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¿Cuáles experiencias negativas ha dejado la normatividad que sobre

modernización y descentralización del Estado colombiano se expidió en los


gobiernos de Uribe y Santos?

La muestra de recentralización más evidente se encuentra en el acto legislativo 05


de 2011 que establece la creación del Sistema General de Regalías SGR entre
otros fines, el cual dio origen a la ley 1530 de 2012 “Por la cual se regula la
organización y el funcionamiento del Sistema General de Regalías”. Este marco
legal transformó sustancialmente la distribución de los recursos por concepto de
regalías sobre la explotación de recursos naturales no renovables, recursos que
anteriormente se asignaban en su gran mayoría a las entidades territoriales en las
que se llevaban a cabo dichas actividades, esta distribución se realizaba en el
marco de la ley 756 de 2002 “Por la cual se modifica la Ley 141 de 1994, se
establecen criterios de distribución y se dictan otras disposiciones”.

Si bien los recursos provenientes de regalías tienen alcance a un mayor número


de entidades territoriales, estas no han sido fortalecidas en su capacidad técnica,
administrativa y financiera para empoderarse de este nuevo escenario,
reflejándose en los tiempos que se tardan en estructurar los proyectos y las
dificultades para el cumplimiento de los requisitos establecidos para aprobarlos,
acompañado de escenarios regidos por el “lobby” que al no estar regulado se
convierte en el contexto propicio para actos de corrupción y clientelismo, todo lo
anterior que ha representado unas limitaciones impuestas principalmente desde el
nivel central.

Debido a la debilidad institucional, se siguen presentando gran cantidad de


irregularidades por parte de los ejecutores, las entidades territoriales donde se
llevan a cabo la explotación de recursos naturales no renovables han hecho una
defensa del derecho que les ampara sobre estos recursos, en razón a que se
constituyen en una contraprestación para contrarrestar las problemáticas sociales,
económicas y ambientales que acarrean en sus jurisdicciones. Razones que
fueron contrarrestadas por el gobierno nacional en el proyecto de reforma
constitucional que creó el Sistema General de Regalías por medio de los principios
de equidad social y regional, ahorro para el futuro, competitividad regional, y
bueno gobierno. Principios que en la práctica están encaminados a contrarrestarla:

(1) Inequidad y pobreza, referida a la ausencia de criterios de distribución como


población beneficiada y en condiciones de pobreza, porcentaje de Necesidad
Básicas Insatisfechas (NBI), capacidad administrativa y financiera de las entidades
territoriales, e impactos ambientales.
(2) Ineficiencia, representada en la falta de cumplimiento de coberturas mínimas
por parte de las entidades que hasta la fecha eran beneficiarias de la mayoría de
los recursos provenientes de regalías.

(3) Incorrecta utilización de los recursos de regalías, que fueron detectadas por el
DNP en sus funciones de interventoría administrativa y financiera que
desembocaron en la comisión de presuntas irregularidades en el uso de estos
recursos, que constituyen faltas administrativas, disciplinarias, fiscales y/o
penales, que para el periodo 2005-2010 ascendieron a 21681 presuntas
irregularidades.

Aunque el plan de gobierno de Álvaro Uribe Vélez reconoce la pérdida de


gobernabilidad en municipios y departamentos, fueron congelados los recursos
que alimentaban la descentralización. El Departamento Nacional de Planeación
evaluó los resultados del Sistema General de Participaciones y encontró que los
avances en materia de descentralización estaban estancados o cediendo terreno
frente a prácticas nocivas: despilfarro, malversación, clientelismo, burocratización
y nepotismo. A muchos municipios y algunos departamentos los está devorando la
politiquería y la corrupción.

Durante los periodos del Presidente Juan Manuel Santos, salió a la luz pública la
denominada “mermelada”, término que en su inicio fue puesto en circulación por el
exministro Juan Carlos Echeverry, con una connotación bien diferente a la que se
le viene dando, con el correr de los días ha pasado a transmutar esta expresión en
sinónimo de clientelismo y politización. Sin embargo está expresión no es más que
los ‘cupos indicativos’ entregados a parlamentarios no solo por el gobierno Santos,
sino por los anteriores, lo que se han convertido en una maniobra habilidosa para
transmutar las normas que rigen el gasto público en instrumentos de beneficio y
aprovechamiento político para algunos parlamentarios. Centrando el presupuesto
ahora no solo en el ejecutivo (Presidente) sino en el Legislativo (Senadores). El
parlamento debe aprobar anualmente el presupuesto nacional, al hacerlo, los
parlamentarios aprueban las diversas partidas de gasto que lo conforman, pero
esto de ninguna manera significa que un parlamentario o un grupo de ellos queden
como “dueños políticos” de una determinada porción del gasto público en
Colombia, la centralización de estos recursos termina perjudicando a entes
territoriales, dado que la inversión de estos recursos se realiza incluso en
proyectos no priorizados por los mandatarios, pero al miedo de perderlos,
terminaron aceptando la ejecución en sus municipios.

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