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Estudios Internacionales 185 (2016) - ISSN 0716-0240 • 87-105

Instituto de Estudios Internacionales - Universidad de Chile

Entre la geografía y el mundo: América Latina


ante el sistema global
Between geography and the World: Latin America and the
global system

Joaquín Fermandois*

Resumen

Este ensayo explora la evolución de las relaciones de América


Latina con las grandes potencias, el sistema internacional y,
especialmente, EE.UU., por todo el período en que la revista
Estudios Internacionales ha sido el portavoz de los internacio-
nalistas chilenos y latinoamericanos. Sitúa el acento en el origen
latinoamericano de muchas tendencias de mediano plazo de
las políticas exteriores de los países de la región aunque ellas,
a su vez, dependan de un entorno mundial signado por las
grandes potencias y las corrientes globales y transnacionales.

Palabras clave: Relaciones – América Latina – grandes


potencias – sistema internacional global – políticas exteriores.

Abstract

The essay examines the development of relationships between


Latin America, the great powers and the global international
system, with special reference to the United States, through-
out the period during which Estudios Internacionales has

*
Profesor de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política de la Pontificia
Universidad Católica de Chile. Recibido el 23 de agosto de 2016. Aceptado el 12 de
octubre de 2016.

Recopilación bibliográfica: Nicolás Barrientos.

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spoken for Chilean and Latin American internationalists. It


underscores the Latin American origin of many medium scale
foreign policies of countries in the region, although in turn
these depend on a global environment marked by great powers
and global and transnational trends.

Keywords: Relationships − Latin America − great powers −


global international system − foreign policies.

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Joaquín Fermandois
Entre la geografía y el mundo: América Latina ante el sistema global

La fuente: experiencia bién disensos, tanto en torno a


del siglo XX las guerras mundiales, a algunas
intervenciones norteamericanas, o
Vistas las cosas desde la dis- a algunos aspectos sustanciales en
tancia, a un observador extra el período de la Guerra Fría. Lo
continental le hubiera parecido que mismo sucedía con los debates al
en 1967, con salvedad del caso cu- interior de los países, en cuanto a la
bano, se había llegado a una culmi- forma de relacionarse con el mun-
nación respecto a la identificación do y al significado de los distintos
de América Latina con el sistema actores y procesos. El surgimiento
interamericano. Ello suponiendo el del antinorteamericanismo como
ideal de que los intereses y las me- una de las formas de identidad
tas de América Latina coincidían latinoamericana, proviene del si-
con los de EE.UU. Si algo había glo XIX, y no aparecía demasiado
de esto –que por lo demás ha sido abatida durante la Segunda Guerra
una manera significativa de ver las Mundial, ni en las primeras dos
cosas de una parte de nuestra re- décadas de la Guerra Fría.
gión– el apogeo de esta tendencia, Con todo, lo que sobresalía
había sido un breve aumento de con más fuerza desde la conferen-
intensidad entre fines de los años cia panamericana de 1936 hasta
treinta y comienzos de los sesenta. −casi en un estertor− la reunión
La relación de identidad parcial de presidentes de Montevideo de
con EE.UU. es muy anterior a la 1967, fue la búsqueda de políticas
época del "buen vecino" y, por coherentes con EE.UU. de parte
cierto, va a ser un factor relevante de la gran mayoría de los países
en el futuro previsible de las re- latinoamericanos. Algunos mo-
laciones interamericanas. No ha mentos estelares de este proceso
sido ni será, sin embargo, la única fueron el Tratado de Río de 1947,
forma de mirar al mundo desde el la conferencia de Caracas de 1954
sur del mundo. y –muy comprensible– la crisis de
Desde luego, Europa había los misiles en 1962. Quizás no fue
constituido una fuente casi exclu- lo más importante, pero sí fueron
siva de las miradas extra conti- episodios de primera página. Los
nentales desde la Ilustración hasta dos primeros, por cierto, muy de-
comienzos del siglo XX, por lo batidos en ese entonces y después.
menos en gran parte de América Con todo, no dejó de verse lo que
Latina. El período de auge de la sucede en muchas épocas históricas
identificación interamericana, en dominadas por un fenómeno, don-
el sentido de convergencia entre de existe una corriente principal
el norte y el sur, había visto tam- que la posteridad ve como la esen-

