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La Ofrenda PDF
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LA OFRENDA
Por: Elisenda Sans Ramón.
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CONTENIDO.
INTRODUCCIÓN.
I. DEFINICIÓN E HISTORIA.
1.1 Definición Teológica.
1.2 Definición Secular.
1.3 La Ofrenda en la Prehistoria Bíblica.
CONCLUSIÓN.
BIBLIOGRAFÍA.
3
INTRODUCCIÓN.
Con demasiada frecuencia vemos en nuestras iglesias que la ofrenda, es un elemento más
dentro del orden del culto, pudiendo, a veces, dar la sensación de que con ello pagamos
nuestro derecho a pertenecer a tal o cual iglesia.
Cuantas veces, no se sabe la diferencia entre diezmos y ofrendas, y qué poco se predica y
enseña sobre ello. Parece como si hubiera miedo a molestar a los miembros con temas tan
poco espirituales, y de eso ¡nada!
La ofrenda es una forma maravillosa de adorar a Dios, pero a la vez, es el medio para hacer
efectiva la Gran Comisión, a la que todos estamos llamados a responder.
5
I. DEFINICIÓN E HISTORIA.
"Se entiende por ofrenda, un don que se ofrece y dedica a Dios. En este sentido todo
cuanto dedicamos a Dios es ofrenda".1
Tanto el Antiguo como en el Nuevo Testamento nos habla de cómo administrar nuestras
posesiones, y todo lo que tenemos material. La ofrenda debe ser libremente escogida de lo
que recibimos y por tanto, administramos. "La ofrenda se da después de haber diezmado.
Además los pobres o necesitados, en una u otra manera, deben ser los recipientes de nuestra
administración de dar (cf. Dt. 15:11; Pr. 3: 4-10)".2
"En hebreo el término general para designar las distintas clases de sacrificios u ofrendas era
'minja'. Posteriormente "minja" significó solamente la ofrenda vegetal, y el término
'Korbán' se impuso para la designación general".3
2Ibid, p. 108.
3Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Miami, Florida: Edit. Caribe, 1988, 16ª Edición. p.
574.
que eran sagradas para la divinidad y debían ser consagradas o dedicadas a la misma, antes
de que hubieran de dedicarse el total de las frutas o productos al uso profano.6
Con el tiempo, esta palabra también designaría una contribución o tributo al estado.
"En la LXX απαρχη (aparché) traduce en primer lugar el hebreo 'resit' y con ello indican la
ofrenda de las primicias de las frutas naturales que se consagran a Yahvé como aquel que
otorga la fertilidad".7
Con frecuencia se traduce el término en hebreo "t erumah"8 que se refiere a donativos en
especies o en dinero para el culto y los sacerdotes.
sacrificiales".10
5Lothar Coenen y otros, Diccionario teológico del Nuevo Testamento, Vol. III,
(Salamanca, Edit. Sígueme, 1990, 3ª Edición), p. 199.
6Ibid.
7Ibid.
8Ibid.
9Ibid, p. 200.
10Ibid.
7
La Biblia no considera que el sacrificio tenga valor en sí mismo. La única razón por la que
sirve es porque Dios lo ha dado como medio para efectuar expiación (Lv. 17:11).
El sacrificio u ofrenda, que pertenece a todas las religiones que tienen culto, es una acción
ritual para influir en las fuerzas o en los poderes invisibles. Pretende hacer innocua su
actividad nociva, ofreciendo satisfacción y tratando de lograr bendiciones positivas.
El sentido general del sacrificio se caracteriza ante todo por la antigua fórmula romana "do
ut des" (te doy para que tú me des).11
En cuanto a sacrificio nos dicen los diccionarios lo siguiente: “Ofrecer o dar una cosa en
reconocimiento de la divinidad. Matar, degollar las reses. Poner alguna persona o cosa en
11Ibid, p. 199.
algún riesgo o trabajo para algún fin elevado".13 También puede ser un acto de
abnegación, o un ofrecimiento a una deidad, etc.
