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ARAGON EN LA EDAD MEDIA: UNA S{NTESIS HISTORICA JOAN F Urrutia UTRILLA DE LA OCUPACION ARANO-BEREBER [ALA FORMACION DE LOS CONDADOS PIRENAICOS Ev ta lejana fecha del 714 un contingente de tropas arabo-beré- ‘eres iniciabs la ocupacién militar del valle del Ebro que, desde centonces, formar parte de al-Andalis, estado unitario musul- min que permaneceré en solar hispano a lo largo de varios siglos. Fue una conguista répida, sin apenas resistencia, y hacia 1 720 el actual temtitorio aragonés quedé bajo dominio del imperio islémico, En el conjunto de al-Andalis este extenso temritorio, con capital en Zaragoza (Saragusta}, constituyé la ‘Marca Superior o frontera septentrional que comprendia los dis: ‘itos de Barbitaniya (Barbastro y Boltafia, Barusa |zona del rio Piedra y Molinal, Calatayed, Huesca, Lérids, Tarragona, Torto- sa, Tudela y Calahorra; las tierras del Aragon meridional (Teruel y Albarracin) formaron parte del distrito de Sentever, en la ‘Marca Media. Algunas de las principales familias cristianas se convirtieron 2 la nueva religién en calidad de muladies, for- mando verdederos linajes, como los Banu Qasi, los Banu Sabrit 6 los Banu Amrus, que desempefiaron un importante papel polt- tico, En el valle del Bbro se’instalaron importantes grupos triba- les, siendo los yementes o frabes del Sur los més numerosos, mientras que los beréberes se instalaron preferentemente en Albarracén y Teruel, Sélo algunas zones de relieve mas abrupto y algunos recén- ditos valles, como los que en direcci6n norte-sur horadan el macizo pirénaico, se vieron libres de la ocupaci6n musulmana, 25 que se limit6, en estas latitudes, a imponer unas tributaciones en reconocimiento de su hegemonia militar. La escasa y poco estructurada poblacién indigena de la montafia, dedicada s tare- as agro-pastoriles en el marco de un tipo de propiedad communal, qued6, pues, libre de la tutela islimica mereed al primitivismo de su peculiar organizacién social y 2 las caracteristicas geogrd ficas propias de la montafia. ‘A mediados del siglo VIII el anénimo redactor de la Créni- ca Mozérabe narraba de forma tendenciosa cSmo “los érabes arrasaron y quemaron las ciudades, crucificaron a los adultos y descuartizaron a los més jévenes € incluso alos lactantes" y afir- maba que “s6lo algunos grupos de personas vencidas huyeron 3 las montafias, en donde hubieron de pasar’ enormes penalide- des", noticias legendarias que se propagara en la tradiciOn e historiografia posterior, y asf la Cronica de San fuan de la Petia precisaba que ‘solamente unos pocos lograron sobrevivir a la conquista, ¥ ain estos fueron sometidos a esclavitud. Otros, en ‘pequetio ntimero, huyeron a las montafias, efugiéndose en luga- res inaceesibles". Se comenzaban a sentar las bases ideoldgicas que loraban Ia “pérdids de Espatia” y se instaba « su répida recu- peracién que sélo se pudo acometer gracias « la firmne resisten- cia de unos aguertidos combatientes que, impulsados por la fe cxistiana “se alzazon a pie y a caballo contra el infiel invasor y hhuyeron a las montafias de Jacs, Ans6, Roncal, Sobrarbe y ‘Ansa’, iniciandose desde allf el proceso de reconguista que cul- ‘miné con la “salvaci6n de Espana’. En estas tierras exclusivamente rurales, articuladas en pequetios valles, se asentaron determinados grupos humanos, ‘unos autdetonos-y otros inmigrantes cristianos Hlegados del sur (los hispani} empeitados en no sceptar el dominio islémico. Sur- gieron pequefies comunidades de montaiieses dirigidas por unos cemergentes cuadros aristocréticos que empezaron a ejercer una funcida eminentemente guersera frente @ la presi6n militar exte- riot y a organizarse socialmente con la tutela de las autoridades carolingias que, en pleno proceso expansivo, estableciezon a fines el sigl> VII, y tras la derrote ée Carlomagno y ou ejército en Roncevalles (778), una verdadera frontera o marca contra el poder emiral de al-Andalis. Desde entonces, estas tierras pire- naicas se vieron sometidas a unie doble agresién: de un lado su- {ivan las frecuenites inewrsiones de castigo de las tropas emirales, como las razzias del emi Abd al-Rabman Ide los afios 781 ¥ 782; de otro, los monarcas francos proseguirin con su interés por con- toler el valle del Ebro y emprenderén campaiias militares como las realizadas en los afi 797 y 800 hacia Huesca (Wasqal, con- ‘inuadas por Luis el Piatoso en los eos 604, 808 y 809. EL NACIMIENTO DEL CONDADO DE ARAGON ‘YSU TRAYECTONA PoLfrica [sicLos VII-X) ‘Aragén no existia antes de la conquista de los musulma- nes, ni era tampoco una redlidad preexistente; en efecto, no hhabfa un tersitorio comtin, ni tampoco tina identidad geogréfica, cultural, linghtstica 0 administrativa que anunciara la concien- cia colectiva de former una comunidad politica con unas seflas de identided coniunes. Aragén, en su origen, no eta otra.cosa sino el nombre dado 2 un sio'que, nacido en el ibén de Escalar, serpentesbe por un pequefio valle pirensico. Era el Aragus flu- ‘meno rfo Arag6n, topGnimo que aparece por escrito en una tem- prana mencién documental del eo 628 y que después fue cits- do en relato epistolar por Eulogio de Cérdoba cuando visitaba, ARAGON Poa en el aio 848, el monasterio de San Pedro de Siresa, situado en elivalle de Echo, que 2 través del puerto del “Palo” ponia en comtunicacién las tierras bearnesas de Olorén con las antiguas ciudades de Huesca y Zaragoza. Por extensi¢n, era la tierra de los Aragones, regada por los rios Veral, Subordén, Estarrén y ‘Aragén, y que comprendia los valles de Ans6, Echo y Canfranc, y la lamada Canal de Berdin, Las fuentes narrativas, musulmanss y eristianas, describen la existencia de un jefe Local, de nombre ibn Belascut (posible- mente Galindo'Blasco), que hacia el afio 780 controlaria el tert- torio Alto-aragonés y el Sobratbe, y que se mostraria reacio tanto a aceptar la autoridad del emir cordobés como de some- terse al mundo carolingio, Afios después los Anales francos ano: tan que un funcionario imperial llamado Oriol 0 Aureolas, en calidad de conde, administraba estas tierras hasta su falleci- miento, acaecido en el aiio 809, El Cédice de Roda recoge le genealogia de los primeros coniles, encabezada por Aznar, que segiin la tradicién- se apoderaria de Jaca hacia el afio 811. El texto tinicamente’ proporciona la sucesién condal ~Gelindo 1 (;833-8642), Aznar I {864-893} y Galindo II 893-922}-y algunos acontecimientos politicos destacados. Serd, pues, a comienzos del siglo IX cuando, en tierras del Pitineo oscense, en un territorio de apenas 600 kan, comienza a organizarse una pequefia comunidad politica, sometida a la tutela del importante vecino del norte, el mundo carolingio. La cembrionaria organizaci6n qué inclufa el control de la areaica sociedad autéctona