Resumen “Hacia una Comunicación Slow”

Por: Gabriel Dicelis

Las tecnologías de la información y la comunicación se han incorporado progresivamente al

desarrollo del ser humano. La implementación del internet ha sido uno de los mayores
avances tecnológicos, permitiendo no solo establecer una comunicación entre usuario y
dispositivo, sino una difusión multidireccional. Para las personas el fácil acceso a tecnologías
móviles ha causado que se pueda alcanzar una conectividad “permanente”. Por ende, ha
tenido un impacto significativo en la identidad de las personas. Esta ubicuidad de las TICs
ha generado un afán por su constante uso. El objetivo del texto escrito por Javier Serrano-
Puche es describir este problema y proponer una alternativa con el fin de que el ser humano
controle a la máquina y a su vez, llevar una vida más pausada y reforzada en cuanto a las
relaciones cara a cara.

Internet se está volviendo una extensión de la manera de comunicar de las personas hasta el
punto de dividir las relaciones interpersonales en presenciales y virtuales. El autor centrará
su atención en los retos y objetivos de la alfabetización con el uso de TICs tales como
reemplazar la manera de enseñar a leer y escribir de manera clásica por un camino más
orientado al manejo de dispositivos tecnológicos. Un experimento que consistía en que más
de 1000 jóvenes de universidades alrededor del mundo dejaran sus dispositivos móviles por
24 horas demostró que mientras que algunos jóvenes logran librarse de esa conectividad
sintiendo tranquilidad, otros presentan una adicción llevando a que fracasaran su periodo de
abstinencia. Esto lleva a un análisis de esta dependencia con el fin de empezar una
“desintoxicación” para poder empezar un estilo de vida más sano y libre de estrés.

La dependencia de los jóvenes de estar siempre conectados tiene unas consecuencias sociales,
emocionales y cognitivas que mediante un uso adecuado de la información puede ser tratada.
Con los resultados del experimento antes mencionado muchos jóvenes afirmaron sentirse
solos, esto se debe a que las redes y la necesidad constante de difundir información propia ha
causado que se pierda esa intimidad la cual es necesaria para el desarrollo emocional de cada
persona. Esto se refleja en las relaciones virtuales, las cuales son cada vez más impersonales
y flexibles. Puesto que casi no existe un vínculo socioafectivo por la otra persona. Por otro
lado, así como las personas sienten necesidad de darse a conocer, también quieren saber todo
el tiempo de los demás, añadiendo una sobrevaloración de la información. Esto causa un
miedo a desconectarse ya que se piensa erróneamente que desaparecer de la red es
equivalente a desvanecerse por completo. No solo la información de otras personas es
consumida masivamente, sino la información en general. De ahí que se use el concepto de
“obesidad informativa” que consiste en que la atención fraccionada que es una característica
de internet se aproveche de la retención de información del cerebro, llenándolo así de
información desechable. Todos estos problemas tienen una manera propuesta por el autor
para ser tratados y poder hacer un mejor uso de las TICs.

El uso considerado de las tecnologías lleva a un estilo de vida que prioriza el bienestar
integral del ser humano. El estilo de vida “slow” consiste en unos hábitos de trabajo,
alimentación y ocio, que tienen como objetivo llevar una vida más pausada. El tratamiento
que propone el autor del texto consiste en cuatro pasos para que la persona se rehabilite de
su afán por las TICs. Primeramente, reasignar el tiempo dedicado a dispositivos móviles para
después, como paso dos, dejarlas por completo. El paso tres es una reconexión mas pausada
sin dejar de abandonar las TICs en periodos de tiempo. Últimamente, se tiene que
reconsiderar el uso de dispositivos móviles, pero de una manera inteligente. Con todo lo
anterior se espera que la persona que lleve a cabo este proceso pueda tener un mejor
desarrollo emocional y social, además de un mayor potencial de aprendizaje.