Antes de afrontar este punto, debo hacer una puntualización necesaria para la ubicación
histórica adecuada. Si entendemos que los primeros "escritos" bíblicos que poseemos, la
tradición los atribuye a Moisés, todos aquellos sucesos acontecidos con anterioridad a los
días en que Moisés vivió, deben considerarse "prehistoria" bíblica; pues todo cuanto se
recoge en el Pentateuco, anterior a Moisés, fue transmitido por vía oral y no existen
evidencias de material escritural. Hecha esta aclaración o preposición de partida, diremos
lo siguiente.
En el libro del Génesis (4: 1-8) encontramos, la ofrenda de Caín y Abel, los dos estaban
ofrendando ante el altar que ellos hicieron, pero a los ojos de Dios, las ofrendas no eran
iguales; pues le agradó más la de Abel y menospreció la de Caín. Por lo que se puede
deducir a la luz de la carta a los Hebreos, que no fue la naturaleza de la ofrenda lo que
provocó el rechazo de Dios, sino el espíritu con que se ofrendó. Ya desde el principio
existieron dos formas de ofrendar. Ofrendar: El que lo hace por amor, con regocijo, y el
que lo hace por necesidad, como una obligación. Evidentemente, Dios aprobaría una
ofrenda y otra no.
13Ibid, p. 998.
14Natalio Aldo Broda, y Alberto Prazicatti, Mayordomía integral de la vida, (El Paso,
Texas: Edit. C.B.P., 1966), p. 52.
9
Pero lo realmente importante es que ya en esta época las ofrendas eran voluntarias, pues
todavía no había ley u ordenanza de Dios respecto a ello.
En Abraham encontramos también una particularidad especial, no sólo ofrenda a Dios por
medio del sacerdote Melquisedec, sino que además lo hace diezmando. En este momento
tampoco había ninguna ley divina en cuanto a las ofrendas.
Jacob cuando se encuentra con Dios y establece un pacto con El, deja claro quedará a Dios
el diezmo de las bendiciones recibidas. Aquí tampoco había ninguna ley establecida en
cuanto a las ofrendas.
Por lo que parece claro, que la naturaleza del hombre le inclina y le lleva hacia Dios. Todo
ser humano siente la necesidad de un dios, incluso los salvajes tienen dioses a los que se
dirigen.
Las ofrendas se practicaban antes del Antiguo Pacto, por tanto, son anteriores a la Ley
mosaica y como ejemplo, tenemos el caso de Caín y Abel.
"Los sacrificios premosaicos fueron conocidos entre los cananitas y otros pueblos del
mundo antiguo".15
Desde el origen de la humanidad, los hombres han apartado sus ofrendas a Dios. En todo
tiempo, a través de todas las épocas, los hombres han buscado el favor y la protección de
Dios. En la Biblia encontramos tres etapas bien diferenciadas las unas de las otras. Cada
una de ellas contiene instrucciones muy útiles para enseñarnos a dar nuestras ofrendas a
Dios.
15Pfeiffer, p. 377.
10
"Loas grandes religiones paganas reconocían que Dios se mostraba en la naturaleza, por lo
que se acercaban a El, a través de su devoción a la fertilidad y al ciclo natural de la vida y la
muerte".16
El Antiguo Testamento pone de manifiesto la gran importancia que tuvo para el pueblo de
Israel el sacrificio.
También "es un hecho a resaltar que la mayor parte de los ritos sacrificiales
veterotestamentarios no surgieron originalmente del culto a Yahvé, sino que se
desarrollaron en parte de la confrontación con los cultos paganos de los pueblos
circundantes, especialmente con los cultos cananeos."18
En 1º de Crónicas 29:1-14 vemos a David pidiendo al pueblo que diese sus ofrendas para la
construcción del Templo de Jerusalén. Los príncipes y el pueblo ofrecieron
voluntariamente todo lo necesario para su construcción. El pueblo se alegró, regocijándose
David pues el pueblo había ofrecido voluntariamente, con sinceridad de corazón.
