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REVISTA Bajista
NÚMERO 4
© Cristian Grüner
* por cortesía de Ares Editorial
ARTÍCULO:
Siempre llega, en la carrera de un bajista, el momento de comprar su primer buen equipo de amplificación.
Casi todos comenzamos enchufando nuestro bajo barato en un amplificador Hi Fi, o en un ampli de guitarra, y luego
buscamos el primer amplificador, también barato, pero con el que ya podemos competir en volumen con la batería.
Si las cosas siguen yendo bien, compramos nuestro primer buen bajo, y al poco tiempo, le toca el turno al
amplificador.
En efecto, la compra de un buen sistema de amplificación suele ser uno de los últimos pasos en el equipamiento de
un bajista, por lo cual, la mayoría llegamos a esa fase ya con cierta experiencia en ensayos y actuaciones de poco
aforo (bares, clubes, etc.).
Es normal que un músico con cierta experiencia conozca las opciones existentes en el mercado, y las baraje
detenidamente.
En este artículo intentaremos dar algunos puntos de vista, y aclarar algunas cuestiones, que puedan ayudar en la
decisión.
Las tres opciones anteriores, están ordenadas por precio. Así, el Combo será la más barata de las opciones, y el
sistema Previo + Etapa + Altavoces, la más cara.
Ordenadas inversamente, encontramos las prestaciones. El sistema Previo + Etapa + Altavoces, es el que mayor
calidad nos permitirá obtener, y el más versátil, mientras el combo es el más limitado en esos sentidos.
En otras palabras, a medida que aumenta el precio aumentan la calidad, las prestaciones, y la versatilidad.
Siempre hablando de aparatos de la misma gama, naturalmente, ya que un combo de gama alta, puede resultar más
caro que un amplificador + altavoces de gama media, pero si equiparamos los dos sistemas dentro de una misma
gama, el resultado es el que comentamos.
En las próximas líneas, teniendo siempre en cuenta estos factores principales, explicaremos las particularidades de
cada sistema, sus posibles configuraciones, y sus ventajas y desventajas.
El Combo:
El combo es el tipo de amplificador que integra, en un mismo mueble, previo, etapa de potencia, y altavoces.
Generalmente en la parte superior está la sección de cabezal, desde donde tenemos acceso a los controles de
ecualización (previo), y master y volumen (etapa de potencia).
Se trata del tipo de amplificador más extendido, por lo que pueden encontrarse todo tipo de modelos, de todas las
gamas, tamaños y potencias.
Entre las marcas que fabrican combos de gama media, podemos encontrar a: Roland, Ibanez, Behringer, Fender,
Peavey, Vox, Crate, Carlsbro, Laneyetc, Trace Elliot, Torque.
Y de gama alta: SWR, Ampeg, EWS, Warwick, Gallien Krueger, Hughes & Kettner, Hartke, Eden, Mark Bass, etc.
Configuraciones: La única posibilidad de combinación que tienen los combos, es la de utilizar una segunda caja de
altavoces. Según las características del combo, esta caja silenciará la del combo, o se sumará a ella, repartiendo la
potencia. En algunos amplificadores ocasiones también podemos optar por una u otra combinación mediante un
botón selector
La opción es interesante para combinar un combo pequeño, o mediano, con una segunda caja.
Normalmente, esto también permite a la etapa de potencia del combo trabajar a mayor rendimiento, sin ejercer toda
la presión sobre un único altavoz.
Esta opción ha sido muy utilizada por bajistas profesionales, y es especialmente adecuada cuando se tocan diversos
estilos, ya que algunos pueden requerir escasa amplificación, siendo el combo suficiente, y para estilos o conciertos
en los que se necesite más volumen, se cuenta con una segunda caja.
Para esto suelen escogerse combos de gama alta, en donde exista una buena relación prestaciones/tamaño, ya que
en este caso, todas las posibilidades de procesamiento del sonido (ecualización, compresión, ganancia, etc.)
dependerán del combo.
Este combo de Mark Bass, tiene una potencia de 400w RMS, con dos altavoces
de 10’.
La sección de previo tiene buenas prestaciones.
Es una configuración de combo excelente para combinar con una segunda caja
de 15’
Otro modelo muy adecuado para combinar con una segunda caja, es el combo Yamaha
BS250.
