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(Para el libro Derecho Social y Economía Informal, dirigido por José Luis Monereo y Salvador

Perán, Comares, 2016)

LA ACCION SINDICAL ANTE EL FENÓMENO DE LA ECONOMÍA SUMERGIDA.

Antonio Baylos

UCLM

SUMARIO: 1. Aclarando los términos, precisando su alcance. 2. La evaluación del fenómeno en


la crisis (2008-2015). 3. El diagnóstico sindical 4. Las vías de acción sindical.

1. Aclarando los términos, precisando su alcance.

Hay muchas maneras de nombrar un fenómeno social y económico bien conocido, la pura
actividad material de relaciones de mercado y de producción fuera de sus cauces
institucionales marcados por el derecho y la normatividad estatal. Se utilizan diferentes
calificativos para definir este tipo de economía: sumergida, no declarada, irregular, informal.
No se aborda del mismo modo en economías en países en desarrollo que en los países
centrales, como los de la Unión Europea. A cada uno de estos términos suele corresponder un
matiz característico. El tema ha generado un cierto debate en la producción académica.

Así, se habla de economía sumergida como expresión de relaciones de producción que


escapan al control formal del Estado y sus cargas contributivas y fiscales. Ese es también el
significado de la expresión, más en boga, de economía no declarada, como situaciones que se
desarrollan sin atender a las cargas impositivas del Estado. Por su parte, se emplea el término
economía irregular, en cuanto ésta se sitúa fuera de los parámetros de igualdad de acceso al
mercado que tienen otras empresas o unidades productivas, y utilizan a su favor un diferencial
importante en materia de salarios y coste del servicio o de la mercancía - al ahorrarse costes
tributarios y sociales – a la vez que eluden las normas de protección del consumo. Por último,
se nombra la economía informal, en cuanto se trata de actividades que no siguen los
procedimientos y reglas que se instituyen para la producción de bienes y servicios en un
mercado organizado y controlado tanto en la esfera de la producción como en la de la
distribución.

Los expertos diferencian del concepto de economía informal o sumergida la noción de empleo
sumergido o informal1, entendiendo por tal aquel que se realiza bajo condiciones de exclusión
social, y que enfrentan a la noción de trabajo decente, poniendo por tanto el centro del
análisis no en la perspectiva económica sino en la dimensión social del problema2. En la Unión
Europea se prefiere el término “trabajo no declarado”, como sinónimo de las formas de

1
Así, P. Jódar, J. Benach, M. Julià y G. Tarafa, “Empleo sumergido”, en C. Torres Albero (Al cuidado de)
España 2015. Situación social, Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid, 2015, pp. 663 ss.
2
Esta es la posición de la OIT que contrapone la vulnerabilidad del empleo sumergido al trabajo
decente. Cfr. OIT, La economía informal y el trabajo decente: una guía de recursos sobre políticas,
apoyando la transición hacia la formalidad, Oficina Internacional del Trabajo, Departamento de Política
de Empleo. - Ginebra, 2013.

1
empleo que eluden la regulación normativa correspondiente3. Se trata también de una noción
que centra su atención en la no aplicación de los estándares de tutela del derecho del trabajo y
de la seguridad social a quienes trabajan en esas condiciones, pero asimismo implica una
preocupación por el fraude fiscal y contributivo que este trabajo lleva consigo4. Esta
perspectiva permite centrarse en los colectivos implicados con mayor frecuencia en el
desempeño de este trabajo no declarado, sumergido o informal, lo que tiene especial interés
para aquellas organizaciones sociales que tienen un arraigo muy específico en el espacio
laboral y social, como los sindicatos, que utilizan un concepto de economía informal que, como
subraya la OIT, permite captar no solo el fenómeno de las empresas no registradas ni
reconocidas, sino también el de los trabajadores que se encuentran en circunstancias
precarias. La OIT ha enunciado estas categorías agrupándolas en seis grupos, en donde cobra
importancia tanto la organización doméstica y familiar de la producción como el trabajo
atípico, por cuenta propia o en cooperativa cuando no esté sometido a la fiscalidad y a las
contribuciones sociales a la Seguridad Social o escape al ámbito de tutela del derecho del
trabajo5. Una definición sintética del empleo sumergido coincidente con la orientación de la
OIT precisaría éste como “el conjunto de trabajos desarrollados, ya sea en el sector formal
informal de las empresas y el empleo, o en los hogares, realizados bajo acuerdos o contratos
no formales que fomentan condiciones de exclusión y vulnerabilidad”6

En la perspectiva economicista de corte liberal en la que se mueve el discurso dominante y el


“sentido común” reiterado por los medios de opinión y asumido como regla de interpretación
segura de la realidad, estos fenómenos se analizan y discuten desde una aproximación que liga
la reflexión al “coste” del trabajo regular y al efecto disuasorio que cargas tributarias y sociales
elevadas producen sobre el emprendimiento individual o societario, de forma que el problema
se resuelve encontrando un cierto punto de equilibrio entre costes medios e iniciativa
económica. Como es tradicional, esta perspectiva ignora los costes sociales de esta
“informalidad” en la producción de bienes y servicios y condiciona la posible intervención
pública a la lógica del beneficio como regla de solución del conflicto de base. En algunos

3
C. C. Williams y P. Renooy, Tackling undeclared work in 27 European Union Member States and
Norway: Approaches and measures since 2008, Eurofound, Dublin, 2013. También, para Croacia y otros
paises candidatos a entrar en la UE, es útil consultar C. C. Williams, M. Barić y P. Renooy, Tackling
undeclared work in Croatia and four EU candidate countries, Eurofound, Dublin, 2013
4
Subrayan esa doble dimensión del concepto de trabajo no declarado , P. Jódar, J. Benach, M. Julià y G.
Tarafa, “Empleo sumergido”…cit., pp. 663-664.
5
En consecuencia, en 2003 la 17ª Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo (CIET) definió
estas categorías de trabajo sobre la base del concepto ampliado de economía informal incluyendo,
entre otras, las siguientes: i. Trabajadores por cuenta propia (trabajadores independientes sin
empleados) en sus propias empresas del sector informal; ii. Empleadores (trabajadores independientes
con empleados) en sus propias empresas del sector informal; iii. Trabajadores familiares auxiliares,
independientemente del tipo de empresa; iv. Miembros de cooperativas informales de productores (no
establecidas como entidades jurídicas); v. Personas que tienen empleos informales, definidos según la
relación de trabajo (en la legislación o la práctica, empleos que no están sujetos a la legislación laboral
nacional, al impuesto sobre la renta, a la protección social o a determinadas prestaciones relacionadas
con el empleo (vacaciones anuales pagadas o licencia pagada por enfermedad, entre otras));vi.
trabajadores por cuenta propia que se ocupan de la producción de bienes exclusivamente para su
consumo final en el hogar. Cfr. OIT, La economía informal y el trabajo decente: una guía de recursos
sobre políticas, apoyando la transición hacia la formalidad…cit., p. 6. V. asimismo , P. Jódar, J. Benach,
M. Julià y G. Tarafa, “Empleo sumergido”…cit., p. 664.
6
Esta es la definición de P. Jódar, J. Benach, M. Julià y G. Tarafa, “Empleo sumergido”…cit., p. 665

2
estudios se ha señalado la cierta complementariedad o funcionalidad de la economía informal
sobre la producción económica global del país, en especial respecto de la flexibilidad que
aporta a las empresas7. Ello resulta especialmente evidente en economías como la española en
donde hay una extensa franja de trabajo precario que se acompaña de una amplia tasa de
paro, donde puede apreciarse una cierta continuidad entre trabajo regulado e informal como
mecanismo de gestión flexible empresarial. El tema se retomará más adelante al analizar la
evolución de esta tendencia durante la crisis.

