Está en la página 1de 72
Disenio de coleccién y cublerta: Gerardo Dominguez 2001 feign: Grupo Anaya, S.A., 2001 Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid Primera edicion, octubre 2001 ‘Segunda edicion, abril 2005 ‘Tercera edicion, actubre 2008 ISBN: 978-84-667-1311-5 Deposito legal: M. 4979/2008 prime: Anzos, SL. ‘Ana Garralén Historia portatil iteratura infantil de la I Quiero dedicar este libro ami hermano David, para que algin dia encuenttre su camino, PROLOGO ra infantil son iguales; esta, como ya se puede ver en el titulo, es una historia portatil; cada cual decodifi- ‘que el adjetivo como quiera, pero ademds es una historia que contiene una mirada: la de su autora, ‘Ana Garralon, conocida critica e investigadora de literatura infan- til, proyecta su vision sobre la historia de los libros escritos ¢ilustrados para nifios y jovenes, y sobre aquellos que, aunque no fuera esa la in- tencidn de su creador, el tiempo los ha ido convirtiendo en eso que lla- ‘mamos clasicos infantis 0 juveniles. ¥ esa vision discrimina, seleccio- na, y por ello, al no poder aparecer todos los autores con sus respectivas obras, estan presentes aquellos que, a juicio dela autora, deben jalonar esta breve historia de la literatura infantil. Esto no quiere decir que la seleccidn sea aleatoria o frivola; obedece a un criteri, evidentemente subjetivo, de modo que se puede estar de acuerdo o discrepar de dicha seleccidn; en todo caso, podriames decir que, aunque na estan todas los {que son, sison todos los que estan. La obra se estructura en bloques temporales ordenados cronoligica- ‘mente. Excepto en el primero, que recoge la produccign hasta 1800, au- tores y obras aparecen agrupados en periodos de cincuenta anos, hasta Esta historia portatil tiene vocacign de introduccién a la literatura infantil. No se trata de un andlisis exkaustivo y pormenorizado de la obra de unos cuantos autores fundamentales; es, sobre todo, un itimera- 7 Prologo rio divulgativo por los libros, escritores eilustradores, que, a juicio de Ana Garralon, han construido ese espacio que ya forma parte del ec io de la literatura, y que denominamos literatura infantil y juvenil no comentario a propdsito del capitulo final: como es evi- dente, segiin nos hemos ido acercando al presente, en este ambito como en cualquier otro campo de la cultura, la produccién ha sido mayor y esta mejor documentada y referenciada; de ahi que en este tiltimo capi- tulo se haya tenido que realizar una seleccién mas exhaustiva y, por tan- to, han quedado fuera autores e ilustradores de importancia; pero, para que el traje se ajustara a las medidas, haba que cortar por algun lado. Conociendo a Ana Garralén como la conozco, haré una confesion: de lo que no me cabe ninguna duda es de que este recorrido, ademas de historico, es verdadero. Contiene la mirada de su autora, la pasion de ras, la evocacién de sus emociones; es, como suele decirse, una r en este caso de autora Antonio VENTURA PRESENTACION La intencién de este ensayo es oftecer a los lectores una orde- nacién historica y cronolégica de los principales acontecimientos releridos al devenir de la literatura infantil y juvenil desde sus ini- cios hasta finales del siglo xx. No se trata de un trabajo exhaustivo ni erudito ya que tnicamente he pretendido reunir datos e infor- maciones que en la actualidad se encuentran dispersos o resultan Ge dificil acceso, darles una unidad y proponer una alternativa ase- dquible para aquellos que deseen hacer una primera aproximacion a bida a temas que requeririan un mayor tratamiento, como son el comic, la ilustracién 0 los libros informativos, Si he incluido, sin embargo, ilustradores que han escrito sus textos, enmarcindolos en el momento histérico en que fueron producidos. La ordenacion cronoldgica me ha parecido la mas wil, pues que- dan bien reflejadas tendencias que han recotrido patses en diferen- tes épocas, y brinda'una sugerente y aclaratoria vision de conjunto. Esta eleccidn plantea, no obstante, algunas dificultades, pues deter- rinadas obras o tendencias podrian incluirse en mas de un capitulo. Espero que el lector sea comprensivo con la division planteada, ‘A partir de mediados del siglo xx, la produccién y el desarrollo de los libros para niftos se incrementa de manera tan espectacular que este periodo requeriria un estudio practicamente independien- te. He evitado una excesiva acumulacion de titulos y autores que harian la lectura tediosa y, ademas, espero que no se evalien los dos mos capitulos por las ausencias, sino por la intencion de pre~ sentar algunas obris relevantes y dar una visién de conjunto. Presemacion En lo que respecta a los paises, he procurado escoger obras co- nocidas por el publico hispanohablante, es decir, que hayan sido tra- ducidas, evitando de esta manera un repertorio de titulos de interés exclusivo para especialistas. Como novedad se incluye la produccién de América Latina, en un intento de acercar y relacionar esa extensa produccion y evitar una vision exclusivamente eurocentrista Al final de cada capitulo incluyo, en un apartado Hamada «Ca- jon de libros», sugerencias de lecturas para quienes deseen leer las versiones originales de los libros citados. Ademés de obras funda- ‘mentales, en ocasiones se citan libros por sus ilustraciones, la cali- dad de la traduccisn o la relacion con el movimiento en el que se inscriben, Esta obra es fruto de muchas lecturas y horas de estudio. Su pu- blicacion no hubiera sido posible sin algunas personas ¢ institucio- nes a quienes quiero manifestar mi. mas profundo agradecimiento. En primer lug cernationale Jugendbibliothek (Munich), en especial a Evelin Hohne, quien me brinds la oportunidad de acer- carme a mumerosos escritos y comenzar una coleccién de textos sin los cuales la elaboracion de este trabajo hubiera resultado imposi- ble. A la Fundacion German Sanchez Ruipérez (Salamanca), que desde hace afios apoya a los investigadores con un excelente servi- cio y disponibilidad: sin el profesional equipo que lo integra, nues- tras investigaciones serfan laboriosas y desmoralizadoras. A Anto- niio Ventura, editor entusiasta, que apoyé esta idea cuando apenas era un boceto y me ha brindado aliento cuando surgieron numero- sas dudas respecto a la redaccion y el estilo. A Amalia Ayensa, por Jas conversaciones y materiales con los que me ayud6 a definir los periodos hist6ricos en que se han dividido los capitulos, A Antonio Orlando Rodriguez y a Marfa Cecilia Silva-Diaz les agradezco su lec- tura detallada del conjunto y las utiles sugerencias para mejoratlo. A todos aquellos que me han animado en los peores momentos y a Wiener Dierkes, por su apoyo siempre incondicional ‘Ana GARRALON HASTA 1800 MARCO HISTORICO Y CULTURAL Edad Media, Sociedades feudales. Colonizacién de América. Renaci- italiana en el arte y en la cultura. Ba- onias. Rococd. Revolucién Francesa (1789). Pérdida de poder de la nobleza. Siglo de Oro de la cultura espafiola. Independencia de Norteamética (1783). Los primeros relatos para nifios: la tradicion oral de la narracion popular oral legamos a una concep- ion dela literatura, l narracion escrita, como un intento de for~ rmalizacion ejemplificadoray. A. Manrivez Mewcnen Comenzar una historia de la literatura infantil desde la aparicion del libro seria injusto. La literatura, a fin de cuen- tas, existio antes de que naciera el texto escrito. Todavia hoy, el primer contacto del nifto con los cuentos y la poesia se produce gracias a la palabra, asf que parece pertinente co- menzar el recorrido por ese conjunto de historias que cons- tituyen lo que se ha denominado tradicién oral. * Martinez Menchén, Antonio: Narraciones infantles y cambio social, Madrid, ‘Taurus, 1971 n ‘Ana Garraton Cuando el ser humano us6 la palabra como vehiculo para transmitir historias, lo hizo buscando una explicacién al sen- tido de su existencia y a su relacion con la naturaleza. Asf na- ieton los primeros relatos, conocidos hoy como mites. El mito, narracién que da cuenta de la actuacién de personajes memorables para explicar el mundo, el origen de las divini- dades, la aparicion del hombre, el sentido de algunas institu- ciones y el més alld, es la respuesta simb6lica a los interro- gantes del hombre frente a su destino. Es la condicion universal del mito lo que ha hecho que perdure en el tiempo y se haya transmitido de generacion en generacion. Los modelos literarios del mito fueron transmitiéndose, tam- bién, de generacién en generacién. Algunos fueron contados a los pequetios: «Los primeros mitos se los contaban habitual- mente los mayores a los nifios y los mas sencillos los relataban los ancianos, los abuelos, las nodrizas, antes de que el nitio los escuchara a los recitadores mas famosos, rapsodas y poetas»* Estas versiones, aligeradas.y abreviadas en sus detalles, dieron Tagar a lo que Rodriguez Almoddvar ha definido como «hecho cultural vivo més antiguo, el mas extendido sobre el planeta y el que peotes tratos ha recibido por parte de la cultura de clase»’, es decir, el cuento popular. El cuento, como forma menor del mito, es la teoria mas convincente en- tre Tos estudiosos que tratan de desvelar su procedencia, En estas versiones reducidas se habrian perdido los elementos teligiosos tipicos del mito —lo sagrado— y habrian sobrevi- vido la accién y las aventuras, es decir, los hechos més cauti- ® Garcia Gual, Carlos: «Prologo» en Platon: Mitos, Madrid, Siruela, 1998, * Rodriguez Aimodévar, Antonio: «Fantasia popular el cuento mataviloso» en: Varios: Literatura fantastica, Madrid, Siruela, 1985. R Historia port de ta Weratura ian vadores, alejados de la excesiva y tediosa retorica de las gran- des hazafias. Los protagonistas ya no serian esos grandes y le- janos héroes, sino personas casi Feales;-reconocibles-por quieé= Ties escuchaban estas historias, qué io eran contadas por los poetas sino por gente comin. Estos cuentos inclufan mensajes profundos sobre Ja viday el comportamiento —la prohibicion del incesto, las normas de parentesco 0 los vinculos entre los vivos y los muertos—, pero no grandes lecciones morales, y la diferencia més significativa eral triunfo de lo pequeo y del mas débil. En ellos, se da ca- bida a todo tipo de temas: maravillosos, anecdoticos, burles- 0s, fabulas, leyendas, hechos sobrenaturales y tambien reales. De Egipto y de India datan los mas antiguos. En India, el cuento moral y las parabolas denominadas jaleatas —conser- vadas en sanscrito— servian para difundir el budismo, cinco siglos antes de la era cristina. Posteriormente, se recogieron fabulas como el Panchatantra o el Calila y Dimna, donde dos lobos hermanos acuden a la corte del Leén para recibir con- sejos, Entre los relatos que escuchan en la corte figuran re- franes, leyendas y maximas orientales donde se ensalzan vir- tudes, como la cautela y la desconfianza. Estos relatos primigenios se expandieron con gran éxito por todo Oriente, y de allf legaron a Grecia, dondéyerretsigho- vrardeC:"Esopo, un fabulista poco agraciado fisicamente, pero muy dotado pata la palabra, los difundiria con gran popularidad Los cuentos propagados oralmenté continuiaron su expan- sin por los paises arabes hasta llegar a Espafia. En la Edad Media conocieron un gran desarrollo, debido a las cruzadas y alos viajes de los peregrinos, que divulgaron por todo el mundo esta literatura, {Estaban los nifios incluidos en estas B ‘Ana Garralon sesiones de cuentos? {Tenfan un repertorio espectfico? En la Edad Media, los niftos eran considerados adultos desde los cinco afios y participaban com Tos mayores en todas las tarcas, de tmanera que no féstilia dificil suponer que