Con dos altavoces de 10’, y una potencia de 250w.
Con unas medidas de 505x625x415 y 31,5 kg de peso, no pasa de ser un combo mediano.
La opción de Hughes and Kettner con dos altavoces de 10’ es el QuantumQC 421:
400w RMS;
2 altavoces 10’ doble bobina;
29 kg;
60x62x40,
Como en tantas otras áreas, reducir el tamaño es un factor vital, por lo que muchas empresas han trabajado, y
trabajan actualmente, en el desarrollo de un combo pequeño con prestaciones similares a las de uno grande...o al
menos mediano.
Dos firmas se especializaron hace algunos años en este tipo de combos de tamaño muy reducido:
Polytone y Gallien Krueger, pero en el mismo diseño de los aparatos, ya se ve que ambas renuncian a equipararse
en volumen a un combo mediano, y apuestan por otro tipo de mercado, principalmente contrabajistas, donde las
exigencias de volumen son menores.
Muchos bajistas, y sobre todo contrabajistas, han optado por llevar un mini-amplificador del tipo Gallien Krueger, y
disponer de una segunda caja para cuando es necesario más volumen.
Al disponer de una segunda caja el rendimiento de este tipo de amplificadores cuanto menos se duplica, ya que su
principal limitación está en el tamaño del altavoz y la caja acústica. Por eso, ya están previstos para sacar su máximo
rendimiento con un segundo altavoz.
15 W,
369x330x229 mm,
7,0 kg
Hartke B20
20 W,
389x373x244 mm,
10,0 kg
Peavey MICROBASS
20w,
330x381x206 mm,
9,3 kg
Vox T15
15w,
284x170x274 mm,
4,8 kg
30w,
440x398x256 mm,
13,5 kg
328x404x347 mm,
13,0 kg
Hartke B30
30w,
455x373x244 mm,
13,6 kg
Hartke Kickback 10
120w,
464x394x305 mm,
13,0 kg
35w,
400x450x285 mm,
14,9 kg
Vox T25
25w,
400x305x540 mm,
14,0 kg
Hughes and Kettner QuantumQC 310:
250w RMS;
10’ doble bobina;
17,5 kg;
50x50x35
80w,
413x368x356 mm,
14,0 kg
60w,
550x460x305 mm,
20,0 kg
Hartke B60
60w,
518x477x343 mm,
20,0 kg
50w,
470x308x530 mm,
19,0 kg
Vox T60
60w,
473x455x350 mm,
17,3 kg
Warwick Take 12
80w,
555x395x325 mm,
16,5 kg
Combos con altavoz de 12’ y mayor potencia
120w,
509x410x406 mm,
22,0 kg
100w,
378x465x390 mm,
17,0 kg
Hartke Kickback12
120w,
483x394x406 mm,
18,0 kg
SWR Workingman WM12
120w,
394x565x387 mm,
21,5 kg
Warwick W-CL
150w,
445x465x400,
21,5 kg
Yamaha BS120
120w,
470x530x415,
22,5 kg
Hugues and Kettener QuantumQC 412:
400w RMS;
Altavoz 12’;
19,5 kg;
55x55x35,
125w,
495x566x457 mm,
23,5 kg
HARTKE KICKBACK15
120w,
552x457x425 mm,
20,0 kg
PEAVEY TKO 115
75w,
571x336x660 mm,
30,50 kg
150w,
638x362x683 mm,
36,3 kg
Warwick Sweet15
150w,
645x530x345 mm,
25,0 kg
Yamaha BS120
150w,
480x575x415,
25,0 kg
Peavey Combo 115
200w,
622x638x667 mm,
42,6 kg
250w,
535x590x485,
33,0 kg
400w RMS;
Altavoz 15’;
24 kg;
60x62x40,
Combos con prestaciones profesionales:
120w,
352x483x352 mm,
17 kg
350w,
584x657x467 mm,
41 kg
Para estos casos, el combo puede ser una opción adecuada. Hoy en día se están fabricando combos muy
compactos, que en poco espacio, y con peso reducido, consiguen un rendimiento a veces asombroso.