17Coenen, p. 200.
18Ibid.
12
"Las ofrendas voluntarias siempre traen gozo y satisfacción a los dadores y a los
recibidores; las ofrendas forzadas jamás."19 Además de un lugar de adoración el culto a
Dios requiere accesorios que tenían que ser suministrados por las ofrendas del pueblo, el
aceite para las lámparas, el incienso para el Altar, el pan ázimo para la Santa Mesa y los
animales para el sacrificio, todo ello era necesario para el culto y sólo se podían obtener
mediante dinero o con ofrendas en especies. Pero de una manera u otra el pueblo proveía lo
necesario.
No podemos olvidar que los sacerdotes y levitas eran mantenidos con las ofrendas del
pueblo, aceptándolo Dios como si le fuese hecho a El (Nm.18:21-24).
El pobre también tenía derecho y parte en las ofrendas de los israelitas. En sus fiestas el
israelita tenía que partir sus ofrendas con el huérfano, la viuda y el pobre (Dt.16:11,
Lv.19:9-10).
En el antiguo pacto además del diezmo había también el mandamiento de ofrecer a Dios
todos los primogénitos del ganado y todas las primicias del campo. Todas las primicias de
la tierra tenían que ser ofrecidas a Dios, aparte de estas ofrendas había otras de "carácter
voluntario como ofrecimiento de votos (Lv.7:16), acción de gracias (Lv.7:13-15) y
ofrendas voluntarias, que se debían ofrecer en la Solemnidad de las Semanas."20 La
ofrenda era un acto de auto-privación en favor de Dios.
"Todos los materiales con los cuales fue edificado el Tabernáculo eran ofrendas voluntarias
del pueblo de Dios."21 Para edificar la Casa de Dios no era válido el material ni ninguna
ofrenda de extranjero o extraño que no perteneciera al pueblo de Dios, pues era inconverso
y por tanto no aceptable al Señor, por lo que no debía ser mezclada con la ofrenda de los
19V.S. Azariah, Ofrendas cristianas, (Bs. As. Argentina: Edit. La Aurora, 1957), p. 72.
20Ibid, p. 100.
21El significado espiritual del tabernáculo, del sacerdocio levítico y de las ofrendas del
pueblo de Israel, (EE. UU.: edit:. Casa de verdades cristianas, s/f) p. 7.
13
Santos. Los Príncipes trajeron sus piedras preciosas y especias; las mujeres trajeron sus
joyas y las que no tenían nada que ofrecer mostraron su amor haciendo trabajos necesarios
como cortar árboles, hilar, etc. Día a día el pueblo ofrecía a Dios hasta que Moisés tuvo
que impedírselo debido a la abundancia que había según vemos en Ex.36:6-7.
El libro de Levítico es el gran libro de los sacrificios del Antiguo Testamento. "En la
primera parte del libro se os presenta cinco distintas ofrendas: el holocausto, la oblación de
presente, el sacrificio de paces, la expiación de pecado y la expiación de la culpa."22
"Estas ofrendas se dividen en dos clases que son: las ofrendas de olor suave y las ofrendas
por el pecado."23
La expiación del pecado y de la culpa se caracterizan en que se ofrecían por pecados que
habían sido cometidos por el pecador, consciente o inconscientes, es decir cometidos
ignorantemente o inconscientemente. La ofrenda no era quemada en al atrio sino que era
sacada fuera del recinto y quemada con fuego, como malditas de Dios. "Representaba que
la víctima era cargada con el pecado del israelita y su vida fue tomada en lugar de éste."25
"Estas ofrendas señalaban a Jesús, quien llevó el pecado y la maldición y con su muerte
satisface las demandas de la justicia divina a favor del pecador."26
22Ibid, p. 17.
23Ibid, p. 18.
24Ibid.
25Ibid.
26Ibid.