también escu- charan estos relatos y alimentaran con ellos st imaginarto Pero todavia no se puede hablar de una literatura escrita y pensada para ellos, Recordando algunos cuentos dé Ta tradi- cion oriental, como los de Las mil y una noches, en especial los, que se han difundido para nifios Gimbad el marino, Alt Bab os cugrenta ladrones y Aladino y la lampara maravillosa), cabe pensar que fueron escritos para los mas pequefios, aunque nadie que haya lefdo las versiones completas podria asegu- tarlo, dada la explicita crueldad y el erotismo presentes en los relatos ee La imprenta y los libros infantiles «Bien y Ieslmente deben los maestros mostrar sus saberes alos es- colares leyéndoles libros» [ALFONSO X EL SABIO: Las siete partidas, siglo xt En 1456, el artesano.alemén Johann Gutenberg, después de trabajar veinte afos en su revolucionario proyecto, la im- prenta, edita la llamada Biblia de Gutenberg. El invento que permitié esto, basado en la imprenta china, de mas de mil aftos de antigiedad, represent uno de los avances mas revo- lucionarios en la transmision de la cultura y se expandio pro- gresivamente por todo el mundo. Sin embargo, la imprenta todavia tard6 unos afios en ser utilizada masivamente para los libros infantiles. En esos tiem- “ istorta porate ta erature inane pos eran pocos los nifios que tenian acceso a la cultura, re- servada a las clases sociales mas privilegiadas. Para los nifios de la nobieza se creaban libros de inst mos, abecedarios y los llamados ejemplarios. Para estos principes, tambien llamados delfines, se redac- taron tratados de urbanidad, de moral, de.politica y de-filo- el futtiro sobe afte. Junto jiosos, como Flo do de forma afiénima en lialia’a fines del siglo xiv, donde se mostraba la vida ejemplar del santo y sus milagros, Estos tratados de moral convivian con la literatura oral, muy presente en Jas capas mas humildes de la sociedad. En el nor- te de Europa, el imaginario se alimentaba con las sagas nordi- cas, llenas de aventuras y de fantasfa. En la Peninsula Ibérica, los relatos de los navegantes y las crénicas.del NuevoMundo alentaban la imaginacién con las maravillas, curiosidades rezas que en ellose presentaban. Y en el ambito anglosajén, la Teyenda del rey Arturo y los caballeros de Ja mesa redonda hacia Tas délicias de pequetios y grandes, con héroes capaces de pelear y ganar en las condiciones mas adversas. Fue en Inglaterra donde un editor audaz tradujo, en 1484, sopo,afiadiéndoles unos grabados de made- ra, Este editor, que también public6 libros de caballeria, im- primio las primeras lecturas para nifios: los denominados Hornbooks, Primers y Chapbooks. Los Hornbooks eran cartillas pedagégicas que, en una hoja y protegidos por una fina lé- mina transparente, mostraban los ntimeros 0 el alfabeto. Los Chapbooks, libros baratos y rasticamente editados, reprodu- 15 ‘Ana Garralon cian algin cuento, romance o balada, Estas hojas volanderas alcanzaron su apogeo en el siglo xv, Todavia hoy, en algunos paises, como Brasil, gozan de gran popularidad. Los encarga- dos de distribuir estas obras eran los buhoneros 0 vendedores ambulantes que viajaban de aldea en aldea, y los textos, en su mayorfa, eran risticas adaptaciones de romances y fabulas Esta literatura popular era muy denostada por educadores y religiosos, que preferfan las lecturas de santos a los cuentos fantésticos. En Inglaterra, la ola de puritanismo, que veta la literatura de diversion como un pecado, multiplicé los libros moralistas. El primer libro documental: Orbis pictus Lurie, Alison: No se lo cuentes alos mayores, trad. de Elena Jiménez, Madrid, Fundacién Germin Snchez Ruipérez, 1998, 8 ‘Historia portal de la Kteratura infil gunos pueden mejorar si reciben los adecuados estimulos de sus compatieros», Esta peculiaridad de los personajes, ast como su caracter rebelde, estar presente también en El libro de los dragones (1901) y en La ciudad magica (1910). En Nesbit confluyen dos tendencias propias de su época: el desencanto de los romanticos frente a la tecnologfa y los gran- des avances del progreso, y una actitud moderna y progresista traducida en un compromiso politico —era una activa socia- lista— e ideolégico —era feminista y anticonvencional—, Su forma de vida bohemia y extravagante, indiferente a las mira~ das ajenas, se reflej6 en sus libros y en sus personajes, moder- nos y actuales, anticipatorios de corrientes posteriores. La literatura comprometida: Erich Kastner «Los buenos libros para niftos son tan importantes como el pan. E, KASINER, En esta época, el ejemplo mas claro de compromiso en los libros infantiles se encuentra en el escritor aleman Erich Kast- ner (1899-1974). De familia humilde, ampli6 sus primeros estudios de magisterio con otros de filologia, historia y filo- sofia. Deseoso de salir de su ciudad natal, Dresde, en busca de nuevas oportunidades, se traslads @ Berlin. AIlt se convir- tid en un renombrado periodista y critico de teatro Era un hombre ya popular cuando una editora de libros para nifios, observando que la infancia era un tema recurren- te en sus escritos, le propuso escribir un libro, Kastner inten- to escribir segtin la moda de fantasia del momento. Pero no lo consiguid, y decidié entonces explorar un camino propio, 9 ‘Ana Garralon més cercano al realismo. Su primera novela, Emilio y los de- tectives (1929), decepcion6 a un sector progresista de la so- ciedad, representado por el filésofo y especialista en libros in- fantiles Walter Benjamin, quien le reproché su «melancolia de izquierdas» y «su falta de compromiso»®. Emilio y los de- tectives es una novela urbana, la historia de unos nifios que Duscan a un ladron en Berlin, y en ella se evoca la vida en las, grandes ciudades. La mirada de Kastner esta tenida por la nostalgia hacia las entonces todavia idilicas ciudades rurales donde el progreso no habia llegado. Con esta novela, que adquirié una inesperada fama entre los lectores alemanes y pronto se tradujo a otros idiomas, Késtner comenz6 una carrera dedicada a los libros para nifios con la esperanza de poder influir en su formacion y conver- tirlos en adultos mas justos y sensatos, no como aquellos que habian sumergido al mundo en una guerra mundial. Esta in- clinacion pedagogica no la abandonaria en sus novelas pos- teriores, donde denunciaba a las instituciones pitblicas, en es- pecial el sistema escolar, responsable de ser un espacio Tepresivo y de obediencia que tnicamente formaba a sus ciu- dadanos para ser fieles seguidores del Estado Con la Ilegada de los nazis al poder, las cosas cambiaron sustancialmente para Kastner. Si los progresistas le habian ta- chado de conservador, los nazis le calificaron de «decadente», pornografico» y «peligroso para la juventud». Fue prohibi- do en Alemania y sus libros ardieron en las plazas. Fue arres- tado, y gracias a su gran popularidad se libro de castigos ma~ ieu, Francois: «Erich Kastner, un classique allemand», en La Revue des lives pour enfants, n° 150, 1993, 100 itor portal de La Wtratura inne yores aunque decidié permanecer en el pais. Debido a la cen- sura, imprimié la segunda parte de Emilio y buena parte de st obra en Suiza. Después de la segunda guerta mundial y una vez restituido pibblicamente, aparecis la bella alegoria La con- ferencia de los animales (1949), donde denuncia la guerra y la deshumanizacion del hombre. Para escribir el cuento, se ins- piré en la destrucci6n de su ciudad natal, Dresde. Kastner alterné la escritura para adultos con libros desti- nados a los nifios, Y en estos se puede observar su reivindi- cacién de la infancia: «La mayor parte de las personas se za- fan de su infancia como de un viejo sombrero. La olvidan como si fuera un ntimero de telefono que ha cambiador. Fiel asus recuerdos imborrables, publico sus memotias para j6- -venes Cuando yo era un chiquillo (1957), que culminaron una produccién en la que la denuncia social y el compromiso fue- ron temas recurrentes: Puntito y Anton (1931), E135 de mayo (1931) 0 Las dos Carlotas (1949). La mayoria de sus libros in- cluia las bellas ilustraciones de Walter Trier, quien supo dar 4 sus figuras un aire de levedad y agilidad todavia actual, Cuando los poetas evocan la infancia: el rico bagaje de América Latina ‘La poesia infantil mas valida, o la nica valida, sertala popular y propiamente el folklore. Cada pueblo la tlene a mano y no bay para {qué echarse a buscarla por extranjerise, G. MasrRat: Elfolklare para os ifs, 1935, Durante este principio de siglo, los niftos continuaron ali- mentando su imaginario con la poesia cultivada por poetas pro- tol ‘Ana Garralon cedentes de todas las tendenecias, inspirados, sobre todo, en el folclore. En Portugal, Polonia, en América Latina y en muchos paises, la difusion de los poetas se hizo a través de variados ca- nales, desde los libros ilustrados hasta las revistas y libros esco- ares, todos con la misma intencién de proporcionar diversion ¥y espacios idilicos donde recrear la fantasfa. En América Lati- na, libre de las guerras que asolaban el Viejo Continent y gra- cias a la difusion que permitis el uso de una lengua comin, se produjeron destacadas obras literarias dlrigidas a los nittos. La poesia resulté un vehiculo inmejorable para acercar las tradiciones populares, y tambien para enriquecerlas con las tiltimas corrientes literarias. Eso ocurrié con el mocernismo y su principal impulsor, el nicaragdense Rubén Dario (1867- 1916), quien encontré en los nifios los oyentes perfectos para su poesfa cargada de elementos rominticos y clasicos. «La es- trecha vinculacion existente entre el modernismo y las fuen- tes de la literatura infantil hace que el escritor se sienta a sus anchas teniendo a los nifios como interlocutores: ellos, me- jor que los adultos, pueden deslumbrarse y vibrar con las alusiones al universo de las hadas con diademas de oro que tienen prisioneros 2 los silfos de luz»’, indica el investigador Antonio Orlando Rodriguez. Otros poetas latinoamericanos que consagraron una parte de su obra a los nities lo hicieron en muchas ocasiones por casualidad, por tener cerca algiin nifio conocido al que que- rian dedicar unos versos, como la uruguaya Juana de Ibar- bourou (1895-1979). El cubano Nicolas Guillén (1902-1989), aunque no escribié expresamente para nifios, publicé poe- ” Rodeigue2, Antonio Orlando: Op. cit. 102 mas que se encuentran hoy en numerosas antologfas infanti- les. En Venezuela, Aquiles Nazoa (1920-1976) se basé en las tradiciones indigenas «para escribir unos poemas llenos de gracia y humor que tienen el gracejo popular y la sabiduria criolla»*. El argentino Javier Villafane (1909-1996) refresco la lirica que los niftos escuchaban en tnos poemas rebosantes de musicalidad, resultado de la mezcla de tradiciones orales con lo literario. Villafatte fue un titiritero que desde 1933 re- corri6 con su carreta La Andariega toda Argentina, empapan- dose y enriqueciendo su repertorio, que reflejé en poemas, cuentos y leyendas. Un grupo de poetas vinculado a la ensetianza renové el pa- norama litico que los nifios encontraban en sus lecturas de la Epoca, tomadas en su mayor parte de anticuados libros escola- res espatioles que poco tenfan que ver con la realidad de cada pais. Fueron poetas que trataron de mostrar la riqueza local. El romantico Amado Nervo (1870-1919) fue lefdo por los niftos de toda América, y su libro mas representativo es Cantos esco- lares. Elespatiol exiliado en Cuba Herminio Almendtros (1898- 1974) toms del repertorio oral universal leyendas y tradiciones que adapté en uno de sus libros mAs importantes, Ores vigjos, cuyo titulo ya leva las resonancias romanticas de otro tiempo. Otra escritora que se inspiré en el folclore fue Gabriela Mistral, seudonimo de Lucila Godoy (1889-1957). De profe- sion maestra, comenz6 publicando poemas en libros escola- res y acabé ocupando un espacio intelectual con pretensiones de reformar la educacion en Latinoamérica. Gabriela Mistral Pena Munoz, Manuel: Habia una vez en América, Santiago de Chile, Dolmen Estudio, 1997. 