Está en la página 1de 17

En el mundo de los animales vivía una liebre muy

orgullosa y vanidosa, que no paraba de presumir que


ella era la más veloz y se burlaba de la lentitud de la
tortuga.
—¡En realidad, no sé por qué te molestas en moverte! —le
dijo.
—Bueno —contestó la tortuga—, es verdad que soy lenta,
pero siempre llego al final. Si quieres hacemos una
carrera. Estoy segura que podré ganarte.
- ¿A mí? Preguntó asombrada la liebre.
- Sí, sí, a ti- dijo la tortuga -pongamos nuestras
apuestas y veamos quién gana la carrera.
La liebre, muy engreída, aceptó la apuesta.
Así que, en un día caluroso, todos los animales se reunieron
para presenciar la carrera.
El búho señaló los puntos de partida y de llegada, y sin más
preámbulos comenzó la carrera en medio de la
incredulidad de los asistentes.
Astuta y muy confiada en sí misma, la liebre dejó tomar
ventaja a la tortuga y se quedó haciéndole burla. Luego,
empezó a correr velozmente y sobrepasó a la tortuga que
caminaba despacio, pero sin parar.
-¡Je, je! ¡Esa tonta tortuga! - pensó la liebre - ¿Para qué
voy a correr? Mejor descanso un rato.
Así pues, se acostó al sol y se quedó dormida, soñando
con los premios y medallas que iba a conseguir.
-¡Je, je! Será muy fácil ganarle a esa lenta tortuga.
Mientras la liebre dormía la tortuga siguió caminando,
paso tras paso, lentamente, pero sin detenerse.
Finalmente, la liebre se despertó y estiró las patitas. El
sol ya se estaba poniendo. Miró hacia atrás y se rio:
—Je, je ¡Ni rastro de esa tortuga tonta! - Con un gran
salto, salió corriendo en dirección a la meta para recibir
su premio.
Pero cuál fue su sorpresa al ver desde lejos cómo la
tortuga le había adelantado, vio con pavor que la
tortuga se encontraba a una corta distancia de la
meta.
En un sobresalto, salió corriendo con todas sus fuerzas,
pero ya era muy tarde: ¡la tortuga había alcanzado la
meta y ganado la carrera!
Moraleja:
Más vale trabajar todos los días
un poquito que hacerlo todo al
final.
¿Por qué la liebre se quedó
dormida?

a. Porque estaba cansada.


b. Porque se confió demasiado.
c. Porque quería soñar con sus
medallas.
¿Cómo pudo ganar la tortuga si es
más lenta que la liebre?

a. Porque fue perseverante.


b. Porque tomó un atajo.
c. Porque algunas tortugas son
más rápidas que las liebres.
¿Qué aprendiste de esta fábula?

a. Que no es bueno ser arrogante.


b. Que es bueno ser constante.
c. Que el premio es de quién
realmente se esfuerza.
d. Todas las anteriores.

También podría gustarte