2. La evaluación del fenómeno durante la crisis (2008-2015)

La parte sumergida de la economía, no es, como se sabe, un aspecto pequeño de las


economías incluso de las del mundo desarrollado, y alcanza una proporción descomunal en
países en vías de desarrollo. Dejando de lado las dificultades que se encuentran para la
cuantificación en términos del PIB de cada país de lo que representa la economía informal y la
mayor complicación respecto de la medición del empleo sumergido, informal o no declarado
en cada estado nacional8, se cuenta con una buena fuente de datos que permite pormenorizar
la importancia y el alcance de este fenómeno.

Para ceñirnos a Europa, las últimas estimaciones resultan muy llamativas. Para Eurofound, en
el 2012, la tasa media para Europa de empleo no declarado era del 18,4% del PIB de cada país.
Los puestos de cabeza eran ocupados por Bulgaria y Rumania, con un 31,9 y 29,1
respectivamente; por debajo del 10% sólo estaban Austria, Luxemburgo y Holanda; Francia e
Inglaterra suponían el 10,8 y 10,1 respectivamente. España ocupaba, con Portugal, lugares
levemente superiores a la media, 19,2 y 19,4 respectivamente9. Esos datos se modifican
ligeramente en un estudio que examina el período 2013 - 2015 sobre economía sumergida en
28 países europeos, en donde la media europea se fija en un 18% 10. La lista la siguen
encabezando Bulgaria y Rumania (un 30,6 y un 28% del PIB respectivamente), pero en España
se estima que la economía “no declarada” supone el 18,2% del PIB, en Italia el 20,6 %, y
Francia y Alemania mantienen porcentajes superiores al 12%. En cualquier caso, esto supone
una parte importante de las relaciones mercantiles y de producción, y ello en una región en la
que la institucionalización de las relaciones económicas y de mercado es especialmente
intensa.

Los sectores más importantes en los que se produce esta “inmersión” de la economía, o, en la
terminología de la UE, actividades económicas “no declaradas” los describe el Eurobarómetro

7
Es una relación que puso de manifiesto para la economía española, ya desde antiguo A. Recio,
“Economía sumergida y transformación de las relaciones laborales en España”, Papers. Revista de
Sociología nº 27 (1986), pp. 133 ss.
8
Tema sobre el que la OIT ha trabajado de forma muy señalada a partir de las Conferencias
Internacionales de Estadísticos del Trabajo, y sobre el que puede consultarse un resumen muy
ilustrativo en OIT, La economía informal y el trabajo decente: una guía de recursos sobre políticas,
apoyando la transición hacia la formalidad…cit., apartado 2.1 pp. 8 ss del mismo.
9
C. C. Williams y P. Renooy, Tackling undeclared work in 27 European Union Member States and
Norway: Approaches and measures since 2008…cit., p. 14.
10
Cfr. C. Schneider,” Size and Development of the Shadow Economy of 31 European and 5 other OECD
Countries from 2003 to 2015: Different Developments”, Johaness Kepler University,
http://www.econ.jku.at/members/Schneider/files/publications/2015/ShadEcEurope31.pdf. En este
estudio Inglaterra desciende al 9,2 % su porcentaje de economía informal.

3
del 201411. En una gran medida se trata de servicios a las personas, pero destacan la “no
declaración” de actividades de reparación de vehículos y de reparación y reformas en los
domicilios privados. En cuanto a los sectores implicados, comercio y otros servicios casi suman
el 50% de la informalidad, construcción y agricultura, transportes y hoteles y restauración
están en torno al 25% en su conjunto12. La situación sin embargo no es homogénea en otros
países, como se verá a continuación al hablar de España.

Se han avanzado algunas hipótesis que quieren explicar los modelos que caracterizan el
trabajo informal o no declarado en los diferentes países europeos. Según éstas, en el sur de
Europa quienes desempeñan los trabajos no declarados son prioritariamente aquellas
personas que se encuentran en paro o en situaciones de empleo marginal o precario, por el
contrario en el norte de Europa el modelo predominante sería aquel según el cual quienes
desarrollan el trabajo no declarado son precisamente quienes se encuentran en el área del
trabajo regular, como un complemento para sus ingresos, por lo que el trabajo no declarado
acrecienta la situación de desigualdad existente13. Aunque estas hipótesis no se estiman
concluyentes para el caso de España, es un modelo que guarda relación con alguna de las
características de la situación de dicho fenómeno en el contexto de la crisis.

La crisis económica que se dispara en el 2008 en Europa y que tiene una especial relevancia en
los países del sur de la misma, actúa sobre el fenómeno de empleo no declarado, pero lo hace
de forma diferente. Ya se ha visto como según los datos de los que se dispone, en países
centrales como Francia o Alemania, la economía sumergida ha aumentado en el período 2013-
2015, mientras que en España, Portugal o Italia ha descendido. Es un dato que tiene que ver
naturalmente con la degradación de la actividad productiva y la pérdida de empresas, en
especial en sectores como la construcción o la industria, pero también – y en el caso español
se pude comprobar de manera muy gráfica – con la imposición de un modelo desregulador en
el que la temporalidad y la rotación entre precariedad y desempleo caracterizan el tratamiento
normativo de las relaciones de trabajo.

Hay que tener en cuenta que la economía española ha sido la que más empleo ha creado en
fases de expansión respecto de las economías de la UE y la que más ha destruido en fases de
recesión, lo que demuestra que hay un mercado laboral muy flexible que se reajusta de forma
elástica a las condiciones del mercado, sobre la base de una amplia discrecionalidad
empresarial en la gestión de la fuerza de trabajo14. Esto tiene que ver directamente con la
evaluación del fenómeno estudiado. En España, la estimación del trabajo no declarado se
efectúa mediante la comparación de los datos que suministra la Encuesta de Población activa

11
Comisión Europea, Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, “Undeclared work in
EU”, Special Eurobarometer 402 (2014),
http://ec.europa.eu/public_opinion/archives/ebs/ebs_402_en.pdf
12
P. Jódar, J. Benach, M. Julià y G. Tarafa, “Empleo sumergido”…cit., p. 667.
13
Se trata de las hipótesis denominadas de la marginalización y del refuerzo, respectivamente, Sobre el
particular, P. Jódar, J. Benach, M. Julià y G. Tarafa, “Empleo sumergido”…cit., p. 667-668.
14
A. Guamán y F.J. Trillo, “Desempleo y precariedad: repensar el trabajo”, en A. Garzón y A. Guamán
(Coords), El trabajo garantizado. Una propuesta necesaria frente al desempleo y la precarización, Akal,
Madrid, 2015, p. 51