14
Cristo fue hecho pecado por nosotros (2ª Co. 5:21). "Por una sola ofrenda perfecta, los
pecados de todos los que creen son de una vez y para siempre deshechos, para no ser
recordados más."27
27Ibid, p. 19.
28Pfeiffer, p. 378.
29James Smith, Comentario homilético de la Biblia Tomo III, (Terrassa: Edit. Clie, s/f),
p. 27.
30Pfeiffer, p. 378.
32Ibid.
15
o grosura era exclusivamente la porción de Jehová y debía ser quemada sobre el altar,
siendo este olor grato a Jehová, esta grosura ocupa un lugar importante en la ofrenda por el
pecado. El cuerpo era sacado fuera del campamento para quemarlo indicando que Dios no
puede mirar el pecado, pero mira al pecador con compasión. El sacerdote debía rociar la
sangre delante de Jehová. "primero delante de Jehová, segundo delante del velo, tercero
sobre el altar del incienso, en cuarto lugar toda la que quedaba era derramada al pie del altar
del holocausto"33 , el sacerdote rociaba la sangre al salir del recinto.
"Dios cargó todos nuestros pecados sobre Cristo, la gran Expiación del Pecado y los borró
para siempre."34 En la Cruz, Dios canceló para siempre su cuenta como hijo de Adán.
El Holocausto o " olah ", "la ofrenda del todo quemada"35 (Lv.1,6:9-13)
"A veces se llama la "ofrenda ascendiente" porque la palabra hebrea traducida "holocausto"
es "holah" que significa "lo que asciende."36 Lo que diferencia el holocausto de otras
ofrendas es que esta era enteramente para Jehová. El "carácter de la ofrenda: tenía que ser
sin defecto, no sólo a la vista de los hombres, sino también a la de Dios."37
El acto de poner la mano del israelita sobre la cabeza de la víctima era una identificación
con la víctima, desde este momento ya no era el, sino que era la ofrenda. "El israelita
venía consciente de su propia indignidad, para ofrecer una víctima en su lugar."38 La
ofrenda era sacrificada delante de Dios, su vida por la del pecador. "Era degollada delante
33Smith, p. 24.
35Pfeiffer, p. 377.
38Ibid, p. 23.
16
de Dios sobre el altar siendo su sangre rociada, luego lavar sus entrañas."39 Se le quitaba
la piel y era dividida, sus partes eran puestas a la luz para ver si era perfecta tanto
interiormente como exteriormente y luego era llevada al altar donde todo subía como olor
agradable a Dios.
Acerca del oferente: "Se necesitaba una ofrenda de acercamiento pues debido al pecado el
hombre no puede acercarse a Dios, esta ofrenda debía ser voluntaria y además debía existir
una identificación personal siendo el oferente aceptado en la ofrenda, era un privilegio
ofrecido a Dios."40
Esta ofrenda como ya se ha dicho era amasada con aceite símbolo del Espíritu Santo,
ungida con aceite, aceite en ella y sobre ella, cubierta de incienso, cocida a horno, cuanto
más expuesta al fuego mayor olor tenía, olor grato a Jehová. No debía tener ni levadura ni
miel y sazonada con sal como símbolo de preservación, algo opuesto a la corrupción y era
ofrecida al Señor.
39Ibid, p. 13.
40Ibid, p. 15.
41Pfeiffer, p. 378.
42Smith, p. 16.
"Una porción de esta ofrenda era dada a Aarón y a sus hijos. "Es cosa santísima", era el
pan de Dios y también del hombre,"44 pero sólo después de haberlo ofrecido a Dios.
Esa sangre debía rociar el altar simbolizando la aceptación por parte de Dios de esa
ofrenda, debía ser quemada siendo olor agradable a Dios. "El que ofrecía tenía una parte de
la ofrenda, el pecho y la espalda eran tomados por el Señor y devueltos al oferente, esto es
significativo pues el pecho indica afecto y la espalda simboliza fortaleza. Estas partes se
podían comer el mismo día como muy tarde hasta el tercer día."47
En la época de los profetas creció el esplendor del cumplimiento de los sacrificios pero
también creció la creencia de que tenían poderes mágicos el acto del culto en sí.