de pastores y campesinos se vio reforzada por un contingente de inmigrantes ~dificil de valorar numérica mente-, sobre todo gentes huidas de la Hispania dominada por log arabo-beréberes; el conjunto social resultante scabard por cesgrimix la defensa de su particularismo como fornia de super- vivencia frente al también todopoderoso vecino del sur, el mundo andalusf de la Frontera Superior. ‘Ademas de estas noticias e cardcterexclusivamente pol tico, hay que significar la importancia de une hibil estrategia matrimonial, bien disedads, y empleada como elemento ‘cimentador de las dinastias condales de la época. Esta estrate- tia iba a culminar a eomienzos del siglo X con el matrimonio de Endregoto, heredera del conde Galindo Il, con el rey pem- plonés Garcia Sanchez II, enlace que Ilevé al condado de Ara- g6n a incardinarse en la érbita del reino de Pamplona, y a incor- porar sus modelos de relacién social, produciéndose, ademés, ‘uns total identificacion ideoldgica que levard a pamploneses y sragoneses a ecorrer una trayectoria hist6rica comin durante siglos. Los titulares del condado iniciarén, también, une lente pero decidida expansién territorial por los valles del entorno, ceuyo dominio se consolida con la construccién de eificios cas- trales levantados en parajes estratégicos como los primitivos castillos de Atarésy Senegié. La expansin territorial se cimen- taba gracias la mencionada politica matrimonial, que propor- cionaba dotesy herencias en forma de tierzas y eastills. Simultineamente comienzan llegar grupos de inmigran- tes que, procedentes mayoritariamente del sur ~también acu- dieron pamploneses y francos-, se fueron instalando en las zonas de mayores posibilidades agricolas, vertebrinéose « lo largo del siglo IC una nueva estructura del poblamiento que coridujo a la creacién de una treintena de villas 0 aldeas que, a ‘modo de pequefias comunidades campesinas, nuclearon el poblamiento de los valles de Echo y de Ans, es decir, de un pequeiio escenario geogrifico de apenas medio milla de km?. abe seilar,ademés, la sisteméties labor de restauracion ‘espiritual que lené el condado con centros mondsticos que sactuaban como verdaderos agentes de colonizacién y focos de aculturacién en as zones de instelacién, articulando socal- mente a las pequeiias comunidades rurales de su entomo. Se ARAGON “ar levantaron, entre otros, los monasterios de San Martin de Ciella (28), cerca de la For de Biniés, el de San Julién de Labasal, ala entrada del valle de Echo, ademas dé-San Pedro de Siresa (833}, cl de Fuenfria (850), y también de la segunda mitad del siglo IX Jos de Santa Marfa de Sasave, entre Borau y Aisa, San Martin de Cereito, en Acumuer, y Sen Esteban de Huérialo. Los PRiMeTivos CONDADOS DE RIBAGORZA Y DE SOBRARSE En la vecina Ribagorza, avenada por los rfos Bsera,Isdbe- na y Noguera Ribagorzana, que marca su linde oriental, surgiré otra entidad de dominio politico también sometida a la infiuen- cia de sus vecinos ultrapirenaicos, los condes de Tolosa, y por tanto a la monargufa carolingia. Mas al este, el valle del Nogue 1a Pallaresa vertebraba el territorio del mismo nombre, Pallars, que aparece documentado como condado en el afo'849, y el valle de Arin, tierras que Ievaron durante, sigios una trayecto- ria politica comtin con la de Ribagorza, y con posterioridad estuvieron incardinados en los proyectos poltticos y aun fami- liares de la monarquia aragonesa, 2 cuyo titular prestaben vase- sie. Bl inicial control politico de estas tierras fue muy comple jo, pues muy pronto las tierras ribagorzanas pasaron a depender, siquiera momenténeamente, del conde Aznar I, Tras un breve lapso de tiempo, de nuevo Ios condes de Tolosa recuperan e] control de la Ribagorza, en la que permanecieron hasta el afio £872, fecha en Is que una dinastia local, encabezada par el conde Ramin J, se hizo con el poder, y aunque tanto él como sus suce- sores mantuvieron unas estrechas relaciones con los condes de ‘Azagéa, no se vinculé definitivamente al reino hasta la primera mitad del siglo XI. ‘Alo largo del siglo IX el condado lleva una vide indepen dente, con jefaturas condales propiss, y dispuesto a organizazse territorial y socialmente. Sus ficiles comunicaciones por el sus, y por lo tanto la posibilidad de padecer riteradas incursiones ‘musulmanas, le levaron a organizarse defensivamente median- te la construceién de una red de castillos que vertebraban el tetritorio en una sucesién de fortalezas claves como Arén (823), Curt (826), Mizalles (837), Aulet (851), Sopeira (871), Tor 900] y Bellasia (918), ent otras, que shan a articular el teritorio riba- gorzano y dotarlo ée una fuerte personalidad y de una bella fiso- noma, El proceso expansivo prosignié en la segunda mitad del siglo X, en la que se construyen las fortalezas de Suert, Rods, Iscles, Fantova, San Esteban del Mall, Cornudells, Castarnés, Castej6n, Castellazo, Soperun, Castrocit, \Montafiena, Gel y ‘Montanuy, asociadas a entidades de poblacién relevantes. El hecho més destacable fue la fundacién del obispado de- Roda de Issbena, sede episcopal dotada en el 20 956. Culminaba, asi, el proceso de construccién de iglesias asociades a la red de castillos y la ereccié de monasterios que, como en el caso arago- nés,'se habia mostrado de una gran eficecia en la articulacién social de estas tierzas, Monasteris de tanta raigambre como los de Ala6n, Taberna, Lavaix y Obarra se sumaron a otros de menos entidad como San Martin del Sas, Baravés, y Urmella De las tierras de Sobrarbe, con capitalidad en Boltafia,dis- ponemos en cambio de menos informecién. El terrtorio esté enclavado en las montafas delimitadas por los rfos Alcanadre y CCinca, al sur de Boltaia y de l'Ainsa, de diffciles comunicacio- nes con otras zonas ultrapirensicas y, en cambio, muy expues- tas través del ro Cinca a las incursiones endalusfes proveden- tes del sur. Las tierras sobrarbenses fueron ocupadas por las tropas musulmanas, que se limitarfan a ejercer el contrl politi- co de sus gentes mas que a la instalaciOn en aquelles de contin- sentes nanos capaces de realizar el esfuerzo de aculturacién. No obstante, le islamizacién de Boltaia parece evidente al decir de la Descripeién anénima de al-Andabis, que destaca la impor- tancia’de la ciudad, bien amurallads, y la existencia de una anacon 28 terma prodigiosa. El distito musulmén de le Barbitaniya estu- vo dominado durante buena parte del siglo IX por Helaf ibn Rasid y sus hijos, los Bana Halal, que fundaron Alquézar (a ars, en srabe “la fortaleza"), en los confines meridionales de Sobrarbe, y restauraron la ciudad de Barbastro. Tas siguientes noticias histéricas se refieren a a ocupacién de las tierra sobrarbenses por el rey pamplonés Sancho Garcés I, en el primer cuarto del siglo X, y que con posteriorided iba 2 entregatlas