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cia misma del hecho, y donde existe ñoreaba la cultura del "cambio",1
una segunda corriente distinta o porque esencialmente se trataba
hasta contraria, más sumergida, de un "tercerismo" enfocado en
pero que no es menos definitoria lo económico y social antes que
del total de la realidad. en lo político, donde el relieve de
Lo que emerge en el momento la democracia, en cuanto modelo
en que se fundó el Instituto de Es- occidental o liberal, no tenía el
tudios Internacionales en 1966, y mismo perfil que después del fin de
la revista Estudios Internacionales, la Guerra Fría. En general, convi-
en 1967, es la aparición gradual de vía con expectativas de regímenes
la conciencia de la multipolaridad políticamente autoritarios, aunque
que nunca dejó de existir, pero no se confesaba de esta manera.
que en estos momentos adquiría Hasta los años 1970, inclusive, era
más personalidad y propósito. En raro que esta posición se enfocara
la post Guerra Fría se ha puesto el al socialismo democrático de cuño
énfasis en la bipolaridad EE.UU./ occidental.
URSS. Esta, sin embargo, en su Eso sí, en épocas anteriores a
tiempo estuvo siempre asentada 1939, podía expresar una admi-
sobre una lava subterránea que ración por el New Deal de F.D.
era una multipolaridad persistente, Roosevelt, y hasta por el fascismo
que hacía sentir su fuerza tras la italiano como una tercera vía, en
primera década de la Guerra Fría. unos pocos casos no habiendo
Era concomitante a este fe- contradicción en ello. Durante la
nómeno un hecho fundamental Guerra Fría, en cambio, en gene-
de la Guerra Fría y también de ral esto tuvo un tono de crítica
todo el proceso ideológico de los antioccidental y no de los modelos
siglos XIX y XX: que existe un marxistas. Incluso, coincidiendo
camino intermedio, relativamente con alguna sociología de la moder-
equidistante, a veces más cercano nización, se podía ver a la Unión
a uno u otro polo, y también co- Soviética de Stalin o a la China de
sechando de ambos; camino que Mao como "dictaduras de desa-
de forma insuficiente se puede rrollo". Los regímenes del nacio-
describir como el dilema entre nalismo árabe, por ejemplo, eran
socialismo y capitalismo. En la considerados según este aspecto
época de la Guerra Fría esto fue lo y, al mismo tiempo, se identifica-
que trataba el discurso de un ter-
cer camino, una tercera posición, 1
La fuerza y debilidad de esta cultura
un tercer mundo, una vía distinta en Albert O. Hirschman, «Liderazgo,
percepción del cambio y subdesarro-
para encarar el desarrollo social y
llo», Estudios Internacionales, 2, 2,
económico. En todo caso, se ense- septiembre de 1968.

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ban al menos externamente con cos y diplomáticos que tienen una


una visión como esta. El lenguaje permanencia en el tiempo y que
político latinoamericano estaba corresponden a una especie de
muy penetrado por esta visión de conductismo del Estado. Y existen
"tercerismo", aunque convivía también, sobre todo en épocas
también con un pro norteamerica- de turbulencias y de fracturas en
nismo que escasamente se modula- torno a la valoración del orden
ba en un lenguaje formal, pero sí mundial, tendencias que tienen
reflejaba a una parte amplia de la que ver con debates y azares de la
conciencia latinoamericana, y, en cultura política de las sociedades,
tercer lugar, con una conciencia en lo que convencionalmente se
muy formalizada de admiración llama endógenos, al menos donde
por la trayectoria de los sistemas existe algún grado de flexibilidad.4
comunistas o de otras revoluciones Era también una proyección
radicales, especialmente a partir de que tenía raíces históricas. El Bra-
1959 con la Revolución Cubana.2 sil republicano, desde la Primera
Cuando Claudio Véliz anuncia, Guerra Mundial definió su interés
en el primer número de la revista, como uno de convergencia con
que emerge un mundo distinto EE.UU.; era parte de su aspiración
a aquel dominado solo por las el ser considerado un actor global.
grandes potencias, tenía también
en mente toda esta realidad que De Gaulle en enero de 1963, se inició
no se reflejaba totalmente, si se el fin de la Guerra Fría, generalizán-
tiene en cuenta el número de los dose a ambos lados de la difunta
gobiernos, sino que tiene como “Cortina de Hierro” una clara ten-
dencia policentrista que indudable-
referencia a la cultura política de
mente ha significado un retorno de
la región.3 Existen factores políti- la fluidez a los asuntos políticos in-
ternacionales». Claudio Véliz, «El
2
Un análisis conceptual y de los prin- Instituto de Estudios Internacionales
cipales problemas envueltos en la de la Universidad de Chile», Estudios
Guerra Fría, en Jorge I. Domínguez, Internacionales, 1, 1, abril de 1967.
«U.S. Latin american Relations Du- No era el fin de la Guerra Fría, pero
rign the Cold War and its After- el autor y fundador del Instituto veía
math», en Victor Bulemr-Thomas y con claridad una transformación del
Jasmes Dunkerley, eds., The United sistema.
States and Latin America: The New 4
Un excelente estudio en gran medida
Agenda (Cambridge, Mass.: Harvard válido hasta hoy, al menos para en-
University Press, 1999), pp. 33-50. tender el sistema de estados de la
3
«Esta situación (de Guerra Fría) ha región y su puesto en el sistema in-
cambiado fundamentalmente: entre ternacional, está en G. Pope Atkins,
los primeros síntomas del conflicto Latin America in the International
chino-soviético y la ahora famosa Political System (Londres: Macmi-
conferencia de prensa del Presidente llasn Publishers, 1977).

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Pasado el período de las guerras La intervención de EE.UU. en