44Smith, p. 19.
45Pfeiffer, p. 378.
Antes del destierro no existió ninguna teología especial acerca del sacrificio israelita, por
lo que estaba expuesto a las prácticas cananeas y a otras prácticas pagana, pudiendo servir
para fines interesados como por ejemplo para la fertilidad del país o la bendición de la
propia casa, incluso se podía utilizar mal como acción cúltica solamente externa. En contra
de ello surgió la protesta de los profetas los cuales exigían en lugar de sacrificio, la justicia
y el amor (Am.5:21ss, Os.6:6, Is.1:10ss, etc).
Al promulgar los mandamientos para ayudar al pobre, los profetas a menudo recordaron a
los israelitas que era su deber ayudar al pobre, porque alguna vez habían sido ellos también
pobres y necesitaron ayuda y compasión de otras personas.
"Es importante el espíritu con que se hace la expiación, los profetas castigaron
constantemente a aquellos que colocaron su énfasis sobre el rito externo y no ofrecieron en
penitencia y fe."49
Algunos autores quieren ver como que los profetas pretendían abolir los sacrificios, algunos
pasajes como Is.1:11, Jer.7:22s., Am.5:21ss., Mi.6:6ss., aunque duros, un examen de ellos
demuestra que no castigan el sacrificio como tal, sino que lo que castigan es el modo de
practicarlo, sin preocupación por una vida recta.
48Coenen, p. 201.
49Pfeiffer, p. 476.
19
Para que el creyente se de cuenta de que no posee nada sino que es tan sólo un
administrador de los bienes que Dios le ha confiado, el Señor Jesucristo habló de la actitud
del hombre hacia el dinero y las posesiones materiales en dieciséis de sus treinta y ocho
parábolas y en el Nuevo Testamento, uno de cada seis versículos se refiere a la actitud del
hombre hacia el dinero o las propiedades. "Jesucristo nos dio el ejemplo dando sus
diezmos y ofrendas ya que nadie le pudo acusar jamás de que no hiciera tal cosa, pues el no
hacerlo era pecado."50
Como sabemos en el tiempo de Jesús la Ley no había sido modificada, pero por algunas
expresiones del Maestro deducimos que los hombre no la estaban cumpliendo
adecuadamente. En todo momento El defendió la Ley tal como vemos en el Sermón del
Monte (Mt.5:17) dice: "No penséis que he venido para abrogar la Ley o los profetas, no he
venido para abrogar, sino para cumplir."
"En su enfrentamiento con el culto del Templo de Jerusalén, presupone Jesús la praxis
cultural del Antiguo Testamento” (Mt.5:23s., Lc.19:45-47),51 pero El al igual que los
profetas no rechaza fundamentalmente el culto, sino que El pretende un desprendimiento de
rituales y de legalismos para que realmente quede lo importante, el amor a Dios.
por las ofrendas, sino que el Nuevo Testamento hace énfasis en que el cristiano debe ser
más generoso que aquellos que vivieron sin una revelación tan clara de la salvación.
"Las investigaciones sobre la historia de la redacción permiten ver con claridad una
orientación ética de la concepción neotestamentaria del sacrificio: "No os olvidéis de la
solidaridad y de hacer el bien, que tales sacrificios son los que agradan a Dios" (He.13:15s;
Fil.4:18)."52
"En el Nuevo Testamento aparece el término: απαρχη sólo nueve veces y seis de ellas en
Uno de los pasajes que describe más claramente el espíritu de la ofrenda neotestamentaria,
lo encontramos en 2 Co.9:6-15. En primer lugar nos dice que en la medida en que
sembremos, así segaremos, si con abundancia, con abundancia recogeremos, si
escasamente, escasa será nuestra cosecha. Pero también establece la condición de la
52Coenen, p. 202.