en concepto de dote a su hija Toda, casada con el conde Bernardo I de Ribagorza, configurdndose Sobrarbe conto un condado, ‘Ast pues, y en torno al aio mil, los “aragoneses" viven en tun zeducido espacio montatioso, de apenas 4.000 kan?, Se man- tenia la vieja estructura geogréfica cuyos valles y teritorios se cencuadraban, a su vez, en Jos condados de Aragén, Sobrarbe y Ribagorza, con trayectoris politicas distintas, si bien durante el sigho X y en el primer tercio del X1, coincidiendo con el reinado del monarea Sancho IIf el Mayor, girardn dentro de la érbita del hegeménico reino de Pamplona y ello les iba a permitir, de un lado, sobrevivir frente al mundo musulmén, y de otro, conservar su identidad con el mantenimiento de sus peculiares sistemas de oxganizaciéa social. Ex REINO DE ARAGON EN 108 siGLOs XI ¥ XII: EL PROCESO DE CONQUISTA MILITAR ‘Y LA FORMACION DEL ESTADO FEUDAL. (1035-1134) ‘Ramiro I (1035-1063) fue el primer rey privativo del reino de Aragén. Hijo del rey pamplonés Sancho Ill el Mayor, heredé los valles pirenaicos de Ans6, Echo, Afse, Canfrane y Tena, las tierras’ de la Valdonsella y el norte de las.Cinco Villas, desde ‘Agilero hasta Sos, inchiyendo Uneastillo, Luesia, Biel, Ruesta, Cexcastiel y Cacabiello, y le zona del Gallego medio, siendo las sierras exteriores [Guare, Gabardiella, Gratal, Peiia Caballera y Loarre] las que marcaban le frontera con el islam. Un primitivo terrtorio que fue ampliado notablemente con la incorporacién, e los condados de Sobrarbe y de Ribegorza-hacia 1044, tras la ‘muerte de 6u hermano Gonzalo, El rey de Aragén, tna vez dominados los resortes del poder politico con el control de la aristocracia, el apoyo de la iglesia y el dominio de los campesinos, consolidado su linsje, inicia una actitud beligerante frente al islam que fue continuada, con éxito, con sus sucesores: Sancho Ramirez (1063-1094], Pedro I 1094-1114) y Alfonso I el Batalledor (1104-1134), monarcas que, imbuides de un profundo sentimiento religioso, entregaron su vvida a una decidida politica de expansién territorial a costa del ‘mundo andalust que permitié a las tropas aragonesas, ayudadas por sclectos contingentes de guerreros bearneses, aquitanos, borgotiones y normandos, bajar de la montafia al llano, y ocupar, mediante lucha armada, les importantes tierras meridionales del valle del Ebro. Con Sancho Ramirez [1083-1094] comenzaba la construc- ciga del estado feudal aragonés y una expansién terzitorial sin precedentes cuyo éxito era fruto de una acertada planificacién de los objetivos militares. Ademas de entregarse a la Icha fren- teal islam como objetivo prioritario, logré integrar a Aragén en cl sistema occidental de los estados feudales cristianos, vineu- lando el reino con el papado ~visja a Rome en 1066, infeuda el reino a la Santa Sede e introduce en la iglesia aragonesa les refor- mas benedictins y cluniecense- y estableciendo tnos estrechos Jazos familiares con los ditigentes del sur de Francia. Bl moar: a, que incorpor6 una buena parte del reino pamplonés tras la muerte de Sancho IV en Pefialén (1076), pido intitularse “rey, por la gracia de Dios, de aragoneses y pamploneses”, y promul- 46 el Fuero de Jaca (107 para convertir la villa pirenaica en la nueva capital del reino, muestra de la profunda transformacion de Ia sociedad aragonesa, ARAGON 8 ‘La conquiste de las principales ciudades taifales del valle del Ebro comenz6 con el rey Pedro T{1094-1114), que ocup6, tras le batalla del Alcoraz, Huesca (1096) y, afios més tarde, Barbes- ‘10 (1100). Le sucedié en el trono su hermano Alfonso I (1104- 1134], que arrebat6 alos msubnanes un amplisimo tertitorio de unos veinticinco mil kilémetros cuadrados, ocupando suce- sivamente Tamarite y Ejea (1107), Zaragoza (1118), Tudela (1119), Soria (1120), Calatayud (1120), Molina de Aragén (1128), Cella (1129), Mequinenza (1133) y Fraga (1134) El Linaje real aragonés se consolidabs, asi, como el poder hegeménico de los incipientes estados del nordeste peninsular, laborando para ello los instrumentos politicos necesarios para controlar un espacio geogtéfico, en continisa expansién, en el que ejercer su poder de mando y de gobierno, Los titulares de las emergentes formsciones politicas del entorno prestaron home- naje “de boca y manos” al rey de Aragén en una clara situacién de vasallsje, como la pactada por lbs condes de Pallars y de Usgel, y Jos vizcondes de Bearn, de Bigorra, de Carcesona, de Narbona y de Olorén. La monarquia se convierte en la institucién fundamental del estado y el rey; su titular, gobierna sobre todos los habitan- tes de un tertitorio que se va configurando lentamente. Ade- mis, y mediante la lucha armada frente al islam, el soberano aragonés aumentaba su prestigio y su poder y, sobre todo, le permitia aglutinar en su entomo a los grupos aristocréticos del reino que mostzaron, 2 lo largo de los siglos XI y XU, una acti- tud permanente de fidelidad hacia su seftor natural, pues Ja actividad guerrera, que era su oficio principal, les reportaba srandes beneficios. Convertido el monarca aragonés en el mayor propietatio del reino, con dominios y castillos dispersos por todo el territo- sio, y ensalzada su figura muy por encima de los grupos dirigen- tes, nobleza ¢ iglesia, se irin articulando paulatinsmente una ABREON EN LA EDAD MEDIA: UNA sinTESIE HIETORICA [ReconstrucciGn ideal de la mezquits-aljama de Saraqusta hecia 1050, segin dibujo del arque6logo José Angel Pérez Cases a partir de la informaciéa ‘establecide por lo profesores Bernabé Cabatiero y José Luis Corral. ARAGON 90. DEALING » CoMUNIOAD | | | | Ee ee | ara \2 oS ee | serie de medidas de tipo administrativo y fiscal que confirman la condtituci6n del estado fendal. El rey, en persona, dirige las campatias militares, convoca y preside curias, reine asambleas, firma pactos de slianza y amistad con otros reyes y principes, es cl juez supremo, dictando sentencias y presidiendo tribunales y serd también fuente de derecho, sancionando fueros y leyes ela- Doratas por los juristas de Ia corte. ‘Aragén se habfa convertido en un estedo expansivo, cris- tiano y feudal, inserto en un proceso de modemizacién que mplicaba la cristalizaci6n de los modelos de relacién econémi- ca y social propios del mundo occidental. Los espectaculares avances militares y Ia posterior organizacién social del espacio ‘ocupedo dotaron al reino aragonés de su propia identidad terri- torial, y acabaron con la tinica sociedad islimica/oriental que habia en Occidente. Era la expansi6n de un pujante sistema feu- dal, similar a las otras monarquias de su entorno, que contaba con el soporte ideolégico de Ja Santa Sede, Le secular lucha con- tua el islam y la ocupaci6n de sus tierras se convirti6 en un ver- dadero programa politico que reforzaba a la dinastia reinante, enriquects