4
(EPA) con los registros de la Seguridad Social15, y todos los estudios coinciden en señalar que
aumenta el empleo informal cuando el ciclo económico está en alza y por el contrario decrece
cuando se entra en recesión16. La explicación de esta conducta se encuentra en la potente
desregulación del mercado de trabajo que se ha producido en nuestro país a partir de la
aplicación de las políticas de austeridad y que se han materializado en las reformas laborales Commented [SDdPC1]: ESPAÑA A PODIDO REDUCIR EL
TRABAJO INFORMAL POR LAS POLITICAS DE AUSTERIDAD QUE
del 2010 y el 2012. SE HA MATERALIZADO EN LAS REFORMAS LABORALES

En efecto, el nuevo modelo de relaciones de trabajo basado en la generación de empleo


precario asentado sobre la base de la presión del desempleo de un cuarto de la población, la
ya “larga senda de degradación del trabajo”17 que ha ido cumpliendo el proceso de
desregulación normativo que ha conducido a la “remercantilización” del trabajo18 y a la
contracción del Estado social19, posibilita que se borren las fronteras entre trabajo regular e
irregular y que se establezca una cierta continuidad entre estas situaciones. La devaluación
salarial, el incremento exponencial del tiempo parcial no voluntario, la precariedad fomentada
con altísimas tasas de temporalidad en las que predomina el efecto sustitución del trabajo por
tiempo indefinido y a jornada completa20, el aumento de la flexibilidad en el tiempo de trabajo
y en la disponibilidad de la mano de obra y la facilidad y el abaratamiento de los despidos,
“interioriza” las circunstancias clásicas del trabajo no declarado en cuanto factor de exclusión y
de vulnerabilidad social en algunas formas y tipos de trabajo que tendrían un reconocimiento
formal en la norma legal. El aumento de la pobreza y la exclusión social afecta también a una
franja de personas que trabajan, y los “trabajadores pobres” se incluyen en esta tipología21.

En la determinación del empleo sumergido juegan algunas variables específicas para el caso de
España sobre la base de la localización de los sectores en los que éste es más abundante.
Clásicamente es el sector de la construcción el que ha marcado los mayores índices de trabajo
no declarado, precisamente por tratarse de una actividad con un alto grado de temporalidad y
de externalización del trabajo a través de la subcontratación, además de emplear una gran
cantidad de mano de obra inmigrante. La caída abrupta de estas actividades a partir del 2009
con la crisis explica la disminución del empleo no declarado en este sector y la preponderancia
en paralelo del sector servicios, en especial hostelería y restauración, pequeño comercio y
servicios en actividades mercantiles, trabajos en el ámbito familiar y doméstico. El trabajo
estacional en la agricultura es asimismo otro foco de empleo sumergido22. En cuanto a los

15
F. Rocha, El trabajo no declarado en España, Colección Estudios nº 45, Fundación 1 de Mayo, Madrid,
2011.
16
“El total del empleo informal crece cuando el ciclo económico está en auge y decrece en la recesión”.
P. Jódar, J. Benach, M. Julià y G. Tarafa, “Empleo sumergido”…cit., p. 668, con cita de varios estudios
anteriores que marcan esta “dinámica aparentemente sorprendente”.
17
A. Guamán y F.J. Trillo, “Desempleo y precariedad: repensar el trabajo”… cit., pp. 26 ss.
18
U. Romagnoli, “Controcorrente”, Lavoro e Diritto nº 1 (2015), pp. 6 ss.
19
A. Baylos, “La contracción del estado social”, Revista de Derecho Social nº 63 (2013), pp. 24 ss.
20
De forma sintética, A. Guamán y F.J. Trillo, “Desempleo y precariedad: repensar el trabajo”….cit., pp.
31 ss.
21
Que fue resaltada por los estudios realizados desde el campo sindical constatando la gravedad de
este fenómeno. Así, J. Aragón, J. Cruces, L. de la Fuente, A. Martínez, A. Otaegui, E.S. LLopis,
Trabajadores pobres y empobrecimiento en España, Estudios nº 56, Fundación 1 de Mayo, Madrid, 2012.
Este estudio fue continuado dos años después, con conclusiones igualmente preocupantes, por
Fundación 1 de Mayo, Pobreza y trabajadores pobres, Colección informes nº 106, Madrid, 2014.
22
Cfr. F. Rocha, El trabajo no declarado en España…cit., pp. 29 ss.

5
grupos de personas especialmente afectados, los últimos estudios sobre el particular señalan
que conforme avanza la recesión económica hay una convergencia relativa entre hombres y
mujeres en su participación en el trabajo no declarado, y que las situaciones que potencian el
desplazamiento hacia esta categoría son fundamentalmente el trabajo autónomo, el trabajo
temporal y la condición de inmigrante, aunque estos últimos disminuyen drásticamente
también en la economía sumergida a partir del 2008 en lo que se refiere a inmigrantes
varones, aumentando por el contrario la cifra de mujeres inmigrantes en el trabajo no
declarado, lo que se relaciona directamente con el trabajo doméstico y de cuidados23.

Todos estos datos admiten una valoración desde el derecho del trabajo y de la seguridad
social, puesto que en todas estas formas de denominar el empleo, el efecto que se produce es
la elusión de los estándares normativos de tutela y de regulación previsto por el orden
normativo laboral. Sumergido, irregular, informal, ese empleo se caracteriza por la
inaplicación al mismo del derecho del trabajo y de la seguridad social, y en consecuencia tales
actividades deberían calificarse como conductas ilícitas por incumplir la legalidad,
desplazándose por tanto el problema al derecho sancionatorio y a su eficacia. Sin embargo
esta primera aproximación al tema tampoco es unívoca. Admite graduación en función del
mayor o menor riesgo para las personas que trabajan en estos ámbitos “informales /
irregulares” y asimismo en función de la intensidad de la lesión que se produzca en los
derechos laborales omitidos o contrariados.

En efecto, hay determinadas prácticas empresariales que eluden la consideración laboral de la


actividad productiva realizada. Se trata de encubrir mediante el recurso a relaciones civiles,
mercantiles y en general bajo el manto del trabajo autónomo unas relaciones de prestación de
servicios que son realmente trabajo por cuenta ajena. Aquí la “irregularidad” busca
fundamentalmente evitarse costes salariales y de seguridad social, y suele propiciar una visión
individualizante y no colectiva de los sujetos “sumergidos” para el Derecho del trabajo.

Hay otras pautas de actuación empresarial que enervan la tutela laboral pese a mantener
formalmente una relación jurídica sometida al derecho del trabajo. Se trata de relaciones de
sobre-explotación, muy frecuentes en la crisis, que se expresan en salarios muy por debajo del
convenio e incluso del salario mínimo, jornadas extensivas sobre la base de contratos a tiempo
parcial, privación de vacaciones, reducción del descanso semanal, etc.

