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L-Glutamina Terapia ortomolecular FUNCIÓN El aminoácido L-glutamina está implicado en más

procesos metabólicos que ningún otro. Así por ejemplo, participa en el equilibrio ácido-base, la
regulación del volumen celular, el metabolismo de la proteína, grasa e hidratos de carbono y es un
combustible para los intestinos y para las células del sistema inmune. La L-glutamina es además
esencial para el tejido muscular, donde es el aminoácido más común y más usado, y constituye por
así decir la fuerza impulsora que hay detrás de la síntesis muscular, además de resultar asimismo
de importancia esencial para el sistema inmune y la síntesis de glutatión, en combinación con la N-
acetil cisteína (NAC). En el sistema nervioso central (SNC) desempeña un papel de gran
importancia, como se ve entre, otros aspectos, en el hecho de que resulta el aminoácido más
común en el líquido cefalorraquídeo. Como la L-glutamina en principio puede elaborarla el propio
cuerpo (en particular en el músculo esquelético), fue clasificada como no esencial y por este
motivo hasta fechas recientes no fue objeto de mucha investigación. Sin embargo, en los últimos
años se ha visto que en determinadas circunstancias este aminoácido sí puede volverse esencial y
hay gran cantidad de situaciones en las que la producción propia puede no ser suficiente, como
tras operaciones de importancia o en atletas que realicen grandes esfuerzos. La L-glutamina es
muy importante para el sistema inmune, en concreto para los linfocitos y los macrófagos. Estas
células consumen grandes cantidades de glutamina, incluso cuando no hay ninguna infección,
pero en las reacciones inmunes el consumo se incrementa de forma dramática. Cuando entonces
la síntesis endógena de glutamina no es suficiente, esto supone un coste para la respuesta
inmunitaria. La glutamina reviste una gran importancia para la función inmunitaria en las mucosas
de las vías respiratorias y el tracto gastrointestinal. En estas zonas se produce s-IgA, anticuerpo
que forma allí la primera defensa. La L-glutamina ayuda a restablecer el nivel de producción de s-
IgA si este se ha visto alterado. Otro aminoácido emparentado con la glutamina, el ácido
glutámico, cumple en el sistema nervioso central una serie de importantes funciones clave. Así por
ejemplo, constituye un destacado neurotransmisor excitatorio y también puede transformarse en
el neurotransmisor inhibitorio GABA (ácido gamma-aminobutírico). Además de todo ello, la
glutamina es, junto con la glucosa, el combustible de las células cerebrales. Finalmente, el ácido
glutámico tiene también un importante efecto desintoxicante. Sin embargo, el ácido L-glutámico,
al igual que la mayoría de los demás aminoácidos, tiene dificultades para atravesar la barrera
hematoencefálica. Frente a esto, la L-glutamina es uno de los pocos que pueden cruzarla con
facilidad, tras lo cual, una vez en el cerebro, se transforma rápidamente en glutamato (ácido
glutámico). El ácido glutámico puede volver a transformarse en glutamina mediante la captación
de un grupo amino a partir de amoniaco. De esta forma, la glutamina se encarga de la
desintoxicación de amoniaco sobrante en el cerebro. La glutamina protege asimismo contra los
efectos del alcohol y reduce el deseo de esta sustancia y en algunos casos de azúcar. Además, el
ácido glutámico es un componente del fólico y forma parte del compuesto de cromo que se
conoce como factor de tolerancia a la glucosa (GTF). INDICACIONES infecciones crónicas práctica
deportiva intensa síntesis de glutatión inmunodeficiencia (p. ej. SIDA) fenómenos de abstinencia
de alcoholismo y adicciones en general gastritis úlcera de estómago y duodeno (también colitis
ulcerosa) sobreestimulación motora y sensorial terapia complementaria en quimio y radioterapia
síndrome del intestino permeable reprogramación metabólica CONTRA-INDICACIONES En las dosis
indicadas no se conocen contraindicaciones de la L-glutamina

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