ALMIRANTE PADILLA JOSE PRUDENCIO PADILLA

El Hijo del Mar.

“El mar fue testigos de tus hazañas y proezas.
La marea no podría borrar la importancia de tu legado,
Quedar inmaculado tu nombre fue tu mayor recompensa,
Una sociedad sin diferencia racial, es para ti lo más apreciado” José Padilla

En las agrestes tierras de la península de la Guajira, donde la inclemencia del clima, pareciera
temblar el espíritu y el coraje reacio de sus gentes, enmarcado en paisajes mágicos, en atardecer
donde se mezclan perfectamente el ciclo, el mar y el sol; en una mañana del 19 de Marzo de 1778,
Nace José Prudencio Padilla en su color de piel se refleja algo de África y su mística ancestral,
fueron sus padres Andrés y Josefa Lucia López, gente del pueblo, honestas, sencillas y
trabajadores, José Prudencio nació y creció en los astilleros de su padre, razón por la cual gente
desde muy temprana edad las embarcaciones marinas y fluviales, acrecentando el amor por su
futura profesión, la cual inicia antes de cumplir los 20 años, abordando el buque de guerra español
San Juan Nepomuceno, transportándolo desde su natal Riohacha hasta el puerto de Cadiz en
España; donde no pasa desapercibido por su origen Neogranadino y su biotipo.

En Octubre de 1805 El buque San Juan Nepomuceno es capturado con su tripulación, con ella José
Prudencio Padilla por una escuadra de naves Inglesas. La batalla de Trafalgar es conocida como
una de las más sangrientas y temerarias de la historia. Padilla es mantenido prisionero por tres
años en la plaza militar Británica de Portsmouth donde soporto inviernos extremos y tratos
inhumanos que ayudaron al fortalecer su carácter. A finales de 1809 cuando pisa Cartagena es
nombrado Contramaestre del arsenal de dicha cuidad por el gobierno español y empieza a
conocer el descontento del pueblo por los impuestos y las leyes despóticas; razón por la cual pide
la renuncia a la Corona Española y comienza a participar en las reuniones de los patriotas. En 1811
Padilla participa en la revolución Cartagenera comprendiendo su deber de contribuir con la
liberación de otras zonas de la Nueva Granada aún bajo el yugo español, añorando volver a su
esencia exclamaba frases como “me siento como un cero a la izquierda si abandono el mar”. En
1813 le fue entregada bajo su mando la goleta velera ejecutivo con la cual en una valerosa acción
captura al mariscal de campo español Alejandro Hore siendo recompensado por el gobernador de
Cartagena con el grado de Gran Alférez de Fragata de la Marina de la Republica.

Mientras tanto la corona española envía al General Pablo Morillo quien gozaba de una reputación
tenebrosa con la misión de recuperar la ciudad de Cartagena a sangre y fuego. Padilla logra sortear
la flota de guerra española y arriba en las costas de Jamaica, encontrándose con el General Simón
Bolívar en la ciudad de Kingston; donde posteriormente viaja a la Republica de Haití, donde es bien
recibido por Alejandro Petion, con el aval del General Bolívar, y con el Grado de Teniente de Navío
Padilla supervisa las naves para trasladarse hacia Venezuela. Al llegar observa el odio racial y
social entre las clases. En tierras venezolanas durante un abordaje en el rio Orinoco Padilla es
herido por una bayoneta en su rostro, sin mayores complicaciones aparte de una visible cicatriz.
Padilla se enamora de una hermosa mujer trigueña oriunda de la Isla Margarita llamada Pabla
Pérez con quien contrae matrimonio. El 7 de Marzo de 1820 arriba a su natal Riohacha en
compañía de su esposa permaneciendo cerca de 100 días en su terruño. Las estrategias

De guerra de Padilla eran innovadoras, disfrazaba los barcos y les colocaba la bandera de España,
tomando por sorpresa al enemigo catapultando sus ascensos al Grado de Coronel y avivando a su
vez la envidia y la enemistad de algunos militares especialmente el General venezolano Mariano
Mantilla. Padilla no le basto el surcar los mares sino que recorrió ríos como el Magdalena y
llegando a la población de Lorica en la ribera del rio Sinú. El 24 de Junio de 1821 Padilla concreta la
liberación de Cartagena; El pueblo estallo en jubilo ante tal hazaña del mulato que encarnaba
cualidades como su simplicidad, profundidad siendo franco, natural y espontaneo atrayendo la
admiración y el gusto de mujeres que también eras pretendidas por el General Mantilla y se
exhibía en público con ellas aumentando la rivalidad entre ambos, siendo acusado Padilla de
promover la inconformidad y el desorden público. Padilla lleva al máximo su estrategia de
combate en la batalla de Maracaibo Venezuela, siendo su punto cumbre el 23 de Julio de 1823
donde vencen una monumental batalla a la flota Realista Española, obteniendo con su éxito el
Grado de Gran Almirante de Colombia es innegable el aprecio que gozaba el Almirante Padilla en
las clases populares siendo el mismo un ideal de superación que los representaba razón por la cual
su nombre sonaba en el subconsciente del General Simón Bolívar como su posible sucesor en las
riendas del poder. A su vez este criterio no gozaba de buena ace ptación por el General Santander
quien concebía a Padilla como un hombre del común sin una buena educación y representante de
la “Pardocracia” como era tildado a los descendientes de negros que se encontraban con ideales
de ser incluidos en los ámbitos Gubernamentales. El libertador Simón Bolívar se inclinaba por
implementar una monarquía un dictatoría, teniendo dos opciones para hacerlo: reformar la
constitución de Cúcuta de 1821 o una golpe militar el cual era apoyado por la cúpula militar
allegada a Bolívar la cual toda era venezolana. Padilla siempre fue un soldado al servicio de las
leyes, motivo por el cual sin quererlo se acerca más a la concepción del General Santander. El 26
de Mayo de 1828 el Almirante

Padilla es preso en Cartagena y trasladado a Bogotá acusándosele de conspirador. Bolívar el 15 de

Marzo de 1828 había reformado el Decreto para juzgar a los sindicados como conspiradores
aplicándoles la pena de muerte para disuadir a los que no estaban de acuerdo con sus
ordenamientos. El 25 de Septiembre de 1828 un grupo opositor del General Bolívar toma a la
fuerza la casa cárcel donde se encontraba Padilla asesinando a su carcelero y le comentan su plan
para derrocar del poder al General en mención ante tales afirmaciones Padilla se opone y regres a
posteriormente por sus propios medios a su lugar de reclusión. El 1 de Octubre de 1828 el
Almirante Padilla fue condenado a la pena capital por los delitos de conjuración y traición. Siendo
ejecutado muy temprano al día siguiente en compañía del Coronel Juan N. Guerra en la plaza
mayor de Bogotá siendo sus últimas palabras: ¡VIVA LA LIBERTAD!, Los cadáveres del Almirante
Padilla y el Coronel Guerra posterior a su ejecución son colgados durante todo el día.

Mueren por las balas de la Republica que habían ayudado a nacer. En su honor a su legado la
Escuela de Oficiales de la Naval lleva su nombre contribuyendo en nuestros tiempos a la libertad,
la equidad y nuestra soberanía Nacional.