mundiales, en Brasil y Argentina –y República Dominicana –aunque
en todo el continente– tenía algún como transacción fue finalmente
grado de validez la gran pregunta asumida por la OEA– significó
de la Guerra Fría acerca del orden un fin más real que simbólico al
bipolar: ¿hacia dónde había que dominio de la total identidad de in-
orientarse? Por supuesto, la anti- tereses entre los países latinoame-
gua tercera posición del general ricanos y Washington. Los mismos
Perón, presumiblemente concomi- gobiernos militares de contenido
tante con el no alineamiento, era antimarxistas, como en Argentina
parte integral de este dilema; una y Brasil, sostenían relaciones regu-
respuesta al mismo. En todos estos lares con la Unión Soviética y no
años, Brasil, Argentina y México, recibían ninguna crítica al menos
mantuvieron relaciones diplomá- oficial desde Moscú. El surgimien-
ticas con la URSS, y en el caso de to de estos gobiernos militares se
los dos países sudamericanos se debió más a la evolución interna y
dio un incremento de los vínculos a la cultura política que antecedía
comerciales que perduró hasta la Guerra Fría, que a esta, al menos
comienzos de la década de 1980. si la entendemos como división
Al mismo tiempo, los gobiernos bipolar del globo. En cambio, si
latinoamericanos, escuchando su la entendemos como parte de una
tradición y un deseo profundo de lucha por sistemas alternativos,
lo que podemos llamar su opinión que tenía raíces en la vida pública
pública, aceptaban que el punto de la gran mayoría de los países de
de vista europeo –en la medida la región, como fenómeno tanto
que existía como tal– era el que interno como externo, pero a la vez
menos división podría producir en emergido desde el corazón de cada
el país y que no estaba en las con- una de las sociedades, entonces sí
diciones de la segunda mitad del que la Guerra Fría ocupaba un
siglo XX, teñido por una sombra papel en este escenario. Lo mismo
hegemónica. La visita del general vale para la aparición del castrismo
De Gaulle, en 1964, simbolizó esta y guevarismo como paradigma
nueva aproximación y el mismo para una parte de la izquierda lati-
presidente de Francia lo pensaba noamericana y que calaba también
de esta forma. No existía un giro
drástico en las relaciones, pero sí tian Nuenlist, Anna Locher, Garret
había un tono político que admitía Martin, eds., Globalizing De Gaulle.
más voces.5 International Perspectives on French
Foreign Policies, 1958-1969 Lan-
5
Joaquín Fermandois, «The Hero on ham, Boulder: Rowman & littlefiels
the Latin American Scene», en Chris- Publishers, Inc., 2010.

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en una de las almas de la cultura Seguridad nacional y


latinoamericana. antimarxismo militante
El alineamiento con la URSS,
como uno de los polos de la polí- El desafío de la Revolución
tica mundial, solo ocurre hasta la Cubana, aunque también la lógica
década de 1970 en un solo país: de la Guerra Fría, llevó al perfila-
Cuba, aunque su revolución tuvo miento de un tipo de persuasión
una gran influencia en la política de política llamada "doctrina de la
cada uno de los países de América seguridad nacional". Se trataba
Latina. La mayoría de las naciones de un antimarxismo militante, que
irán asumiendo paulatinamente al consideraba a las fuerzas armadas
menos una retórica de no alinea- como un actor político más o me-
miento, aunque lo que se conoce nos legítimo, aunque también en-
como Movimiento de No Alinea- cajaba perfectamente con un medio
dos tendría una orientación anti- social agotado de la esterilidad de
occidental de la boca para afuera. la política y seducido por la posi-
En este sentido, sería funcional a la bilidad de una vía autoritaria al
URSS, si bien su formalismo hace desarrollo económico. Se ha visto
que sea difícil de precisar en qué en esto una proyección de la políti-
medida tuvo algún tipo de efecto. ca norteamericana que también lo
En todo caso, en el curso de la fue. Entroncaba, sin embargo, con
década de 1960, la Unión Sovié- factores persistentes a lo largo del
tica pudo normalizar su situación proceso político del siglo y hasta
diplomática con la mayoría de de toda la historia que siguió a
los países de Latinoamérica. Solo la independencia a comienzos del
la China de Mao, envuelta en la siglo XIX. Se trata del protagonis-
autodestrucción de la Revolución mo del caudillaje armado en ese
Cultural, estuvo ajena a este pro- siglo y de las instituciones armadas
ceso hasta 1970. Por lo demás, como actor político en el siglo XX,
tanto la intervención de EE.UU. en incluyendo a la mayoría de los
República Dominicana, en 1965, actores del Movimiento de los No
como la de la URSS y su bloque Alineados, que luego se llamaría
hegemonizado en Checoslovaquia, Grupo de los 77. A diferencia de
en 1968, hacían percibir los límites lo que señalan muchas interpreta-
racionales de toda alineación.6 ciones sobre el concepto de "segu-
ridad nacional", era un fenómeno
6
Se ve en Mercedes Acosta y Carlos global y no solo latinoamericano.
María Vilas, «Santo Domingo y Los sistemas totalitarios del siglo
Checoslovaquia en la política de
bloques», Estudios Internacionales, XX llevaron a cabo la versión más
2, 4, enero-marzo, 1969.

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extrema de esta idea de "seguridad polémica acerca de si tenía algún


nacional". sentido defender al mundo libre, en
Esta persuasión adquirió prota- alianzas con sistemas autoritarios.7
gonismo en la década de 1960 por De una manera paralela se fue
su prefiguración en dos grandes desarrollando una orientación al
países latinoamericanos, Brasil menos retórica que apuntaba al
y Argentina. La culminación de movimiento de los No Alineados, a
esto sería el golpe en Brasil contra la profundización de las relaciones
Joao Goulart, en 1964, y la inau- políticas con Europa y con su me-
guración de un régimen abierta- dio intelectual, en cuanto a presun-
mente antimarxista y de voluntad ta alternativa al norteamericano,
desarrollista, más en el sentido de y a un interminable debate sobre
modernización económica com- la orientación que debiera tener
patible con la economía mundial la OEA. El dominio de regímenes
de mercado, aunque teniendo militares en América del Sur a lo
en cuenta que se produjo en un largo de la década de 1970 no fue
período anterior a los años de la óbice para que estas tendencias
reforma económica que se produce se manifestaran. El protagonismo
en la década de 1980. Un proceso mexicano en las relaciones Norte-
parecido ocurre en Argentina, in- Sur, por más que fuera funcional
cluyendo un régimen rígidamente a un estatus político y poco ma-
militar a partir de 1966, aunque de nifestaba acerca de las relaciones,
más corta duración y que luego se en general, amistosas entre los
disolvería. No sería, sin embargo, países latinoamericanos y Estados
el último episodio. El régimen Unidos, es una característica que
brasileño, que convivía con algún ha marcado a gran parte de su
grado de apertura política, se con- historia, como el caso de México,
virtió en un polo de influencia en su que sería pro y antinorteamericano
estrategia internacional e influiría al mismo tiempo. En esta rela-
en la década de 1970 en otros tres ción dicotómica, contradictoria,
desarrollos que convergieron por si se quiere, aunque inalienable
un momento con sus metas: Bolivia a lo que podríamos llamar el ser
(1971), Uruguay (1973) y Chile latinoamericano, contribuyó no
(1973). Estas políticas eran funcio-
nales en la perspectiva de EE.UU., 7
Un resumen de las visiones y dilemas
y ciertamente fueron influidas por de la política norteamericana tal
alguna empatía que se generaba como eran vistas desde el sur, en
en Washington, aunque no era lo Luciano Tomassini, «La misión im-
único que existía allá. También posible del Presidente Nixon», Estu-
dios Internacionales, 3, 12, enero-
en EE.UU. se desarrollaba una marzo de 1970.