a los grupos dirigentes del reino (iglesia y aristocra- ig] y proporcionsba a los restantés grupos sociales unas reno- vvadas posibilidades de mejorar sus pobres condiciones de vida. Un proceso de conguista tan répido de zonas tan extensas, ocupando ademas una compleja red urbana, en contraposicion a 1s pobreza de las tieras pirenaicas iba a plantear um corolario de problemas, entre los que destacan el de la ocupacién, explota- citn y organizaciGn efectiva de los territorios conquistados. Las ‘ierras ocupadas se organizaron como distritos militares entre: gados en feudo a un noble o senior a guien se premiaba su ser- vicio a cambio de su conteibucién militar; pero, ademas de defender las conquistas, se hacia imprescindible la explotacién de las mismas y para ello habia que atraer y fijar pobladores: los fueros y la organizacién municipal fueron los instrumentos a jurfdicos que posibilitaron a las ciudades regular su vide interna ¥y, sobre todo, actuar como polos de atraccién y fijacién de los excedentes demogrificos, ya que se mantuvo la red urbane ands usi como elemento bésico en la reordenacién del espacio, Ade- mis del monarea, los grupos aristocriticos del reino, laicos y eclesidsticos, obtuvieron grandes concesiones de tierras y se vie~ ron, de este modo, implicados en la tarea de dirigir ls repobla- ciones de las ciudades, villas y aldeas del reino, y en el comple- jo proceso de colonizacién agricola que ampliaba Ia superficie cultivada, Por otro lado, los campesinos pueden establecerse en estas tierras mas meridionales y de mejores rendimientos agri- colas que las de su origen, y ponerlas en explotacién a través de contratos agratios colectivos, LA UNION DINASTICA ENTRE LAS CASAS DE ARAGON “DE BARCELONA, ¥ LA CONTINUACION DE LOS AVANCES TERRITORIALES (1135-1204) ‘Lammerte de el Batallador sin descendencia directa, con un testamento inviable que dejaba el reino a las Ordenes Militares, caus6 una grave crisis politica en el interior del reino aragonés, precisamente en e] momento en el que Jos almorivides iniciaban ‘una contraofensiva que ponta en peligro la consolidaci6n de las anteriores conquistas. El desenlace de la crisis supuso la inde. pendencia de Navarra, cuyos nobles eligen como nuevo zey @ Garcia Ramirez, y la exclaustracién del obispo Ramiro, hermano del fallecido Alfonso I, y designatlo como nuevo rey de Aragén, Ramiro Il “el Monje” (1134-1137] encontré una solucién para resolver el grave problema de Ia eucesién dingstice al reino: en 11187 pactatba los esponsales de su hija Petronila (nacida del enla- ce con Inés de Poitou], de apenas un afo de edad, con Ramén Berenguer IV, conde de Barcelona, Ramiro II se reservaba el dere- ccho de “ser xey, sefior y padre en el citado reino y en todos tus condados (del conde de Barcelona) mientras me plazes’, y el conde barcelonés actuaba como principe de Aragén (1137-1162). La boda se celebré en la catedral de Lérida, en 1150, cuando Petronila aleanzaba los catoree afios de edad. Se establecte una tunién dindstice entre las casas de Aragén y Barcelona que darfa Jugir ala creacién de la Corona de Aragén, entendida como el conjunto de teritorios sobre los que el rey de Aragén ejercerd su soberants, y que propicié la continuacién de las conquistasterti- ‘oriales frente al mundo musulmén. Ramén Berenguer IV reanudaba la ofensiva bélica en el valle del Ebro y recuperaba Iss tierras comprendidas entre los ios Cinca y Segre, epoblabe Deroca y proseguia sus avances victoriosos con la ocupacién de Tortosa (1148), Lérida y Fraga (1149), Estas conguistas dejaban expedita la via para avenzar por las tiermas del Bajo Aragén y, sin apenas lucha, se fueron ocu- pando entre los afios 1154 y 1157 los lugares de Huese del Comin, Monforte de Moyuela, Hijar, Albelate del Arzobispo y, sobre todo, Aleafis, ue fue repoblada a faero de Zaragoza. Su sucesor Alfonso 11(1162-1196), nacido en Huesca, fue el primer titular de Ia Corone de Aragén al hezedar el xeino de su ‘madre, Petronila, ylastierras patrimoniales de la casa de Barce- Jona de su padre, Ramén Berenguer, Emprendié una decidide politica expansiva por Occitania y Provenza, y ello sin olvider la lucha armada en tiermas peninsulares que le permitié completar 1a ocupacisn de las terra turolenses.En 1168 inicisba une répi- da ofensiva en la margen derecha del Ebro, evanzando por las ‘cuencas de los rfos Martin, Guadalope y Matarrafia, y ocupando todas las localidades del entorno, en 1169 se aleanzaban las tie- ras dela sierra de Giidar y Teruel. De esta forma quedaba préc- ticamente configurado el perfil teritorial de Aragén, cayas fron- teras venten s coincidir con les actuales, salvo las sltimas incorporaciones debidas a la acciém de Pedro II y Jaime I. En tomo ¢ 1200 el reino aragonés haba elcanzado su definitiva con- ‘iguraciGn tersitorial. Le tinea excepcién fue el sefiorfo de Alba ARAGON 2 sracin, en manos de la familia navarra de los Ruiz de Azagra, que zno'se incorpor6 al reino hasta el afio 1284. Asi, pues, y todavia a fines del siglo XI el reino de Aragéa segufa fraccionado en distintas unidades ya que la répida incor poracién de tierras tan diversas habia impedido que se organiza sen en distritos administrativos definitivos. Al norte del pafs se mantentan las antiguas comarcas hist6ricas que configuraron el reino (Aragén, Sobrarbe y Ribagorzal, a las que se sumaron las, conquistas, como los distritos musulmanes de Huesca y Barbas ‘to, el extenso reino moro de Zaragoza y, por iltimo, una amplia ‘extremadura compuesta por las ciudades y sus entornos rurales de Calataynd, Daroca y Teruel. La propia dispersién normative exa buena prueba de ello. En cada lugar, aldea, villa o ciudad se esgrimia un ordenamiento jurfdico especitico y distinto: habré que esperar a que-en 1247 se compile un ordenamiento terzito- ial comin para todo el reino: los Fueros de Aragén. LA CORONA DE ARAGON Y SU EXPANSION POR BL AVANTE ¥ EL MsprreRRANEO La Corona de Aragén, entendida como el conjunto de tersi- torios y gentes sobre los que el rey de Aragon ejercerd su sobe- zania y su jurisdiccién, era una nueva formacién politica surgi- da tras la unién dindstica de las casas de Aragon y Barcelona en Ja segunda mitad del siglo XII y en la que la monarquia, ele- mento de uni6n frente a Ja diversidad de estados, organizaba el conjunto de sus dominios y proponfa a sus sibbditos un proyec- to compartido y una politice exterior comin, datando a los dife- rentes estados, ademés, de un complejo entramado institucional propio y distinto del de la Corona. Desde entonces, el reino de Aragén -que ejercié siempre su liderazgo protocolario—y el con- dado de Barcelona estuvieron dirigidos por un mismo soberano. Corona de Aragén que, en su momento de méximo spogeo, comprendia siete reinos [Aragén, Mallorca, Valencia, Sicilia, ARAGON