Conviene destacar que ninguna de las dos situaciones anteriores se entiende desde el derecho
como pertenecientes al espacio de lo “sumergido” o “informal”, puesto que todas ellas están
cubiertas por una relación jurídica formal aparentemente sometida al derecho. Por tanto se
analizan desde la “normalidad” institucional, cuando sin embargo constituyen elementos
importantes de lo “sumergido”, “informal” “irregular”. La consecuencia de ello es que este es
un terreno idóneo no sólo para la sanción administrativa, sino para la acción colectiva y la
actuación de derechos ante el orden jurisdiccional social. La degradación del cuadro de
derechos y la situación de desempleo de masa favorece de manera evidente este tipo de
conductas, que expresan el tránsito de la rotación entre desempleo y precariedad al empleo
no declarado como forma de obtener ingresos ante la crisis de empleo y obstaculiza la
reacción frente a este tipo de operaciones empresariales.

23
P. Jódar, J. Benach, M. Julià y G. Tarafa, “Empleo sumergido”…cit., p. 669

6
Junto a ello, se dan situaciones de explotación del trabajo completamente ausentes de
inserción jurídica formal, es decir, relaciones de hecho excluidas de cualquier tutela legal. Hay
algunos supuestos muy típicos, como el “trabajo irregular” de los inmigrantes sin permiso de
trabajo, o, en el otro lado de las experiencias que se cuenta, trabajo aprovechado en
situaciones de incompatibilidad con el trabajo (por estar percibiendo prestaciones de la
Seguridad Social, por ejemplo). Pero la tipología puede ser muy amplia, afecta al trabajo en la
construcción y en la industria a domicilio, el trabajo en el ámbito de la esfera familiar, y tantos
otros ejemplos en los que el trabajo se desenvuelve sin inserción en el marco legal laboral y de
seguridad social en condiciones de vulnerabilidad y exclusión. Además, hay situaciones de
explotación del trabajo en industrias directamente delictivas, como el tráfico de drogas o la
trata de personas, que sin embargo en ciertas zonas pueden constituir una forma ordinaria de
empleo remunerado para capas de la población marginadas o excluidas.

3. El diagnóstico sindical

La economía sumergida y el empleo no declarado son fenómenos que el sindicalismo valora de


forma negativa en cuanto de un lado dañan los mecanismos de financiación del Estado social,
tanto por vía impositiva como en lo relativo a las contribuciones sociales al sistema de
Seguridad Social, degradan las condiciones de trabajo y de empleo de quienes trabajan, y
eluden los controles de calidad y los estándares de consumo, además de implantar un sistema
de concurrencia empresarial sobre bajos salarios, inaplicación de los convenios colectivos y
elusión de cargas sociales y de impuestos que daña a aquellas empresas que cumplen con la
legalidad y aplican los convenios colectivos vigentes. Por eso no es de extrañar que el enfoque
con el que se aborda el problema desde la perspectiva sindical sea el del fraude. El empleo
sumergido implica una situación de fraude a la legalidad que por tanto debe ser “reapropiado”
por el trabajo regular, mediante los instrumentos de los que dispone el aparato estatal de
vigilancia y control del cumplimiento de la legalidad. Ello sin embargo no puede efectuarse sin
una estrategia de “transición” que tenga en cuenta un amplio conjunto de elementos que la
permitan, que combine aspectos preventivos e informativos con un detallado conocimiento de
los sectores productivos en los que el empleo informal está más extendido y que en última
instancia se enmarque en una política que incorpore como paradigma la noción de trabajo
decente.

Por eso las sucesivas reformas laborales han venido a agravar el problema en la medida en la
que se producen zonas secantes de exclusión y vulnerabilidad entre el trabajo precario, el
desempleo prolongado y masivo y el trabajo no declarado. La normativa del gobierno en este
período aborda el problema de la economía informal a través de una estrategia de represión
selectiva y concentrada sobre el fraude en la percepción de las prestaciones por desempleo
que ha sido muy cuestionada por los sindicatos. En efecto, como trabajo no declarado se tiene
que conceptuar, según los sindicatos, tanto el trabajo de los extranjeros sin autorización, la
falta de inscripción de las empresas en la Seguridad Social, como la falta de afiliación o alta de

7
los trabajadores en la Seguridad Social y compatibilizar el trabajo con una prestación de la
seguridad social24.

Pero no es este el único aspecto que debe formar parte de una estrategia que combata
eficazmente la persistencia del empleo sumergido. Siempre desde la vertiente inspectora y
sancionatoria, el sindicalismo confederal entiende que los distintos instrumentos creados en la
Administración y dirigidos al control y lucha contra la economía irregular y el empleo
sumergido - y se mencionan expresamente los Planes integrados de la Inspección de Trabajo y
Seguridad Social, el Observatorio Contra el Fraude, el Plan de acción sobre empresas ficticias,
el Plan integral de prevención y corrección del fraude fiscal, laboral y a la Seguridad Social - ,
tienen como objetivo fundamental la lucha contra el trabajo no declarado, pero no abordan
entre sus prioridades el control de las condiciones de trabajo, de la precarización del empleo y
de las formas más graves que adopta la economía sumergida, “que dadas las condiciones
laborales resultantes, son tan lesivos o más para los trabajadores y trabajadoras como la falta
de alta o de cotizaciones a la Seguridad Social y que de hecho pueden llegar a ser conductas
delictivas”25. Eso implica abandonar la óptica según la cual la lucha contra el empleo
sumergido es fundamentalmente la lucha contra el fraude en la Seguridad Social26, limitándose
al control en materia de afiliación y cotización y control de las prestaciones por desempleo
como prácticamente el único propósito de la actividad de control público, sino que el combate
al empleo irregular debe extenderse a otros supuestos de infracciones en materia de
relaciones laborales individuales y colectivas y en materia de empleo fundamentalmente, “así
como a los supuestos de alguna de las conductas delictivas contempladas en el Código Penal
como delitos contra los derechos de los trabajadores y en el artículo 177 bis, trata de seres
humanos, en este caso, con fines de explotación laboral o sexual”27.