103 ‘Ana Garralon aborrecia los libros importados llenos de fabulas de otros tiem- pos, que transmitian una cultura obsoleta, Prefirié mostrar una mirada limpia hacia la infancia con poemas llenos de termura, inocencia y con una gran exigencia literaria. En un articulo publicado en 1935 definio sus ideas pedagogicas y en ellas no resulta dificil encontrar rastros de Rousseau: «(...) Las morali- dades que quiso ensentar La Fontaine resultan muchas veces odiosas, por lo menos al sentido moral de razas que no sean Ja francesa. (..) Una moral para nitios a base de astucia me pa- rece perversa, y cuando menos, sin atractivo para nuestra raza generosa»®, La autora obtuvo el Premio Nobel en 1945 y, con él, una gran difusi6n de sus libros e ideas En la Peninsula Ibérica, las circunstancias politicas y so- ciales no propiciaron una evoluci6n del repertorio lirico. En Portugal destacé la obra de Fernando de Castro Pires de Lima, quien, entre sus selecciones de cuentos populares, in- cluy6 compilaciones de adivinanzas y poemas. En Espafia se dieron contadas selecciones de poemas, como la preparada por Elena Fortin y Maria Rodrigo, Canciones infantiles (1935), 0 Poesia infantil rectable (1934), seleccionada por José Luis Sanchez Trincado y Rafael Olivares Figueroa, excepcio- nes ambas en un panorama que Garcia Padrino define como conservador: «Los libros de “poemas infantiles’ tuvieron es- casa presencia entre las ediciones infantiles y se reeditaban ademas creaciones inspiradas en gustos y criterios decimo- nonicos desde una bien disfrutada pervivencia de las posturas més conservadoras al acercar la poesia al nitio»". ° Mistral, Gabriela: «Bl folklore para los ninos», en Revista de Pedagogia, aio XIV, n° 160, Madrid, abril de 1935, Garcia Padrino, Jaime; Op. cit 104 satura infantil La decadencia de la aventura clasica y los nuevos aventureros: Enid Blyton. «EL universo moral de estas novelas es tranguilizador»" ‘Noia interna de Hachette, editorial francesa de Enid Blyton Con las novelas de Kastner, en especial Emilio y los detec- tives, la aventura urbana de pandillas se reafirmé como una preferencia clara de los nifios. Entre los afios treinta y sesen- tase multiplicaton en Europa las historias de pandillas que resuelven algin misterio o algin crimen relacionado con el lugar donde viven. Las historias de detectives se pusieron de moda, y en Inglaterra, una escritora consiguis explotar de tal manera la moda que todavia hoy sus libros se leen una y otra vez, Se trata de Enid Blyton (1897-1968) El éxito de Blyton es la conjuncién de una gran ambicion y un mercado editorial preparado para una difusion a gran escala. Para hacernos una idea de su productividad, baste re- cordar que en 1968, cuando murid, dejaba tras de st mas de seiscientos libros. En 1922, cuando publicé el primer libro, la recopilacién de poemas Child Whispers, trabajaba como maestra en una escuela. En pocos afios, su contribucién en. revistas infantiles y periédicos locales se acrecent6 hasta pu- blicar en los afios treinta una pagina regular en Teacher's World, cuyo éxito la encamin6 profesionalmente a la escritu- ra, Desde 1942, ao en que publicd el primer titulo de la se- rie Los cinco, no dejé de escribir, Treinta y cinco afos después de su muerte es la autora de libros infantiles mas leida del mundo y con mas traducciones en su haber. * Soriano, Mare: Op. cit 105 ‘na Garraton Sus lectores la adoran y los adultos la desdefan. Sus obras son triviales, t6picas; su ideologia conservadora se puede apreciar en numerosas escenas racistas, y los roles de la mu- jer son degradantes, dicen quienes la acusan, Los nifios, sin embargo, se dejan seducir por una sintaxis sencilla, frases cortas, escaso vocabulario y personajes y situaciones que se repiten una y otra vez, Blyton les ofrece un mundo de eva- sin en el que los adultos han desaparecido. Sus opiniones no importan, tampoco su autoridad, y son los nifios los que toman sus propias decisiones, con éxito. La fantasia y sus multiples puertas: Baum, Lindsay «He escrito el cuento de El maravilloso mago de Oz, con el tnico proposito de entretener a los nines de hoy en dias LE Baum, 1900 En Estados Unidos, Lyman Frank Baum (1859-1919) co- menzo a escribir cuentos para sus hijos cuando tenia 44 anos. El libro donde se recogieron estas historias, inspiradas en las de tradicion oral, se titulé Mama oca en prosa, y en una de ellas se encuentra el personaje en el que se basard su futura ptoduccién: Oz. El éxito del segundo volumen de cuentos El libro de papa oca (1899), le animé a escribir E! maravilloso ‘mago de Oz, publicado en 1900. El maravilloso mago de Oz cuenta la historia de Dorotea, una nitia que viaja al Pais de Oz y busca al mago del mismo nom- bre, el timico que puede devolverla a Kansas. En su viaje, la acompafian varios personajes que también quieren peditle algo al mago: el Espantapajaros quiere un cerebro; el Lefiador de 106 ‘Hiscona portal de la Btertwra infant Hojalata, un coraz6n, y el Leén Cobarde, valentfa, En dos se- Imahas se agoté una edicién de diez mil ejemplares. Fl éxito de este libro, calificado por los investigadores como el primer li- bro donde un escritor crea una fantasia americana con todo lujo de detalles, le lleve a continuar una larga serie, de la que publicé un titulo al afio hasta su muerte. «Espero que este sea el éxito de mi hibro: que agrade a los niftos», dijo el autor en tuna ocasion. Su deseo se vio recompensado: incluso despues de muerto, los herederos hicieron aparecer veintistis titulos mas. «El caracter ut6pico de esta obra», afirma Mare Soriano, «critica indirecta y sentimentalmente la politica expansionista e imperialista de los Estados Unidos». A los nifios, sin embargo, les basta con Ia fantasia, y conservan después de su lectura «el sentido de lo maravilloso y la alegria, evitando ast las situacio- nes dolorosas y las pesadillas», como dijo el propio Baum. ‘También en el ambito anglosajon, en Australia, se publicé en esta época otro libro considerado hey como un clasico: El puding magico (1918), de Norman Lindsay (1879-1969). El humor y el disparate estin presentes en la historia, donde un koala, un marinero y un pinguino se pelean pagina tras pagi- nna por un pastel que crece de tamano. De la fantasta al compromiso: Antoniorrobles Del pobre via de bosque ay que rprescndendon. ANTOMORROBLES. Prologo a 26 cuentas infantiles en orden alfabético, 1930 Como ya se ha indicado, en Espafia no corrfan buenos tiempos para la renovacion de la literatura infantil. Fl férre0 107 ‘Ana Garton control pedag6gico y teligioso sobre los libros dio como re- sultado que los lectores esparioles encontraran, una y otra vez, adaptaciones y versiones modificadas de cuentos de Perrault, mezclados con otros de intenciones claramente pedagogicas. En este triste panorama apenas brillaron con luz propia algu- nos escritores. Uno de ellos fue Salvador Bartolozzi, que desde principios de siglo trabajaba en la editorial Calleja ilustrando textos procedentes en su mayoria de grandes éxitos extranje- ros. La tecreacién que hizo de Pinocho tuvo una excelente aco- gida, al conseguir emanciparse de su antecesor italiano e incor- porar al personaje caracteristicas de la cultura espafola En la revista Pinocho, que funds y dirigié Bartolozzi, co- menz6 en 1925 a publicar sus cuentos Antoniorrobles, seu- donimo de Antonio Joaquin Robles Soler (1895-1983), quien. ya se habia dado a conocer en las tertulias literatias de la van- guardia con una novela Ilena de absurdo y disparate. Anto- niorrobles habia leido las ediciones mediocres que maneja- ban los nifos, y el espanto de esas versiones fue lo que le impuls6 a escribir para los mas pequettos. Su vinculacién a movimientos literarios vanguardistas y su distancia de la pedagogia propiciaron que Antoniorrobles continuata colaborando en esta publicacién con cuentos, lle- nos de humor surrealista y juegos de palabras, donde los ob- jetos adquieren vida propia. Ocho cuentos de ninas y munecas (1930), Ocho cuentas de los juguetes vivos (1931) 0 los cuentos de su inolvidable personaje Rompetacones, Botan Rompetaco- nes 0 la doble vuelta al mundo (1935), llegaron con entusiasmo a los nitios, agradecidos por la sensibilidad, la humanidad y la bondad que transmiten, Su influencia en el imaginario in- fantil del momento seria recordada aiios mas tarde por la es- 108 istoria portal de le Mtetwa infanl p01 critora Carmen Martin Gaite, quien defini6 sus personajes como esas «criaturas inmortales por su triple condicién de absurdas, generosas y fantasticas»" La Guerra Civil y la posterior represi6n cultural que impu- so la dictadura franquista obligaron al escritor a exiliarse en México, donde fue recibido con los brazos abiertos y su obra para nifios obtuvo una amplia difusion. La Secretaria de Edu- cacién le propuso un ciclo de conferencias que derivaron en. su actividad académica como profesor en una Escuela Normal para maestros, donde tuvo una catedra. «Necesité cierta au- dacia personal para encargarme de aquel trabajo», reconocid afos mas tarde, pues su desconocimiento de la literatura in- fantil era grande, Mientras, sus textos publicados en Espana quedaban en el recuerdo o para los historiadores, que anos, més tarde los buscarfan en librerias de antiguo. En México continué su labor con nuevos cuentos: Aleluyas de Rompetaco- nes (1939), Rompetacones y cien cuentos mds (1962), asi como una gran actividad de reflexion y promocién de la literatura infantil tanto en Ja radio como a través de conferencias. Su regreso a Espafia, en 1972, paso practicamente inad- vertido, aunque poco a poco volvié a publicar textos en una linea antimilitarista y pacifista. Sus textos de los afios treinta, desconocidos por el pablico espafiol, tardaron todavia atios en ser rescatados; esos cuentos frescos donde se mezclaban_ elementos propios de las historias populares con otros mas caracteristicos de las vanguardias de entreguerras: automévi- les, motocicletas 0 aeroplanos. Nuestro Antoniorrobles. Edicion a cargo de Jaime Garcia Padrino, Madrid, Asoctacion de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, 1996, 109 ‘Ana Garralon Las vanguardias inspiradoras: Manuel Abril, Maria Teresa Leon Guan, guau, goau, guau, —T6-To-T6-T6. Te TVTCH. —Guau, guan, Asi empieza este cuento». M. ABRIL: Tet, Frufra, Fompolf ‘ya senora Romboedro, 1930 Las vanguardias literarias de entreguerras, que renovaron, Ia actitud de los creadores, llegaron a Espana gracias a dos es- critores: Manuel Abril y Maria Teresa Leon. «Hasta la guerra civil», indica Garefa Padrino, «se produjo una paulatina mo- dernizacién de los temas planteados en las creaciones infen- tiles y de los recursos expresivos utilizados por sus autores” El humor y la fantasia buscaban conectar con los nifios y con su gusto por el absurdo, rompiendo con las normas estable- cidas. Esta tendencia se vio reprimida durante la Guerra Ci- vil, y la obra de estos creadores desaparecerfa en los aftos si- guientes, Es lo que ocurrié con Manuel Abril (1884-1946), cuyos cuentos aparecieron en revistas y suplementos especializados, y su prosa es considerada como «una de las muestras mas ‘yanguardistas en la narrativa infantil de la época»". Abril in- corpora a sus textos la accion