53Coenen, p. 199.
21
ofrenda, con liberalidad tal como se propuso en el corazón, no con mezquindad ni por
necesidad, pues Dios ama al dador alegre. "Esta verdad debemos destacarla. Nadie está
alegre, si sabe que ha dado menos de lo que Dios espera de nosotros."54
En este pasaje también vemos el poder de Dios para darnos todo lo que necesitamos en toda
para que podamos abundar en buenas obras. Otra gran verdad que resalta de este pasaje "es
la gratitud del que recibe la ofrenda: gratitud hacia Dios porque lo posibilita, gratitud hacia
el donante por su generosidad y todo esto en favor de quien da, pues Dios retribuye en
generosidad."55
El apóstol termina su argumento diciendo: “Gracias a Dios por su don inefable". Esta es la
mejor manera de ofrendar siendo la ofrenda clásica del Nuevo Testamento.
También el libro de Hechos de los Apóstoles, en el cp.4:32-37 leemos como Bernabé
vendió su heredad y la puso a disposición de los apóstoles para que ellos distribuyeran esta
ofrenda según fuese lo más adecuado para la necesidad de la incipiente iglesia.
Vemos que el Nuevo Testamento no ordena el diezmo, las primicias o los primogénitos
como en el Antiguo Pacto. Ahora en el Nuevo Pacto, Pacto e Gracia, reitera el principio de
la ofrenda voluntaria, como respuesta del hombre al amor de Dios.
El Nuevo Testamento reconoce que no es posible que los animales puedan borrar los
pecados de los hombres (He.10:4), pero lo que los animales no pudieron hacer lo hizo
Cristo con su muerte.
"A veces el sacrificio en general se usa para ilustra Su muerte (Ef.5:2), a veces un sacrificio
en particular (1 Co.5:7) o el día de la expiación (He.9 y 10). Pero en todo momento se
54Broda, p. 57.
55Ibid.
22
considera a Cristo como realizando plenamente lo que todos los antiguos sacrificios
prefiguraron oscuramente."56
La gran verdad es que Cristo tomó nuestro lugar cargando sobre sí nuestros pecados,
siendo El verdadero sacrificio perfecto.
Después de lo que hemos leído podríamos preguntarnos ¿Cómo debemos ofrendar? Siendo
la manera cristiana de ofrendas "Como propuso en su corazón."58 Porque para nosotros
"Al dar nuestras ofrendas no lo hacemos en el sentido del Antiguo Testamento como
expiación por el pecado, no lo hacemos en especies ni en animales pero igual que aquellos,
lo que damos, lo consagramos, dedicamos y entregamos como ofrenda para la obra del
Señor."59
56Pfeiffer, p. 476.
57Ferguson y otros, Nuevo Diccionario de teología, (El Paso, Texas: Edit. C.B.P.,
1992), p. 828.
58M.A. Blanco, Diezmos y ofrendas, ¿Para qué?, (El Paso, Texas: Edit. C.B.P., 1973),
p. 14.
59Ibid, p. 9.
23
"El gran secreto del dador está en esto: Da con alegría, con agrado y como propone su
corazón; y si su corazón es de Cristo su propósito será siempre lo mejor."60
Es fundamental un sentido de adoración en nuestras ofrendas. "Por medio de sus ofrendas
el adorador expresa su creciente vida interior, su gratitud a Dios, que desborda en
fraternidad dentro y fuera de la iglesia."61
La ofrenda debe formar parte del culto de adoración para que el creyente tenga la
oportunidad de dar testimonio de gratitud a Dios. Levantamos ofrendas (no colectas) como
testimonio al mundo de que somos mayordomos de Dios. "La frase "Levantar una colecta"
da la idea de pasar el sombrero y recibir un pequeño obsequio de donantes indiferentes."62
Recogemos las ofrendas para dar testimonio al mundo de que nuestras iglesias se
mantienen por la mayordomía de cada miembro.