Un colectivo que el sindicalismo sitúa en la frontera ente el trabajo inestable y el trabajo


irregular, los inmigrantes, requieren a su vez una consideración específica desde la perspectiva
del fraude y de las medidas para afrontarlo que no se sustancie en puras infracciones
derivadas de la realización de un trabajo irregular, como pude suceder al carecer de
autorización para residir y trabajar en España, o con autorización de residencia, pero sin
autorización de trabajo, o con autorización de trabajo limitada por sector y/o lugar geográfico.
En estos casos la postura sindical considera este tema desde una posición más amplia, al
sugerir en estos casos es una coordinación estrecha con la Secretaria General de Inmigración y
Emigración y con la Secretaria de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior,
especialmente para los casos que puedan detectarse en los que se cumplan “los requisitos
necesarios para solicitar el arraigo laboral, el arraigo social, las autorizaciones por razones

24
CCOO y UGT, “Observaciones al Plan integral de lucha contra el empleo irregular y el fraude en el
ámbito laboral y de la Seguridad Social”, Madrid, 22 de abril de 2012, en
http://www.fsc.ccoo.es/comunes/recursos/99922/doc103282_Observaciones_de_CCOO_y_UGT_al_Pla
n_integral_de_lucha_contra_el_empleo_irregular_y_el_fraude_en_el_ambito_laboral_y_de_la_Segurid
ad_Social.pdf
25
CCOO y UGT, “Observaciones al Plan integral de lucha contra el empleo irregular y el fraude en el
ámbito laboral y de la Seguridad Social”…cit. p. 2
26
Como se desprende del título de la Ley 13/2012, de 26 de diciembre, de lucha contra el empleo
irregular y el fraude a la Seguridad Social, donde ambas nociones quedan identificadas.
27
CCOO y UGT, “Observaciones al Plan integral de lucha contra el empleo irregular y el fraude en el
ámbito laboral y de la Seguridad Social”…cit. p.3

8
humanitarias para víctimas de delitos contra los derechos de los trabajadores y la autorización
de residencia temporal por circunstancias excepcionales de colaboración con autoridades
públicas, razones de seguridad nacional o interés público”28 y de esta manera buscar la
incorporación al mercado de trabajo regular de este colectivo, toda vez que la normativa de
extranjería lo permite. Asimismo una consideración especial del trabajo al servicio del hogar
familiar y trabajo de cuidados en relación con la variable inmigrante debe ser tenida en cuenta
en estas políticas de represión y lucha contra el empleo irregular y no declarado.

El discurso sindical no se limita sin embargo a elaborar una propuesta anti-fraude más
completa y menos unidireccional para su plasmación en textos legislativos y en planes de
acción administrativa. Desborda de alguna manera este enfoque desde un planteamiento
fundamentalmente de desconfianza ante la sinceridad de los propósitos del poder público y las
deficiencias institucionales de los aparatos de control y de inspección. Se podría decir que para
el sindicalismo confederal la obstaculización que ha padecido el paradigma normativo del
trabajo decente en la crisis que vive el país desde 2009, lleva consigo indefectiblemente la
permanencia de amplias zonas de trabajo irregular o no declarado caracterizado por amplias
franjas de vulnerabilidad y de exclusión social.

El desempleo masivo – en la crisis y en las políticas de austeridad que lo han alimentado – ha


producido la devastación de las relaciones laborales, funcionando como una coartada para su
degradación normativa. El fomento de la precariedad por otra parte favorece el tránsito
bidireccional entre el desempleo y la precariedad y ambas discurren entremezclándose con
fenómenos de sobre-explotación propios de la economía sumergida. Por otra parte, la
consideración del trabajo sumergido como un elemento finalmente dinamizador de la
economía (a través del consumo), hace que se considere ésta como una realidad que tiene un
cierto arraigo territorial e industrial que no puede modificarse ni posiblemente reformularse y
que por tanto procede “dejar en paz”.

Se trata sin embargo de un espacio donde cabe desarrollar técnicas de inclusión con efectos
inmediatos sobre los ingresos del Estado y aumento de la financiación del sistema de
seguridad social y de otras prestaciones sociales. Es por tanto un “territorio” de evasión fiscal y
de desistimiento de las cotizaciones sociales que es lo suficientemente importante como para
requerir una intervención sobre él diversificada y planificada, pero siempre con la intención de
incorporar una parte importante del mismo a la “formalidad” – medida en puntos del PIB - y a
la tributación y a la cotización a la Seguridad Social. Por lo tanto, resulta imprescindible
acentuar los instrumentos de delimitación e intervención sobre los “circuitos económicos
sumergidos” como medida necesaria de allegar recursos en la crisis29. Por el contrario, las
medidas “para la reducción del déficit público” que consisten en proceder a la llamada
“amnistía fiscal” con la finalidad de hacer aflorar capitales sumergidos o no declarados30, es

28
CCOO y UGT, “Observaciones al Plan integral de lucha contra el empleo irregular y el fraude en el
ámbito laboral y de la Seguridad Social”…cit., p.3
29
Así, CCOO, “Propuesta de CCOO para un modelo más democrático de relaciones laborales y un cambio
en la política económica y social”, aprobada por el Consejo Confedera el 6 de octubre de 2015, Madrid,
2015, p. 37. Puede consultarse en http://www.ccoo.es/cms/g/public/o/8/o60801.pdf
30
Disposición adicional primera del Real Decreto-ley 12/2012, de 30 de marzo, por el que se introducen
diversas medidas tributarias y administrativas dirigidas a la reducción del déficit público, y la Orden

9
directamente criticada como medida especialmente injusta que convalida la actuación
irregular de unos sujetos económicos que en ocasiones han generado una concurrencia desleal
con quienes si han desplegado su actividad de producción de bienes y de servicios en el marco
de la legalidad, y ello al margen que el resultado de esta amnistía fuera muy inferior al que
estaba previsto en términos de recaudación para el fisco y que resultara una “ventana abierta”
por la que escapaban los grandes defraudadores31.

A esta grave situación se unen las deficiencias en la respuesta institucional, y en especial en la


incapacidad de los aparatos sancionatorios del Estado en realizar una actuación incisiva sobre
este particular. Aunque el art. 17.2 de la Ley 23/201532 prescriba “la necesaria colaboración”
entre la Inspección de Trabajo y los sindicatos, y asegure que “facilitará a las organizaciones
sindicales y empresariales más representativas información sobre extremos de interés general
que se deduzcan de las actuaciones inspectoras, memorias de actividades y demás
antecedentes, así como las instrucciones de organización de los servicios, criterios operativos
generales y criterios técnicos vinculantes”, lo cierto es que la carencia de efectivos de una
parte, en un contexto de recortes sociales y del empleo público33, y las instrucciones concretas
de la actuación inspectora por otra, impiden una colaboración permanente y segura entre la
Inspección de Trabajo y los sindicatos sobre planes operativos conjuntos, lo que no impide que
en algunas ocasiones este tipo de colaboración haya producido buenos efectos, como ha
sucedido señaladamente en el caso de las campañas de temporada en el trabajo agrario, o en
la hostelería en temporada alta34.