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poco que en los años 1960 y 1970 no cambió las cosas, y pareció ha-
aumentó en alto grado la presencia ber una convergencia incluso entre
de estudiantes latinoamericanos en Buenos Aires y La Habana a raíz
EE.UU. y Europa. Muchas veces de la Guerra de las Malvinas. Se
operaban como un factor crítico daba la paradoja de que emergía
en las relaciones, intensamente una intolerancia, al menos en lo
crítico respecto del papel que se aparente, frente a un régimen como
creía negativo que tenía EE.UU. en el chileno y un dejo de olvido del
la región. Por otra parte, operaba significado del régimen de Castro,
como una compenetración crecien- lo que duraría durante toda la
te entre el norte y el sur, y ha sido década de 1980. Influía, aunque
un factor de las relaciones. de una manera creemos marginal,
El dominio de los gobiernos la política exterior de Washington
militares en la década de 1970 –con de los años de Jimmy Carter y su
excepción de Venezuela y Colom- acento en los derechos humanos,
bia– tampoco fue obstáculo para lo cual afectó a Brasil, pero más
otro desarrollo que no tenía nada que nada a Argentina (y a Chile).8
de sorprendente si el observador Sería un punto de inflexión para
va más allá de patrones ideológi- que Brasilia, incluso bajo gobier-
cos colectivos. Esto fue la gradual no militar, fuera cambiando, en
apertura de relaciones entre los un movimiento lento pero seguro,
países latinoamericanos con Cuba. su orientación prioritariamente
Esto comenzó cuando el Chile de próxima a Washington, que venía
Salvador Allende abrió relaciones de los días del Barón de Río Bran-
con La Habana, en diciembre de co, para adquirir una posición
1970, como parte de una posición internacional de intermediación y
crítica ante Washington, aunque más que nada de prestigio al ser
también porque el castrismo era considerada como independiente.
uno de sus paradigmas. Con todo, Otra iniciativa del gobierno de
paulatinamente otros países lati- Salvador Allende había generado
noamericanos fueron reanudando escuela. Se trataba del reconoci-
las relaciones, aunque en otros sen- miento del gobierno de la China
tidos, el foso entre la isla asociada de Mao, ocurrido en diciembre de
estrechamente al bloque soviético y 8
La política exterior de EE.UU. en los
el resto de los países latinoamerica-
años de Carter recibió mucha aten-
nos no se superaría hasta después ción y ello se vio en Estudios Inter-
de la Guerra Fría. Si bien el régimen nacionales, de lo que escogemos
de Pinochet intentó un alineamien- como ejemplo a Rafael Vargas Hidal-
to antimarxista, incluso el régimen go, «Estados Unidos y América La-
tina bajo la presidencia de Carter»,
militar argentino, surgido en 1976, 11, 41, enero-marzo 1978.

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1970. Con rapidez, la mayoría de América Latina en los


los países latinoamericanos siguió debates globales
esta misma senda. En lo inmediato
no tendría una gran consecuencia La década de 1970 fue significa-
política, ya que desde 1971 China tiva para la posición internacional
comenzó una lenta convergencia de América Latina, en gran medi-
de intereses al menos estratégi- da porque su vida política cobró
cos con EE.UU., motivada en lo un especial interés en los debates
esencial por su rivalidad con la públicos en Estados Unidos y en
URSS. La presencia económica de Europa. El relieve de Chile, que fue
Beijing era todavía cosa del futuro "seleccionado" para ser sometido
y hasta comienzos de la década de a una especie de aislamiento, no
1990, Taiwán permanecía como impidió que también el tema de la
una potencia financiera mayor. La democracia pasara gradualmente
cuestión china abre la perspectiva a recibir más atención al momento
hacia otra realidad y es que la de fijarse en el continente, si bien
época de la distención –básica- esto es solo válido para estas dos
mente en la década de 1970– vio áreas del mundo. Salvo con la
al mismo EE.UU. moverse en in- misma excepción de Chile, no fue
tensas negociaciones con Moscú y válido para el resto de los países
Beijing. Esto explica, en parte, por del mundo ubicados en Asia y
qué casi ninguna de estas acciones África. El tamaño de Brasil libraba
tenía que provocar algún proble- a su gobierno militar de recibir un
ma con EE.UU. El mismo México castigo y, además, tuvo una clara
podía contar con que Washington evolución hacia la apertura desde
entendía su necesidad cultural de fines de los años 70. El mismo tema
manifestar un tercermundismo en de los derechos humanos alejó algo
alguna de sus caras y en los orga- a Brasilia de Washington y no le
nismos internacionales, pero –a la impidió algún grado de influencia
vez– mantenía estrechas relaciones en el movimiento tercermundis-
con EE.UU.9 ta. En algún grado menor esto
también es válido para el régimen
argentino. Como se decía, el régi-
men de Castro incrementaba su
9
La posición en parte cambiante y en
parte camaleónica de la relación
influencia en el Tercer Mundo y
entre EE.UU. y América latina se ve en una paradoja extraordinaria,
en Helio Jaguaribe, «El Informe Li- en 1979, asumió la presidencia del
nowitz y las relaciones Estados Movimiento de los No Alineados y
Unidos-América», Estudios Interna-
declaró que la URSS era su aliado
cionales, 10, 40, octubre-diciembre
de 1977. natural. Solo Tito, de Yugoslavia,

