En la caricatura se ve representada la absurda y negligente influencia del procurador sobre los

derechos legítimos de los individuos. Es una crítica a la limitación de los derechos, ya que se está
influyendo de manera negativa sobre los órganos de control que deciden sobre la aprobación del
derecho al matrimonio de una pareja homosexual, de manera subjetiva e injusta, ya que el procurador
siente aversión por los homosexuales.
Según el texto de Jaramillo, todos tienen “derecho al acceso a la justicia”, según el cual se puede
exigir al Estado que intervenga en defensa de los derechos de los ciudadanos. Para que se complete
el debido “acceso a la justicia” es necesario que en el proceso el sistema judicial actúe de forma
imparcial. Situación que no ocurre con algunos casos de matrimonios homosexuales, que exigen su
derecho a formar una familia. En los casos en los que el juez civil, guiado por concepciones distintas
a la ley, que aprueba, reconoce y cuenta con jurisprudencia suficiente para la unión de parejas del
mismo sexo, niegan realizar la unión estás pueden apelar al tribunal para que revoque la decisión del
juez. Sin embargo, el procurador que tiene facultad para intervenir en distintos procesos, puede entrar
a opinar frente al tribunal, y como éste es digno conservador y estrictamente religioso, influiría en
contra de la relación homosexual.
Jaramillo afirma que para tener con el acceso a la justicia, se requiere del “derecho de acción”, según
el cual la comunidad LGBT- y cualquier otro ciudadano- está en el derecho y la necesidad de acudir
frente a un juez, para exigirle al Estado que intervenga en defensa de sus derechos. Además para
completar aquel proceso es necesario que la decisión siga las normas prestablecidas y que según La
Constitución colombiana “los jueces dentro de una rama del poder público y les asigna el deber, y
privilegio, de regirse únicamente por la ley”. De ese modo, vemos que según la Constitución se afirma
que “la familia es el núcleo fundamental de la sociedad, y se constituye por ´vínculos naturales o
jurídicos´ (Art. 42) lo cual incluiría a parejas del mismo sexo que cuentan con jurisprudencia
suficiente.
Pero el procurador y algunos jueces, se basan en una vieja definición de la ley civil, ya modificada,
de que la familia se constituye por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio,
sostiene que el único matrimonio valido es el heterosexual. Sin embargo, la jurisprudencia y la ley
con base en el apartado final del inciso que admite la conformación de la familia “por la voluntad
responsable de conformarla”, han determinado que existe matrimonio de las parejas homosexuales
cuando estas acuerdan conformar una familia bajo esas condiciones.
En conclusión, aunque la ley ha logrado avances importantes para reconocer los derechos de los
homosexuales, el procurador y otros órganos de control según basándose en su propia interpretación
de la ley para opones a lo ya establecido.