EN LA EDAD MEDIA: UNA sinTEHIS HIETORICA Cendetia, Corcega y Népoles}, tres condados (Barcelona, Rose- lon y Cerda} el ducado de Atenas y Neopatria, el marquesa- do de Provenza y el sefiorio de Montpellier, entre otras plazas y -protectorados més y que, tras un lento proceso de disolucién en los sighos XVI y XVI, desaparecers oficialmente comienzos del siglo XVII. : ‘Allo largo del siglo XII se van a configurar los estados his: pano-cristianos que, ademés, se individualizan, trazando sobre 1s Peninsula el mapa de los zeinos medievales, con Navarra y Portugal y La hegemonts de les Coronas de Castilla y de Aragén. En tiempos de Pedro I el Catlico {1196-1213}, coronado solem- nemente en 1204 por el Papa en Roma, se consolid6 definitiva- mente la repoblacién del reino y se inicié la expansién por tic- ras levantinas, cuya progresién se vio bruscamente truncada por la prematura muerte del rey, en la batalla de Muret {1213}, defendiendo a sus siibditos del otro lado de los Pirineos. La derrota y muerte del rey suponta el fracaso de la politica de expansién ultrapirensica, iniciada por Alfonso If y continuada por Pedro Il, la renuncia definitiva a los territorios de Occita- nia, zatificada por el pacto de Corbeil (1258) cont Francia, La Corona, no obstante, seguir con su politica expensio- nista gracias a la répida desintegracién del imperio almohade ~derrotado en Las Navas de Tolose [1212}- y se verd ampliada con Ia incorporacién de dos nuevos reinos, Mallorca (1229) y ‘Valencia (1238), conquistados por Jaime I (1213-1276) tras pro- Jongadas campaiias militares y acéiones devastadoras. La con- quista de Mallorca se planteé como una empresa real y conté con la estrecha colaboracién de magnates y prelados catalanes y, ‘en menor medida, aragoneses. La conquista de Valencia, tras vine larga campatia militar 1282-1245}, fue una empresa de la Corona, en la que Ia iniciativa fue de 1a nobleza aragonesa y conté con la colaboracién de los grupos privilegiados de la Coro- na, de las Ordenes Militares de! Temple y del Hospital y el aa apoyo de las milicias concefiles dé Teruel, Calatayud y Daroca, La inmigraciGn aragonesa a las tierras levantinas fue muy mumerose, sobre todo a la zona més septentrional (actual pro- vincia de Castellén, en la que muchas localidades se repoblaron a fuero de Aragén) y a la propia capital, Valencia, en Ta que no menos de 600 casas y explotacione’ agricoles fueron concedidas ‘a aragoneses. Afos después, en 1266, se ocupaba el reino de ‘Murcia, que comprendia las ciudades de Alicante, Elche, Ori- Ihuela y Murcia. Fue repoblado con contingentes de aragoneses y catalanes, y entregado con posterioridad al castellano Alfonso X. Todavia en 1304 la Corona de Aragén se anexionaba la ribera izquierda del Segura y la cuenca del Vinalopé, con Alicante, Elche, Orihuela y Villena. Una vez finalizada la progresién territorial por suelo peninsular tras la firma del tratado de Almizra (1244) con Cas- tille, y truncada la expansi6n ultrapirenaica, los avances por el Mediterréneo fueron la tinica selida viable para una sociedad guerrera y.expansiva La Corona de Aragén, que contabs, ade- ss, con una poderosa flote, drigiré su politica expansiva hacia el Mediterréneo: unas veces, de.forma pactfica, como las rela- ciones politicas y de protectorado establecidas durante el reins- do de Jaime con Marruecos, Tremecén y Tinez, y que favore- cieron Jos intercambios comerciales; otras, mediante el enfrentamiento armado, como la ocupacién de las islas de Sici- lia (1288) y Cerdeft (1323], que permiti6 a 1a Corona controlar las principales rutas mediterréneas, La politica mediterrénea que convents, ademés, a los intereses econsimicos de la nobleza y burguesfa! eatalanas, afiadi6 no obstante nuevos conflictos y uchss internacionales por controlar dreas de influencia politica y, sobre todo, econ6mica y mercantil ‘A fines del siglo XIII y a comienzos del XIV, coincidiendo con los reinados de Pedro I {1276-1285}, Alfonso II (1285-1291) yy Jaime I (1291-18271, se iba a producir, pues, la gran expansion ARAGON EN LA EDAD MEDIA: UWA sINTESIS HISTONE dela Corona exagonesa por el Mediterrineo. Un texto de Jaime I, fechado en 1311 y dirigido al Papa, refleja a politica seguida por el monarea: “.,. una vez que conquistemos Granada procedere- ‘mos hacis Oriente por via maritima, apoyéndose el cjército en Jas islas existianas, esto es, Mallorea, Menorca, Cerda y Sici- lia, de las que obtendremos con regularidad viveres, provisiones y hombres para vigorizer l viejo ejército y poblar nuevas tierras, yy ademis podremos legar a Tierra Santa". Se conseguts, asf, la creacién de un amplio espacio de expansién politica que servia, sobre todo, de area de aprovisionamiento y de reserva de pro- ductos agricolas:y ganadezos, y permitia controlar las matas: comerciales més importantes del momento. Baste pata explicar Ja importancia de esta expansi6n el testimonio que un cronista catalin puso en boca del almirante Roger de Lauria cuando en 1285 replicaba a un emisario del zey de Francia: “Seitor, no s6lo no pienso que galera o bajel o bareo alguno intente navegar por el mar sin selvoconducto del rey de Aragén, sino que tampoco creo que pet alguno pueda surcar las aguas marines si no lleva en la cola un escudo con la ensea del rey de Aragon que le sirva coma salvoconducto", Ex ENFRENTAMIENTO MONARQUIA ¥ NOBLEZA: EL NACIMEENTO DE 1A UNION (1283) Los diversos grupos politicos, con el monarca a la cabeza, buscaron uns nueva formulecién constitucional que estebiliza- 1a la estructure del poder, y asf surgieron las instituciones pro- pias de la Corona y de cada uno de los estados que la formaben: Fucros de Aragén, Justicia de Aragén y consolidacién de las Cot ‘es aragonesas son, entre otros; los aspectos més relevantes para lograr la definitiva configuracién politica y administrativa del Reino, organizéndose un eficaz sistema de gobiemo ceritrado en el monarca, cuya figura se ve fortalecida por las ideas que vehi- alan la recepei6n del Derecho romano. ARAGON Ee ‘También, desde 1a Corona, que cuenta ya con unas insti- tuciones propias, se disefia un proceso de consolidacién de la dinastia y se legisla la indivisibilidad de la misma, dicho pro- cceso incluye el control de Jos funcionarios y una especial aten- cién a la administracién de justicia controlada desde los apara- tos del poder, desde Ja corte real quedaba centralizado todo el gobierno de la Corona y para ello era necesario contar con una excelente cancillerfa, una compleja burocracia y una eficez administraciéa. En el reino aragonés la minoridad de Jaime T alent a los grupos nobiliarios @ asumir mayor protagonismo politico y a demandar las honores reales y las rentas del patrimonio real, produciéndose una verdadera,lucha fratricida en la que los nobles, coaligados con