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se opuso a este curso, pero sus días baja de las materias primas y en
ya estaban contados. También lo especial del petróleo, afectando
estaba la influencia de la idea del a México, Venezuela y Ecuador,
no alineamiento. Con todo, hacia pero además afectó a otros países.
1980, la influencia de EE.UU. en Chile fue el país más perjudicado
la región experimentaba una dis- de todos, aunque también el que
minución y la de Europa occiden- lograría salir adelante con mayor
tal y, hasta cierto punto, la de la efectividad en la segunda mitad de
URSS se incrementaba. Con todo, los ochenta. Por un momento, los
el "Diálogo Norte-Sur", todo un gobiernos buscaron remedios que
tópico de la época, suponía que el se consideraban no ortodoxos,
verdadero poder de la economía a pesar de que estos recordaban
mundial se hallaba en las de un mucho a formas de control y de
mundo abierto, en las economías manejo de la década de 1930, espe-
de mercado. Como lo reconocía cialmente en el caso de Alan García
Enrique Iglesias en 1979: en el Perú, y en las experiencias
La posición especial de América del Brasil de Sarney y la Argentina
Latina en la economía mundial, de Alfonsín. Por un momento la
como "clase media de las nacio- deuda parecía como un problema
nes", ha debilitado su adhesión insoluble que asfixiaba a las eco-
a las tácticas de confrontación nomías y tuvo un alto costo social;
ensayadas por los países en desa- no fue un tema exclusivamente
rrollo a partir de 1973, y las está latinoamericano, pero la región
llevando a sumarse a los esfuerzos estaba más caracterizada por este
encaminados a construir una "one fenómeno, experiencia que sigue
world economy", basada en el determinando a algunas de las
reconocimiento de la existencia de economías que se pueden llamar
una mutualidad de intereses entre "subdesarrolladas" a lo largo del
el Norte y el Sur.10 mundo, pero no a todas.
La década de 1980 se abrió La segunda experiencia fue que
con dos experiencias que dejarían creció una intolerancia hacia los re-
una huella importante. Primero, gímenes militares. Comenzaría un
la recesión mundial de comienzos marcado eclipse de la clase militar
de 1980, llamada la "crisis de la como actor político. Gradualmen-
deuda", que incluyó además una te, todos los gobiernos militares de
la región darían paso a elecciones
10
Enrique Iglesias «Perspectivas eco- democráticas y a una conciencia de
nómicas de América Latina y sus rechazo al golpismo en general. A
implicancias para los Estados Uni- contracorriente de esto, el régimen
dos», Estudios Internacionales, 12,
45, 1979. de Castro en Cuba parecía inmune

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y el régimen sandinista en Nicara- como actores directos o indirectos


gua parecía evolucionar hacia un de conflictos irregulares, de baja
sistema marxista con la ayuda de intensidad, donde mostraron todos
Cuba y la URRS, aunque esta no los caracteres sanguinarios que
puso la intensidad que había mos- los caracterizan. Estados Unidos
trado con la isla del Caribe. El caso apoyó a los gobiernos de Guate-
más espectacular en la primera mala y El Salvador, en un hecho
mitad de la década fue el de la caí- muy polémico en el Washington
da del régimen militar argentino, político que por momentos recor-
producto de una aventura militar daba la Guerra de Vietnam. Y en
en 1982 –precedida, en 1978, por Nicaragua apoyaba a los rebeldes
una amenaza de uso de la fuerza antisandinistas, que principalmen-
ante Chile por la disputa sobre ca- te emergían de un santuario en
nal Beagle, que incluyó un rechazo Honduras, todo ello dentro de una
a un laudo arbitrario– y que signi- táctica que en lo militar era dirigida
ficó extraña y, en cierta manera, por Washington. Los intentos de
anómala, una guerra de dos meses paz fueron liderados por las nuevas
entre Argentina y Gran Bretaña. democracias en América Latina
Washington primero intentó me- y Venezuela, como por los países
diar y después apoyó a Londres; europeos, en especial los gobiernos
Buenos Aires tuvo la simpatía de socialistas de François Mitterrand
América Latina (Chile cooperó en en Francia y Felipe González en
inteligencia con Gran Bretaña); la España. La administración de
URSS y, sobre todo, Cuba apoyó Ronald Reagan había decidido
al gobierno argentino y la mayoría impedir, a toda costa, un triunfo
de los países de Europa occidental insurgente en El Salvador y Gua-
simpatizó con Londres, por la temala, y a la vez utilizar la misma
imagen crecientemente negativa en táctica insurgente apoyando a los
derechos humanos de los militares antisandinistas en Nicaragua. Ello
argentinos. Chile fue el último país producto de una decisión tanto
en sumarse a la oleada de democra- táctica –justificar ante el Congreso
tización, si bien al final el proceso apoyar causas no muy populares
fue vigoroso y crearía una de las en Estados Unidos– como estra-
democracias más estables hasta el tégica –diseñar una política a
presente. largo plazo creíble ante América
La guerra centroamericana –en Latina–; apostó por sumarse a la
El Salvador, Guatemala y Nicara- oleada democrática que surgía en
gua– conmovió a América Latina el continente y luego en otras par-
y a un triángulo con tres vértices, tes del mundo. Le ayudó en esto la
teniendo a EE.UU. y a Europa creciente crisis del bloque soviético