HAP/1182/2012, de 31 de mayo, por la que se desarrolla la disposición adicional primera del citado
Decreto-Ley.
31
Por otra parte la relación de la amnistía fiscal con casos bien sonados de corrupción política hace que
el instrumento sea muy criticado también en el plano político y ha suministrado ejemplos de escándalo
en la opinión pública, En el 2015, 705 personas estaban siendo investigadas por blanqueo de capitales
aprovechando esta oportunidad de amnistía fiscal.
32
Ley 23/2015, de 21 de julio, Ordenadora del Sistema de Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
33
La Resolución del Parlamento Europeo del 14 de enero del 2014 que aprobaba el Informe elaborado
previamente por la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales (ponente Jutta Steinruck) títulado
“Inspecciones de trabajo eficaces como estrategia para mejorar las condiciones laborales en Europa”,
fija como objetivo que en cada uno de los países europeos haya un inspector por cada 10.000
trabajadores, y el compromiso de “reforzar las sanciones contra las empresas que no respeten sus
obligaciones en materia de derechos fundamentales (salarios, jornada laboral y salud y seguridad en el
trabajo)”, debiendo ser las sanciones en estos casos “efectivas, disuasorias y proporcionadas”. Este es
un tema clave en la desconfianza de los sindicatos respecto de la eficacia de la acción institucional de
vigilancia y control. Un comentario a la Resolución, en E. Rojo, “Notas sobre la Resolución aprobada el
14 de enero por el Parlamento Europeo “Inspecciones de Trabajo como estrategia para mejorar las
condiciones laborales”, Blog del autor, 14 de enero 2014,
http://www.eduardorojotorrecilla.es/2014/01/notas-sobre-la-resolucion-aprobada-el.html
34
Un ejemplo sobre el sector de hostelería. En la provincia de Málaga, la economía sumergida suponía
un 28,6% del PIB según estimaciones de julio 2014. Se organizó por la Inspección de Trabajo una
campaña de visitas en la hostelería, ese verano. El proceso era explicado así por el diario “La opinión” de
Málaga (15.06.2014): “Una vez que se pilla a algún trabajador que no está dado de alta, las sanciones
van en función de si el empleado es extranjero, comunitario o español. En los dos últimos casos, si no
está contratado, el empresario comete una infracción con una sanción mínima de 3.126 euros. Si
además de no estar dado de alta, el empleado irregular cobra el paro, la infracción es muy grave, y la
multa de 10.000 euros, además de que el individuo afectado verá cómo se le abre un acta de extinción
de la prestación. Si el cazado es extranjero, la sanción es de 10.000 euros, una suma que se recarga con
los seguros sociales que no ha abonado el empresario”. La simbología de la “caza” es muy significativa,

10
Por último, cabe señalar que el diagnóstico sindical se ciñe a la escala nacional-estatal, pero se
puede encontrar una prolongación del mismo en los documentos de la Confederación Europea
de Sindicatos (CES) especialmente en el contexto del rechazo de las políticas de austeridad y la
defensa de un modelo social europeo35, y en los contenidos de la propuesta de un “nuevo
contrato social para Europa” que esta organización impulsó, sin ninguna acogida en las
instituciones europeas, por cierto, en 2012. Sin embargo, más interés reviste la inserción
sindical en la iniciativa lanzada por la Resolución del Parlamento Europeo de 22 de mayo de
2015 del Parlamento Europeo, de crear una plataforma a nivel europeo para mejorar y realzar
la cooperación entre las autoridades competentes nacionales para prevenir, informar,
combatir y disuadir cualquier forma de trabajo negro o no declarado36, a la que la CES ha Commented [SDdPC2]: El Consejo Económico y Social
(C.E.S.) de España es un órgano consultivo del Gobierno en
prestado su apoyo manifestando sin embargo algunas reservas consistentes en lo fundamental materia socioeconómica y laboral. Se configura como un ente
en que los sindicatos deberían tener acceso a los lugares de trabajo y a documentos de derecho público, con personalidad jurídica propia, plena
capacidad y autonomía orgánica y funcional para el
relevantes para poder proteger a los trabajadores en situación no declarada y alertar a las cumplimiento de sus fines, adscrito Ministerio de Trabajo,
Migraciones y Seguridad Social.1 Creado por la Ley 21/1991
autoridades públicas correspondientes; que deberían asimismo tener la posibilidad de llevar (BOE de 18 de junio de 1991).
casos a los tribunales en representación de los trabajadores y que es necesario introducir una
directiva que establezca unas condiciones mínimas sobre las inspecciones de trabajo
implementadas en los países miembros sobre la base del Convenio 81 de la OIT37. La
Plataforma está concebida como un organismo de coordinación de informaciones y de guías
prácticas, pero supone un punto de inflexión en la consideración de una acción europea, con
participación sindical, respecto del trabajo no declarado.

4. Las vías de acción sindical.

Más allá del diagnóstico general sobre el trabajo no declarado y la economía sumergida, que
converge en la crítica a las propuestas del tratamiento normativo de estos fenómenos
mediante un proyecto regulativo diferente y más completo, el sindicalismo español los
incorpora a sus vías de acción con un doble propósito: rejuridificar el contenido de estas

como la diferencia en la sanción si se está percibiendo o no la prestación por desempleo. CCOO


explicaba el mecanismo por el que las empresas obtienen trabajo fácil y flexible a través de la economía
irregular: una práctica muy frecuente entre parte del empresariado de la hostelería, sobre todo en
verano: la contratación de extras. Sólo llamando a un número de teléfono, el empresario conecta con
esos empleados, a los que no da de alta, para reforzar su plantilla para el fin de semana o un pico de
trabajo. «No tengo más trabajadores porque tengo extras, dicen muchos empresarios», aclara el líder
sindical. En total, este verano habrá 3.000 trabajadores de este tipo en los chiringuitos, restaurantes,
bares, pubs, discotecas u hoteles de la Costa del Sol, una enorme bolsa de fraude que, en palabras del
responsable de Turismo de CCOO Andalucía, «supone una competencia desleal para los empresarios
que sí tienen en condiciones a sus trabajadores, que los hay». esto es un «sinsentido» si se tiene en
cuenta que «hoy en día se puede dar de alta o baja a cualquier persona desde el ordenador, y existe la
figura del fijo discontinuo, que da flexibilidad al empresario y estabilidad al empleado», apunta.
«Muchos de ellos trabajan por 30 o 40 euros durante muchas horas»
35
De manera explícita, en el manifiesto del Congreso de la CES en Atenas (2011), que se puede
encontrar en castellano en http://www.ccoo.cat/revistes/gacetasindical/toxo_president_ces.pdf
36
Vid. Informe “On the proposal for a decision of the European Parliament and of the Council on
establishing a European Platform to enhance cooperation in the prevention and deterrence of
undeclared work (COM(2014)0221 – C7-0144/2014 – 2014/0124(COD)).
37
Cfr. Conferencia en el Parlamento Europeo sobre “Desafíos del trabajo no declarado; mejorando la
cooperación a nivel europeo”, Bruselas, 4 de junio 2015,
http://www.revie.euskadi.eus/contenidos/informe_estudio/inf_desafios_trabajo/eu_def/adjuntos/desa
fios_trabajo_4junio2015.pdf

11
relaciones de trabajo incorporándolas al marco institucional del trabajo por cuenta ajena y a
las tutelas legales y convencionales que le corresponde, y considerar estas actividades
económicas como un espacio donde se puede reforzar la presencia sindical como fórmula para
asentar esos sectores de producción en una normalidad laboral caracterizada por la
negociación colectiva y la representación laboral. Este es un tema estratégico para el sindicato,
dado que el empleo informal o sumergido es el campo de la individualización por excelencia de
las relaciones de trabajo en el que la mercantilización de los individuos y de su fuerza de
trabajo es absoluta, por lo que la expulsión del mismo del sujeto colectivo y sindical supone
una condición de existencia.