Sin embargo, el combo tiene, de por sí, un punto débil, y es que siempre deberemos transportarlo “completo”. Si
tenemos un combo grande (por ej. 300w), que nos asegure no quedarnos cortos en locales más o menos grandes,
tendremos que moverlo de forma inapelable, aunque sepamos que vamos a tocar a un local muy pequeño. Si
utilizamos un combo pequeño (80w), no tendremos volumen suficiente, y si utilizamos uno mediano (150w),
estaremos igual que con el grande, pero tampoco iremos tan sobrados de volumen.
Tal vez la opción más adecuada para estas situaciones sea la combinación de un combo mediano con una segunda
caja de altavoces.
Naturalmente, un combo grande hará el trabajo con mucha más facilidad que uno mediano.
Aunque sigue siendo más recomendable la combinación de un combo mediano con una segunda caja de altavoces,
un combo pequeño nos serviría perfectamente en estas situaciones para escucharnos a nosotros mismos. El resto de
instrumentos los escucharemos por los monitores de escenario.
El único problema con el que nos podemos encontrar es que en el escenario haya excesivo volumen.
Podemos solucionar esto pidiendo que también nos pasen por los monitores de escenario.
Por tanto, un combo grande va perdiendo sentido. En cambio un combo mediano o pequeño, puede ser más
transportable, y si se combina con una segunda caja, podemos sacarle mayor rendimiento cuando sea necesario..
De todas formas, si optamos por un combo, tal vez lo más razonable sea renunciar a un sistema con muchos watios,
ya que eso nos llevaría a un combo grande, con las dificultades de transporte y versatilidad que conlleva.
Existen otros sistemas más adecuados para cuando se necesita mucha potencia.
El Amplificador + Altavoces:
Este sistema es tal vez el más adecuado en relación calidad-precio. Podemos obtener una prestaciones muy
aceptables sin gastar un exceso de dinero.
Sin llegar a la máxima versatilidad que nos daría un sistema de Previo + Etapa + Altavoces, con este sistema
podemos llegar a conseguir algunas combinaciones con diferentes cajas, que nos facilitarán el trabajo y el transporte
en muchas ocasiones.
Por otra parte, muchos cabezales pueden ser utilizados solo como previos, y ese es un recurso interesante cuando
tocamos con otro amplificador, y no queremos renunciar a nuestra ecualización personal.
Amplificador o Cabezal: El cabezal es la parte de ecualización y potencia de un combo, separada del mueble del
altavoz. Existen modelos que son básicamente eso, y otros un poco más especializados, es decir, empresas que al
hacer un cabezal, lo dotan de mayores prestaciones que las que podría tener el amplificador de un combo.
En muchos cabezales de gama alta pueden encontrarse prestaciones que los equiparan a un previo de calidad. Las
opciones de conexión con la mesa de mezclas suelen ser depuradas.
Sin embargo, existen varias gamas de cabezales, entre los que podemos encontrar aparatos básicamente sencillos,
de un precio asequible, que nos permiten montar un sistema de este tipo por un precio no mucho más elevado que el
de un combo.
Existen también muchas variantes en cuanto a la potencia, aunque no suele haber de menos de 300w
La ventaja que salta a la vista en este sistema, es la posibilidad de diferentes combinaciones en los altavoces.
Normalmente, un amplificador puede utilizarse con una o dos cajas que, generalmente, llevarán altavoces de 10 y 15
pulgadas.
Mark Bass
Altavoces: Al separar los altavoces del amplificador, se gana una enorme gama de combinaciones. Existen cajas
específicas para todas las combinaciones posibles. Veremos algunas de esas combinaciones típicas en la sección
“Configuraciones”.
Pero centrémonos en los altavoces. En los últimos años, la industria de los altavoces ha crecido y evolucionado al
mismo ritmo que todas las ramas de la tecnología.
Hace ya varios años, comenzaron a usarse altavoces de 10’ para el bajo, tamaño que antes parecía imposible.
Para reproducir una frecuencia muy baja, la membrana del altavoz debe efectuar un movimiento mayor, y por eso se
trabajaba con diámetros mayores en los altavoces.
A partir de que se desarrollaron altavoces más resistentes, capaces de efectuar movimientos más amplios (es decir,
reproducir frecuencias bajas), sin necesidad de mayor diámetro, quedó abierta la puerta para que los bajistas
pudiéramos utilizar altavoces de 10’.