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como la gradual convergencia en por el estallido de una especie de


torno a la democracia occidental, guerra civil sanguinaria con dos
que acompañó el escenario previo movimientos de guerrilla, Sendero
al fin de la Guerra Fría y todavía Luminoso (un extraño caso de un
en la década de 1990. Mantuvo maoísmo trasplantado en América)
una política ostensible de crítica y Tupac Amaru (una guerrilla ur-
al régimen de Pinochet, aunque bana y rural de corte guevarista).
también propiciando una salida El Perú parecía hundirse en un
pacífica y transaccional en Chile, abismo. Por otro lado, la evolución
manteniendo contacto y apoyando interna y la presión internacional
a todos los sectores de la oposición llevaron a que el régimen militar
democrática. El plebiscito de 1989, chileno convocara a un plebiscito
que rechazó la permanencia en el competitivo y desarrollado de
poder de Pinochet, se debió en pe- acuerdo a las reglas del juego de
queña pero real medida al apoyo de una democracia, sobre la perma-
Washington. En 1990, en principio, nencia o no de Pinochet por un
solo había democracias en toda período presidencial de acuerdo
América Latina, aunque algunas a la nueva Constitución. Junto a
de ellas bastante convulsionadas; la evolución económica del país,
la única excepción fue el régimen esto dio nacimiento a lo que por
de Castro en Cuba, que sobrevivió un tiempo se llamó el "modelo
al fin de la Guerra Fría. chileno", como un buen ejemplo
Si bien los proyectos económi- de retorno a la democracia sobre
cos de los presidentes Raúl Alfon- bases sólidas. Era otro ladrillo que
sín y José Sarney, en Argentina y ayudaba a crear una buena imagen
Brasil respectivamente, tuvieron acerca de América Latina en el
un sonoro fracaso, ocasionando un mundo europeo y más allá.
ambiente de crisis al final de la dé-
cada, en el primer caso, realzaron
la presencia de ambos países en el La caída del Muro en la
ámbito internacional. Existía una región: protagonismo
impresión de que estas dos nacio- europeo y presencia de
nes representaban un movimiento Asia
hacia una normalidad civilizatoria.
No fue así en el caso de Alan Gar- La atmósfera política de la
cía en Perú, ya que su postura, de región respondía, en muchos
un populismo que insistía en un sentidos, a un extraordinario
camino propio y de tonalidades acontecimiento sísmico y, a la vez
antiimperialistas, se vio oscurecida no violento, que fue la "caída del
por una crisis económica mayor y Muro" (1989), que simboliza el

99
Estudios Internacionales 185 (2016) • Universidad de Chile

fin de los sistemas marxistas en ficado en los sistemas marxistas.


Europa como un proceso de de- El caso más espectacular y que
mocratización, sin embargo, no sigue manteniendo una influencia
siempre exitoso. Al mismo tiempo, en América Latina, es el desarrollo
emergía el "modelo occidental" de la China postcomunista (aunque
de democracia como el único pa- por razones de legitimidad interna
radigma válido a lo largo de todo sigue llamándose "comunista"),
el globo. Por cierto, la práctica y aunque ha creado una nueva
era algo distinta y su esplendor ha polaridad internacional en base a
ido disminuyendo en las casi tres la exclusiva competencia entre es-
décadas transcurridas.11 tados, ha fortalecido a la economía
En América Latina, al igual mundial de mercado.
que en otras partes, el período de El establecimiento de sistemas
la post Guerra Fría se caracterizó democráticos en América Latina
por una convergencia entre la caracterizó a la década de 1990.
democracia y la economía de mer- Esto coincidía, o quizás en parte
cado. Se la ha llamado también se debía a que en el continente la
hegemonía del "neoliberalismo" o clase militar dejaría de ser un ac-
Consenso de Washington. No nos tor protagónico dentro de la clase
parecen adecuadas estas últimas política. En menor grado, algo
expresiones, ya que lo que subyace de esto sucedía en otras regiones
a la nueva economía política es del mundo, si bien parece tratarse
un debate que ha acompañado a de un fenómeno de relativa larga
todo el desarrollo material de la duración. Los nombres de Patricio
modernidad; la discusión acerca Aylwin, Ricardo Lagos, Fernando
de los límites entre la espontanei- Henrique Cardoso y, por un mo-
dad del mercado y la esfera de las mento, Carlos Menem, parecen
políticas públicas. Lo que sí había simbolizar esta orientación. Se
sucedido y que tendría un impacto daba también una vinculación ac-
por una década en América Latina, tiva con las instituciones europeas
sería la crisis de los modelos alter- y una relación estrecha, al menos
nativos de un radical estatismo, en cuanto a lo que era antes, con
colectivismo, en general personi- la clase política latinoamericana,
producto indirecto del exilio y del
11
Un buen balance de lo que significó
debilitamiento de las persuasio-
el cambio en las relaciones interame-
ricanas y globales para América La- nes radicales. En las décadas que
tina está en Abraham F. Lowenthal y siguieron tuvo un cierto prota-
Gregory F. Traverton, América Lati- gonismo una vinculación política
na en un mundo nuevo (México: entre la España postfranquista y
Fondo de Cultura Económica, 1996;
original, 1994). el mundo latinoamericano. Tam-