las principales ciudades del reino, lucha- ban abiertamiente contra el monarca y su grupo de regencia. EL conflicto finaliza con la paz de Alcalé {1227}, aunque los nobles seguirin desempesiando un papel protagonista a lo largo del dila- tado reinado, De auevo la nobleza aragonesa, molesta por la politica seguida en la ocupaci6n de Valencia, mostraré desde las Cortes de Bjea y Zaragoza {1265} su descontento a las nuevas disectrives politico-mercantiles propuestas por la Corona. Desde entonces, y a lo largo de los siguientes lustros, se acusaré al ‘monarea de favorecer ms los intereses de catalanes y valencia nos, es decir, las gentes de la costa mediterrénea. Los grupos disigentes del reino se niegan a “passat la mar” ~aunque algunos nobles intervendrin en la expansién mediterrénea a titulo per~ sonal~ ¢ inician un movimiento de rebelién enmascarado ahora con tintes nacionslistas pero que, en el fondo, escond{a la defen- ssa de los intereses de clase de los grupos aristocraticos aragone- ses deseosos de limitar la progresiva independencia del poder monérquico. Asf, ei les Cortes aragonesas.reunidas en 1283 en. ‘Terazona y Zaragoza los nobles se agruparon en una verdadera coalicién de fuerzas aristocréticas legando presentar un ARAGON EWLA EDAD MEDIA. UWA sfwTEsIE ntETeRtCA verdadero programs politico en defensa, decian, de las libertades del reino, y que incluta Ia peticin de que el Fuero de Aragén se hhiciera extensivo en Valencia, Nacia, ast, le Unién aragonesa para la defensa de los intereses de los gripos nobiliarios y enfrentada al propio monarca y a sus partidarios. Estamos ante ‘un movimiento politico dirigido por los cuados aristocréticos del pats que pretenden, ampardndose en la defensa de la tradi- cién y en la explotacién de los. sentimientos nacionalistas, mejorar sus privilegios de clase e intentar frenar el proceso de confirmacién del poder monarquico. En octubre de aquel mismo aiio Los unionistas presentaban sus reivindicaciones en un pro- sama politico conocido como Privilegio General(1283}, que fue renovado unos pocos aios después, afiadiendo nuevas deman- das, y presentado a la firma de Alfonso II como el Privilegio de Ja Unign (diciembre de 1287). [LAS INSTITUCIONES PRIVATIVAS DEL REINO: Jusmcis DE ARAGON, CORTES Y DIFUTAGION DEL GENERAL ‘Ao largo del siglo XII, considerado por algunos autores, como la plenitud del mundo medieval, las monarquias naciona- Jes empiezan a esbozat los estados de a Europa moderna; mien- ‘as que los poderes universales, el imperio y el papado, entran en un periodo de claro retroceso, En Aragén, como en los demas reinos peninsulares, aparecen una serie de organismos institu- cionales Justicia Mayor, Cortes) que consolidan su propia indi- vidualizacién politica diferenciada de los demas estados de la Corona, Le recepeién del derecho romano propicié, ademés, la redaccién de un cédigo normative de aplicacién teritorial comin a todo el reino, los Fueros de Aragén (1247], que is des- plazando a los derechos de clase 0 locales y que seré tenido como paradigma de las libertades y esencias del reino. Un rey, un reino, una ley, unas instituciones privativas... som aspectos ‘que, idealizados y mitificedos, empezardn a utilizarse por la his- ARAGON. 35 toriografia posterior como elementos definidores de la persona- Uidad colectiva o a idiosincrasia aragones El nacimiento del Justicia de Aragén, euyo origen e impor- ‘tancia se han idealizado y, aun, mitificado, se inserta en el pro- ceso general de reorganizacion jurfaica y administrative del xeino emprendida a mediados del siglo XII. La documentacién més antigua cita a unos oficiales denominados como juez o jus- ticia que, desde 1115, actuarfan por delegacién del monarca y, aunque desde 1161 se documenta la existencia de un “usticia mayor’ en la corte itinerante del monarca, no seré hasta 1220/1230 cuando se cite ya a un justicia “en nuestro reino de Aragon", cuya presencia serd constante en la corte de Jaime I. EI cargo recibir sancién oficial en las Cortes de Ejea de 1266: desde entonces, el juez, de naturaleza aragonesa y surgido del brazo de los caballeros, serfa elegito por e! monarea y juzgaria las diferencias existentes entre el rey y sus nobles, y se ocuparta también de las causas surgidas entre los propios nobles. El Jus- ticia de Arag6n vio confirmadas sus atribuefones que, en épocas sucesivas, fueron aumentadas: asf, después de 1348 se convirtié ‘en intérprete de las leyes y costumbres del reino y en juez del contrafuero, Iegando a presidir las Cortes en ansencia del ‘monarca: era, sin duda, el cargo superior de la administracién de justicia del reino aragonés y podta, por tanto, paralizar cuelquicr accién judicial, ya través de dos procedimientos forales la firma de derecho y la causa de manifestacién] tenfa la facultad de amparar a causas y personas que se creyeran victimas de injus- ticia 0 contrafuero. tra institucién que desempeié un importante papel poli tico fue la de las Cortes aragonesas, asambleas politicas que estaban compuestas por los representantes de los cuatro brazos © estamentos del reino: alta nobleza {ricoshombres, baje noble- 28 |mesnaderos, caballexos ¢ infanzones|, jerarquia eclesidstica {obispos, abades y maestres de las Ordenes] y representantes de las universidades o concejos (oligargufa urbana. Tras los prece- dentes de las curias o asambless, del siglo XII, consideradas como meras reunione’ consultivas, las Cortes atagonesas sur- gen oficialménté en 1983, fecha en Is que'la alta aristocratia del reino intenté hacet de ellas un instramento de presién politica frente al monarea, Las Cortes tuvieron un funcionamiento regu- lar a lo largo del XIV: presididas 0 convocadas por el sey, con periodicidad fijada; en las Iargas sesiones de coxtes, los parla- ‘mentarios -con una presencia mayoriteriamente nobiliaris~ reparaban los agravios 0 greuges cometidos por el rey 0 por cual- quier autoridad del rein, acordaben los términos de politica exterior ¢ interior del reino, de la legislaciGn y de los tributes, y se convertfan en el instrumento de presién politica a través de la financiacién de las empresas reales, La tercera institucién aragonesa fue la Diputacién del General o del Reino, que, en origen, no fue sino una comisién permanente de la asamblea, formada por un grupo reducido de representantes de los brazos de las Cortes. Su nacimiento estv- vo ligado a la creacién del impuesto de las Generalidades esta- blecido en 1364, y no aleanzaré su reglamentacién definitiva hasta 1436, cuando los diputados escaparon del control de li asambles, y de administrador de los subsidios del reino, acabaré siendo el érgano politico de cardcter representativo de Aragén, asumiendo cada vez. més competencias. ARAGON EN UN FERIODO DE CRISIS ELA PLENTTUD MEDITERRANEA _ ‘A LA EXTINCION