60Ibid, p. 18.
61Azariah, p. 49.
62R.G. Turnbull, Diccionario de teología práctica, "El culto", (Edit. S.L.C., 1977), p. 88.
63Blanco, p. 9.
64Arariah, p. 51.
24
"En demostración del amor que tenemos hacia el Maestro, nuestras ofrendas han de ser
generosas, superando el diezmo, con sacrificio si en necesario, pero demostrando a Dios
que le amamos y que deseamos demostrarlo."65
"No hay bastante con dar a Dios una parte de nuestro dinero, según hayamos prosperado, es
necesario que sepamos ofrendar según las instrucciones bíblicas."67
"La ofrenda Cristiana inadecuada se debe en primer lugar a falta de vigor espiritual."68 Es
imposible ofrendar a Dios sin reconocer que todo lo que tenemos y disfrutamos se lo
debemos a El. "Si el cristiano no da su dinero a Dios, es porque no se han dado ellos
mismos a Dios,69 a ello se debe la baja proporción de las ofrendas, claro indicativo del
nivel de vida cristiana. Sería una buena medida a tomar el instruir a los nuevos conversos
65Broda, p. 59.
66Bill Bright, En la medida que siembres, (Terrassa, Edit. Clie, 1982), pp. 65-69.
69Ibid.
25
En las iglesias donde su ideal es mantenerse por sí mismas y ello domina toda la obra,
corren el peligro de que sus pastores se conviertan en máquinas recolectoras de dinero y así
pierdan su poder espiritual.
A veces el sostenimiento propio de la iglesia anula su verdadera labor como ayudar a los
pobres, el esfuerzo misionero o una buena labor social. Es siempre deber de un pastor
sugerir a su pueblo reglas prácticas en cuanto a la ofrenda y no agobiarlos con exigencias
imposibles.
La forma en que pasamos la ofrenda debería de ser de manera ordenada y rápida pero sin
ser apresurada.
Somos conscientes de que nuestras ofrendas a Dios son un acto serio, aunque a veces
actuamos de forma descuidada con ellas, olvidándonos de dar a Dios lo que corresponde.
Hay veces en que las necesidades propias de la vida nos impiden dar a Dios lo que es suyo.
No hay propósito de engañar a Dios, queremos ser fieles y agradecidos. Pablo nos recuerda
que debemos dar en la medida de lo prosperado según nuestras posibilidades.
71Ibid, p. 7.
27
relación a lo que tenemos."72 Hay cristianos que primero ven sus necesidades y con
lo que queda, si queda algo, lo ofrecen a Dios. "No se trata de calcular qué
aportación de mi dinero doy a Dios, sino cuánto dinero de Dios guardo para mí."
(Roberto G. Letourneau.)73
- Por último nuestra ofrenda debe ser hecha con verdad (Jn 4:23), porque nuestras
ofrendas son una expresión de nuestra adoración.
También hoy en día y en nuestras congregaciones se practican estas clases de
ofrenda:
- "Ofrenda anónima, cuando no sabemos quien las deposita."74
- "Ofrenda sistemática, cuando la persona ha dispuesto dar determinada cantidad
semanalmente."75
- "Ofrenda específica, cuando se especifica para qué fin se está dando dicha
ofrenda."76
74Blanco, p. 9.
75Ibid.
76Ibid.
28
CONCLUSIÓN.
Hay que recuperar si es posible el verdadero origen de la ofrenda, como acción de gracias y
no como aportar una parte del alquiler y el sueldo pastoral.
Pero también hay que hacer un llamado de atención; en nuestros cultos se pasan las
ofrendas como un acto mecánico despojado de todo sentido de adoración, dejándolo en
poco más que colecta.
BIBLIOGRAFÍA.
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Texas: Edit. C.B.P., 1966).
Azariah, V.S., Ofrendas Cristianas, (Bs. As. Argentina: Edit. La Aurora, 1957).
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