Luego solo hizo falta una sencilla cuenta: si en el mismo espacio en el que monto un altavoz de 15’, monto dos de
10’, en lugar de desplazar 15’ de aire, desplazo 20’. Una cuenta fácil.
Los altavoces de 10’ conseguirán en general más pegada y definición, pero algo menos de presión y cuerpo.
Existen también altavoces para bajo de 8’. En cambio los gigantes de 18’ prácticamente han desaparecido.
En los últimos tiempos, muchas empresas han experimentado materiales nuevos, principalmente orientados a
aumentar la resistencia, y aligerar el peso.
Uno de los elementos más pesados de un altavoz es el imán. Recientemente se ha desarrollado un nuevo material
para la construcción de imanes, el Noedimio, que reduce considerablemente el peso.
Este material ya es utilizado por marcas prestigiosas como Mark Bass o Hughes and Kettner.
Cajas Acústicas: Las Cajas Acústicas, Cajas, o Bafles, son la caja en la que van montados los altavoces.
El nombre de “Caja Acústica”, lejos de ser pretencioso, es el que mejor describe su trabajo.
No se trata, en lo más mínimo, de “cajones” de 4 paredes donde van insertados los altavoces.
Lo cierto es que los ingenieros y técnicos de las empresas de este ramo, dedican tanto esfuerzo a la caja como al
mismo altavoz, y en muchas ocasiones, el precio de esta supera al de los altavoces, justamente por la gran inversión
de tiempo de investigación que las empresas destinan.
Una prueba sencilla que puede realizarse para comprobar la calidad de construcción (no de sonido) de una caja, es
golpear en el costado y en la parte superior. Un altavoz de calidad producirá un sonido apagado y dará la impresión
que se está golpeando una pieza sólida.
Un sonido hueco significa que la caja no tiene una construcción suficientemente sólida
Una de las funciones primordiales que cumple la caja acústica es bajar la respuesta en Hz de los altavoces. El
sistema “Bass Reflex”, en una versión u otra, es utilizado por casi todos los fabricantes para aumentar la respuesta
de los altavoces. Con este diseño interno de la caja, que no es otra cosa que un laberinto por donde el sonido es
conducido para realimentarse y “lanzarse” hacia adelante, se consigue bajar algunos Hz la respuesta general del
equipo, y aumentar cuerpo y presencia de graves en el sonido.
El Bass Reflex tiene tal importancia que uno de los nombres habituales de las cajas acústicas es “Baffle”, que no es
otra cosa que una contracción de las palabras “Bass Reflex”.
Muchas empresas trabajan en el diseño de cajas acústicas capaces de resolver en el mínimo espacio una buena
respuesta de graves, pero aún el diseño interno de la caja sigue siendo indispensable para un rendimiento óptimo de
graves.
2 x 10’
La combinaciones de altavoces que más habitualmente se montan en las cajas 1 x 15’
acústicas son: 4 x 10’
2 x 15’
El diseño de la caja
En otro artículo hablamos de las cajas de Mark Bass, una firma italiana que está pisando fuerte en el diseño de
amplificadores y cajas para bajo eléctrico, y mostrábamos dos cajas, la STD 151H, y la Traveler 151, que es una
versión reducida de la anterior, para “viajeros”.
Las dos cajas montan exactamente el mismo altavoz, la única diferencia es la caja.
La STD 151H (caja normal), responde a frecuencias bajas de hasta 35 Hz, mientras que la Traveler 15 (caja
reducida), baja 5 Hz menos, hasta los 40.
Esa diferencia de 5Hz, no está en el amplificador ni en los altavoces, solo en el diseño interno de la caja.
STD 151H
Traveler 151
Configuraciones: Podríamos hablar de dos configuraciones básicas, cada una con sus variantes:
1 caja: En caso de utilizar una sola caja, lo más frecuente es hacerlo con dos o
cuatro altavoces de 10’.
Por ejemplo, la caja VX1508 de Hartke, monta dos altavoces de 8’ y uno de 15’, y
resiste 350w RMS a 8 Ohms.
Con 2 altavoces de 10’ podremos obtener buen sonido hasta unos 200w RMS de amplificador. Lo cual supone que
los altavoces soporten unos 400w.