DE LA DINASTIA REAL (1327-1410) En los primeros afios del siglo XIV, mientras que Jaime reestructura le organizecién financiera y administrativa de la Corona y se convierte, merced a su capacidad de control de los aparatos del estado, en soberano natural de La comunidad politi- ca, el Reito de Aragén presenta un territorio perfectamente defi- ARAGON nido a partir de las Cortes de Zaragoza (1800), ijéndose en tomo 2 1811 las fronteras con Catalusia, y tras la creacién del conds- do de Ribagorza ~que no obstante se regixia por los Usatges- que Jaime I entreg6 en 1822 a su hijo Pedro, En 1318 se erigfa, ade- mis, ls sede metropolitana de Zaragoza, que hacia coincidir Ios espacios nacionales con los religiosos. A lo largo del siglo XIV ‘Arag6n presenta ya una peculiar organizacién poltt a, adminis. sativa y judicial, con unas Cortes propiss, unas leyes especiti- cas y unos funcionsrios distintos a los de la Corona, que, n0 obs- tante, permanece unida en la figura del monares, que, en 1319, habla establecido el principio de indivisibilidad de la misma, ‘Alfonso IV (1827-1386), proclamado rey, declaraba sclem- nemente en Cortes que Aragén seria siempre Ia cabeza protoco- laria de todos sus reinos “y lo principal de su estado”, Su breve reinado apenas le permitié proseguir el consolidado proyecto politico de dominio del Mediterséneo, esgrimido como argu- ‘mento para Ja afirmaciGn del autoritarismo regio que fue des- arrollado, sobre todo, por su hijo Pedro IV (1836-1387, conocido como’el Ceremonioso, y ello porque hizo promulgar en 1344 unas Ordenanzas que regulaban la administracion y el comple- jo protocolo y ceremonial por el que los reyes dé Aragén, y por tanto titulares de la Corona, se harfan consagrar por el arzobis- po de Zaragoza en le catedral de Le Seo, En su dilstado reinado destacan varias circunstancias que tuvieron una honda repercu- sién: ademés de la continuidad de la politica mediterrénéa dela Corona, hay que significar la virulencia de la peste negra (1348- 1350}, con nuevos rebrotes en las décadas siguientes y las con- siguientes repercusiones en la'demografia y en la estructura del poblamiento, y, por otra parte, la larga guerra (1356-1369) contra Castilla [conocida con el nombre de "guerra de los Dos Petros" cn ella se debatia la hegemonfa peninsular que se sald6 a favor de Castilla) y que, inmersa en el conficto generalizado que as0- laba 2 Europa en aquellos momentos -la guerra de los “Cien ‘Atios"-, tantos recursos econémicos iba ¢ distreer de las areas del Reina y tantos efectos devastadores iba a ocasionar en las, zonas fronterizas |Tarazona, Borja, Calatayud, Teruel}. Estos son testimonios de la profunda crisis que parecfan llevar a un cam- bio en las tradicionales estructuras del reino. En este escenario de guerzas y calamidades naturales, los ‘grupos que dominan el escenario politico, monarquia y nobleza, mantienen posturas enfrentadas que ponen de manifiesto las” distintas concepciones que se tienen acerca del cardcter él esta do: autdritario 0 pectista, Una, de acuerdo con la evolucién de las monarquias occidentales, de corte antoritario, queria impo- ner una monarquia de carécter absolutista. Otra, tradicional, de carécter feudal, y'que defendia los privilegios de clase, enmas- carados con la defensa del bien comiin ¢ incluso con elaros tin tes nacionalistas, Ambas concepciones y sus partidarios se enfrentan en una verdadera guerre civil que se saldaré con la derrota de los rebeldes y le desaparicin de la Unién tras la bata- Ia de fpila (1848), que representabs el definitivo triunfo de la formula autoritaria de gobierno mondrquico, cuyo rey reafirma: be su autoridad en Aragén. ‘A su muerte, el reino estaba en una situacin de crisis senevalizada, agudizada por el fraceso de le politica mediterré- nea yla enajenacién del patrimonio real, y sus hijos Juan I(1387- 1395) y Martin I (1895-1410), lamados 2 gobernar el reino, se vieron inmersos en las luchas de bandos [Lunas contra Urress, Sayas' contra Lifianes, etc.), que se generalizaron en el reino, y fueron los iltimos monareas de la dinastia barcelonesa. Ex Comproiso De Casps (1412) YILA DINASTIA DE LOS TRASTAMARA EN ARAGON En 1410 morfa el rey Martin I sin descendencia directa y sin designar sucesor, ya que su hijo Martin el Joven, rey de Sici- ia y heredero de la Corona, habia muerto un afio antes; era el ARAGON a final de la dinastia barcelonesa, trocada en el linaje de los Ara- gn, que iba a ocasionar un grave problema politico fruto del -vacio de poder y que a punto estuvo de feagmentar la Corona en distineas unidades politicas Durante el interregno (1410-1412) varios pretendientes se disputazon el trono, siendo Jaime de Urgel y Femando de Ante- «quera los que més partidarios tenfan y, en menor medida, Luis de Anjou, Fadrique de Lama (hijo, bastardo de Martin el Joven}, Alfonso de Gandia y sus dos hijos. La solucién, tres largos y complejos debates en los parlamentos de los tres estados |Are- ‘g6n, Catalufia y Valencia), fue tomada en la Concordia de Ales- Fiz (15 de febrero de 1412), en la que se decidis el sistema de elec- cién que pusiera fin al interregno: se. designaron’ nueve compromisarios {tres aragoneses, tres catalanes y tres valencia- nos], quienes, tras largas deliberaciones, Ilegaton a Ia sentencia {final conocida como el Compromiso de Caspe, que se hizo publi ca el 28 de junio de 1412: Vicente Ferrer, que actuaba de porta- ‘voz, daba publicidad a la sentencia que elegia como nuevo rey de Ia Corona a Fernando de Antequera, el primero de los reyes de la dinastia Trastémara de Ia Corona de Arag6a. EI Compromiso de Caspe, independientemente del acuerdo finsl,ejustado a derecho aunque forzado, sin duda, por la presién ejercida desde diversos sectores [contaba con el apoyo de Benedicto XIII ~el papa Luna~ y con la alta noblezal, adopt6 una decisign politica que pretendia conserva la unidad de la Corona frente a la diversidad de intere- ses nacionales, Los compromisarios eligieron al candidato que tenfa més fuerza politica y militar, ya que sus tropas habfan ani- quilado en Murviedso [febrero de 1412) a las tropas ungelistas, y que, ademés de conter con més apoyos, era el candidato que ‘mejor podia resolver los problemas que acuciaban a la Corona, Fernando I {1412-1416} era hijo de Juan I de Castilla y de Leonor de Aragén, y tenfa una gran-experiencia politica pues habia actuado desde 1406 como regente de Castilla, y también ailiter, a que habfa reanudado Is lucha contra el reino nazaxt de Granada, ganando en 1410 le plaza de Antequera, Fue desig- nado como rey de Aragén en'La Seo zeragozana, tras jurar en Cortes observar cumplimiento de fueros,tisos y costumbres del zeino, Su nombiamiento suponfa un cambio de orientacién pol- tica, y a pesar de los escasos aitos de gobierno personal, ibaa sentar