Está en la página 1de 6

Planteamiento del problema

De acuerdo con los datos actualizados del Instituto de Estadística de la Unesco, un total de 617

millones de niños y adolescentes en todo el mundo carecen de un nivel mínimo en lectura y

matemáticas. Según el organismo internacional, más de 387 millones de niños con edad para

estar en primaria (un 56 por ciento) y 230 millones de adolescentes con edad para cursar el

primer ciclo de secundaria (un 61 por ciento) no alcanzan ese nivel mínimo.

Se trata de una “crisis de aprendizaje” que podría amenazar con el cumplimiento de los

Objetivos de Desarrollo Sostenible que se han trazado las Naciones Unidas para 2030. (Atilio

Pizarro, jefe de Planificación de la Unesco durante la XV asamblea anual de la Fundación

Empresarios por la Educación.)

Por otro lado, la realidad educativa en América Latina no parece distar de ese escenario cuando

los resultados informados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la

Ciencia y la Cultura UNESCO (2015), sobre los resultados del Tercer Estudio Regional

Comparativo y Explicativo (TERCE) en 15 países latinoamericanos no son muy alentadores,

porque más del 66% en lectura, 86% en matemática y 79% en ciencias de los estudiantes del

tercer y sexto grado de primaria, se concentran en el nivel educativo I y II (niveles bajos).

Colombia participo en las pruebas pisa de 2012 y obtuvo un puntaje de 374 puntos en el área de

matemáticas, y se ubicó en la puesto 62 entre 72 países participantes, en el 2015, en esta misma


área obtuvo un puntaje de 390, pero aunque se evidencio una mejora solo escalo una posición

ubicándose en el puesto 61.

Así las cosas las calificaciones de 2015 arrojaron que Colombia tuvo mejoras en los indicadores

de ciencia, lectura y matemáticas, creciendo 19 posiciones al sumar los tres, aunque continuó

estando por debajo del promedio de la OCDE y de América Latina; donde Chile tuvo los mejores

resultados de nuevo. En ese sentido, el informe arrojó que, si bien el país continuó por debajo del

promedio de la OCDE, creció 28 puntos desde 2006, siendo la segunda mejor mejoría en este

periodo y llegando a 416 puntos, Las áreas relacionadas con matemáticas siguen siendo el punto

en el que el país sale peor calificado.

Los resultados expresados anteriormente, demuestran que el nivel educativo es bajo, por lo que

Colombia desde hace ya varios años, ha buscado transformar el sistema educativo con nuevos:

diseños curriculares, programas educativos como el Programa todos aprender PTA, referentes de

calidad, rutas de aprendizaje, infraestructura, capacitaciones, materiales didácticos, etc., llenos de

buenas declaraciones e intenciones acerca de actitudes, valores y competencias para ser

aplicados en la labor docente; sin embargo, los resultados evidencian un moderado nivel de

mejoramiento.

Sin lugar a dudas la educación se ha convertido en un tema de agenda y detectar las falencias de

los sistemas educativos en los diferentes países es una prioridad para el progreso y desarrollo de
las naciones. Sin embargo, a pesar de los múltiples esfuerzos, todavía queda mucho camino por

recorrer; y eso es lo que está sucediendo en el mundo, América Latina y sobre todo en Colombia.

En el contexto nacional a nivel interno, Colombia aplica como instrumento de medición de la

calidad de la educación las pruebas saber. La prueba saber es un instrumento estandarizado que

se aplica en los grados 3, 5, 9 y 11, en el departamento del Magdalena los resultados de esta

prueba no son nada halagadores en el año 2017, el Magdalena ocupo el penúltimo lugar del país,

después de haber subido 2 puestos en el 2016 y en el año 2018, se evidencio una mejoría, pero

aun así todos los promedios de las áreas evaluadas están por debajo de la media Nacional,

distanciándose en mayor medida en Matemáticas.

A partir de todo lo anterior se puede inferir que a nivel Municipal la realidad es la misma,

analizando el informe generado por la Secretaria de Educación del Magdalena respecto al índice

sintético de calidad para el año 2018, se puede evidenciar que la institución educativa sagrado

corazón de Jesús ubicada en el Municipio de Pivijay, en el nivel de básica primaria 3 y 5°,

presento el menor puntaje principalmente en el área de Matemáticas, en comparación con las

otras 7 instituciones oficiales que prestan el servicio educativo en el municipio.

Por consiguiente se plante la pregunta ¿Qué se puede mejorar en el proceso educativo para

mejorar la calidad de los resultados en el área de las matemáticas? Para responder a esta

interrogante, primero hay que tener en cuenta lo que dice Torres (2011), la pieza clave de la
calidad educativa es y continúa siendo el docente. Segundo, tomar en cuenta lo que dicen Bordas

y Cabrera (2001), sí el proceso educativo no es circunstancial a la evaluación, entonces se

tendrán logros mezquinos en la satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje expresadas

en habilidades cognitivas, procedimentales y actitudinales.

Al respecto Ruiz (2009), hablando de la evaluación manifiesta que la más utilizada por los

docentes es la de tendencia tradicional, pues ella, no garantiza un aprendizaje significativo, sólo

brinda notas cuantitativas, mayormente busca aprobar o desaprobar a los estudiantes; se centra en

los desaciertos antes que en los logros, sólo tiene como autor al docente sin tomar en cuenta las

características de los estudiantes, las necesidades y dificultades; los resultados son terminales

porque no tienen un carácter retroalimentador, teniéndosele como un instrumento sancionador y

punitivo; dando pie a los estudiantes estudiar sólo para el examen y por consiguiente aprobar el

curso y no para gestionar nuevos aprendizajes.

En tal sentido el docente tiene la necesidad de transitar a otro modelo de evaluación que

posibilite la adquisición de nuevos saberes el desarrollo de habilidades y actitudes, una

evaluación que se configure como parte intrínseca del proceso de enseñanza aprendizaje que

brinde la posibilidad de moldearlo, de regularlo orientarlo innovarlo y retroalimentarlo de

manera permanente.

Siguiendo esa línea Lorenzana (2012) nos dice, la evaluación formativa es la herramienta

didáctica más apropiada para hacer posible la aprehensión, interiorización y desarrollo de los

aprendizajes; porque se orienta a mejorar la adquisición de conocimientos y desarrollo de


capacidades, habilidades, destrezas, y actitudes del estudiante durante el proceso educativo pues,

se da en diversos momentos que no son tomados en cuenta en la evaluación tradicional.

Teniendo presente el problema educativo y el enfoque alternativo que se desea dar a la

educación, el presente trabajo investigativo plantea el problema que guía esta investigación:
Formulación del problema

Como fortalecer los procesos de evaluación formativa en los docentes de 3° en el área de

matemáticas en la institución educativa sagrado corazón de Jesús del Municipio de Pivijay

Magdalena?

También podría gustarte