y el disparate, el absurdo y la logica sin sentido que sorprenden al lector desde la primera pagina. Garcia Padrino, Jalme: Op cit ° Garcia Padring, Jaime: Op. cit. no Maria Teresa Leén (1903-1988) publicé en 1922 Cuentos para sonar, ilustrados por Rafael Alberti y basados en tradi- ciones de corte fantastico. En otro libro posterior, Rosa-Fria patinadora de la luna (1935), se puede observar mas clara- mente la influencia del surrealismo. Los nueve cuentos que Jo componen se inspiran en historias y personajes populares, como Blancanieves, y son presentados en atmésferas carga- das de poesia y de elementos absurdos. Cuando los animales adquieren vida: Lofting «4Nosotres los loros sabemes hablar dos lenguas: la lengua de los hombres y la de las aves —dijo Polynesia con oxgullo—. Si digo “Polly quiere una galleta”, usted me entiende. Pero escuche esto: Ka-ka oie, fee-fee» H, Lortine: La historia del Dr Doitle, 1922 Los animales como protagonistas de las historias para ni- fos son un elemento que aparece muy tempranamente en los libros infantiles. Fabulas con animales humanizados repre- sentantes del bien y del mal todavia hoy se pueden encontrar en cualquier libreria o biblioteca. Esta humanizacién de los animales, tomados para ejemplificar y aleccionar, adquirieron nuevos rasgos con el paso del tiempo, hasta llegar al siglo xix y el regreso a la naturaleza impulsado por el Romanticism. A partir de entonces, los animales en las historias adoptaton nuevas y variadas formas. Algunos escritores quisieron acercar este mundo natural a sus lectores: el austriaco Felix Salten (1869-1945) recreé la vida de un pequeno corzo en Bambi (1924) y trat6 de poner- a Ana Garralon se en el lugar de los animales, mostrando su psicologia; 0 el inglés Arthur Ransome (1884-1967) y sus libros de trasfon- do filos6fico sobre la naturaleza. En América Latina, el escri- tor uruguayo Horacio Quiroga (1878-1937) escribis cuentos influido por las fabulas, pero enriqueciéndolos con su expe- riencia de residente en la selva argentina de Misiones. Se con- fesaba admirado lector de Kipling: «No puedo dejar de co- nocer de memoria todos los cuentos de Kipling». Seleccioné una parte de sus relatos publicados en revistas para destinar- los a los nitios y los reunio en el volumen Cuentos de la selva (1918). Su marcado tono local no gusto a las instituciones educativas de Uruguay, que inicialmente rechazaton sa pu- blicacién alegando que «tenia faltas de ortografiay™. El inglés Hugh Lofting (1886-1947) creo en esa misma época un personaje, el Dr. Dolittle, que hoy en dia es consi- derado un clésico. Lofting fue un apasionado desde su infan- cia por los animales, Durante su formacién, en una escuela de jesuitas, escuchaba asombrado la historia de San Francis- co de Asis, el santo que hablaba con los animales. Sus estu- dios se completaron con numerosos viajes a Estados Unidos y a Africa, donde trabajo como ingeniero en diversos proyec- tos. Decidié residir en Estados Unidos a partir de 1912; pero en 1916, una carta certificada procedente de Gran Bretana le anuncié que debia incorporarse a filas en el cuerpo de élite Irish Guards y marchar a la guerra. Desde el frente enviaba regularmente cartas a sus hijos, ilustradas por él, contando las andanzas de un doctor del ™ Quiroga, Horacio: Quiroga por Quiroga, Montevideo, Ministerio de Educa- ign y Cultura, 1987. * Rodeiguez, Antonio Orlando: Op. cit im Historia portal de ta hteratura infantil siglo xix que tenia la facultad de hablar con los animales Este San Francisco moderno se llamé Doctor Dolittle, y no solo hablaba con ellos, sino que también los cuidaba. Las cartas fueron coleccionadas con mimo por su esposa con la intencién de publicarlas en forma de libro, que aparecié en 1922. Sus ideas pacifistas, ast como la ingenuidad de las si- tuaciones y el fino humor que destilan los encuentros entre cl doctor y los animales, tuvieron una gran aceptacién, y a partir de ese afio publicé regularmente nuevos volimenes de historias y viajes protagonizados por el colono bonachon y simpatico llamado Dr. Dolittle, doce voltimenes (los dos uil- timos publicados de forma postuma en 1947) llenos de via- jes sorprendentes y observaciones que muestran un variado y curioso repertorio animal de muchos paises. Historias de animales sin moraleja: Beatrix Potter «Tengo que pintar, aunque el resultado sea malo, y cuando atra- vieso momentos cl impulso se hace mas fuerte que [Beareax Porter Ejemplo de artista que concibié la ilustracion y el texto de libros infantiles como wn todo fue la inglesa Beatrix Potter (1866-1943). Potter, nifia unica en una familia de estricta educacién victoriana, pasé su infancia y juventud recluida en su habitacion. Por decision familiar nunca fue a la escuela y nunca particip6 en actividades sociales, de manera que el es- caso espacio de libertad que poseta se daba durante las vaca- ciones. En los dos meses en que la familia se mudaba al cam- 13 ‘Ana Garralon po, la timida Potter descubria y se aficionaba al mundo de los animales, que coleccionaba y observaba, convirtiéndose es- tos en su tnica compaiiia. Con grandes dotes para el dibujo, pronto hizo apuntes na- turalistas de los animales, y con ellos trat6 de reflejar sus cos- tumbres. En 1893 mando una carta a la hija de su institutriz donde le contaba la historia de un congjillo de campo Hamado Peter. El texto iba acompaado de finos dibujos Tlenos de de- talles que entusiasmaron a la nia, Dada la aceptacion de esta y de otras cartas que enviaba a los nitios conocidos, publice en 1902, en una edicién de 250 ejemplares que ella misma costed, el primer titulo de las aventuras de Peter Rabbit, Los editores le habian rechazaco e] manuscrito argumentando que el formato era demasiado pequeno y tenia muchas ilus- traciones. Y justamente ese fue el concepto de la autora: li- ritos manejables que pudieran ser letdos por los nifios y guardados en un bolsillo. La rapida venta de estos ejempla- res animé a una editorial—que todavia hoy los publica— a hacerse cargo de este y de otros voliimenes que aparecieron entre 1902 y 1930. Potter utilizé animales en sus cuentos para mostrar sui pa- sién por la naturaleza. Sus protagonistas son animales que se comportan como personas, y cada uno tiene na personali- dad diferente. A pesar de que una primera lectura muestra la necesidad de portarse bien y ser obedientes, Potter consigue que sus lectores sientan una gran simpatia por los personajes curiosos, atrevidos y desobedientes. ut Historia poral de la acura Un nuevo concepto en los «Los formatos inmensos con los que uno se delec imponentes composiciones de las primeras ediciones de Babar, no han perdido su esplendors ‘Maunice Sevpax sobre Babar Si Lofting escribié cartas a sus hijos en las que inventé al Dr. Dolittle, el mismo impulso comunicativo guio a Jean de Brunhoff (1899-1937) a imaginar un personaje que hoy en dia es considerado un clasico de la literatura infantil: el ele- fante Babar. Brunhoff fue un acaudalado rentista con forma- cién de pintor que, debido a la tuberculosis, tuvo que viajar jos de su familia en busca de reposo. La distancia de sus hi- jos y la cercanta de la muerte le impulsaron a concebir un li- bro para los pequefios. El libro, un cuaderno de espiral de gran formato, relata las aventuras de un pequefio elefante que debe huir de la selva debido a la muerte de su madre. Se adentra en la ciudad, donde aprende a comportarse como un burgués y transforma su vida salvaje en otra mas ordenada, conforme a las pautas culturales vigentes. La historia de Babar se publicé en 1931, en una edicion que respet6 el gran forma- to original (37+27 em.) y tuvo en cuenta todas las exigencias del autor respecto a la calidad del papel, la tipografia—en letra cursiva—y el disefto La novedad en este libro residis en el nuevo concepto de bro ilustrado que, a partir de ese momento, generé. Brun- hoff lo concibié como una obra total donde cuida hasta el mas mfnimo detalle, La pagina fue considerada como el es- wacio de un lenguaje global, y tanto texto como ilustracion, resultaban inseparables. Su estética rompié con lo que habia us ‘na Garralon hasta entonces y el tratamiento narrativo que propuso con las imagenes resulté muy novedoso. En los siguientes libros El viaje de Babar (1932), El rey Ba- bar (1933), ABC de Babar (1936), Las vacaciones de Zéfiro (1936) y el publicado postumamente, Babar y Papa Noel (1938), mantuvo la estructura narrativa con historias de aven- turas en las que, tras los desastres, se sucede siempre un final feliz. Sus libros fueron criticadas con posterioridad por el re- flejo de sus ideas colonialistas. «Brunhoff es, en el fondo, un moralista, y uno de sus mensajes favoritos es que aquellos que superan los obsticulos siempre reciben su recompensa», indi- ca el investigador Nicolas Fox Weber”. Si bien este es un refle- jo de la mentalidad de la época, los dlbumes de Babar deben ser reconocidos por las innovadoras propuestas estéticas y de composicién que impulsaron la bisqueda de nuevos lengua- jes plasticos. A partir de 1945, después de la segunda guerra mundial, el hijo de Brunhoff, Laurent (1925), continuo dando vida al personaje con nuevos libros, aunque con menos dotes literarias y artisticas que su padre. Eloso de peluche que nunca quiso ser star: el osito Pooh, «Cuando yo tenia wes aftos, él tenia tres. Cuando yo tenia seis, él tenia seis, As crecimos juntos, pagina a pagina Cumustorner Ropwy, dueto de Pooh, en sus memorias Quién se iba a imaginar que un pequetio oso comprado en. 1921 en la tienda londinense Harrods se convertirfa en un icono durante afios, Su dueno, el nifio Christopher, desde Weber Nicolas Fox: L art de Baba, Parts, Nathan, 1989. 16 Histo lela Wterarra info luego no, y el padre del nifto, tampoco. Alan Alexander Mil- ne (1882-1056) era en ese momento un reconocido escritor de obras de teatro que ya habia publicado dos libros de poe- sia infantil (When we were very young, 1912, y A Gallery of Children, 1925) y accedié a crear un cuento para nitios. Para escribirlo, se inspiré en su propio hijo y en sus juguetes: el osito de Christopher toma vida en sus manos, y asi comienza Milne a imaginar un mundo donde los munecos de peluche adquieren vida propia El libro, Winnie the Pooh, que se publicé con las primeras diez historias en 1926, result6 ser un gran éxito, El ilustrador fue elegido con sumo cuidado, pues Milne concebfa el libro como un todo formado por texto e ilustracién, y el encargado fue Emest Howard Shepard (1879-1976), conocido ya por sus numerosas ilustraciones, en especial las de El viento en los sauces. Las aventuras del goloso Pooh'* y el resto de sts com- pafieros —el conejo, el tigre y el canguro— fueron promo- cionadas con un gran despliegue comercial, incrementado en 1928 con la aparicion del segundo volumen. Los os0s de pe- luche estaban de moda, y la industria del consumo necesita- ba modelos en que inspirarse: juegos de té, calendatios, pos tales de Navidad, juguetes y pegatinas se repetian por todos los rincones. No es de extraftar que el éxito del libro y la ge- nerosa entrega del padre a la promocién comercial afectaran al nifio, cuyo intimo y precioso mundo de juegos quedaba expuesto a las miradas ajenas. Mas tarde, en sus memorias, se desquit6, in Espana ha sido traducido dos veces, y en cada una adapta un nombre senre: Puh y Pull, por lo que nos inclinames a dejar el nombte original ut ‘Ana Garralon Niiios nuevos, libros nuevos: Lobato, Gorki, Korczak, Faucher «Yas hora de que la cuestién dela literatura infantil sea aborda- dda de manera generosa y seria, como entre nosotros, en el pais de los