La acción sindical se desenvuelve a través de un doble movimiento que se podría denominar


de regionalización de una parte y de sectorialización de otra. La consideración de la situación
concreta del trabajo no declarado, de su incidencia en determinados sectores y de la urgencia
de la intervención se realiza en el sindicato preferentemente en el nivel de sus estructuras de
comunidad autónoma, que permite una aproximación más efectiva al problema, definiendo
cuales son los puntos conflictivos sobre los que operar. Es decir, a partir de un territorio
determinado – normalmente la Comunidad Autónoma, pero puede ser también la provincia,
que es una circunscripción muy relevante sindicalmente, dada la configuración de la estructura
de la negociación colectiva – se detectan los problemas del trabajo no declarado en
determinados sectores productivos, se seleccionan los más graves y de decide una acción
colectiva sobre los mismos, intentando organizar sindicalmente a los colectivos afectados,
iniciar acciones jurídicas de reconocimiento de derechos o, en determinadas circunstancias en
las que la bolsa de trabajo no declarado ha alcanzado unos niveles especialmente alarmantes,
planificar una acción con la Inspección de Trabajo. La proliferación de contratos temporales en
fraude de ley, el empleo de la figura de falsos autónomos o de fórmulas cooperativistas como
encubridoras de una relación laboral son los elementos que acompañan de forma permanente
a estos análisis de detección38. Lo anterior no obsta para que en algunos supuestos, muy
específicos, el sindicato pueda considerar factible incorporar en alguno de estos sectores de
actividad económica “no declarados” fórmulas de organización de empresa más participativas

38
No es una cuestión sólo nacional. La Resolución del Parlamento Europeo de 14 de enero del 2014 a la
que ya se ha hecho mención en el texto, afirma textualmente que el Parlamento “lamenta el
problemático y elevado número de casos de falsos autónomos, especialmente en los sectores de la
construcción y de transformación de la carne, en particular por lo que respecta al desplazamiento de los
trabajadores; solicita a los Estados miembros que adopten medidas de inspección adecuadas para
luchar contra los casos de falsos autónomos, por ejemplo, mediante el establecimiento de criterios para
determinar qué constituye un empleo por cuenta ajena, de manera que los inspectores de trabajo
puedan distinguir los falsos autónomos de los verdaderos; señala que, a fin de evitar los casos de falsos
autónomos, deben tomarse medidas que permitan a los Estados miembros establecer requisitos o
medidas de control adicionales y de gran alcance”. Y más adelante, “reconoce que se dan cada vez más
casos de falsos autónomos, externalización y subcontratación, lo que puede traducirse en un aumento
de los puestos de trabajo precarios y un mayor deterioro de los ya de por sí bajos niveles de protección
de los trabajadores no declarados; considera que los sistemas de responsabilidad general de los
empleadores podrían constituir una herramienta útil para mejorar el cumplimiento de las normas
laborales a lo largo de todo el proceso de producción, y que debe estudiarse la posibilidad de introducir
dichos sistemas en todos los Estados miembros, teniendo presente, no obstante, que los controles de
los inspectores de trabajo siguen siendo indispensables”. Cfr. Parlamento Europeo, Inspecciones
laborales efectivas como estrategia para mejorar las condiciones de trabajo en Europa…cit., parr. 27 y
32.

12
y democráticas, extensión de fenómenos cooperativos y de economía social, aprovechando en
su caso los estímulos públicos para la constitución de éstas formas de “emprendimiento”39
como vía para lograr su “transición” a la economía social y cooperativa y su captación para el
circuito regular de la economía regulada.

En este proceso de detección de problemas y de incorporación al área de la formalidad del


trabajo no declarado, resulta muy importante la realización de acuerdos con las asociaciones
empresariales y la autoridad de gobierno autonómica, de forma que el sindicato canalice a
partir del diálogo social esta iniciativa de rejuridificación de las relaciones de empleo
sumergidas. Hay experiencias interesantes de este tipo a finales de la década de los noventa y
a principios del nuevo siglo, pero la práctica inanidad del diálogo social a partir del 2011 ha
dejado en la sombra este tipo de propuestas, pese a su importancia. Lo más interesante en
estos acuerdos sociales era la determinación de los sectores en los que el trabajo no declarado
era más importante, lo que permitía intervenciones posteriores sectoriales en la línea
señalada, además de medidas preventivas y correctoras en las que se implicaba a la autoridad
laboral40. En algunas experiencias más recientes, se incorporan directamente a la negociación
colectiva compromisos de eliminación del empleo informal en algunos sectores especialmente
proclives, como el de los talleres de reparación de automóviles41.

A nivel sectorial, el sindicalismo ha realizado una especie de catálogo de sectores en los que el
trabajo no declarado constituye una parte decisiva de la producción económica, y su
enunciación indica una suerte de programa de acción que sin embargo en la situación de
degradación de derechos en la que se mueve la condición del trabajo actualmente en España,
es impracticable en gran medida. Los sectores detectados son, en primer lugar y como más
importantes, los tres siguientes, construcción42, hostelería y restauración y trabajo en
agricultura, pero le siguen en importancia el trabajo doméstico y de cuidados, la enseñanza
privada – en todas sus fases, infantil, formación profesional, media, academias de idiomas – el

39
Formas de “emprendimiento” que en su concreción legal han sido muy criticadas por la doctrina
científica. Cfr. M. Olmo, “De empresarios a emprendedores: La resiliencia corporativa a través de la
devastación de los derechos laborales”, Centro de Estudios Financieros, Revista de Trabajo y Seguridad
Social, núm. 381, diciembre (2014), págs. 13-56.
40
Un ejemplo muy significativo, en “La economía irregular en Andalucía. Informe del grupo de trabajo
del pacto por el empleo y el desarrollo económico de Andalucía”, de la Junta de Andalucía, la CEA y UGT-
A y COAN, para quien dentro de la economía andaluza los sectores y ramas de actividad con una mayor
incidencia de empleo irregular eran la agricultura, ganadería y pesca, la construcción, el comercio, la
hostelería y los servicios personales, las reparaciones, las academias de enseñanza y las actividades
industriales relacionadas con textil y confección, piel, calzado y alimentación. Respecto a la relación
entre tamaño de empresa y empleo irregular se desprende según estudios que es en las pequeñas
empresas con menos de seis trabajadores donde se concentra la mayor parte del empleo irregular.
41
CCOO y la Asociación de Empresarios de Talleres de la provincia de Albacete (APETREVA) han suscrito
el 10 de noviembre del 2015 el convenio colectivo de Reparación de Vehículos para 2015-2017 y
simultáneamente un Acuerdo de Colaboración para combatir la economía sumergida, que supone no
menos del 25% de la actividad del sector.
42
Sobre este sector, coincidiendo con la importante labor reguladora que se hizo a partir de la Ley
32/2006, se efectuaron asimismo en el seno de la Fundación Laboral de la Construcción, informes sobre
el trabajo no declarado en el mismo. Cfr. Oscar Vargas, Javier González y Francisco José Rodríguez,
Trabajo no declarado en el sector de la construcción. Informe Nacional, Fundación Laboral de la
Construcción, Madrid, 2006. La crisis posterior en el sector por el hundimiento del boom inmobiliario a
partir del 2008-2009 ha inutilizado una buena parte de estos análisis.

