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No todas las sumas de dinero o de valor son convertibles en capital; para esta conversión está

presupuesto, antes bien, que un mínimo de dinero o de valor de cambio se encuentre en las manos del
poseedor individual de dinero o de mercancías.

El mínimo de capítal variable es el precio de costo de una sola fuerza de trabajo, que a lo largo de todo
el año, día tras dia, se utilizara para la obtención de plusvalor.

Es cierto que él mismo puede, al igual que su obrero, participar directamente en el proceso de
producción, pero en ese caso sólo será un hibrido de capitalista y obrero,
un "pequeño patrón".

Se confirma aquí, como en las ciencias naturales, la exactitud de la ley descubierta por Hegel en su
Lógica, según la cual cambios meramente cuantitativos al llegar a cierto punto se truecan en diferencias
cualitativas.

Dentro del proceso de producción, el capital se convierte en mando sobre el trabajo, esto es, sobre la
fuerza de trabajo que se pone en movimiento a sí misma, o el obrero mismo.

El capital se convierte, asimismo, en una relación coactiva que impone a la clase obrera la ejecución de
más trabajo del que prescribe el estrecho ámbito de sus propias necesidades vitales.

Otra cosa ocurre cuando consideramos el proceso de producción desde el punto de vista correspondiente
al proceso de valorización. Los medios de producción se transforman de inmediato en medios
para la absoreión de trabajo ajeno. Ya no es el obrero quien emplea los medios de producción, sino los
medios de producción los que emplean al obrero.

en su movimiento como valor que se valoriza a si mismo.

La simple transformación del dinero en factores objetivos del proceso de producción, en medios de
producción, convierte a estos últimos en títulos jurídicos y en títulos compulsivos al trabajo ajeno y al
plustrabajo.

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