soviets, se abordan todas las grandes cuestiones que exigen una solucion répidas M. Gow: Sobre Gracias al esfuerzo y a la intencién de mejorar las lecturas que recibian los nifios y, por lo tanto, su educacién, algunos autores consiguieron renovar el género. En Brasil, José Bento Monteiro Lobato (1882-1948), un activo creyente en el pro- gteso y defensor de la justicia social, no dudé en dedicar sus energfas y su capital para fundar una editorial y, con ella, la industria editorial del pais. Su esperanza en la infancia como renovadora de la sociedad y la importancia de la educacion Ie Hevaron a escribir para niftos. «Me arrepiento de todo, pero nunca de haber escrito para los nifios»"®, dijo cuando ya era un escritor consagrado. Con mas de veinte libros infantiles publicados a lo largo de su vida, nunca dudo en considerar a sus interlocutores inteli- gentes, y por ello escribio sobre temas hasta entonces no abordados, como la economia o la politica. Sus libros, que pueden leerse como una tnica historia gracias a la repeticion de personajes, estan Ilenos de un humor inteligente y trans- gresor: desde las obras de contenido més fantastico hasta las adaptaciones de clasicos que prcticamente reescribi6. En to- das sus obras queda patente el interés del autor por nifios protagonistas de una nueva sociedad: «Dar a los niftos bue- © Rodriguez, Antonto Orlando: Op. ct us Histon portal de La iteratra infantil nos libros, adecuados a su edad, es el mejor medio de formar hombres» En Europa, esta renovacién se pudo apreciar en Rusia, propiciada por los acontecimientos politicos. Su més claro re- presentante fire Maximo Gorki, seudénimo de Alexei Maxi- movich Peshkov (1 868-1936). Con el triunfo en 1917 de la revolucién comunista, Gorki se preocupé por la educacién infantil, por esos hombres del mafana que necesitaban una formacién adecuada y no la podian tener con los libros que existian. Fund6 un periddico infantil donde pregunté a sus lectores qué les interesaba («;Todo!», respondieron ellos), y en 1933, la primera editorial especializada para crear un cor- pus de lecturas basicas de acuerdo con los nuevos principios politicos. Millones de libros fueron creados segiin este con- cepto: novelas, cuentos, libros de aventuras, ast como libros cientificos y biografias. Para escribirlos, solicité la colabora~ cin de reconocidos escritores y cientificos: Samuel Marshak retoma la tradicién oral y el folclore; Valentin Kataiev se de- dica a los jovenes; Serguei Mijalkov amplia su producein hasta guiones de cine, y Arcadi Gaidar publica una obra cla- ve, Timor y su pandilla; todos colaboraron para sensibilizar y educar al futuro ciuidadano comunista inspiréndose en la re- volucién, en sus episodios mas destacados y también en la cotidianeidad de los niftos y en la fantasia, Entre 1918 y 1932, la produccién se caracterizo por una clevada exigencia de calidad. Sin embargo, en 1932, Stalin abolié las asociaciones literarias y creé la Union de Escritores Soviéticos. A partir de entonces, los autores perdieron su li- bertad creativa y se vieron obligados a ajustarse al apretado corsé del realismo socialista ng ‘Ana Garraton En Polonia, el médico y pedagogo Janusz Korezak (1878- 1940) consagré su obra y su vida a mejorar los derechos de los nifios. Atormentado por una infancia infeliz y por una es- cuela represora y humillante, su interés por la infancia lo im- puls6 a estudiar sistemas pedagégicos de otros paises y a po- ner en practica el suyo propio, con éxito, en los orfanatos que dirigid. Sus libros, como Si yo volviera a ser nifio, muestran esa infancia desdichada y traumatizada por una mala educacion Su libro mas emblematico fue El rey Matetto, publicado en 1928, en el que un nitio de seis aftos debe restablecer los de- rechos de los nifios. Un texto emocionante aunque cargado de principios pedagégicos. Korczak no dud6 en marchar al campo de concentracion de Treblinka para morir junto con los alumnos del centro del que era director. La moderma educacién del este de Europa llegé a Francia y encontré alli a Paul Faucher (1898-1967), un pedagogo adscrito a la corriente que buscaba formar hombres activos y responsables. La libreria de la que era propietario, a princi- pios de los afios veinte, le mantenta en contacto con la peda- gogia mas avanzada de Europa, En 1927 lanz6 una primera coleccion de ensayos sobre educacién, entre los que se en- contraba el primer estudio comparado de literatura infantil: os libros, os niftos y los hombres, de Paul Hazard. 1 segundo proyecto de Faucher fue una coleccion para la cual formé un equipo con profesionales procedentes del arte y de la psicologia con la idea de producir exclusivamente li- bros infantiles. En 1931 se publicaron los primeros dos titu- los bajo el nombre de Albums de Pere Castor, unos libritos pe- queios, mas bien modestos, que no interesaron demasiado a los libreros pero que entusiasmaron alos padres y, sobre todo, 120 Historia portal del Kteratura infantil alos nitios. Hasta los afios cuarenta salieron de su «laborato- rio» ochenta titulos diferentes. «Basta de libros de imagenes pesados, gordos, caros, de tapa dura y gusto dudoso, haga- mos libros de imagenes sustanciosos, facilmente asimilables, con pocas paginas, que respondan a exigencias artisticas y sean a la vez de bajo precio, para que estén al alcance de la mayor cantidad posible de niftos»®, declar6 cuando apare- cieron los dos primeros voltimenes. Paul Faucher innové no solo el formato de los libros sino también su contenido: sus obras, breves, estaban llenas de in- teresantes historias, entretenidos relatos de animales y origi- nales ideas artisticas con las que moderniz6 por completo el concepto de libro de imagenes. Con equipos diferentes, de- bido a la dispersion de sus colaboradores durante la segunda guerra mundial, pero con las mismas ideas, las mas de tres- cientos titulos publicados significaron una nueva aportacion en la concepeion y el disetto. Cajon de libros Sawcnez TRINCADO, José Luis y Outvanes FiGueROa, Rafael: Poesia recitable(Selecci6n), Madrid, Compania Literaria, 1994. ANTONIORROBLES: Cuentos de las cosas que hablan, Madrid, Espasa Calpe, 1990. ‘Baum, Lyman E: El mago de Ox, trad. de Veronica Fernandez Muro, Madrid, Alianza, 2000. Browttorr, Jean de: Historia de Babu, el pequenio elefante, trad. de Pablo Valero, Barcelona, Aliorna, 1989. Borverr, Francis H.: Eljarin secret, trad, de Isabel del Rio Sulkan, Madrid, Siruela, 1997 ® Soriano, Mare: Op. mt ‘Ana Garvalon Croweron, Richmal: Guillermo el pros Barcelona, Molino, 1981. Danio, Rubén: Rubén Dario para nitos, ed. de Manvel Calderén, Mac Ediciones de la Torre, 2000. Forton, Elena: Celia en la revolucion, ilustr. de Asun Balzola, Madrid, ‘Aguilar, 1987, GUILLEN, Nicolts: Por el ar de las Antillas anda un barco de pape, Salamanca, Loguez, 1990. Kastner, Erich: Cuando Madrid, Alfaguara, 1988, Kastner, Erich, El hombre pequehito, trad. de Pilar Feandez Galiano, Madrid, Alfaguara, 1992 Korczax, Janusz: Fl rey Mateito, trad. de Monica Potiwka, Madrid, Anaya, 1986, Leow, Maria Teresa: Resa-Fria patinadora de la luna, Madrid, Ediciones de la Torre, 1990. LoFTING, Hugh: Lahistoria del Dr Dolittle, trad, de Amalia Martin Gamero, Madtid, Espasa Calpe, 1995. Mune, Alexander A: El mundo de Puf, trad. de José M.G. Holguera, Madrid, ‘Anaya, 1989. ‘Mistrat, Gabriela: Ronda de astro, ed. de Federica Martin Nebras, Madrid, Espasa Calpe, 2000. \Nesorrti, Edit: El castillo encantadb, trad. de Anne-Heélene Suarez, Barcelona, ‘Alba, 1998, fad, de Guillermo Lépez, I, aun chiquilo, trad. de José Miguel Clem Debate, 1997, QuiRoGA, Horacio: Cuentos de animales y otros cuentos, edicidn a cargo de ‘Annie Boule, ilustr. de Jess Aroca, Madrid, Ediciones de la Torre, 2000, 12 1945-1980 MARCO HISTORICO Y CULTURAL {ria entre Estados Unidos y Rusia. Existencialismo. Neorro- tadluras en las ex colonias. Literaturas comprometi- das. Gran cambio de valores. Mayor conciencia profesional. Dicta- dura franquista en Espaiia (1939-1975), Revoluciones comunistas en Cuba (1959) y en Nicaragua (1970). Movimientos estu de protesta (1968). Cafda del muro de 989). La fantasia como evasion «Soy una joven persona de proporciones modestasy. ‘StuaRr Litt En 1945 finalizé la segunda guerra mundial. Para la lite- ratura infantil, al igual que para las artes y para la cultura, la destruccion de infraestructuras significé un parén tanto en la produccisn como en el desarrollo del sector. Tematicamente, los libros infantiles mostraron pocos cambios hasta los arlos sesenta. Parece como si se quisiera evitar un tono dramatico y distanciar a los lectores de un mundo sin esperanzas. Una buena parte de los libros que lefan los nifios provenia de Es- tados Unidos, pais que colabor6 activamente en la recons- truccién europea. 23 ‘Ana Garraton La mayor parte de los libros se inscribia en una tendencia fantastica. En el émbito anglosajén se dejaba notar la in- fluencia de los escritores victorianos. Eleanor Farjeon (1881- 1965) fue una de las escritoras que eligié los cuentos clasicos para transformarlos en nuevas versiones, lo que se observa en algunas de sus creaciones mas importantes, como El zarapito plateado (1953) y La princesita que pedia la luna (1955). ‘También en Inglaterra apareci6, en 1952, la serie Los in- cursores de Mary Norton (1900-1992). Los incursores son una raza especial, que nos recuerda a los seres magicos de las his- torias de hadas, cuya peculiaridad consiste en vivir al margen de la sociedad. A pesar de ambientarse en escenarios fantas- ticos, los personajes protagonistas reproducen —en miniatu- ra— escenas de la vida cotidiana Alo pequeno y fantastico recurrié también el norteameri- cano Elwyn Brooks Whyte (1899-1989), creador del entra- fable caballero Stuatt Little (1945). Este caballero, personaje muy frecuente en los libros infantiles, es un raton cuya pecu- liaridad reside en haber nacido en una familia de humanos. ‘Todos se encarifian rapidamente con él: su refinado compor- tamiento, su valor frente a las dificultades y su lucha por in- tegrarse en una sociedad, que permanentemente le recuerda su estatus de ratén, hacen de este personaje un ser digno de admiracion. Whyte, que solo escribié tres libros para nifios, publicé en 1952 otra bella obra de fantasia con protagonistas animales: Las telaraias de Carlota. La acci6n se sittia en una granja donde una nita defiende la vida de un cerdo a cam- bio de cuidarlo. Las relaciones de este cerdo con el resto de Jos animales nos desvelan una sutil parodia de la vida huma- na y sus complejidades. nt storia poral de la Hteratura infant En Finlandia, pocos afios antes de la aparicién en Inglaterra de Los incursores, Tove Jansson (1914-2001) publicé una se- rie dedicada a las extravagancias de otra familia de pequenos seres parecidos a los trols: La familia Mumin, que comenz6 a publicarse en 1948 y continué con varios libros mas. Al igual que en Los incursores, los Mumin conectan con el mundo afectivo del lector, pues se comportan respondiendo a las pautas de los sentimientos humanos y viven socializados. Dos de los grandes renovadores del genero fantastico en estos afios cincuenta fueron los escritores —y amigos— in- gleses Clive Staples Lewis (1893-1963) y John Ronald Reuel Tolkien (1892-1973), este ultimo nacido en Sudafrica. Tol- kien, como fildlogo y estudioso de los mitos, elabord com- plejas estructuras en sus historias, llenas de detalles y estilis- ticamente alejadas de las modas. Su profundo conocimiento de los ritos y su estilo marcadamente inglés hicieron de sus novelas grandes best-sellers, que todavia hoy encuentran aceptacién. El Hobbit (1937), su primera narracién dedicada a estos personajes que se harian inmortales, dio paso a su obra mas compleja, publicada anos mas tarde, El sefor de los anillos (1954). Al igual que otros escritores contemporaneos, Tolkien sittia sus historias en el ambito de lo fabuloso, pero sin alejarse por completo de la realidad. Sus hobbits, mas bien de costumbres pequefto-burguesas (siempre buscando cl tabaco y Ia pipa para fumar), representan una realidad do- méstica que renov6 el género. Tolkien rechaz6 los andlisis simbélicos e incluso politicos de sus libros al defender una li- teratura sin pretensiones. No tuvo la misma postura su cole- ga. S. Lewis, quien opt6 deliberadamente por la literatura como medio de redencién religiosa y moral. 