100
Joaquín Fermandois
Entre la geografía y el mundo: América Latina ante el sistema global

bién la constitución de la Unión zó a regir en 1994 sin demasiada


Europea en la década de 1990 y oposición interna, aunque fijando
en la primera del siglo XXI seguía una rivalidad muda con Brasil por
constituyendo un poderoso punto el alma latinoamericana. A veces
de referencia en la creación de se ha querido compensar este tipo
una institucionalidad análoga en de relaciones con otras de orienta-
esta América. La formación del ción sur-sur, tanto en el tradicional
MERCOSUR mostraba alguna sentido de romper una orientación
ambición de este tipo, si bien en lo exclusiva con el «norte» como en
económico terminó, en lo básico, el espíritu del regionalismo abierto,
siendo un factor de integración en lo que se inscribe, me parece, la
entre Brasil y Argentina. En lo Alianza del Pacífico entre México,
político pasaría a tener un papel Colombia, Perú y Chile.12
mayor, pero no decisivo, debido Un tercer elemento de reacción
a la evolución política interna de latinoamericana ante los cambios
los países y de un sentido de crisis internacionales fue la aproxima-
de la democracia y, en parte, del ción hacia Asia y, sobre todo, desde
orden económico que se enseñorea el 2000, el surgimiento aparen-
de la región hacia el 2000. En la temente imparable del fenómeno
década de 1990 existía una especie chino y su impacto económico y,
de competencia entre esta orien- en menor grado, político en la re-
tación hacia Europa y la ofensiva gión.13 Chile había sido una especie
en economía política de EE.UU. de vanguardia en tender puentes
para integración, una zona de libre económicos hacia Asia, en parte
comercio desde Alaska hasta la para compensar el aislamiento
Patagonia, según lo expresó el ex político. Después los países de la
presidente George Bush padre en ribera del Pacífico comienzan a
1990. Brasil miraba con cierta des-
confianza esta orientación y solo 12
Sobre sur-sur, Bruno Ayllón, La
Chile −país inspirado en un nuevo Cooperación Sur-Sur y Triangular:
¿subversión o adaptación de la coo-
consenso interno que duraría al peración internacional? (Quito,
menos un par de décadas− optó Ecuador: IAEN), reseña de Bernabé
con paciencia por esta orientación Malacalza, Estudios Internacionales,
hasta firmar un TLC con Estados 48, 183, 2016; Gladys Lechini,
«América Latina y África. Entre la
Unidos, en 2003. El caso más
solidaridad Sur-Sur y los propios
espectacular y con más peso, na- intereses», Estudios internacionales,
turalmente, fue la integración de 46, 179, septiembre-diciembre 2014.
México a un bloque económico 13
Lidia Gaska, «China y los países en
con Estados Unidos y Canadá, co- desarrollo. El caso de América Lati-
na», Estudios Internacionales, 44,
nocido como NAFTA y que comen- 171, enero-abril 2012.

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Estudios Internacionales 185 (2016) • Universidad de Chile

ingresar o a tener observadores en varios países. Ha habido muchas


APEC y en otras organizaciones diferencias entre ellos en política y
que vinculan a las dos Américas en economía; también en la política
con Asia-Pacífico. Gradualmente, internacional ante las grandes po-
el comercio y las inversiones chinas tencias y los bloques. El Brasil de
llegan a todas partes y a veces po- Lula convivía con estas tendencias
seen un sutil mensaje político, que y, en general, perdió protagonismo
en general se dirige a establecer una en América Latina a favor del régi-
cierta rivalidad con EE.UU. Los men venezolano. En otro sentido,
fundamentos de esta competencia sin embargo, no dejaba de ser
tienen escasos o ningún sentido una democracia latinoamericana
ideológico, pero apuntan hacia una clásica y mantenía una discreta
nueva lucha de poderes en algunos y excelente relación con Estados
rasgos no muy diferentes a la que Unidos, así como una política de
existía hacia 1914.14 bajo perfil pero efectiva en áreas
de políticas de desarrollo.15
El principal paradigma estuvo
Contorsiones o regreso constituido por la Venezuela de
de la historia en el Hugo Chávez. Surgió, como varios
siglo XXI casos de la historia continental,
del nacionalismo militarista de iz-
Los años del siglo XXI mostra- quierda y de un intento de golpe de
ron la sencilla evolución hacia la oficiales jóvenes. Al transformarse
integración económica mundial, en un actor político relevante,
pero también una polarización en- conquistó el poder por las urnas
tre los países latinoamericanos y en y transformaría Venezuela. Tenía
su interior, que en ciertos aspectos mucho del tipo de un Perón más
parecían historia ideológica del radicalizado en lo interno y exter-
siglo XX o de más atrás todavía. El no, en donde el antiimperialismo
surgimiento de fórmulas políticas concentrado casi exclusivamente
neo-populistas (o "nacional-popu- en los Estados Unidos jugó un
lar") ejerció una fascinación a lo papel desorbitado. Fue un típico
largo del continente y dominaba en sistema populista latinoamericano,
aunque tuvo la novedad de que
14
Un análisis de la significación de
después de la Guerra Fría creció, en
MERCOSUR en la articulación de la
región con el sistema internacional,
Raúl Bernal-Meza, Sistema mundial 15
Leticia Pinheiro, Gabrieli Gaio,
y Mercosur. Globalización, regiona- «Cooperation for Development,
lismo y políticas exteriores compara- Brazilian Regional Leadership and
das (B.A.: Grupo Editor Latinoame- Global Protagonism», Brazilianpo-
ricano, 2000). liticalsciencereview, 2014, 8, 2.