las bases de sus sucesores, ya que tanto él como Juan It (1458-1479) iban a intervenir activamente en los conflctos civi- les de Castilla, a través de sus hijos los infantes de Arag6n, sin abandonar por ello las directrices poiticas més tradicionales de ‘Aragén, como fue el caso de Ie renovada politica mediterrénes, aque, dirigida por Femando I, logr6 salvar la herencia aragonesa en Sicilia y en Cexdefa, y ademés preparé el terreno para las foturas campatias de su hijo Alfonso V el Magnénimo (1416- 1458}, que se entregs a una nueva politica expansiva por el Meditersdneo que culminé con la conquista del reino de Népo- Jes |1442), cuya corte se convirtié en el centro de Ia Corona yen importante foco de irradiacién artistica y cultural En el interior del eino, su mujer, Marfa de Luna, nombra- da Iugarteniente, soliitaba alos brazos parlamentarios grandes sumas dinerarias ~como los 120,000 florines acordados en Jas Cortes de Valderrobres de 1429, o los 225.000 lozines acordaélos cen las Cortes de Alcatiz de 1486- para financiar la empresa napo- litana, La continua necesided de dinero provocé que la maquina- via fiseal del zeino fuera cada vez més precisa y eficaz, siendo ” priortari la organizacién financiera de la Hacienda; aderaés, a costa de los subsidios acordados, os grupos de presién intentz- zon fortalecer su hegemonia socal y politica a costa del monar- ca, consiguiendo que la Diputacién del General fuera ya un orga- rismo permanente de una gran relevancia politica y hacendlstica con medios coerctivos para imponer al xey y al xeino su volun- tad, y ademas conseguta que todos los cargos y oficios piblicos fueran desempefiados por personas naturales del reino, Se anun- ciaba, desde entonces, una grave crisis econémica que generé un movimiento de,contestacin social en donde los campesinos asistian impotentes a ver como se recortaban sus derechos en las sucesivas reuniones de Cortes y se les impedia el ebandono de las terras sin permiso expreso del sefior,sufriendo los campesinos aragoneses la represin sefiorial -en el seforfo de os Palafox en ‘Ariza o en los dominios de Ia abadia de Piedra-y viendo como su situaci6n social empeoraba dia a dfa, ya que los setiores detenta- ban el mero y mixto imperio sobre ellos. 1a dinastia trastamarista, controlados Jos resortes del poder, intent6 imponer unas nucvas formas politicas basadas en cl autoritazismo monérquico que chocaban, radicalmente, con Ja concepeién pactista de gobierno, La legada de la nueva dinas- tia ibaa precipitar el proceso de disolueién de la Corona, cimen- tada tinicamente por la figura del rey. 1a muerte sin descendencia legltima de Alfonso Y, que hhabfa sbandonado Ja politica arzgonesa en manos de Marta de ‘Luna, permitié que su hermano Juan If 1458-1479] accediera al ‘ono de Ia Corona, mientras que su hijo Fadzique, habido fuera de matrimonio canénico, heredaba cl reino de Napoles. El nuevo ‘monarca, de avanzada edad pues tenfa sesenta y un aos, conta ‘ba con une amplia experiencia politica ya que era rey consorte de ‘Navazza desde 1426 por su matrimonio con Blance, habia parti- cipado en las empresas napolitanas y, vuelto « la Peninsula en 1436, acteué como lugarteniente en Aragén y Valencia y, poste- riormente, de Cataluia. Con Juan I se producivén en elzeino gra- ves trastomes politices, acentuados par los generalizados con- flictos en Navarra que le Hevaron al enfrentamiento con su primogénito Carlos de Viana, en Aragén, que llegé a ser pro piiesto por las Cortes de Calatayud (1461) como principe de Gerona ~era el titulo que ostentaba el heredero al Reino de Ara- ss6n-, sucesor de le Corona y heredero universal, y, sobre todo, en Cataluta, donde estallé una desgarrada guerra civil (1469-1479). Culmina el petiodo con el reinado de Fernando II (1479- 1516}, hijo de Juan Tly de la castellans Juana Enriquez, que, tras su boda en 1469 con Isabel, reina de Castilla, comenzaba una nueva trayectoris en los estados peninsulares sometidos, desde ahora, a 1a autoridad del monarca aragonés. La monarqufa uni taria de los Reyes Catélicos, organizada de acuerdo con criterios centralizadores y autoritarios, traeria grandes novedades {politi- cas, pero también sociales, econémicas y culturales) en el con- texto peninsular. En el interior del reino los cambios politico- administrativos fueron, no obstante, escasos, ya que el virrey actuabé en Fepresentacion del monarea, que apenas pas6 unos ppocos aio en tierras aragonesas, mientras que el Gobemnador, Justicia’ de Atagén,.Diputaci6n del Reino, Cortes y Real Audiencis, como caigos e instituciones més representativas, sgestionaban los asuntos judiciales, politicos y econémicos, El establecimiento de la Inguisicién en Aragén (1484), la difusion dela imprenta (1490), la rendicién de Granada (1492], los viajes de Colén al Nuevo Mundo (1492), la ereaci6n en 1494 del Con- sejo de Aragén o la incorporacién de Navarra (1512) son, entre taritos otros, claros éxponentes de que a la muerte de Femando (1516) suigia ui nuevo estado ~sometido a la hegemonte caste- Uana~que alcanzaré un auge politico sin precedentes que lo pondria a la cabezs del nuevo orden mundial, aunque ello fuers, cn detrimento del historico Reino de Aragén. ia Aragén mostraba a fines del medievo unas caracterisicas pol’- ticas y culturales especificas que lo definfan como estado y nacién. Contaba con un territorio bien delimitado y una red de aduanas que lo identificabs plenamente frente a sus vecinos en el que el ‘monarca, eje de todo el entramado estatal, ejerefa su autoridad, ‘Los grupos de poder estimularon a Jo largo del siglo XV la cxistencia de un sentimiento colectivo nacionl, dotando al reing de unas sefias de identidad propias que, mitificadas por la histo- rogtafia posterior, conferian a Aragén y a sus gentes una idea de fatoro comin para su nacién tras una larga historia vivida en. comiin, haciendo de la defensa de los fueros el distintivo de las esencias comunes y el simbolo de lo aragonés, Dotaron igual- mente al reino de simbolos y emblemas (Ja bandera y el escudol, ¥ definieron en Cortes de Calatayud como aragonés “a todo aquel {que fuera hijo de un aragonés, aunque residiera fuera del reino, € independientemente de la nacionalidad de la madre, as{ como & todos los nacidos en Aragén siempre que sus padies residieren aqui, aunque no fueran naturales del reino, y los que hubieran adquirido la naturaleza aragonésa”, En 1499 ias Cortes encargaban a fray Gauberto de Vagad que compusiera una historia de Aragon, basada en las er6nicas antiguas “para que quedasen en memoria de los venideros, los actos y conquistas que fizieron los que gana- tom este regno”, La obra, titulada Crdnica de Aragén, sentaba las ‘bases de los origenes legendarios del Aragén hist6rico. 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