1s ‘Ana Garraion Lewis publicé en 1950 El leon, la bruja y el armario, pri- mero de los siete titulos de las Crénicas de Narnia, que finali- zarian en 1956 con La iiltima batalla, Sus libros, a diferencia de los de Tolkien, estaban expresamente dirigidos a los nitios, y en ellos se encuentra de nuevo la idea victoriana de la in- fancia como redentora de los males de la civilizacion. Los cuatro nifios —Peter, Susan, Edmund y Lucy— hacen un via- je iniciatico al pais de Narnia, donde los hombres han sem- brado el caos, para instaurar de nuevo el orden, La primera enfant terrible: Pippi Calzaslargas «Yo no fi tan feliz como Pippi pues mi vida ce repente se detuvo. Y erect AsIRID Linpogen, celebrando el cincuentenario de Pippi La pedagogia y los valores educativos existentes hasta me- diados del siglo xx adquirieron nuevas dimensiones en las so- ciedades democraticas que cuestionaban la validez de dichos valores. En Suecia se produjo, en los aftos treinta, una gran discusion sobre los métodos pedagégicos, en la que partici- paron docentes, instituciones y padres de familia. En 1941, Astrid Lindgren (1907), sensibilizada por el tema y contraria a las practicas educativas autoritarias del momento, preparo un manuscrito con las historias que le contaba a su hija por las noches. Aquel texto, primera version de lo que serta Pippi Calzaslargas, fue rechazado por numerosas editoriales debi- do assu atrevida defensa de métodos antiautoritarios Lo que Lindgren propuso con este libro fue una nueva for- ma de mirar la infancia. Pippi es una nitia todopoderosa, des- 16 Historia portal de La Wteratura infant carada, divertida y de gran vitalidad, que consigue organi- zarse muy bien sin padres. La autora fue consciente de la pro- vyocacién de su novela, pues dirigié el manuscrito a las edito- riales aftadiendo la nota: «Con la esperanza de que no alarme a la Oficina del Menor». {Y qué era eso que tanto podia alarmarles y que impulsa- baa las editoriales a devolverle el manuscrito? Por un lado, la subversion explicita: una nifia que vive sola sin la tutela de los adultos, que hace lo que le place y no tiene miedo a en- frentarse a las autoridades, a las que controla gracias a su in- genio. Por otro, el cuestionamiento de los métodos educati- vos que buscaban convertir a los niftos en modelos de bondad y obediencia, tal y como son Tommy y Anika, los dos amigos que comparten juegos con Pippi. Por si todo esto fue- ra poco, la protagonista era una nifia activa e independiente, algo absolutamente imusual en la época. ¥ para rematar, el sentido del humor y la logica Ilevada a su extremo mas ab- surdo lo convirticron en un atrevido libro, Cuando fue publicado en 1945, los niftos estuvieron de su parte: el rotundo éxito significo la dedicacion en exclusi- va de la autora a la escritura y la aparicion de dos historias mas sobre Pippi. Lindgren diversificaria posteriormente su obra con novelas policfacas (Los ninos del pueblo de Boucam, 1947-1952), historicas (Rasmus y el vagabundo, 1956) y fami- ares (Mio, mi Mio, 1954; Ronja, la hija del bandolero, 1981). ‘ro su creacion mis fresca y original, asi como la que mas fuerza tiene todavia, sigue siendo la irreverente Pippi, que, en los aftos setenta, el movimiento feminista rescat6 como modelo. nr ‘Ana Garralon La politica y la literatura infantil seAst que cagieron al oso y le pusieron a tra ‘muy grande con un montén de hombres. FE TAsHuin: Eloso que nolo era, 1946 jar en una maquina ‘Timidamente comenzaron a publicarse en la segunda mi- tad del siglo 1 libros con los que se intent6 concienciar a los Iectores sobre el mundo que les radeaba. Son mas bien ex- cepciones en un panorama liderado por la fantasia, pero que tuvieron una rapida aceptacion. Algunas de estas historias mantenian un plano de fantasia, pero en ellas se podian ad- vertir las intenciones de denuncia El oso que no lo era (1946), del dibujante norteamericano Frank Tashlin (1913-1972), muestra un mundo deshumani- zado y mecénico donde cada pieza debe estar ajustada en su sitio. Por eso, el oso que se despierta en primavera de su le- targo y observa que, en lugar del bosque habitual, hay una fabrica, no puede dejar de asombrarse cuando le tratan como a un trabajador mas, El ya no es un oso, es simplemente un tabajador mal afeitado y muy peludo, como todos le hacen creer. Su destino sera la fabrica. Una ligera denuncia de la destruccién de la naturaleza y de las relaciones productivas, asi como el derecho a ser aceptado por si mismo, fueron los elementos novedosos que convirtieron este libro en un clisi- co. Tashlin, que a los veinte afios trabajé como dibujante para Walt Disney, ilustr6 él mismo su historia ampliando ast su ex- presividad La novela Tisti el de los pulgares verdes (1957), escrita por el periodista y corresponsal de guerra francés Maurice rion (1918), quiso sensibilizar a los nifios sobre el terrible drama 128 de la guerra y sobre la malicia del género humano, Para ello, se arriesg6 a dara Tista poderes especiales y una familia con un padre fabricante de caftones, con lo que la fabula se te- suelve de manera un tanto t6pica, pero efectiva. Sus poderes —hacer crecer flores con sus pulgares— le llevan a poblar de vegetacién espacios socialmente denigrados, como la carcel 0 los barrios deshabitados. Incluso se opone a su padre ha- ciendo crecer flores que todean los cafiones. La novedad en este libro es un nifio activo, hacedor y reformador: «Tisva, él, tiene la oportunidad», dice el narrador. Como un estremecedor testimonio se present en 1947 la primera version del Diario de Ana Frank, el manuscrito de ‘una nifia alemana tefugiada en Holanda, donde vivié escon- dida, y deportada a un campo de concentracién, donde mu- rid. La corta vida de Frank (1929-1945), que sofiaba con ser escritora y aliviaba su opresion y angustia mediante la escri- tura, alcanz6 una gran resonancia en todo el mundo. Se tata de un texto conmovedor que no deja indiferente a ningin adolescente, pues plantea las preguntas e inquietudes funda- mentales de esa edad, sea cual sea la condicién del lector. El diario, que no tiene ninguna intencién politica ni de denun- cia, donde incluso se puede percibir una clara indiferencia hacia la religion, es el testimonio directo de una victima, in- justamente condenada En Holanda, Jaap ter Haar (1922) publico, afios mas tar de, un duro libro de corte realista, Boris (1966), ambientado en Leningrado durante 1942, Con él quiso presentar a los jo- venes el significado de una guerra de bandos donde todos eran, por encima de ideologias, seres humanos cargados de sentimientos, 129 ‘Ana Garvan El «mayo del 68» y las revoluciones en la literatura infantil «Ese nifio que usted cionario del manana», ‘A, Dosen: Inovencia y neocolonialismo ne asa lad (.) es en potenca el revolu- El movimiento llamado «mayo del 68», la revolucién estu- diantil que pretendia cambiar el mundo, tuvo como lugares destacados Francia, Alemania y América. Estas manifestacio- nes tuvieron distintas intensidades y pretensiones en cada pais, aunque todas compartieron el protagonismo de la ju- ventud y el deseo de cambiar la sociedad Mientras en Alemania habia una revision eritica del pasa- do nazi y del holocausto, en Francia y en México se pedia cambiar el sistema educativo, y en Estados Unidos se protes- taba contra la guerra en Vietnam. «La imaginacién al poder», fue el lema compartido por todos los jévenes, deseosos de materias mas practicas que teoricas. En estos movimientos participaron también escritores, y algunos de ellos trasladaron a la literatura infantil sus inquie- tudes, ofreciendo en sus libros muevos temas y tratamientos literarios, Algunos intelectuales revisaron con cuidado la lite- ratura infantil existente hasta el momento: Ariel Dorfman es- ctibio en Chile contra la colonizacién cultural y capitalista del Pato Donald y acusé a Babar de transmitir un modelo cultu- ral burgués, ya obsoleto!, Lofting fue acusado en Estados Uni- dos de racista, colonialista y eurocentrista por grupos multi- " Dorfinan, Ariel y Mattelart, Armand: Para leer al pato Donald, Macirid, Siglo XX1, 1972. 130 mi portal de ka Meertura inf culturales. Los clasicos (Kipling, Conrad, Scott...) fueron cuestionados por contener el ideal masculino de la sociedad imperialista. Incluso Pippi Calzaslargas, reivindicado por los movimientos feministas, no salia muy bien parado cuando se analizaba su vision de los extranjeros. Esta revision critica planteo a algunos escritores la necesi- dad de renovar temas y enfoques, asi como de considerar la literatura infantil como algo especifico de la infancia, capaz de transformar la vision del mundo. Fueron pacos los auto- res que optaron por esta alternativa, en la que el libro fue considerado, por encima de todo, literatura, Ellos consiguie- ron no solamente escribir buenos libros, sino renovar las dis- cusiones teéricas entre los mediadores. Los nuevos libros para los nuevos nitios ‘Los niftos buenas me parecen espantosas»’ ‘Cat, NosTuNceR Basta de proteger al nif; basta de darle historias que no le permitan entender el complejo mundo, se dijeron algunos autores. Los libros ampliaron su espectro temdtico, incluyen- do temas hasta entonces censurados en los medios educati- vos y familiares. Los autores se atrevieron a escribir sobre asuntos que nunca antes habfan aparecido tan explicitamen- te, como la muerte, el sexo, la defensa de las minorfas y la cri- sis de valores en la sociedad contemporénea, El pacifismo fue presentado con todas sus contradiccio- * EL Pais, 15 de mayo de 1985, BI ‘Ana Garealon nes: «No se donde estoy», dice el protagonista de Historia de Lafeadio, el leon que devolvis el disparo (1963) de Shel Silvers tein (1932), cuando descubre ser un leon que no pertenece a la categorfa de los cazadores ni tampoco a la de los leones. Ralph Steadman (1936), ilustrador ingles, dedico su primer libro infantil, El puente (1972), a la incomunicacion y a la desconfianza, Con una técnica expresionista de gran plastici- dad y el empleo de ceras con las que llena de color las pagi- nas, Steadman deposits nuevamente en los nifios su esperan- za de reconstruir lo que los adultos habian destruido con tanta facilidad. En Holanda, Max Velthuijs (1923) defendio con el libro El gentil dragon rojo (1973) Ia aceptacién de las di- ferencias y la busqueda de soluciones pacificas para los con- flictos, Un tono mas realista y duro eligi6 el canadiense Wi- lliam Camus (1923) al rechazar la guerra en su novela historica, ambientada en la guerra de secesiOn norteamericana, Azules con- tra grises (1977). El autoritarismo fue denostado y los nirtos pueden y deben protestar. Asi al menos lo sugirieron algunos autores, como ‘Tomi Ungerer (1931). En 1974, su libro Ningiin beso para mamé, publicado en Estados Unidos y censurado alli durante mas de veinte afios, mostraba escenas no tecomendadas para los menores, tales como