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Joaquín Fermandois
Entre la geografía y el mundo: América Latina ante el sistema global

parte, al alero del régimen cubano hostilizar a EE.UU., entre otras


–al que además ayudó a sostener razones porque la antigua potencia
en lo económico–, desarrolló un hegemónica ha ido desatendiendo
lenguaje y estilo marxista, aunque las cuestiones hemisféricas más y
en los diecisiete transcurridos más, con excepción de fenómenos
(Chávez falleció en 2013) no se que arriban a las costas norteame-
puede decir que Venezuela sea un ricanas, como el narcotráfico y la
régimen marxista. Conserva, cada inmigración.17 Aparte de ello, la
vez de manera más tenue, algunos preocupación más destacada de
elementos de pluralismo político. EE.UU. ha sido la de preservar la
Parece una revolución en ritmo estabilidad.18
lentísimo. Por más de tres lustros Brasil con Lula mantuvo en lo
ejerció protagonismo creando el interno una típica democracia post
polo más llamativo de la región Guerra Fría, aunque en el país se
latinoamericana en comparación creaba una polarización que no
a regímenes que tenían alguna llegaba a extremos, al menos hasta
analogía. Los más parecidos, natu- el 2015. En lo internacional fue
ralmente, eran los casos de Cuba, donde mostró ambiciones al arti-
Nicaragua y, en algunos aspectos, cularse con Rusia, la India, China
la Bolivia de Hugo Morales. En y Sudáfrica, en cuanto "economías
términos decrecientes, aunque con emergentes" (BRICS) y una con-
una activa retórica más o menos cepción de los derechos humanos
antinorteamericana, de pocas que se apartaba en un grado de
consecuencias, seguían las aguas la democracia liberal.19 La dife-
los gobiernos de Rafael Correa en
17
Luis Fernando Vargas-Alzate,
Ecuador y la Argentina de Néstor
«Washington and Latin America: A
Kirchner y Cristina Fernández. El Considerable Indifference», Análisis
Brasil de Lula tenía una posición Político, 86, enero-abril de 2016.
peculiar, ya que parecía ceder el También en un estudio macizo, muy
liderato latinoamericano ante crítico de Washington, Brian Love-
man, No Higher Law. American
Chávez, aunque mantenía la tra- Foreign Policy an the Western Hemi-
dicional influencia de bajo perfil sphere since 1776 (Chapel Hill: The
de Itamaraty.16 Era fácil, además, University of North Carolina Press,
2010), pp. 377-385.
16
Para la política de Brasilia hacia el 18
Gian Luca Gardini, Latin America
MERCOSUR, Marcelo de Almeida in the 21st Century. Nations, Region-
Medeiros, Clarissa Franzoi Dri, alism, Globalization (Londres, New
«Which Brazilan policy for Regiona- Yoir: Zed Books, 2012; original,
lism? Discourse and Political Devel- Roma, 2009), pp. 97-112.
pment in Mercosur», Estudios Inter- 19
Un principio básico señalado por el
nacionales, 45, 175, mayo-agosto Ministro de Relaciones Exteriores de
2013. Brasil, Antonio Azevedo da Silveira,

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Estudios Internacionales 185 (2016) • Universidad de Chile

rencia entre estos países era y es ímpetu y ha aumentado la crisis


muy grande y, desde luego, dos de del régimen venezolano, tanto por
ellos no constituyen democracias. el eterno tema latinoamericano
Como decíamos, ello no estaba de la caída de los precios de los
para una articulación relativamen- recursos naturales, como por un
te próxima con Estados Unidos vigor aminorado en el propósito
y con la Unión Europea, aunque político. Los movimientos elec-
mantuviera distancia con la inte- torales en este último tiempo en
gración económica con esos dos América Latina han favorecido a
bloques. Coincidía con el grupo fórmulas políticas más orientadas
ALBA, liderado por la Venezuela al modelo occidental y a una in-
de Chávez y Maduro, en tomar teracción positiva con EE.UU. y
a Rusia y quizás a China –y el Europa, aunque no se vaya a ma-
Irán antioccidental– como alia- nifestar nunca en la totalidad de los
dos estratégicos, cuyos regímenes intereses políticos y estratégicos.
constituían sistemas autoritarios Entre tanto, América Latina sigue
y que en muchos sentidos podrían buscando un lugar apropiado en el
calificarse de "derecha"; una de sistema internacional. La idea de
las paradojas de la post Guerra la unidad latinoamericana como
Fría que, en todo caso, no llegó antídoto a la debilidad global ha
muy lejos. La crisis económica parecido siempre como una fina-
traducida en la baja de las mate- lidad estratégica. ¿No sería mejor,
rias primas y la crisis política que dada la realidad de las naciones,
acaba de suceder en el segundo organizar la estabilidad, la flexi-
mandato de la sucesora de Lula, bilidad, el estado de Derecho, el
Dilma Rousseff, ha terminado por mejoramiento y justicia social y
sepultar esta orientación, aunque el progreso económico y, con ello,
algunos de sus elementos pertene- de manera casi inconscientemente
cen a tendencias de largo plazo de automática, se crearía una nueva
la política exterior brasileña y no relación con el resto del mundo?
van a desaparecer del horizonte.
En estos últimos años, la orien-
tación neo-populista ha perdido Bibliografía
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