13
comercio minorista, servicios sociales – residencias privadas y trabajadores sociales – y sanidad
privada. En esta catalogación de los lugares y de las actividades en donde se da más trabajo
sumergido se puede apreciar de manera muy evidente la continuidad existente entre la
fragilidad de los derechos del trabajo precario y su rotación a situaciones de trabajo fuera de la
norma, puesto que en todos ellos el empleo de contratos temporales, la existencia de abusos
en la jornada, la persistencia de bajos salarios y la difícil penetración sindical son características
comunes.

Hay sin embargo dos campos en los que las vías de acción del sindicato presentan
características singulares, que se nuclean en torno a dos grupos de personas que trabajan y
que se sitúan en un espacio intermedio, entre el trabajo “fragilizado” en sus derechos y la
posibilidad de que sean explotados desde el trabajo fuera de la legalidad. Se trata de un lado,
del trabajo de los inmigrantes y de otro del trabajo doméstico y de cuidados, que en una
extensa medida coincide con el trabajo inmigrante y femenino. En este tema hay una
importante producción de análisis y de experiencias sindicales que abarcan no sólo las
funciones de representación del colectivo, sino también las que le corresponden al sindicato
como agente institucional en el mercado de trabajo y como agente de inserción social43. La
política de recortes sociales y de acoso al sindicato que los poderes públicos han emprendido a
partir de la victoria del Partido Popular en las elecciones del 2011 y que se manifestó con
extrema dureza en algunas Comunidades Autónomas como las de Madrid, Castilla La Mancha
o Valencia, ha hecho que la actuación sindical en el campo de la inmigración haya sido
directamente impedida a través de la desaparición de las subvenciones públicas en materia de
inserción social de los inmigrantes – con la consiguiente desaparición de los CITEs y la
amortización de su plantilla – y la irrelevancia de la opinión sindical en materia de flujos
migratorios. Las dificultades que de manera general ha afrontado el sindicato durante estos
años de recesión y crisis también se han manifestado de forma grave respecto del colectivo de
inmigrantes, que por otra parte tienen dificultades para incorporarse a la actividad laboral. Un
reciente estudio ha señalado que la permanencia en el sindicato de los afiliados inmigrantes
decrece dramáticamente durante este período de recesión44.

Este mismo problema se traslada a las trabajadoras al servicio del hogar familiar, aunque en
este caso específico la acción sindical de información y de encuadramiento45 cuenta con

43
Al respecto, cfr. A. Baylos, Inmigración y derechos sindicales, Bomarzo, Albacete, 2009, pp. 65 ss.
44
S. Vidal, R. Alós. P. J. Beneyto y P. Jódar, La afiliación a CC.OO.. Evolución, composición y trayectorias.
Fundación 1 de mayo, Madrid, 2015, p. 32. “La continuidad afiliativa de los extranjeros es mucho menos
que la de los nacionales. Encontramos que únicamente dos de cada tres extranjeros que se afiliaron
entre 2001 y 2007 permanece en el sindicato más de doce meses, por cuatro de cada cinco afiliados de
nacionalidad española. La permanencia por encima de 60 meses solo se observa en uno de cada cinco
episodios de afiliados extranjeros por uno de cada dos entre los nacionales. Además, los episodios que
empiezan en el ciclo recesivo son mucho más cortos para los afiliados extranjeros que para los
nacionales, lo que permite observar que los efectos de la crisis económica han sido más fuertes para la
población extranjera”.
45
En CCOO, las trabajadoras/es del hogar familiar están encuadradas en la Federación de Servicios
Privados, junto con otras categorías afines como la de limpieza y atención domiciliaria, y entre los cinco
fines declarados de la Federación es llamativo que se destaquen los de “combatir la segregación, tanto
sectorial como ocupacional de las mujeres” y “crecer sindical y afiliativamente entre los trabajadores,
con especial atención a los trabajadores y trabajadoras jóvenes e inmigrantes”. En la UGT, se

14
reivindicaciones importantes y un mayor dinamismo en la exigencia de derechos laborales y de
seguridad social, sobre la base de las modificaciones legislativas efectuadas en 2011 y luego
contrariadas en materia de seguridad social en el 201246. Una reivindicación decisiva que
impulsan las dos confederaciones sindicales más representativas en España es la de la
ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre trabajo decente para las trabajadoras y
trabajadores domésticos, que constituye desde luego un elemento importante para nuclear la
acción sindical en este punto47.

Por último, otro foco de atención permanente es el campo de las pequeñas empresas, en
especial las que tienen menos de seis trabajadores, en el que se aprecia una amplia porosidad
al empleo no declarado. También en este tema hay un debate sobre la integración de ese
espacio en el tejido sindical a partir de las elecciones para delegados de personal en la franja
entre 6 y 10 trabajadores, con algunas excepciones sectoriales donde este umbral se puede
rebajar, como en empleados de gasolineras, y que se prolonga en una discusión muy activa
sobre la necesidad de emprender los cambios legislativos pertinentes para acentuar la
representación y la negociación colectiva con aplicación en pequeñas y muy pequeñas
empresas, cadenas de contratación, y distritos industriales.

encuentran encuadradas en el subsector de Limpiezas y Servicios a la sociedad, que forma parte de la


muy extensa Federación de Servicios.
46
Puede verse la campaña sindical informando del convenio especial de seguridad social para las
empleadas domésticas como forma de protección social de las mismas
http://construccionyservicios.ccoo.es/comunes/recursos/20/doc158401_CONVENIO_ESPECIAL_PARA_T
RABAJADORAS_DEL_HOGAR.pdf
47
Es una reivindicación que se ha extendido también a nivel europeo y que sostienen otros sindicatos
nacionales y la propia CES. La Resolución del Parlamento Europeo de 14 de enero del 2014 es muy
taxativa al respecto : “ (El Parlamento) destaca que, pese a que los trabajadores domésticos no suelen
estar declarados o disfrutan de menos derechos que otros trabajadores, en muchos casos esta situación
no entra dentro del ámbito de competencias de las autoridades nacionales de inspección; pide a los
Estados miembros que ratifiquen el Convenio nº 189 de la OIT y que, de conformidad con este
Convenio, desarrollen y apliquen medidas de inspección de trabajo, ejecución y sanciones, respetando
debidamente las características especiales del trabajo doméstico, en consonancia con las legislaciones y
reglamentaciones nacionales; subraya que, de conformidad con las legislaciones y reglamentaciones
nacionales, estas medidas deben especificar las condiciones en las que puede concederse acceso a los
hogares, con el debido respeto de la privacidad”. Cfr. Parlamento Europeo, Inspecciones laborales
efectivas como estrategia para mejorar las condiciones de trabajo en Europa…cit, parr. 24.

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