas juntas constituyen arte popular. El arte popular es un elemento de
la vida rural que depende de las creencias, el sistema de valores, las relaciones sociales
y el entorno natural que surge del sentido del ritmo, la armonía y la simetría inherentes
a los seres humanos. En definitiva, el folclore es un elemento del arte popular (Putnam,
1964).

En todo el mundo, las historias, costumbres y creencias de la comunidad se han


transmitido de generación en generación. Los ancianos usan este folklore para enseñar
a familiares y amigos sobre su pasado cultural colectivo (Ahmetova & Nurgayanova,
2016). Y para los afroamericanos, el folklore también ha jugado un papel
particularmente importante en la documentación de la historia.

Los efectos de la esclavitud en la cultura africana fueron enormes. Los esclavos


tuvieron que abandonar su verdadera naturaleza para convertirse en sirvientes de los
angloamericanos. Y, sin embargo, a pesar de que se les prohibió practicar cualquier
cosa relacionada con su cultura y herencia africanas, los africanos nativos lo
mantuvieron y sus idiomas vivos en Estados Unidos (Falk & Mcgrath, 2017).

Una forma importante de hacer esto era a través de cuentos populares, que los
esclavos africanos usaban como una forma de registrar sus experiencias. Estas
historias fueron contadas en secreto, con elementos adaptados a su situación
esclavizada, agregando elementos de libertad y esperanza (Özdek, 2015).

Por otra parte, las presentaciones de danza folclórica para el público presentan una
actividad altamente estructurada, controlada, intrincada y coreografiada. Enseñar
danza en relación con el folclore cumple muchos objetivos de un buen programa de
educación. En especial, en el caso de niños, proporciona fondos y formas apropiadas
para el desarrollo de habilidades físicas, y para disfrutar del ejercicio físico, algo muy
necesario en la sociedad actual (Yang & Welch, 2014).

El baile folclore enseña conceptos básicos de ritmo, repetición, secuenciación,


patrones, previsibilidad, anticipación, señales musicales, discriminación auditiva y
conteo. Y es muy multicultural: exponer a los niños a bailes de todo el mundo, que
representan diferentes épocas históricas y sociales, y mostrar a los niños cómo todas
las culturas, naciones y personas están conectadas e interrelacionadas (Bowman,
2012).
Por ejemplo, las danzas cuadradas y contra americanas se basan en danzas
francesas; Los bailes israelíes tienen pasos, formaciones y música de todo el mundo
(traídos a Israel por judíos que emigraron allí desde todos los rincones del mundo); y
los bailes mexicanos están influenciados por el flamenco español, las culturas nativas
y los emigrantes del Caribe y África. Pero quizás la principal ventaja de enseñar bailes
populares a una edad temprana es que crea en los niños una disposición hacia una
forma divertida y amorosa de proporcionar actividad física y ejercicio para toda la vida
(Arévalo, 2009).

La influencia del folclore en la composición musical puede apreciarse con mayor rigor
en todo el mundo. La música es quizás la más universal de las artes escénicas y se
encuentra en todas las sociedades, con mayor frecuencia como parte integral de otras
formas de artes escénicas y otros dominios del patrimonio cultural intangible,
incluidos rituales, eventos festivos o tradiciones orales (Arévalo, 2009). Se puede
encontrar en los contextos más diversos: sagrado o profano, clásico o popular,
estrechamente relacionado con el trabajo o el entretenimiento. También puede haber
una dimensión política o económica en la música: puede contar la historia de una
comunidad, cantar las alabanzas de una persona poderosa y desempeñar un papel
clave en las transacciones económicas. Las ocasiones en que se realiza la música son
tan variadas: matrimonios, funerales, rituales e iniciaciones, festividades, todo tipo de
entretenimiento, así como muchas otras funciones sociales (Frank, 2014).

Así también, existe una influencia en la danza. Aunque muy compleja, puede
describirse simplemente como movimientos corporales ordenados, generalmente
interpretados con música. Además de su aspecto físico, los movimientos rítmicos, los
pasos y los gestos de la danza a menudo expresan un sentimiento o estado de ánimo o
ilustran un evento específico o un acto diario, como las danzas religiosas y las que
representan la caza, la guerra o las relaciones sociales en una determinada coyuntura
(Yang & Welch, 2014).

Además, la influencia se marca en las representaciones teatrales tradicionales


generalmente combinan actuación, canto, danza y música, diálogo, narración o
recitación, pero también pueden incluir títeres o pantomima. Estas artes, sin embargo,
son más que simples "actuaciones" para una audiencia; También pueden desempeñar
papeles cruciales en la cultura y la sociedad, como canciones cantadas mientras
realizan trabajos agrícolas o música que es parte de un ritual. En un ambiente más
íntimo, las canciones de cuna a menudo se cantan para ayudar al bebé a dormir (Falk
& Mcgrath, 2017).
Finalmente, se puede mencionar que la transmisión de la cultura sobre instrumentos,
objetos, artefactos y espacios asociados con las expresiones y prácticas culturales van
de la mano del folclore de cada pueblo. Es decir, se reconoce que existe una influencia
marcada por los aspectos culturales que determinan cierta identidad que se transmite
como una motivación en la expresión cultural. Más aún, esta se formula en la expresión
musical. La cadencia y ritmos forman parte de la influencia de nuevos ritmos con los
cuales se identifica cada pueblo. Sin duda, el folclore en los distintos niveles de
expresión se convierte en un factor inmaterial considerado por la UNESCO como un
aspecto que debe preservarse para las siguientes generaciones.

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