un nifio sentado en el retrete y fu- mando, «Puedo decir que fui el primero en Estados Unidos que hizo saltar los tabties», afirmo el autor en una entrevista Los nintos se niegan a recibir besos y, si sienten la indiferencia de los adultos, pueden incluso llegar a decrecer, como hace el protagonista de Tiistan encoge (1971) de la escritora norteame- ricana Florence Parry Heide. En una familia burguesa, la falta de afecto y la rutinaria vida cotidiana invitan a Tristan a no 2B i a por de literatura infil participar de esa vida y a hacer lo tinico que puede: empe- ‘queiecer hasta que sus padres se den cuenta y corrijan la si- twacién, Ot libro representativo fue Konrad, o el nifio que sa~ lié de una lata de conservas (1975), de la escritora austriaca Christine Nostlinger (1936), una critica llena de humor sobre Jas convenciones sociales, la escuela y la familia. El realismo: los nitos deben saber «Realismo para mi es, en el fondo, cémo se relacionan las perso- nas: muchas veces mal PHAmuNc ‘Al evocar sus inicios como escritor para nifios, Peter Har- ing (1933) siempre recuerda: «Habia unos libros que me daban mucha tabia: todos esos libros que tienen lugar en in- ternados, esos libros de ninas donde los caballos siempre tie- nen el papel mas importante» Hartling, conocido por sus novelas para adultos, se estre- nd para jévenes con ¢Qué fue del Girbel? (1973), la dura his- toria de wn nifio minusvalido que lucha por adaptarse a una sociedad que le es hostil. A pesar del ambiente antiautorita- rio existente en el momento de su publicacion, el libro fue discretamente retirado de los escaparates de las librerias ale- manas por mostrar nifios desmudos en la foto de la portada. Después de publicar textos sobre la familia contemporanea (La abuela, 1975, y Theo se larga, 1977), escribié su mas bella > Dierkes, Wiener y Garralon, Ana: Entrevista con Peter Harting, en CLY, n° 65, octubre de 1994. 13 ‘Ana Garvalon historia en 1979, Ben quiere a Ana, donde mostr6, por pri- ‘mera vez en Alemania, el amor entre dos nifios. La novela no solo es una historia de amor, sino una defensa de las diferen- tes culturas, pues Ana es extranjera. Otros escritores optaron por concienciar a los jévenes so- bre las realidades politicas en otros paises, en especial aque- los en vias de desarrollo. Ursula Wolfel (1922) publicé en 1970 um libro de cuentos emblematico, Campos verdes, cam- pos grises, con el que se comprometié mostrando a sus lecto- res las consecuencias de la politica europea en los paises ter- cermundistas. La exigencia de la autora con su trabajo y el respeto al paiblico al que se dirigia quedan claros en este li- bro, donde combina un firme planteamiento moral con una literatura de calidad. Aunque la autora ha abordado con igual exigencia otros géneros, como el del cuento corto (Historias de la tia Mila, Treinta historias para tomar la sopa), es en los textos de denuncia donde invita a los lectores a la reflexion y a mirar el mundo mas alla de lo que les todea En esta misma linea de denuncia, denominada tambien 1ea- lismo critico por la crudeza con que son descritas determina- das escenas, publicd Gudrun Pausewang (1928) Los iltimos nifios (1983), Su lema fue: «Ahora ya no podremos decir que no supimos naday, y con sus libros quiso provocar en los lec- tores una actitud combativa ante determinados hechos, como les consecuencias de una guerra nuclear. Otra escritora ale- mana, Gudrun Mebs (1944), opt por teivindicar temas con- siderados tabties hasta el momento, como el de la muerte, ex- plorado en diversos libros. En Birgit, historia de una muerte (1982), la tensién es Hlevada a su grado mas dramatico, pre- sentando la perspectiva infantil ante el hecho 4 iszonta porta de aura nf La sociedad se reestructura: el nuevo modelo familiar «Lo que intento en Matilda es criticar@ una mayoria de padres de este pals que no tienen ni un solo libro en casa y que se pasan el dba viendo la telev’ Raw Los cambios politicos propiciaron cambios en la sociedad; el concepto de familia evolucions @ nuevos modelos: madres solteras, padres separados 0 ausentes, hombres con hijos, etc. Algunos autores optaron por mostrar en sus libros esta nueva realidad. Es un realismo que pone énfasis en la evolucién psi- colégica de los protagonistas, en su manera de resolver —en. muchos casos aceptar—las dificultades. Esta tendencia pue- de observarse en algunos escritores, como la norteamericana Beverly Cleary (1916), que eligis el optimismo como telén de fondo en familias con dificultades (Ramona y su padre, 1975) y la introspeccién psicol6gica (Querido Sr. Henshaw, 1983) ante la noticia de padres separados. Otra escritora, Betsy Byars (1928), afiade a esta vision de la realidad un fino conocimiento de la psicologia adolescente, como en Las preguntas de Bingo Brown (1988), donde se muestra el conflicto interno de un muchacho en pleno creci- miento y proceso de maduracion. Tambien indaga en la psi- cologia el escritor australiano Ivan Southall (1921), eligiendo para sus libros protagonistas minusvalidos, como en la nove- la El verano de los cisnes (1970). En jSuelta el globo! explora el tema de la incomunicaci6n de un chico con pardlisis cerebral sobreprotegido por su madre. Katherine Paterson (1932) * Gitado por Gamalén, Ana: Roald Dall Una arcadia infin 54 noviembre de 1990, 135 ‘Ana Garralon muestra la vida de una familia moderna que rechaza vivir en una gran ciudad y se instala en el campo (Un puente hacia Therabithia, 1977) 0 el drama de los nifios abandonados que buscan con desesperacion sus raices (La gran Gilly Hopkins, 1978). En los afios ochenta se abandons el tono dramatico, y autores como Patricia Maclahan (1938) escribieron cuentos llenos de nostalgia por la vida familiar ordenada y estable (Sa- rah, sencilla y alta, 1986). En Europa, los escritores no se sintieron obligados a brin- dar salidas morales a sus lectores. La seca Maria Gripe (1923) consagré una trilogia a Elvis Karlsson (1972), un nifio Hamado asi en hornenaje al cantante Elvis Presley. Elvis es in- comprendido por sus padres, y la soledad e indiferencia que rodean su vida es una abierta critica a la autoridad paterna y a sus tesponsabilidades. La incapacidad de los adultos para ocuparse incluso de ellos mismos queds teflejada en la tilo- agfa de otro nérdico, el noruego Tormod Haugen (1945); (Los pajaros de la noche, 1975; Zepelin, 1976, y Secretos detras de las puertas, 1979), dedicada a la soledad de los nifios y el egots- mo de unos padres confundidos, incapaces de educar a sus hijos. El lirismo y la belleza de su escritura no quitan el amar- go sabor de las historias con finales sin respuesta. De la tradicién irénica y burlona inglesa proviene Roald Dah] (1916-1990). Huérfano de padre a los tres atios (Boy, 1984) y piloto de guerra (Volando solo, 1986), se consagré en los aftos sesenta a escribir en exclusiva para nifios. Sus pri- eros relatos estan cargados de critica al consumismo y a las instituciones (James y el melacoton gigante, 1961; Charlie y la {fabrica de chocolate, 1964) y otros se inspiran en algunas tra- diciones anglosajonas (Los gremlins, 1961). Poco a poco fue 136 Historia portait de evatura infantil afinando su pluma en historias cada vez mas satfricas y atre- vidas (La maravillosa medicina de Jorge, 1981) hasta publicar, en 1983, Las brujas, una de sus novelas mas importantes, ins- crita en la tradicion de los cuentos de hadas pero en un mar- co de vida contemporanea. Una de sus tihimas obras, Matilda (1988), le consagr como el escritor preferido de los nifios por su provocadora vision de la vida familiar, con adultos de los que hay que desprenderse cuanto antes. Los nifios de sus libros son ingenuos y brillantes, inofensivos, y saben resolver sus dificultades con habilidad Las historias de Dahl son frescas, Henas de humor y de si- tuaciones imprevistas y de suspense que resuelve con gran raestria. «Mi padre —relata la hija de Dahl—crefa que todos los nintos poseen una brasa. Pero alguien debe encender el fuego. (...) Todos los libros de mi padre para nifios Hevan un volcan rugiendo en sus entrafias. Arrojan cientos de ideas pro- vocativas y excitantes fogonazos>* Las mujeres y su particular revolucion ‘La lteratura infantil debe apoyar el deseo de liberacion de las A Tuan Ala luz de esta revolucion, que trat6 de cambiar las men- talidades, la relectura de los libros escritos hasta el momento rind jugosas conclusiones a los colectivos feministas. Los primeros cuentos que no superaron el examen ideologico ® Dahl, Tessa: «Mi padre, Roaldy, Et Pais, 12 de junio de 1988. 1st ‘Ana Garrat fueron los de hadas, a los que se les acusaba de presentar ‘imagenes estereotipadas y roles muy marcados. Los hombres eran activos, aventureros y salvadores, mientras que las mu- jeres se mostraban sumisas y pasivas, o bien eran brujas y madrastras que aterrorizaban a los mas pequehos. Estereoti- pos, en suma, que no hacfan més que simplificar la realidad. de lo complejas que son las personalidades. «No se nace mujer, se llega a serlo», habfa dicho anos an- tes Simone de Beauvoir. Y las feministas querfan que las ni- yas tuvieran un aprendizaje cultural de un nuevo rol en la so- ciedad, Como no habia libros adecuados para mostrar las posibilidades del género, decidieron escribirlos, En Italia, a mediados de los afios setenta, se creé la coleccién «A favor de las niftas», con textos de Adela Turin, En ellos, desde una postura militante, se mostraban las diferentes maneras de opresién a la mujer y cOmo liberarse de ellas, a veces a costa de la desaparicion del sexo masculino Lo que surgis entonces fue un gran ntimero de libros don- de los roles sexuales se presentaban cambiados. Como indi- ca Brownyn Davies, estos libros se limitaron a eliminar «la cara negativa de la feminidad en el caso de las chicas (fragili- dad, timidez, obsesion por presentar una buena apariencia y por la vida doméstica) y la cara negativa de la masculinidad en el caso de los chicos (agresividad, insensibilidad, rudeza y rechazo a colaborar cuando se les solicita ayuda)»*. En este contexto aparecen libros como Oliver Button es un nena (1979), de Tomie de Paola, donde se muestra un nifo con. “Davies, Bronwyn: Sapos,culebras y cuentos foministas. Les ninos de prescolar ye] genera, trad. de Elisa Lucena, Madrid, Catedra, 1994. 