Debido a los “picos dinámicos” que se producen, sobre todo con los instrumentos musicales, la caja debe soportar
aproximadamente el doble de lo que envía la etapa de potencia. Más allá de esa potencia, sería aconsejable trabajar
con 4 altavoces.
También existen cajas que combinan un altavoz de 15’ con uno de 8’, que son muy adecuadas como única caja.
2 cajas: en este caso, la combinación más usual es una caja con altavoces de 10’ y otra con altavoces de 15’.
La configuración mayor:
- una caja con 4 altavoces de 10’ y tweeter
- una caja con 2 altavoces de 15’
La configuración pequeña puede funcionar muy bien entre 300 y 400W RMS de amplificador, o incluso hasta 500,
pero para una potencia mayor deberíamos pensar en la otra configuración.
Disponiendo de un total de 4 altavoces de 10’ y dos de 15’, prácticamente no habrá amplificador que se nos resista.
Una de las ventajas más importantes de este sistema, es la versatilidad en cuanto a los altavoces.
Si utilizamos una configuración grande para nuestro equipo (una caja con 4 altavoces de 10’ y otra con 2 de 15’),
podremos utilizar una sola caja, ya que cualquier amplificador nos permitirá conectar una caja o dos, ahorrándonos
de esa forma una buena parte del transporte.
Si disponemos de una configuración más pequeña (una caja con 2 altavoces de 10’ y otra con uno de 15’), en locales
pequeños, y dependiendo del estilo de música, puede ser más que suficiente con la caja con 2 x 10’. La caja de 15’,
eventualmente nos dará más cuerpo, aunque no necesitemos más volumen.
En resumen, este sistema permite varias combinaciones de altavoces con el mismo amplificador, lo cual es muy
cómodo y versátil.
Una configuración adecuada del sistema para una actuación de este tipo sería, en cualquier caso, con dos cajas. Una
con altavoces de 10’ (2 ó 4) y otra con altavoces de 15’ (1 ó 2).
Eventualmente podrían servir perfectamente otras configuraciones como 8 altavoces de 10’, o incluso una sola caja
con 4 altavoces de 10’, pero con cierta potencia.
La versatilidad en la combinación de cajas de altavoces, nos permite un poco más de elección en cuanto a qué
llevamos y qué no.
De esta forma, se evita el peso y tamaño de la etapa, de modo que un previo puede ocupar una sola unidad de rack,
y pesar 2 ó 3 kilos.
Normalmente, al ser una herramienta más especializada, los previos suelen venir equipados, como mínimo, con
prestaciones de ecualización avanzadas, compresor, crossover (divisor de frecuencias) sección de válvulas, loops de
efectos, algunos filtros, y varias opciones de comunicación con la mesa de mezclas (salida balanceada, line out, etc.).
El previo puede ir en un mismo rack con otros aparatos, con frecuencia algún multiefectos.
La gran ventaja del previo es que, con poco peso y en reducido espacio, podemos llevar “nuestro sonido” exacto allá
donde haya un amplificador.
Etapa de Potencia: La etapa de potencia, al contrario que el previo, es solamente la parte del amplificador que da la
potencia, no tiene ningún tipo de control de ecualización ni efectos, solo entrada para la señal del previo, salida para
los altavoces, y controles de volumen. (aparte de controles específicos que pudieran tener las diferentes marcas).
Existen muchos modelos. Uno de los datos importantes que tenemos que mirar los bajistas es la frecuencia de
respuesta, intentando buscar una que baje, al menos, a los 40Hz, aunque 25Hz sería lo ideal.
La mayoría de las etapas grandes ocupan 2 unidades de rack, aunque, cada vez más, se están fabricando etapas de
media potencia, en solo una unidad de rack.
Altavoces:
Para este sistema, son válidas todas las cajas que podemos utilizar con un sistema de Amplificador + Altavoces.
Configuraciones posibles:
Las posibles combinaciones de altavoces son las mismas que con un amplificador. Pero aquí surge una posibilidad
más, que es la utilización de una o dos etapas de potencia.
Si utilizamos una sola etapa, nos veremos obligados a usarla en puente cuando utilicemos un solo altavoz, y en
estéreo cuando utilicemos dos cajas.
