Atlántico Abrir espacios para la generación de nuevas ideas pues la gran mayoría de las iniciativas no son visibles y ocurren en planos que pasan desapercibidos para la dirección. La idea de estos espacios es detectar dichas ideas.
Ofrecer apoyo y acompañamiento a las iniciativas que surjan y supongan un valor
competitivo para la empresa. De nada nos sirve identificar las buenas ideas de nuestros colaboradores si las archivamos o las guardamos en un cajón. Hay que darles vueltas hasta convertirlas en proyectos.
Desarrolla una cultura de la innovación, es decir, invita a que todos los
colaboradores apuesten por generar nuevas ideas. Al mismo tiempo, subraya la necesidad de valorar a todos aquellos que lo intenten, aunque no siempre con el éxito esperado. Es preferible contar con un grupo que propone muchas ideas que otro en el que nunca se esboza siquiera una ligera contribución.