138 corte portal de a Tievasura infantil acusados valores femeninos; Rosalinde tiene ideas en la cabeza (1981), de Christine Néstlinger, en el que una niia aspira a una profesién considerada tradicionalmente para hombres, 0 La rebelién de las lavanderas (1979), de John Yeoman, donde unas mujeres, hartas de ser el wsegundo sexo», se emancipan causando terror en la poblacién masculina, Una de las cuestiones que intent6 aclarar este debate, to- davia vivo y actual, fue la importancia de los cuentos de ha- das. En Estados Unidos, un psiquiatra que trabajaba en pro- gramas de tratamiento de ninos enfermos psfquiicos publice un libro revolucionario en la percepcién de estos cuentos Bruno Bettelheim, exiliado judio que encontré refugio en Norteamérica, llevaba muchos atios trabajando con estos re- latos tradicionales y observando su benéfica influencia en las heridas psiquicas de los nifios. Por eso, cuando grupos femni- nistas condenaron estas historias, él decidi6 escribir Psicoand- lisis de los cuentos de hadas (1975) para explicar su significado simbélico. Frente a los relatos de corte realista, los cuentos de hadas no ensefian mucho sobre la vida moderna, pero muestran los problemas internos de los humanos y como en- frentarse a ellos. «Los cuentos de hadas suelen plantear, de modo breve y conciso, un problema existencial —dice en el prélogo’— y su- gieren un camino para resolverlo». Las criticas a las figuras de madrastras y brujas, a lo horrendo de los suicesos y a st anti- guedad, adquirieron una nueva dimension cuando Bettelheim les otorgé un significado psicolégico, liberador y reparador. * Betielneim, Bruno: Psicoandlsis de los cuentos de hadas, trad. de Silvia Fur, Barcelona, Critica, 1977, 139 ‘Ana Garralon La vida intima de los mas pequeiios: Lobel, Sendak 1, 8 embargo, los libros para nitios, los mejores de ellos, no son encantadores», A. Lowe Las teorias de Bettelheim no solo ayudaron a releer los cuentos de hadas, sino que propiciaron un acercamiento al mundo intimo de los nifios, que algunos creadores estadou- nidenses aplicaron en sus obras. De alguna manera, estos aU- tores recuperaron el gusto por el cuento tradicional, el placer de escuchar y de contar, y, aunque muchas veces son citados por su faceta como ilustradores, una lectura de sus textos desvela el cuidadoso y exigente trabajo que hay detras de ellos. Representatives de esta tendencia son Amold Lobel (1933-1988) y Maurice Sendak (1928). Sendak ha declarado en muchas ocasiones como en su pais «trabajamos uniendo imagenes y palabras para alcanzar una totalidad en el libro»" Su libro mas emblematico, Donde viven los monstruos (1963), es un recortido intimo por la psicologia infantil y sus temo- res, con un texto depurado, perfectamente compenetrado con unas bellas imagenes que retoman el imaginario tradi- cional europeo. ‘Amold Lobel se inspiré en la cultura oral, y sus textos pueden ser leidos por primeros lectores. La sonoridad y el rt- mo destacan en teda su produccién, para la que escoge temas cotidianos y Ilenos de afecto. Historias de ratones (1972) es ® Citado en El libro-dlbum: invencin y evolucin de un genero para nifios, Cara- cas, Banco del Libro, 1999. 40 istorla pot deta erature infant uno de los libros preferidos por los nifios, que se deleitan con las siete historias que Papa Raton relata a sus pequefios antes, de dormir Son dos autores que exploran sus respectivas infancias y gustan de incluir elementos simbolicos que accionan el ima- ginario mis profundo de los pequenos. El censurado espacio de la fantasia «No quiero ninguna reproducion de la realidad con el criterio de tuno por uno, (.). Cada novela que escribo es una realidad de pa- labrase 1M. ENDE En los afios ochenta se avivé una vieja polémica: la fanta- sia contra la realidad, y, por lo tanto, quién decide lo que mas les conviene a los nintos, Si en Europa se habian tolerado has- ta los aftos setenta y ochenta libros de aventuras y de fanta- sia, a partir de ese momento faeron mirados bajo la sospecha de estar escatimando a los nifios posibilidades de controlar su vida, Fue en Alemania donde nacié la discusién, con la publi- cacién de los libros de fantasia de Michael Ende (1924- 1995). En 1960 publicé un texto de aventuras y humor —rechazado por muchas editoriales por no ser didactico—, Jim Botén y Lucas el maquinisia, donde podia advertirse una critica a la sociedad. Critica que se acentué con su siguiente novela, Momo (1973), alegoria de un mundo gris y comercial que una nina consigue transformar. Cuando en 1979 publi- 6 el libro que le llevaria a la fama, La historia interminable, al ‘Ane Garralon fue acusado inmediatamente de escapista. «La fantasia no debe ser evasién, sino un camino para legar a un conoci- miento mejor de la realidad», defendio Christine Nosilinger incluso afios més tarde’. La falta de mensaje en los libros de Ende fue considerada por algunos como una ofensa a los tiempos que corrian, y comenzé un animado debate en el «mundillo» cultural, Ende se defendis y reclamo el derecho a un mundo de palabras, de fantasfa, donde el viaje interior y Ja imaginacion tuvieran su protagonismo. La renovacion de las tradiciones «No hay que olvidar que wn nino no es una flecha que va en. una sola direccion, sino muchas lechas que, simulténeamente, van en muchas direcciones»” G. Ropar Algunos escritores se propusieron renovar los géneros tra- dicionales. Desde una perspectiva antipedagogica y con mu- chas dosis de subversion y humor, experimentaron con ele- mentos del imaginario colectivo y los transformaron, creando cuentos que parodiaban las formas tradicionales, invertian los roles 0, simplemente, dejaban a los lectores inventarse el fi- nal, En los aftos sesenta y setenta, el escritor italiano Gianni Rodari (1920-1981) impulsé una renovacidn de los conteni- dos de la literatura infantil al cuestionar los planteamientos * Cli, n® 3, febrero de 1989 ° Citado por Garralon, Ana: «Gianni Rodaris, en Primeras Noticlas, n° 97, 1990. Las siguientes citas han sido tomadas de este aticulo, wm Fistria porte de a itevatura infant pedagégicos en que se sustentaba. «;Por qué la escuela, para ser seria, tiene que ser aburrida?», se pregunté este aguda es- critor y periodista, que comenzé sus textos para nifios como, juegos experimentales en la radio y en las escuelas. Rodari rescaté el entusiasmo de los vanguardistas y se inspiré en la tradicién popular de las rimas infantiles, que en Italia se de- nominan «(filastroche», para darles la vuelta con inesperados y creatives juegos de palabras. Sus historias, aparecidas en periddicos y revistas, se teco- pilaron pronto en libros. Cuentos por teléfono (1962) reunid los cortos relatos que le contaba a su hija antes de dormirse cuando estaba de viaje. El libro de los errores (1965) y Cuentos para jugar (1971) ponen en entredicho, con ingenio y humor, el mundo de los adultos y la sociedad en general, sin olvidar su compromiso con las inquietudes de los niftos. «El mundo serfa maravilloso si solo se equivocasen los nifios. Entre no- sotros, padres, podemos decirlo, aunque no esta mal que también nuestros hijos lo sepan», seria una de sus tantas y certeras afirmaciones con las que mostré su complicidad con Jos niftos. Muchas de sus opiniones serfan recogidas en ensa- yos tedricos, y el mas destacado, Gramatica de la fantasia (1974), todavia hoy conserva una fresca lucidez. En Argentina, la escritora Maria Elena Walsh (1930), de amplia cultura anglosajona y con una estancia en Paris como cantautora, publicé en 1960 un libro emblematico que rom- pid los esquemas establecidos hasta el momento. Tutti Ma- rambd es un libro leno de absurdo, de humor, de disparate. Es una poesta que solo busca el juego y la diversién al mos- tar las posibilidades del lenguaje. Su innovacin fue pre- sentar una literatura que no debfa estar al servicio de la pe- 43 ‘Ana Garraton dagogia. El reino del revés (1963) y Zoo loco (1964) confir- maron su brillantez como peetisa, avalada por el entusiasmo que sus libros y canciones despertaron en los mas pequetios. Anos después, la censura militar la oblig6 a retirarse de la es- cena, al prohibir sus libros y considerar sus textos como sinoportunos». Walsh se incluy6 en los «sospechosos de querer pensar por nuestra cuenta» y marché a Europa en un exilio forzoso del que volveria al cabo de unos afios, Su obra y su compromiso como mujer reivindicadora de la fan- tasia y de la transgresion gozan todavia hoy de amplia acep- tacién. Las criticas silenciadas: América Latina, Espaiia ‘Me fui a pelear con quien debia pelea. Para que veais que toda- via puedo vencers 1, BoJuNGa Nunes: El bolso amarillo, 1976 En muchos paises de América Latina y en Espafia, los go- biernos dictatoriales no favorecieron la libre expresion y, por Jo tanto, la renovacion de formulas narrativas. Tampoco lle- gaban libros del extranjero, con lo que los escritores para ni- hos estaban privados del conocimiento de nuevas tendencias ‘0 debates. El uso de la fantasia y de la metafora como formula para burlar a los censores fue el camino escogido por muchos es- critores. En Brasil, Lygia Bojunga Nunes (1932) publicé en Citado por Garralén, Ana: «Maria Elena Walsh o el discreto encanto de la tenacidad», en CL, n° 80, febrero de 1996. 44 Historia portal dela Iterarura info 1971 su primera obra, Los compafeeros, a la que seguiran otras de mas complejidad estilistica y tematica: El bolso amarillo (1976), El sofa estampado (1980) o Juntos los tres (1980). Son obras arriesgadas donde la autora escoge temas tabu en la li- teratura infantil, como el suicidio, el crimen o la dificultad para aceptarse uno mismo como es. Sus obras, de contenido universal, recogen la rica tradicion oral de su pais y han sido traducidas a muchos idiomas En Espana, hasta el fin de la dictadura en 1975, obras de corte fantastico, como Las hadas, de Marfa Luisa Gefaell (1918-1978), quedaron en la sombra ante obras de corte re- ligioso, como Marcelino pan y vino (1952), de José Maria San- chez Silva (1911), un libro que aleanzé una gran repercusion en todo el mundo. Con la llegada de la democracia surgen ti- midamente obras de critica social, como El hombrecito vestido de gris y otros cuentos (1978), de Fernando Alonso (1941) con el que pone sobre la mesa algunos problemas de la vida contemporanea: la soledad, la identidad personal y la lucha contra la opresién, Pero no sera hasta los afios ochenta cuan- do se aborde el tema de la guerra civil. Juan Farias (1935), que comenz6 su trayectoria como narrador costumbrista (Al- _gunos nifios, tres perros y mds cosas, 1981), escribio la trilogia Crénicas de media tarde para contar a los nifios hechos que debian conocer (Aitos dificiles, 1982, El barco de los peregrinos, 1984, y El guardian del silencio, 1984), y Antonio Martinez Menchén (1930) también escogera una trilogfa para mostrar la dureza de la guerra civil (Fosco, 1980; El despertar de Tina, 1988, y Fin de trayecto, 1993). 145, ‘Ana Garralen Cajon de libros Bowunca Nunes, Lygia: El bolso amarilla, trad. de Miriam Lopez Moura, Madrid, Espasa Calpe, 1988. Canrewtes, Humphrey: J. RR, Tolkien, una biografia, trad. de Carlos Peralta, Madrid, Minotauro, 1990, Dait, Roald: Matilda, wad. de Pedro Barbadillo, Madrid, Allaguara, 1995. Enne, Michael: jim Boton y Lucas el maquini Barcelona, Noguer, 1995. Gannen, James Finn, Cuentos infantiles politicamente corrects, trad. de G. Castell, Barcelona, Circe, 1995. Heine, F P: Tristan encoge 1982, ;, trad. de Mariana Matons, id. de Agustin Gervas, Madrid, Alfaguara, cores de Narnia, trad. de Carmen Gonzilez del LinDGREN, Astrid: Juventud, 1985. Lovet, Amold: Historias de ratones, trad. de Xosé Manuel Gonzilez, Pontevecira, Kalandraksa, 2000. NoRroN, Mary: Los incursores, trad. de Héctor Silva, Madrid, Altea, 1997 Nostuncer, Ch.: Konrad, o el nif que sali de una tata de conservas, trad. de Maria Jestis Ampucia, Madrid, Alfaguara, 1995. PressLer, Mirjam: ¢Quién era Ana Frank?, trad, de Octavio di Leo, Barcelona, ‘Muchnik, 2001 Ronart, Gianni: Cuentos por teléfono, trad. de Ramén Prats de Alos-Moner, Barcelona, Juventud, 1993. —: Bjercicios de fantasia, trad. de Clara Garcia, Barcelona, Ediciones del Bronce, 1997, ‘SENDAK, Maurice: Donde viven los monstruos, trad. de Agustin Gervas, Madrid, Alfaguara, 1995. —: Elletrero secreto de Rose, trad. de Agustin Gervais, Madtid, Alfaguara, 1988, Tun, Adela: Los cuentos siguen contando, Algunas reflexiones sobre Tos estereotipos, Madrid, Horas y Horas, 1995. i mundo perdido, trad, de Herminia Dauer, Barcelona, Historia porate a Weratwr infantil Uncerer, Tomi: Ningin beso para mamd, trad. de Esther Tasquets, Barcelona, ‘Lumen, 1982 ‘Vetruus, Max: El gentil dragon rojo, trad. de Alberto Marti Bard, Valladolid, ‘Minion, 1982. Winvte, E. B.: Stuart Litle, trad. de Héctor Silva, Madrid, Alfaguara, 1997. ‘WorreL, Ursula: Campos verdes, campos griss, tad. de Jacqueline Ruzafa, Loguez Ediciones, 1987, ut

También podría gustarte