Para poder funcionar con una sola caja, en puente, necesitaremos que la caja sea de 8 Ohms.
En cambio, cuando funcionemos en estéreo, con dos cajas, al ser de 8 Ohms, recibirán algo más de la mitad de la
potencia que la etapa estará dando a 4 Ohms.
Para simplificar: Si tenemos una etapa de 600w, en puente y con una sola caja de 8 Ohms, nos dará 600w, pero en
estéreo y con 2 cajas de 8 Ohms, nos dará 150w por canal.
Así las cosas, pensar en dos etapas ya no es tan alocado. Utilizando 2 etapas de 150w, en puente, y con altavoces
de 8 Ohms, estaríamos sacando la misma potencia que con una de 600w.
Con esta configuración (2 etapas), tendríamos una etapa para graves y otra para medios y agudos, a pleno
rendimiento.
Esto convierte a este sistema en aún más versátil, puesto que cuando necesitemos una configuración pequeña, y
vayamos a llevar solo una caja, bastará con llevar solo una etapa.
Al mismo tiempo, esta configuración nos permite tener dos equipos “montados”, donde solo falta enchufar el previo y
el instrumento.
En realidad, la única diferencia radica en que llevamos el previo separado de la etapa de potencia.
Como hemos comentado antes, la configuración con dos etapas de potencia, da mayor versatilidad en estos casos,
pudiendo llevarse solo una caja y solo una etapa.
Un Previo para actuaciones de mucho aforo?
Tampoco en este caso la configuración difiere demasiado de la del Amplificador + Altavoces.
En un escenario grande, siempre será conveniente llevar el equipo completo, por lo que, sea cual sea nuestra
configuración, lo llevaremos todo.
La ventaja del previo en este caso, será que normalmente dispondrá de mejores opciones de conexión a al mesa de
mezclas.
Por otra parte, en conciertos grandes, es muy frecuente que se disponga de amplificadores en el escenario, y en
estos casos es cuando el previo presta uno de sus más importantes servicios.
Allá donde sepamos que hay un amplificador, sin preocuparnos de su calidad, podemos ir con nuestro previo,
enchufarlo, y garantizarnos que nuestro sonido estará allí. Puede variar levemente en función de los altavoces, pero
siempre estará más cerca del sonido que hemos conseguido a base a conocer nuestro previo y experimentar con él.
Cuando se da esta situación, poder llevar el previo, es como llevar “nuestro equipo” en una pequeña maleta.
En todas esas situaciones en las que vamos a tocar con el equipo de una sala, alquilado, o de otro grupo, etc., un
previo es una opción “de lujo”
Cuando hablamos de un sistema que se adapte a un músico que viaja mucho, generalmente estamos hablando de
ciertas condiciones particulares. Normalmente el músico que viaja mucho, salvo que lo haga con un grupo “estrella”
de estos que llevan un avión con su propio equipo, suele utilizar amplificadores de los diversos sitios donde va a
tocar. Igual que un pianista.
Si podemos gastar, sin duda, lo ideal es Previo + Etapa + Altavoces. Como hemos comentado ya, este es el sistema
más versátil.
Si vamos a tocar a cualquier sitio donde el local nos suministra un amplificador, bastará con llevar el instrumento, y
una maleta con el previo.
Conectando el previo a la entrada “pwr amp in” del amplificador (entrada a la etapa de potencia del amplificador, sin
pasar por su previo), estaremos usando de él solo la etapa de potencia y los altavoces, y todo el trabajo de
ecualización y procesado lo seguirá haciendo nuestro previo, con las misma configuración con la que lo sacamos de
la maleta.
En general, cuando un músico compra un sistema de este tipo, no se trata de su primer amplificador, sino que
generalmente hará el cambio desde algún otro sistema.
Cuando este cambio se realiza desde un combo, una opción muy válida es comenzar comprando un buen previo, y
utilizándolo con nuestro viejo combo.
En este caso, del combo solo estaremos utilizando Etapa y Altavoces, y sin duda, nuestro sonido, procesado ahora
por un buen previo, cambiará completamente.
Esperamos, con esta nota, haber ayudado un poco a aclarar el panorama de posibilidades a todos/as aquellos/as
que estéis pensando en renovar el equipo de amplificación.